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Éxodo 1
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preguntas de estudio relacionadas.
Éxodo
La palabra Éxodo significa salir. Este libro registra la salida de Israel
de Egipto. Israel fue puesto en cautiverio por un nuevo rey en Egipto que
temía que Israel podría volverse en su contra si Egipto entraba en una
guerra. Hizo que mataran a todos los bebés varones de Israel, pero Moisés
fue milagrosamente salvado por la hija del Faraón y entrenado por los
egipcios. Más tarde Dios escogió a Moisés para sacar a su pueblo de Egipto.
Dios envió diez plagas sobrenaturales sobre Egipto antes que el faraón
dejara ir a Israel. Después de la salida de Israel, Dios endureció el
corazón de Faraón para perseguir a Israel. Dios milagrosamente abrió el
Mar Rojo para que Israel cruzara pero la cerró ahogando el ejército
egipcio . Dios guió a Israel de día en una columna de nube y de noche en
una columna de fuego . También proporcionó milagrosamente comida, agua, y
salud. En el monte Sinaí Dios le dio a Moisés la ley, el plan del
tabernáculo y del sacerdocio.
Capítulo
1
Éxodo 1
1
Estos son los nombres de los hijos de Israel
que entraron en Egipto con Jacob; cada uno
entró con su familia:
2
Rubén, Simeón, Leví, Judá,
3
Isacar, Zabulón, Benjamín,
4
Dan, Neftalí, Gad y Aser.
5
Todas las personas que le nacieron a Jacob
fueron setenta. Y José estaba en Egipto.
6
Y murió José, y todos sus hermanos, y toda
aquella generación.
7
Y los hijos de Israel fructificaron y se
multiplicaron, y fueron aumentados y
fortalecidos en extremo, y se llenó de ellos
la tierra.
8
Entretanto, se levantó sobre Egipto un nuevo
rey que no conocía a José; y dijo a su pueblo:
9
He aquí, el pueblo de los hijos de Israel es
mayor y más fuerte que nosotros.
10
Ahora, pues, seamos sabios para con él, para
que no se multiplique, y acontezca que
viniendo guerra, él también se una a nuestros
enemigos y pelee contra nosotros, y se vaya de
la tierra.
11
Entonces pusieron sobre ellos comisarios de
tributos que los molestasen con sus cargas; y
edificaron para Faraón las ciudades de
almacenaje, Pitón y Ramesés.
12
Pero cuanto más los oprimían, tanto más se
multiplicaban y crecían, de manera que los
egipcios temían a los hijos de Israel.
13
Y los egipcios hicieron servir a los hijos de
Israel con dureza,
14
y amargaron su vida con dura servidumbre, en
hacer barro y ladrillo, y en toda labor del
campo y en todo su servicio, al cual los
obligaban con rigor.
15 Y habló el rey de Egipto a las
parteras de las hebreas, una de las cuales se
llamaba Sifra, y otra Fúa, y les dijo:
16
Cuando asistáis a las hebreas en sus partos, y
veáis el sexo, si es hijo, matadlo; y si es
hija, entonces viva.
17
Pero las parteras temieron a Dios, y no
hicieron como les mandó el rey de Egipto, sino
que preservaron la vida a los niños.
18
Y el rey de Egipto hizo llamar a las parteras
y les dijo: ¿Por qué habéis hecho esto, que
habéis preservado la vida a los niños?
19
Y las parteras respondieron a Faraón: Porque
las mujeres hebreas no son como las egipcias;
pues son robustas, y dan a luz antes que la
partera venga a ellas.
20
Y Dios hizo bien a las parteras; y el pueblo
se multiplicó y se fortaleció en gran manera.
21
Y por haber las parteras temido a Dios, él
prosperó sus familias.
22
Entonces Faraón mandó a todo su pueblo,
diciendo: Echad al río a todo hijo que nazca,
y a toda hija preservad la vida.
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-
¿Aproximadamente
cuántos de los descendientes de Jacob de Israel fueron a Egipto? (5)
-
¿Qué
puede decirse con respecto al crecimiento de los hijos de Israel en
Egipto? (7)
-
¿A
qué temía el nuevo rey de Egipto? (8-10)
-
¿Cuáles
dos ciudades construyeron los israelitas en Egipto? (11)
-
¿Cómo
hicieron sufrir los egipcios a los Israelitas? (11-14)
-
¿Qué
les dijo que hicieran el rey de Egipto a las parteras hebreas? (15-16)
-
¿Por
qué las parteras hebreas no obedecieron a Faraón? (17-21)
-
¿Después
de que las parteras se negaron a matar a los bebés varones, qué
ordenó el Faraón? (22)
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Capítulo 2
Éxodo 2
1
Un varón de la familia de Leví fue y tomó por
mujer a una hija de Leví,
2
la que concibió, y dio a luz un hijo; y
viéndole que era hermoso, le tuvo escondido
tres meses.
3
Pero no pudiendo ocultarle más tiempo, tomó
una arquilla de juncos y la calafateó con
asfalto y brea, y colocó en ella al niño y lo
puso en un carrizal a la orilla del río.
4
Y una hermana suya se puso a lo lejos, para
ver lo que le acontecería.
5
Y la hija de Faraón descendió a lavarse al río,
y paseándose sus doncellas por la ribera del
río, vio ella la arquilla en el carrizal, y
envió una criada suya a que la tomase.
6
Y cuando la abrió, vio al niño; y he aquí que
el niño lloraba. Y teniendo compasión de él,
dijo: De los niños de los hebreos es éste.
7
Entonces su hermana dijo a la hija de Faraón:
¿Iré a llamarte una nodriza de las hebreas,
para que te críe este niño?
8
Y la hija de Faraón respondió: Ve. Entonces
fue la doncella, y llamó a la madre del niño,
9
a la cual dijo la hija de Faraón: Lleva a este
niño y críamelo, y yo te lo pagaré. Y la mujer
tomó al niño y lo crió.
10
Y cuando el niño creció, ella lo trajo a la
hija de Faraón, la cual lo prohijó, y le puso
por nombre Moisés, diciendo: Porque de las
aguas lo saqué.
11
En aquellos días sucedió que crecido ya Moisés,
salió a sus hermanos, y los vio en sus duras
tareas, y observó a un egipcio que golpeaba a
uno de los hebreos, sus hermanos.
12
Entonces miró a todas partes, y viendo que no
parecía nadie, mató al egipcio y lo escondió
en la arena.
13
Al día siguiente salió y vio a dos hebreos que
reñían; entonces dijo al que maltrataba al
otro: ¿Por qué golpeas a tu prójimo?
14
Y él respondió: ¿Quién te ha puesto a ti por
príncipe y juez sobre nosotros? ¿Piensas
matarme como mataste al egipcio? Entonces
Moisés tuvo miedo, y dijo: Ciertamente esto ha
sido descubierto.
15
Oyendo Faraón acerca de este hecho, procuró
matar a Moisés; pero Moisés huyó de delante de
Faraón, y habitó en la tierra de Madián.
16
Y estando sentado junto al pozo, siete hijas
que tenía el sacerdote de Madián vinieron a
sacar agua para llenar las pilas y dar de
beber a las ovejas de su padre.
17
Mas los pastores vinieron y las echaron de
allí; entonces Moisés se levantó y las
defendió, y dio de beber a sus ovejas.
18
Y volviendo ellas a Reuel su padre, él les
dijo: ¿Por qué habéis venido hoy tan pronto?
19
Ellas respondieron: Un varón egipcio nos
defendió de mano de los pastores, y también
nos sacó el agua, y dio de beber a las ovejas.
20
Y dijo a sus hijas: ¿Dónde está? ¿Por qué
habéis dejado a ese hombre? Llamadle para que
coma.
21
Y Moisés convino en morar con aquel varón; y
él dio su hija Séfora por mujer a Moisés.
22
Y ella le dio a luz un hijo; y él le puso por
nombre Gersón, porque dijo: Forastero soy en
tierra ajena.
23
Aconteció que después de muchos días murió el
rey de Egipto, y los hijos de Israel gemían a
causa de la servidumbre, y clamaron; y subió a
Dios el clamor de ellos con motivo de su
servidumbre.
24
Y oyó Dios el gemido de ellos, y se acordó de
su pacto con Abraham, Isaac y Jacob.
25
Y miró Dios a los hijos de Israel, y los
reconoció Dios.
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-
¿Quién
le dio a Moisés su nombre? (10)
-
¿De
qué tribu era Moisés ? (2)
-
¿Cómo
se salvo Moisés de ser muerto? (2-6)
-
¿A
quién se le pagó para alimentar a Moisés ? (7-9)
-
¿Qué
causó a Moisés huir de
Faraón a la tierra de Madián? (11-15)
-
¿Con
quien vivió Moisés en Madián? (16-22)
-
¿Qué
hicieron los hijos de Israel después de que el Rey de Egipto murió?
(23-25)
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Capítulo 3
Éxodo 3
1
Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián,
llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de
Dios.
2 Y se le apareció el
Angel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró,
y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía.
3 Entonces Moisés
dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza
no se quema.
4 Viendo Jehová que
él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: !!Moisés,
Moisés! Y él respondió: Heme aquí.
5 Y dijo: No te
acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú
estás, tierra santa es.
6 Y dijo: Yo soy el
Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob.
Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios.
7 Dijo luego Jehová:
Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído
su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias,
8 y he descendido
para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a
una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los
lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y
del jebuseo.
9 El clamor, pues, de
los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he visto la
opresión con que los egipcios los oprimen.
10 Ven, por tanto,
ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo,
los hijos de Israel.
11 Entonces Moisés
respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de
Egipto a los hijos de Israel?
12 Y él respondió: Ve,
porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he
enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios
sobre este monte.
13 Dijo Moisés a Dios:
He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de
vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál
es su nombre?, ¿qué les responderé?
14 Y respondió Dios a
Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO
SOY me envió a vosotros.
15 Además dijo Dios a
Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Jehová, el Dios de
vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me
ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre; con él se me
recordará por todos los siglos.
16 Ve, y reúne a los
ancianos de Israel, y diles: Jehová, el Dios de vuestros padres, el
Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, me apareció diciendo: En verdad
os he visitado, y he visto lo que se os hace en Egipto;
17 y he dicho: Yo os
sacaré de la aflicción de Egipto a la tierra del cananeo, del heteo,
del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo, a una tierra que
fluye leche y miel.
18 Y oirán tu voz; e
irás tú, y los ancianos de Israel, al rey de Egipto, y le diréis:
Jehová el Dios de los hebreos nos ha encontrado; por tanto, nosotros
iremos ahora camino de tres días por el desierto, para que ofrezcamos
sacrificios a Jehová nuestro Dios.
19 Mas yo sé que el
rey de Egipto no os dejará ir sino por mano fuerte.
20 Pero yo extenderé
mi mano, y heriré a Egipto con todas mis maravillas que haré en él, y
entonces os dejará ir.
21 Y yo daré a este
pueblo gracia en los ojos de los egipcios, para que cuando salgáis, no
vayáis con las manos vacías;
22 sino que pedirá
cada mujer a su vecina y a su huéspeda alhajas de plata, alhajas de
oro, y vestidos, los cuales pondréis sobre vuestros hijos y vuestras
hijas; y despojaréis a Egipto. |
-
¿Cómo
Dios llamó la atención de Moisés? (1-3)
-
¿Qué
dijo Dios a Moisés? (4-9)
-
¿Qué
le pidió hacer Dios a Moisés? (10)
-
¿Cómo
iba contestar Moisés cuándo los hijos de Israel le preguntan cuál
era el nombre de Dios? (13-15)
-
¿Qué
les iba decir Moisés a los ancianos de Israel? (16-17)
-
¿Qué
le pedirían ellos al rey de Egipto? (18)
-
¿Qué
mostraría la presciencia de Dios? (19-20)
-
¿Cómo
saldrían los Israelitas de Egipto? (21-22)
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Capítulo 4
Éxodo 4
1
Entonces Moisés respondió diciendo: He aquí
que ellos no me creerán, ni oirán mi voz;
porque dirán: No te ha aparecido Jehová.
2
Y Jehová dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu
mano? Y él respondió: Una vara.
3
El le dijo: Echala en tierra. Y él la echó en
tierra, y se hizo una culebra; y Moisés huía
de ella.
4
Entonces dijo Jehová a Moisés: Extiende tu
mano, y tómala por la cola. Y él extendió su
mano, y la tomó, y se volvió vara en su mano.
5
Por esto creerán que se te ha aparecido Jehová,
el Dios de tus padres, el Dios de Abraham,
Dios de Isaac y Dios de Jacob.
6
Le dijo además Jehová: Mete ahora tu mano en
tu seno. Y él metió la mano en su seno; y
cuando la sacó, he aquí que su mano estaba
leprosa como la nieve.
7
Y dijo: Vuelve a meter tu mano en tu seno. Y
él volvió a meter su mano en su seno; y al
sacarla de nuevo del seno, he aquí que se
había vuelto como la otra carne.
8
Si aconteciere que no te creyeren ni
obedecieren a la voz de la primera señal,
creerán a la voz de la postrera.
9
Y si aún no creyeren a estas dos señales, ni
oyeren tu voz, tomarás de las aguas del río y
las derramarás en tierra; y se cambiarán
aquellas aguas que tomarás del río y se harán
sangre en la tierra.
10
Entonces dijo Moisés a Jehová: !!Ay, Señor!
nunca he sido hombre de fácil palabra, ni
antes, ni desde que tú hablas a tu siervo;
porque soy tardo en el habla y torpe de lengua.
11
Y Jehová le respondió: ¿Quién dio la boca al
hombre? ¿o quién hizo al mudo y al sordo, al
que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová?
12
Ahora pues, ve, y yo estaré con tu boca, y te
enseñaré lo que hayas de hablar.
13
Y él dijo: !!Ay, Señor! envía, te ruego, por
medio del que debes enviar.
14
Entonces Jehová se enojó contra Moisés, y dijo:
¿No conozco yo a tu hermano Aarón, levita, y
que él habla bien? Y he aquí que él saldrá a
recibirte, y al verte se alegrará en su
corazón.
15
Tú hablarás a él, y pondrás en su boca las
palabras, y yo estaré con tu boca y con la
suya, y os enseñaré lo que hayáis de hacer.
16
Y él hablará por ti al pueblo; él te será a ti
en lugar de boca, y tú serás para él en lugar
de Dios.
17
Y tomarás en tu mano esta vara, con la cual
harás las señales.
18
Así se fue Moisés, y volviendo a su suegro
Jetro, le dijo: Iré ahora, y volveré a mis
hermanos que están en Egipto, para ver si aún
viven. Y Jetro dijo a Moisés: Ve en paz.
19
Dijo también Jehová a Moisés en Madián: Ve y
vuélvete a Egipto, porque han muerto todos los
que procuraban tu muerte.
20
Entonces Moisés tomó su mujer y sus hijos, y
los puso sobre un asno, y volvió a tierra de
Egipto. Tomó también Moisés la vara de Dios en
su mano.
21
Y dijo Jehová a Moisés: Cuando hayas vuelto a
Egipto, mira que hagas delante de Faraón todas
las maravillas que he puesto en tu mano; pero
yo endureceré su corazón, de modo que no
dejará ir al pueblo.
22
Y dirás a Faraón: Jehová ha dicho así: Israel
es mi hijo, mi primogénito.
23
Ya te he dicho que dejes ir a mi hijo, para
que me sirva, mas no has querido dejarlo ir;
he aquí yo voy a matar a tu hijo, tu
primogénito.
24
Y aconteció en el camino, que en una posada
Jehová le salió al encuentro, y quiso matarlo.
25
Entonces Séfora tomó un pedernal afilado y
cortó el prepucio de su hijo, y lo echó a sus
pies, diciendo: A la verdad tú me eres un
esposo de sangre.
26
Así le dejó luego ir. Y ella dijo: Esposo de
sangre, a causa de la circuncisión.
27
Y Jehová dijo a Aarón: Ve a recibir a Moisés
al desierto. Y él fue, y lo encontró en el
monte de Dios, y le besó.
28
Entonces contó Moisés a Aarón todas las
palabras de Jehová que le enviaba, y todas las
señales que le había dado.
29
Y fueron Moisés y Aarón, y reunieron a todos
los ancianos de los hijos de Israel.
30
Y habló Aarón acerca de todas las cosas que
Jehová había dicho a Moisés, e hizo las
señales delante de los ojos del pueblo.
31
Y el pueblo creyó; y oyendo que Jehová había
visitado a los hijos de Israel, y que había
visto su aflicción, se inclinaron y adoraron.
|
-
¿Cuáles
tres señales Moisés realizaría a la vista de los ancianos en caso
de que ellos no le creyeran? (1-9)
-
¿Qué
otra excusa ofreció Moisés? (10)
-
¿A
quién ofreció Dios a Moisés como un portavoz ? (11-17)
-
¿Por
qué el Señor busca matar a Moisés camino a Egipto? (18-26)
-
¿A
quién envió el Señor al desierto para encontrar a Moisés? (27-28)
-
¿Cuál
fue la reacción de los ancianos de Israel a las palabras que el Señor
había hablado a Moisés? (29-31)
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Capítulo
5
Éxodo 5
1
Después Moisés y Aarón entraron a la presencia de Faraón y le dijeron:
Jehová el Dios de Israel dice así: Deja ir a mi pueblo a celebrarme
fiesta en el desierto.
2 Y Faraón respondió:
¿Quién es Jehová, para que yo oiga su voz y deje ir a Israel? Yo no
conozco a Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel.
3 Y ellos dijeron: El
Dios de los hebreos nos ha encontrado; iremos, pues, ahora, camino de
tres días por el desierto, y ofreceremos sacrificios a Jehová nuestro
Dios, para que no venga sobre nosotros con peste o con espada.
4 Entonces el rey de
Egipto les dijo: Moisés y Aarón, ¿por qué hacéis cesar al pueblo de su
trabajo? Volved a vuestras tareas.
5 Dijo también Faraón:
He aquí el pueblo de la tierra es ahora mucho, y vosotros les hacéis
cesar de sus tareas.
6 Y mandó Faraón
aquel mismo día a los cuadrilleros del pueblo que lo tenían a su
cargo, y a sus capataces, diciendo:
7 De aquí en adelante
no daréis paja al pueblo para hacer ladrillo, como hasta ahora; vayan
ellos y recojan por sí mismos la paja.
8 Y les impondréis la
misma tarea de ladrillo que hacían antes, y no les disminuiréis nada;
porque están ociosos, por eso levantan la voz diciendo: Vamos y
ofrezcamos sacrificios a nuestro Dios.
9 Agrávese la
servidumbre sobre ellos, para que se ocupen en ella, y no atiendan a
palabras mentirosas.
10 Y saliendo los
cuadrilleros del pueblo y sus capataces, hablaron al pueblo, diciendo:
Así ha dicho Faraón: Yo no os doy paja.
11 Id vosotros y
recoged la paja donde la halléis; pero nada se disminuirá de vuestra
tarea.
12 Entonces el pueblo
se esparció por toda la tierra de Egipto para recoger rastrojo en
lugar de paja.
13 Y los cuadrilleros
los apremiaban, diciendo: Acabad vuestra obra, la tarea de cada día en
su día, como cuando se os daba paja.
14 Y azotaban a los
capataces de los hijos de Israel que los cuadrilleros de Faraón habían
puesto sobre ellos, diciendo: ¿Por qué no habéis cumplido vuestra
tarea de ladrillo ni ayer ni hoy, como antes?
15 Y los capataces de
los hijos de Israel vinieron a Faraón y se quejaron a él, diciendo: ¿Por
qué lo haces así con tus siervos?
16 No se da paja a
tus siervos, y con todo nos dicen: Haced el ladrillo. Y he aquí tus
siervos son azotados, y el pueblo tuyo es el culpable.
17 Y él respondió:
Estáis ociosos, sí, ociosos, y por eso decís: Vamos y ofrezcamos
sacrificios a Jehová.
18 Id pues, ahora, y
trabajad. No se os dará paja, y habéis de entregar la misma tarea de
ladrillo.
19 Entonces los
capataces de los hijos de Israel se vieron en aflicción, al decírseles:
No se disminuirá nada de vuestro ladrillo, de la tarea de cada día.
20 Y encontrando a
Moisés y a Aarón, que estaban a la vista de ellos cuando salían de la
presencia de Faraón,
21 les dijeron: Mire
Jehová sobre vosotros, y juzgue; pues nos habéis hecho abominables
delante de Faraón y de sus siervos, poniéndoles la espada en la mano
para que nos maten.
22
Entonces Moisés se volvió a Jehová, y dijo: Señor, ¿por qué afliges a
este pueblo? ¿Para qué me enviaste?
23 Porque desde que
yo vine a Faraón para hablarle en tu nombre, ha afligido a este
pueblo; y tú no has librado a tu pueblo. |
-
¿Cómo
reaccionó el Faraón cuando Moisés le pidió primero que permitiera
a Israel ir? (1-5)
-
¿Qué
ordenó el Faraón a los capataces? (6-13)
-
¿Qué
le dijeron a Moisés los capataces de los hijos de Israel después de
estar siendo azotados? (14-21)
-
¿Qué
le dijo Moisés a Dios? (22-23)
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Capítulo 6
Éxodo 6
1
Jehová respondió a Moisés: Ahora verás lo que
yo haré a Faraón; porque con mano fuerte los
dejará ir, y con mano fuerte los echará de su
tierra.
2
Habló todavía Dios a Moisés, y le dijo: Yo soy
JEHOVÁ.
3
Y aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como
Dios Omnipotente, mas en mi nombre JEHOVÁ no
me di a conocer a ellos.
4
También establecí mi pacto con ellos, de
darles la tierra de Canaán, la tierra en que
fueron forasteros, y en la cual habitaron.
5
Asimismo yo he oído el gemido de los hijos de
Israel, a quienes hacen servir los egipcios, y
me he acordado de mi pacto.
6
Por tanto, dirás a los hijos de Israel: Yo soy
JEHOVÁ; y yo os sacaré de debajo de las tareas
pesadas de Egipto, y os libraré de su
servidumbre, y os redimiré con brazo extendido,
y con juicios grandes;
7
y os tomaré por mi pueblo y seré vuestro Dios;
y vosotros sabréis que yo soy Jehová vuestro
Dios, que os sacó de debajo de las tareas
pesadas de Egipto.
8
Y os meteré en la tierra por la cual alcé mi
mano jurando que la daría a Abraham, a Isaac y
a Jacob; y yo os la daré por heredad. Yo
JEHOVÁ.
9
De esta manera habló Moisés a los hijos de
Israel; pero ellos no escuchaban a Moisés a
causa de la congoja de espíritu, y de la dura
servidumbre.
10
Y habló Jehová a Moisés, diciendo:
11
Entra y habla a Faraón rey de Egipto, que deje
ir de su tierra a los hijos de Israel.
12
Y respondió Moisés delante de Jehová: He aquí,
los hijos de Israel no me escuchan; ¿cómo,
pues, me escuchará Faraón, siendo yo torpe de
labios?
13
Entonces Jehová habló a Moisés y a Aarón y les
dio mandamiento para los hijos de Israel, y
para Faraón rey de Egipto, para que sacasen a
los hijos de Israel de la tierra de Egipto.
14
Estos son los jefes de las familias de sus
padres: Los hijos de Rubén, el primogénito de
Israel: Hanoc, Falú, Hezrón y Carmi; estas son
las familias de Rubén.
15
Los hijos de Simeón: Jemuel, Jamín, Ohad,
Jaquín, Zohar, y Saúl hijo de una cananea.
Estas son las familias de Simeón.
16
Estos son los nombres de los hijos de Leví por
sus linajes: Gersón, Coat y Merari. Y los años
de la vida de Leví fueron ciento treinta y
siete años.
17
Los hijos de Gersón: Libni y Simei, por sus
familias.
18
Y los hijos de Coat: Amram, Izhar, Hebrón y
Uziel. Y los años de la vida de Coat fueron
ciento treinta y tres años.
19
Y los hijos de Merari: Mahli y Musi. Estas son
las familias de Leví por sus linajes.
20
Y Amram tomó por mujer a Jocabed su tía, la
cual dio a luz a Aarón y a Moisés. Y los años
de la vida de Amram fueron ciento treinta y
siete años.
21
Los hijos de Izhar: Coré, Nefeg y Zicri.
22
Y los hijos de Uziel: Misael, Elzafán y Sitri.
23
Y tomó Aarón por mujer a Elisabet hija de
Aminadab, hermana de Naasón; la cual dio a luz
a Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar.
24
Los hijos de Coré: Asir, Elcana y Abiasaf.
Estas son las familias de los coreítas.
25
Y Eleazar hijo de Aarón tomó para sí mujer de
las hijas de Futiel, la cual dio a luz a
Finees. Y estos son los jefes de los padres de
los levitas por sus familias.
26
Este es aquel Aarón y aquel Moisés, a los
cuales Jehová dijo: Sacad a los hijos de
Israel de la tierra de Egipto por sus
ejércitos.
27
Estos son los que hablaron a Faraón rey de
Egipto, para sacar de Egipto a los hijos de
Israel. Moisés y Aarón fueron éstos.
28
Cuando Jehová habló a Moisés en la tierra de
Egipto,
29
entonces Jehová habló a Moisés, diciendo: Yo
soy JEHOVÁ; di a Faraón rey de Egipto todas
las cosas que yo te digo a ti.
30
Y Moisés respondió delante de Jehová: He aquí,
yo soy torpe de labios; ¿cómo, pues, me ha de
oír Faraón?
|
-
¿Qué
le dijo el Señor a Moisés? (1-5)
-
¿Qué
le dijo el Señor a Moisés para decir a los hijos de Israel? (6-9)
-
¿Qué
le dijo el Señor a Moisés para decirle al Faraón? (10-11)
-
¿De
qué hijo de Leví era descendiente Moisés ? (16-20)
-
¿Qué
relación había de Coat a Moisés? (18-20)
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¿Cuáles
fueron los nombres de los hijos de Aarón? (23)
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Capítulo 7
Éxodo 7
1
Jehová dijo a Moisés: Mira, yo te he
constituido dios para Faraón, y tu hermano
Aarón será tu profeta.
2
Tú dirás todas las cosas que yo te mande, y
Aarón tu hermano hablará a Faraón, para que
deje ir de su tierra a los hijos de Israel.
3
Y yo endureceré el corazón de Faraón, y
multiplicaré en la tierra de Egipto mis
señales y mis maravillas.
4
Y Faraón no os oirá; mas yo pondré mi mano
sobre Egipto, y sacaré a mis ejércitos, mi
pueblo, los hijos de Israel, de la tierra de
Egipto, con grandes juicios.
5
Y sabrán los egipcios que yo soy Jehová,
cuando extienda mi mano sobre Egipto, y saque
a los hijos de Israel de en medio de ellos.
6
E hizo Moisés y Aarón como Jehová les mandó;
así lo hicieron.
7
Era Moisés de edad de ochenta años, y Aarón de
edad de ochenta y tres, cuando hablaron a
Faraón.
8
Habló Jehová a Moisés y a Aarón, diciendo:
9
Si Faraón os respondiere diciendo: Mostrad
milagro; dirás a Aarón: Toma tu vara, y échala
delante de Faraón, para que se haga culebra.
10
Vinieron, pues, Moisés y Aarón a Faraón, e
hicieron como Jehová lo había mandado. Y echó
Aarón su vara delante de Faraón y de sus
siervos, y se hizo culebra.
11
Entonces llamó también Faraón sabios y
hechiceros, e hicieron también lo mismo los
hechiceros de Egipto con sus encantamientos;
12
pues echó cada uno su vara, las cuales se
volvieron culebras; mas la vara de Aarón
devoró las varas de ellos.
13
Y el corazón de Faraón se endureció, y no los
escuchó, como Jehová lo había dicho.
14
Entonces Jehová dijo a Moisés: El corazón de
Faraón está endurecido, y no quiere dejar ir
al pueblo.
15
Ve por la mañana a Faraón, he aquí que él sale
al río; y tú ponte a la ribera delante de él,
y toma en tu mano la vara que se volvió
culebra,
16
y dile: Jehová el Dios de los hebreos me ha
enviado a ti, diciendo: Deja ir a mi pueblo,
para que me sirva en el desierto; y he aquí
que hasta ahora no has querido oír.
17
Así ha dicho Jehová: En esto conocerás que yo
soy Jehová: he aquí, yo golpearé con la vara
que tengo en mi mano el agua que está en el
río, y se convertirá en sangre.
18
Y los peces que hay en el río morirán, y
hederá el río, y los egipcios tendrán asco de
beber el agua del río.
19
Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón: Toma tu
vara, y extiende tu mano sobre las aguas de
Egipto, sobre sus ríos, sobre sus arroyos y
sobre sus estanques, y sobre todos sus
depósitos de aguas, para que se conviertan en
sangre, y haya sangre por toda la región de
Egipto, así en los vasos de madera como en los
de piedra.
20
Y Moisés y Aarón hicieron como Jehová lo mandó;
y alzando la vara golpeó las aguas que había
en el río, en presencia de Faraón y de sus
siervos; y todas las aguas que había en el río
se convirtieron en sangre.
21
Asimismo los peces que había en el río
murieron; y el río se corrompió, tanto que los
egipcios no podían beber de él. Y hubo sangre
por toda la tierra de Egipto.
22
Y los hechiceros de Egipto hicieron lo mismo
con sus encantamientos; y el corazón de Faraón
se endureció, y no los escuchó; como Jehová lo
había dicho.
23
Y Faraón se volvió y fue a su casa, y no dio
atención tampoco a esto.
24
Y en todo Egipto hicieron pozos alrededor del
río para beber, porque no podían beber de las
aguas del río.
25
Y se cumplieron siete días después que Jehová
hirió el río.
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¿Qué
sabrían los egipcios cuándo el Señor envíe los juicios sobre
Egipto? (4-5, 17, 8:22, 9:14)
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¿Cuántos
años tenían Moisés y Aaron cuándo hablaron a Faraón? (7)
-
¿Qué
hicieron los magos de Faraón cuándo la vara se volvió una serpiente?
(8-13)
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¿Qué
hizo la vara de Aarón
a las varas de los magos de Faraón?
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¿Cuál
fue la primera plaga que se puso sobre los egipcios? (14-21)
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¿Cuál
fue la reacción de Faraón cuándo sus magos imitaron esta plaga?
(22-23)
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Capítulo 8
Éxodo 8
1
Entonces Jehová dijo a Moisés: Entra a la presencia de Faraón y dile:
Jehová ha dicho así: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva.
2 Y si no lo
quisieres dejar ir, he aquí yo castigaré con ranas todos tus
territorios.
3 Y el río criará
ranas, las cuales subirán y entrarán en tu casa, en la cámara donde
duermes, y sobre tu cama, y en las casas de tus siervos, en tu pueblo,
en tus hornos y en tus artesas.
4 Y las ranas subirán
sobre ti, sobre tu pueblo, y sobre todos tus siervos.
5 Y Jehová dijo a
Moisés: Di a Aarón: Extiende tu mano con tu vara sobre los ríos,
arroyos y estanques, para que haga subir ranas sobre la tierra de
Egipto.
6 Entonces Aarón
extendió su mano sobre las aguas de Egipto, y subieron ranas que
cubrieron la tierra de Egipto.
7 Y los hechiceros
hicieron lo mismo con sus encantamientos, e hicieron venir ranas sobre
la tierra de Egipto.
8 Entonces Faraón
llamó a Moisés y a Aarón, y les dijo: Orad a Jehová para que quite las
ranas de mí y de mi pueblo, y dejaré ir a tu pueblo para que ofrezca
sacrificios a Jehová.
9 Y dijo Moisés a
Faraón: Dígnate indicarme cuándo debo orar por ti, por tus siervos y
por tu pueblo, para que las ranas sean quitadas de ti y de tus casas,
y que solamente queden en el río.
10 Y él dijo: Mañana.
Y Moisés respondió: Se hará conforme a tu palabra, para que conozcas
que no hay como Jehová nuestro Dios.
11 Y las ranas se
irán de ti, y de tus casas, de tus siervos y de tu pueblo, y solamente
quedarán en el río.
12 Entonces salieron
Moisés y Aarón de la presencia de Faraón. Y clamó Moisés a Jehová
tocante a las ranas que había mandado a Faraón.
13 E hizo Jehová
conforme a la palabra de Moisés, y murieron las ranas de las casas, de
los cortijos y de los campos.
14 Y las juntaron en
montones, y apestaba la tierra.
15 Pero viendo Faraón
que le habían dado reposo, endureció su corazón y no los escuchó, como
Jehová lo había dicho.
16
Entonces Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón: Extiende tu vara y golpea
el polvo de la tierra, para que se vuelva piojos por todo el país de
Egipto.
17 Y ellos lo
hicieron así; y Aarón extendió su mano con su vara, y golpeó el polvo
de la tierra, el cual se volvió piojos, así en los hombres como en las
bestias; todo el polvo de la tierra se volvió piojos en todo el país
de Egipto.
18 Y los hechiceros
hicieron así también, para sacar piojos con sus encantamientos; pero
no pudieron. Y hubo piojos tanto en los hombres como en las bestias.
19 Entonces los
hechiceros dijeron a Faraón: Dedo de Dios es éste. Mas el corazón de
Faraón se endureció, y no los escuchó, como Jehová lo había dicho.
20
Jehová dijo a Moisés: Levántate de mañana y ponte delante de Faraón,
he aquí él sale al río; y dile: Jehová ha dicho así: Deja ir a mi
pueblo, para que me sirva.
21 Porque si no dejas
ir a mi pueblo, he aquí yo enviaré sobre ti, sobre tus siervos, sobre
tu pueblo y sobre tus casas toda clase de moscas; y las casas de los
egipcios se llenarán de toda clase de moscas, y asimismo la tierra
donde ellos estén.
22 Y aquel día yo
apartaré la tierra de Gosén, en la cual habita mi pueblo, para que
ninguna clase de moscas haya en ella, a fin de que sepas que yo soy
Jehová en medio de la tierra.
23 Y yo pondré
redención entre mi pueblo y el tuyo. Mañana será esta señal.
24 Y Jehová lo hizo
así, y vino toda clase de moscas molestísimas sobre la casa de Faraón,
sobre las casas de sus siervos, y sobre todo el país de Egipto; y la
tierra fue corrompida a causa de ellas.
25 Entonces Faraón
llamó a Moisés y a Aarón, y les dijo: Andad, ofreced sacrificio a
vuestro Dios en la tierra.
26 Y Moisés respondió:
No conviene que hagamos así, porque ofreceríamos a Jehová nuestro Dios
la abominación de los egipcios. He aquí, si sacrificáramos la
abominación de los egipcios delante de ellos, ¿no nos apedrearían?
27 Camino de tres
días iremos por el desierto, y ofreceremos sacrificios a Jehová
nuestro Dios, como él nos dirá.
28 Dijo Faraón: Yo os
dejaré ir para que ofrezcáis sacrificios a Jehová vuestro Dios en el
desierto, con tal que no vayáis más lejos; orad por mí.
29 Y respondió Moisés:
He aquí, al salir yo de tu presencia, rogaré a Jehová que las diversas
clases de moscas se vayan de Faraón, y de sus siervos, y de su pueblo
mañana; con tal que Faraón no falte más, no dejando ir al pueblo a dar
sacrificio a Jehová.
30 Entonces Moisés
salió de la presencia de Faraón, y oró a Jehová.
31 Y Jehová hizo
conforme a la palabra de Moisés, y quitó todas aquellas moscas de
Faraón, de sus siervos y de su pueblo, sin que quedara una.
32 Mas Faraón
endureció aun esta vez su corazón, y no dejó ir al pueblo. |
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¿Hasta
qué punto las ranas invardieron Egipto? (1-6)
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¿Hasta
cuándo quería el Faraón que las ranas partieran? (9-10)
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¿Qué
hizo el Faraón cuando vió que había alivio de las ranas? (15)
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¿Cuál
fue la primera plaga que los magos de Faraón no pudieron reproducir?
(16-18)
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¿Qué
tuvieron que admitir ellos? (19)
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¿Después
de qué plaga Faraón ofreció su primer compromiso? (20-24)
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¿Cómo
hizo Dios una diferencia entre los Israelitas y los Egipcios? (21-23,
9:4, 26, 10:23, 11:7)
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¿Cuál
fue el primer compromiso de Faraón? (25)
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¿Cuál
fue el segundo compromiso de Faraón? (28)
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Capítulo 9
Éxodo 9
1
Entonces Jehová dijo a Moisés: Entra a la presencia de Faraón, y dile:
Jehová, el Dios de los hebreos, dice así: Deja ir a mi pueblo, para
que me sirva.
2 Porque si no lo
quieres dejar ir, y lo detienes aún,
3 he aquí la mano de
Jehová estará sobre tus ganados que están en el campo, caballos, asnos,
camellos, vacas y ovejas, con plaga gravísima.
4 Y Jehová hará
separación entre los ganados de Israel y los de Egipto, de modo que
nada muera de todo lo de los hijos de Israel.
5 Y Jehová fijó plazo,
diciendo: Mañana hará Jehová esta cosa en la tierra.
6 Al día siguiente
Jehová hizo aquello, y murió todo el ganado de Egipto; mas del ganado
de los hijos de Israel no murió uno.
7 Entonces Faraón
envió, y he aquí que del ganado de los hijos de Israel no había muerto
uno. Mas el corazón de Faraón se endureció, y no dejó ir al pueblo.
8
Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Tomad puñados de ceniza de un horno,
y la esparcirá Moisés hacia el cielo delante de Faraón;
9 y vendrá a ser
polvo sobre toda la tierra de Egipto, y producirá sarpullido con
úlceras en los hombres y en las bestias, por todo el país de Egipto.
10 Y tomaron ceniza
del horno, y se pusieron delante de Faraón, y la esparció Moisés hacia
el cielo; y hubo sarpullido que produjo úlceras tanto en
los hombres como en las bestias.
11 Y los hechiceros
no podían estar delante de Moisés a causa del sarpullido, porque hubo
sarpullido en los hechiceros y en todos los egipcios.
12 Pero Jehová
endureció el corazón de Faraón, y no los oyó, como Jehová lo había
dicho a Moisés.
13
Entonces Jehová dijo a Moisés: Levántate de mañana, y ponte delante de
Faraón, y dile: Jehová, el Dios de los hebreos, dice así: Deja ir a mi
pueblo, para que me sirva.
14 Porque yo enviaré
esta vez todas mis plagas a tu corazón, sobre tus siervos y sobre tu
pueblo, para que entiendas que no hay otro como yo en toda la tierra.
15 Porque ahora yo
extenderé mi mano para herirte a ti y a tu pueblo de plaga, y serás
quitado de la tierra.
16 Y a la verdad yo
te he puesto para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea
anunciado en toda la tierra.
17 ¿Todavía te
ensoberbeces contra mi pueblo, para no dejarlos ir?
18 He aquí que mañana
a estas horas yo haré llover granizo muy pesado, cual nunca hubo en
Egipto, desde el día que se fundó hasta ahora.
19 Envía, pues, a
recoger tu ganado, y todo lo que tienes en el campo; porque todo
hombre o animal que se halle en el campo, y no sea recogido a casa, el
granizo caerá sobre él, y morirá.
20 De los siervos de
Faraón, el que tuvo temor de la palabra de Jehová hizo huir sus
criados y su ganado a casa;
21 mas el que no puso
en su corazón la palabra de Jehová, dejó sus criados y sus ganados en
el campo.
22 Y Jehová dijo a
Moisés: Extiende tu mano hacia el cielo, para que venga granizo en
toda la tierra de Egipto sobre los hombres, y sobre las bestias, y
sobre toda la hierba del campo en el país de Egipto.
23 Y Moisés extendió
su vara hacia el cielo, y Jehová hizo tronar y granizar, y el fuego se
descargó sobre la tierra; y Jehová hizo llover granizo sobre la tierra
de Egipto.
24 Hubo, pues,
granizo, y fuego mezclado con el granizo, tan grande, cual nunca hubo
en toda la tierra de Egipto desde que fue habitada.
25 Y aquel granizo
hirió en toda la tierra de Egipto todo lo que estaba en el campo, así
hombres como bestias; asimismo destrozó el granizo toda la hierba del
campo, y desgajó todos los árboles del país.
26 Solamente en la
tierra de Gosén, donde estaban los hijos de Israel, no hubo granizo.
27 Entonces Faraón
envió a llamar a Moisés y a Aarón, y les dijo: He pecado esta vez;
Jehová es justo, y yo y mi pueblo impíos.
28 Orad a Jehová para
que cesen los truenos de Dios y el granizo, y yo os dejaré ir, y no os
detendréis más.
29 Y le respondió
Moisés: Tan pronto salga yo de la ciudad, extenderé mis manos a Jehová,
y los truenos cesarán, y no habrá más granizo; para que sepas que de
Jehová es la tierra.
30 Pero yo sé que ni
tú ni tus siervos temeréis todavía la presencia de Jehová Dios.
31 El lino, pues, y
la cebada fueron destrozados, porque la cebada estaba ya espigada, y
el lino en caña.
32 Mas el trigo y el
centeno no fueron destrozados, porque eran tardíos.
33 Y salido Moisés de
la presencia de Faraón, fuera de la ciudad, extendió sus manos a
Jehová, y cesaron los truenos y el granizo, y la lluvia no cayó más
sobre la tierra.
34 Y viendo Faraón
que la lluvia había cesado, y el granizo y los truenos, se obstinó en
pecar, y endurecieron su corazón él y sus siervos.
35 Y el corazón de
Faraón se endureció, y no dejó ir a los hijos de Israel, como Jehová
lo había dicho por medio de Moisés. |
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¿Cuál
fue la quinta plaga? (1-7)
-
¿Cuál
fue la sexta plaga? (8-12)
-
¿Cuál
fue la séptima plaga? (13-35)
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¿Cómo
pudieron huír los egipcios de esta séptima plaga? (20)
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Capítulo 10
Éxodo 10
1
Jehová dijo a Moisés: Entra a la presencia de Faraón; porque yo he
endurecido su corazón, y el corazón de sus siervos, para mostrar entre
ellos estas mis señales,
2 y para que cuentes
a tus hijos y a tus nietos las cosas que yo hice en Egipto, y mis
señales que hice entre ellos; para que sepáis que yo soy Jehová.
3 Entonces vinieron
Moisés y Aarón a Faraón, y le dijeron: Jehová el Dios de los hebreos
ha dicho así: ¿Hasta cuándo no querrás humillarte delante de mí? Deja
ir a mi pueblo, para que me sirva.
4 Y si aún rehúsas
dejarlo ir, he aquí que mañana yo traeré sobre tu territorio la
langosta,
5 la cual cubrirá la
faz de la tierra, de modo que no pueda verse la tierra; y ella comerá
lo que escapó, lo que os quedó del granizo; comerá asimismo todo árbol
que os fructifica en el campo.
6 Y llenará tus casas,
y las casas de todos tus siervos, y las casas de todos los egipcios,
cual nunca vieron tus padres ni tus abuelos, desde que ellos fueron
sobre la tierra hasta hoy. Y se volvió y salió de delante de Faraón.
7 Entonces los
siervos de Faraón le dijeron: ¿Hasta cuándo será este hombre un lazo
para nosotros? Deja ir a estos hombres, para que sirvan a Jehová su
Dios. ¿Acaso no sabes todavía que Egipto está ya destruido?
8 Y Moisés y Aarón
volvieron a ser llamados ante Faraón, el cual les dijo: Andad, servid
a Jehová vuestro Dios. ¿Quiénes son los que han de ir?
9 Moisés respondió:
Hemos de ir con nuestros niños y con nuestros viejos, con nuestros
hijos y con nuestras hijas; con nuestras ovejas y con nuestras vacas
hemos de ir; porque es nuestra fiesta solemne para Jehová.
10 Y él les dijo: !!Así
sea Jehová con vosotros! ¿Cómo os voy a dejar ir a vosotros y a
vuestros niños? !!Mirad cómo el mal está delante de vuestro rostro!
11 No será así; id
ahora vosotros los varones, y servid a Jehová, pues esto es lo que
vosotros pedisteis. Y los echaron de la presencia de Faraón.
12 Entonces Jehová
dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre la tierra de Egipto para traer
la langosta, a fin de que suba sobre el país de Egipto, y consuma todo
lo que el granizo dejó.
13 Y extendió Moisés
su vara sobre la tierra de Egipto, y Jehová trajo un viento oriental
sobre el país todo aquel día y toda aquella noche; y al venir la
mañana el viento oriental trajo la langosta.
14 Y subió la
langosta sobre toda la tierra de Egipto, y se asentó en todo el país
de Egipto en tan gran cantidad como no la hubo antes ni la habrá
después;
15 y cubrió la faz de
todo el país, y oscureció la tierra; y consumió toda la
hierba de la tierra, y todo el fruto de los árboles que había dejado
el granizo; no quedó cosa verde en árboles ni en hierba del campo, en
toda la tierra de Egipto.
16 Entonces Faraón se
apresuró a llamar a Moisés y a Aarón, y dijo: He pecado contra Jehová
vuestro Dios, y contra vosotros.
17 Mas os ruego ahora
que perdonéis mi pecado solamente esta vez, y que oréis a Jehová
vuestro Dios que quite de mí al menos esta plaga mortal.
18 Y salió Moisés de
delante de Faraón, y oró a Jehová.
19 Entonces Jehová
trajo un fortísimo viento occidental, y quitó la langosta y la arrojó
en el Mar Rojo; ni una langosta quedó en todo el país de Egipto.
20 Pero Jehová
endureció el corazón de Faraón, y éste no dejó ir a los hijos de
Israel.
21
Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano hacia el cielo, para que haya
tinieblas sobre la tierra de Egipto, tanto que cualquiera
las palpe.
22 Y extendió Moisés
su mano hacia el cielo, y hubo densas tinieblas sobre toda la tierra
de Egipto, por tres días.
23 Ninguno vio a su
prójimo, ni nadie se levantó de su lugar en tres días; mas todos los
hijos de Israel tenían luz en sus habitaciones.
24 Entonces Faraón
hizo llamar a Moisés, y dijo: Id, servid a Jehová; solamente queden
vuestras ovejas y vuestras vacas; vayan también vuestros niños con
vosotros.
25 Y Moisés respondió:
Tú también nos darás sacrificios y holocaustos que sacrifiquemos para
Jehová nuestro Dios.
26 Nuestros ganados
irán también con nosotros; no quedará ni una pezuña; porque de ellos
hemos de tomar para servir a Jehová nuestro Dios, y no sabemos con qué
hemos de servir a Jehová hasta que lleguemos allá.
27 Pero Jehová
endureció el corazón de Faraón, y no quiso dejarlos ir.
28 Y le dijo Faraón:
Retírate de mí; guárdate que no veas más mi rostro, porque en
cualquier día que vieres mi rostro, morirás.
29 Y Moisés respondió:
Bien has dicho; no veré más tu rostro.
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¿Qué
las generaciones futuras de Israelites sabrían como resultado de
estas plagas? (2)
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¿Cuál
fue el tercer compromiso de Faraón y cómo rehusó Moisés ? (7-11)
-
¿Cuál
fue la octava plaga? (12-20)
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¿Cuál
fue la novena plaga? (21-23)
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¿Cuál
fue el cuarto compromiso de Faraón y cómo rehusó Moisés ? (24-26)
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¿Qué
fue lo que le dijo el Faraón a Moisés qué nunca vería de nuevo ?
(27-29)
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Capítulo 11
Éxodo 11
1
Jehová dijo a Moisés: Una plaga traeré aún sobre Faraón y sobre Egipto,
después de la cual él os dejará ir de aquí; y seguramente os echará de
aquí del todo.
2 Habla ahora al
pueblo, y que cada uno pida a su vecino, y cada una a su vecina,
alhajas de plata y de oro.
3 Y Jehová dio gracia
al pueblo en los ojos de los egipcios. También Moisés era tenido por
gran varón en la tierra de Egipto, a los ojos de los siervos de Faraón,
y a los ojos del pueblo.
4 Dijo, pues, Moisés:
Jehová ha dicho así: A la medianoche yo saldré por en medio de Egipto,
5 y morirá todo
primogénito en tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón que se
sienta en su trono, hasta el primogénito de la sierva que está tras el
molino, y todo primogénito de las bestias.
6 Y habrá gran clamor
por toda la tierra de Egipto, cual nunca hubo, ni jamás habrá.
7 Pero contra todos
los hijos de Israel, desde el hombre hasta la bestia, ni un perro
moverá su lengua, para que sepáis que Jehová hace diferencia entre los
egipcios y los israelitas.
8 Y descenderán a mí
todos estos tus siervos, e inclinados delante de mí dirán: Vete, tú y
todo el pueblo que está debajo de ti; y después de esto yo saldré. Y
salió muy enojado de la presencia de Faraón.
9 Y Jehová dijo a
Moisés: Faraón no os oirá, para que mis maravillas se multipliquen en
la tierra de Egipto.
10 Y Moisés y Aarón
hicieron todos estos prodigios delante de Faraón; pues Jehová había
endurecido el corazón de Faraón, y no envió a los hijos de Israel
fuera de su país. |
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¿Qué
fueron a pedir prestado los Israelitas a sus vecinos? (2-3)
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¿Qué
les pasaría a los egipcios durante la décima plaga? (4-6)
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Capítulo 12
Éxodo 12
1
Habló Jehová a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, diciendo:
2 Este mes os será
principio de los meses; para vosotros será éste el primero en los
meses del año.
3 Hablad a toda la
congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada
uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por
familia.
4 Mas si la familia
fuere tan pequeña que no baste para comer el cordero, entonces él y su
vecino inmediato a su casa tomarán uno según el número de las
personas; conforme al comer de cada hombre, haréis la cuenta sobre el
cordero.
5 El animal será sin
defecto, macho de un año; lo tomaréis de las ovejas o de las cabras.
6 Y lo guardaréis
hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación
del pueblo de Israel entre las dos tardes.
7 Y tomarán de la
sangre, y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en
que lo han de comer.
8 Y aquella noche
comerán la carne asada al fuego, y panes sin levadura; con hierbas
amargas lo comerán.
9 Ninguna cosa
comeréis de él cruda, ni cocida en agua, sino asada al fuego; su
cabeza con sus pies y sus entrañas.
10 Ninguna cosa
dejaréis de él hasta la mañana; y lo que quedare hasta la mañana, lo
quemaréis en el fuego.
11 Y lo comeréis así:
ceñidos vuestros lomos, vuestro calzado en vuestros pies, y vuestro
bordón en vuestra mano; y lo comeréis apresuradamente; es la Pascua
de Jehová.
12 Pues yo pasaré
aquella noche por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en
la tierra de Egipto, así de los hombres como de las bestias; y
ejecutaré mis juicios en todos los dioses de Egipto. Yo Jehová.
13 Y la sangre os
será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y
pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando
hiera la tierra de Egipto.
14 Y este día os será
en memoria, y lo celebraréis como fiesta solemne para Jehová durante
vuestras generaciones; por estatuto perpetuo lo celebraréis.
15 Siete días
comeréis panes sin levadura; y así el primer día haréis que no haya
levadura en vuestras casas; porque cualquiera que comiere leudado
desde el primer día hasta el séptimo, será cortado de Israel.
16 El primer día
habrá santa convocación, y asimismo en el séptimo día tendréis una
santa convocación; ninguna obra se hará en ellos, excepto solamente
que preparéis lo que cada cual haya de comer.
17 Y guardaréis la
fiesta de los panes sin levadura, porque en este mismo día
saqué vuestras huestes de la tierra de Egipto; por tanto, guardaréis
este mandamiento en vuestras generaciones por costumbre perpetua.
18 En el mes primero
comeréis los panes sin levadura, desde el día catorce del mes por la
tarde hasta el veintiuno del mes por la tarde.
19 Por siete días no
se hallará levadura en vuestras casas; porque cualquiera que comiere
leudado, así extranjero como natural del país, será cortado de la
congregación de Israel.
20 Ninguna cosa
leudada comeréis; en todas vuestras habitaciones comeréis panes sin
levadura.
21 Y Moisés convocó a
todos los ancianos de Israel, y les dijo: Sacad y tomaos corderos por
vuestras familias, y sacrificad la pascua.
22 Y tomad un manojo
de hisopo, y mojadlo en la sangre que estará en un lebrillo, y untad
el dintel y los dos postes con la sangre que estará en el lebrillo; y
ninguno de vosotros salga de las puertas de su casa hasta la mañana.
23 Porque Jehová
pasará hiriendo a los egipcios; y cuando vea la sangre en el dintel y
en los dos postes, pasará Jehová aquella puerta, y no dejará entrar al
heridor en vuestras casas para herir.
24 Guardaréis esto
por estatuto para vosotros y para vuestros hijos para siempre.
25 Y cuando entréis
en la tierra que Jehová os dará, como prometió, guardaréis este rito.
26 Y cuando os
dijeren vuestros hijos: ¿Qué es este rito vuestro?,
27 vosotros
responderéis: Es la víctima de la pascua de Jehová, el cual pasó por
encima de las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió a
los egipcios, y libró nuestras casas. Entonces el pueblo se inclinó y
adoró.
28 Y los hijos de
Israel fueron e hicieron puntualmente así, como Jehová había mandado a
Moisés y a Aarón.
29
Y aconteció que a la medianoche Jehová hirió a todo primogénito en la
tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón que se sentaba sobre
su trono hasta el primogénito del cautivo que estaba en la cárcel, y
todo primogénito de los animales.
30 Y se levantó
aquella noche Faraón, él y todos sus siervos, y todos los egipcios; y
hubo un gran clamor en Egipto, porque no había casa donde no hubiese
un muerto.
31 E hizo llamar a
Moisés y a Aarón de noche, y les dijo: Salid de en medio de mi pueblo
vosotros y los hijos de Israel, e id, servid a Jehová, como habéis
dicho.
32 Tomad también
vuestras ovejas y vuestras vacas, como habéis dicho, e idos; y
bendecidme también a mí.
33 Y los egipcios
apremiaban al pueblo, dándose prisa a echarlos de la tierra; porque
decían: Todos somos muertos.
34 Y llevó el pueblo
su masa antes que se leudase, sus masas envueltas en sus sábanas sobre
sus hombros.
35 E hicieron los
hijos de Israel conforme al mandamiento de Moisés, pidiendo de los
egipcios alhajas de plata, y de oro, y vestidos.
36 Y Jehová dio
gracia al pueblo delante de los egipcios, y les dieron cuanto pedían;
así despojaron a los egipcios.
37
Partieron los hijos de Israel de Ramesés a Sucot, como seiscientos mil
hombres de a pie, sin contar los niños.
38 También subió con
ellos grande multitud de toda clase de gentes, y ovejas, y muchísimo
ganado.
39 Y cocieron tortas
sin levadura de la masa que habían sacado de Egipto, pues no había
leudado, porque al echarlos fuera los egipcios, no habían tenido
tiempo ni para prepararse comida.
40 El tiempo que los
hijos de Israel habitaron en Egipto fue cuatrocientos treinta años.(F)
41 Y pasados los
cuatrocientos treinta años, en el mismo día todas las huestes de
Jehová salieron de la tierra de Egipto.
42 Es noche de
guardar para Jehová, por haberlos sacado en ella de la tierra de
Egipto. Esta noche deben guardarla para Jehová todos los hijos de
Israel en sus generaciones.
43 Y Jehová dijo a
Moisés y a Aarón: Esta es la ordenanza de la pascua; ningún extraño
comerá de ella.
44 Mas todo siervo
humano comprado por dinero comerá de ella, después que lo hubieres
circuncidado.
45 El extranjero y el
jornalero no comerán de ella.
46 Se comerá en una
casa, y no llevarás de aquella carne fuera de ella, ni quebraréis
hueso suyo.(G)
47 Toda la
congregación de Israel lo hará.
48 Mas si algún
extranjero morare contigo, y quisiere celebrar la pascua para Jehová,
séale circuncidado todo varón, y entonces la celebrará, y será como
uno de vuestra nación; pero ningún incircunciso comerá de ella.
49 La misma ley será
para el natural, y para el extranjero que habitare entre vosotros.
50 Así lo hicieron
todos los hijos de Israel; como mandó Jehová a Moisés y a Aarón, así
lo hicieron.
51 Y en aquel mismo
día sacó Jehová a los hijos de Israel de la tierra de Egipto por sus
ejércitos. |
-
¿Qué
se les mandó hacer a los Israelitas en el décimo día del mes? (3-5)
-
¿Qué
se les mandó hacer a los Israelitas en el decimocuarto día del mes?
(6-10)
-
¿Cómo deberían estar vestidos los Israelitas cuándo ellos
comieran el cordero de la Pascua? (11)
-
¿Qué
haría Dios cuando El viera la sangre en el poste de la puerta? (13,
23)
-
¿Cómo
sería ese día a lo largo de todas las generaciones? (14, 24-27)
-
¿Aproximadamente
cuántos Israelitas dejaron Egipto? (37)
-
¿Cuánto
tiempo vivieron los hijos de Israel en Egipto? (40)
-
¿Qué
se requirió de un extraño para que ellos guarden el Pascua?
(48)
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Capítulo 13
Éxodo 13
Consagración de los primogénitos
1 Jehová habló a Moisés,
diciendo:
2 Conságrame todo
primogénito. Cualquiera que abre matriz entre los hijos de Israel, así
de los hombres como de los animales, mío es.
3 Y Moisés dijo al
pueblo: Tened memoria de este día, en el cual habéis salido de Egipto,
de la casa de servidumbre, pues Jehová os ha sacado de aquí con mano
fuerte; por tanto, no comeréis leudado.
4 Vosotros salís hoy
en el mes de Abib.
5 Y cuando Jehová te
hubiere metido en la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del
heveo y del jebuseo, la cual juró a tus padres que te daría, tierra
que destila leche y miel, harás esta celebración en este mes.
6 Siete días comerás
pan sin leudar, y el séptimo día será fiesta para Jehová.
7 Por los siete días
se comerán los panes sin levadura, y no se verá contigo nada leudado,
ni levadura, en todo tu territorio.
8 Y lo contarás en
aquel día a tu hijo, diciendo: Se hace esto con motivo de lo que
Jehová hizo conmigo cuando me sacó de Egipto.
9 Y te será como una
señal sobre tu mano, y como un memorial delante de tus ojos, para que
la ley de Jehová esté en tu boca; por cuanto con mano fuerte te sacó
Jehová de Egipto.
10 Por tanto, tú
guardarás este rito en su tiempo de año en año.
11 Y cuando Jehová te
haya metido en la tierra del cananeo, como te ha jurado a ti y a tus
padres, y cuando te la hubiere dado,
12 dedicarás a Jehová
todo aquel que abriere matriz, y asimismo todo primer nacido de tus
animales; los machos serán de Jehová.
13 Mas todo
primogénito de asno redimirás con un cordero; y si no lo redimieres,
quebrarás su cerviz. También redimirás al primogénito de tus hijos.
14 Y cuando mañana te
pregunte tu hijo, diciendo: ¿Qué es esto?, le dirás: Jehová nos sacó
con mano fuerte de Egipto, de casa de servidumbre;
15 y endureciéndose
Faraón para no dejarnos ir, Jehová hizo morir en la tierra de Egipto a
todo primogénito, desde el primogénito humano hasta el primogénito de
la bestia; y por esta causa yo sacrifico para Jehová todo primogénito
macho, y redimo al primogénito de mis hijos.
16 Te será, pues, como
una señal sobre tu mano, y por un memorial delante de tus ojos, por
cuanto Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte.
La columna de nube y de fuego
17 Y luego que Faraón
dejó ir al pueblo, Dios no los llevó por el camino de la tierra de los
filisteos, que estaba cerca; porque dijo Dios: Para que no se
arrepienta el pueblo cuando vea la guerra, y se vuelva a Egipto.
18 Mas hizo Dios que
el pueblo rodease por el camino del desierto del Mar Rojo.Y subieron
los hijos de Israel de Egipto armados.
19 Tomó también
consigo Moisés los huesos de José, el cual había juramentado a los
hijos de Israel, diciendo: Dios ciertamente os visitará, y haréis
subir mis huesos de aquí con vosotros.
20 Y partieron de
Sucot y acamparon en Etam, a la entrada del desierto.
21 Y Jehová iba
delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el
camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de
que anduviesen de día y de noche.
22 Nunca se apartó de
delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna
de fuego. |
1.
¿Cuál fue el propósito de la Fiesta del Pan sin levadura?
(3-10)
2.
¿Qué sería puesto aparte para el Señor? (11-16)
3.
¿Por qué Dios no llevó a los Israelitas por el camino de la
tierra de los Filisteos? (17-18)
4.
¿Qué tomó Moisés con él cuando dejó Egipto? (19)
5.
¿Cómo llevaba Dios a los Israelitas? (21-22)
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Capítulo 14
Éxodo 14
Los israelitas cruzan el Mar Rojo
1 Habló Jehová a Moisés,
diciendo:
2 Di a los hijos de
Israel que den la vuelta y acampen delante de Pi-hahirot, entre Migdol
y el mar hacia Baal-zefón; delante de él acamparéis junto al mar.
3 Porque Faraón dirá
de los hijos de Israel: Encerrados están en la tierra, el desierto los
ha encerrado.
4 Y yo endureceré el
corazón de Faraón para que los siga; y seré glorificado en Faraón y en
todo su ejército, y sabrán los egipcios que yo soy Jehová. Y ellos lo
hicieron así.
5 Y fue dado aviso al
rey de Egipto, que el pueblo huía; y el corazón de Faraón y de sus
siervos se volvió contra el pueblo, y dijeron: ¿Cómo hemos hecho esto
de haber dejado ir a Israel, para que no nos sirva?
6 Y unció su carro, y
tomó consigo su pueblo;
7 y tomó seiscientos
carros escogidos, y todos los carros de Egipto, y los capitanes sobre
ellos.
8 Y endureció Jehová
el corazón de Faraón rey de Egipto, y él siguió a los hijos de Israel;
pero los hijos de Israel habían salido con mano poderosa.
9 Siguiéndolos, pues,
los egipcios, con toda la caballería y carros de Faraón, su gente de a
caballo, y todo su ejército, los alcanzaron acampados junto al mar, al
lado de Pi-hahirot, delante de Baal-zefón.
10 Y cuando Faraón se
hubo acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí que los
egipcios venían tras ellos; por lo que los hijos de Israel temieron en
gran manera, y clamaron a Jehová.
11 Y dijeron a Moisés:
¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en
el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado
de Egipto?
12 ¿No es esto lo que
te hablamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir a los egipcios? Porque
mejor nos fuera servir a los egipcios, que morir nosotros en el
desierto.
13 Y Moisés dijo al
pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará
hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más
para siempre los veréis.
14 Jehová peleará por
vosotros, y vosotros estaréis tranquilos.
15 Entonces Jehová
dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que
marchen.
16 Y tú alza tu vara,
y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de
Israel por en medio del mar, en seco.
17 Y he aquí, yo
endureceré el corazón de los egipcios para que los sigan; y yo me
glorificaré en Faraón y en todo su ejército, en sus carros y en su
caballería;
18 y sabrán los
egipcios que yo soy Jehová, cuando me glorifique en Faraón, en sus
carros y en su gente de a caballo.
19 Y el ángel de Dios
que iba delante del campamento de Israel, se apartó e iba en pos de
ellos; y asimismo la columna de nube que iba delante de ellos se
apartó y se puso a sus espaldas,
20 e iba entre el
campamento de los egipcios y el campamento de Israel; y era nube y
tinieblas para aquéllos, y alumbraba a Israel de noche, y en toda
aquella noche nunca se acercaron los unos a los otros.
21 Y extendió Moisés
su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio
viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las
aguas quedaron divididas.
22 Entonces los hijos
de Israel entraron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas
como muro a su derecha y a su izquierda.
23 Y siguiéndolos los
egipcios, entraron tras ellos hasta la mitad del mar, toda la
caballería de Faraón, sus carros y su gente de a caballo.
24 Aconteció a la
vigilia de la mañana, que Jehová miró el campamento de los egipcios
desde la columna de fuego y nube, y trastornó el campamento de los
egipcios,
25 y quitó las ruedas
de sus carros, y los trastornó gravemente. Entonces los egipcios
dijeron: Huyamos de delante de Israel, porque Jehová pelea por ellos
contra los egipcios.
26 Y Jehová dijo a
Moisés: Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas vuelvan
sobre los egipcios, sobre sus carros, y sobre su caballería.
27 Entonces Moisés
extendió su mano sobre el mar, y cuando amanecía, el mar se volvió en
toda su fuerza, y los egipcios al huir se encontraban con el mar; y
Jehová derribó a los egipcios en medio del mar.
28 Y volvieron las
aguas, y cubrieron los carros y la caballería, y todo el ejército de
Faraón que había entrado tras ellos en el mar; no quedó de ellos ni
uno.
29 Y los hijos de
Israel fueron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas por
muro a su derecha y a su izquierda.
30 Así salvó Jehová
aquel día a Israel de mano de los egipcios; e Israel vio a los
egipcios muertos a la orilla del mar.
31 Y vio Israel aquel
grande hecho que Jehová ejecutó contra los egipcios; y el pueblo temió
a Jehová, y creyeron a Jehová y a Moisés su siervo. |
-
¿Qué
hizo el Faraón cuándo comprendió que había permitido ir a Israel
serviendo a Egipto? (1-9)
-
¿Cómo
reaccionaron los hijos de Israel cuando vieron a los egipcios
marchando después de ellos? (10-12)
-
¿Qué
dijo Moisés a la gente? (13-14)
-
¿Qué
dijo Dios a Moisés para decir a la gente? (15)
-
¿Qué
puso Dios entre los hijos de Israel y los egipcios? (19-20)
-
¿En que manera causó Dios que el mar se retirase? (21)
-
¿Cómo
Israel cruzó el mar? (22)
-
¿Qué
dificultad tuvieron los egipcios para cruzar? (23-25)
-
¿Qué
dijo Dios a Moisés para hacer que las aguas regresaran? (26-27)
-
¿Qué
le pasó al ejército del Faraón? (28-30)
-
¿Cuál
fue la reacción de Israel cuándo vieron lo que Dios había hecho?
(31)
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Capítulo 15
Éxodo 15
Cántico de Moisés y de María
1 Entonces cantó Moisés y
los hijos de Israel este cántico a Jehová, y dijeron:
Cantaré yo a Jehová, porque se ha magnificado grandemente;
Ha echado en el mar al caballo y al jinete.
2 Jehová es mi fortaleza y mi cántico,
Y ha sido mi salvación.
Este es mi Dios, y lo alabaré;
Dios de mi padre, y lo enalteceré.
3 Jehová es varón de guerra;
Jehová es su nombre.
4 Echó en el mar los carros de Faraón y su ejército;
Y sus capitanes escogidos fueron hundidos en el Mar Rojo.
5 Los abismos los cubrieron;
Descendieron a las profundidades como piedra.
6 Tu diestra, oh Jehová, ha sido magnificada en poder;
Tu diestra, oh Jehová, ha quebrantado al enemigo.
7 Y con la grandeza de tu poder has derribado a los que se
levantaron contra ti.
Enviaste tu ira; los consumió como a hojarasca.
8 Al soplo de tu aliento se amontonaron las aguas;
Se juntaron las corrientes como en un montón;
Los abismos se cuajaron en medio del mar.
9 El enemigo dijo:
Perseguiré, apresaré, repartiré despojos;
Mi alma se saciará de ellos;
Sacaré mi espada, los destruirá mi mano.
10 Soplaste con tu viento; los cubrió el mar;
Se hundieron como plomo en las impetuosas aguas.
11 ¿Quién como tú, oh Jehová, entre los dioses?
¿Quién como tú, magnífico en santidad,
Terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios?
12 Extendiste tu diestra;
La tierra los tragó.
13 Condujiste en tu misericordia a este pueblo que
redimiste;
Lo llevaste con tu poder a tu santa morada.
14 Lo oirán los pueblos, y temblarán;
Se apoderará dolor de la tierra de los filisteos.
15 Entonces los caudillos de Edom se turbarán;
A los valientes de Moab les sobrecogerá temblor;
Se acobardarán todos los moradores de Canaán.
16 Caiga sobre ellos temblor y espanto;
A la grandeza de tu brazo enmudezcan como una piedra;
Hasta que haya pasado tu pueblo, oh Jehová,
Hasta que haya pasado este pueblo que tú rescataste.
17 Tú los introducirás y los plantarás en el monte de tu
heredad,
En el lugar de tu morada, que tú has preparado, oh Jehová,
En el santuario que tus manos, oh Jehová, han afirmado.
18 Jehová reinará eternamente y para siempre.
19 Porque Faraón entró
cabalgando con sus carros y su gente de a caballo en el mar, y Jehová
hizo volver las aguas del mar sobre ellos; mas los hijos de Israel
pasaron en seco por en medio del mar.
20 Y María la
profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero en su mano, y todas las
mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas.
21 Y María les
respondía:
Cantad a Jehová, porque en extremo se ha engrandecido;
Ha echado en el mar al caballo y al jinete.
El agua amarga de Mara
22 E hizo Moisés que
partiese Israel del Mar Rojo, y salieron al desierto de Shur; y
anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua.
23 Y llegaron a Mara,
y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le
pusieron el nombre de Mara.
24 Entonces el pueblo
murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Qué hemos de beber?
25 Y Moisés clamó a
Jehová, y Jehová le mostró un árbol; y lo echó en las aguas, y las
aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los
probó;
26 y dijo: Si oyeres
atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de
sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus
estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te
enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador.
27 Y llegaron a Elim,
donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmeras; y acamparon
allí junto a las aguas. |
-
¿Cuál
fue el contenido de la canción que los hijos de Israel cantaron?
(1-18)
-
¿Quién
más cantó una canción? (20-21)
-
¿Qué
problema encontraron ellos en María? (22-24)
-
¿Cómo
se resolvió el problema? (24-25)
-
¿Qué
prometió Dios que no pondría sobre los hijos de Israel si ellos
obedecieran la voz del Señor? (26)
-
¿Que
había en Elim? (27)
Cuestionario de
Éxodo Capitulo 1-15
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Capítulo 16
Éxodo 16
Dios da el maná
1 Partió luego de Elim
toda la congregación de los hijos de Israel, y vino al desierto de
Sin, que está entre Elim y Sinaí, a los quince días del segundo mes
después que salieron de la tierra de Egipto.
2 Y toda la
congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en
el desierto;
3 y les decían los
hijos de Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová en la
tierra de Egipto, cuando nos sentábamos a las ollas de carne, cuando
comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis sacado a este desierto
para matar de hambre a toda esta multitud.
4 Y Jehová dijo a
Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y
recogerá diariamente la porción de un día, para que yo lo pruebe si
anda en mi ley, o no.
5 Mas en el sexto día
prepararán para guardar el doble de lo que suelen recoger cada día.
6 Entonces dijeron
Moisés y Aarón a todos los hijos de Israel: En la tarde sabréis que
Jehová os ha sacado de la tierra de Egipto,
7 y a la mañana veréis
la gloria de Jehová; porque él ha oído vuestras murmuraciones contra
Jehová; porque nosotros, ¿qué somos, para que vosotros murmuréis
contra nosotros?
8 Dijo también Moisés:
Jehová os dará en la tarde carne para comer, y en la mañana pan hasta
saciaros; porque Jehová ha oído vuestras murmuraciones con que habéis
murmurado contra él; porque nosotros, ¿qué somos? Vuestras
murmuraciones no son contra nosotros, sino contra Jehová.
9 Y dijo Moisés a
Aarón: Di a toda la congregación de los hijos de Israel: Acercaos a la
presencia de Jehová, porque él ha oído vuestras murmuraciones.
10 Y hablando Aarón a
toda la congregación de los hijos de Israel, miraron hacia el desierto,
y he aquí la gloria de Jehová apareció en la nube.
11 Y Jehová habló a
Moisés, diciendo:
12 Yo he oído las
murmuraciones de los hijos de Israel; háblales, diciendo: Al caer la
tarde comeréis carne, y por la mañana os saciaréis de pan, y sabréis
que yo soy Jehová vuestro Dios.
13 Y venida la tarde,
subieron codornices que cubrieron el campamento; y por la mañana
descendió rocío en derredor del campamento.
14 Y cuando el rocío
cesó de descender, he aquí sobre la faz del desierto una cosa menuda,
redonda, menuda como una escarcha sobre la tierra.
15 Y viéndolo los
hijos de Israel, se dijeron unos a otros: ¿Qué es esto? porque no
sabían qué era. Entonces Moisés les dijo: Es el pan que Jehová os da
para comer.
16 Esto es lo que
Jehová ha mandado: Recoged de él cada uno según lo que pudiere comer;
un gomer por cabeza, conforme al número de vuestras personas, tomaréis
cada uno para los que están en su tienda.
17 Y los hijos de
Israel lo hicieron así; y recogieron unos más, otros menos;
18 y lo medían por
gomer, y no sobró al que había recogido mucho, ni faltó al que había
recogido poco; cada uno recogió conforme a lo que había de comer.
19 Y les dijo Moisés:
Ninguno deje nada de ello para mañana.
20 Mas ellos no
obedecieron a Moisés, sino que algunos dejaron de ello para otro día,
y crió gusanos, y hedió; y se enojó contra ellos Moisés.
21 Y lo recogían cada
mañana, cada uno según lo que había de comer; y luego que el sol
calentaba, se derretía.
22 En el sexto día
recogieron doble porción de comida, dos gomeres para cada uno; y todos
los príncipes de la congregación vinieron y se lo hicieron saber a
Moisés.
23 Y él les dijo: Esto
es lo que ha dicho Jehová: Mañana es el santo día de reposo, el reposo
consagrado a Jehová; lo que habéis de cocer, cocedlo hoy, y lo que
habéis de cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para
mañana.
24 Y ellos lo
guardaron hasta la mañana, según lo que Moisés había mandado, y no se
agusanó, ni hedió.
25 Y dijo Moisés:
Comedlo hoy, porque hoy es día de reposo para Jehová; hoy no hallaréis
en el campo.
26 Seis días lo
recogeréis; mas el séptimo día es día de reposo; en él no se hallará.
27 Y aconteció que
algunos del pueblo salieron en el séptimo día a recoger, y no hallaron.
28 Y Jehová dijo a
Moisés: ¿Hasta cuándo no querréis guardar mis mandamientos y mis leyes?
29 Mirad que Jehová os
dio el día de reposo, y por eso en el sexto día os da pan para dos
días. Estése, pues, cada uno en su lugar, y nadie salga de él en el
séptimo día.
30 Así el pueblo
reposó el séptimo día.
31 Y la casa de Israel
lo llamó Maná; y era como semilla de culantro, blanco, y su sabor como
de hojuelas con miel.
32 Y dijo Moisés: Esto
es lo que Jehová ha mandado: Llenad un gomer de él, y guardadlo para
vuestros descendientes, a fin de que vean el pan que yo os di a comer
en el desierto, cuando yo os saqué de la tierra de Egipto.
33 Y dijo Moisés a
Aarón: Toma una vasija y pon en ella un gomer de maná, y ponlo delante
de Jehová, para que sea guardado para vuestros descendientes.
34 Y Aarón lo puso
delante del Testimonio para guardarlo, como Jehová lo mandó a Moisés.
35 Así comieron los
hijos de Israel maná cuarenta años, hasta que llegaron a tierra
habitada; maná comieron hasta que llegaron a los límites de la tierra
de Canaán.
36 Y un gomer es la
décima parte de un efa. |
-
¿Cómo
prometió Dios contestar las quejas con respecto a hambre? (2-18)
-
¿Qué
le pasó al pan que fue dejado hasta el siguiente día? (19-20)
-
¿Qué
hicieron ellos de manera diferente en el sexto día? (22-30)
-
¿Cómo
llamaron los hijos de Israel a la comida que Dios proporcionó? (31)
-
¿Cuánto
tiempo comieron esta comida los hijos de Israel? (35)
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Capítulo 17
Éxodo 17
Agua de la roca
1 Toda la congregación de
los hijos de Israel partió del desierto de Sin por sus jornadas,
conforme al mandamiento de Jehová, y acamparon en Refidim; y no había
agua para que el pueblo bebiese.
2 Y altercó el pueblo
con Moisés, y dijeron: Danos agua para que bebamos. Y Moisés les dijo:
¿Por qué altercáis conmigo? ¿Por qué tentáis a Jehová?
3 Así que el pueblo
tuvo allí sed, y murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Por qué nos hiciste
subir de Egipto para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y a
nuestros ganados?
4 Entonces clamó
Moisés a Jehová, diciendo: ¿Qué haré con este pueblo? De aquí a un
poco me apedrearán.
5 Y Jehová dijo a
Moisés: Pasa delante del pueblo, y toma contigo de los ancianos de
Israel; y toma también en tu mano tu vara con que golpeaste el río, y
ve.
6 He aquí que yo
estaré delante de ti allí sobre la peña en Horeb; y golpearás la peña,
y saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo. Y Moisés lo hizo así en
presencia de los ancianos de Israel.
7 Y llamó el nombre de
aquel lugar Masah y Meriba, por la rencilla de los hijos de Israel, y
porque tentaron a Jehová, diciendo: ¿Está, pues, Jehová entre nosotros,
o no?
Guerra con Amalec
8 Entonces vino Amalec y
peleó contra Israel en Refidim.
9 Y dijo Moisés a
Josué: Escógenos varones, y sal a pelear contra Amalec; mañana yo
estaré sobre la cumbre del collado, y la vara de Dios en mi mano.
10 E hizo Josué como
le dijo Moisés, peleando contra Amalec; y Moisés y Aarón y Hur
subieron a la cumbre del collado.
11 Y sucedía que
cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas cuando él bajaba
su mano, prevalecía Amalec.
12 Y las manos de
Moisés se cansaban; por lo que tomaron una piedra, y la pusieron
debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenían sus manos,
el uno de un lado y el otro de otro; así hubo en sus manos firmeza
hasta que se puso el sol.
13 Y Josué deshizo a
Amalec y a su pueblo a filo de espada.
14 Y Jehová dijo a
Moisés: Escribe esto para memoria en un libro, y di a Josué que raeré
del todo la memoria de Amalec de debajo del cielo.
15 Y Moisés edificó un
altar, y llamó su nombre Jehová-nisi;
16 y dijo: Por cuanto
la mano de Amalec se levantó contra el trono de Jehová, Jehová tendrá
guerra con Amalec de generación en generación. |
-
¿Cómo
resolvió Dios el problema de la sed? (1-7)
-
¿Quién
vino y luchó contra Israel? (8)
-
¿Quiénes
sostuvieron las manos de Moisés? (9-13)
-
¿Cómo
llamó Moisés el altar qué construyó? (15)
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Capítulo 18
Éxodo 18
Jetro visita a Moisés
1 Oyó Jetro sacerdote de
Madián, suegro de Moisés, todas las cosas que Dios había hecho con
Moisés, y con Israel su pueblo, y cómo Jehová había sacado a Israel de
Egipto.
2 Y tomó Jetro suegro
de Moisés a Séfora la mujer de Moisés, después que él la envió,
3 y a sus dos hijos;
el uno se llamaba Gersón, porque dijo: Forastero he sido en tierra
ajena;
4 y el otro se llamaba
Eliezer, porque dijo: El Dios de mi padre me ayudó, y me libró de la
espada de Faraón.
5 Y Jetro el suegro de
Moisés, con los hijos y la mujer de éste, vino a Moisés en el desierto,
donde estaba acampado junto al monte de Dios;
6 y dijo a Moisés: Yo
tu suegro Jetro vengo a ti, con tu mujer, y sus dos hijos con ella.
7 Y Moisés salió a
recibir a su suegro, y se inclinó, y lo besó; y se preguntaron el uno
al otro cómo estaban, y vinieron a la tienda.
8 Y Moisés contó a su
suegro todas las cosas que Jehová había hecho a Faraón y a los
egipcios por amor de Israel, y todo el trabajo que habían pasado en el
camino, y cómo los había librado Jehová.
9 Y se alegró Jetro de
todo el bien que Jehová había hecho a Israel, al haberlo librado de
mano de los egipcios.
10 Y Jetro dijo:
Bendito sea Jehová, que os libró de mano de los egipcios, y de la mano
de Faraón, y que libró al pueblo de la mano de los egipcios.
11 Ahora conozco que
Jehová es más grande que todos los dioses; porque en lo que se
ensoberbecieron prevaleció contra ellos.
12 Y tomó Jetro,
suegro de Moisés, holocaustos y sacrificios para Dios; y vino Aarón y
todos los ancianos de Israel para comer con el suegro de Moisés
delante de Dios.
Nombramiento de jueces
13 Aconteció que al día
siguiente se sentó Moisés a juzgar al pueblo; y el pueblo estuvo
delante de Moisés desde la mañana hasta la tarde.
14 Viendo el suegro de
Moisés todo lo que él hacía con el pueblo, dijo: ¿Qué es esto que
haces tú con el pueblo? ¿Por qué te sientas tú solo, y todo el pueblo
está delante de ti desde la mañana hasta la tarde?
15 Y Moisés respondió
a su suegro: Porque el pueblo viene a mí para consultar a Dios.
16 Cuando tienen
asuntos, vienen a mí; y yo juzgo entre el uno y el otro, y declaro las
ordenanzas de Dios y sus leyes.
17 Entonces el suegro
de Moisés le dijo: No está bien lo que haces.
18 Desfallecerás del
todo, tú, y también este pueblo que está contigo; porque el trabajo es
demasiado pesado para ti; no podrás hacerlo tú solo.
19 Oye ahora mi voz;
yo te aconsejaré, y Dios estará contigo. Está tú por el pueblo delante
de Dios, y somete tú los asuntos a Dios.
20 Y enseña a ellos
las ordenanzas y las leyes, y muéstrales el camino por donde deben
andar, y lo que han de hacer.
21 Además escoge tú de
entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de
verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes
de millares, de centenas, de cincuenta y de diez.
22 Ellos juzgarán al
pueblo en todo tiempo; y todo asunto grave lo traerán a ti, y ellos
juzgarán todo asunto pequeño.Así aliviarás la carga de sobre ti, y la
llevarán ellos contigo.
23 Si esto hicieres, y
Dios te lo mandare, tú podrás sostenerte, y también todo este pueblo
irá en paz a su lugar.
24 Y oyó Moisés la voz
de su suegro, e hizo todo lo que dijo.
25 Escogió Moisés
varones de virtud de entre todo Israel, y los puso por jefes sobre el
pueblo, sobre mil, sobre ciento, sobre cincuenta, y sobre diez.
26 Y juzgaban al
pueblo en todo tiempo; el asunto difícil lo traían a Moisés, y ellos
juzgaban todo asunto pequeño.
27 Y despidió Moisés a
su suegro, y éste se fue a su tierra. |
1.
¿Quién era el suegro de Moisés? (1)
2.
¿Qué consejo dió él a Moisés? (13-27)
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Capítulo 19
Éxodo 19
Israel en Sinaí
1 En el mes tercero de la
salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, en el mismo día
llegaron al desierto de Sinaí.
2 Habían salido de
Refidim, y llegaron al desierto de Sinaí, y acamparon en el desierto;
y acampó allí Israel delante del monte.
3 Y Moisés subió a
Dios; y Jehová lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás a la casa
de Jacob, y anunciarás a los hijos de Israel:
4 Vosotros visteis lo
que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he
traído a mí.
5 Ahora, pues, si
diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi
especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.
6 Y vosotros me seréis
un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que
dirás a los hijos de Israel.
7 Entonces vino Moisés,
y llamó a los ancianos del pueblo, y expuso en presencia de ellos
todas estas palabras que Jehová le había mandado.
8 Y todo el pueblo
respondió a una, y dijeron: Todo lo que Jehová ha dicho, haremos. Y
Moisés refirió a Jehová las palabras del pueblo.
9 Entonces Jehová dijo
a Moisés: He aquí, yo vengo a ti en una nube espesa, para que el
pueblo oiga mientras yo hablo contigo, y también para que te crean
para siempre.
Y Moisés refirió las palabras del
pueblo a Jehová.
10 Y Jehová dijo a
Moisés: Ve al pueblo, y santifícalos hoy y mañana; y laven sus
vestidos,
11 y estén preparados
para el día tercero, porque al tercer día Jehová descenderá a ojos de
todo el pueblo sobre el monte de Sinaí.
12 Y señalarás término
al pueblo en derredor, diciendo: Guardaos, no subáis al monte, ni
toquéis sus límites; cualquiera que tocare el monte, de seguro morirá.
13 No lo tocará mano,
porque será apedreado o asaeteado; sea animal o sea hombre, no vivirá.
Cuando suene largamente la bocina, subirán al monte.
14 Y descendió Moisés
del monte al pueblo, y santificó al pueblo; y lavaron sus vestidos.
15 Y dijo al pueblo:
Estad preparados para el tercer día; no toquéis mujer.
16 Aconteció que al
tercer día, cuando vino la mañana, vinieron truenos y relámpagos, y
espesa nube sobre el monte, y sonido de bocina muy fuerte; y se
estremeció todo el pueblo que estaba en el campamento.
17 Y Moisés sacó del
campamento al pueblo para recibir a Dios; y se detuvieron al pie del
monte.
18 Todo el monte Sinaí
humeaba, porque Jehová había descendido sobre él en fuego; y el humo
subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía en gran
manera.
19 El sonido de la
bocina iba aumentando en extremo; Moisés hablaba, y Dios le respondía
con voz tronante.
20 Y descendió Jehová
sobre el monte Sinaí, sobre la cumbre del monte; y llamó Jehová a
Moisés a la cumbre del monte, y Moisés subió.
21 Y Jehová dijo a
Moisés: Desciende, ordena al pueblo que no traspase los límites para
ver a Jehová, porque caerá multitud de ellos.
22 Y también que se
santifiquen los sacerdotes que se acercan a Jehová, para que Jehová no
haga en ellos estrago.
23 Moisés dijo a
Jehová: El pueblo no podrá subir al monte Sinaí, porque tú nos has
mandado diciendo: Señala límites al monte, y santifícalo.
24 Y Jehová le dijo:
Ve, desciende, y subirás tú, y Aarón contigo; mas los sacerdotes y el
pueblo no traspasen el límite para subir a Jehová, no sea que haga en
ellos estrago.
25
Entonces Moisés descendió y se lo dijo al pueblo. |
-
¿Qué
queria Dios que Israel fuera? (5-6)
-
¿Qué
le pasaría a la gente que tocaran el monte en Sinaí? (12)
-
¿Qué
manifestaciones visibles y audibles ocurrieron cuándo el Señor
descendió en el Monte Sinaí? (15-19)
-
¿A
quién llamó el Señor a la cumbre del monte? (20)
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Capítulo 20
Éxodo 20
Los Diez Mandamientos
1 Y habló Dios todas
estas palabras, diciendo:
2 Yo soy Jehová tu
Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
3 No tendrás dioses
ajenos delante de mí.
4 No te harás imagen,
ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la
tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
5 No te inclinarás a
ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso,
que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y
cuarta generación de los que me aborrecen,
6 y hago misericordia
a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
7 No tomarás el nombre
de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que
tomare su nombre en vano.
8 Acuérdate del día de
reposo para santificarlo.
9 Seis días trabajarás,
y harás toda tu obra;
10 mas el séptimo día
es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu
hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu
extranjero que está dentro de tus puertas.
11 Porque en seis días
hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en
ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el
día de reposo y lo santificó.
12 Honra a tu padre y
a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu
Dios te da.
13 No matarás.
14 No cometerás
adulterio.
15 No hurtarás.
16 No hablarás contra
tu prójimo falso testimonio.
17 No codiciarás la
casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo,
ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.
El terror del pueblo
18 Todo el pueblo
observaba el estruendo y los relámpagos, y el sonido de la bocina, y
el monte que humeaba; y viéndolo el pueblo, temblaron, y se pusieron
de lejos.
19 Y dijeron a Moisés:
Habla tú con nosotros, y nosotros oiremos; pero no hable Dios con
nosotros, para que no muramos.
20 Y Moisés respondió
al pueblo: No temáis; porque para probaros vino Dios, y para que su
temor esté delante de vosotros, para que no pequéis.
21 Entonces el pueblo
estuvo a lo lejos, y Moisés se acercó a la oscuridad en la cual estaba
Dios.
22 Y Jehová dijo a
Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Vosotros habéis visto que he
hablado desde el cielo con vosotros.
23 No hagáis conmigo
dioses de plata, ni dioses de oro os haréis.
24 Altar de tierra
harás para mí, y sacrificarás sobre él tus holocaustos y tus ofrendas
de paz, tus ovejas y tus vacas; en todo lugar donde yo hiciere que
esté la memoria de mi nombre, vendré a ti y te bendeciré.
25 Y si me hicieres
altar de piedras, no las labres de cantería; porque si alzares
herramienta sobre él, lo profanarás.
26 No subirás por
gradas a mi altar, para que tu desnudez no se descubra junto a él.
|
-
Escriba
los Diez Mandamientos. (2-17)
-
¿Qué
fenómenos físicos acompañaron al dar los Diez Mandoamientos? (18)
-
¿Qué
instrucciones se dieron con respecto a un altar de piedras? (25)
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Capítulo 21
Éxodo 21
Leyes sobre los esclavos
1 Estas son las leyes que
les propondrás.
2 Si comprares siervo
hebreo, seis años servirá; mas al séptimo saldrá libre, de balde.
3 Si entró solo, solo
saldrá; si tenía mujer, saldrá él y su mujer con él.
4 Si su amo le hubiere
dado mujer, y ella le diere hijos o hijas, la mujer y sus hijos serán
de su amo, y él saldrá solo.
5 Y si el siervo
dijere: Yo amo a mi señor, a mi mujer y a mis hijos, no saldré libre;
6 entonces su amo lo
llevará ante los jueces, y le hará estar junto a la puerta o al poste;
y su amo le horadará la oreja con lesna, y será su siervo para siempre.
7 Y cuando alguno
vendiere su hija por sierva, no saldrá ella como suelen salir los
siervos.
8 Si no agradare a su
señor, por lo cual no la tomó por esposa, se le permitirá que se
rescate, y no la podrá vender a pueblo extraño cuando la desechare.
9 Mas si la hubiere
desposado con su hijo, hará con ella según la costumbre de las hijas.
10 Si tomare para él
otra mujer, no disminuirá su alimento, ni su vestido, ni el deber
conyugal.
11 Y si ninguna de
estas tres cosas hiciere, ella saldrá de gracia, sin dinero.
Leyes sobre actos de violencia
12 El que hiriere a
alguno, haciéndole así morir, él morirá.
13 Mas el que no
pretendía herirlo, sino que Dios lo puso en sus manos, entonces yo te
señalaré lugar al cual ha de huir.
14 Pero si alguno se
ensoberbeciere contra su prójimo y lo matare con alevosía, de mi altar
lo quitarás para que muera.
15 El que hiriere a su
padre o a su madre, morirá.
16 Asimismo el que
robare una persona y la vendiere, o si fuere hallada en sus manos,
morirá.
17 Igualmente el que
maldijere a su padre o a su madre, morirá.
18 Además, si algunos
riñeren, y uno hiriere a su prójimo con piedra o con el puño, y éste
no muriere, pero cayere en cama;
19 si se levantare y
anduviere fuera sobre su báculo, entonces será absuelto el que lo
hirió; solamente le satisfará por lo que estuvo sin trabajar, y hará
que le curen.
20 Y si alguno hiriere
a su siervo o a su sierva con palo, y muriere bajo su mano, será
castigado;
21 mas si sobreviviere
por un día o dos, no será castigado, porque es de su propiedad.
22 Si algunos riñeren,
e hirieren a mujer embarazada, y ésta abortare, pero sin haber muerte,
serán penados conforme a lo que les impusiere el marido de la mujer y
juzgaren los jueces.
23 Mas si hubiere
muerte, entonces pagarás vida por vida,
24 ojo por ojo, diente
por diente, mano por mano, pie por pie,
25 quemadura por
quemadura, herida por herida, golpe por golpe.
Leyes sobre responsabilidades de amos
y dueños
26 Si alguno hiriere el
ojo de su siervo, o el ojo de su sierva, y lo dañare, le dará libertad
por razón de su ojo.
27 Y si hiciere saltar
un diente de su siervo, o un diente de su sierva, por su diente le
dejará ir libre.
28 Si un buey
acorneare a hombre o a mujer, y a causa de ello muriere, el buey será
apedreado, y no será comida su carne; mas el dueño del buey será
absuelto.
29 Pero si el buey
fuere acorneador desde tiempo atrás, y a su dueño se le hubiere
notificado, y no lo hubiere guardado, y matare a hombre o mujer, el
buey será apedreado, y también morirá su dueño.
30 Si le fuere
impuesto precio de rescate, entonces dará por el rescate de su persona
cuanto le fuere impuesto.
31 Haya acorneado a
hijo, o haya acorneado a hija, conforme a este juicio se hará con él.
32 Si el buey
acorneare a un siervo o a una sierva, pagará su dueño treinta siclos
de plata, y el buey será apedreado.
33 Y si alguno abriere
un pozo, o cavare cisterna, y no la cubriere, y cayere allí buey o
asno,
34 el dueño de la
cisterna pagará el daño, resarciendo a su dueño, y lo que fue muerto
será suyo.
35 Y si el buey de
alguno hiriere al buey de su prójimo de modo que muriere, entonces
venderán el buey vivo y partirán el dinero de él, y también partirán
el buey muerto.
36 Mas si era notorio
que el buey era acorneador desde tiempo atrás, y su dueño no lo
hubiere guardado, pagará buey por buey, y el buey muerto será suyo.
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-
¿Después
de cuántos años sería liberado un siervo hebreo? (2)
-
¿Qué
pasaba si un siervo amaba a su amo y no deseaba salir libre? (5-6)
-
¿Por
que hechos de violencia fueron dadas las leyes? (12-27)
-
¿Qué
le pasaba al dueño de un animal que mataba
a una persona si ese dueño tenía el conocimiento de que el
animal tenía un registro previo de violencia?
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Capítulo 22
Éxodo 22
Leyes sobre la restitución
1 Cuando alguno hurtare
buey u oveja, y lo degollare o vendiere, por aquel buey pagará cinco
bueyes, y por aquella oveja cuatro ovejas.
2 Si el ladrón fuere
hallado forzando una casa, y fuere herido y muriere, el que lo hirió
no será culpado de su muerte.
3 Pero si fuere de día,
el autor de la muerte será reo de homicidio.El ladrón hará completa
restitución; si no tuviere con qué, será vendido por su hurto.
4 Si fuere hallado con
el hurto en la mano, vivo, sea buey o asno u oveja, pagará el doble.
5 Si alguno hiciere
pastar en campo o viña, y metiere su bestia en campo de otro, de lo
mejor de su campo y de lo mejor de su viña pagará.
6 Cuando se prendiere
fuego, y al quemar espinos quemare mieses amontonadas o en pie, o
campo, el que encendió el fuego pagará lo quemado.
7 Cuando alguno diere
a su prójimo plata o alhajas a guardar, y fuere hurtado de la casa de
aquel hombre, si el ladrón fuere hallado, pagará el doble.
8 Si el ladrón no
fuere hallado, entonces el dueño de la casa será presentado a los
jueces, para que se vea si ha metido su mano en los bienes de su
prójimo.
9 En toda clase de
fraude, sobre buey, sobre asno, sobre oveja, sobre vestido, sobre toda
cosa perdida, cuando alguno dijere: Esto es mío, la causa de ambos
vendrá delante de los jueces; y el que los jueces condenaren, pagará
el doble a su prójimo.
10 Si alguno hubiere
dado a su prójimo asno, o buey, u oveja, o cualquier otro animal a
guardar, y éste muriere o fuere estropeado, o fuere llevado sin verlo
nadie;
11 juramento de Jehová
habrá entre ambos, de que no metió su mano a los bienes de su prójimo;
y su dueño lo aceptará, y el otro no pagará.
12 Mas si le hubiere
sido hurtado, resarcirá a su dueño.
13 Y si le hubiere
sido arrebatado por fiera, le traerá testimonio, y no pagará lo
arrebatado.
14 Pero si alguno
hubiere tomado prestada bestia de su prójimo, y fuere estropeada o
muerta, estando ausente su dueño, deberá pagarla.
15 Si el dueño estaba
presente no la pagará.Si era alquilada, reciba el dueño el alquiler.
Leyes humanitarias
16 Si alguno engañare a
una doncella que no fuere desposada, y durmiere con ella, deberá
dotarla y tomarla por mujer.
17 Si su padre no
quisiere dársela, él le pesará plata conforme a la dote de las
vírgenes.
18 A la hechicera no
dejarás que viva.
19 Cualquiera que
cohabitare con bestia, morirá.
20 El que ofreciere
sacrificio a dioses excepto solamente a Jehová, será muerto.
21 Y al extranjero no
engañarás ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la
tierra de Egipto.
22 A ninguna viuda ni
huérfano afligiréis.
23 Porque si tú llegas
a afligirles, y ellos clamaren a mí, ciertamente oiré yo su clamor;
24 y mi furor se
encenderá, y os mataré a espada, y vuestras mujeres serán viudas, y
huérfanos vuestros hijos.
25 Cuando prestares
dinero a uno de mi pueblo, al pobre que está contigo, no te portarás
con él como logrero, ni le impondrás usura.
26 Si tomares en
prenda el vestido de tu prójimo, a la puesta del sol se lo devolverás.
27 Porque sólo eso es
su cubierta, es su vestido para cubrir su cuerpo.¿En qué dormirá? Y
cuando él clamare a mí, yo le oiré, porque soy misericordioso.
28 No injuriarás a los
jueces, ni maldecirás al príncipe de tu pueblo.
29 No demorarás la
primicia de tu cosecha ni de tu lagar.
Me darás el primogénito de tus
hijos.
30 Lo mismo harás con
el de tu buey y de tu oveja; siete días estará con su madre, y al
octavo día me lo darás.
31
Y me seréis varones santos. No comeréis carne destrozada por las
fieras en el campo; a los perros la echaréis. |
-
¿Qué
se le haría a un hombre que mató a un ladrón que estaba forzando a
entrar? (2)
-
¿Qué
fue requerido de un hombre que permitió a su animal pastar en el
campo de otro hombre? (5)
-
¿Qué
fue requerido de un hombre que engañara a una viregen que no estaba
comprometida? (16-17)
-
¿Qué
se le haría a una persona que viviera con un animal? (19)
-
¿Qué
se le haría a una persona que hiciera sacrificio a cualquier dios, sólo
exceptúando al Señor? (20)
-
Quién
no sería maltratado? (21-22)
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Capítulo 23
Éxodo 23
1
No admitirás falso rumor. No te concertarás con el impío para ser
testigo falso.
2 No seguirás a los
muchos para hacer mal, ni responderás en litigio inclinándote a los
más para hacer agravios;
3ni al pobre
distinguirás en su causa.
4 Si encontrares el
buey de tu enemigo o su asno extraviado, vuelve a llevárselo.
5 Si vieres el asno
del que te aborrece caído debajo de su carga, ¿le dejarás sin ayuda?
Antes bien le ayudarás a levantarlo.
6 No pervertirás el
derecho de tu mendigo en su pleito.
7 De palabra de
mentira te alejarás, y no matarás al inocente y justo; porque yo no
justificaré al impío.
8 No recibirás
presente; porque el presente ciega a los que ven, y pervierte las
palabras de los justos.
9 Y no angustiarás al
extranjero; porque vosotros sabéis cómo es el alma del extranjero, ya
que extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto.
10 Seis años sembrarás
tu tierra, y recogerás su cosecha;
11 mas el séptimo año
la dejarás libre, para que coman los pobres de tu pueblo; y de lo que
quedare comerán las bestias del campo; así harás con tu viña y con tu
olivar.
12 Seis días
trabajarás, y al séptimo día reposarás, para que descanse tu buey y tu
asno, y tome refrigerio el hijo de tu sierva, y el extranjero.
13 Y todo lo que os he
dicho, guardadlo. Y nombre de otros dioses no mentaréis, ni se oirá de
vuestra boca.
Las tres fiestas anuales
14 Tres veces en el año
me celebraréis fiesta.
15 La fiesta de los
panes sin levadura guardarás. Siete días comerás los panes sin
levadura, como yo te mandé, en el tiempo del mes de Abib, porque en él
saliste de Egipto; y ninguno se presentará delante de mí con las manos
vacías.
16 También la fiesta
de la siega, los primeros frutos de tus labores, que hubieres sembrado
en el campo, y la fiesta de la cosecha a la salida del año, cuando
hayas recogido los frutos de tus labores del campo.
17 Tres veces en el
año se presentará todo varón delante de Jehová el Señor.
18 No ofrecerás con
pan leudo la sangre de mi sacrificio, ni la grosura de mi víctima
quedará de la noche hasta la mañana.
19 Las primicias de
los primeros frutos de tu tierra traerás a la casa de Jehová tu Dios.
No guisarás el cabrito en la leche de su madre.
El Angel de Jehová enviado para guiar
a Israel
20 He aquí yo envío mi
Angel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca
en el lugar que yo he preparado.
21 Guárdate delante de
él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra
rebelión, porque mi nombre está en él.
22 Pero si en verdad
oyeres su voz e hicieres todo lo que yo te dijere, seré enemigo de tus
enemigos, y afligiré a los que te afligieren.
23 Porque mi Angel irá
delante de ti, y te llevará a la tierra del amorreo, del heteo, del
ferezeo, del cananeo, del heveo y del jebuseo, a los cuales yo haré
destruir.
24 No te inclinarás a
sus dioses, ni los servirás, ni harás como ellos hacen; antes los
destruirás del todo, y quebrarás totalmente sus estatuas.
25 Mas a Jehová
vuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo
quitaré toda enfermedad de en medio de ti.
26 No habrá mujer que
aborte, ni estéril en tu tierra; y yo completaré el número de tus días.
27 Yo enviaré mi
terror delante de ti, y consternaré a todo pueblo donde entres, y te
daré la cerviz de todos tus enemigos.
28 Enviaré delante de
ti la avispa, que eche fuera al heveo, al cananeo y al heteo, de
delante de ti.
29 No los echaré de
delante de ti en un año, para que no quede la tierra desierta, y se
aumenten contra ti las fieras del campo.
30 Poco a poco los
echaré de delante de ti, hasta que te multipliques y tomes posesión de
la tierra.
31 Y fijaré tus
límites desde el Mar Rojo hasta el mar de los filisteos, y desde el
desierto hasta el Eufrates; porque pondré en tus manos a los moradores
de la tierra, y tú los echarás de delante de ti.
32 No harás alianza
con ellos, ni con sus dioses.
33 En tu tierra no
habitarán, no sea que te hagan pecar contra mí sirviendo a sus dioses,
porque te será tropiezo. |
-
¿En
qué no debe usted circular? (1)
-
¿Qué
debería hacer usted si ve al animal de su enemigo extraviado? (4)
-
¿Por
qué no debe usted tomar un soborno? (8)
-
¿Para
qué era el Sábado ? (12)
-
¿Cuáles
fueron las tres fiestas anuales? (14-17)
-
¿Qué
fue enviado a hacer el ángel ? (20)
-
¿Que
deberían de hacer los Israelitas
a los habitantes de la tierra prometida? (24)
-
¿Además
del Angel, qué envió Dios delante de los Israelitas? (28)
-
¿Por
qué Dios no sacó a todos los habitantes de la tierra de un solo?
(29-30)
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Capítulo 24
Éxodo 24
Moisés y los ancianos en el Monte
Sinaí
1 Dijo Jehová a Moisés:
Sube ante Jehová, tú, y Aarón, Nadab, y Abiú, y setenta de los
ancianos de Israel; y os inclinaréis desde lejos.
2 Pero Moisés solo se
acercará a Jehová; y ellos no se acerquen, ni suba el pueblo con él.
3 Y Moisés vino y
contó al pueblo todas las palabras de Jehová, y todas las leyes; y
todo el pueblo respondió a una voz, y dijo: Haremos todas las palabras
que Jehová ha dicho.
4 Y Moisés escribió
todas las palabras de Jehová, y levantándose de mañana edificó un
altar al pie del monte, y doce columnas, según las doce tribus de
Israel.
5 Y envió jóvenes de
los hijos de Israel, los cuales ofrecieron holocaustos y becerros como
sacrificios de paz a Jehová.
6 Y Moisés tomó la
mitad de la sangre, y la puso en tazones, y esparció la otra mitad de
la sangre sobre el altar.
7 Y tomó el libro del
pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos todas las
cosas que Jehová ha dicho, y obedeceremos.
8 Entonces Moisés tomó
la sangre y roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre del pacto
que Jehová ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas.
9 Y subieron Moisés y
Aarón, Nadab y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel;
10 y vieron al Dios de
Israel; y había debajo de sus pies como un embaldosado de zafiro,
semejante al cielo cuando está sereno.
11 Mas no extendió su
mano sobre los príncipes de los hijos de Israel; y vieron a Dios, y
comieron y bebieron.
12 Entonces Jehová
dijo a Moisés: Sube a mí al monte, y espera allá, y te daré tablas de
piedra, y la ley, y mandamientos que he escrito para enseñarles.
13 Y se levantó Moisés
con Josué su servidor, y Moisés subió al monte de Dios.
14 Y dijo a los
ancianos: Esperadnos aquí hasta que volvamos a vosotros; y he aquí
Aarón y Hur están con vosotros; el que tuviere asuntos, acuda a ellos.
15 Entonces Moisés
subió al monte, y una nube cubrió el monte.
16 Y la gloria de
Jehová reposó sobre el monte Sinaí, y la nube lo cubrió por seis días;
y al séptimo día llamó a Moisés de en medio de la nube.
17 Y la apariencia de
la gloria de Jehová era como un fuego abrasador en la cumbre del monte,
a los ojos de los hijos de Israel.
18
Y entró Moisés en medio de la nube, y subió al monte; y estuvo Moisés
en el monte cuarenta días y cuarenta noches. |
-
¿Cómo
contestaron los Israelitas cuándo Moisés les dijo las palabras del
Señor? (1-3, 7)
-
¿Qué
le dijo el Señor a Moisés que le daría en el monte? (12)
-
¿Cuánto
tiempo estuvo Moisés en el monte? (18)
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Capítulo 25
Éxodo 25
La ofrenda para el tabernáculo
1 Jehová habló a Moisés,
diciendo:
2 Di a los hijos de
Israel que tomen para mí ofrenda; de todo varón que la diere de su
voluntad, de corazón, tomaréis mi ofrenda.
3 Esta es la ofrenda
que tomaréis de ellos: oro, plata, cobre,
4 azul, púrpura,
carmesí, lino fino, pelo de cabras,
5 pieles de carneros
teñidas de rojo, pieles de tejones, madera de acacia,
6 aceite para el
alumbrado, especias para el aceite de la unción y para el incienso
aromático,
7 piedras de ónice, y
piedras de engaste para el efod y para el pectoral.
8 Y harán un santuario
para mí, y habitaré en medio de ellos.
9 Conforme a todo lo
que yo te muestre, el diseño del tabernáculo, y el diseño de todos sus
utensilios, así lo haréis.
El arca del testimonio
10 Harán también un arca
de madera de acacia, cuya longitud será de dos codos y medio, su
anchura de codo y medio, y su altura de codo y medio.
11 Y la cubrirás de
oro puro por dentro y por fuera, y harás sobre ella una cornisa de oro
alrededor.
12 Fundirás para ella
cuatro anillos de oro, que pondrás en sus cuatro esquinas; dos anillos
a un lado de ella, y dos anillos al otro lado.
13 Harás unas varas de
madera de acacia, las cuales cubrirás de oro.
14 Y meterás las varas
por los anillos a los lados del arca, para llevar el arca con ellas.
15 Las varas quedarán
en los anillos del arca; no se quitarán de ella.
16 Y pondrás en el
arca el testimonio que yo te daré.
17 Y harás un
propiciatorio de oro fino, cuya longitud será de dos codos y medio, y
su anchura de codo y medio.
18 Harás también dos
querubines de oro; labrados a martillo los harás en los dos extremos
del propiciatorio.
19 Harás, pues, un
querubín en un extremo, y un querubín en el otro extremo; de una pieza
con el propiciatorio harás los querubines en sus dos extremos.
20 Y los querubines
extenderán por encima las alas, cubriendo con sus alas el
propiciatorio; sus rostros el uno enfrente del otro, mirando al
propiciatorio los rostros de los querubines.
21 Y pondrás el
propiciatorio encima del arca, y en el arca pondrás el testimonio que
yo te daré.
22 Y de allí me
declararé a ti, y hablaré contigo de sobre el propiciatorio, de entre
los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que
yo te mandare para los hijos de Israel.
La mesa para el pan de la proposición
23 Harás asimismo una
mesa de madera de acacia; su longitud será de dos codos, y de un codo
su anchura, y su altura de codo y medio.
24 Y la cubrirás de
oro puro, y le harás una cornisa de oro alrededor.
25 Le harás también
una moldura alrededor, de un palmo menor de anchura, y harás a la
moldura una cornisa de oro alrededor.
26 Y le harás cuatro
anillos de oro, los cuales pondrás en las cuatro esquinas que
corresponden a sus cuatro patas.
27 Los anillos estarán
debajo de la moldura, para lugares de las varas para llevar la mesa.
28 Harás las varas de
madera de acacia, y las cubrirás de oro, y con ellas será llevada la
mesa.
29 Harás también sus
platos, sus cucharas, sus cubiertas y sus tazones, con que se libará;
de oro fino los harás.
30 Y pondrás sobre la
mesa el pan de la proposición delante de mí continuamente.
El candelero de oro
31 Harás además un
candelero de oro puro; labrado a martillo se hará el candelero; su
pie, su caña, sus copas, sus manzanas y sus flores, serán de lo mismo.
32 Y saldrán seis
brazos de sus lados; tres brazos del candelero a un lado, y tres
brazos al otro lado.
33 Tres copas en forma
de flor de almendro en un brazo, una manzana y una flor; y tres copas
en forma de flor de almendro en otro brazo, una manzana y una flor;
así en los seis brazos que salen del candelero;
34 y en la caña
central del candelero cuatro copas en forma de flor de almendro, sus
manzanas y sus flores.
35 Habrá una manzana
debajo de dos brazos del mismo, otra manzana debajo de otros dos
brazos del mismo, y otra manzana debajo de los otros dos brazos del
mismo, así para los seis brazos que salen del candelero.
36 Sus manzanas y sus
brazos serán de una pieza, todo ello una pieza labrada a martillo, de
oro puro.
37 Y le harás siete
lamparillas, las cuales encenderás para que alumbren hacia adelante.
38 También sus
despabiladeras y sus platillos, de oro puro.
39 De un talento de
oro fino lo harás, con todos estos utensilios.
40 Mira y hazlos
conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte. |
-
¿Con
qué actitud estaban los hijos de
Israel para dar una ofrenda? (2)
-
¿Qué
le ayudó a Moisés para edificación del tabernáculo? (9, 40, 26:30)
-
¿Qué
partes de muebles fueron cubiertas con oro puro? (10-30)
-
¿Qué
se puso encima del arca? (21)
-
¿Qué
sería puesto en el arca? (21)
-
¿De
qué material se hicieron los candeleron? (31)
-
¿Cuántos
lámparas habían en el candelero?
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Capítulo 26
Éxodo 26
El tabernáculo
1 Harás el tabernáculo de
diez cortinas de lino torcido, azul, púrpura y carmesí; y lo harás con
querubines de obra primorosa.
2 La longitud de una
cortina de veintiocho codos, y la anchura de la misma cortina de
cuatro codos; todas las cortinas tendrán una misma medida.
3 Cinco cortinas
estarán unidas una con la otra, y las otras cinco cortinas unidas una
con la otra.
4 Y harás lazadas de
azul en la orilla de la última cortina de la primera unión; lo mismo
harás en la orilla de la cortina de la segunda unión.
5 Cincuenta lazadas
harás en la primera cortina, y cincuenta lazadas harás en la orilla de
la cortina que está en la segunda unión; las lazadas estarán
contrapuestas la una a la otra.
6 Harás también
cincuenta corchetes de oro, con los cuales enlazarás las cortinas la
una con la otra, y se formará un tabernáculo.
7 Harás asimismo
cortinas de pelo de cabra para una cubierta sobre el tabernáculo; once
cortinas harás.
8 La longitud de cada
cortina será de treinta codos, y la anchura de cada cortina de cuatro
codos; una misma medida tendrán las once cortinas.
9 Y unirás cinco
cortinas aparte y las otras seis cortinas aparte; y doblarás la sexta
cortina en el frente del tabernáculo.
10 Y harás cincuenta
lazadas en la orilla de la cortina, al borde en la unión, y cincuenta
lazadas en la orilla de la cortina de la segunda unión.
11 Harás asimismo
cincuenta corchetes de bronce, los cuales meterás por las lazadas; y
enlazarás las uniones para que se haga una sola cubierta.
12 Y la parte que
sobra en las cortinas de la tienda, la mitad de la cortina que sobra,
colgará a espaldas del tabernáculo.
13 Y un codo de un
lado, y otro codo del otro lado, que sobra a lo largo de las cortinas
de la tienda, colgará sobre los lados del tabernáculo a un lado y al
otro, para cubrirlo.
14 Harás también a la
tienda una cubierta de pieles de carneros teñidas de rojo, y una
cubierta de pieles de tejones encima.
15 Y harás para el
tabernáculo tablas de madera de acacia, que estén derechas.
16 La longitud de cada
tabla será de diez codos, y de codo y medio la anchura.
17 Dos espigas tendrá
cada tabla, para unirlas una con otra; así harás todas las tablas del
tabernáculo.
18 Harás, pues, las
tablas del tabernáculo; veinte tablas al lado del mediodía, al sur.
19 Y harás cuarenta
basas de plata debajo de las veinte tablas; dos basas debajo de una
tabla para sus dos espigas, y dos basas debajo de otra tabla para sus
dos espigas.
20 Y al otro lado del
tabernáculo, al lado del norte, veinte tablas;
21 y sus cuarenta
basas de plata; dos basas debajo de una tabla, y dos basas debajo de
otra tabla.
22 Y para el lado
posterior del tabernáculo, al occidente, harás seis tablas.
23 Harás además dos
tablas para las esquinas del tabernáculo en los dos ángulos
posteriores;
24 las cuales se
unirán desde abajo, y asimismo se juntarán por su alto con un gozne;
así será con las otras dos; serán para las dos esquinas.
25 De suerte que serán
ocho tablas, con sus basas de plata, dieciséis basas; dos basas debajo
de una tabla, y dos basas debajo de otra tabla.
26 Harás también cinco
barras de madera de acacia, para las tablas de un lado del tabernáculo,
27 y cinco barras para
las tablas del otro lado del tabernáculo, y cinco barras para las
tablas del lado posterior del tabernáculo, al occidente.
28 Y la barra de en
medio pasará por en medio de las tablas, de un extremo al otro.
29 Y cubrirás de oro
las tablas, y harás sus anillos de oro para meter por ellos las
barras; también cubrirás de oro las barras.
30 Y alzarás el
tabernáculo conforme al modelo que te fue mostrado en el monte.
31 También harás un
velo de azul, púrpura, carmesí y lino torcido; será hecho de obra
primorosa, con querubines;
32 y lo pondrás sobre
cuatro columnas de madera de acacia cubiertas de oro; sus capiteles de
oro, sobre basas de plata.
33 Y pondrás el velo
debajo de los corchetes, y meterás allí, del velo adentro, el arca del
testimonio; y aquel velo os hará separación entre el lugar santo y el
santísimo.
34 Pondrás el
propiciatorio sobre el arca del testimonio en el lugar santísimo.
35 Y pondrás la mesa
fuera del velo, y el candelero enfrente de la mesa al lado sur del
tabernáculo; y pondrás la mesa al lado del norte.
36 Harás para la
puerta del tabernáculo una cortina de azul, púrpura, carmesí y lino
torcido, obra de recamador.
37 Y harás para la
cortina cinco columnas de madera de acacia, las cuales cubrirás de oro,
con sus capiteles de oro; y fundirás cinco basas de bronce para ellas.
|
-
¿Cuáles
eran los cuatro materiales que cubrieron el tabernáculo? (1,7,14)
-
¿Qué
dividía el lugar Santo y el Lugar Santísimo? (33)
-
¿Qué
fue puesto en el Lugar Santísimo? (34)
-
¿Qué
fue puesto en el Lugar Santo? (35)
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Capítulo 27
Éxodo 27
El altar de bronce
1 Harás también un altar
de madera de acacia de cinco codos de longitud, y de cinco codos de
anchura; será cuadrado el altar, y su altura de tres codos.
2 Y le harás cuernos
en sus cuatro esquinas; los cuernos serán parte del mismo; y lo
cubrirás de bronce.
3 Harás también sus
calderos para recoger la ceniza, y sus paletas, sus tazones, sus
garfios y sus braseros; harás todos sus utensilios de bronce.
4 Y le harás un
enrejado de bronce de obra de rejilla, y sobre la rejilla harás cuatro
anillos de bronce a sus cuatro esquinas.
5 Y la pondrás dentro
del cerco del altar abajo; y llegará la rejilla hasta la mitad del
altar.
6 Harás también varas
para el altar, varas de madera de acacia, las cuales cubrirás de
bronce.
7 Y las varas se
meterán por los anillos, y estarán aquellas varas a ambos lados del
altar cuando sea llevado.
8 Lo harás hueco, de
tablas; de la manera que te fue mostrado en el monte, así lo harás.
El atrio del tabernáculo
9 Asimismo harás el atrio
del tabernáculo. Al lado meridional, al sur, tendrá el atrio cortinas
de lino torcido, de cien codos de longitud para un lado.
10 Sus veinte columnas
y sus veinte basas serán de bronce; los capiteles de las columnas y
sus molduras, de plata.
11 De la misma manera
al lado del norte habrá a lo largo cortinas de cien codos de longitud,
y sus veinte columnas con sus veinte basas de bronce; los capiteles de
sus columnas y sus molduras, de plata.
12 El ancho del atrio,
del lado occidental, tendrá cortinas de cincuenta codos; sus columnas
diez, con sus diez basas.
13 Y en el ancho del
atrio por el lado del oriente, al este, habrá cincuenta codos.
14 Las cortinas a un
lado de la entrada serán de quince codos; sus columnas tres, con sus
tres basas.
15 Y al otro lado,
quince codos de cortinas; sus columnas tres, con sus tres basas.
16 Y para la puerta
del atrio habrá una cortina de veinte codos, de azul, púrpura y
carmesí, y lino torcido, de obra de recamador; sus columnas cuatro,
con sus cuatro basas.
17 Todas las columnas
alrededor del atrio estarán ceñidas de plata; sus capiteles de plata,
y sus basas de bronce.
18 La longitud del
atrio será de cien codos, y la anchura cincuenta por un lado y
cincuenta por el otro, y la altura de cinco codos; sus cortinas de
lino torcido, y sus basas de bronce.
19 Todos los
utensilios del tabernáculo en todo su servicio, y todas sus estacas, y
todas las estacas del atrio, serán de bronce.
Aceite para las lámparas
20 Y mandarás a los hijos
de Israel que te traigan aceite puro de olivas machacadas, para el
alumbrado, para hacer arder continuamente las lámparas.
21 En el tabernáculo
de reunión, afuera del velo que está delante del testimonio, las
pondrá en orden Aarón y sus hijos para que ardan delante de Jehová
desde la tarde hasta la mañana, como estatuto perpetuo de los hijos de
Israel por sus generaciones. |
-
¿Con
qué se cubría el altar para ofrecer el sacrificio? (2)
-
¿Cuáles
eran las dimensiones del atrio del tabernáculo? (9-13)
-
¿Qué
tan a menudo estaban ardiendo las lámparas? (20)
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Capítulo 28
Éxodo 28
Las vestiduras de los sacerdotes
1 Harás llegar delante de
ti a Aarón tu hermano, y a sus hijos consigo, de entre los hijos de
Israel, para que sean mis sacerdotes; a Aarón y a Nadab, Abiú, Eleazar
e Itamar hijos de Aarón.
2 Y harás vestiduras
sagradas a Aarón tu hermano, para honra y hermosura.
3 Y tú hablarás a
todos los sabios de corazón, a quienes yo he llenado de espíritu de
sabiduría, para que hagan las vestiduras de Aarón, para consagrarle
para que sea mi sacerdote.
4 Las vestiduras que
harán son estas: el pectoral, el efod, el manto, la túnica bordada, la
mitra y el cinturón. Hagan, pues, las vestiduras sagradas para Aarón
tu hermano, y para sus hijos, para que sean mis sacerdotes.
5 Tomarán oro, azul,
púrpura, carmesí y lino torcido,
6 y harán el efod de
oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido, de obra primorosa.
7 Tendrá dos hombreras
que se junten a sus dos extremos, y así se juntará.
8 Y su cinto de obra
primorosa que estará sobre él, será de la misma obra, parte del mismo;
de oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido.
9 Y tomarás dos
piedras de ónice, y grabarás en ellas los nombres de los hijos de
Israel;
10 seis de sus nombres
en una piedra, y los otros seis nombres en la otra piedra, conforme al
orden de nacimiento de ellos.
11 De obra de grabador
en piedra, como grabaduras de sello, harás grabar las dos piedras con
los nombres de los hijos de Israel; les harás alrededor engastes de
oro.
12 Y pondrás las dos
piedras sobre las hombreras del efod, para piedras memoriales a los
hijos de Israel; y Aarón llevará los nombres de ellos delante de
Jehová sobre sus dos hombros por memorial.
13 Harás, pues, los
engastes de oro,
14 y dos cordones de
oro fino, los cuales harás en forma de trenza; y fijarás los cordones
de forma de trenza en los engastes.
15 Harás asimismo el
pectoral del juicio de obra primorosa, lo harás conforme a la obra del
efod, de oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido.
16 Será cuadrado y
doble, de un palmo de largo y un palmo de ancho;
17 y lo llenarás de
pedrería en cuatro hileras de piedras; una hilera de una piedra
sárdica, un topacio y un carbunclo;
18 la segunda hilera,
una esmeralda, un zafiro y un diamante;
19 la tercera hilera,
un jacinto, una ágata y una amatista;
20 la cuarta hilera,
un berilo, un ónice y un jaspe. Todas estarán montadas en engastes de
oro.
21 Y las piedras serán
según los nombres de los hijos de Israel, doce según sus nombres; como
grabaduras de sello cada una con su nombre, serán según las doce
tribus.
22 Harás también en el
pectoral cordones de hechura de trenzas de oro fino.
23 Y harás en el
pectoral dos anillos de oro, los cuales pondrás a los dos extremos del
pectoral.
24 Y fijarás los dos
cordones de oro en los dos anillos a los dos extremos del pectoral;
25 y pondrás los dos
extremos de los dos cordones sobre los dos engastes, y los fijarás a
las hombreras del efod en su parte delantera.
26 Harás también dos
anillos de oro, los cuales pondrás a los dos extremos del pectoral, en
su orilla que está al lado del efod hacia adentro.
27 Harás asimismo los
dos anillos de oro, los cuales fijarás en la parte delantera de las
dos hombreras del efod, hacia abajo, delante de su juntura sobre el
cinto del efod.
28 Y juntarán el
pectoral por sus anillos a los dos anillos del efod con un cordón de
azul, para que esté sobre el cinto del efod, y no se separe el
pectoral del efod.
29 Y llevará Aarón los
nombres de los hijos de Israel en el pectoral del juicio sobre su
corazón, cuando entre en el santuario, por memorial delante de Jehová
continuamente.
30 Y pondrás en el
pectoral del juicio Urim y Tumim, para que estén sobre el corazón de
Aarón cuando entre delante de Jehová; y llevará siempre Aarón el
juicio de los hijos de Israel sobre su corazón delante de Jehová.
31 Harás el manto del
efod todo de azul;
32 y en medio de él
por arriba habrá una abertura, la cual tendrá un borde alrededor de
obra tejida, como el cuello de un coselete, para que no se rompa.
33 Y en sus orlas
harás granadas de azul, púrpura y carmesí alrededor, y entre ellas
campanillas de oro alrededor.
34 Una campanilla de
oro y una granada, otra campanilla de oro y otra granada, en toda la
orla del manto alrededor.
35 Y estará sobre
Aarón cuando ministre; y se oirá su sonido cuando él entre en el
santuario delante de Jehová y cuando salga, para que no muera.
36 Harás además una
lámina de oro fino, y grabarás en ella como grabadura de sello,
SANTIDAD A JEHOVÁ.
37 Y la pondrás con un
cordón de azul, y estará sobre la mitra; por la parte delantera de la
mitra estará.
38 Y estará sobre la
frente de Aarón, y llevará Aarón las faltas cometidas en todas las
cosas santas, que los hijos de Israel hubieren consagrado en todas sus
santas ofrendas; y sobre su frente estará continuamente, para que
obtengan gracia delante de Jehová.
39 Y bordarás una
túnica de lino, y harás una mitra de lino; harás también un cinto de
obra de recamador.
40 Y para los hijos de
Aarón harás túnicas; también les harás cintos, y les harás tiaras para
honra y hermosura.
41 Y con ellos
vestirás a Aarón tu hermano, y a sus hijos con él; y los ungirás, y
los consagrarás y santificarás, para que sean mis sacerdotes.
42 Y les harás
calzoncillos de lino para cubrir su desnudez; serán desde los lomos
hasta los muslos.
43 Y estarán sobre
Aarón y sobre sus hijos cuando entren en el tabernáculo de reunión, o
cuando se acerquen al altar para servir en el santuario, para que no
lleven pecado y mueran.Es estatuto perpetuo para él, y para su
descendencia después de él. |
-
¿Quién
fue seleccionado para el sacerdocio? (1)
-
¿Qué
vestiduras serían hechas para los sacerdotes? (4)
-
¿Qué
fue grabado en las piedras para las hombreras del efod? (9-12)
-
¿Qué
fue grabado en las piedras para el pectoral? (21, 29)
-
.
¿Qué se puso en las orlas de la túnica del sacerdote? (33-34)
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Capítulo 29
Éxodo 29
Consagración de Aarón y de sus hijos
1 Esto es lo que les
harás para consagrarlos, para que sean mis sacerdotes: Toma un becerro
de la vacada, y dos carneros sin defecto;
2 y panes sin levadura,
y tortas sin levadura amasadas con aceite, y hojaldres sin levadura
untadas con aceite; las harás de flor de harina de trigo.
3 Y las pondrás en un
canastillo, y en el canastillo las ofrecerás, con el becerro y los dos
carneros.
4 Y llevarás a Aarón y
a sus hijos a la puerta del tabernáculo de reunión, y los lavarás con
agua.
5 Y tomarás las
vestiduras, y vestirás a Aarón la túnica, el manto del efod, el efod y
el pectoral, y le ceñirás con el cinto del efod;
6 y pondrás la mitra
sobre su cabeza, y sobre la mitra pondrás la diadema santa.
7 Luego tomarás el
aceite de la unción, y lo derramarás sobre su cabeza, y le ungirás.
8 Y harás que se
acerquen sus hijos, y les vestirás las túnicas.
9 Les ceñirás el cinto
a Aarón y a sus hijos, y les atarás las tiaras, y tendrán el
sacerdocio por derecho perpetuo. Así consagrarás a Aarón y a sus hijos.
10 Después llevarás el
becerro delante del tabernáculo de reunión, y Aarón y sus hijos
pondrán sus manos sobre la cabeza del becerro.
11 Y matarás el
becerro delante de Jehová, a la puerta del tabernáculo de reunión.
12 Y de la sangre del
becerro tomarás y pondrás sobre los cuernos del altar con tu dedo, y
derramarás toda la demás sangre al pie del altar.
13 Tomarás también
toda la grosura que cubre los intestinos, la grosura de sobre el
hígado, los dos riñones, y la grosura que está sobre ellos, y lo
quemarás sobre el altar.
14 Pero la carne del
becerro, y su piel y su estiércol, los quemarás a fuego fuera del
campamento; es ofrenda por el pecado.
15 Asimismo tomarás
uno de los carneros, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la
cabeza del carnero.
16 Y matarás el
carnero, y con su sangre rociarás sobre el altar alrededor.
17 Cortarás el carnero
en pedazos, y lavarás sus intestinos y sus piernas, y las pondrás
sobre sus trozos y sobre su cabeza.
18 Y quemarás todo el
carnero sobre el altar; es holocausto de olor grato para Jehová, es
ofrenda quemada a Jehová.
19 Tomarás luego el
otro carnero, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza
del carnero.
20 Y matarás el
carnero, y tomarás de su sangre y la pondrás sobre el lóbulo de la
oreja derecha de Aarón, sobre el lóbulo de la oreja de sus hijos,
sobre el dedo pulgar de las manos derechas de ellos, y sobre el dedo
pulgar de los pies derechos de ellos, y rociarás la sangre sobre el
altar alrededor.
21 Y con la sangre que
estará sobre el altar, y el aceite de la unción, rociarás sobre Aarón,
sobre sus vestiduras, sobre sus hijos, y sobre las vestiduras de éstos;
y él será santificado, y sus vestiduras, y sus hijos, y las vestiduras
de sus hijos con él.
22 Luego tomarás del
carnero la grosura, y la cola, y la grosura que cubre los intestinos,
y la grosura del hígado, y los dos riñones, y la grosura que está
sobre ellos, y la espaldilla derecha; porque es carnero de
consagración.
23 También una torta
grande de pan, y una torta de pan de aceite, y una hojaldre del
canastillo de los panes sin levadura presentado a Jehová,
24 y lo pondrás todo
en las manos de Aarón, y en las manos de sus hijos; y lo mecerás como
ofrenda mecida delante de Jehová.
25 Después lo tomarás
de sus manos y lo harás arder en el altar, sobre el holocausto, por
olor grato delante de Jehová. Es ofrenda encendida a Jehová.
26 Y tomarás el pecho
del carnero de las consagraciones, que es de Aarón, y lo mecerás por
ofrenda mecida delante de Jehová; y será porción tuya.
27 Y apartarás el
pecho de la ofrenda mecida, y la espaldilla de la ofrenda elevada, lo
que fue mecido y lo que fue elevado del carnero de las consagraciones
de Aarón y de sus hijos,
28 y será para Aarón y
para sus hijos como estatuto perpetuo para los hijos de Israel, porque
es ofrenda elevada; y será una ofrenda elevada de los hijos de Israel,
de sus sacrificios de paz, porción de ellos elevada en ofrenda a
Jehová.
29 Y las vestiduras
santas, que son de Aarón, serán de sus hijos después de él, para ser
ungidos en ellas, y para ser en ellas consagrados.
30 Por siete días las
vestirá el que de sus hijos tome su lugar como sacerdote, cuando venga
al tabernáculo de reunión para servir en el santuario.
31 Y tomarás el
carnero de las consagraciones, y cocerás su carne en lugar santo.
32 Y Aarón y sus hijos
comerán la carne del carnero, y el pan que estará en el canastillo, a
la puerta del tabernáculo de reunión.
33 Y comerán aquellas
cosas con las cuales se hizo expiación, para llenar sus manos para
consagrarlos; mas el extraño no las comerá, porque son santas.
34 Y si sobrare hasta
la mañana algo de la carne de las consagraciones y del pan, quemarás
al fuego lo que hubiere sobrado; no se comerá, porque es cosa santa.
35 Así, pues, harás a
Aarón y a sus hijos, conforme a todo lo que yo te he mandado; por
siete días los consagrarás.
36 Cada día ofrecerás
el becerro del sacrificio por el pecado, para las expiaciones; y
purificarás el altar cuando hagas expiación por él, y lo ungirás para
santificarlo.
37 Por siete días
harás expiación por el altar, y lo santificarás, y será un altar
santísimo: cualquiera cosa que tocare el altar, será santificada.
Las ofrendas diarias
38 Esto es lo que
ofrecerás sobre el altar: dos corderos de un año cada día,
continuamente.
39 Ofrecerás uno de
los corderos por la mañana, y el otro cordero ofrecerás a la caída de
la tarde.
40 Además, con cada
cordero una décima parte de un efa de flor de harina amasada con la
cuarta parte de un hin de aceite de olivas machacadas; y para la
libación, la cuarta parte de un hin de vino.
41 Y ofrecerás el otro
cordero a la caída de la tarde, haciendo conforme a la ofrenda de la
mañana, y conforme a su libación, en olor grato; ofrenda encendida a
Jehová.
42 Esto será el
holocausto continuo por vuestras generaciones, a la puerta del
tabernáculo de reunión, delante de Jehová, en el cual me reuniré con
vosotros, para hablaros allí.
43 Allí me reuniré con
los hijos de Israel; y el lugar será santificado con mi gloria.
44 Y santificaré el
tabernáculo de reunión y el altar; santificaré asimismo a Aarón y a
sus hijos, para que sean mis sacerdotes.
45 Y habitaré entre
los hijos de Israel, y seré su Dios.
46 Y conocerán que yo
soy Jehová su Dios, que los saqué de la tierra de Egipto, para habitar
en medio de ellos. Yo Jehová su Dios. |
-
¿Cuáles
son las ofrendas diferentes que fueron ofrecidas cuando se consagraban
los sacerdotes? (14, 18, 24, 28)
-
¿Cuántos
corderos eran ofrecidos cada día? (38-39)
Volver arriba Capítulo 30
Éxodo 30
El altar del incienso
1 Harás asimismo un altar
para quemar el incienso; de madera de acacia lo harás.
2 Su longitud será de
un codo, y su anchura de un codo; será cuadrado, y su altura de dos
codos; y sus cuernos serán parte del mismo.
3 Y lo cubrirás de oro
puro, su cubierta, sus paredes en derredor y sus cuernos; y le harás
en derredor una cornisa de oro.
4 Le harás también dos
anillos de oro debajo de su cornisa, a sus dos esquinas a ambos lados
suyos, para meter las varas con que será llevado.
5 Harás las varas de
madera de acacia, y las cubrirás de oro.
6 Y lo pondrás delante
del velo que está junto al arca del testimonio, delante del
propiciatorio que está sobre el testimonio, donde me encontraré
contigo.
7 Y Aarón quemará
incienso aromático sobre él; cada mañana cuando aliste las lámparas lo
quemará.
8 Y cuando Aarón
encienda las lámparas al anochecer, quemará el incienso; rito perpetuo
delante de Jehová por vuestras generaciones.
9 No ofreceréis sobre
él incienso extraño, ni holocausto, ni ofrenda; ni tampoco derramaréis
sobre él libación.
10 Y sobre sus cuernos
hará Aarón expiación una vez en el año con la sangre del sacrificio
por el pecado para expiación; una vez en el año hará expiación sobre
él por vuestras generaciones; será muy santo a Jehová.
El dinero del rescate
11 Habló también Jehová a
Moisés, diciendo:
12 Cuando tomes el
número de los hijos de Israel conforme a la cuenta de ellos, cada uno
dará a Jehová el rescate de su persona, cuando los cuentes, para que
no haya en ellos mortandad cuando los hayas contado.
13 Esto dará todo
aquel que sea contado; medio siclo, conforme al siclo del santuario.
El siclo es de veinte geras. La mitad de un siclo será la ofrenda a
Jehová.
14 Todo el que sea
contado, de veinte años arriba, dará la ofrenda a Jehová.
15 Ni el rico
aumentará, ni el pobre disminuirá del medio siclo, cuando dieren la
ofrenda a Jehová para hacer expiación por vuestras personas.
16 Y tomarás de los
hijos de Israel el dinero de las expiaciones, y lo darás para el
servicio del tabernáculo de reunión; y será por memorial a los hijos
de Israel delante de Jehová, para hacer expiación por vuestras
personas.
La fuente de bronce
17 Habló más Jehová a
Moisés, diciendo:
18 Harás también una
fuente de bronce, con su base de bronce, para lavar; y la colocarás
entre el tabernáculo de reunión y el altar, y pondrás en ella agua.
19 Y de ella se
lavarán Aarón y sus hijos las manos y los pies.
20 Cuando entren en el
tabernáculo de reunión, se lavarán con agua, para que no mueran; y
cuando se acerquen al altar para ministrar, para quemar la ofrenda
encendida para Jehová,
21 se lavarán las
manos y los pies, para que no mueran. Y lo tendrán por estatuto
perpetuo él y su descendencia por sus generaciones.
El aceite de la unción, y el incienso
22 Habló más Jehová a
Moisés, diciendo:
23 Tomarás especias
finas: de mirra excelente quinientos siclos, y de canela aromática la
mitad, esto es, doscientos cincuenta, de cálamo aromático doscientos
cincuenta,
24 de casia quinientos,
según el siclo del santuario, y de aceite de olivas un hin.
25 Y harás de ello el
aceite de la santa unción; superior ung:uento, según el arte del
perfumador, será el aceite de la unción santa.
26 Con él ungirás el
tabernáculo de reunión, el arca del testimonio,
27 la mesa con todos
sus utensilios, el candelero con todos sus utensilios, el altar del
incienso,
28 el altar del
holocausto con todos sus utensilios, y la fuente y su base.
29 Así los consagrarás,
y serán cosas santísimas; todo lo que tocare en ellos, será
santificado.
30 Ungirás también a
Aarón y a sus hijos, y los consagrarás para que sean mis sacerdotes.
31 Y hablarás a los
hijos de Israel, diciendo: Este será mi aceite de la santa unción por
vuestras generaciones.
32 Sobre carne de
hombre no será derramado, ni haréis otro semejante, conforme a su
composición; santo es, y por santo lo tendréis vosotros.
33 Cualquiera que
compusiere ung:uento semejante, y que pusiere de él sobre extraño,
será cortado de entre su pueblo.
34 Dijo además Jehová
a Moisés: Toma especias aromáticas, estacte y uña aromática y gálbano
aromático e incienso puro; de todo en igual peso,
35 y harás de ello el
incienso, un perfume según el arte del perfumador, bien mezclado, puro
y santo.
36 Y molerás parte de
él en polvo fino, y lo pondrás delante del testimonio en el
tabernáculo de reunión, donde yo me mostraré a ti. Os será cosa
santísima.
37 Como este incienso
que harás, no os haréis otro según su composición; te será cosa
sagrada para Jehová.
38 Cualquiera que
hiciere otro como este para olerlo, será cortado de entre su
pueblo. |
-
¿Dónde
puesto el altar de incienso? (6)
-
¿Cuán
a menudo hacía Aaron la expiación? (10)
-
¿Cómo
sería el rescate de la ofrenda del rico en comparación a la ofrenda
del pobre? (15)
-
¿Dónde
sería puesta la fuente de bronce? (18)
-
¿Qué
le pasaría a un sacerdote si él hacía una ofrenda sin lavarse?
(20-21)
-
¿Quién
fue ungido con el aceite de la santa unción? (30)
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Capítulo 31
Éxodo 31
Llamamiento de Bezaleel y de Aholiab
1 Habló Jehová a Moisés,
diciendo:
2 Mira, yo he llamado
por nombre a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá;
3 y lo he llenado del
Espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo
arte,
4 para inventar
diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce,
5 y en artificio de
piedras para engastarlas, y en artificio de madera; para trabajar en
toda clase de labor.
6 Y he aquí que yo he
puesto con él a Aholiab hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan; y he
puesto sabiduría en el ánimo de todo sabio de corazón, para que hagan
todo lo que te he mandado;
7 el tabernáculo de
reunión, el arca del testimonio, el propiciatorio que está sobre ella,
y todos los utensilios del tabernáculo,
8 la mesa y sus
utensilios, el candelero limpio y todos sus utensilios, el altar del
incienso,
9 el altar del
holocausto y todos sus utensilios, la fuente y su base,
10 los vestidos del
servicio, las vestiduras santas para Aarón el sacerdote, las
vestiduras de sus hijos para que ejerzan el sacerdocio,
11 el aceite de la
unción, y el incienso aromático para el santuario; harán conforme a
todo lo que te he mandado.
El día de reposo como señal
12 Habló además Jehová a
Moisés, diciendo:
13 Tú hablarás a los
hijos de Israel, diciendo: En verdad vosotros guardaréis mis días de
reposo; porque es señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones,
para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico.
14 Así que guardaréis
el día de reposo, porque santo es a vosotros; el que lo profanare, de
cierto morirá; porque cualquiera que hiciere obra alguna en él,
aquella persona será cortada de en medio de su pueblo.
15 Seis días se
trabajará, mas el día séptimo es día de reposo consagrado a Jehová;
cualquiera que trabaje en el día de reposo, ciertamente morirá.
16 Guardarán, pues, el
día de reposo los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones
por pacto perpetuo.
17 Señal es para
siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo
Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó.
El becerro de oro
18 Y dio a Moisés, cuando
acabó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del testimonio,
tablas de piedra escritas con el dedo de Dios. |
-
¿A
quién llamó el Señor y nombró para hacer los artículos para el
tabernáculo y el sacerdote? (2, 6)
-
¿Qué
le pasaría a alguien que profanara el Sábado? (14)
-
¿Quién
escribió en las tablas de piedra que le dió a Moisés? (18)
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Capítulo 32
Éxodo 32
1 Viendo el pueblo que
Moisés tardaba en descender del monte, se acercaron entonces a Aarón,
y le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros;
porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no
sabemos qué le haya acontecido.
2 Y Aarón les dijo:
Apartad los zarcillos de oro que están en las orejas de vuestras
mujeres, de vuestros hijos y de vuestras hijas, y traédmelos.
3 Entonces todo el
pueblo apartó los zarcillos de oro que tenían en sus orejas, y los
trajeron a Aarón;
4 y él los tomó de las
manos de ellos, y le dio forma con buril, e hizo de ello un becerro de
fundición. Entonces dijeron: Israel, estos son tus dioses, que te
sacaron de la tierra de Egipto.
5 Y viendo esto Aarón,
edificó un altar delante del becerro; y pregonó Aarón, y dijo: Mañana
será fiesta para Jehová.
6 Y al día siguiente
madrugaron, y ofrecieron holocaustos, y presentaron ofrendas de paz; y
se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a regocijarse.
7 Entonces Jehová dijo
a Moisés: Anda, desciende, porque tu pueblo que sacaste de la tierra
de Egipto se ha corrompido.
8 Pronto se han
apartado del camino que yo les mandé; se han hecho un becerro de
fundición, y lo han adorado, y le han ofrecido sacrificios, y han
dicho: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de
Egipto.
9 Dijo más Jehová a
Moisés: Yo he visto a este pueblo, que por cierto es pueblo de dura
cerviz.
10 Ahora, pues, déjame
que se encienda mi ira en ellos, y los consuma; y de ti yo haré una
nación grande.
11 Entonces Moisés oró
en presencia de Jehová su Dios, y dijo: Oh Jehová, ¿por qué se
encenderá tu furor contra tu pueblo, que tú sacaste de la tierra de
Egipto con gran poder y con mano fuerte?
12 ¿Por qué han de
hablar los egipcios, diciendo: Para mal los sacó, para matarlos en los
montes, y para raerlos de sobre la faz de la tierra? Vuélvete del
ardor de tu ira, y arrepiéntete de este mal contra tu pueblo.
13 Acuérdate de
Abraham, de Isaac y de Israel tus siervos, a los cuales has jurado por
ti mismo, y les has dicho: Yo multiplicaré vuestra descendencia como
las estrellas del cielo; y daré a vuestra descendencia toda esta
tierra de que he hablado, y la tomarán por heredad para siempre.
14 Entonces Jehová se
arrepintió del mal que dijo que había de hacer a su pueblo.
15 Y volvió Moisés y
descendió del monte, trayendo en su mano las dos tablas del testimonio,
las tablas escritas por ambos lados; de uno y otro lado estaban
escritas.
16 Y las tablas eran
obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las
tablas.
17 Cuando oyó Josué el
clamor del pueblo que gritaba, dijo a Moisés: Alarido de pelea hay en
el campamento.
18 Y él respondió: No
es voz de alaridos de fuertes, ni voz de alaridos de débiles; voz de
cantar oigo yo.
19 Y aconteció que
cuando él llegó al campamento, y vio el becerro y las danzas, ardió la
ira de Moisés, y arrojó las tablas de sus manos, y las quebró al pie
del monte.
20 Y tomó el becerro
que habían hecho, y lo quemó en el fuego, y lo molió hasta reducirlo a
polvo, que esparció sobre las aguas, y lo dio a beber a los hijos de
Israel.
21 Y dijo Moisés a
Aarón: ¿Qué te ha hecho este pueblo, que has traído sobre él tan gran
pecado?
22 Y respondió Aarón:
No se enoje mi señor; tú conoces al pueblo, que es inclinado a mal.
23 Porque me dijeron:
Haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el
varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya
acontecido.
24 Y yo les respondí:
¿Quién tiene oro? Apartadlo. Y me lo dieron, y lo eché en el fuego, y
salió este becerro.
25 Y viendo Moisés que
el pueblo estaba desenfrenado, porque Aarón lo había permitido, para
verg:uenza entre sus enemigos,
26 se puso Moisés a la
puerta del campamento, y dijo: ¿Quién está por Jehová? Júntese conmigo.
Y se juntaron con él todos los hijos de Leví.
27 Y él les dijo: Así
ha dicho Jehová, el Dios de Israel: Poned cada uno su espada sobre su
muslo; pasad y volved de puerta a puerta por el campamento, y matad
cada uno a su hermano, y a su amigo, y a su pariente.
28 Y los hijos de Leví
lo hicieron conforme al dicho de Moisés; y cayeron del pueblo en aquel
día como tres mil hombres.
29 Entonces Moisés
dijo: Hoy os habéis consagrado a Jehová, pues cada uno se ha
consagrado en su hijo y en su hermano, para que él dé bendición hoy
sobre vosotros.
30 Y aconteció que al
día siguiente dijo Moisés al pueblo: Vosotros habéis cometido un gran
pecado, pero yo subiré ahora a Jehová; quizá le aplacaré acerca de
vuestro pecado.
31 Entonces volvió
Moisés a Jehová, y dijo: Te ruego, pues este pueblo ha cometido un
gran pecado, porque se hicieron dioses de oro,
32 que perdones ahora
su pecado, y si no, ráeme ahora de tu libro que has escrito.
33 Y Jehová respondió
a Moisés: Al que pecare contra mí, a éste raeré yo de mi libro.
34 Ve, pues, ahora,
lleva a este pueblo a donde te he dicho; he aquí mi ángel irá delante
de ti; pero en el día del castigo, yo castigaré en ellos su pecado.
35 Y Jehová hirió al
pueblo, porque habían hecho el becerro que formó Aarón. |
-
¿Qué
le pidió la gente a Aarón mientras Moisés estaba en el Monte Sinaí?
(1)
-
¿Quién
hizo el becerro de oro? (4)
-
¿Qué
razonamiento usó Moisés en su intercesión con Dios para salvar
Israel? (11-13)
-
¿Cómo
reaccionó Moisés cuando vió el becerro y la danza? (19-20)
-
¿Cómo
mintió Aarón cuándo fue confrontado por Moisés? (24)
-
¿Cuántos
israelitas fueron muertos ese día? (28)
-
¿A
qué estaba dispuesto
Moisés permitir que le pasara si Dios no perdonaba su pecado?
(32)
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Capítulo 33
Éxodo 33
La presencia de Dios prometida
1 Jehová dijo a Moisés:
Anda, sube de aquí, tú y el pueblo que sacaste de la tierra de Egipto,
a la tierra de la cual juré a Abraham, Isaac y Jacob, diciendo: A tu
descendencia la daré;
2 y yo enviaré delante
de ti el ángel, y echaré fuera al cananeo y al amorreo, al heteo, al
ferezeo, al heveo y al jebuseo
3 (a la tierra que
fluye leche y miel); pero yo no subiré en medio de ti, porque eres
pueblo de dura cerviz, no sea que te consuma en el camino.
4 Y oyendo el pueblo
esta mala noticia, vistieron luto, y ninguno se puso sus atavíos.
5 Porque Jehová había
dicho a Moisés: Di a los hijos de Israel: Vosotros sois pueblo de dura
cerviz; en un momento subiré en medio de ti, y te consumiré. Quítate,
pues, ahora tus atavíos, para que yo sepa lo que te he de hacer.
6 Entonces los hijos
de Israel se despojaron de sus atavíos desde el monte Horeb.
7 Y Moisés tomó el
tabernáculo, y lo levantó lejos, fuera del campamento, y lo llamó el
Tabernáculo de Reunión. Y cualquiera que buscaba a Jehová, salía al
tabernáculo de reunión que estaba fuera del campamento.
8 Y sucedía que cuando
salía Moisés al tabernáculo, todo el pueblo se levantaba, y cada cual
estaba en pie a la puerta de su tienda, y miraban en pos de Moisés,
hasta que él entraba en el tabernáculo.
9 Cuando Moisés
entraba en el tabernáculo, la columna de nube descendía y se ponía a
la puerta del tabernáculo, y Jehová hablaba con Moisés.
10 Y viendo todo el
pueblo la columna de nube que estaba a la puerta del tabernáculo, se
levantaba cada uno a la puerta de su tienda y adoraba.
11 Y hablaba Jehová a
Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero. Y él volvía
al campamento; pero el joven Josué hijo de Nun, su servidor, nunca se
apartaba de en medio del tabernáculo.
12 Y dijo Moisés a
Jehová: Mira, tú me dices a mí: Saca este pueblo; y tú no me has
declarado a quién enviarás conmigo. Sin embargo, tú dices: Yo te he
conocido por tu nombre, y has hallado también gracia en mis ojos.
13 Ahora, pues, si he
hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino,
para que te conozca, y halle gracia en tus ojos; y mira que esta gente
es pueblo tuyo.
14 Y él dijo: Mi
presencia irá contigo, y te daré descanso.
15 Y Moisés respondió:
Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.
16 ¿Y en qué se
conocerá aquí que he hallado gracia en tus ojos, yo y tu pueblo, sino
en que tú andes con nosotros, y que yo y tu pueblo seamos apartados de
todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra?
17 Y Jehová dijo a
Moisés: También haré esto que has dicho, por cuanto has hallado gracia
en mis ojos, y te he conocido por tu nombre.
18 El entonces dijo:
Te ruego que me muestres tu gloria.
19 Y le respondió: Yo
haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre
de Jehová delante de ti; y tendré misericordia del que tendré
misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente.
20 Dijo más: No podrás
ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá.
21 Y dijo aún Jehová:
He aquí un lugar junto a mí, y tú estarás sobre la peña;
22 y cuando pase mi
gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré con mi
mano hasta que haya pasado.
23 Después apartaré mi
mano, y verás mis espaldas; mas no se verá mi rostro. |
-
¿Cómo
hablaba el Señor a Moisés? (11)
-
¿Qué
no quería Moisés que les pasara si la presencia del Señor no estaba
con ellos? (15)
-
¿Cómo
respondió el Señor cuándo Moisés deseó ver la gloria de Dios?
(17-23)
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Capítulo 34
Éxodo 34
El pacto renovado
1 Y Jehová dijo a Moisés:
Alísate dos tablas de piedra como las primeras, y escribiré sobre esas
tablas las palabras que estaban en las tablas primeras que quebraste.
2 Prepárate, pues,
para mañana, y sube de mañana al monte de Sinaí, y preséntate ante mí
sobre la cumbre del monte.
3 Y no suba hombre
contigo, ni parezca alguno en todo el monte; ni ovejas ni bueyes
pazcan delante del monte.
4 Y Moisés alisó dos
tablas de piedra como las primeras; y se levantó de mañana y subió al
monte Sinaí, como le mandó Jehová, y llevó en su mano las dos tablas
de piedra.
5 Y Jehová descendió
en la nube, y estuvo allí con él, proclamando el nombre de Jehová.
6 Y pasando Jehová por
delante de él, proclamó: !!Jehová! !!Jehová! fuerte, misericordioso y
piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad;
7 que guarda
misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el
pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que
visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de
los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.
8 Entonces Moisés,
apresurándose, bajó la cabeza hacia el suelo y adoró.
9 Y dijo: Si ahora,
Señor, he hallado gracia en tus ojos, vaya ahora el Señor en medio de
nosotros; porque es un pueblo de dura cerviz; y perdona nuestra
iniquidad y nuestro pecado, y tómanos por tu heredad.
10 Y él contestó: He
aquí, yo hago pacto delante de todo tu pueblo; haré maravillas que no
han sido hechas en toda la tierra, ni en nación alguna, y verá todo el
pueblo en medio del cual estás tú, la obra de Jehová; porque será cosa
tremenda la que yo haré contigo.
Advertencia contra la idolatría de
Canaán
11 Guarda lo que yo te
mando hoy; he aquí que yo echo de delante de tu presencia al amorreo,
al cananeo, al heteo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo.
12 Guárdate de hacer
alianza con los moradores de la tierra donde has de entrar, para que
no sean tropezadero en medio de ti.
13 Derribaréis sus
altares, y quebraréis sus estatuas, y cortaréis sus imágenes de Asera.
14 Porque no te has de
inclinar a ningún otro dios, pues Jehová, cuyo nombre es Celoso, Dios
celoso es.
15 Por tanto, no harás
alianza con los moradores de aquella tierra; porque fornicarán en pos
de sus dioses, y ofrecerán sacrificios a sus dioses, y te invitarán, y
comerás de sus sacrificios;
16 o tomando de sus
hijas para tus hijos, y fornicando sus hijas en pos de sus dioses,
harán fornicar también a tus hijos en pos de los dioses de ellas.
17 No te harás dioses
de fundición.
Fiestas anuales
18 La fiesta de los panes
sin levadura guardarás; siete días comerás pan sin levadura, según te
he mandado, en el tiempo señalado del mes de Abib; porque en el mes de
Abib saliste de Egipto.
19 Todo primer nacido,
mío es; y de tu ganado todo primogénito de vaca o de oveja, que sea
macho.
20 Pero redimirás con
cordero el primogénito del asno; y si no lo redimieres, quebrarás su
cerviz. Redimirás todo primogénito de tus hijos; y ninguno se
presentará delante de mí con las manos vacías.
21 Seis días
trabajarás, mas en el séptimo día descansarás; aun en la arada y en la
siega, descansarás.
22 También celebrarás
la fiesta de las semanas, la de las primicias de la siega del trigo, y
la fiesta de la cosecha a la salida del año.
23 Tres veces en el
año se presentará todo varón tuyo delante de Jehová el Señor, Dios de
Israel.
24 Porque yo arrojaré
a las naciones de tu presencia, y ensancharé tu territorio; y ninguno
codiciará tu tierra, cuando subas para presentarte delante de Jehová
tu Dios tres veces en el año.
25 No ofrecerás cosa
leudada junto con la sangre de mi sacrificio, ni se dejará hasta la
mañana nada del sacrificio de la fiesta de la pascua.
26 Las primicias de
los primeros frutos de tu tierra llevarás a la casa de Jehová tu Dios.
No cocerás el cabrito en la leche de su madre.
Moisés y las tablas de la ley
27 Y Jehová dijo a Moisés:
Escribe tú estas palabras; porque conforme a estas palabras he hecho
pacto contigo y con Israel.
28 Y él estuvo allí
con Jehová cuarenta días y cuarenta noches; no comió pan, ni bebió
agua; y escribió en tablas las palabras del pacto, los diez
mandamientos.
29 Y aconteció que
descendiendo Moisés del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio
en su mano, al descender del monte, no sabía Moisés que la piel de su
rostro resplandecía, después que hubo hablado con Dios.
30 Y Aarón y todos los
hijos de Israel miraron a Moisés, y he aquí la piel de su rostro era
resplandeciente; y tuvieron miedo de acercarse a él.
31 Entonces Moisés los
llamó; y Aarón y todos los príncipes de la congregación volvieron a él,
y Moisés les habló.
32 Después se
acercaron todos los hijos de Israel, a los cuales mandó todo lo que
Jehová le había dicho en el monte Sinaí.
33 Y cuando acabó
Moisés de hablar con ellos, puso un velo sobre su rostro.
34 Cuando venía Moisés
delante de Jehová para hablar con él, se quitaba el velo hasta que
salía; y saliendo, decía a los hijos de Israel lo que le era mandado.
35 Y al mirar los
hijos de Israel el rostro de Moisés, veían que la piel de su rostro
era resplandeciente; y volvía Moisés a poner el velo sobre su rostro,
hasta que entraba a hablar con Dios. |
-
¿Quién
corto el segundo juego de tablas de piedra? (1-4)
-
¿Por
qué los Israelitas no debían hacer alianza con los habitantes de la
tierra de Canaán? (12-17)
-
¿Por
cuánto tiempo Moisés no comió ni pan ni bebió agua ? (28)
-
¿Por
qué Aaron y los hijos de Israel tuvieron miedo de acercarse a Moisés?
(29-30)
-
¿Qué
se puso Moisés en su rostro? (33-35)
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Capítulo 35
Éxodo 35
Reglamento del día de reposo
1 Moisés convocó a toda
la congregación de los hijos de Israel y les dijo: Estas son las cosas
que Jehová ha mandado que sean hechas:
2 Seis días se
trabajará, mas el día séptimo os será santo, día de reposo para Jehová;
cualquiera que en él hiciere trabajo alguno, morirá.
3 No encenderéis fuego
en ninguna de vuestras moradas en el día de reposo.
La ofrenda para el tabernáculo
4 Y habló Moisés a toda
la congregación de los hijos de Israel, diciendo: Esto es lo que
Jehová ha mandado:
5 Tomad de entre
vosotros ofrenda para Jehová; todo generoso de corazón la traerá a
Jehová; oro, plata, bronce,
6 azul, púrpura,
carmesí, lino fino, pelo de cabras,
7 pieles de carneros
teñidas de rojo, pieles de tejones, madera de acacia,
8 aceite para el
alumbrado, especias para el aceite de la unción y para el incienso
aromático,
9 y piedras de ónice y
piedras de engaste para el efod y para el pectoral.
La obra del tabernáculo
10 Todo sabio de corazón
de entre vosotros vendrá y hará todas las cosas que Jehová ha mandado:
11 el tabernáculo, su
tienda, su cubierta, sus corchetes, sus tablas, sus barras, sus
columnas y sus basas;
12 el arca y sus varas,
el propiciatorio, el velo de la tienda;
13 la mesa y sus varas,
y todos sus utensilios, y el pan de la proposición;
14 el candelero del
alumbrado y sus utensilios, sus lámparas, y el aceite para el
alumbrado;
15 el altar del
incienso y sus varas, el aceite de la unción, el incienso aromático,
la cortina de la puerta para la entrada del tabernáculo;
16 el altar del
holocausto, su enrejado de bronce y sus varas, y todos sus utensilios,
y la fuente con su base;
17 las cortinas del
atrio, sus columnas y sus basas, la cortina de la puerta del atrio;
18 las estacas del
tabernáculo, y las estacas del atrio y sus cuerdas;
19 las vestiduras del
servicio para ministrar en el santuario, las sagradas vestiduras de
Aarón el sacerdote, y las vestiduras de sus hijos para servir en el
sacerdocio.
El pueblo trae la ofrenda
20 Y salió toda la
congregación de los hijos de Israel de delante de Moisés.
21 Y vino todo varón a
quien su corazón estimuló, y todo aquel a quien su espíritu le dio
voluntad, con ofrenda a Jehová para la obra del tabernáculo de reunión
y para toda su obra, y para las sagradas vestiduras.
22 Vinieron así
hombres como mujeres, todos los voluntarios de corazón, y trajeron
cadenas y zarcillos, anillos y brazaletes y toda clase de joyas de oro;
y todos presentaban ofrenda de oro a Jehová.
23 Todo hombre que
tenía azul, púrpura, carmesí, lino fino, pelo de cabras, pieles de
carneros teñidas de rojo, o pieles de tejones, lo traía.
24 Todo el que ofrecía
ofrenda de plata o de bronce traía a Jehová la ofrenda; y todo el que
tenía madera de acacia la traía para toda la obra del servicio.
25 Además todas las
mujeres sabias de corazón hilaban con sus manos, y traían lo que
habían hilado: azul, púrpura, carmesí o lino fino.
26 Y todas las mujeres
cuyo corazón las impulsó en sabiduría hilaron pelo de cabra.
27 Los príncipes
trajeron piedras de ónice, y las piedras de los engastes para el efod
y el pectoral,
28 y las especias
aromáticas, y el aceite para el alumbrado, y para el aceite de la
unción, y para el incienso aromático.
29 De los hijos de
Israel, así hombres como mujeres, todos los que tuvieron corazón
voluntario para traer para toda la obra, que Jehová había mandado por
medio de Moisés que hiciesen, trajeron ofrenda voluntaria a Jehová.
Llamamiento de Bezaleel y de Aholiab
30 Y dijo Moisés a los
hijos de Israel: Mirad, Jehová ha nombrado a Bezaleel hijo de Uri,
hijo de Hur, de la tribu de Judá;
31 y lo ha llenado del
Espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia, en ciencia y en todo
arte,
32 para proyectar
diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce,
33 y en la talla de
piedras de engaste, y en obra de madera, para trabajar en toda labor
ingeniosa.
34 Y ha puesto en su
corazón el que pueda enseñar, así él como Aholiab hijo de Ahisamac, de
la tribu de Dan;
35 y los ha llenado de
sabiduría de corazón, para que hagan toda obra de arte y de invención,
y de bordado en azul, en púrpura, en carmesí, en lino fino y en telar,
para que hagan toda labor, e inventen todo diseño. |
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¿Con
qué actitud la gente traía sus ofrendas para el tabernáculo? (5,
21-22, 29)
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¿Quién
hizo varios artículos para el tabernáculo? (10, 25-26, 30-35)
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Capítulo 36
Éxodo 36
1 Así, pues, Bezaleel y
Aholiab, y todo hombre sabio de corazón a quien Jehová dio sabiduría e
inteligencia para saber hacer toda la obra del servicio del santuario,
harán todas las cosas que ha mandado Jehová.
Moisés suspende la ofrenda del pueblo
2 Y Moisés llamó a
Bezaleel y a Aholiab y a todo varón sabio de corazón, en cuyo corazón
había puesto Jehová sabiduría, todo hombre a quien su corazón le movió
a venir a la obra para trabajar en ella.
3 Y tomaron de delante
de Moisés toda la ofrenda que los hijos de Israel habían traído para
la obra del servicio del santuario, a fin de hacerla. Y ellos seguían
trayéndole ofrenda voluntaria cada mañana.
4 Tanto, que vinieron
todos los maestros que hacían toda la obra del santuario, cada uno de
la obra que hacía,
5 y hablaron a Moisés,
diciendo: El pueblo trae mucho más de lo que se necesita para la obra
que Jehová ha mandado que se haga.
6 Entonces Moisés
mandó pregonar por el campamento, diciendo: Ningún hombre ni mujer
haga más para la ofrenda del santuario. Así se le impidió al pueblo
ofrecer más;
7 pues tenían material
abundante para hacer toda la obra, y sobraba.
Construcción del tabernáculo
8 Todos los sabios de
corazón de entre los que hacían la obra, hicieron el tabernáculo de
diez cortinas de lino torcido, azul, púrpura y carmesí; las hicieron
con querubines de obra primorosa.
9 La longitud de una
cortina era de veintiocho codos, y la anchura de cuatro codos; todas
las cortinas eran de igual medida.
10 Cinco de las
cortinas las unió entre sí, y asimismo unió las otras cinco cortinas
entre sí.
11 E hizo lazadas de
azul en la orilla de la cortina que estaba al extremo de la primera
serie; e hizo lo mismo en la orilla de la cortina final de la segunda
serie.
12 Cincuenta lazadas
hizo en la primera cortina, y otras cincuenta en la orilla de la
cortina de la segunda serie; las lazadas de la una correspondían a las
de la otra.
13 Hizo también
cincuenta corchetes de oro, con los cuales enlazó las cortinas una con
otra, y así quedó formado un tabernáculo.
14 Hizo asimismo
cortinas de pelo de cabra para una tienda sobre el tabernáculo; once
cortinas hizo.
15 La longitud de una
cortina era de treinta codos, y la anchura de cuatro codos; las once
cortinas tenían una misma medida.
16 Y unió cinco de las
cortinas aparte, y las otras seis cortinas aparte.
17 Hizo además
cincuenta lazadas en la orilla de la cortina que estaba al extremo de
la primera serie, y otras cincuenta lazadas en la orilla de la cortina
final de la segunda serie.
18 Hizo también
cincuenta corchetes de bronce para enlazar la tienda, de modo que
fuese una.
19 E hizo para la
tienda una cubierta de pieles de carneros teñidas de rojo, y otra
cubierta de pieles de tejones encima.
20 Además hizo para el
tabernáculo las tablas de madera de acacia, derechas.
21 La longitud de cada
tabla era de diez codos, y de codo y medio la anchura.
22 Cada tabla tenía
dos espigas, para unirlas una con otra; así hizo todas las tablas del
tabernáculo.
23 Hizo, pues, las
tablas para el tabernáculo; veinte tablas al lado del sur, al mediodía.
24 Hizo también
cuarenta basas de plata debajo de las veinte tablas: dos basas debajo
de una tabla, para sus dos espigas, y dos basas debajo de otra tabla
para sus dos espigas.
25 Y para el otro lado
del tabernáculo, al lado norte, hizo otras veinte tablas,
26 con sus cuarenta
basas de plata; dos basas debajo de una tabla, y dos basas debajo de
otra tabla.
27 Y para el lado
occidental del tabernáculo hizo seis tablas.
28 Para las esquinas
del tabernáculo en los dos lados hizo dos tablas,
29 las cuales se unían
desde abajo, y por arriba se ajustaban con un gozne; así hizo a la una
y a la otra en las dos esquinas.
30 Eran, pues, ocho
tablas, y sus basas de plata dieciséis; dos basas debajo de cada tabla.
31 Hizo también las
barras de madera de acacia; cinco para las tablas de un lado del
tabernáculo,
32 cinco barras para
las tablas del otro lado del tabernáculo, y cinco barras para las
tablas del lado posterior del tabernáculo hacia el occidente.
33 E hizo que la barra
de en medio pasase por en medio de las tablas de un extremo al otro.
34 Y cubrió de oro las
tablas, e hizo de oro los anillos de ellas, por donde pasasen las
barras; cubrió también de oro las barras.
35 Hizo asimismo el
velo de azul, púrpura, carmesí y lino torcido; lo hizo con querubines
de obra primorosa.
36 Y para él hizo
cuatro columnas de madera de acacia, y las cubrió de oro, y sus
capiteles eran de oro; y fundió para ellas cuatro basas de plata.
37 Hizo también el
velo para la puerta del tabernáculo, de azul, púrpura, carmesí y lino
torcido, obra de recamador;
38 y sus cinco
columnas con sus capiteles; y cubrió de oro los capiteles y las
molduras, e hizo de bronce sus cinco basas. |
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¿Cuánto
trajeron las personas como ofrendas? (5-7)
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Capítulo 37
Éxodo 37
Mobiliario del tabernáculo
1 Hizo también Bezaleel
el arca de madera de acacia; su longitud era de dos codos y medio, su
anchura de codo y medio, y su altura de codo y medio.
2 Y la cubrió de oro
puro por dentro y por fuera, y le hizo una cornisa de oro en derredor.
3 Además fundió para
ella cuatro anillos de oro a sus cuatro esquinas; en un lado dos
anillos y en el otro lado dos anillos.
4 Hizo también varas
de madera de acacia, y las cubrió de oro.
5 Y metió las varas
por los anillos a los lados del arca, para llevar el arca.
6 Hizo asimismo el
propiciatorio de oro puro; su longitud de dos codos y medio, y su
anchura de codo y medio.
7 Hizo también los dos
querubines de oro, labrados a martillo, en los dos extremos del
propiciatorio.
8 Un querubín a un
extremo, y otro querubín al otro extremo; de una pieza con el
propiciatorio hizo los querubines a sus dos extremos.
9 Y los querubines
extendían sus alas por encima, cubriendo con sus alas el propiciatorio;
y sus rostros el uno enfrente del otro miraban hacia el propiciatorio.
10 Hizo también la
mesa de madera de acacia; su longitud de dos codos, su anchura de un
codo, y de codo y medio su altura;
11 y la cubrió de oro
puro, y le hizo una cornisa de oro alrededor.
12 Le hizo también una
moldura de un palmo menor de anchura alrededor, e hizo en derredor de
la moldura una cornisa de oro.
13 Le hizo asimismo de
fundición cuatro anillos de oro, y los puso a las cuatro esquinas que
correspondían a las cuatro patas de ella.
14 Debajo de la
moldura estaban los anillos, por los cuales se metían las varas para
llevar la mesa.
15 E hizo las varas de
madera de acacia para llevar la mesa, y las cubrió de oro.
16 También hizo los
utensilios que habían de estar sobre la mesa, sus platos, sus cucharas,
sus cubiertos y sus tazones con que se había de libar, de oro fino.
17 Hizo asimismo el
candelero de oro puro, labrado a martillo; su pie, su caña, sus copas,
sus manzanas y sus flores eran de lo mismo.
18 De sus lados salían
seis brazos; tres brazos de un lado del candelero, y otros tres brazos
del otro lado del candelero.
19 En un brazo, tres
copas en forma de flor de almendro, una manzana y una flor, y en otro
brazo tres copas en figura de flor de almendro, una manzana y una flor;
así en los seis brazos que salían del candelero.
20 Y en la caña del
candelero había cuatro copas en figura de flor de almendro, sus
manzanas y sus flores,
21 y una manzana
debajo de dos brazos del mismo, y otra manzana debajo de otros dos
brazos del mismo, y otra manzana debajo de los otros dos brazos del
mismo, conforme a los seis brazos que salían de él.
22 Sus manzanas y sus
brazos eran de lo mismo; todo era una pieza labrada a martillo, de oro
puro.
23 Hizo asimismo sus
siete lamparillas, sus despabiladeras y sus platillos, de oro puro.
24 De un talento de
oro puro lo hizo, con todos sus utensilios.
25 Hizo también el
altar del incienso, de madera de acacia; de un codo su longitud, y de
otro codo su anchura; era cuadrado, y su altura de dos codos; y sus
cuernos de la misma pieza.
26 Y lo cubrió de oro
puro, su cubierta y sus paredes alrededor, y sus cuernos, y le hizo
una cornisa de oro alrededor.
27 Le hizo también dos
anillos de oro debajo de la cornisa en las dos esquinas a los dos
lados, para meter por ellos las varas con que había de ser conducido.
28 E hizo las varas de
madera de acacia, y las cubrió de oro.
29
Hizo asimismo el aceite santo de la unción, y el incienso puro,
aromático, según el arte del perfumador. |
1.
¿Qué artículos hechos por Bezaleel son descritos en este capítulo?
(1, 10, 17, 25, 29)
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Capítulo 38
Éxodo 38
1 Igualmente hizo de
madera de acacia el altar del holocausto; su longitud de cinco codos,
y su anchura de otros cinco codos, cuadrado, y de tres codos de altura.
2 E hizo sus cuernos a
sus cuatro esquinas, los cuales eran de la misma pieza, y lo cubrió de
bronce.
3 Hizo asimismo todos
los utensilios del altar; calderos, tenazas, tazones, garfios y palas;
todos sus utensilios los hizo de bronce.
4 E hizo para el altar
un enrejado de bronce de obra de rejilla, que puso por debajo de su
cerco hasta la mitad del altar.
5 También fundió
cuatro anillos a los cuatro extremos del enrejado de bronce, para
meter las varas.
6 E hizo las varas de
madera de acacia, y las cubrió de bronce.
7 Y metió las varas
por los anillos a los lados del altar, para llevarlo con ellas; hueco
lo hizo, de tablas.
8 También hizo la
fuente de bronce y su base de bronce, de los espejos de las mujeres
que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión.
El atrio del tabernáculo
9 Hizo asimismo el atrio;
del lado sur, al mediodía, las cortinas del atrio eran de cien codos,
de lino torcido.
10 Sus columnas eran
veinte, con sus veinte basas de bronce; los capiteles de las columnas
y sus molduras, de plata.
11 Y del lado norte
cortinas de cien codos; sus columnas, veinte, con sus veinte basas de
bronce; los capiteles de las columnas y sus molduras, de plata.
12 Del lado del
occidente, cortinas de cincuenta codos; sus columnas diez, y sus diez
basas; los capiteles de las columnas y sus molduras, de plata.
13 Del lado oriental,
al este, cortinas de cincuenta codos;
14 a un lado cortinas
de quince codos, sus tres columnas y sus tres basas;
15 al otro lado, de
uno y otro lado de la puerta del atrio, cortinas de quince codos, con
sus tres columnas y sus tres basas.
16 Todas las cortinas
del atrio alrededor eran de lino torcido.
17 Las basas de las
columnas eran de bronce; los capiteles de las columnas y sus molduras,
de plata; asimismo las cubiertas de las cabezas de ellas, de plata; y
todas las columnas del atrio tenían molduras de plata.
18 La cortina de la
entrada del atrio era de obra de recamador, de azul, púrpura, carmesí
y lino torcido; era de veinte codos de longitud, y su anchura, o sea
su altura, era de cinco codos, lo mismo que las cortinas del atrio.
19 Sus columnas eran
cuatro, con sus cuatro basas de bronce y sus capiteles de plata; y las
cubiertas de los capiteles de ellas, y sus molduras, de plata.
20 Todas las estacas
del tabernáculo y del atrio alrededor eran de bronce.
Dirección de la obra
21 Estas son las cuentas
del tabernáculo, del tabernáculo del testimonio, las que se hicieron
por orden de Moisés por obra de los levitas bajo la dirección de
Itamar hijo del sacerdote Aarón.
22 Y Bezaleel hijo de
Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá, hizo todas las cosas que Jehová
mandó a Moisés.
23 Y con él estaba
Aholiab hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan, artífice, diseñador y
recamador en azul, púrpura, carmesí y lino fino.
Metales usados en el santuario
24 Todo el oro empleado
en la obra, en toda la obra del santuario, el cual fue oro de la
ofrenda, fue veintinueve talentos y setecientos treinta siclos, según
el siclo del santuario.
25 Y la plata de los
empadronados de la congregación fue cien talentos y mil setecientos
setenta y cinco siclos, según el siclo del santuario;
26 medio siclo por
cabeza, según el siclo del santuario; a todos los que pasaron por el
censo, de edad de veinte años arriba, que fueron seiscientos tres mil
quinientos cincuenta.
27 Hubo además cien
talentos de plata para fundir las basas del santuario y las basas del
velo; en cien basas, cien talentos, a talento por basa.
28 Y de los mil
setecientos setenta y cinco siclos hizo los capiteles de las columnas,
y cubrió los capiteles de ellas, y las ciñó.
29 El bronce ofrendado
fue setenta talentos y dos mil cuatrocientos siclos,
30 del cual fueron
hechas las basas de la puerta del tabernáculo de reunión, y el altar
de bronce y su enrejado de bronce, y todos los utensilios del altar,
31 las basas del atrio
alrededor, las basas de la puerta del atrio, y todas las estacas del
tabernáculo y todas las estacas del atrio alrededor. |
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¿Qué
artículos hechos por Bezaleel son descritos en este capítulo? (1, 8,
9)
-
¿Cuánto
oro se usó en el lugar santo? (24)
-
¿Cuánta
plata fue usada? (25)
-
¿Cuánto
bronce fue usado? (29)
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Capítulo 39
Éxodo 39
Hechura de las vestiduras de los
sacerdotes
1 Del azul, púrpura y
carmesí hicieron las vestiduras del ministerio para ministrar en el
santuario, y asimismo hicieron las vestiduras sagradas para Aarón,
como Jehová lo había mandado a Moisés.
2 Hizo también el efod
de oro, de azul, púrpura, carmesí y lino torcido.
3 Y batieron láminas
de oro, y cortaron hilos para tejerlos entre el azul, la púrpura, el
carmesí y el lino, con labor primorosa.
4 Hicieron las
hombreras para que se juntasen, y se unían en sus dos extremos.
5 Y el cinto del efod
que estaba sobre él era de lo mismo, de igual labor; de oro, azul,
púrpura, carmesí y lino torcido, como Jehová lo había mandado a Moisés.
6 Y labraron las
piedras de ónice montadas en engastes de oro, con grabaduras de sello
con los nombres de los hijos de Israel,
7 y las puso sobre las
hombreras del efod, por piedras memoriales para los hijos de Israel,
como Jehová lo había mandado a Moisés.
8 Hizo también el
pectoral de obra primorosa como la obra del efod, de oro, azul,
púrpura, carmesí y lino torcido.
9 Era cuadrado; doble
hicieron el pectoral; su longitud era de un palmo, y de un palmo su
anchura, cuando era doblado.
10 Y engastaron en él
cuatro hileras de piedras. La primera hilera era un sardio, un topacio
y un carbunclo; esta era la primera hilera.
11 La segunda hilera,
una esmeralda, un zafiro y un diamante.
12 La tercera hilera,
un jacinto, una ágata y una amatista.
13 Y la cuarta hilera,
un berilo, un ónice y un jaspe, todas montadas y encajadas en engastes
de oro.
14 Y las piedras eran
conforme a los nombres de los hijos de Israel, doce según los nombres
de ellos; como grabaduras de sello, cada una con su nombre, según las
doce tribus.
15 Hicieron también
sobre el pectoral los cordones de forma de trenza, de oro puro.
16 Hicieron asimismo
dos engastes y dos anillos de oro, y pusieron dos anillos de oro en
los dos extremos del pectoral,
17 y fijaron los dos
cordones de oro en aquellos dos anillos a los extremos del pectoral.
18 Fijaron también los
otros dos extremos de los dos cordones de oro en los dos engastes que
pusieron sobre las hombreras del efod por delante.
19 E hicieron otros
dos anillos de oro que pusieron en los dos extremos del pectoral, en
su orilla, frente a la parte baja del efod.
20 Hicieron además dos
anillos de oro que pusieron en la parte delantera de las dos hombreras
del efod, hacia abajo, cerca de su juntura, sobre el cinto del efod.
21 Y ataron el
pectoral por sus anillos a los anillos del efod con un cordón de azul,
para que estuviese sobre el cinto del mismo efod y no se separase el
pectoral del efod, como Jehová lo había mandado a Moisés.
22 Hizo también el
manto del efod de obra de tejedor, todo de azul,
23 con su abertura en
medio de él, como el cuello de un coselete, con un borde alrededor de
la abertura, para que no se rompiese.
24 E hicieron en las
orillas del manto granadas de azul, púrpura, carmesí y lino torcido.
25 Hicieron también
campanillas de oro puro, y pusieron campanillas entre las granadas en
las orillas del manto, alrededor, entre las granadas;
26 una campanilla y
una granada, otra campanilla y otra granada alrededor, en las orillas
del manto, para ministrar, como Jehová lo mandó a Moisés.
27 Igualmente hicieron
las túnicas de lino fino de obra de tejedor, para Aarón y para sus
hijos.
28 Asimismo la mitra
de lino fino, y los adornos de las tiaras de lino fino, y los
calzoncillos de lino, de lino torcido.
29 También el cinto de
lino torcido, de azul, púrpura y carmesí, de obra de recamador, como
Jehová lo mandó a Moisés.
30 Hicieron asimismo
la lámina de la diadema santa de oro puro, y escribieron en ella como
grabado de sello: SANTIDAD A JEHOVÁ.
31 Y pusieron en ella
un cordón de azul para colocarla sobre la mitra por arriba, como
Jehová lo había mandado a Moisés.
La obra del tabernáculo terminada
32 Así fue acabada toda
la obra del tabernáculo, del tabernáculo de reunión; e hicieron los
hijos de Israel como Jehová lo había mandado a Moisés; así lo hicieron.
33 Y trajeron el
tabernáculo a Moisés, el tabernáculo y todos sus utensilios; sus
corchetes, sus tablas, sus barras, sus columnas, sus basas;
34 la cubierta de
pieles de carnero teñidas de rojo, la cubierta de pieles de tejones,
el velo del frente;
35 el arca del
testimonio y sus varas, el propiciatorio;
36 la mesa, todos sus
vasos, el pan de la proposición;
37 el candelero puro,
sus lamparillas, las lamparillas que debían mantenerse en orden, y
todos sus utensilios, el aceite para el alumbrado;
38 el altar de oro, el
aceite de la unción, el incienso aromático, la cortina para la entrada
del tabernáculo;
39 el altar de bronce
con su enrejado de bronce, sus varas y todos sus utensilios, la fuente
y su base;
40 las cortinas del
atrio, sus columnas y sus basas, la cortina para la entrada del atrio,
sus cuerdas y sus estacas, y todos los utensilios del servicio del
tabernáculo, del tabernáculo de reunión;
41 las vestiduras del
servicio para ministrar en el santuario, las sagradas vestiduras para
Aarón el sacerdote, y las vestiduras de sus hijos, para ministrar en
el sacerdocio.
42 En conformidad a
todas las cosas que Jehová había mandado a Moisés, así hicieron los
hijos de Israel toda la obra.
43
Y vio Moisés toda la obra, y he aquí que la habían hecho como Jehová
había mandado; y los bendijo. |
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¿De
qué fueron hechos las vestiduras sacerdotales? (2, 8, 22, 27, 29)
-
¿Qué
palabras se inscribieron en la diadema? (30)
-
¿Cuándo
el trabajo del tabernáculo fue terminado y Moisés lo vio, qué hizo
él? (32-43)
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Capítulo 40
Éxodo 40
Moisés erige el tabernáculo
1 Luego Jehová habló a
Moisés, diciendo:
2 En el primer día del
mes primero harás levantar el tabernáculo, el tabernáculo de reunión;
3 y pondrás en él el
arca del testimonio, y la cubrirás con el velo.
4 Meterás la mesa y la
pondrás en orden; meterás también el candelero y encenderás sus
lámparas,
5 y pondrás el altar
de oro para el incienso delante del arca del testimonio, y pondrás la
cortina delante a la entrada del tabernáculo.
6 Después pondrás el
altar del holocausto delante de la entrada del tabernáculo, del
tabernáculo de reunión.
7 Luego pondrás la
fuente entre el tabernáculo de reunión y el altar, y pondrás agua en
ella.
8 Finalmente pondrás
el atrio alrededor, y la cortina a la entrada del atrio.
9 Y tomarás el aceite
de la unción y ungirás el tabernáculo, y todo lo que está en él; y lo
santificarás con todos sus utensilios, y será santo.
10 Ungirás también el
altar del holocausto y todos sus utensilios; y santificarás el altar,
y será un altar santísimo.
11 Asimismo ungirás la
fuente y su base, y la santificarás.
12 Y llevarás a Aarón
y a sus hijos a la puerta del tabernáculo de reunión, y los lavarás
con agua.
13 Y harás vestir a
Aarón las vestiduras sagradas, y lo ungirás, y lo consagrarás, para
que sea mi sacerdote.
14 Después harás que
se acerquen sus hijos, y les vestirás las túnicas;
15 y los ungirás, como
ungiste a su padre, y serán mis sacerdotes, y su unción les servirá
por sacerdocio perpetuo, por sus generaciones.
16 Y Moisés hizo
conforme a todo lo que Jehová le mandó; así lo hizo.
17 Así, en el día
primero del primer mes, en el segundo año, el tabernáculo fue erigido.
18 Moisés hizo
levantar el tabernáculo, y asentó sus basas, y colocó sus tablas, y
puso sus barras, e hizo alzar sus columnas.
19 Levantó la tienda
sobre el tabernáculo, y puso la sobrecubierta encima del mismo, como
Jehová había mandado a Moisés.
20 Y tomó el
testimonio y lo puso dentro del arca, y colocó las varas en el arca, y
encima el propiciatorio sobre el arca.
21 Luego metió el arca
en el tabernáculo, y puso el velo extendido, y ocultó el arca del
testimonio, como Jehová había mandado a Moisés.
22 Puso la mesa en el
tabernáculo de reunión, al lado norte de la cortina, fuera del velo,
23 y sobre ella puso
por orden los panes delante de Jehová, como Jehová había mandado a
Moisés.
24 Puso el candelero
en el tabernáculo de reunión, enfrente de la mesa, al lado sur de la
cortina,
25 y encendió las
lámparas delante de Jehová, como Jehová había mandado a Moisés.
26 Puso también el
altar de oro en el tabernáculo de reunión, delante del velo,
27 y quemó sobre él
incienso aromático, como Jehová había mandado a Moisés.
28 Puso asimismo la
cortina a la entrada del tabernáculo.
29 Y colocó el altar
del holocausto a la entrada del tabernáculo, del tabernáculo de
reunión, y sacrificó sobre él holocausto y ofrenda, como Jehová había
mandado a Moisés.
30 Y puso la fuente
entre el tabernáculo de reunión y el altar, y puso en ella agua para
lavar.
31 Y Moisés y Aarón y
sus hijos lavaban en ella sus manos y sus pies.
32 Cuando entraban en
el tabernáculo de reunión, y cuando se acercaban al altar, se lavaban,
como Jehová había mandado a Moisés.
33 Finalmente erigió
el atrio alrededor del tabernáculo y del altar, y puso la cortina a la
entrada del atrio. Así acabó Moisés la obra.
La nube sobre el tabernáculo)
34 Entonces una nube
cubrió el tabernáculo de reunión, y la gloria de Jehová llenó el
tabernáculo.
35 Y no podía Moisés
entrar en el tabernáculo de reunión, porque la nube estaba sobre él, y
la gloria de Jehová lo llenaba.
36 Y cuando la nube se
alzaba del tabernáculo, los hijos de Israel se movían en todas sus
jornadas;
37 pero si la nube no
se alzaba, no se movían hasta el día en que ella se alzaba.
38 Porque la nube de
Jehová estaba de día sobre el tabernáculo, y el fuego estaba de noche
sobre él, a vista de toda la casa de Israel, en todas sus jornadas. |
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¿Qué
pasó cuándo Moisés terminó erigiendo el tabernáculo? (34-35)
-
¿Cómo
sabía Israel cuándo moverse? (36-37)
-
¿Qué
estaba sobre el tabernáculo en la noche ? (38)
Cuestionario de
Éxodo Capitulo 16-40 Volver
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