Preguntas de estudio del Libro de Ezequiel 22-48 ©2013-2016 by Arlo E. Moehlenpah |
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1.¿Qué lección objetiva usó el Señor para mostrar cómo iba a derramar su ira sobre Jerusalén? (18-22) 2.¿Con qué los sacerdotes no hacen ninguna diferencia? (26) 3.¿Qué motivó a sus príncipes? (27) 4.¿Qué no fue el Señor capaz de encontrar? (30)
1.¿A quién representa Ahola? (4) 2.¿Quién representaba Aholibah? (4) 3.¿En manos de quién fue entregado Ahola? (9) 4.¿Quién juzgaría a Aholibah? (23-24)
24:1
Vino a mí palabra de Jehová en el año noveno, en el mes décimo,
a los diez días del mes, diciendo:
2 Hijo
de hombre, escribe la fecha de este día; el rey de Babilonia
puso sitio a Jerusalén este mismo día.
3 Y
habla por parábola a la casa rebelde, y diles: Así ha dicho
Jehová el Señor: Pon una olla, ponla, y echa también en ella
agua;
4 junta
sus piezas de carne en ella; todas buenas piezas, pierna y
espalda; llénala de huesos escogidos.
5 Toma
una oveja escogida, y también enciende los huesos debajo de
ella; haz que hierva bien; cuece también sus huesos dentro de
ella.
6 Pues
así ha dicho Jehová el Señor: !!Ay de la ciudad de sangres, de
la olla herrumbrosa cuya herrumbre no ha sido quitada! Por sus
piezas, por sus piezas sácala, sin echar suerte sobre ella.
7 Porque
su sangre está en medio de ella; sobre una piedra alisada la
ha derramado; no la derramó sobre la tierra para que fuese
cubierta con polvo.
8 Habiendo,
pues, hecho subir la ira para hacer venganza, yo pondré su
sangre sobre la dura piedra, para que no sea cubierta.
9 Por
tanto, así ha dicho Jehová el Señor: !!Ay de la ciudad de
sangres! Pues también haré yo gran hoguera,
10 multiplicando
la leña, y encendiendo el fuego para consumir la carne y hacer
la salsa; y los huesos serán quemados.
11 Asentando
después la olla vacía sobre sus brasas, para que se caldee, y
se queme su fondo, y se funda en ella su suciedad, y se
consuma su herrumbre.
12 En
vano se cansó, y no salió de ella su mucha herrumbre. Sólo en
fuego será su herrumbre consumida.
13 En
tu inmunda lujuria padecerás, porque te limpié, y tú no te
limpiaste de tu inmundicia; nunca más te limpiarás, hasta que
yo sacie mi ira sobre ti.
14 Yo
Jehová he hablado; vendrá, y yo lo haré. No me volveré atrás,
ni tendré misericordia, ni me arrepentiré; según tus caminos y
tus obras te juzgarán, dice Jehová el Señor.
15 Vino
a mí palabra de Jehová, diciendo:
16 Hijo
de hombre, he aquí que yo te quito de golpe el deleite de tus
ojos; no endeches, ni llores, ni corran tus lágrimas.
17 Reprime
el suspirar, no hagas luto de mortuorios; ata tu turbante
sobre ti, y pon tus zapatos en tus pies, y no te cubras con
rebozo, ni comas pan de enlutados.
18 Hablé
al pueblo por la mañana, y a la tarde murió mi mujer; y a la
mañana hice como me fue mandado.
19 Y
me dijo el pueblo: ¿No nos enseñarás qué significan para
nosotros estas cosas que haces?
20 Y
yo les dije: La palabra de Jehová vino a mí, diciendo:
21 Di
a la casa de Israel: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo
profano mi santuario, la gloria de vuestro poderío, el deseo
de vuestros ojos y el deleite de vuestra alma; y vuestros
hijos y vuestras hijas que dejasteis caerán a espada.
22 Y
haréis de la manera que yo hice; no os cubriréis con rebozo,
ni comeréis pan de hombres en luto.
23 Vuestros
turbantes estarán sobre vuestras cabezas, y vuestros zapatos
en vuestros pies; no endecharéis ni lloraréis, sino que os
consumiréis a causa de vuestras maldades, y gemiréis unos con
otros.
24 Ezequiel,
pues, os será por señal; según todas las cosas que él hizo,
haréis; cuando esto ocurra, entonces sabréis que yo soy Jehová
el Señor.
25 Y
tú, hijo de hombre, el día que yo arrebate a ellos su
fortaleza, el gozo de su gloria, el deleite de sus ojos y el
anhelo de sus almas, y también sus hijos y sus hijas,
26 ese
día vendrá a ti uno que haya escapado para traer las noticias.
27 En
aquel día se abrirá tu boca para hablar con el fugitivo, y
hablarás, y no estarás más mudo; y les serás por señal, y
sabrán que yo soy Jehová.
25:1
Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
2 Hijo
de hombre, pon tu rostro hacia los hijos de Amón, y profetiza
contra ellos.
3 Y
dirás a los hijos de Amón: Oíd palabra de Jehová el Señor. Así
dice Jehová el Señor: Por cuanto dijiste: !!Ea, bien!, cuando
mi santuario era profanado, y la tierra de Israel era asolada,
y llevada en cautiverio la casa de Judá;
4 por
tanto, he aquí yo te entrego por heredad a los orientales, y
pondrán en ti sus apriscos y plantarán en ti sus tiendas;
ellos comerán tus sementeras, y beberán tu leche.
5 Y
pondré a Rabá por habitación de camellos, y a los hijos de
Amón por majada de ovejas; y sabréis que yo soy Jehová.
6 Porque
así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto batiste tus manos, y
golpeaste con tu pie, y te gozaste en el alma con todo tu
menosprecio para la tierra de Israel,
7 por
tanto, he aquí yo extenderé mi mano contra ti, y te entregaré
a las naciones para ser saqueada; te cortaré de entre los
pueblos, y te destruiré de entre las tierras; te exterminaré,
y sabrás que yo soy Jehová.
8 Así
ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto dijo Moab y Seir: He aquí
la casa de Judá es como todas las naciones;
9 por
tanto, he aquí yo abro el lado de Moab desde las ciudades,
desde sus ciudades que están en su confín, las tierras
deseables de Bet-jesimot, Baal-meón y Quiriataim,
10 a
los hijos del oriente contra los hijos de Amón; y la entregaré
por heredad, para que no haya más memoria de los hijos de Amón
entre las naciones.
11 También
en Moab haré juicios, y sabrán que yo soy Jehová.
12 Así
ha dicho Jehová el Señor: Por lo que hizo Edom, tomando
venganza de la casa de Judá, pues delinquieron en extremo, y
se vengaron de ellos;
13 por
tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Yo también extenderé mi
mano sobre Edom, y cortaré de ella hombres y bestias, y la
asolaré; desde Temán hasta Dedán caerán a espada.
14 Y
pondré mi venganza contra Edom en manos de mi pueblo Israel, y
harán en Edom según mi enojo y conforme a mi ira; y conocerán
mi venganza, dice Jehová el Señor.
15 Así
ha dicho Jehová el Señor: Por lo que hicieron los filisteos
con venganza, cuando se vengaron con despecho de ánimo,
destruyendo por antiguas enemistades;
16 por
tanto, así ha dicho Jehová: He aquí yo extiendo mi mano contra
los filisteos, y cortaré a los cereteos, y destruiré el resto
que queda en la costa del mar.
17 Y
haré en ellos grandes venganzas con reprensiones de ira; y
sabrán que yo soy Jehová, cuando haga mi venganza en ellos.
26:1
Aconteció en el undécimo año, en el día primero del mes, que
vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
2 Hijo
de hombre, por cuanto dijo Tiro contra Jerusalén: Ea, bien;
quebrantada está la que era puerta de las naciones; a mí se
volvió; yo seré llena, y ella desierta;
3 por
tanto, así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo estoy contra
ti, oh Tiro, y haré subir contra ti muchas naciones, como el
mar hace subir sus olas.
4 Y
demolerán los muros de Tiro, y derribarán sus torres; y
barreré de ella hasta su polvo, y la dejaré como una peña lisa.
5 Tendedero
de redes será en medio del mar, porque yo he hablado, dice
Jehová el Señor; y será saqueada por las naciones.
6 Y
sus hijas que están en el campo serán muertas a espada; y
sabrán que yo soy Jehová.
7 Porque
así ha dicho Jehová el Señor: He aquí que del norte traigo yo
contra Tiro a Nabucodonosor rey de Babilonia, rey de reyes,
con caballos y carros y jinetes, y tropas y mucho pueblo.
8 Matará
a espada a tus hijas que están en el campo, y pondrá contra ti
torres de sitio, y levantará contra ti baluarte, y escudo
afirmará contra ti.
9 Y
pondrá contra ti arietes, contra tus muros, y tus torres
destruirá con hachas.
10 Por
la multitud de sus caballos te cubrirá el polvo de ellos; con
el estruendo de su caballería y de las ruedas y de los carros,
temblarán tus muros, cuando entre por tus puertas como por
portillos de ciudad destruida.
11 Con
los cascos de sus caballos hollará todas tus calles; a tu
pueblo matará a filo de espada, y tus fuertes columnas caerán
a tierra.
12 Y
robarán tus riquezas y saquearán tus mercaderías; arruinarán
tus muros, y tus casas preciosas destruirán; y pondrán tus
piedras y tu madera y tu polvo en medio de las aguas.
13 Y
haré cesar el estrépito de tus canciones, y no se oirá más el
son de tus cítaras.
14 Y
te pondré como una peña lisa; tendedero de redes serás, y
nunca más serás edificada; porque yo Jehová he hablado, dice
Jehová el Señor.
15 Así
ha dicho Jehová el Señor a Tiro: ¿No se estremecerán las
costas al estruendo de tu caída, cuando griten los heridos,
cuando se haga la matanza en medio de ti?
16 Entonces
todos los príncipes del mar descenderán de sus tronos, y se
quitarán sus mantos, y desnudarán sus ropas bordadas; de
espanto se vestirán, se sentarán sobre la tierra, y temblarán
a cada momento, y estarán atónitos sobre ti.
17 Y
levantarán sobre ti endechas, y te dirán: ¿Cómo pereciste tú,
poblada por gente de mar, ciudad que era alabada, que era
fuerte en el mar, ella y sus habitantes, que infundían terror
a todos los que la rodeaban?
18 Ahora
se estremecerán las islas en el día de tu caída; sí, las islas
que están en el mar se espantarán a causa de tu fin.
19 Porque
así ha dicho Jehová el Señor: Yo te convertiré en ciudad
asolada, como las ciudades que no se habitan; haré subir sobre
ti el abismo, y las muchas aguas te cubrirán.
20 Y
te haré descender con los que descienden al sepulcro, con los
pueblos de otros siglos, y te pondré en las profundidades de
la tierra, como los desiertos antiguos, con los que descienden
al sepulcro, para que nunca más seas poblada; y daré gloria en
la tierra de los vivientes.
21 Te
convertiré en espanto, y dejarás de ser; serás buscada, y
nunca más serás hallada, dice Jehová el Señor.
2 Tú,
hijo de hombre, levanta endechas sobre Tiro.
3 Dirás
a Tiro, que está asentada a las orillas del mar, la que
trafica con los pueblos de muchas costas: Así ha dicho Jehová
el Señor: Tiro, tú has dicho: Yo soy de perfecta hermosura.
4 En
el corazón de los mares están tus confines; los que te
edificaron completaron tu belleza.
5 De
hayas del monte Senir te fabricaron todo el maderaje; tomaron
cedros del Líbano para hacerte el mástil.
6 De
encinas de Basán hicieron tus remos; tus bancos de pino de las
costas de Quitim, incrustados de marfil.
7 De
lino fino bordado de Egipto era tu cortina, para que te
sirviese de vela; de azul y púrpura de las costas de Elisa era
tu pabellón.
8 Los
moradores de Sidón y de Arvad fueron tus remeros; tus sabios,
oh Tiro, estaban en ti; ellos fueron tus pilotos.
9 Los
ancianos de Gebal y sus más hábiles obreros calafateaban tus
junturas; todas las naves del mar y los remeros de ellas
fueron a ti para negociar, para participar de tus negocios.
10 Persas
y los de Lud y Fut fueron en tu ejército tus hombres de guerra;
escudos y yelmos colgaron en ti; ellos te dieron tu esplendor.
11 Y
los hijos de Arvad con tu ejército estuvieron sobre tus muros
alrededor, y los gamadeos en tus torres; sus escudos colgaron
sobre tus muros alrededor; ellos completaron tu hermosura.
12 Tarsis
comerciaba contigo por la abundancia de todas tus riquezas;
con plata, hierro, estaño y plomo comerciaba en tus ferias.
13 Javán,
Tubal y Mesec comerciaban también contigo; con hombres y con
utensilios de bronce comerciaban en tus ferias.
14 Los
de la casa de Togarma, con caballos y corceles de guerra y
mulos, comerciaban en tu mercado.
15 Los
hijos de Dedán traficaban contigo; muchas costas tomaban
mercadería de tu mano; colmillos de marfil y ébano te dieron
por sus pagos.
16 Edom
traficaba contigo por la multitud de tus productos; con perlas,
púrpura, vestidos bordados, linos finos, corales y rubíes
venía a tus ferias.
17 Judá
y la tierra de Israel comerciaban contigo; con trigos de Minit
y Panag, miel, aceite y resina negociaban en tus mercados.
18 Damasco
comerciaba contigo por tus muchos productos, por la abundancia
de toda riqueza; con vino de Helbón y lana blanca negociaban.
19 Asimismo
Dan y el errante Javán vinieron a tus ferias, para negociar en
tu mercado con hierro labrado, mirra destilada y caña
aromática.
20 Dedán
comerciaba contigo en paños preciosos para carros.
21 Arabia
y todos los príncipes de Cedar traficaban contigo en corderos
y carneros y machos cabríos; en estas cosas fueron tus
mercaderes.
22 Los
mercaderes de Sabá y de Raama fueron también tus mercaderes;
con lo principal de toda especiería, y toda piedra preciosa, y
oro, vinieron a tus ferias.
23 Harán,
Cane, Edén, y los mercaderes de Sabá, de Asiria y de Quilmad,
contrataban contigo.
24 Estos
mercaderes tuyos negociaban contigo en varias cosas; en mantos
de azul y bordados, y en cajas de ropas preciosas, enlazadas
con cordones, y en madera de cedro.
25 Las
naves de Tarsis eran como tus caravanas que traían tus
mercancías; así llegaste a ser opulenta, te multiplicaste en
gran manera en medio de los mares.
26 En
muchas aguas te engolfaron tus remeros; viento solano te
quebrantó en medio de los mares.
27 Tus
riquezas, tus mercaderías, tu tráfico, tus remeros, tus
pilotos, tus calafateadores y los agentes de tus negocios, y
todos tus hombres de guerra que hay en ti, con toda tu
compañía que en medio de ti se halla, caerán en medio de los
mares el día de tu caída.
28 Al
estrépito de las voces de tus marineros temblarán las costas.
29 Descenderán
de sus naves todos los que toman remo; remeros y todos los
pilotos del mar se quedarán en tierra,
30 y
harán oír su voz sobre ti, y gritarán amargamente, y echarán
polvo sobre sus cabezas, y se revolcarán en ceniza.
31 Se
raerán por ti los cabellos, se ceñirán de cilicio, y
endecharán por ti endechas amargas, con amargura del alma.
32 Y
levantarán sobre ti endechas en sus lamentaciones, y
endecharán sobre ti, diciendo: ¿Quién como Tiro, como la
destruida en medio del mar?
33 Cuando
tus mercaderías salían de las naves, saciabas a muchos
pueblos; a los reyes de la tierra enriqueciste con la multitud
de tus riquezas y de tu comercio.
34 En
el tiempo en que seas quebrantada por los mares en lo profundo
de las aguas, tu comercio y toda tu compañía caerán en medio
de ti.
35 Todos
los moradores de las costas se maravillarán sobre ti, y sus
reyes temblarán de espanto; demudarán sus rostros.
36 Los
mercaderes en los pueblos silbarán contra ti; vendrás a ser
espanto, y para siempre dejarás de ser.
2 Hijo
de hombre, di al príncipe de Tiro: Así ha dicho Jehová el
Señor: Por cuanto se enalteció tu corazón, y dijiste: Yo soy
un dios, en el trono de Dios estoy sentado en medio de los
mares (siendo tú hombre y no Dios), y has puesto tu corazón
como corazón de Dios;
3 he
aquí que tú eres más sabio que Daniel; no hay secreto que te
sea oculto.
4 Con
tu sabiduría y con tu prudencia has acumulado riquezas, y has
adquirido oro y plata en tus tesoros.
5 Con
la grandeza de tu sabiduría en tus contrataciones has
multiplicado tus riquezas; y a causa de tus riquezas se ha
enaltecido tu corazón.
6 Por
tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto pusiste tu
corazón como corazón de Dios,
7 por
tanto, he aquí yo traigo sobre ti extranjeros, los fuertes de
las naciones, que desenvainarán sus espadas contra la
hermosura de tu sabiduría, y mancharán tu esplendor.
8 Al
sepulcro te harán descender, y morirás con la muerte de los
que mueren en medio de los mares.
9 ¿Hablarás
delante del que te mate, diciendo: Yo soy Dios? Tú, hombre
eres, y no Dios, en la mano de tu matador.
10 De
muerte de incircuncisos morirás por mano de extranjeros;
porque yo he hablado, dice Jehová el Señor.
11 Vino
a mí palabra de Jehová, diciendo:
12 Hijo
de hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así
ha dicho Jehová el Señor: Tú eras el sello de la perfección,
lleno de sabiduría, y acabado de hermosura.
13 En
Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa
era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito,
berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los
primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados
para ti en el día de tu creación.
14 Tú,
querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de
Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te
paseabas.
15 Perfecto
eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado,
hasta que se halló en ti maldad.
16 A
causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de
iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios,
y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín
protector.
17 Se
enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu
sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra;
delante de los reyes te pondré para que miren en ti.
18 Con
la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus
contrataciones profanaste tu santuario; yo, pues, saqué fuego
de en medio de ti, el cual te consumió, y te puse en ceniza
sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran.
19 Todos
los que te conocieron de entre los pueblos se maravillarán
sobre ti; espanto serás, y para siempre dejarás de ser.
20 Vino
a mí palabra de Jehová, diciendo:
21 Hijo
de hombre, pon tu rostro hacia Sidón, y profetiza contra ella,
22 y
dirás: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo estoy contra
ti, oh Sidón, y en medio de ti seré glorificado; y sabrán que
yo soy Jehová, cuando haga en ella juicios, y en ella me
santifique.
23 Enviaré
a ella pestilencia y sangre en sus calles, y caerán muertos en
medio de ella, con espada contra ella por todos lados; y
sabrán que yo soy Jehová.
24 Y
nunca más será a la casa de Israel espina desgarradora, ni
aguijón que le dé dolor, en medio de cuantos la rodean y la
menosprecian; y sabrán que yo soy Jehová.
25 Así
ha dicho Jehová el Señor: Cuando recoja a la casa de Israel de
los pueblos entre los cuales está esparcida, entonces me
santificaré en ellos ante los ojos de las naciones, y
habitarán en su tierra, la cual di a mi siervo Jacob.
26 Y
habitarán en ella seguros, y edificarán casas, y plantarán
viñas, y vivirán confiadamente, cuando yo haga juicios en
todos los que los despojan en sus alrededores; y sabrán que yo
soy Jehová su Dios.
29:1
En el año décimo, en el mes décimo, a los doce días del mes,
vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
2 Hijo
de hombre, pon tu rostro contra Faraón rey de Egipto, y
profetiza contra él y contra todo Egipto.
3 Habla,
y di: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo estoy contra ti,
Faraón rey de Egipto, el gran dragón que yace en medio de sus
ríos, el cual dijo: Mío es el Nilo, pues yo lo hice.
4 Yo,
pues, pondré garfios en tus quijadas, y pegaré los peces de
tus ríos a tus escamas, y te sacaré de en medio de tus ríos, y
todos los peces de tus ríos saldrán pegados a tus escamas.
5 Y
te dejaré en el desierto a ti y a todos los peces de tus ríos;
sobre la faz del campo caerás; no serás recogido, ni serás
juntado; a las fieras de la tierra y a las aves del cielo te
he dado por comida.
6 Y
sabrán todos los moradores de Egipto que yo soy Jehová, por
cuanto fueron báculo de caña a la casa de Israel.
7 Cuando
te tomaron con la mano, te quebraste, y les rompiste todo el
hombro; y cuando se apoyaron en ti, te quebraste, y les
rompiste sus lomos enteramente.
8 Por
tanto, así ha dicho Jehová el Señor: He aquí que yo traigo
contra ti espada, y cortaré de ti hombres y bestias.
9 Y
la tierra de Egipto será asolada y desierta, y sabrán que yo
soy Jehová; por cuanto dijo: El Nilo es mío, y yo lo hice.
10 Por
tanto, he aquí yo estoy contra ti, y contra tus ríos; y pondré
la tierra de Egipto en desolación, en la soledad del desierto,
desde Migdol hasta Sevene, hasta el límite de Etiopía.
11 No
pasará por ella pie de hombre, ni pie de animal pasará por
ella, ni será habitada, por cuarenta años.
12 Y
pondré a la tierra de Egipto en soledad entre las tierras
asoladas, y sus ciudades entre las ciudades destruidas estarán
desoladas por cuarenta años; y esparciré a Egipto entre las
naciones, y lo dispersaré por las tierras.
13 Porque
así ha dicho Jehová el Señor: Al fin de cuarenta años recogeré
a Egipto de entre los pueblos entre los cuales fueren
esparcidos;
14 y
volveré a traer los cautivos de Egipto, y los llevaré a la
tierra de Patros, a la tierra de su origen; y allí serán un
reino despreciable.
15 En
comparación con los otros reinos será humilde; nunca más se
alzará sobre las naciones; porque yo los disminuiré, para que
no vuelvan a tener dominio sobre las naciones.
16 Y
no será ya más para la casa de Israel apoyo de confianza, que
les haga recordar el pecado de mirar en pos de ellos; y sabrán
que yo soy Jehová el Señor.
17 Aconteció
en el año veintisiete en el mes primero, el día primero del
mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
18 Hijo
de hombre, Nabucodonosor rey de Babilonia hizo a su ejército
prestar un arduo servicio contra Tiro. Toda cabeza ha quedado
calva, y toda espalda desollada; y ni para él ni para su
ejército hubo paga de Tiro, por el servicio que prestó contra
ella.
19 Por
tanto, así ha dicho Jehová el Señor; He aquí que yo doy a
Nabucodonosor, rey de Babilonia, la tierra de Egipto; y él
tomará sus riquezas, y recogerá sus despojos, y arrebatará
botín, y habrá paga para su ejército.
20 Por
su trabajo con que sirvió contra ella le he dado la tierra de
Egipto; porque trabajaron para mí, dice Jehová el Señor.
21 En
aquel tiempo haré retoñar el poder de la casa de Israel. Y
abriré tu boca en medio de ellos, y sabrán que yo soy Jehová.
2 Hijo
de hombre, profetiza, y di: Así ha dicho Jehová el Señor:
Lamentad: !!Ay de aquel día!
3 Porque
cerca está el día, cerca está el día de Jehová; día de nublado,
día de castigo de las naciones será.
4 Y
vendrá espada a Egipto, y habrá miedo en Etiopía, cuando
caigan heridos en Egipto; y tomarán sus riquezas, y serán
destruidos sus fundamentos.
5 Etiopía,
Fut, Lud, toda Arabia, Libia, y los hijos de las tierras
aliadas, caerán con ellos a filo de espada.
6 Así
ha dicho Jehová: También caerán los que sostienen a Egipto, y
la altivez de su poderío caerá; desde Migdol hasta Sevene
caerán en él a filo de espada, dice Jehová el Señor.
7 Y
serán asolados entre las tierras asoladas, y sus ciudades
serán entre las ciudades desiertas.
8 Y
sabrán que yo soy Jehová, cuando ponga fuego a Egipto, y sean
quebrantados todos sus ayudadores.
9 En
aquel tiempo saldrán mensajeros de delante de mí en naves,
para espantar a Etiopía la confiada, y tendrán espanto como en
el día de Egipto; porque he aquí viene.
10 Así
ha dicho Jehová el Señor: Destruiré las riquezas de Egipto por
mano de Nabucodonosor rey de Babilonia.
11 El,
y con él su pueblo, los más fuertes de las naciones, serán
traídos para destruir la tierra; y desenvainarán sus espadas
sobre Egipto, y llenarán de muertos la tierra.
12 Y
secaré los ríos, y entregaré la tierra en manos de malos, y
por mano de extranjeros destruiré la tierra y cuanto en ella
hay. Yo Jehová he hablado.
13 Así
ha dicho Jehová el Señor: Destruiré también las imágenes, y
destruiré los ídolos de Menfis; y no habrá más príncipe de la
tierra de Egipto, y en la tierra de Egipto pondré temor.
14 Asolaré
a Patros, y pondré fuego a Zoán, y haré juicios en Tebas.
15 Y
derramaré mi ira sobre Sin, fortaleza de Egipto, y exterminaré
a la multitud de Tebas.
16 Y
pondré fuego a Egipto; Sin tendrá gran dolor, y Tebas será
destrozada, y Menfis tendrá continuas angustias.
17 Los
jóvenes de Avén y de Pibeset caerán a filo de espada, y las
mujeres irán en cautiverio.
18 Y
en Tafnes se oscurecerá el día, cuando quebrante yo allí el
poder de Egipto, y cesará en ella la soberbia de su poderío;
tiniebla la cubrirá, y los moradores de sus aldeas irán en
cautiverio.
19 Haré,
pues, juicios en Egipto, y sabrán que yo soy Jehová.
20 Aconteció
en el año undécimo, en el mes primero, a los siete días del
mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
21 Hijo
de hombre, he quebrado el brazo de Faraón rey de Egipto; y he
aquí que no ha sido vendado poniéndole medicinas, ni
poniéndole faja para ligarlo, a fin de fortalecerlo para que
pueda sostener la espada.
22 Por
tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Heme aquí contra Faraón
rey de Egipto, y quebraré sus brazos, el fuerte y el
fracturado, y haré que la espada se le caiga de la mano.
23 Y
esparciré a los egipcios entre las naciones, y los dispersaré
por las tierras.
24 Y
fortaleceré los brazos del rey de Babilonia, y pondré mi
espada en su mano; mas quebraré los brazos de Faraón, y
delante de aquél gemirá con gemidos de herido de muerte.
25 Fortaleceré,
pues, los brazos del rey de Babilonia, y los brazos de Faraón
caerán; y sabrán que yo soy Jehová, cuando yo ponga mi espada
en la mano del rey de Babilonia, y él la extienda contra la
tierra de Egipto.
26 Y
esparciré a los egipcios entre las naciones, y los dispersaré
por las tierras; y sabrán que yo soy Jehová.
Answers to Ezekiel
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Capitulo 31
2 Hijo
de hombre, di a Faraón rey de Egipto, y a su pueblo: ¿A quién
te comparaste en tu grandeza?
3 He
aquí era el asirio cedro en el Líbano, de hermosas ramas, de
frondoso ramaje y de grande altura, y su copa estaba entre
densas ramas.
4 Las
aguas lo hicieron crecer, lo encumbró el abismo; sus ríos
corrían alrededor de su pie, y a todos los árboles del campo
enviaba sus corrientes.
5 Por
tanto, se encumbró su altura sobre todos los árboles del
campo, y se multiplicaron sus ramas, y a causa de las muchas
aguas se alargó su ramaje que había echado.
6 En
sus ramas hacían nido todas las aves del cielo, y debajo de su
ramaje parían todas las bestias del campo, y a su sombra
habitaban muchas naciones.
7 Se
hizo, pues, hermoso en su grandeza con la extensión de sus
ramas; porque su raíz estaba junto a muchas aguas.
8 Los
cedros no lo cubrieron en el huerto de Dios; las hayas no
fueron semejantes a sus ramas, ni los castaños fueron
semejantes a su ramaje; ningún árbol en el huerto de Dios fue
semejante a él en su hermosura.
9 Lo
hice hermoso con la multitud de sus ramas; y todos los árboles
del Edén, que estaban en el huerto de Dios, tuvieron de él
envidia.
10 Por
tanto, así dijo Jehová el Señor: Ya que por ser encumbrado en
altura, y haber levantado su cumbre entre densas ramas, su
corazón se elevó con su altura,
11 yo
lo entregaré en manos del poderoso de las naciones, que de
cierto le tratará según su maldad. Yo lo he desechado.
12 Y
lo destruirán extranjeros, los poderosos de las naciones, y lo
derribarán; sus ramas caerán sobre los montes y por todos los
valles, y por todos los arroyos de la tierra será quebrado su
ramaje; y se irán de su sombra todos los pueblos de la tierra,
y lo dejarán.
13 Sobre
su ruina habitarán todas las aves del cielo, y sobre sus ramas
estarán todas las bestias del campo,
14 para
que no se exalten en su altura todos los árboles que crecen
junto a las aguas, ni levanten su copa entre la espesura, ni
confíen en su altura todos los que beben aguas; porque todos
están destinados a muerte, a lo profundo de la tierra, entre
los hijos de los hombres, con los que descienden a la fosa.
15 Así
ha dicho Jehová el Señor: El día que descendió al Seol, hice
hacer luto, hice cubrir por él el abismo, y detuve sus ríos, y
las muchas aguas fueron detenidas; al Líbano cubrí de
tinieblas por él, y todos los árboles del campo se desmayaron.
16 Del
estruendo de su caída hice temblar a las naciones, cuando las
hice descender al Seol con todos los que descienden a la
sepultura; y todos los árboles escogidos del Edén, y los
mejores del Líbano, todos los que beben aguas, fueron
consolados en lo profundo de la tierra.
17 También
ellos descendieron con él al Seol, con los muertos a espada,
los que fueron su brazo, los que estuvieron a su sombra en
medio de las naciones.
18 ¿A
quién te has comparado así en gloria y en grandeza entre los
árboles del Edén? Pues derribado serás con los árboles del
Edén en lo profundo de la tierra; entre los incircuncisos
yacerás, con los muertos a espada.
Este es
Faraón y todo su pueblo, dice Jehová el Señor.
2 Hijo
de hombre, levanta endechas sobre Faraón rey de Egipto, y dile:
A leoncillo de naciones eres semejante, y eres como el dragón
en los mares; pues secabas tus ríos, y enturbiabas las aguas
con tus pies, y hollabas sus riberas.
3 Así
ha dicho Jehová el Señor: Yo extenderé sobre ti mi red con
reunión de muchos pueblos, y te harán subir con mi red.
4 Y
te dejaré en tierra, te echaré sobre la faz del campo, y haré
posar sobre ti todas las aves del cielo, y saciaré de ti a las
fieras de toda la tierra.
5 Pondré
tus carnes sobre los montes, y llenaré los valles de tus
cadáveres.
6 Y
regaré de tu sangre la tierra donde nadas, hasta los montes; y
los arroyos se llenarán de ti.
7 Y
cuando te haya extinguido, cubriré los cielos, y haré
entenebrecer sus estrellas; el sol cubriré con nublado, y la
luna no hará resplandecer su luz.
8 Haré
entenebrecer todos los astros brillantes del cielo por ti, y
pondré tinieblas sobre tu tierra, dice Jehová el Señor.
9 Y
entristeceré el corazón de muchos pueblos, cuando lleve al
cautiverio a los tuyos entre las naciones, por las tierras que
no conociste.
10 Y
dejaré atónitos por ti a muchos pueblos, y sus reyes tendrán
horror grande a causa de ti, cuando haga resplandecer mi
espada delante de sus rostros; y todos se sobresaltarán en sus
ánimos a cada momento en el día de tu caída.
11 Porque
así ha dicho Jehová el Señor: La espada del rey de Babilonia
vendrá sobre ti.
12 Con
espadas de fuertes haré caer tu pueblo; todos ellos serán los
poderosos de las naciones; y destruirán la soberbia de Egipto,
y toda su multitud será deshecha.
13 Todas
sus bestias destruiré de sobre las muchas aguas; ni más las
enturbiará pie de hombre, ni pezuña de bestia las enturbiará.
14 Entonces
haré asentarse sus aguas, y haré correr sus ríos como aceite,
dice Jehová el Señor.
15 Cuando
asuele la tierra de Egipto, y la tierra quede despojada de
todo cuanto en ella hay, cuando mate a todos los que en ella
moran, sabrán que yo soy Jehová.
16 Esta
es la endecha, y la cantarán; las hijas de las naciones la
cantarán; endecharán sobre Egipto y sobre toda su multitud,
dice Jehová el Señor.
17 Aconteció
en el año duodécimo, a los quince días del mes, que vino a mí
palabra de Jehová, diciendo:
18 Hijo
de hombre, endecha sobre la multitud de Egipto, y despéñalo a
él, y a las hijas de las naciones poderosas, a lo profundo de
la tierra, con los que descienden a la sepultura.
19 Porque
eres tan hermoso, desciende, y yace con los incircuncisos.
20 Entre
los muertos a espada caerá; a la espada es entregado; traedlo
a él y a todos sus pueblos.
21 De
en medio del Seol hablarán a él los fuertes de los fuertes,
con los que le ayudaron, que descendieron y yacen con los
incircuncisos muertos a espada.
22 Allí
está Asiria con toda su multitud; en derredor de él están sus
sepulcros; todos ellos cayeron muertos a espada.
23 Sus
sepulcros fueron puestos a los lados de la fosa, y su gente
está por los alrededores de su sepulcro; todos ellos cayeron
muertos a espada, los cuales sembraron el terror en la tierra
de los vivientes.
24 Allí
Elam, y toda su multitud por los alrededores de su sepulcro;
todos ellos cayeron muertos a espada, los cuales descendieron
incircuncisos a lo más profundo de la tierra, porque sembraron
su terror en la tierra de los vivientes, mas llevaron su
confusión con los que descienden al sepulcro.
25 En
medio de los muertos le pusieron lecho con toda su multitud; a
sus alrededores están sus sepulcros; todos ellos incircuncisos,
muertos a espada, porque fue puesto su espanto en la tierra de
los vivientes, mas llevaron su confusión con los que
descienden al sepulcro; él fue puesto en medio de los muertos.
26 Allí
Mesec y Tubal, y toda su multitud; sus sepulcros en sus
alrededores; todos ellos incircuncisos, muertos a espada,
porque habían sembrado su terror en la tierra de los vivientes.
27 Y
no yacerán con los fuertes de los incircuncisos que cayeron,
los cuales descendieron al Seol con sus armas de guerra, y sus
espadas puestas debajo de sus cabezas; mas sus pecados estarán
sobre sus huesos, por cuanto fueron terror de fuertes en la
tierra de los vivientes.
28 Tú,
pues, serás quebrantado entre los incircuncisos, y yacerás con
los muertos a espada.
29 Allí
Edom, sus reyes y todos sus príncipes, los cuales con su
poderío fueron puestos con los muertos a espada; ellos yacerán
con los incircuncisos, y con los que descienden al sepulcro.
30 Allí
los príncipes del norte, todos ellos, y todos los sidonios,
que con su terror descendieron con los muertos, avergonzados
de su poderío, yacen también incircuncisos con los muertos a
espada, y comparten su confusión con los que descienden al
sepulcro.
31 A
éstos verá Faraón, y se consolará sobre toda su multitud;
Faraón muerto a espada, y todo su ejército, dice Jehová el
Señor.
32 Porque
puse mi terror en la tierra de los vivientes, también Faraón y
toda su multitud yacerán entre los incircuncisos con los
muertos a espada, dice Jehová el Señor.
33:1
Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
2 Hijo
de hombre, habla a los hijos de tu pueblo, y diles: Cuando
trajere yo espada sobre la tierra, y el pueblo de la tierra
tomare un hombre de su territorio y lo pusiere por atalaya,
3 y
él viere venir la espada sobre la tierra, y tocare trompeta y
avisare al pueblo,
4 cualquiera
que oyere el sonido de la trompeta y no se apercibiere, y
viniendo la espada lo hiriere, su sangre será sobre su cabeza.
5 El
sonido de la trompeta oyó, y no se apercibió; su sangre será
sobre él; mas el que se apercibiere librará su vida.
6 Pero
si el atalaya viere venir la espada y no tocare la trompeta, y
el pueblo no se apercibiere, y viniendo la espada, hiriere de
él a alguno, éste fue tomado por causa de su pecado, pero
demandaré su sangre de mano del atalaya.
7 A
ti, pues, hijo de hombre, te he puesto por atalaya a la casa
de Israel, y oirás la palabra de mi boca, y los amonestarás de
mi parte.
8 Cuando
yo dijere al impío: Impío, de cierto morirás; si tú no
hablares para que se guarde el impío de su camino, el impío
morirá por su pecado, pero su sangre yo la demandaré de tu
mano.
9 Y
si tú avisares al impío de su camino para que se aparte de él,
y él no se apartare de su camino, él morirá por su pecado,
pero tú libraste tu vida.
10 Tú,
pues, hijo de hombre, di a la casa de Israel: Vosotros habéis
hablado así, diciendo: Nuestras rebeliones y nuestros pecados
están sobre nosotros, y a causa de ellos somos consumidos; ¿cómo,
pues, viviremos?
11 Diles:
Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del
impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva.
Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué moriréis,
oh casa de Israel?
12 Y
tú, hijo de hombre, di a los hijos de tu pueblo: La justicia
del justo no lo librará el día que se rebelare; y la impiedad
del impío no le será estorbo el día que se volviere de su
impiedad; y el justo no podrá vivir por su justicia el día que
pecare.
13 Cuando
yo dijere al justo: De cierto vivirás, y él confiado en su
justicia hiciere iniquidad, todas sus justicias no serán
recordadas, sino que morirá por su iniquidad que hizo.
14 Y
cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; si él se
convirtiere de su pecado, e hiciere según el derecho y la
justicia,
15 si
el impío restituyere la prenda, devolviere lo que hubiere
robado, y caminare en los estatutos de la vida, no haciendo
iniquidad, vivirá ciertamente y no morirá.
16 No
se le recordará ninguno de sus pecados que había cometido;
hizo según el derecho y la justicia; vivirá ciertamente.
17 Luego
dirán los hijos de tu pueblo: No es recto el camino del Señor;
el camino de ellos es el que no es recto.
18 Cuando
el justo se apartare de su justicia, e hiciere iniquidad,
morirá por ello.
19 Y
cuando el impío se apartare de su impiedad, e hiciere según el
derecho y la justicia, vivirá por ello.
20 Y
dijisteis: No es recto el camino del Señor. Yo os juzgaré, oh
casa de Israel, a cada uno conforme a sus caminos.
21 Aconteció
en el año duodécimo de nuestro cautiverio, en el mes décimo, a
los cinco días del mes, que vino a mí un fugitivo de Jerusalén,
diciendo: La ciudad ha sido conquistada.
22 Y
la mano de Jehová había sido sobre mí la tarde antes de llegar
el fugitivo, y había abierto mi boca, hasta que vino a mí por
la mañana; y abrió mi boca, y ya no más estuve callado.
23 Y
vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
24 Hijo
de hombre, los que habitan aquellos lugares asolados en la
tierra de Israel hablan diciendo: Abraham era uno, y poseyó la
tierra; pues nosotros somos muchos; a nosotros nos es dada la
tierra en posesión.
25 Por
tanto, diles: Así ha dicho Jehová el Señor: ¿Comeréis con
sangre, y a vuestros ídolos alzaréis vuestros ojos, y
derramaréis sangre, y poseeréis vosotros la tierra?
26 Estuvisteis
sobre vuestras espadas, hicisteis abominación, y
contaminasteis cada cual a la mujer de su prójimo; ¿y habréis
de poseer la tierra?
27 Les
dirás así: Así ha dicho Jehová el Señor: Vivo yo, que los que
están en aquellos lugares asolados caerán a espada, y al que
está sobre la faz del campo entregaré a las fieras para que lo
devoren; y los que están en las fortalezas y en las cuevas, de
pestilencia morirán.
28 Y
convertiré la tierra en desierto y en soledad, y cesará la
soberbia de su poderío; y los montes de Israel serán asolados
hasta que no haya quien pase.
29 Y
sabrán que yo soy Jehová, cuando convierta la tierra en
soledad y desierto, por todas las abominaciones que han hecho.
30 Y
tú, hijo de hombre, los hijos de tu pueblo se mofan de ti
junto a las paredes y a las puertas de las casas, y habla el
uno con el otro, cada uno con su hermano, diciendo: Venid
ahora, y oíd qué palabra viene de Jehová.
31 Y
vendrán a ti como viene el pueblo, y estarán delante de ti
como pueblo mío, y oirán tus palabras, y no las pondrán por
obra; antes hacen halagos con sus bocas, y el corazón de ellos
anda en pos de su avaricia.
32 Y
he aquí que tú eres a ellos como cantor de amores, hermoso de
voz y que canta bien; y oirán tus palabras, pero no las
pondrán por obra.
33 Pero
cuando ello viniere (y viene ya), sabrán que hubo profeta
entre ellos.
34:1
Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
2 Hijo
de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza,
y di a los pastores: Así ha dicho Jehová el Señor: !!Ay de los
pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos! ¿No
apacientan los pastores a los rebaños?
3 Coméis
la grosura, y os vestís de la lana; la engordada degolláis,
mas no apacentáis a las ovejas.
4 No
fortalecisteis las débiles, ni curasteis la enferma; no
vendasteis la perniquebrada, no volvisteis al redil la
descarriada, ni buscasteis la perdida, sino que os habéis
enseñoreado de ellas con dureza y con violencia.
5 Y
andan errantes por falta de pastor, y son presa de todas las
fieras del campo, y se han dispersado.
6 Anduvieron
perdidas mis ovejas por todos los montes, y en todo collado
alto; y en toda la faz de la tierra fueron esparcidas mis
ovejas, y no hubo quien las buscase, ni quien preguntase por
ellas.
7 Por
tanto, pastores, oíd palabra de Jehová:
8 Vivo
yo, ha dicho Jehová el Señor, que por cuanto mi rebaño fue
para ser robado, y mis ovejas fueron para ser presa de todas
las fieras del campo, sin pastor; ni mis pastores buscaron mis
ovejas, sino que los pastores se apacentaron a sí mismos, y no
apacentaron mis ovejas;
9 por
tanto, oh pastores, oíd palabra de Jehová.
10 Así
ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo estoy contra los
pastores; y demandaré mis ovejas de su mano, y les haré dejar
de apacentar las ovejas; ni los pastores se apacentarán más a
sí mismos, pues yo libraré mis ovejas de sus bocas, y no les
serán más por comida.
11 Porque
así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo, yo mismo iré a
buscar mis ovejas, y las reconoceré.
12 Como
reconoce su rebaño el pastor el día que está en medio de sus
ovejas esparcidas, así reconoceré mis ovejas, y las libraré de
todos los lugares en que fueron esparcidas el día del nublado
y de la oscuridad.
13 Y
yo las sacaré de los pueblos, y las juntaré de las tierras;
las traeré a su propia tierra, y las apacentaré en los montes
de Israel, por las riberas, y en todos los lugares habitados
del país.
14 En
buenos pastos las apacentaré, y en los altos montes de Israel
estará su aprisco; allí dormirán en buen redil, y en pastos
suculentos serán apacentadas sobre los montes de Israel.
15 Yo
apacentaré mis ovejas, y yo les daré aprisco, dice Jehová el
Señor.
16 Yo
buscaré la perdida, y haré volver al redil la descarriada;
vendaré la perniquebrada, y fortaleceré la débil; mas a la
engordada y a la fuerte destruiré; las apacentaré con justicia.
17 Mas
en cuanto a vosotras, ovejas mías, así ha dicho Jehová el
Señor: He aquí yo juzgo entre oveja y oveja, entre carneros y
machos cabríos.
18 ¿Os
es poco que comáis los buenos pastos, sino que también holláis
con vuestros pies lo que de vuestros pastos queda; y que
bebiendo las aguas claras, enturbiáis además con vuestros pies
las que quedan?
19 Y
mis ovejas comen lo hollado de vuestros pies, y beben lo que
con vuestros pies habéis enturbiado.
20 Por
tanto, así les dice Jehová el Señor: He aquí yo, yo juzgaré
entre la oveja engordada y la oveja flaca,
21 por
cuanto empujasteis con el costado y con el hombro, y
acorneasteis con vuestros cuernos a todas las débiles, hasta
que las echasteis y las dispersasteis.
22 Yo
salvaré a mis ovejas, y nunca más serán para rapiña; y juzgaré
entre oveja y oveja.
23 Y
levantaré sobre ellas a un pastor, y él las apacentará; a mi
siervo David, él las apacentará, y él les será por pastor.
24 Yo
Jehová les seré por Dios, y mi siervo David príncipe en medio
de ellos. Yo Jehová he hablado.
25 Y
estableceré con ellos pacto de paz, y quitaré de la tierra las
fieras; y habitarán en el desierto con seguridad, y dormirán
en los bosques.
26 Y
daré bendición a ellas y a los alrededores de mi collado, y
haré descender la lluvia en su tiempo; lluvias de bendición
serán.
27 Y
el árbol del campo dará su fruto, y la tierra dará su fruto, y
estarán sobre su tierra con seguridad; y sabrán que yo soy
Jehová, cuando rompa las coyundas de su yugo, y los libre de
mano de los que se sirven de ellos.
28 No
serán más por despojo de las naciones, ni las fieras de la
tierra las devorarán; sino que habitarán con seguridad, y no
habrá quien las espante.
29 Y
levantaré para ellos una planta de renombre, y no serán ya más
consumidos de hambre en la tierra, ni ya más serán
avergonzados por las naciones.
30 Y
sabrán que yo Jehová su Dios estoy con ellos, y ellos son mi
pueblo, la casa de Israel, dice Jehová el Señor.
31 Y
vosotras, ovejas mías, ovejas de mi pasto, hombres sois, y yo
vuestro Dios, dice Jehová el Señor.
35:1
Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
2 Hijo
de hombre, pon tu rostro hacia el monte de Seir, y profetiza
contra él,
3 y
dile: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo estoy contra ti,
oh monte de Seir, y extenderé mi mano contra ti, y te
convertiré en desierto y en soledad.
4 A
tus ciudades asolaré, y tú serás asolado; y sabrás que yo soy
Jehová.
5 Por
cuanto tuviste enemistad perpetua, y entregaste a los hijos de
Israel al poder de la espada en el tiempo de su aflicción, en
el tiempo extremadamente malo,
6 por
tanto, vivo yo, dice Jehová el Señor, que a sangre te
destinaré, y sangre te perseguirá; y porque la sangre no
aborreciste, sangre te perseguirá.
7 Y
convertiré al monte de Seir en desierto y en soledad, y
cortaré de él al que vaya y al que venga.
8 Y
llenaré sus montes de sus muertos; en tus collados, en tus
valles y en todos tus arroyos, caerán muertos a espada.
9 Yo
te pondré en asolamiento perpetuo, y tus ciudades nunca más se
restaurarán; y sabréis que yo soy Jehová.
10 Por
cuanto dijiste: Las dos naciones y las dos tierras serán mías,
y tomaré posesión de ellas; estando allí Jehová;
11 por
tanto, vivo yo, dice Jehová el Señor, yo haré conforme a tu
ira, y conforme a tu celo con que procediste, a causa de tus
enemistades con ellos; y seré conocido en ellos, cuando te
juzgue.
12 Y
sabrás que yo Jehová he oído todas tus injurias que proferiste
contra los montes de Israel, diciendo: Destruidos son, nos han
sido dados para que los devoremos.
13 Y
os engrandecisteis contra mí con vuestra boca, y
multiplicasteis contra mí vuestras palabras. Yo lo oí.
14 Así
ha dicho Jehová el Señor: Para que toda la tierra se regocije,
yo te haré una desolación.
15 Como
te alegraste sobre la heredad de la casa de Israel, porque fue
asolada, así te haré a ti; asolado será el monte de Seir, y
todo Edom, todo él; y sabrán que yo soy Jehová.
36:1
Tú, hijo de hombre, profetiza a los montes de Israel, y di:
Montes de Israel, oíd palabra de Jehová.
2 Así
ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto el enemigo dijo de
vosotros: !!Ea! también las alturas eternas nos han sido dadas
por heredad;
3 profetiza,
por tanto, y di: Así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto os
asolaron y os tragaron de todas partes, para que fueseis
heredad de las otras naciones, y se os ha hecho caer en boca
de habladores y ser el oprobio de los pueblos,
4 por
tanto, montes de Israel, oíd palabra de Jehová el Señor: Así
ha dicho Jehová el Señor a los montes y a los collados, a los
arroyos y a los valles, a las ruinas y asolamientos y a las
ciudades desamparadas, que fueron puestas por botín y escarnio
de las otras naciones alrededor;
5 por
eso, así ha dicho Jehová el Señor: He hablado por cierto en el
fuego de mi celo contra las demás naciones, y contra todo
Edom, que se disputaron mi tierra por heredad con alegría, de
todo corazón y con enconamiento de ánimo, para que sus
expulsados fuesen presa suya.
6 Por
tanto, profetiza sobre la tierra de Israel, y di a los montes
y a los collados, y a los arroyos y a los valles: Así ha dicho
Jehová el Señor: He aquí, en mi celo y en mi furor he hablado,
por cuanto habéis llevado el oprobio de las naciones.
7 Por
lo cual así ha dicho Jehová el Señor: Yo he alzado mi mano, he
jurado que las naciones que están a vuestro alrededor han de
llevar su afrenta.
8 Mas
vosotros, oh montes de Israel, daréis vuestras ramas, y
llevaréis vuestro fruto para mi pueblo Israel; porque cerca
están para venir.
9 Porque
he aquí, yo estoy por vosotros, y a vosotros me volveré, y
seréis labrados y sembrados.
10 Y
haré multiplicar sobre vosotros hombres, a toda la casa de
Israel, toda ella; y las ciudades serán habitadas, y
edificadas las ruinas.
11 Multiplicaré
sobre vosotros hombres y ganado, y serán multiplicados y
crecerán; y os haré morar como solíais antiguamente, y os haré
mayor bien que en vuestros principios; y sabréis que yo soy
Jehová.
12 Y
haré andar hombres sobre vosotros, a mi pueblo Israel; y
tomarán posesión de ti, y les serás por heredad, y nunca más
les matarás los hijos.
13 Así
ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto dicen de vosotros:
Comedora de hombres, y matadora de los hijos de tu nación has
sido;
14 por
tanto, no devorarás más hombres, y nunca más matarás a los
hijos de tu nación, dice Jehová el Señor.
15 Y
nunca más te haré oír injuria de naciones, ni más llevarás
denuestos de pueblos, ni harás más morir a los hijos de tu
nación, dice Jehová el Señor.
16 Vino
a mí palabra de Jehová, diciendo:
17 Hijo
de hombre, mientras la casa de Israel moraba en su tierra, la
contaminó con sus caminos y con sus obras; como inmundicia de
menstruosa fue su camino delante de mí.
18 Y
derramé mi ira sobre ellos por la sangre que derramaron sobre
la tierra; porque con sus ídolos la contaminaron.
19 Les
esparcí por las naciones, y fueron dispersados por las tierras;
conforme a sus caminos y conforme a sus obras les juzgué.
20 Y
cuando llegaron a las naciones adonde fueron, profanaron mi
santo nombre, diciéndose de ellos: Estos son pueblo de Jehová,
y de la tierra de él han salido.
21 Pero
he tenido dolor al ver mi santo nombre profanado por la casa
de Israel entre las naciones adonde fueron.
22 Por
tanto, di a la casa de Israel: Así ha dicho Jehová el Señor:
No lo hago por vosotros, oh casa de Israel, sino por causa de
mi santo nombre, el cual profanasteis vosotros entre las
naciones adonde habéis llegado.
23 Y
santificaré mi grande nombre, profanado entre las naciones, el
cual profanasteis vosotros en medio de ellas; y sabrán las
naciones que yo soy Jehová, dice Jehová el Señor, cuando sea
santificado en vosotros delante de sus ojos.
24 Y
yo os tomaré de las naciones, y os recogeré de todas las
tierras, y os traeré a vuestro país.
25 Esparciré
sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas
vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré.
26 Os
daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros;
y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un
corazón de carne.
27 Y
pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en
mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por
obra.
28 Habitaréis
en la tierra que di a vuestros padres, y vosotros me seréis
por pueblo, y yo seré a vosotros por Dios.
29 Y
os guardaré de todas vuestras inmundicias; y llamaré al trigo,
y lo multiplicaré, y no os daré hambre.
30 Multiplicaré
asimismo el fruto de los árboles, y el fruto de los campos,
para que nunca más recibáis oprobio de hambre entre las
naciones.
31 Y
os acordaréis de vuestros malos caminos, y de vuestras obras
que no fueron buenas; y os avergonzaréis de vosotros mismos
por vuestras iniquidades y por vuestras abominaciones.
32 No
lo hago por vosotros, dice Jehová el Señor, sabedlo bien;
avergonzaos y cubríos de confusión por vuestras iniquidades,
casa de Israel.
33 Así
ha dicho Jehová el Señor: El día que os limpie de todas
vuestras iniquidades, haré también que sean habitadas las
ciudades, y las ruinas serán reedificadas.
34 Y
la tierra asolada será labrada, en lugar de haber permanecido
asolada a ojos de todos los que pasaron.
35 Y
dirán: Esta tierra que era asolada ha venido a ser como huerto
del Edén; y estas ciudades que eran desiertas y asoladas y
arruinadas, están fortificadas y habitadas.
36 Y
las naciones que queden en vuestros alrededores sabrán que yo
reedifiqué lo que estaba derribado, y planté lo que estaba
desolado; yo Jehová he hablado, y lo haré.
37 Así
ha dicho Jehová el Señor: Aún seré solicitado por la casa de
Israel, para hacerles esto; multiplicaré los hombres como se
multiplican los rebaños.
38 Como
las ovejas consagradas, como las ovejas de Jerusalén en sus
fiestas solemnes, así las ciudades desiertas serán llenas de
rebaños de hombres; y sabrán que yo soy Jehová.
37:1
La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de
Jehová, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de
huesos.
2 Y
me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí
que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos
en gran manera.
3 Y
me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor
Jehová, tú lo sabes.
4 Me
dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos
secos, oíd palabra de Jehová.
5 Así
ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: He aquí, yo hago
entrar espíritu en vosotros, y viviréis.
6 Y
pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros
carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y
viviréis; y sabréis que yo soy Jehová.
7 Profeticé,
pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo
profetizaba, y he aquí un temblor; y los huesos se juntaron
cada hueso con su hueso.
8 Y
miré, y he aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la
piel cubrió por encima de ellos; pero no había en ellos
espíritu.
9 Y
me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y
di al espíritu: Así ha dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de
los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán.
10 Y
profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y
vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en
extremo.
11 Me
dijo luego: Hijo de hombre, todos estos huesos son la casa de
Israel. He aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y
pereció nuestra esperanza, y somos del todo destruidos.
12 Por
tanto, profetiza, y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: He
aquí yo abro vuestros sepulcros, pueblo mío, y os haré subir
de vuestras sepulturas, y os traeré a la tierra de Israel.
13 Y
sabréis que yo soy Jehová, cuando abra vuestros sepulcros, y
os saque de vuestras sepulturas, pueblo mío.
14 Y
pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os haré reposar
sobre vuestra tierra; y sabréis que yo Jehová hablé, y lo hice,
dice Jehová.
15 Vino
a mí palabra de Jehová, diciendo:
16 Hijo
de hombre, toma ahora un palo, y escribe en él: Para Judá, y
para los hijos de Israel sus compañeros. Toma después otro
palo, y escribe en él: Para José, palo de Efraín, y para toda
la casa de Israel sus compañeros.
17 Júntalos
luego el uno con el otro, para que sean uno solo, y serán uno
solo en tu mano.
18 Y
cuando te pregunten los hijos de tu pueblo, diciendo: ¿No nos
enseñarás qué te propones con eso?,
19 diles:
Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo tomo el palo de José
que está en la mano de Efraín, y a las tribus de Israel sus
compañeros, y los pondré con el palo de Judá, y los haré un
solo palo, y serán uno en mi mano.
20 Y
los palos sobre que escribas estarán en tu mano delante de sus
ojos,
21 y
les dirás: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo tomo a
los hijos de Israel de entre las naciones a las cuales fueron,
y los recogeré de todas partes, y los traeré a su tierra;
22 y
los haré una nación en la tierra, en los montes de Israel, y
un rey será a todos ellos por rey; y nunca más serán dos
naciones, ni nunca más serán divididos en dos reinos.
23 Ni
se contaminarán ya más con sus ídolos, con sus abominaciones y
con todas sus rebeliones; y los salvaré de todas sus
rebeliones con las cuales pecaron, y los limpiaré; y me serán
por pueblo, y yo a ellos por Dios.
24 Mi
siervo David será rey sobre ellos, y todos ellos tendrán un
solo pastor; y andarán en mis preceptos, y mis estatutos
guardarán, y los pondrán por obra.
25 Habitarán
en la tierra que di a mi siervo Jacob, en la cual habitaron
vuestros padres; en ella habitarán ellos, sus hijos y los
hijos de sus hijos para siempre; y mi siervo David será
príncipe de ellos para siempre.
26 Y
haré con ellos pacto de paz, pacto perpetuo será con ellos; y
los estableceré y los multiplicaré, y pondré mi santuario
entre ellos para siempre.
27 Estará
en medio de ellos mi tabernáculo, y seré a ellos por Dios, y
ellos me serán por pueblo.
28 Y
sabrán las naciones que yo Jehová santifico a Israel, estando
mi santuario en medio de ellos para siempre.
38:1
Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
2 Hijo
de hombre, pon tu rostro contra Gog en tierra de Magog,
príncipe soberano de Mesec y Tubal, y profetiza contra él,
3 y
di: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo estoy contra ti,
oh Gog, príncipe soberano de Mesec y Tubal.
4 Y
te quebrantaré, y pondré garfios en tus quijadas, y te sacaré
a ti y a todo tu ejército, caballos y jinetes, de todo en todo
equipados, gran multitud con paveses y escudos, teniendo todos
ellos espadas;
5 Persia,
Cus y Fut con ellos; todos ellos con escudo y yelmo;
6 Gomer,
y todas sus tropas; la casa de Togarma, de los confines del
norte, y todas sus tropas; muchos pueblos contigo.
7 Prepárate
y apercíbete, tú y toda tu multitud que se ha reunido a ti, y
sé tú su guarda.
8 De
aquí a muchos días serás visitado; al cabo de años vendrás a
la tierra salvada de la espada, recogida de muchos pueblos, a
los montes de Israel, que siempre fueron una desolación; mas
fue sacada de las naciones, y todos ellos morarán
confiadamente.
9 Subirás
tú, y vendrás como tempestad; como nublado para cubrir la
tierra serás tú y todas tus tropas, y muchos pueblos contigo.
10 Así
ha dicho Jehová el Señor: En aquel día subirán palabras en tu
corazón, y concebirás mal pensamiento,
11 y
dirás: Subiré contra una tierra indefensa, iré contra gentes
tranquilas que habitan confiadamente; todas ellas habitan sin
muros, y no tienen cerrojos ni puertas;
12 para
arrebatar despojos y para tomar botín, para poner tus manos
sobre las tierras desiertas ya pobladas, y sobre el pueblo
recogido de entre las naciones, que se hace de ganado y
posesiones, que mora en la parte central de la tierra.
13 Sabá
y Dedán, y los mercaderes de Tarsis y todos sus príncipes, te
dirán: ¿Has venido a arrebatar despojos? ¿Has reunido tu
multitud para tomar botín, para quitar plata y oro, para tomar
ganados y posesiones, para tomar grandes despojos?
14 Por
tanto, profetiza, hijo de hombre, y di a Gog: Así ha dicho
Jehová el Señor: En aquel tiempo, cuando mi pueblo Israel
habite con seguridad, ¿no lo sabrás tú?
15 Vendrás
de tu lugar, de las regiones del norte, tú y muchos pueblos
contigo, todos ellos a caballo, gran multitud y poderoso
ejército,
16 y
subirás contra mi pueblo Israel como nublado para cubrir la
tierra; será al cabo de los días; y te traeré sobre mi tierra,
para que las naciones me conozcan, cuando sea santificado en
ti, oh Gog, delante de sus ojos.
17 Así
ha dicho Jehová el Señor: ¿No eres tú aquel de quien hablé yo
en tiempos pasados por mis siervos los profetas de Israel, los
cuales profetizaron en aquellos tiempos que yo te había de
traer sobre ellos?
18 En
aquel tiempo, cuando venga Gog contra la tierra de Israel,
dijo Jehová el Señor, subirá mi ira y mi enojo.
19 Porque
he hablado en mi celo, y en el fuego de mi ira: Que en aquel
tiempo habrá gran temblor sobre la tierra de Israel;
20 que
los peces del mar, las aves del cielo, las bestias del campo y
toda serpiente que se arrastra sobre la tierra, y todos los
hombres que están sobre la faz de la tierra, temblarán ante mi
presencia; y se desmoronarán los montes, y los vallados caerán,
y todo muro caerá a tierra.
21 Y
en todos mis montes llamaré contra él la espada, dice Jehová
el Señor; la espada de cada cual será contra su hermano.
22 Y
yo litigaré contra él con pestilencia y con sangre; y haré
llover sobre él, sobre sus tropas y sobre los muchos pueblos
que están con él, impetuosa lluvia, y piedras de granizo,
fuego y azufre.
23 Y
seré engrandecido y santificado, y seré conocido ante los ojos
de muchas naciones; y sabrán que yo soy Jehová.
2 Y
te quebrantaré, y te conduciré y te haré subir de las partes
del norte, y te traeré sobre los montes de Israel;
3 y
sacaré tu arco de tu mano izquierda, y derribaré tus saetas de
tu mano derecha.
4 Sobre
los montes de Israel caerás tú y todas tus tropas, y los
pueblos que fueron contigo; a aves de rapiña de toda especie,
y a las fieras del campo, te he dado por comida.
5 Sobre
la faz del campo caerás; porque yo he hablado, dice Jehová el
Señor.
6 Y
enviaré fuego sobre Magog, y sobre los que moran con seguridad
en las costas; y sabrán que yo soy Jehová.
7 Y
haré notorio mi santo nombre en medio de mi pueblo Israel, y
nunca más dejaré profanar mi santo nombre; y sabrán las
naciones que yo soy Jehová, el Santo en Israel.
8 He
aquí viene, y se cumplirá, dice Jehová el Señor; este es el
día del cual he hablado.
9 Y
los moradores de las ciudades de Israel saldrán, y encenderán
y quemarán armas, escudos, paveses, arcos y saetas, dardos de
mano y lanzas; y los quemarán en el fuego por siete años.
10 No
traerán leña del campo, ni cortarán de los bosques, sino
quemarán las armas en el fuego; y despojarán a sus
despojadores, y robarán a los que les robaron, dice Jehová el
Señor.
11 En
aquel tiempo yo daré a Gog lugar para sepultura allí en
Israel, el valle de los que pasan al oriente del mar; y
obstruirá el paso a los transeúntes, pues allí enterrarán a
Gog y a toda su multitud; y lo llamarán el Valle de Hamón-gog.
12 Y
la casa de Israel los estará enterrando por siete meses, para
limpiar la tierra.
13 Los
enterrará todo el pueblo de la tierra; y será para ellos
célebre el día en que yo sea glorificado, dice Jehová el Señor.
14 Y
tomarán hombres a jornal que vayan por el país con los que
viajen, para enterrar a los que queden sobre la faz de la
tierra, a fin de limpiarla; al cabo de siete meses harán el
reconocimiento.
15 Y
pasarán los que irán por el país, y el que vea los huesos de
algún hombre pondrá junto a ellos una señal, hasta que los
entierren los sepultureros en el valle de Hamón-gog.
16 Y
también el nombre de la ciudad será Hamona y limpiarán la
tierra.
17 Y
tú, hijo de hombre, así ha dicho Jehová el Señor: Di a las
aves de toda especie, y a toda fiera del campo: Juntaos, y
venid; reuníos de todas partes a mi víctima que sacrifico para
vosotros, un sacrificio grande sobre los montes de Israel; y
comeréis carne y beberéis sangre.
18 Comeréis
carne de fuertes, y beberéis sangre de príncipes de la tierra;
de carneros, de corderos, de machos cabríos, de bueyes y de
toros, engordados todos en Basán.
19 Comeréis
grosura hasta saciaros, y beberéis hasta embriagaros de sangre
de las víctimas que para vosotros sacrifiqué.
20 Y
os saciaréis sobre mi mesa, de caballos y de jinetes fuertes y
de todos los hombres de guerra, dice Jehová el Señor.
21 Y
pondré mi gloria entre las naciones, y todas las naciones
verán mi juicio que habré hecho, y mi mano que sobre ellos
puse.
22 Y
de aquel día en adelante sabrá la casa de Israel que yo soy
Jehová su Dios.
23 Y
sabrán las naciones que la casa de Israel fue llevada cautiva
por su pecado, por cuanto se rebelaron contra mí, y yo escondí
de ellos mi rostro, y los entregué en manos de sus enemigos, y
cayeron todos a espada.
24 Conforme
a su inmundicia y conforme a sus rebeliones hice con ellos, y
de ellos escondí mi rostro.
25 Por
tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Ahora volveré la
cautividad de Jacob, y tendré misericordia de toda la casa de
Israel, y me mostraré celoso por mi santo nombre.
26 Y
ellos sentirán su verg:uenza, y toda su rebelión con que
prevaricaron contra mí, cuando habiten en su tierra con
seguridad, y no haya quien los espante;
27 cuando
los saque de entre los pueblos, y los reúna de la tierra de
sus enemigos, y sea santificado en ellos ante los ojos de
muchas naciones.
28 Y
sabrán que yo soy Jehová su Dios, cuando después de haberlos
llevado al cautiverio entre las naciones, los reúna sobre su
tierra, sin dejar allí a ninguno de ellos.
29 Ni
esconderé más de ellos mi rostro; porque habré derramado de mi
Espíritu sobre la casa de Israel, dice Jehová el Señor.
3.¿Qué
Jehová derramara sobre la casa de Israel? (29)
Capitulo 40
40:1
En el año veinticinco de nuestro cautiverio, al principio del
año, a los diez días del mes, a los catorce años después que
la ciudad fue conquistada, en aquel mismo día vino sobre mí la
mano de Jehová, y me llevó allá.
2 En
visiones de Dios me llevó a la tierra de Israel, y me puso
sobre un monte muy alto, sobre el cual había un edificio
parecido a una gran ciudad, hacia la parte sur.
3 Me
llevó allí, y he aquí un varón, cuyo aspecto era como aspecto
de bronce; y tenía un cordel de lino en su mano, y una caña de
medir; y él estaba a la puerta.
4 Y
me habló aquel varón, diciendo: Hijo de hombre, mira con tus
ojos, y oye con tus oídos, y pon tu corazón a todas las cosas
que te muestro; porque para que yo te las mostrase has sido
traído aquí. Cuenta todo lo que ves a la casa de Israel.
5 Y
he aquí un muro fuera de la casa; y la caña de medir que aquel
varón tenía en la mano era de seis codos de a codo y palmo
menor; y midió el espesor del muro, de una caña, y la altura,
de otra caña.
6 Después
vino a la puerta que mira hacia el oriente, y subió por sus
gradas, y midió un poste de la puerta, de una caña de ancho, y
el otro poste, de otra caña de ancho.
7 Y
cada cámara tenía una caña de largo, y una caña de ancho; y
entre las cámaras había cinco codos de ancho; y cada poste de
la puerta junto a la entrada de la puerta por dentro, una caña.
8 Midió
asimismo la entrada de la puerta por dentro, una caña.
9 Midió
luego la entrada del portal, de ocho codos, y sus postes de
dos codos; y la puerta del portal estaba por el lado de
adentro.
10 Y
la puerta oriental tenía tres cámaras a cada lado, las tres de
una medida; también de una medida los portales a cada lado.
11 Midió
el ancho de la entrada de la puerta, de diez codos, y la
longitud del portal, de trece codos.
12 El
espacio delante de las cámaras era de un codo a un lado, y de
otro codo al otro lado; y cada cámara tenía seis codos por un
lado, y seis codos por el otro.
13 Midió
la puerta desde el techo de una cámara hasta el techo de la
otra, veinticinco codos de ancho, puerta contra puerta.
14 Y
midió los postes, de sesenta codos, cada poste del atrio y del
portal todo en derredor.
15 Y
desde el frente de la puerta de la entrada hasta el frente de
la entrada de la puerta interior, cincuenta codos.
16 Y
había ventanas estrechas en las cámaras, y en sus portales por
dentro de la puerta alrededor, y asimismo en los corredores; y
las ventanas estaban alrededor por dentro; y en cada poste
había palmeras.
17 Me
llevó luego al atrio exterior, y he aquí había cámaras, y
estaba enlosado todo en derredor; treinta cámaras había
alrededor en aquel atrio.
18 El
enlosado a los lados de las puertas, en proporción a la
longitud de los portales, era el enlosado más bajo.
19 Y
midió la anchura desde el frente de la puerta de abajo hasta
el frente del atrio interior por fuera, de cien codos hacia el
oriente y el norte.
20 Y
de la puerta que estaba hacia el norte en el atrio exterior,
midió su longitud y su anchura.
21 Sus
cámaras eran tres de un lado, y tres del otro; y sus postes y
sus arcos eran como la medida de la puerta primera: cincuenta
codos de longitud, y veinticinco de ancho.
22 Y
sus ventanas y sus arcos y sus palmeras eran conforme a la
medida de la puerta que estaba hacia el oriente; y se subía a
ella por siete gradas, y delante de ellas estaban sus arcos.
23 La
puerta del atrio interior estaba enfrente de la puerta hacia
el norte, y así al oriente; y midió de puerta a puerta, cien
codos.
24 Me
llevó después hacia el sur, y he aquí una puerta hacia el sur;
y midió sus portales y sus arcos conforme a estas medidas.
25 Y
tenía sus ventanas y sus arcos alrededor, como las otras
ventanas; la longitud era de cincuenta codos, y el ancho de
veinticinco codos.
26 Sus
gradas eran de siete peldaños, con sus arcos delante de ellas;
y tenía palmeras, una de un lado, y otra del otro lado, en sus
postes.
27 Había
también puerta hacia el sur del atrio interior; y midió de
puerta a puerta hacia el sur cien codos.
28 Me
llevó después en el atrio de adentro a la puerta del sur, y
midió la puerta del sur conforme a estas medidas.
29 Sus
cámaras y sus postes y sus arcos eran conforme a estas medidas,
y tenía sus ventanas y sus arcos alrededor; la longitud era de
cincuenta codos, y de veinticinco codos el ancho.
30 Los
arcos alrededor eran de veinticinco codos de largo, y cinco
codos de ancho.
31 Y
sus arcos caían afuera al atrio, con palmeras en sus postes; y
sus gradas eran de ocho peldaños.
32 Y
me llevó al atrio interior hacia el oriente, y midió la puerta
conforme a estas medidas.
33 Eran
sus cámaras y sus postes y sus arcos conforme a estas medidas,
y tenía sus ventanas y sus arcos alrededor; la longitud era de
cincuenta codos, y la anchura de veinticinco codos.
34 Y
sus arcos caían afuera al atrio, con palmeras en sus postes de
un lado y de otro; y sus gradas eran de ocho peldaños.
35 Me
llevó luego a la puerta del norte, y midió conforme a estas
medidas;
36 sus
cámaras, sus postes, sus arcos y sus ventanas alrededor; la
longitud era de cincuenta codos, y de veinticinco codos el
ancho.
37 Sus
postes caían afuera al atrio, con palmeras a cada uno de sus
postes de un lado y de otro; y sus gradas eran de ocho
peldaños.
38 Y
había allí una cámara, y su puerta con postes de portales;
allí lavarán el holocausto.
39 Y
en la entrada de la puerta había dos mesas a un lado, y otras
dos al otro, para degollar sobre ellas el holocausto y la
expiación y el sacrificio por el pecado.
40 A
un lado, por fuera de las gradas, a la entrada de la puerta
del norte, había dos mesas; y al otro lado que estaba a la
entrada de la puerta, dos mesas.
41 Cuatro
mesas a un lado, y cuatro mesas al otro lado, junto a la
puerta; ocho mesas, sobre las cuales degollarán las víctimas.
42 Las
cuatro mesas para el holocausto eran de piedra labrada, de un
codo y medio de longitud, y codo y medio de ancho, y de un
codo de altura; sobre éstas pondrán los utensilios con que
degollarán el holocausto y el sacrificio.
43 Y
adentro, ganchos, de un palmo menor, dispuestos en derredor; y
sobre las mesas la carne de las víctimas.
44 Y
fuera de la puerta interior, en el atrio de adentro que estaba
al lado de la puerta del norte, estaban las cámaras de los
cantores, las cuales miraban hacia el sur; una estaba al lado
de la puerta del oriente que miraba hacia el norte.
45 Y
me dijo: Esta cámara que mira hacia el sur es de los
sacerdotes que hacen la guardia del templo.
46 Y
la cámara que mira hacia el norte es de los sacerdotes que
hacen la guardia del altar; estos son los hijos de Sadoc, los
cuales son llamados de los hijos de Leví para ministrar a
Jehová.
47 Y
midió el atrio, cien codos de longitud, y cien codos de
anchura; era cuadrado; y el altar estaba delante de la casa.
48 Y
me llevó al pórtico del templo, y midió cada poste del pórtico,
cinco codos de un lado, y cinco codos de otro; y la anchura de
la puerta tres codos de un lado, y tres codos de otro.
49 La
longitud del pórtico, veinte codos, y el ancho once codos, al
cual subían por gradas; y había columnas junto a los postes,
una de un lado, y otra de otro.
Answers to Ezekiel
Study Questions only in English
Capitulo 41
2 El
ancho de la puerta era de diez codos, y los lados de la puerta,
de cinco codos de un lado, y cinco del otro. Y midió su
longitud, de cuarenta codos, y la anchura de veinte codos.
3 Y
pasó al interior, y midió cada poste de la puerta, de dos
codos; y la puerta, de seis codos; y la anchura de la entrada,
de siete codos.
4 Midió
también su longitud, de veinte codos, y la anchura de veinte
codos, delante del templo; y me dijo: Este es el lugar
santísimo.
5 Después
midió el muro de la casa, de seis codos; y de cuatro codos la
anchura de las cámaras, en torno de la casa alrededor.
6 Las
cámaras laterales estaban sobrepuestas unas a otras, treinta
en cada uno de los tres pisos; y entraban modillones en la
pared de la casa alrededor, sobre los que estribasen las
cámaras, para que no estribasen en la pared de la casa.
7 Y
había mayor anchura en las cámaras de más arriba; la escalera
de caracol de la casa subía muy alto alrededor por dentro de
la casa; por tanto, la casa tenía más anchura arriba. Del piso
inferior se podía subir al de en medio, y de éste al superior.
8 Y
miré la altura de la casa alrededor; los cimientos de las
cámaras eran de una caña entera de seis codos largos.
9 El
ancho de la pared de afuera de las cámaras era de cinco codos,
igual al espacio que quedaba de las cámaras de la casa por
dentro.
10 Y
entre las cámaras había anchura de veinte codos por todos
lados alrededor de la casa.
11 La
puerta de cada cámara salía al espacio que quedaba, una puerta
hacia el norte, y otra puerta hacia el sur; y el ancho del
espacio que quedaba era de cinco codos por todo alrededor.
12 Y
el edificio que estaba delante del espacio abierto al lado del
occidente era de setenta codos; y la pared del edificio, de
cinco codos de grueso alrededor, y noventa codos de largo.
13 Luego
midió la casa, cien codos de largo; y el espacio abierto y el
edificio y sus paredes, de cien codos de longitud.
14 Y
el ancho del frente de la casa y del espacio abierto al
oriente era de cien codos.
15 Y
midió la longitud del edificio que estaba delante del espacio
abierto que había detrás de él, y las cámaras de uno y otro
lado, cien codos; y el templo de dentro, y los portales del
atrio.
16 Los
umbrales y las ventanas estrechas y las cámaras alrededor de
los tres pisos estaba todo cubierto de madera desde el suelo
hasta las ventanas; y las ventanas también cubiertas.
17 Por
encima de la puerta, y hasta la casa de adentro, y afuera de
ella, y por toda la pared en derredor por dentro y por fuera,
tomó medidas.
18 Y
estaba labrada con querubines y palmeras, entre querubín y
querubín una palmera; y cada querubín tenía dos rostros;
19 un
rostro de hombre hacia la palmera del un lado, y un rostro de
león hacia la palmera del otro lado, por toda la casa
alrededor.
20 Desde
el suelo hasta encima de la puerta había querubines labrados y
palmeras, por toda la pared del templo.
21 Cada
poste del templo era cuadrado, y el frente del santuario era
como el otro frente.
22 La
altura del altar de madera era de tres codos, y su longitud de
dos codos; y sus esquinas, su superficie y sus paredes eran de
madera. Y me dijo: Esta es la mesa que está delante de Jehová.
23 El
templo y el santuario tenían dos puertas.
24 Y
en cada puerta había dos hojas, dos hojas que giraban; dos
hojas en una puerta, y otras dos en la otra.
25 En
las puertas del templo había labrados de querubines y palmeras,
así como los que había en las paredes; y en la fachada del
atrio al exterior había un portal de madera.
26 Y
había ventanas estrechas, y palmeras de uno y otro lado a los
lados del pórtico; así eran las cámaras de la casa y los
umbrales.
Capitulo 42
2 Por
delante de la puerta del norte su longitud era de cien codos,
y el ancho de cincuenta codos.
3 Frente
a los veinte codos que había en el atrio interior, y enfrente
del enlosado que había en el atrio exterior, estaban las
cámaras, las unas enfrente de las otras en tres pisos.
4 Y
delante de las cámaras había un corredor de diez codos de
ancho hacia adentro, con una vía de un codo; y sus puertas
daban al norte.
5 Y
las cámaras más altas eran más estrechas; porque las galerías
quitaban de ellas más que de las bajas y de las de en medio
del edificio.
6 Porque
estaban en tres pisos, y no tenían columnas como las columnas
de los atrios; por tanto, eran más estrechas que las de abajo
y las de en medio, desde el suelo.
7 Y
el muro que estaba afuera enfrente de las cámaras, hacia el
atrio exterior delante de las cámaras, tenía cincuenta codos
de largo.
8 Porque
la longitud de las cámaras del atrio de afuera era de
cincuenta codos; y delante de la fachada del templo había cien
codos.
9 Y
debajo de las cámaras estaba la entrada al lado oriental, para
entrar en él desde el atrio exterior.
10 A
lo largo del muro del atrio, hacia el oriente, enfrente del
espacio abierto, y delante del edificio, había cámaras.
11 Y
el corredor que había delante de ellas era semejante al de las
cámaras que estaban hacia el norte; tanto su longitud como su
ancho eran lo mismo, y todas sus salidas, conforme a sus
puertas y conforme a sus entradas.
12 Así
también eran las puertas de las cámaras que estaban hacia el
sur; había una puerta al comienzo del corredor que había
enfrente del muro al lado oriental, para quien entraba en las
cámaras.
13 Y
me dijo: Las cámaras del norte y las del sur, que están
delante del espacio abierto, son cámaras santas en las cuales
los sacerdotes que se acercan a Jehová comerán las santas
ofrendas; allí pondrán las ofrendas santas, la ofrenda y la
expiación y el sacrifico por el pecado, porque el lugar es
santo.
14 Cuando
los sacerdotes entren, no saldrán del lugar santo al atrio
exterior, sino que allí dejarán sus vestiduras con que
ministran, porque son santas; y se vestirán otros vestidos, y
así se acercarán a lo que es del pueblo.
15 Y
luego que acabó las medidas de la casa de adentro, me sacó por
el camino de la puerta que miraba hacia el oriente, y lo midió
todo alrededor.
16 Midió
el lado oriental con la caña de medir, quinientas cañas de la
caña de medir alrededor.
17 Midió
al lado del norte, quinientas cañas de la caña de medir
alrededor.
18 Midió
al lado del sur, quinientas cañas de la caña de medir.
19 Rodeó
al lado del occidente, y midió quinientas cañas de la caña de
medir.
20 A
los cuatro lados lo midió; tenía un muro todo alrededor, de
quinientas cañas de longitud y quinientas cañas de ancho, para
hacer separación entre el santuario y el lugar profano.
1.¿Qué en
particular se describe principalmente en este capítulo? (1-13)
Capitulo 43
43:1
Me llevó luego a la puerta, a la puerta que mira hacia el
oriente;
2 y
he aquí la gloria del Dios de Israel, que venía del oriente; y
su sonido era como el sonido de muchas aguas, y la tierra
resplandecía a causa de su gloria.
3 Y
el aspecto de lo que vi era como una visión, como aquella
visión que vi cuando vine para destruir la ciudad; y las
visiones eran como la visión que vi junto al río Quebar; y me
postré sobre mi rostro.
4 Y
la gloria de Jehová entró en la casa por la vía de la puerta
que daba al oriente.
5 Y
me alzó el Espíritu y me llevó al atrio interior; y he aquí
que la gloria de Jehová llenó la casa.
6 Y
oí uno que me hablaba desde la casa; y un varón estaba junto a
mí,
7 y
me dijo: Hijo de hombre, este es el lugar de mi trono, el
lugar donde posaré las plantas de mis pies, en el cual
habitaré entre los hijos de Israel para siempre; y nunca más
profanará la casa de Israel mi santo nombre, ni ellos ni sus
reyes, con sus fornicaciones, ni con los cuerpos muertos de
sus reyes en sus lugares altos.
8 Porque
poniendo ellos su umbral junto a mi umbral, y su contrafuerte
junto a mi contrafuerte, mediando sólo una pared entre mí y
ellos, han contaminado mi santo nombre con sus abominaciones
que hicieron; por tanto, los consumí en mi furor.
9 Ahora
arrojarán lejos de mí sus fornicaciones, y los cuerpos muertos
de sus reyes, y habitaré en medio de ellos para siempre.
10 Tú,
hijo de hombre, muestra a la casa de Israel esta casa, y
averg:uéncense de sus pecados; y midan el diseño de ella.
11 Y
si se avergonzaren de todo lo que han hecho, hazles entender
el diseño de la casa, su disposición, sus salidas y sus
entradas, y todas sus formas, y todas sus descripciones, y
todas sus configuraciones, y todas sus leyes; y descríbelo
delante de sus ojos, para que guarden toda su forma y todas
sus reglas, y las pongan por obra.
12 Esta
es la ley de la casa: Sobre la cumbre del monte, el recinto
entero, todo en derredor, será santísimo. He aquí que esta es
la ley de la casa.
13 Estas
son las medidas del altar por codos (el codo de a codo y palmo
menor). La base, de un codo, y de un codo el ancho; y su
remate por su borde alrededor, de un palmo. Este será el
zócalo del altar.
14 Y
desde la base, sobre el suelo, hasta el lugar de abajo, dos
codos, y la anchura de un codo; y desde la cornisa menor hasta
la cornisa mayor, cuatro codos, y el ancho de un codo.
15 El
altar era de cuatro codos, y encima del altar había cuatro
cuernos.
16 Y
el altar tenía doce codos de largo, y doce de ancho, cuadrado
a sus cuatro lados.
17 El
descanso era de catorce codos de longitud y catorce de anchura
en sus cuatro lados, y de medio codo el borde alrededor; y la
base de un codo por todos lados; y sus gradas estaban al
oriente.
18 Y
me dijo: Hijo de hombre, así ha dicho Jehová el Señor: Estas
son las ordenanzas del altar el día en que sea hecho, para
ofrecer holocausto sobre él y para esparcir sobre él sangre.
19 A
los sacerdotes levitas que son del linaje de Sadoc, que se
acerquen a mí, dice Jehová el Señor, para ministrar ante mí,
darás un becerro de la vacada para expiación.
20 Y
tomarás de su sangre, y pondrás en los cuatro cuernos del
altar, y en las cuatro esquinas del descanso, y en el borde
alrededor; así lo limpiarás y purificarás.
21 Tomarás
luego el becerro de la expiación, y lo quemarás conforme a la
ley de la casa, fuera del santuario.
22 Al
segundo día ofrecerás un macho cabrío sin defecto, para
expiación; y purificarán el altar como lo purificaron con el
becerro.
23 Cuando
acabes de expiar, ofrecerás un becerro de la vacada sin
defecto, y un carnero sin tacha de la manada;
24 y
los ofrecerás delante de Jehová, y los sacerdotes echarán sal
sobre ellos, y los ofrecerán en holocausto a Jehová.
25 Por
siete días sacrificarán un macho cabrío cada día en expiación;
asimismo sacrificarán el becerro de la vacada y un carnero sin
tacha del rebaño.
26 Por
siete días harán expiación por el altar, y lo limpiarán, y así
lo consagrarán.
27 Y
acabados estos días, del octavo día en adelante, los
sacerdotes sacrificarán sobre el altar vuestros holocaustos y
vuestras ofrendas de paz; y me seréis aceptos, dice Jehová el
Señor.
Capitulo 44
2 Y
me dijo Jehová: Esta puerta estará cerrada; no se abrirá, ni
entrará por ella hombre, porque Jehová Dios de Israel entró
por ella; estará, por tanto, cerrada.
3 En
cuanto al príncipe, por ser el príncipe, él se sentará allí
para comer pan delante de Jehová; por el vestíbulo de la
puerta entrará, y por ese mismo camino saldrá.
4 Y
me llevó hacia la puerta del norte por delante de la casa; y
miré, y he aquí la gloria de Jehová había llenado la casa de
Jehová; y me postré sobre mi rostro.
5 Y
me dijo Jehová: Hijo de hombre, pon atención, y mira con tus
ojos, y oye con tus oídos todo lo que yo hablo contigo sobre
todas las ordenanzas de la casa de Jehová, y todas sus leyes;
y pon atención a las entradas de la casa, y a todas las
salidas del santuario.
6 Y
dirás a los rebeldes, a la casa de Israel: Así ha dicho Jehová
el Señor: Basta ya de todas vuestras abominaciones, oh casa de
Israel;
7 de
traer extranjeros, incircuncisos de corazón e incircuncisos de
carne, para estar en mi santuario y para contaminar mi casa;
de ofrecer mi pan, la grosura y la sangre, y de invalidar mi
pacto con todas vuestras abominaciones.
8 Pues
no habéis guardado lo establecido acerca de mis cosas santas,
sino que habéis puesto extranjeros como guardas de las
ordenanzas en mi santuario.
9 Así
ha dicho Jehová el Señor: Ningún hijo de extranjero,
incircunciso de corazón e incircunciso de carne, entrará en mi
santuario, de todos los hijos de extranjeros que están entre
los hijos de Israel.
10 Y
los levitas que se apartaron de mí cuando Israel se alejó de
mí, yéndose tras sus ídolos, llevarán su iniquidad.
11 Y
servirán en mi santuario como porteros a las puertas de la
casa y sirvientes en la casa; ellos matarán el holocausto y la
víctima para el pueblo, y estarán ante él para servirle.
12 Por
cuanto les sirvieron delante de sus ídolos, y fueron a la casa
de Israel por tropezadero de maldad; por tanto, he alzado mi
mano y jurado, dice Jehová el Señor, que ellos llevarán su
iniquidad.
13 No
se acercarán a mí para servirme como sacerdotes, ni se
acercarán a ninguna de mis cosas santas, a mis cosas
santísimas, sino que llevarán su verg:uenza y las
abominaciones que hicieron.
14 Les
pondré, pues, por guardas encargados de la custodia de la
casa, para todo el servicio de ella, y para todo lo que en
ella haya de hacerse.
15 Mas
los sacerdotes levitas hijos de Sadoc, que guardaron el
ordenamiento del santuario cuando los hijos de Israel se
apartaron de mí, ellos se acercarán para ministrar ante mí, y
delante de mí estarán para ofrecerme la grosura y la sangre,
dice Jehová el Señor.
16 Ellos
entrarán en mi santuario, y se acercarán a mi mesa para
servirme, y guardarán mis ordenanzas.
17 Y
cuando entren por las puertas del atrio interior, se vestirán
vestiduras de lino; no llevarán sobre ellos cosa de lana,
cuando ministren en las puertas del atrio interior y dentro de
la casa.
18 Turbantes
de lino tendrán sobre sus cabezas, y calzoncillos de lino
sobre sus lomos; no se ceñirán cosa que los haga sudar.
19 Cuando
salgan al atrio exterior, al atrio de afuera, al pueblo, se
quitarán las vestiduras con que ministraron, y las dejarán en
las cámaras del santuario, y se vestirán de otros vestidos,
para no santificar al pueblo con sus vestiduras.
20 Y
no se raparán su cabeza, ni dejarán crecer su cabello, sino
que lo recortarán solamente.
21 Ninguno
de los sacerdotes beberá vino cuando haya de entrar en el
atrio interior.
22 Ni
viuda ni repudiada tomará por mujer, sino que tomará virgen
del linaje de la casa de Israel, o viuda que fuere viuda de
sacerdote.
23 Y
enseñarán a mi pueblo a hacer diferencia entre lo santo y lo
profano, y les enseñarán a discernir entre lo limpio y lo no
limpio.
24 En
los casos de pleito ellos estarán para juzgar; conforme a mis
juicios juzgarán; y mis leyes y mis decretos guardarán en
todas mis fiestas solemnes, y santificarán mis días de reposo.
25 No
se acercarán a hombre muerto para contaminarse; pero por padre
o madre, hijo o hija, hermano, o hermana que no haya tenido
marido, sí podrán contaminarse.
26 Y
después de su purificación, le contarán siete días.
27 Y
el día que entre al santuario, al atrio interior, para
ministrar en el santuario, ofrecerá su expiación, dice Jehová
el Señor.
28 Y
habrá para ellos heredad; yo seré su heredad, pero no les
daréis posesión en Israel; yo soy su posesión.
29 La
ofrenda y la expiación y el sacrificio por el pecado comerán,
y toda cosa consagrada en Israel será de ellos.
30 Y
las primicias de todos los primeros frutos de todo, y toda
ofrenda de todo lo que se presente de todas vuestras ofrendas,
será de los sacerdotes; asimismo daréis al sacerdote las
primicias de todas vuestras masas, para que repose la
bendición en vuestras casas.
31 Ninguna
cosa mortecina ni desgarrada, así de aves como de animales,
comerán los sacerdotes.
Capitulo 45
2 De
esto será para el santuario quinientas cañas de longitud y
quinientas de ancho, en cuadro alrededor; y cincuenta codos en
derredor para sus ejidos.
3 Y
de esta medida medirás en longitud veinticinco mil cañas, y en
ancho diez mil, en lo cual estará el santuario y el lugar
santísimo.
4 Lo
consagrado de esta tierra será para los sacerdotes, ministros
del santuario, que se acercan para ministrar a Jehová; y
servirá de lugar para sus casas, y como recinto sagrado para
el santuario.
5 Asimismo
veinticinco mil cañas de longitud y diez mil de ancho, lo cual
será para los levitas ministros de la casa, como posesión para
sí, con veinte cámaras.
6 Para
propiedad de la ciudad señalaréis cinco mil de anchura y
veinticinco mil de longitud, delante de lo que se apartó para
el santuario; será para toda la casa de Israel.
7 Y
la parte del príncipe estará junto a lo que se apartó para el
santuario, de uno y otro lado, y junto a la posesión de la
ciudad, delante de lo que se apartó para el santuario, y
delante de la posesión de la ciudad, desde el extremo
occidental hasta el extremo oriental, y la longitud será desde
el límite occidental hasta el límite oriental.
8 Esta
tierra tendrá por posesión en Israel, y nunca más mis
príncipes oprimirán a mi pueblo; y darán la tierra a la casa
de Israel conforme a sus tribus.
9 Así
ha dicho Jehová el Señor: !!Basta ya, oh príncipes de Israel!
Dejad la violencia y la rapiña. Haced juicio y justicia;
quitad vuestras imposiciones de sobre mi pueblo, dice Jehová
el Señor.
10 Balanzas
justas, efa justo, y bato justo tendréis.
11 El
efa y el bato serán de una misma medida: que el bato tenga la
décima parte del homer, y la décima parte del homer el efa; la
medida de ellos será según el homer.
12 Y
el siclo será de veinte geras. Veinte siclos, veinticinco
siclos, quince siclos, os serán una mina.
13 Esta
será la ofrenda que ofreceréis: la sexta parte de un efa por
cada homer del trigo, y la sexta parte de un efa por cada
homer de la cebada.
14 La
ordenanza para el aceite será que ofreceréis un bato de aceite,
que es la décima parte de un coro; diez batos harán un homer;
porque diez batos son un homer.
15 Y
una cordera del rebaño de doscientas, de las engordadas de
Israel, para sacrificio, y para holocausto y para ofrendas de
paz, para expiación por ellos, dice Jehová el Señor.
16 Todo
el pueblo de la tierra estará obligado a dar esta ofrenda para
el príncipe de Israel.
17 Mas
al príncipe corresponderá el dar el holocausto y el sacrificio
y la libación en las fiestas solemnes, en las lunas nuevas, en
los días de reposo y en todas las fiestas de la casa de
Israel; él dispondrá la expiación, la ofrenda, el holocausto y
las ofrendas de paz, para hacer expiación por la casa de
Israel.
18 Así
ha dicho Jehová el Señor: El mes primero, el día primero del
mes, tomarás de la vacada un becerro sin defecto, y
purificarás el santuario.
19 Y
el sacerdote tomará de la sangre de la expiación, y pondrá
sobre los postes de la casa, y sobre los cuatro ángulos del
descanso del altar, y sobre los postes de las puertas del
atrio interior.
20 Así
harás el séptimo día del mes para los que pecaron por error y
por engaño, y harás expiación por la casa.
21 El
mes primero, a los catorce días del mes, tendréis la pascua,
fiesta de siete días; se comerá pan sin levadura.
22 Aquel
día el príncipe sacrificará por sí mismo y por todo el pueblo
de la tierra, un becerro por el pecado.
23 Y
en los siete días de la fiesta solemne ofrecerá holocausto a
Jehová, siete becerros y siete carneros sin defecto, cada día
de los siete días; y por el pecado un macho cabrío cada día.
24 Y
con cada becerro ofrecerá ofrenda de un efa, y con cada
carnero un efa; y por cada efa un hin de aceite.
25 En
el mes séptimo, a los quince días del mes, en la fiesta, hará
como en estos siete días en cuanto a la expiación, en cuanto
al holocausto, en cuanto al presente y en cuanto al aceite.
Capitulo 46
2 Y
el príncipe entrará por el camino del portal de la puerta
exterior, y estará en pie junto al umbral de la puerta
mientras los sacerdotes ofrezcan su holocausto y sus ofrendas
de paz, y adorará junto a la entrada de la puerta; después
saldrá; pero no se cerrará la puerta hasta la tarde.
3 Asimismo
adorará el pueblo de la tierra delante de Jehová, a la entrada
de la puerta, en los días de reposo[f]
y en las lunas nuevas.
4 El
holocausto que el príncipe ofrecerá a Jehová en el día de
reposo será seis corderos sin defecto, y un carnero sin tacha;
5 y
por ofrenda un efa con cada carnero; y con cada cordero una
ofrenda conforme a sus posibilidades, y un hin de aceite con
el efa.
6 Mas
el día de la luna nueva, un becerro sin tacha de la vacada,
seis corderos, y un carnero; deberán ser sin defecto.
7 Y
hará ofrenda de un efa con el becerro, y un efa con cada
carnero; pero con los corderos, conforme a sus posibilidades;
y un hin de aceite por cada efa.
8 Y
cuando el príncipe entrare, entrará por el camino del portal
de la puerta, y por el mismo camino saldrá.
9 Mas
cuando el pueblo de la tierra entrare delante de Jehová en las
fiestas, el que entrare por la puerta del norte saldrá por la
puerta del sur, y el que entrare por la puerta del sur saldrá
por la puerta del norte; no volverá por la puerta por donde
entró, sino que saldrá por la de enfrente de ella.
10 Y
el príncipe, cuando ellos entraren, entrará en medio de ellos;
y cuando ellos salieren, él saldrá.
11 Y
en las fiestas y en las asambleas solemnes será la ofrenda un
efa con cada becerro, y un efa con cada carnero; y con los
corderos, conforme a sus posibilidades; y un hin de aceite con
cada efa.
12 Mas
cuando el príncipe libremente hiciere holocausto u ofrendas de
paz a Jehová, le abrirán la puerta que mira al oriente, y hará
su holocausto y sus ofrendas de paz, como hace en el día de
reposo después saldrá, y cerrarán la puerta después que
saliere.
13 Y
ofrecerás en sacrificio a Jehová cada día en holocausto un
cordero de un año sin defecto; cada mañana lo sacrificarás.
14 Y
con él harás todas las mañanas ofrenda de la sexta parte de un
efa, y la tercera parte de un hin de aceite para mezclar con
la flor de harina; ofrenda para Jehová continuamente, por
estatuto perpetuo.
15 Ofrecerán,
pues, el cordero y la ofrenda y el aceite, todas las mañanas
en holocausto continuo.
16 Así
ha dicho Jehová el Señor: Si el príncipe diere parte de su
heredad a sus hijos, será de ellos; posesión de ellos será por
herencia.
17 Mas
si de su heredad diere parte a alguno de sus siervos, será de
él hasta el año del jubileo, y volverá al príncipe; mas su
herencia será de sus hijos.
18 Y
el príncipe no tomará nada de la herencia del pueblo, para no
defraudarlos de su posesión; de lo que él posee dará herencia
a sus hijos, a fin de que ninguno de mi pueblo sea echado de
su posesión.
19 Me
trajo después por la entrada que estaba hacia la puerta, a las
cámaras santas de los sacerdotes, las cuales miraban al norte,
y vi que había allí un lugar en el fondo del lado de occidente.
20 Y
me dijo: Este es el lugar donde los sacerdotes cocerán la
ofrenda por el pecado y la expiación; allí cocerán la ofrenda,
para no sacarla al atrio exterior, santificando así al pueblo.
21 Y
luego me sacó al atrio exterior, y me llevó por los cuatro
rincones del atrio; y en cada rincón había un patio.
22 En
los cuatro rincones del atrio había patios cercados, de
cuarenta codos de longitud y treinta de ancho; una misma
medida tenían los cuatro.
23 Y
había una pared alrededor de ellos, alrededor de los cuatro, y
abajo fogones alrededor de las paredes.
24 Y
me dijo: Estas son las cocinas, donde los servidores de la
casa cocerán la ofrenda del pueblo.
Capitulo 47
47:1
Me hizo volver luego a la entrada de la casa; y he aquí aguas
que salían de debajo del umbral de la casa hacia el oriente;
porque la fachada de la casa estaba al oriente, y las aguas
descendían de debajo, hacia el lado derecho de la casa, al sur
del altar.
2 Y
me sacó por el camino de la puerta del norte, y me hizo dar la
vuelta por el camino exterior, fuera de la puerta, al camino
de la que mira al oriente; y vi que las aguas salían del lado
derecho.
3 Y
salió el varón hacia el oriente, llevando un cordel en su mano;
y midió mil codos, y me hizo pasar por las aguas hasta los
tobillos.
4 Midió
otros mil, y me hizo pasar por las aguas hasta las rodillas.
Midió luego otros mil, y me hizo pasar por las aguas hasta los
lomos.
5 Midió
otros mil, y era ya un río que yo no podía pasar, porque las
aguas habían crecido de manera que el río no se podía pasar
sino a nado.
6 Y
me dijo: ¿Has visto, hijo de hombre?
Después me
llevó, y me hizo volver por la ribera del río.
7 Y
volviendo yo, vi que en la ribera del río había muchísimos
árboles a uno y otro lado.
8 Y
me dijo: Estas aguas salen a la región del oriente, y
descenderán al Arabá, y entrarán en el mar; y entradas en el
mar, recibirán sanidad las aguas.
9 Y
toda alma viviente que nadare por dondequiera que entraren
estos dos ríos, vivirá; y habrá muchísimos peces por haber
entrado allá estas aguas, y recibirán sanidad; y vivirá todo
lo que entrare en este río.
10 Y
junto a él estarán los pescadores, y desde En-gadi hasta En-eglaim
será su tendedero de redes; y por sus especies serán los peces
tan numerosos como los peces del Mar Grande.
11 Sus
pantanos y sus lagunas no se sanearán; quedarán para salinas.
12 Y
junto al río, en la ribera, a uno y otro lado, crecerá toda
clase de árboles frutales; sus hojas nunca caerán, ni faltará
su fruto. A su tiempo madurará, porque sus aguas salen del
santuario; y su fruto será para comer, y su hoja para medicina.
13 Así
ha dicho Jehová el Señor: Estos son los límites en que
repartiréis la tierra por heredad entre las doce tribus de
Israel. José tendrá dos partes.
14 Y
la heredaréis así los unos como los otros; por ella alcé mi
mano jurando que la había de dar a vuestros padres; por tanto,
esta será la tierra de vuestra heredad.
15 Y
este será el límite de la tierra hacia el lado del norte;
desde el Mar Grande, camino de Hetlón viniendo a Zedad,
16 Hamat,
Berota, Sibraim, que está entre el límite de Damasco y el
límite de Hamat; Hazar-haticón, que es el límite de Haurán.
17 Y
será el límite del norte desde el mar hasta Hazar-enán en el
límite de Damasco al norte, y al límite de Hamat al lado del
norte.
18 Del
lado del oriente, en medio de Haurán y de Damasco, y de Galaad
y de la tierra de Israel, al Jordán; esto mediréis de límite
hasta el mar oriental.
19 Del
lado meridional, hacia el sur, desde Tamar hasta las aguas de
las rencillas; desde Cades y el arroyo hasta el Mar Grande; y
esto será el lado meridional, al sur.
20 Del
lado del occidente el Mar Grande será el límite hasta enfrente
de la entrada de Hamat; este será el lado occidental.
21 Repartiréis,
pues, esta tierra entre vosotros según las tribus de Israel.
22 Y
echaréis sobre ella suertes por heredad para vosotros, y para
los extranjeros que moran entre vosotros, que entre vosotros
han engendrado hijos; y los tendréis como naturales entre los
hijos de Israel; echarán suertes con vosotros para tener
heredad entre las tribus de Israel.
23 En
la tribu en que morare el extranjero, allí le daréis su
heredad, ha dicho Jehová el Señor.
Capitulo 48
2 Junto
a la frontera de Dan, desde el lado del oriente hasta el lado
del mar, tendrá Aser una parte.
3 Junto
al límite de Aser, desde el lado del oriente hasta el lado del
mar, Neftalí, otra.
4 Junto
al límite de Neftalí, desde el lado del oriente hasta el lado
del mar, Manasés, otra.
5 Junto
al límite de Manasés, desde el lado del oriente hasta el lado
del mar, Efraín, otra.
6 Junto
al límite de Efraín, desde el lado del oriente hasta el lado
del mar, Rubén, otra.
7 Junto
al límite de Rubén, desde el lado del oriente hasta el lado
del mar, Judá, otra.
8 Junto
al límite de Judá, desde el lado del oriente hasta el lado del
mar, estará la porción que reservaréis de veinticinco mil
cañas de anchura, y de longitud como cualquiera de las otras
partes, esto es, desde el lado del oriente hasta el lado del
mar; y el santuario estará en medio de ella.
9 La
porción que reservaréis para Jehová tendrá de longitud
veinticinco mil cañas, y diez mil de ancho.
10 La
porción santa que pertenecerá a los sacerdotes será de
veinticinco mil cañas al norte, y de diez mil de anchura al
occidente, y de diez mil de ancho al oriente, y de veinticinco
mil de longitud al sur; y el santuario de Jehová estará en
medio de ella.
11 Los
sacerdotes santificados de los hijos de Sadoc que me guardaron
fidelidad, que no erraron cuando erraron los hijos de Israel,
como erraron los levitas,
12 ellos
tendrán como parte santísima la porción de la tierra reservada,
junto al límite de la de los levitas.
13 Y
la de los levitas, al lado de los límites de la de los
sacerdotes, será de veinticinco mil cañas de longitud, y de
diez mil de anchura; toda la longitud de veinticinco mil, y la
anchura de diez mil.
14 No
venderán nada de ello, ni lo permutarán, ni traspasarán las
primicias de la tierra; porque es cosa consagrada a Jehová.
15 Y
las cinco mil cañas de anchura que quedan de las veinticinco
mil, serán profanas, para la ciudad, para habitación y para
ejido; y la ciudad estará en medio.
16 Estas
serán sus medidas: al lado del norte cuatro mil quinientas
cañas, al lado del sur cuatro mil quinientas, al lado del
oriente cuatro mil quinientas, y al lado del occidente cuatro
mil quinientas.
17 Y
el ejido de la ciudad será al norte de doscientas cincuenta
cañas, al sur de doscientas cincuenta, al oriente de
doscientas cincuenta, y de doscientas cincuenta al occidente.
18 Y
lo que quedare de longitud delante de la porción santa, diez
mil cañas al oriente y diez mil al occidente, que será lo que
quedará de la porción santa, será para sembrar para los que
sirven a la ciudad.
19 Y
los que sirvan a la ciudad serán de todas la tribus de Israel.
20 Toda
la porción reservada de veinticinco mil cañas por veinticinco
mil en cuadro, reservaréis como porción para el santuario, y
para la posesión de la ciudad.
21 Y
del príncipe será lo que quedare a uno y otro lado de la
porción santa y de la posesión de la ciudad, esto es, delante
de las veinticinco mil cañas de la porción hasta el límite
oriental, y al occidente delante de las veinticinco mil hasta
el límite occidental, delante de las partes dichas será del
príncipe; porción santa será, y el santuario de la casa estará
en medio de ella.
22 De
este modo la parte del príncipe será la comprendida desde la
porción de los levitas y la porción de la ciudad, entre el
límite de Judá y el límite de Benjamín.
23 En
cuanto a las demás tribus, desde el lado del oriente hasta el
lado del mar, tendrá Benjamín una porción.
24 Junto
al límite de Benjamín, desde el lado del oriente hasta el lado
del mar, Simeón, otra.
25 Junto
al límite de Simeón, desde el lado del oriente hasta el lado
del mar, Isacar, otra.
26 Junto
al límite de Isacar, desde el lado del oriente hasta el lado
del mar, Zabulón, otra.
27 Junto
al límite de Zabulón, desde el lado del oriente hasta el lado
del mar, Gad, otra.
28 Junto
al límite de Gad, al lado meridional al sur, será el límite
desde Tamar hasta las aguas de las rencillas, y desde Cades y
el arroyo hasta el Mar Grande.
29 Esta
es la tierra que repartiréis por suertes en heredad a las
tribus de Israel, y estas son sus porciones, ha dicho Jehová
el Señor.
30 Y
estas son las salidas de la ciudad: al lado del norte, cuatro
mil quinientas cañas por medida.
31 Y
las puertas de la ciudad serán según los nombres de las tribus
de Israel: tres puertas al norte: la puerta de Rubén, una; la
puerta de Judá, otra; la puerta de Leví, otra.
32 Al
lado oriental cuatro mil quinientas cañas, y tres puertas: la
puerta de José, una; la puerta de Benjamín, otra; la puerta de
Dan, otra.
33 Al
lado del sur, cuatro mil quinientas cañas por medida, y tres
puertas: la puerta de Simeón, una; la puerta de Isacar, otra;
la puerta de Zabulón, otra.
34 Y
al lado occidental cuatro mil quinientas cañas, y sus tres
puertas: la puerta de Gad, una; la puerta de Aser, otra; la
puerta de Neftalí, otra.
35 En
derredor tendrá dieciocho mil cañas. Y el nombre de la ciudad
desde aquel día será Jehová-sama.
Cuestionario de Ezequiel Capitulos 22-48
Answers to Ezekiel
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