Preguntas de estudio del Libro de Apocalipsis Capitulo 17-22
©2013-2016 by Arlo E. Moehlenpah

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Después de leer cada capítulo, por favor responda las preguntas de estudio relacionadas.

Capítulo 17

Apocalipsis 17

17:1 Vino entonces uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, y habló conmigo diciéndome: Ven acá, y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas;

    2 con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación.

    3 Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos.

    4 Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación;

    5 y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA.

    6 Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús; y cuando la vi, quedé asombrado con gran asombro.

    7 Y el ángel me dijo: ¿Por qué te asombras? Yo te diré el misterio de la mujer, y de la bestia que la trae, la cual tiene las siete cabezas y los diez cuernos.

    8 La bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del abismo e ir a perdición; y los moradores de la tierra, aquellos cuyos nombres no están escritos desde la fundación del mundo en el libro de la vida, se asombrarán viendo la bestia que era y no es, y será.

    9 Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer,

    10 y son siete reyes. Cinco de ellos han caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure breve tiempo.

    11 La bestia que era, y no es, es también el octavo; y es de entre los siete, y va a la perdición.

    12 Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia.

    13 Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su autoridad a la bestia.

    14 Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles.

    15 Me dijo también: Las aguas que has visto donde la ramera se sienta, son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas.

    16 Y los diez cuernos que viste en la bestia, éstos aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda; y devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego;

    17 porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que él quiso: ponerse de acuerdo, y dar su reino a la bestia, hasta que se cumplan las palabras de Dios.

    18 Y la mujer que has visto es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra.

 

  1. ¿De quien era la sentencia que el ángel mostró a Juan? (1-2)

  2. ¿En qué estaba sentada la mujer? (3)

  3. ¿Cómo estaba arreglada la mujer? (4)

  4. ¿Qué estaba escrito en su frente? (5)

  5. ¿Cuáles son las siete cabezas de la bestia en las que  estaba sentada la mujer? (3,7-9)

  6. ¿Cuáles son los diez cuernos de la bestia en las que estaba sentada la mujer? (3,12)

  7. ¿Qué harán estos reyes? (13-14,16-17)

  8. ¿En qué aguas estába sentada la mujer? (15)

  9. ¿Quién es la mujer? (18)

 

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Capítulo 18 

Apocalipsis 18:1-13

18:1 Después de esto vi a otro ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria.

    2 Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible.

    3 Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites.

    4 Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas;

    5 porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades.

    6 Dadle a ella como ella os ha dado, y pagadle doble según sus obras; en el cáliz en que ella preparó bebida, preparadle a ella el doble.

    7 Cuanto ella se ha glorificado y ha vivido en deleites, tanto dadle de tormento y llanto; porque dice en su corazón: Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, y no veré llanto;

    8 por lo cual en un solo día vendrán sus plagas; muerte, llanto y hambre, y será quemada con fuego; porque poderoso es Dios el Señor, que la juzga.

    9 Y los reyes de la tierra que han fornicado con ella, y con ella han vivido en deleites, llorarán y harán lamentación sobre ella, cuando vean el humo de su incendio,

    10 parándose lejos por el temor de su tormento, diciendo: !!Ay, ay, de la gran ciudad de Babilonia, la ciudad fuerte; porque en una hora vino tu juicio!

    11 Y los mercaderes de la tierra lloran y hacen lamentación sobre ella, porque ninguno compra más sus mercaderías;

    12 mercadería de oro, de plata, de piedras preciosas, de perlas, de lino fino, de púrpura, de seda, de escarlata, de toda madera olorosa, de todo objeto de marfil, de todo objeto de madera preciosa, de cobre, de hierro y de mármol;

    13 y canela, especias aromáticas, incienso, mirra, olíbano, vino, aceite, flor de harina, trigo, bestias, ovejas, caballos y carros, y esclavos, almas de hombres.

 

1.  ¿Qué dijo el ángel que descendió del cielo con gran poder? (1-3)

2.  ¿Qué dijo otra voz del cielo? (4-8)

3.  ¿Qué tán rápido vendrá el juicio sobre Babilonia? (8,10)

4.  ¿Qué harán los reyes de la tierra cuándo ellos la vean quemarse? (9-10)

 

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Apocalipsis 18:14-24

18:14 Los frutos codiciados por tu alma se apartaron de ti, y todas las cosas exquisitas y espléndidas te han faltado, y nunca más las hallarás.

    15 Los mercaderes de estas cosas, que se han enriquecido a costa de ella, se pararán lejos por el temor de su tormento, llorando y lamentando,

    16 y diciendo: !!Ay, ay, de la gran ciudad, que estaba vestida de lino fino, de púrpura y de escarlata, y estaba adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas!

    17 Porque en una hora han sido consumidas tantas riquezas. Y todo piloto, y todos los que viajan en naves, y marineros, y todos los que trabajan en el mar, se pararon lejos;

    18 y viendo el humo de su incendio, dieron voces, diciendo: ¿Qué ciudad era semejante a esta gran ciudad?

    19 Y echaron polvo sobre sus cabezas, y dieron voces, llorando y lamentando, diciendo: !!Ay, ay de la gran ciudad, en la cual todos los que tenían naves en el mar se habían enriquecido de sus riquezas; pues en una hora ha sido desolada!

    20 Alégrate sobre ella, cielo, y vosotros, santos, apóstoles y profetas; porque Dios os ha hecho justicia en ella.

    21 Y un ángel poderoso tomó una piedra, como una gran piedra de molino, y la arrojó en el mar, diciendo: Con el mismo ímpetu será derribada Babilonia, la gran ciudad, y nunca más será hallada.

    22 Y voz de arpistas, de músicos, de flautistas y de trompeteros no se oirá más en ti; y ningún artífice de oficio alguno se hallará más en ti, ni ruido de molino se oirá más en ti.

    23 Luz de lámpara no alumbrará más en ti, ni voz de esposo y de esposa se oirá más en ti; porque tus mercaderes eran los grandes de la tierra; pues por tus hechicerías fueron engañadas todas las naciones.

    24 Y en ella se halló la sangre de los profetas y de los santos, y de todos los que han sido muertos en la tierra.


5.  ¿Qué harán los mercaderes de la tierra? (11-16)

6.  ¿Qué tán rápido serán consumidas las grandes riquezas? (17,19)

7.  ¿Qué harán los pilotos y marineros? (17-19)

8.  ¿Quién se regocijará? (20)

9.  ¿Qué dirá el ángel poderoso que arrojó la piedra en el mar? (21-24)

 

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Capítulo 19 

Apocalipsis 19

19:1 Después de esto oí una gran voz de gran multitud en el cielo, que decía: !!Aleluya! Salvación y honra y gloria y poder son del Señor Dios nuestro;

    2 porque sus juicios son verdaderos y justos; pues ha juzgado a la gran ramera que ha corrompido a la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella.

    3 Otra vez dijeron: !!Aleluya! Y el humo de ella sube por los siglos de los siglos.

    4 Y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron en tierra y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono, y decían: !!Amén! !!Aleluya!

    5 Y salió del trono una voz que decía: Alabad a nuestro Dios todos sus siervos, y los que le teméis, así pequeños como grandes.

    6 Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: !!Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina!

    7 Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado.

    8 Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos.

 9 Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios.

    10 Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.

 11 Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea.

    12 Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo.

    13 Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS.

    14 Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos.

    15 De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso.

    16 Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SE~NOR DE SE~NORES.

    17 Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: Venid, y congregaos a la gran cena de Dios,

    18 para que comáis carnes de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes de caballos y de sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes.

    19 Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército.

    20 Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre.

    21 Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos.    

 

1.  ¿Qué dirán las grandes multitudes en el cielo? (1-3,6)

2.  ¿Qué dirán los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes? (4)

3.  ¿Por qué se regocijarán los demás? (7-8)

4.  ¿Quién es bienaventurado? (9)

5.  ¿A quién intentó Juan adorar ? (10)

6.  ¿Cómo se llamaba el que montaba el caballo blanco? (11-13,16)

7.  ¿Quién lo seguía? (14)

8.  ¿Qué hará el que esta en el caballo blanco? (15)

9.  ¿Qué dijo el ángel a las aves? (17-18,21)

10. ¿Quiénes se reunieron para hacer la guerra contra el que montaba el caballo? (19)

11. ¿Qué les pasó a ellos? (20-21)

 

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Capítulo 20 

Diciembre 28 - Apocalipsis 20

20:1 Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano.

    2 Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años;

    3 y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo.

    4 Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años.

    5 Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección.

    6 Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.

    7 Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión,

    8 y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar.

    9 Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió.

    10 Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.

 11 Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos.

    12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.

    13 Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras.

    14 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.

    15 Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.

 

1.   ¿Qué hizo el ángel con la llave del abismo? (1-3)

2.   ¿Cuánto tiempo estará Satanás atado? (3)

3.   ¿Quién vivirá y reinará con Cristo durante mil años? (4,6)

4.   ¿Cuándo el resto de los muertos vivirá de nuevo? (5)

5.   ¿Qué hará Satanás después de que los mil años se cumplan? (7-9)

6.   ¿Adónde fue lanzado el diablo? (10)

7.   ¿Cuánto tiempo sera atormentado el diablo? (10)

8.   ¿Quiénes estarán delante del gran trono blanco? (11-13)

9.   ¿Sobre qué base serán ellos juzgados? (12)

10. ¿Quién será lanzado al lago de fuego? (14-15)

 

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Capítulo 21 

Apocalipsis 21

21:1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.

    2 Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.

    3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.

    4 Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.

    5 Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.

    6 Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida.

    7 El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.

    8 Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.

 9 Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero.

    10 Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios,

    11 teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal.

    12 Tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel;

    13 al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al sur tres puertas; al occidente tres puertas.

    14 Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.

    15 El que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro.

    16 La ciudad se halla establecida en cuadro, y su longitud es igual a su anchura; y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios; la longitud, la altura y la anchura de ella son iguales.

    17 Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es de ángel.

    18 El material de su muro era de jaspe; pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio;

    19 y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, ágata; el cuarto, esmeralda;

    20 el quinto, ónice; el sexto, cornalina; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista.

    21 Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio.

    22 Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero.

    23 La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.

    24 Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella.

    25 Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche.

    26 Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella.

    27 No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.

1.   ¿Qué vió Juan? (1-2)

2.   ¿Qué voz escuchó él del cielo? (3-4)

3.   ¿Qué decía el que estaba sentado en el trono? (5-7)

4.   ¿Quiénes serán lanzados en el lago que arde con fuego y azufre? (8)

5.   ¿Qué le mostró uno de los ángeles a Juan? (9-11)

6.   ¿Qué nombres estaban escritos en las doce puertas? (12-13)

7.   ¿Qué nombres estaban escritos en los doce muros? (14)

8.   ¿Cuál será el tamaño de la Nueva Jerusalén? (15-16)

9.   ¿Cómo serán construídos los muros? (17-21)

10. ¿De qué se harán las calles? (21)

11. ¿Por qué no habrá ningún templo? (22)

12. ¿Por qué no habrá ningún sol? (23-25)

13. ¿Qué no se permitirá en él? (26-27)

 

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Capítulo 22 

Apocalipsis 22:1-11

22:1 Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero.

    2 En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones.

    3 Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán,

    4 y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes.

    5 No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos.

 6 Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.

    7 !!He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.

    8 Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostraba estas cosas.

    9 Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios.

    10 Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca.

    11 El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía.

 

1.    ¿Qué había en cada lado del río que  sale del del Trono? (1-2)

2.    ¿Qué no existirá en la Nueva Jerusalén? (3-5)

3.    ¿Por qué usted no debe adorar a los ángeles? (8-9)

4.    ¿Por qué el ángel le dijo a Juan que no sellara el libro? (10-11)

 

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Apocalipsis 22:12-21

22:12 He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.

    13 Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último.

    14 Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad.

    15 Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira.

    16 Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.

    17 Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.

    18 Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro.

    19 Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.

    20 El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús.

    21 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.


5.    ¿Qué dijo Jesús? (7,12-13,16)

6.    ¿Quién sera bienaventurado? (14)

7.    ¿Quién dice”Ven”? (17)

8.    ¿Quién puede beber del agua de la vida? (17)

9.    ¿Qué le pasará a alguien que agregue a este libro? (18)

10. ¿Qué le pasará a alguien quite de este libro? (19)

11. ¿Cómo responde Juan a la idea que el Señor viene rápidamente? (20)

12. ¿Cómo termina el libro? (21) 

 

Cuestionario de Apocalipsis 17-22

 

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