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Romanos
Pablo nunca había visitado la iglesia
de Roma, que al parecer fue iniciada por los de Roma, que se
convirtierón en el día de Pentecostés (Hechos 2). Pablo anhelaba ver a
los creyentes allí y envió esta carta para presentarse y declarar la
fe. Demostró que todos los hombres estaban perdidos, pero que la
salvación está al alcance de todos. Somos justificados por gracia
mediante la fe en Cristo. Esta salvación nos da la libertad del poder
del pecado y del dominio de la ley y la libertad de ser como Cristo.
La libertad debe ser guiada por el amor y la unidad, especialmente
entre gentiles y judíos.
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Romanos
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Romanos 1:1-16 |
Rom 1:1
Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el
evangelio de Dios,
2 que él había prometido antes
por sus profetas en las santas Escrituras,
3 acerca de su Hijo, nuestro
Señor Jesucristo, que era del linaje de David según la carne,
4 que fue declarado Hijo de Dios
con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de
entre los muertos,
5 y por quien recibimos la gracia
y el apostolado, para la obediencia a la fe en todas las naciones
por amor de su nombre;
6 entre las cuales estáis también
vosotros, llamados a ser de Jesucristo;
7 a todos los que estáis en Roma,
amados de Dios, llamados a ser santos: Gracia y paz a vosotros, de
Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
8
Primeramente doy gracias a mi Dios mediante Jesucristo con
respecto a todos vosotros, de que vuestra fe se divulga por todo
el mundo.
9 Porque testigo me es Dios, a
quien sirvo en mi espíritu en el evangelio de su Hijo, de que sin
cesar hago mención de vosotros siempre en mis oraciones,
10 rogando que de alguna manera
tenga al fin, por la voluntad de Dios, un próspero viaje para ir a
vosotros.
11 Porque deseo veros, para
comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados;
12 esto es, para ser mutuamente
confortados por la fe que nos es común a vosotros y a mí.
13 Pero no quiero, hermanos, que
ignoréis que muchas veces me he propuesto ir a vosotros
(pero hasta ahora he sido estorbado), para tener también entre
vosotros algún fruto, como entre los demás gentiles.
14 A griegos y a no griegos, a
sabios y a no sabios soy deudor.
15 Así que, en cuanto a mí,
pronto estoy a anunciaros el evangelio también a vosotros que
estáis en Roma.
16
Porque no me averg:uenzo del evangelio, porque es poder de Dios
para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y
también al griego.
|
-
¿Para
quién fue prometido el evangelio de Dios? (1-2)
-
¿De
quien trata el evangelio de Dios ? (3-4)
-
¿A
quien fue escrita esta epístola? (7)
-
¿Cuán
a menudo oraba él por los romanos? (9)
-
¿Por
cuáles tres razones Pablo deseaba venir a ellos? (10-13)
-
¿De
quién era un deudor Pablo? (14)
-
¿Qué
estaba listo para hacer Pablo? (15)
-
¿De
qué no estaba avergonzado Pablo? (16)
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Romanos
1:17-32 |
1:17
Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe,
como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.
18
Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e
injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad;
19 porque lo que de Dios se conoce
les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó.
20 Porque las cosas invisibles de él,
su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la
creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas,
de modo que no tienen excusa.
21 Pues habiendo conocido a Dios, no
le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se
envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue
entenebrecido.
22 Profesando ser sabios, se hicieron
necios,
23 y cambiaron la gloria del Dios
incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves,
de cuadrúpedos y de reptiles.
24 Por lo cual también Dios los
entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de
modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos,
25 ya que cambiaron la verdad de Dios
por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al
Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.
26 Por esto Dios los entregó a
pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural
por el que es contra naturaleza,
27 y de igual modo también los
hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su
lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con
hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.
28 Y como ellos no aprobaron tener en
cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer
cosas que no convienen;
29 estando atestados de toda
injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de
envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades;
30 murmuradores, detractores,
aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de
males, desobedientes a los padres,
31 necios, desleales, sin afecto
natural, implacables, sin misericordia;
32 quienes habiendo entendido el
juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte,
no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las
practican. |
-
¿Cómo
vivirá el justo? (17)
-
¿Contra
qué es la ira de Dios?
-
¿Qué
se ha visto claramente desde la creación del mundo? (20)
-
¿Aunque
ellos conocían a Dios, qué no hicieron los hombres injustos?
(21)
-
¿En
cambio, qué hicieron los hombres injustos? (22-23)
-
¿A
Qué los entregó Dios? (24,26,28)
-
¿Por
qué los hombres injustos cambiaron la verdad de Dios? (25)
-
¿Por
qué los hombres injustos dejaron el uso natural de mujeres? (27)
-
¿En
qué hechos incorrectos fueron ellos involucrados? (29-31)
-
¿Aunque
ellos conocían el juicio justo de Dios, qué hicieron ellos? (32)
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Romanos
2:1-16 |
2:1
Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que
juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo;
porque tú que juzgas haces lo mismo.
2 Mas sabemos que el juicio de
Dios contra los que practican tales cosas es según verdad.
3 ¿Y piensas esto, oh hombre, tú
que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tú escaparás
del juicio de Dios?
4 ¿O menosprecias las riquezas de
su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su
benignidad te guía al arrepentimiento?
5 Pero por tu dureza y por tu
corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de
la ira y de la revelación del justo juicio de Dios,
6 el cual pagará a cada uno
conforme a sus obras:
7 vida eterna a los que,
perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad,
8 pero ira y enojo a los que son
contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la
injusticia;
9 tribulación y angustia sobre
todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente y también
el griego,
10 pero gloria y honra y paz a
todo el que hace lo bueno, al judío primeramente y también al
griego;
11 porque no hay acepción de
personas para con Dios.
12 Porque todos los que sin ley
han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley
han pecado, por la ley serán juzgados;
13 porque no son los oidores de
la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán
justificados.
14 Porque cuando los gentiles que
no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos,
aunque no tengan ley, son ley para sí mismos,
15 mostrando la obra de la ley
escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y
acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos,
16 en el día en que Dios juzgará
por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi
evangelio.
|
-
¿De
acuerdo a qué es el juicio de Dios ? (2)
-
¿Hacia
qué guía la bondad de Dios a una persona? (4)
-
¿Quién
recibirá la vida eterna en el juicio de Dios? (6-7)
-
¿Quién
recibirá indignación, ira, tribulación y angustia en el juicio
de Dios? (8-9)
-
¿Cuándo
los Gentiles son una ley para sí mismos? (14)
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Romanos
2:17-29 |
2:17
He aquí, tú tienes el sobrenombre de judío, y te apoyas en la ley, y te
glorías en Dios,
18 y conoces su voluntad, e
instruido por la ley apruebas lo mejor,
19 y confías en que eres guía de
los ciegos, luz de los que están en tinieblas,
20 instructor de los indoctos,
maestro de niños, que tienes en la ley la forma de la ciencia y de
la verdad.
21 Tú, pues, que enseñas a otro,
¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha de hurtar,
¿hurtas?
22 Tú que dices que no se ha de
adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes
sacrilegio?
23 Tú que te jactas de la ley,
¿con infracción de la ley deshonras a Dios?
24 Porque como está escrito, el
nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de
vosotros.
25 Pues en verdad la circuncisión
aprovecha, si guardas la ley; pero si eres transgresor de la ley,
tu circuncisión viene a ser incircuncisión.
26 Si, pues, el incircunciso
guardare las ordenanzas de la ley, ¿no será tenida su
incircuncisión como circuncisión?
27 Y el que físicamente es
incircunciso, pero guarda perfectamente la ley, te condenará a ti,
que con la letra de la ley y con la circuncisión eres transgresor
de la ley.
28 Pues no es judío el que lo es
exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente
en la carne;
29 sino que es judío el que lo es
en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu,
no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de
Dios.
|
-
¿De
qué alardeaba el judío? (17-20, 23)
-
¿Qué
preguntas hizo Pablo a los judíos? (21-22)
-
¿Cuándo
la circuncisión es aprovechada? (25)
-
¿Quién
es un judío real? (28-29)
-
¿Porqué
la circuncisión es muy importante? (29)
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Romanos
3:1-20 |
3:1
¿Qué ventaja tiene, pues, el judío? ¿o de qué aprovecha la circuncisión?
2 Mucho, en todas maneras.
Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la palabra de Dios.
3 ¿Pues qué, si algunos de ellos
han sido incrédulos? ¿Su incredulidad habrá hecho nula la
fidelidad de Dios?
4 De ninguna manera; antes bien
sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso; como está escrito:
Para que seas justificado en tus palabras,
Y venzas cuando fueres juzgado. m
5 Y si nuestra injusticia hace
resaltar la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Será injusto Dios que
da castigo? (Hablo como hombre.)
6 En ninguna manera; de otro modo,
¿cómo juzgaría Dios al mundo?
7 Pero si por mi mentira la
verdad de Dios abundó para su gloria, ¿por qué aún soy juzgado
como pecador?
8 ¿Y por qué no decir (como se
nos calumnia, y como algunos, cuya condenación es justa, afirman
que nosotros decimos): Hagamos males para que vengan bienes?
9
¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera;
pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo
pecado.
10 Como está escrito:
No hay justo, ni aun uno;
11 No hay quien entienda,
No hay quien busque a Dios.
12 Todos se desviaron, a una se
hicieron inútiles;
No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.
13 Sepulcro abierto es su
garganta;
Con su lengua engañan.
Veneno de áspides hay debajo de sus labios;
14 Su boca está llena de
maldición y de amargura.
15 Sus pies se apresuran para
derramar sangre;
16 Quebranto y desventura hay en
sus caminos;
17 Y no conocieron camino de paz.
18 No hay temor de Dios delante
de sus ojos.
19 Pero sabemos que todo lo que
la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda
boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios;
20 ya que por las obras de la ley
ningún ser humano será justificado delante de él;
porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.
|
-
¿Qué
ventaja tiene el judío? (1-2)
-
¿Quién
es verdad y quién es un mentiroso? (4)
-
¿Qué
dijeron los calumniadores que Pablo había dicho? (8)
-
¿Quién
está bajo el pecado? (9-18)
-
¿Quién
es culpable ante Dios? (19)
-
¿De
dónde nosotros tomamos el conocimiento de pecado? (20)
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Romanos
3:21-31 |
3:21
Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios,
testificada por la ley y por los profetas;
22 la justicia de Dios por medio
de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él.
Porque no hay diferencia,
23 por cuanto todos pecaron, y
están destituidos de la gloria de Dios,
24 siendo justificados
gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en
Cristo Jesús,
25 a quien Dios puso como
propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su
justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los
pecados pasados,
26 con la mira de manifestar en
este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que
justifica al que es de la fe de Jesús.
27 ¿Dónde, pues, está la
jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras?
No, sino por la ley de la fe.
28 Concluimos, pues, que el
hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.
29 ¿Es Dios solamente Dios de los
judíos? ¿No es también Dios de los gentiles? Ciertamente, también
de los gentiles.
30 Porque Dios es uno, y él
justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la
fe a los de la incircuncisión.
31 ¿Luego por la fe invalidamos
la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley.
|
-
¿De
dónde nosotros tomamos la justicia de Dios? (21-22)
-
¿Quién
ha pecado y ha caído de la gloria de Dios? (23)
-
¿Cómo
hemos sido justificados? (24-26)
-
¿Quién
es justificado por la fe? (27-30)
-
¿Es
la ley invalidada por la fe? (31)
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Romanos 4 |
4:1
¿Qué, pues, diremos que halló Abraham, nuestro padre según la carne?
2 Porque si Abraham fue
justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para
con Dios.
3 Porque ¿qué dice la Escritura?
Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia.
4 Pero al que obra, no se le
cuenta el salario como gracia, sino como deuda;
5 mas al que no obra, sino cree
en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.
6 Como también David habla de la
bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin
obras,
7 diciendo:
Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas,
Y cuyos pecados son cubiertos.
8 Bienaventurado el varón a
quien el Señor no inculpa de pecado.
9 ¿Es, pues, esta bienaventuranza
solamente para los de la circuncisión, o también para los de la
incircuncisión? Porque decimos que a Abraham le fue contada la fe
por justicia.
10 ¿Cómo, pues, le fue contada? ¿Estando
en la circuncisión, o en la incircuncisión? No en la circuncisión,
sino en la incircuncisión.
11 Y recibió la circuncisión
como señal, como sello de la justicia de la fe que tuvo estando
aún incircunciso; para que fuese padre de todos los creyentes no
circuncidados, a fin de que también a ellos la fe les sea contada
por justicia;
12 y padre de la circuncisión,
para los que no solamente son de la circuncisión, sino que también
siguen las pisadas de la fe que tuvo nuestro padre Abraham antes
de ser circuncidado.
13
Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la
promesa de que sería heredero del mundo, sino por la
justicia de la fe.
14 Porque si los que son de la
ley son los herederos, vana resulta la fe, y anulada la promesa.
15 Pues la ley produce ira; pero
donde no hay ley, tampoco hay transgresión.
16 Por tanto, es por fe, para que
sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su
descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también
para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos
nosotros
17 (como está escrito: Te he
puesto por padre de muchas gentes) delante de Dios, a
quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que
no son, como si fuesen.
18 El creyó en esperanza contra
esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo
que se le había dicho: Así será tu descendencia.
19 Y no se debilitó en la fe al
considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi
cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara.
20 Tampoco dudó, por incredulidad,
de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria
a Dios,
21 plenamente convencido de que
era también poderoso para hacer todo lo que había prometido;
22 por lo cual también su fe le
fue contada por justicia.
23 Y no solamente con respecto a
él se escribió que le fue contada,
24 sino también con respecto a
nosotros a quienes ha de ser contada, esto es, a los que creemos
en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro,
25 el cual fue entregado por
nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación.
|
-
¿Cómo
Abraham fue contado como justo? (1-4)
-
¿Quién
dijo David que eran bienaventurados? (6-8)
-
¿Se
consideró Abraham justo antes de que él fuera circuncidado?
(9-12)
-
¿Cómo
recibió Abraham la promesa de que sería heredero del mundo? (13)
-
¿Qué
es lo que no consideró Abraham recibiendo la promesa? (19)
-
¿De
qué estaba plenamente convencido Abraham? (21)
-
¿Cómo
será la justicia contada
a nosotros? (22-25)
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Romanos
5:1-11 |
5:1
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de
nuestro Señor Jesucristo;
2 por quien también tenemos
entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos
gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
3 Y no sólo esto, sino que
también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la
tribulación produce paciencia;
4 y la paciencia, prueba; y la
prueba, esperanza;
5 y la esperanza no averg:uenza;
porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por
el Espíritu Santo que nos fue dado.
6 Porque Cristo, cuando aún
éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.
7 Ciertamente, apenas morirá
alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir
por el bueno.
8 Mas Dios muestra su amor para
con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por
nosotros.
9 Pues mucho más, estando ya
justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.
10 Porque si siendo enemigos,
fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más,
estando reconciliados, seremos salvos por su vida.
11 Y no sólo esto, sino que
también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por
quien hemos recibido ahora la reconciliación.
|
-
¿En
qué nos regocijamos? (2)
-
¿En
qué nos gloriamos nosotros? (3)
-
¿Qué
produce la tribulación? (3)
-
¿Qué
es derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo? (5)
-
¿Cuándo
murio Cristo por nosotros? (6-8)
-
¿De
qué seremos salvos? (9)
-
¿Cuál
es el significado de nuestra reconciliación? (10-11)
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Romanos
5:12-21 |
5:12
Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el
pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres,
por cuanto todos pecaron.
13 Pues antes de la ley, había pecado
en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado.
14 No obstante, reinó la muerte desde
Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la
transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir.
15 Pero el don no fue como la
transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los
muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios
por la gracia de un hombre, Jesucristo.
16 Y con el don no sucede como en el
caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino a causa
de un solo pecado para condenación, pero el don vino a causa de muchas
transgresiones para justificación.
17 Pues si por la transgresión de uno
solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo,
Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la
justicia.
18 Así que, como por la transgresión
de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por
la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida.
19 Porque así como por la
desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores,
así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos
justos.
20 Pero la ley se introdujo para que
el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia;
21 para que así como el pecado reinó
para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida
eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro.
|
-
¿Qué
entró en el mundo por un hombre? (12,14-19)
-
¿Qué
trajo Jesucristo, el hombre? (15-19)
-
¿Qué
abundó mucho más dónde el pecado abundó? (20)
-
¿Por
cuanto el pecado reinó en la muerte, para qué reinará la gracia?
Cuestionario de Romanos Capitulos 1-5
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Romanos
6:1-14 |
6:1
¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia
abunde?
2 En ninguna manera. Porque los
que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?
3 ¿O no sabéis que todos los que
hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su
muerte?
4 Porque somos sepultados
juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como
Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así
también nosotros andemos en vida nueva.
5 Porque si fuimos plantados
juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo
seremos en la de su resurrección;
6 sabiendo esto, que nuestro
viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo
del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.
7 Porque el que ha muerto, ha
sido justificado del pecado.
8 Y si morimos con Cristo,
creemos que también viviremos con él;
9 sabiendo que Cristo, habiendo
resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea
más de él.
10 Porque en cuanto murió, al
pecado murió una vez por todas; mas en cuanto vive, para Dios
vive.
11 Así también vosotros
consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo
Jesús, Señor nuestro.
12 No reine, pues, el pecado en
vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus
concupiscencias;
13 ni tampoco presentéis vuestros
miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos
vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros
miembros a Dios como instrumentos de justicia.
14 Porque el pecado no se
enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la
gracia.
|
-
¿Continuaremos
en el pecado para que la gracia abunde? (1-2)
-
¿Cómo
somo sepultados con Cristo? (3-4)
-
Ya
que Jesús fue resucitado de los muertos ¿cómo debemos andar?
(4)
-
¿Por
qué nuestro Viejo hombre fue crucificado con El? (6-7)
-
¿Si
nosotros muriéramos con El,
qué debemos creer? (8-11)
-
¿Qué
no debemos permitir que reine en nuestros cuerpos? (12,14)
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Romanos
6:15-23 |
6:15
¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la
gracia? En ninguna manera.
16 ¿No sabéis que si os sometéis
a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a
quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la
obediencia para justicia?
17 Pero gracias a Dios, que
aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a
aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados;
18 y libertados del pecado,
vinisteis a ser siervos de la justicia.
19 Hablo como humano, por vuestra
humana debilidad; que así como para iniquidad presentasteis
vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad,
así ahora para santificación presentad vuestros miembros para
servir a la justicia.
20 Porque cuando erais esclavos
del pecado, erais libres acerca de la justicia.
21 ¿Pero qué fruto teníais de
aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin
de ellas es muerte.
22 Mas ahora que habéis sido
libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro
fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.
23 Porque la paga del pecado es
muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor
nuestro.
|
-
¿Cómo
debemos rendirnos a Dios? (13)
-
¿De
quién son esclavos para obedecer? (16)
-
¿De
qué somos ahora esclavos sin embargo anteriormente eramos
esclavos del pecado? (17-20)
-
¿Qué
fruto tenía usted como resultado siendo un esclavo del pecado?
(21)
-
¿Qué
fruto tiene usted como resultado de ser un esclavo de Dios? (22)
-
¿Cuáles
son las pagas del
pecado? (23)
-
¿Cuál
es la dádiva de Dios? (23)
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Romanos
7:1-13 |
7:1
¿Acaso ignoráis, hermanos (pues hablo con los que conocen la ley), que la
ley se enseñorea del hombre entre tanto que éste vive?
2 Porque la mujer casada está
sujeta por la ley al marido mientras éste vive; pero si el marido
muere, ella queda libre de la ley del marido.
3 Así que, si en vida del marido
se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido
muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a
otro marido, no será adúltera.
4 Así también vosotros, hermanos
míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para
que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que
llevemos fruto para Dios.
5 Porque mientras estábamos en la
carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en
nuestros miembros llevando fruto para muerte.
6 Pero ahora estamos libres de la
ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de
modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el
régimen viejo de la letra.
7
¿Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo
no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la
codicia, si la ley no dijera: No codiciarás.
8 Mas el pecado, tomando ocasión
por el mandamiento, produjo en mí toda codicia; porque sin la ley
el pecado está muerto.
9 Y yo sin la ley vivía en un
tiempo; pero venido el mandamiento, el pecado revivió y yo morí.
10 Y hallé que el mismo
mandamiento que era para vida, a mí me resultó para muerte;
11 porque el pecado, tomando
ocasión por el mandamiento, me engañó, y por él me mató.
12 De manera que la ley a la
verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno.
13 ¿Luego lo que es bueno, vino a
ser muerte para mí? En ninguna manera; sino que el pecado, para
mostrarse pecado, produjo en mí la muerte por medio de lo que es
bueno, a fin de que por el mandamiento el pecado llegase a ser
sobremanera pecaminoso.
|
-
¿Qué
ilustración muestra que ya no estamos obligados a la ley? (1-5)
-
¿Cómo
deberíamos servir a Dios? (6)
-
¿Es
pecado la ley ? (7,12,14)
-
¿Qué
no hubieramos conocido sino hubiera sido por la ley? (7)
-
¿Qué
ha traído el mandamiento? (9-11)
-
¿Cómo
se ha vuelto el pecado a través del mandamiento? (13)
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Romanos
7:14-25 |
7:14
Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al
pecado.
15 Porque lo que hago, no lo entiendo;
pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago.
16 Y si lo que no quiero, esto hago,
apruebo que la ley es buena.
17 De manera que ya no soy yo quien
hace aquello, sino el pecado que mora en mí.
18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi
carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no
el hacerlo.
19 Porque no hago el bien que quiero,
sino el mal que no quiero, eso hago.
20 Y si hago lo que no quiero, ya no
lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.
21 Así que, queriendo yo hacer el
bien, hallo esta ley: que el mal está en mí.
22 Porque según el hombre interior,
me deleito en la ley de Dios;
23 pero veo otra ley en mis miembros,
que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la
ley del pecado que está en mis miembros.
24 !!Miserable de mí! ¿quién me
librará de este cuerpo de muerte?
25 Gracias doy a Dios, por Jesucristo
Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios,
mas con la carne a la ley del pecado. |
-
¿Dónde
no mora el bien? (18)
-
¿Qué
leyes mancionó Pablo? (22-23,25)
-
¿Quién
nos librará? (24-25)
-
¿Con
qué ley dijo Pablo que ha servido con su mente? (25)
-
¿Con
qué ley dijo Pablo que ha servido con su carne? (25)
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Romanos 8:1-17 |
8:1
Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que
están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino
conforme al Espíritu.
2 Porque la ley del Espíritu de
vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la
muerte.
3 Porque lo que era imposible
para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a
su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado,
condenó al pecado en la carne;
4 para que la justicia de la ley
se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino
conforme al Espíritu.
5 Porque los que son de la carne
piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu,
en las cosas del Espíritu.
6 Porque el ocuparse de la carne
es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.
7 Por cuanto los designios de la
carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de
Dios, ni tampoco pueden;
8 y los que viven según la carne
no pueden agradar a Dios.
9 Mas vosotros no vivís según la
carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora
en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de
él.
10 Pero si Cristo está en
vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas
el espíritu vive a causa de la justicia.
11 Y si el Espíritu de aquel que
levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de
los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos
mortales por su Espíritu que mora en vosotros.
12 Así que, hermanos, deudores
somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne;
13 porque si vivís conforme a la
carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de
la carne, viviréis.
14 Porque todos los que son
guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
15 Pues no habéis recibido el
espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que
habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos:
!!Abba, Padre!
16 El Espíritu mismo da
testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.
17 Y si hijos, también herederos;
herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos
juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.
|
-
¿Para
quién no hay ninguna condenación? (1)
-
¿Qué
nos ha hecho libres de la ley del pecado y de la muerte? (2)
-
¿Quién
condenó al pecado en la carne? (3)
-
¿Cómo
cumplimos los requisitos de la justicia de la ley? (4)
-
¿Cuáles
son las dos maneras de pensar y los resultados de cada una? (6)
-
¿Quién
no puede agradar a Dios? (8)
-
¿Qué
es requerido para ser
uno de Cristo? (9)
-
¿Qué
hará por Usted el Espíritu de Cristo que mora en usted? (11)
-
¿Quiénes
son los hijos de Dios? (14)
-
¿De
qué da testimonio el Espíritu? (16-17)
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Romanos
8:18-39 |
8:18
Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son
comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.
19 Porque el anhelo ardiente de la
creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios.
20 Porque la creación fue sujetada a
vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó
en esperanza;
21 porque también la creación misma
será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa
de los hijos de Dios.
22 Porque sabemos que toda la
creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora;
23 y no sólo ella, sino que también
nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros
también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la
redención de nuestro cuerpo.
24 Porque en esperanza fuimos salvos;
pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve,
¿a qué esperarlo?
25 Pero si esperamos lo que no vemos,
con paciencia lo aguardamos.
26 Y de igual manera el Espíritu nos
ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no
lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos
indecibles.
27 Mas el que escudriña los corazones
sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad
de Dios intercede por los santos.
28
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien,
esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
29 Porque a los que antes conoció,
también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de
su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
30 Y a los que predestinó, a éstos
también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los
que justificó, a éstos también glorificó.
31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si
Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?
32 El que no escatimó ni a su propio
Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará
también con él todas las cosas?
33 ¿Quién acusará a los escogidos de
Dios? Dios es el que justifica.
34 ¿Quién es el que condenará? Cristo
es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está
a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
35 ¿Quién nos separará del amor de
Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez,
o peligro, o espada?
36 Como está escrito:
Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;
Somos contados como ovejas de matadero. m
37 Antes, en todas estas cosas somos
más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
38 Por lo cual estoy seguro de que ni
la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni
lo presente, ni lo por venir,
39 ni lo alto, ni lo profundo, ni
ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en
Cristo Jesús Señor nuestro. |
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-
¿Qué
no es digno de ser comparado con la gloria que es revelada en
nosotros? (18)
-
¿De
qué sera liberada ma creación misma? ((21)
-
¿Por
qué gemimos nosotros? (23)
-
¿En
qué más nos ayuda el Espíritu? (26)
-
¿Para
quiénes todas las cosas les ayudan a bien? (28)
-
¿Qué
hizo también Dios por aquéllos que El conoció antes? (29-30)
-
¿Cómo
contestó Pablo a la pregunta “ Si Dios es por nosotros, ¿Quién
contra nosotros?” (31-34)
-
¿Cuáles
son las diecisiete cosas que Pablo escribió que no seran es
capacez de separarnos del Amor de Dios? (35-36,38-39)
-
¿Qué
somos nosotros en éstas cosas por medio de aquél que nos amó?
(37)
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Romanos
9:1-18 |
9:1
Verdad digo en Cristo, no miento, y mi conciencia me da testimonio en el
Espíritu Santo,
2 que tengo gran tristeza y
continuo dolor en mi corazón.
3 Porque deseara yo mismo ser
anatema, separado de Cristo, por amor a mis hermanos, los que son
mis parientes según la carne;
4 que son israelitas, de los
cuales son la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la
ley, el culto y las promesas;
5 de quienes son los patriarcas,
y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios
sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.
6 No que la palabra de Dios haya
fallado; porque no todos los que descienden de Israel son
israelitas,
7 ni por ser descendientes de
Abraham, son todos hijos; sino: En Isaac te será llamada
descendencia.
8 Esto es: No los que son hijos
según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos
según la promesa son contados como descendientes.
9 Porque la palabra de la promesa
es esta: Por este tiempo vendré, y Sara tendrá un hijo.
10 Y no sólo esto, sino también
cuando Rebeca concibió de uno, de Isaac nuestro padre
11 (pues no habían aún nacido, ni
habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios
conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el
que llama),
12 se le dijo: El mayor servirá
al menor.
13 Como está escrito: A Jacob amé,
mas a Esaú aborrecí.
14 ¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay
injusticia en Dios? En ninguna manera.
15 Pues a Moisés dice: Tendré
misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del
que yo me compadezca.
16 Así que no depende del que
quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.
17 Porque la Escritura dice a
Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi
poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra.
18 De manera que de quien quiere,
tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece.
|
-
¿Por
qué tenía Pablo gran tristeza y continuo dolor? (1-5)
-
¿De
quién son los hijos de Dios? (6-9)
-
¿Qué
dijo Dios con respecto a Jacob y Esaú antes de que ellos nacieran?
(10-13)
-
¿En
quién muestra Dios misericordia? (15-16,18)
-
¿De
quién endurece el corazón Dios? (17-18)
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Romanos
9:19-33 |
9:19
Pero me dirás: ¿Por qué, pues, inculpa? porque ¿quién ha resistido a su
voluntad?
20 Mas antes, oh hombre, ¿quién eres
tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo
formó: ¿Por qué me has hecho así?
21 ¿O no tiene potestad el alfarero
sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro
para deshonra?
22 ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar
su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos
de ira preparados para destrucción,
23 y para hacer notorias las riquezas
de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él
preparó de antemano para gloria,
24 a los cuales también ha llamado,
esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, sino también de los
gentiles?
25 Como también en Oseas dice:
Llamaré pueblo mío al que no era mi pueblo,
Y a la no amada, amada.
26 Y en el lugar donde se les dijo:
Vosotros no sois pueblo mío,
Allí serán llamados hijos del Dios viviente.
27 También Isaías clama tocante a
Israel: Si fuere el número de los hijos de Israel como la arena del
mar, tan sólo el remanente será salvo;
28 porque el Señor ejecutará su
sentencia sobre la tierra en justicia y con prontitud.
29 Y como antes dijo Isaías:
Si el Señor de los ejércitos no nos hubiera dejado descendencia,
Como Sodoma habríamos venido a ser, y a Gomorra seríamos
semejantes.
30
¿Qué, pues, diremos? Que los gentiles, que no iban tras la justicia,
han alcanzado la justicia, es decir, la justicia que es por fe;
31 mas Israel, que iba tras una ley
de justicia, no la alcanzó.
32 ¿Por qué? Porque iban tras ella no
por fe, sino como por obras de la ley, pues tropezaron en la piedra de
tropiezo,
33 como está escrito:
He aquí pongo en Sion piedra de tropiezo y roca de caída;
Y el que creyere en él, no será avergonzado.(L) |
-
¿Qué
ilustración fue usada para mostrar lo que Dios puede hacer a Su
voluntad? (19-23)
-
¿A
quién llamó Dios además de los judíos? (24)
-
¿Qué
citó Pablo de Oseas? (25-26)
-
¿Según
Isaías qué parte de Israel será salva? (27-28)
-
¿Cómo
alcanzaron los Gentiles la justicia? (30)
-
¿Por
qué Israel no alcanzó la justicia? (31-32)
-
¿Con
qué tropezó Israel? (32-33)
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Romanos
10:1-21 |
10:1
Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi
oración a Dios por Israel, es para salvación.
2 Porque yo les doy testimonio de
que tienen celo de Dios, pero no conforme a ciencia.
3 Porque ignorando la justicia de
Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a
la justicia de Dios;
4 porque el fin de la ley es
Cristo, para justicia a todo aquel que cree.
5 Porque de la justicia que es
por la ley Moisés escribe así: El hombre que haga estas cosas,
vivirá por ellas.
6 Pero la justicia que es por la
fe dice así: No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo? (esto
es, para traer abajo a Cristo);
7 o, ¿quién descenderá al abismo?
(esto es, para hacer subir a Cristo de entre los muertos).
8 Mas ¿qué dice? Cerca de ti está
la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la
palabra de fe que predicamos:
9 que si confesares con tu boca
que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le
levantó de los muertos, serás salvo.
10 Porque con el corazón se cree
para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
11 Pues la Escritura dice: Todo
aquel que en él creyere, no será avergonzado.
12 Porque no hay diferencia entre
judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para
con todos los que le invocan;
13 porque todo aquel que invocare
el nombre del Señor, será salvo.
14 ¿Cómo, pues, invocarán a aquel
en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han
oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?
15 ¿Y cómo predicarán si no
fueren enviados? Como está escrito: !!Cuán hermosos son los pies
de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!
16 Mas no todos obedecieron al
evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro
anuncio?
17 Así que la fe es por el oír, y
el oír, por la palabra de Dios.
18 Pero digo: ¿No han oído? Antes
bien,
Por toda la tierra ha salido la voz de ellos,
Y hasta los fines de la tierra sus palabras.
19 También digo: ¿No ha conocido
esto Israel? Primeramente Moisés dice:
Yo os provocaré a celos con un pueblo que no es pueblo;
Con pueblo insensato os provocaré a ira. m
20 E Isaías dice resueltamente:
Fui hallado de los que no me buscaban;
Me manifesté a los que no preguntaban por mí. m
21 Pero acerca de Israel dice:
Todo el día extendí mis manos a un pueblo rebelde y contradictor.
|
-
¿Cuál
era el deseo y la oración de Pablo por Israel? (1)
-
¿Qué
dijo Pablo sobre el celo de Israel para Dios? (2-3)
-
¿Dónde
debe estar la palabra de fe? (8)
-
¿Qué
dijo Pablo sobre la confesión y la creencia? (9-10)
-
¿Quién
será salvo? (11-13)
-
¿De
dónde viene la fe? (14-17)
-
¿Qué
profetizó Moisés que provocaría Israel para tener celos?
(19-20)
Cuestionario de Romanos Capitulos 6-10
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Romanos
11:1-21 |
11:1
Digo, pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera. Porque
también yo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la
tribu de Benjamín.
2 No ha desechado Dios a su
pueblo, al cual desde antes conoció. ¿O no sabéis qué dice de
Elías la Escritura, cómo invoca a Dios contra Israel, diciendo:
3 Señor, a tus profetas han dado
muerte, y tus altares han derribado; y sólo yo he quedado, y
procuran matarme?
4 Pero ¿qué le dice la divina
respuesta? Me he reservado siete mil hombres, que no han doblado
la rodilla delante de Baal.
5 Así también aun en este tiempo
ha quedado un remanente escogido por gracia.
6 Y si por gracia, ya no es por
obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras,
ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra.
7 ¿Qué pues? Lo que buscaba
Israel, no lo ha alcanzado; pero los escogidos sí lo han alcanzado,
y los demás fueron endurecidos;
8 como está escrito: Dios les dio
espíritu de estupor, ojos con que no vean y oídos con que no oigan,
hasta el día de hoy.
9 Y David dice:
Sea vuelto su convite en trampa y en red,
En tropezadero y en retribución;
10 Sean oscurecidos sus ojos
para que no vean,
Y agóbiales la espalda para siempre.
11
Digo, pues: ¿Han tropezado los de Israel para que cayesen? En
ninguna manera; pero por su transgresión vino la salvación a los
gentiles, para provocarles a celos.
12 Y si su transgresión es la
riqueza del mundo, y su defección la riqueza de los gentiles, ¿cuánto
más su plena restauración?
13 Porque a vosotros hablo,
gentiles. Por cuanto yo soy apóstol a los gentiles, honro mi
ministerio,
14 por si en alguna manera pueda
provocar a celos a los de mi sangre, y hacer salvos a algunos de
ellos.
15 Porque si su exclusión es la
reconciliación del mundo, ¿qué será su admisión, sino vida de
entre los muertos?
16 Si las primicias son santas,
también lo es la masa restante; y si la raíz es santa, también lo
son las ramas.
17 Pues si algunas de las ramas
fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre, has sido
injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la
raíz y de la rica savia del olivo,
18 no te jactes contra las ramas;
y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a
ti.
19 Pues las ramas, dirás, fueron
desgajadas para que yo fuese injertado.
20 Bien; por su incredulidad
fueron desgajadas, pero tú por la fe estás en pie. No te
ensoberbezcas, sino teme.
21 Porque si Dios no perdonó a
las ramas naturales, a ti tampoco te perdonará.
|
-
¿Cuáles
dos ejemplos dió Pablo para mostrar que Dios no ha desechado a
Israel? (1-4)
-
¿Si
la salvación es por gracia,
por qué ya no es más? (5-6)
-
¿Quién
fue cegado? (7-10,25)
-
¿Para
quién era Pablo un apóstol? (13)
-
¿A
qué tipo de árbol asemeja Pablo a Israel? (16-17)
-
¿Cómo
los Gentiles se volvieron parte de este árbol? (17-19)
-
¿Por
qué Gentiles no deben ser altivos? (20-21)
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Romanos
11:22-36 |
11:22
Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente
para con los que cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces
en esa bondad; pues de otra manera tú también serás cortado.
23 Y aun ellos, si no permanecieren
en incredulidad, serán injertados, pues poderoso es Dios para
volverlos a injertar.
24 Porque si tú fuiste cortado del
que por naturaleza es olivo silvestre, y contra naturaleza fuiste
injertado en el buen olivo, ¿cuánto más éstos, que son las ramas
naturales, serán injertados en su propio olivo?
25
Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no
seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a
Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de
los gentiles;
26 y luego todo Israel será salvo,
como está escrito:
Vendrá de Sion el Libertador,
Que apartará de Jacob la impiedad.
27 Y este será mi pacto con ellos,
Cuando yo quite sus pecados. m
28 Así que en cuanto al evangelio,
son enemigos por causa de vosotros; pero en cuanto a la elección, son
amados por causa de los padres.
29 Porque irrevocables son los dones
y el llamamiento de Dios.
30 Pues como vosotros también en otro
tiempo erais desobedientes a Dios, pero ahora habéis alcanzado
misericordia por la desobediencia de ellos,
31 así también éstos ahora han sido
desobedientes, para que por la misericordia concedida a vosotros,
ellos también alcancen misericordia.
32 Porque Dios sujetó a todos en
desobediencia, para tener misericordia de todos.
33 !!Oh profundidad de las riquezas
de la sabiduría y de la ciencia de Dios! !!Cuán insondables son sus
juicios, e inescrutables sus caminos!
34 Porque ¿quién entendió la mente
del Señor? ¿O quién fue su consejero?
35 ¿O quién le dio a él primero, para
que le fuese recompensado?
36 Porque de él, y por él, y para él,
son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén. |
-
¿Cuáles
dos aspectos de Dios debemos considerar? (22)
-
¿Quiénes
serán injertados de nuevo? (23-24,26-28)
-
¿Por
qué Israel estaba cegado en parte? (25)
-
¿Qué
son irrevocables? (29)
-
¿En
quién quiere Dios mostrar misericordia? (30-32)
-
¿Qué
son insondables é inescrutables? (33-35)
-
¿A
quién pertenece la gloria para siempre? (36)
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Romanos
12:1-8 |
12:1
Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis
vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que
es vuestro culto racional.
2 No os conforméis a este siglo,
sino transformaos por medio de la renovación de vuestro
entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de
Dios, agradable y perfecta.
3 Digo, pues, por la gracia que
me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más
alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí
con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada
uno.
4 Porque de la manera que en un
cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen
la misma función,
5 así nosotros, siendo muchos,
somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de
los otros.
6 De manera que, teniendo
diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si
el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe;
7 o si de servicio, en servir; o
el que enseña, en la enseñanza;
8 el que exhorta, en la
exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con
solicitud; el que hace misericordia, con alegría.
|
-
¿Qué
nos pidio Pablo hacer? (1)
-
¿En
lugar de conformarnos a este mundo qué debemos hacer? (2)
-
¿Cómo
debemos pensar? (3)
-
¿Qué
ha repartido Dios a cada uno de nosotros? (3)
-
¿Qué
ilustración usó Pablo para mostrar que todas las personas no
tienen la misma función en la iglesia? (4-5)
-
¿Cuáles
son algunos diferentes dones en la iglesia? (6-8)
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Romanos
12:9-21 |
12:9
El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno.
10 Amaos los unos a los otros con
amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.
11 En lo que requiere diligencia, no
perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor;
12 gozosos en la esperanza; sufridos
en la tribulación; constantes en la oración;
13 compartiendo para las necesidades
de los santos; practicando la hospitalidad.
14 Bendecid a los que os persiguen;
bendecid, y no maldigáis.
15 Gozaos con los que se gozan;
llorad con los que lloran.
16 Unánimes entre vosotros; no
altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra
propia opinión.
17 No paguéis a nadie mal por mal;
procurad lo bueno delante de todos los hombres.
18 Si es posible, en cuanto dependa
de vosotros, estad en paz con todos los hombres.
19 No os venguéis vosotros mismos,
amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está:
Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.
20 Así que, si tu enemigo tuviere
hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo
esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza.
21 No seas vencido de lo malo, sino
vence con el bien el mal. |
-
¿Cómo
debemos amar? (9)
-
¿Qué
debemos aborrecer?
(9)
-
¿A
qué debemos aferrarnos?
(9)
-
¿Cómo
debemos tratarnos entre si? (10)
-
¿Qué
otro consejo dió Pablo? (11-13)
-
¿A
quién debemos bendecir? (14,20)
-
¿Con
quién debemos regocijarnos y con quién debemos llorar? (15)
-
¿Con
quién debemos asociarnos? (16)
-
¿Cómo
superamos el mal? (17,21)
-
¿Cómo
debemos vivir si es posible? (18)
-
¿A
quién pertenece la venganza? (19)
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Romanos
13:1-7 |
13:1
Sométase toda persona a las autoridades superiores;
porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por
Dios han sido establecidas.
2 De modo que quien se opone a la
autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten,
acarrean condenación para sí mismos.
3 Porque los magistrados no están
para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres,
pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de
ella;
4 porque es servidor de Dios para
tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la
espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que
hace lo malo.
5 Por lo cual es necesario
estarle sujetos, no solamente por razón del castigo, sino también
por causa de la conciencia.
6 Pues por esto pagáis también
los tributos, porque son servidores de Dios que atienden
continuamente a esto mismo.
7 Pagad a todos lo que debéis: al
que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto,
respeto; al que honra, honra.
|
-
¿A
quien nosotros debemos ser sujeto? (1,5)
-
¿Qué
nosotros nos resistimos si nosotros nos resistimos las autoridades
fijadas por Dios? (2)
-
¿Cuál
es el propósito de gobernantes? (3-4)
-
¿Cuáles
son algunas cosas que usted da a las autoridades gobernantes?
(6-7)
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Romanos
13:8-14 |
13:8
No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al
prójimo, ha cumplido la ley.
9 Porque: No adulterarás,
no matarás, no hurtarás, no dirás falso
testimonio, no codiciarás, y cualquier otro
mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a
ti mismo.
10 El amor no hace mal al prójimo;
así que el cumplimiento de la ley es el amor.
11 Y esto, conociendo el tiempo, que
es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de
nosotros nuestra salvación que cuando creímos.
12 La noche está avanzada, y se
acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y
vistámonos las armas de la luz.
13 Andemos como de día, honestamente;
no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en
contiendas y envidia,
14 sino vestíos del Señor Jesucristo,
y no proveáis para los deseos de la carne. |
-
¿Cuál
es la única cosa que nosotros debemos deber? (8)
-
¿Cómo
Paul resumió los mandos que consideran nuestras relaciones con
otros? (9)
-
¿Cuál
es el cumplimiento de la ley? (10)
-
¿Cuándo
nosotros debemos despertarnos fuera de sueño? (11)
-
¿Fuera
de qué nosotros debemos lanzar? (12)
-
¿Cómo
debemos caminar? (13)
-
¿Para
qué no debemos de hacer ninguna provisión? (14)
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Romanos
14:1-12 |
14:1
Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones.
2 Porque uno cree que se ha de
comer de todo; otro, que es débil, come legumbres.
3 El que come, no menosprecie al
que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios
le ha recibido.
4 ¿Tú quién eres, que juzgas al
criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará
firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme.
5 Uno hace diferencia entre día y
día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente
convencido en su propia mente.
6 El que hace caso del día, lo
hace para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor
no lo hace. El que come, para el Señor come, porque da gracias a
Dios; y el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios.
7 Porque ninguno de nosotros vive
para sí, y ninguno muere para sí.
8 Pues si vivimos, para el Señor
vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que
vivamos, o que muramos, del Señor somos.
9 Porque Cristo para esto murió y
resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como
de los que viven.
10 Pero tú, ¿por qué juzgas a tu
hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque
todos compareceremos ante el tribunal de Cristo.
11 Porque escrito está:
Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla,
Y toda lengua confesará a Dios. m
12 De manera que cada uno de
nosotros dará a Dios cuenta de sí.
|
-
¿Qué
diferencias tienen algunos cristianos con respecto
a la comida? (1-3)
-
¿Ante
quién estamos firmes? (4)
-
¿Cómo
difieren algunos cristianos con respecto a guardar los días
especiales? (5-6)
-
¿Qué
demuestra que ninguno de nosotros vive para sí? (7-8)
-
¿Ante
quién estaremos en el juicio? (9-12)
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Romanos 14:13-23 |
14:13
Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien
decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano.
14 Yo sé, y confío en el Señor Jesús,
que nada es inmundo en sí mismo; mas para el que piensa que algo es
inmundo, para él lo es.
15 Pero si por causa de la comida tu
hermano es contristado, ya no andas conforme al amor. No hagas que por
la comida tuya se pierda aquel por quien Cristo murió.
16 No sea, pues, vituperado vuestro
bien;
17 porque el reino de Dios no es
comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.
18 Porque el que en esto sirve a
Cristo, agrada a Dios, y es aprobado por los hombres.
19 Así que, sigamos lo que contribuye
a la paz y a la mutua edificación.
20 No destruyas la obra de Dios por
causa de la comida. Todas las cosas a la verdad son limpias; pero es
malo que el hombre haga tropezar a otros con lo que come.
21 Bueno es no comer carne, ni beber
vino, ni nada en que tu hermano tropiece, o se ofenda, o se debilite.
22 ¿Tienes tú fe? Tenla para contigo
delante de Dios. Bienaventurado el que no se condena a sí mismo en lo
que aprueba.
23 Pero el que duda sobre lo que
come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no
proviene de fe, es pecado. |
-
¿Qué
no debemos hacer a nuestro hermano? (13)
-
¿Qué
es inmundo? (14)
-
¿En
qué debemos tener el cuidado para no hacer? (15,20-21)
-
¿Cuál
es el reino de Dios? (17)
-
¿Qué
debemos seguir? (19)
-
¿Quién
es felíz? (22)
-
¿Qué
se considera como pecado? (23)
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Romanos 15:1-13 |
15:1
Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los
débiles, y no agradarnos a nosotros mismos.
2 Cada uno de nosotros agrade a
su prójimo en lo que es bueno, para edificación.
3 Porque ni aun Cristo se agradó
a sí mismo; antes bien, como está escrito: Los vituperios de los
que te vituperaban, cayeron sobre mí.
4 Porque las cosas que se
escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de
que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos
esperanza.
5 Pero el Dios de la paciencia y
de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según
Cristo Jesús,
6 para que unánimes, a una voz,
glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.
7
Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos
recibió, para gloria de Dios.
8 Pues os digo, que Cristo Jesús
vino a ser siervo de la circuncisión para mostrar la verdad de
Dios, para confirmar las promesas hechas a los padres,
9 y para que los gentiles
glorifiquen a Dios por su misericordia, como está escrito:
Por tanto, yo te confesaré entre los gentiles,
Y cantaré a tu nombre. m
10 Y otra vez dice:
Alegraos, gentiles, con su pueblo. m
11 Y otra vez:
Alabad al Señor todos los gentiles,
Y magnificadle todos los pueblos. m
12 Y otra vez dice Isaías:
Estará la raíz de Isaí,
Y el que se levantará a regir los gentiles;
Los gentiles esperarán en él. m
13 Y el Dios de esperanza os
llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en
esperanza por el poder del Espíritu Santo.
|
-
¿Qué
ha de hacer el fuerte? (1)
-
¿A
quién no debemos agradar? (1-3)
-
¿Por
qué medios tenemos esperanza? (4)
-
¿Cómo
es descrito Dios? (5,13,33)
-
¿En
quién esperan los Gentiles? (9-12)
-
¿Con
qué Dios desea llenarlo? (13)
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Romanos 15:14-33 |
15:14
Pero estoy seguro de vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos
estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal manera
que podéis amonestaros los unos a los otros.
15 Mas os he escrito, hermanos, en
parte con atrevimiento, como para haceros recordar, por la gracia que
de Dios me es dada
16 para ser ministro de Jesucristo a
los gentiles, ministrando el evangelio de Dios, para que los gentiles
le sean ofrenda agradable, santificada por el Espíritu Santo.
17 Tengo, pues, de qué gloriarme en
Cristo Jesús en lo que a Dios se refiere.
18 Porque no osaría hablar sino de lo
que Cristo ha hecho por medio de mí para la obediencia de los
gentiles, con la palabra y con las obras,
19 con potencia de señales y
prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde
Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del
evangelio de Cristo.
20 Y de esta manera me esforcé a
predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiese sido nombrado, para
no edificar sobre fundamento ajeno,
21 sino, como está escrito:
Aquellos a quienes nunca les fue anunciado acerca de él, verán;
Y los que nunca han oído de él, entenderán.
22
Por esta causa me he visto impedido muchas veces de ir a vosotros.
23 Pero ahora, no teniendo más campo
en estas regiones, y deseando desde hace muchos años ir a vosotros,
24 cuando vaya a España, iré a
vosotros; porque espero veros al pasar, y ser encaminado allá por
vosotros, una vez que haya gozado con vosotros.
25 Mas ahora voy a Jerusalén para
ministrar a los santos.
26 Porque Macedonia y Acaya tuvieron
a bien hacer una ofrenda para los pobres que hay entre los santos que
están en Jerusalén.
27 Pues les pareció bueno, y son
deudores a ellos; porque si los gentiles han sido hechos participantes
de sus bienes espirituales, deben también ellos ministrarles de los
materiales.
28 Así que, cuando haya concluido
esto, y les haya entregado este fruto, pasaré entre vosotros rumbo a
España.
29 Y sé que cuando vaya a vosotros,
llegaré con abundancia de la bendición del evangelio de Cristo.
30 Pero os ruego, hermanos, por
nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me ayudéis
orando por mí a Dios,
31 para que sea librado de los
rebeldes que están en Judea, y que la ofrenda de mi servicio a los
santos en Jerusalén sea acepta;
32 para que con gozo llegue a
vosotros por la voluntad de Dios, y que sea recreado juntamente con
vosotros.
33 Y el Dios de paz sea con todos
vosotros. Amén. |
-
¿Dónde
predicó Pablo? (19)
-
¿Por
qué deseaba Pablo predicar dónde Cristo no había sido nombrado?
(20-21)
-
¿Cuándo
planeó Pablo visitar la iglesia romana? (22-24,28)
-
¿Por
qué fue Pablo a Jerusalén? (25-27)
-
¿Cómo
deseaba Pablo venir a la iglesia romana? (29,32)
-
¿Para
qué pidió oración Pablo? (30-31)
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Romanos 16:1-16 |
16:1
Os recomiendo además nuestra hermana Febe, la cual es diaconisa de la
iglesia en Cencrea;
2 que la recibáis en el Señor,
como es digno de los santos, y que la ayudéis en cualquier cosa en
que necesite de vosotros; porque ella ha ayudado a muchos, y a mí
mismo.
3 Saludad a Priscila y a Aquila,
mis colaboradores en Cristo Jesús,
4 que expusieron su vida por mí;
a los cuales no sólo yo doy gracias, sino también todas las
iglesias de los gentiles.
5 Saludad también a la iglesia de
su casa. Saludad a Epeneto, amado mío, que es el primer fruto de
Acaya para Cristo.
6 Saludad a María, la cual ha
trabajado mucho entre vosotros.
7 Saludad a Andrónico y a Junias,
mis parientes y mis compañeros de prisiones, los cuales son muy
estimados entre los apóstoles, y que también fueron antes de mí en
Cristo.
8 Saludad a Amplias, amado mío en
el Señor.
9 Saludad a Urbano, nuestro
colaborador en Cristo Jesús, y a Estaquis, amado mío.
10 Saludad a Apeles, aprobado en
Cristo. Saludad a los de la casa de Aristóbulo.
11 Saludad a Herodión, mi
pariente. Saludad a los de la casa de Narciso, los cuales están en
el Señor.
12 Saludad a Trifena y a Trifosa,
las cuales trabajan en el Señor. Saludad a la amada Pérsida, la
cual ha trabajado mucho en el Señor.
13 Saludad a Rufo,
escogido en el Señor, y a su madre y mía.
14 Saludad a Asíncrito, a
Flegonte, a Hermas, a Patrobas, a Hermes y a los hermanos que
están con ellos.
15 Saludad a Filólogo, a Julia, a
Nereo y a su hermana, a Olimpas y a todos los santos que están con
ellos.
16 Saludaos los unos a los otros
con ósculo santo. Os saludan todas las iglesias de Cristo.
|
-
¿Qué
se dijo sobre Febe? (1-2)
-
¿Qué
se dijo sobre Priscila y Aquila? (3-5)
-
¿A
quiénes más envió saludos Pablo? (5-15)
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Romanos 16:17-27 |
16:17
Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y
tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y
que os apartéis de ellos.
18 Porque tales personas no sirven a
nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres, y con suaves
palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos.
19 Porque vuestra obediencia ha
venido a ser notoria a todos, así que me gozo de vosotros; pero quiero
que seáis sabios para el bien, e ingenuos para el mal.
20 Y el Dios de paz aplastará en
breve a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor
Jesucristo sea con vosotros.
21 Os saludan Timoteo mi
colaborador, y Lucio, Jasón y Sosípater, mis parientes.
22 Yo Tercio, que escribí la epístola,
os saludo en el Señor.
23 Os saluda Gayo,
hospedador mío y de toda la iglesia. Os saluda Erasto,
tesorero de la ciudad, y el hermano Cuarto.
24 La gracia de nuestro Señor
Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.
25
Y al que puede confirmaros según mi evangelio y la predicación de
Jesucristo, según la revelación del misterio que se ha mantenido
oculto desde tiempos eternos,
26 pero que ha sido manifestado ahora,
y que por las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del
Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes para que
obedezcan a la fe,
27 al único y sabio Dios, sea gloria
mediante Jesucristo para siempre. Amén. |
-
¿En
quién Pablo les instó a los hermanos que se fijaran? (17-18)
-
¿En
qué quería Pablo que fueran sabios? (19)
-
¿A
quién aplastará el Dios de Paz? (20)
-
¿Quién
les envió saludos a través de esta epístola? (21-23)
-
¿Quién
parece haber sido el escriba para esta epístola? (22)
-
¿Qué medios usó Dios para
afirmarlos? (25-27)
Cuestionario de Romanos Capitulos 11-16
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Horario de la Lecture del NT
Guía de Estudio