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Hebreos
Esta epístola fue
escrita principalmente a los cristianos hebreos que estaban siendo
tentados a volver al judaísmo. Esto demuestra cómo el cristianismo tiene
un mejor pacto, el sumo sacerdote, el sacrificio y el tabernáculo que los
del judaísmo. El autor exhorta a los lectores a caminar por fe y vivir una
vida santificada y sumisa.
Oprima- el número del capítulo que usted desea estudiar
Hebreos 1
2 3
4 5
6 7
8 9
10 11
12 13
Después de leer cada capítulo, por favor responda las
preguntas de estudio relacionadas.
Hebreos
1 |
Heb 1:1
Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro
tiempo a los padres por los profetas,
2 en estos postreros días
nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y
por quien asimismo hizo el universo;
3 el cual, siendo el
resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y
quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder,
habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio
de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,
4 hecho tanto superior a
los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos.
5 Porque ¿a cuál de los
ángeles dijo Dios jamás:
Mi Hijo eres tú,
Yo te he engendrado hoy,
m y otra vez:
Yo seré a él Padre,
Y él me será a mí hijo?
m
6 Y otra vez, cuando
introduce al Primogénito en el mundo, dice:
Adórenle todos los ángeles de Dios.
m
7 Ciertamente de los
ángeles dice:
El que hace a sus ángeles espíritus,
Y a sus ministros llama de fuego.
m
8 Mas del Hijo dice:
Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo;
Cetro de equidad es el cetro de tu reino.
9 Has amado la justicia, y
aborrecido la maldad,
Por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo,
Con óleo de alegría más que a tus compañeros.
m
10 Y:
Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra,
Y los cielos son obra de tus manos.
11 Ellos perecerán, mas tú
permaneces;
Y todos ellos se envejecerán como una vestidura,
12 Y como un vestido los
envolverás, y serán mudados;
Pero tú eres el mismo,
Y tus años no acabarán.
m
13 Pues, ¿a cuál de los
ángeles dijo Dios jamás:
Siéntate a mi diestra,
Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies?
m
14 ¿No son todos espíritus
ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán
herederos de la salvación?
|
1.
¿Cómo Dios ha hablado en estos últimos
días? (1-2)
2.
¿Cómo es llamado Jesús ? (2,5,8,10)
3.
¿Cuáles fueron algunas de Sus obras?
(2,3,10)
4.
¿Cuál era su rango? (2,3,4,13)
5.
¿Cómo es descrito Jesús ? (3)
6.
¿Mayor que quién es Jesús ? (4)
7.
¿Qué ha obtenido Jesús por heredad?
(4)
8.
¿Qué es lo que Dios jamás ha dicho a
los ángeles? (5,13)
9.
¿A Quién deben adorar los ángeles? (6)
10.
¿Qué dice Dios con respecto a los ángeles?
(7,14)
11.
¿Qué dice Dios al Hijo? (8-12)
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Hebreos
2 |
2:1
Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las
cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos.
2 Porque si la palabra
dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y
desobediencia recibió justa retribución,
3 ¿cómo escaparemos
nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual,
habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue
confirmada por los que oyeron,
4 testificando Dios
juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros
y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.
5 Porque no sujetó a los
ángeles el mundo venidero, acerca del cual estamos hablando;
6 pero alguien testificó
en cierto lugar, diciendo:
¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él,
O el hijo del hombre, para que le visites?
7 Le hiciste un poco menor que
los ángeles,
Le coronaste de gloria y de honra,
Y le pusiste sobre las obras de tus manos;
8 Todo lo sujetaste bajo sus
pies.
m Porque en cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no sea
sujeto a él; pero todavía no vemos que todas las cosas le sean
sujetas.
9 Pero vemos a aquel que
fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de
gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que
por la gracia de Dios gustase la muerte por todos.
10 Porque convenía a aquel
por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas
subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria,
perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos.
11 Porque el que santifica
y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se
averg:uenza de llamarlos hermanos,
12 diciendo:
Anunciaré a mis hermanos tu nombre,
En medio de la congregación te alabaré.
m
13 Y otra vez:
Yo confiaré en él.
m Y de nuevo:
He aquí, yo y los hijos que Dios me dio.
14 Así que, por cuanto los
hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo
mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el
imperio de la muerte, esto es, al diablo,
15 y librar a todos los
que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos
a servidumbre.
16 Porque ciertamente no
socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de
Abraham.
17 Por lo cual debía ser
en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso
y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los
pecados del pueblo.
18 Pues en cuanto él mismo
padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son
tentados.
|
1.
¿Por qué nosotros no debemos descuidar
nuestra salvación? (1-3)
2.
¿Quién habló de nuestra salvación?
(3-4)
3.
¿Por qué Jesús se hizo un poco menor
que los ángeles? (5-9)
4.
¿Cómo el capitán de nuestra salvación
se hizo perfecto? (10)
5.
¿Por qué Jesús participo de la carne y
la sangre? (11-17)
6.
¿Cómo Jesús logró ser el Sumo
Sacerdote? (17)
7.
¿Cómo Jesús fue capacitado para ayudar
aquéllos que son tentados? (18)
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Hebreos
3 |
3:1
Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento
celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra
profesión, Cristo Jesús;
2 el cual es fiel al que
le constituyó, como también lo fue Moisés en toda la casa de Dios.
3 Porque de tanto mayor
gloria que Moisés es estimado digno éste, cuanto tiene mayor honra
que la casa el que la hizo.
4 Porque toda casa es
hecha por alguno; pero el que hizo todas las cosas es Dios.
5 Y Moisés a la verdad fue
fiel en toda la casa de Dios, como siervo, para testimonio de lo
que se iba a decir;
6 pero Cristo como hijo
sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si retenemos firme
hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza.
7 Por lo cual, como dice el
Espíritu Santo:
Si oyereis hoy su voz,
8 No endurezcáis vuestros
corazones,
Como en la provocación, en el día de la tentación en el
desierto,
9 Donde me tentaron vuestros
padres; me probaron,
Y vieron mis obras cuarenta años.
10 A causa de lo cual me
disgusté contra esa generación,
Y dije: Siempre andan vagando en su corazón,
Y no han conocido mis caminos.
11 Por tanto, juré en mi ira:
No entrarán en mi reposo.
12 Mirad, hermanos, que no
haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para
apartarse del Dios vivo;
13 antes exhortaos los
unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que
ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.
14 Porque somos hechos
participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin
nuestra confianza del principio,
15 entre tanto que se
dice:
Si oyereis hoy su voz,
No endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación.
m
16 ¿Quiénes fueron los que,
habiendo oído, le provocaron? ¿No fueron todos los que salieron de
Egipto por mano de Moisés?
17 ¿Y con quiénes estuvo
él disgustado cuarenta años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos
cuerpos cayeron en el desierto?
18 ¿Y a quiénes juró que
no entrarían en su reposo, sino a aquellos que desobedecieron?
19 Y vemos que no pudieron
entrar a causa de incredulidad.
|
1.
¿Por qué Jesús era digno de mayor
gloria que Moisés? (1-5)
2.
¿Cómo nosotros podemos ser la casa de
Cristo? (6)
3.
¿Nosotros no debemos endurecer nuestros
corazones como qué personas? (7-11)
4.
¿De qué debemos tener cuidado? (12)
5.
¿Cuán a menudo debemos exhortarnos
entre sí? (13)
6.
¿Qué debemos nosotros mantener para ser
participes de Cristo? (14-15)
7.
¿Con quien estaba Dios disgustado?
(16-17)
8.
¿Por qué ellos no podrían entrar en Su
reposo? (18-19)
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Hebreos
4 |
4:1
Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar
en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado.
2 Porque también a
nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no
les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los
que la oyeron.
3 Pero los que hemos
creído entramos en el reposo, de la manera que dijo:
Por tanto, juré en mi ira,
No entrarán en mi reposo;
m aunque las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del
mundo.
4 Porque en cierto lugar
dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el
séptimo día.
5 Y otra vez aquí: No
entrarán en mi reposo.
6 Por lo tanto, puesto que
falta que algunos entren en él, y aquellos a quienes primero se
les anunció la buena nueva no entraron por causa de desobediencia,
7 otra vez determina un
día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo, por medio de David,
como se dijo:
Si oyereis hoy su voz,
No endurezcáis vuestros corazones.
m
8 Porque si Josué les
hubiera dado el reposo,
no hablaría después de otro día.
9 Por tanto, queda un
reposo para el pueblo de Dios.
10 Porque el que ha
entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios
de las suyas.
11 Procuremos, pues,
entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante
ejemplo de desobediencia.
12 Porque la palabra de
Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos;
y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los
tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del
corazón.
13 Y no hay cosa creada
que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas
están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que
dar cuenta.
14 Por tanto, teniendo un
gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios,
retengamos nuestra profesión.
15 Porque no tenemos un
sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades,
sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin
pecado.
16 Acerquémonos, pues,
confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y
hallar gracia para el oportuno socorro.
|
1.
¿Qué debemos temer nosotros? (1)
2.
¿Por qué a algunos no les aprovechó oír
la palabra predicada a ellos? (2)
3.
¿Por qué aquéllos a quienes primero
fue predicado no entran en Su reposo? (6)
4.
¿Quién entrará en Su reposo? (9-10)
5.
¿Cuál debe ser nuestra actitud con
respecto a la entrada en Su reposo? (11)
6.
¿Cuál es la capacidad de la palabra de
Dios? (12-13)
7.
¿Quién es nuestro gran Sumo Sacerdote ?
(14)
8.
¿Qué se dice sobre la preocupación y
carácter de nuestro Sumo Sacerdote ? (15)
9.
¿Cómo somos animados para venir a Él?
(16)
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Hebreos
5 |
5:1
Porque todo sumo sacerdote tomado de entre los hombres es
constituido a favor de los hombres en lo que a Dios se refiere,
para que presente ofrendas y sacrificios por los pecados;
2 para que se muestre
paciente con los ignorantes y extraviados, puesto que él también
está rodeado de debilidad;
3 y por causa de ella debe
ofrecer por los pecados, tanto por sí mismo como también por el
pueblo.
4 Y nadie toma para sí
esta honra, sino el que es llamado por Dios, como lo fue Aarón.
5 Así tampoco Cristo se
glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, sino el que le
dijo:
Tú eres mi Hijo,
Yo te he engendrado hoy.
m
6 Como también dice en
otro lugar:
Tú eres sacerdote para siempre,
Según el orden de Melquisedec.
7 Y Cristo, en los días de
su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas
al que le podía librar de la muerte,
fue oído a causa de su temor reverente.
8 Y aunque era Hijo, por
lo que padeció aprendió la obediencia;
9 y habiendo sido
perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los
que le obedecen;
10 y fue declarado por
Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.
11 Acerca de esto tenemos
mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho
tardos para oír.
12 Porque debiendo ser ya
maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os
vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las
palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis
necesidad de leche, y no de alimento sólido.
13 Y todo aquel que
participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia,
porque es niño;
14 pero el alimento sólido
es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso
tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y
del mal.
|
1.
¿Por qué los sumos sacerdotes
terrenales tenían que hacer los sacrificios por ellos? (1-3)
2.
¿Cómo son fijados los sumos sacerdotes
? (4-5)
3.
¿De qué orden Jesús se volvió un
sacerdote? (6,10)
4.
¿Cómo aprendió Jesús la obediencia?
(7-8)
5.
¿De qué Jesús se volvió el autor? (9)
6.
¿Cómo han venido a ser en este tiempo
los lectores de esta epístola?
(12)
7.
¿Para quien es la leche ? (13)
8.
¿Para quien es la comida sólida? (14)
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Hebreos
6 |
6:1
Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo,
vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento
del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios,
2 de la doctrina de
bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los
muertos y del juicio eterno.
3 Y esto haremos, si Dios
en verdad lo permite.
4 Porque es imposible que
los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y
fueron hechos partícipes del Espíritu Santo,
5 y asimismo gustaron de
la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero,
6 y recayeron, sean otra
vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí
mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio.
7 Porque la tierra que
bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce hierba
provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición
de Dios;
8 pero la que produce
espinos y abrojos es reprobada, está próxima a ser maldecida,
y su fin es el ser quemada.
9 Pero en cuanto a
vosotros, oh amados, estamos persuadidos de cosas mejores, y que
pertenecen a la salvación, aunque hablamos así.
10 Porque Dios no es
injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis
mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y
sirviéndoles aún.
11 Pero deseamos que cada
uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para
plena certeza de la esperanza,
12 a fin de que no os
hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la
paciencia heredan las promesas.
13 Porque cuando Dios hizo
la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por
sí mismo,
14 diciendo: De cierto te
bendeciré con abundancia y te multiplicaré grandemente.
15 Y habiendo esperado con
paciencia, alcanzó la promesa.
16 Porque los hombres
ciertamente juran por uno mayor que ellos, y para ellos el fin de
toda controversia es el juramento para confirmación.
17 Por lo cual, queriendo
Dios mostrar más abundantemente a los herederos de la promesa la
inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento;
18 para que por dos cosas
inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos
un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la
esperanza puesta delante de nosotros.
19 La cual tenemos como
segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro del
velo,
20 donde Jesús entró por
nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote para siempre según
el orden de Melquisedec.
|
1.
¿Cuáles son los principios elementales
de Cristo? (1-2)
2.
¿Qué debemos perseguir nosotros? (1-3)
3.
¿Quién es imposible de ser renovado
para arrepentimiento si ha recaído? (4-6)
4.
¿Qué produce la tierra que bebe en la
lluvia? (7)
5.
¿Qué les pasa a las espinas y abrojos?
(8)
6.
¿Referente a qué, el autor está
asegurando a sus lectores? (9)
7.
¿De qué no se olvidará Dios ? (10)
8.
¿Qué desea el escritor de sus lectores?
(11-12)
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Hebreos
7:1-17 |
7:1
Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo,
que salió a recibir a Abraham que volvía de la derrota de los
reyes, y le bendijo,
2 a quien asimismo dio
Abraham los diezmos de todo;
cuyo nombre significa primeramente Rey de justicia, y también Rey
de Salem, esto es, Rey de paz;
3 sin padre, sin madre,
sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida,
sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para
siempre.
4 Considerad, pues, cuán
grande era éste, a quien aun Abraham el patriarca dio diezmos del
botín.
5 Ciertamente los que de
entre los hijos de Leví reciben el sacerdocio, tienen mandamiento
de tomar del pueblo los diezmos según la ley,
es decir, de sus hermanos, aunque éstos también hayan salido de
los lomos de Abraham.
6 Pero aquel cuya
genealogía no es contada de entre ellos, tomó de Abraham los
diezmos, y bendijo al que tenía las promesas.
7 Y sin discusión alguna,
el menor es bendecido por el mayor.
8 Y aquí ciertamente
reciben los diezmos hombres mortales; pero allí, uno de quien se
da testimonio de que vive.
9 Y por decirlo así, en
Abraham pagó el diezmo también Leví, que recibe los diezmos;
10 porque aún estaba en
los lomos de su padre cuando Melquisedec le salió al encuentro.
11 Si, pues, la perfección
fuera por el sacerdocio levítico (porque bajo él recibió el pueblo
la ley), ¿qué necesidad habría aún de que se levantase otro
sacerdote, según el orden de Melquisedec, y que no fuese llamado
según el orden de Aarón?
12 Porque cambiado el
sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley;
13 y aquel de quien se
dice esto, es de otra tribu, de la cual nadie sirvió al altar.
14 Porque manifiesto es
que nuestro Señor vino de la tribu de Judá, de la cual nada habló
Moisés tocante al sacerdocio.
15 Y esto es aun más
manifiesto, si a semejanza de Melquisedec se levanta un sacerdote
distinto,
16 no constituido conforme
a la ley del mandamiento acerca de la descendencia, sino según el
poder de una vida indestructible.
17 Pues se da testimonio
de él:
Tú eres sacerdote para siempre,
Según el orden de Melquisedec.
|
1.
¿Quién era Melquisedec? (1-3,Génesis
14:18-20)
2.
¿Qué le dió Abraham a él? (2,6)
3.
¿Por qué Melquisedec era mayor que
Abraham? (6-7)
4.
¿Cómo Leví pagaba los diezmos a través
de Abraham? (9-10)
5.
¿Por qué Jesús vino según el orden de
Melquisedec en vez que la de Leví? (11-14)
6.
¿De acuerdo a qué vino Jesús en lugar
de un mandamiento de la carne? (16)
Hebreos
7:18-28 |
7:18 Queda, pues, abrogado el mandamiento anterior a causa de su
debilidad e ineficacia
19 (pues nada perfeccionó la
ley), y de la introducción de una mejor esperanza, por la cual nos
acercamos a Dios.
20 Y esto no fue hecho sin
juramento;
21 porque los otros
ciertamente sin juramento fueron hechos sacerdotes; pero éste, con el
juramento del que le dijo:
Juró el Señor, y no se arrepentirá:
Tú eres sacerdote para siempre,
Según el orden de Melquisedec.
m
22 Por tanto, Jesús es hecho
fiador de un mejor pacto.
23 Y los otros sacerdotes
llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar;
24 mas éste, por cuanto
permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable;
25 por lo cual puede también
salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo
siempre para interceder por ellos.
26 Porque tal sumo sacerdote
nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores,
y hecho más sublime que los cielos;
27 que no tiene necesidad cada
día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios
por sus propios pecados, y luego por los del pueblo;
porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.
28 Porque la ley constituye
sumos sacerdotes a débiles hombres; pero la palabra del juramento,
posterior a la ley, al Hijo, hecho perfecto para siempre. |
7.
¿Por qué el mandamiento anterior fue
anulado? (18-19)
8.
¿Qué trajo Jesús? (19)
9.
¿De qué se ha hecho fiador Jesús ?
(22)
10.
¿Por qué Jesús tiene un sacerdocio
inmutable? (23-24)
11.
¿Qué es capaz hacer él ? (25)
12.
¿Porqué Él no necesita ofrecer
sacrificios diarios? (26-28)
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Hebreos
8 |
8:1
Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que
tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del
trono de la Majestad en los cielos,
2 ministro del santuario,
y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y no el
hombre.
3 Porque todo sumo
sacerdote está constituido para presentar ofrendas y sacrificios;
por lo cual es necesario que también éste tenga algo que ofrecer.
4 Así que, si estuviese
sobre la tierra, ni siquiera sería sacerdote, habiendo aún
sacerdotes que presentan las ofrendas según la ley;
5 los cuales sirven a lo
que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se le
advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole:
Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado
en el monte.
6 Pero ahora tanto mejor
ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto,
establecido sobre mejores promesas.
7 Porque si aquel primero
hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado
lugar para el segundo.
8 Porque reprendiéndolos
dice:
He aquí vienen días, dice el Señor,
En que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un
nuevo pacto;
9 No como el pacto que hice con
sus padres
El día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de
Egipto;
Porque ellos no permanecieron en mi pacto,
Y yo me desentendí de ellos, dice el Señor.
10 Por lo cual, este es el pacto
que haré con la casa de Israel
Después de aquellos días, dice el Señor:
Pondré mis leyes en la mente de ellos,
Y sobre su corazón las escribiré;
Y seré a ellos por Dios,
Y ellos me serán a mí por pueblo;
11 Y ninguno enseñará a su
prójimo,
Ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor;
Porque todos me conocerán,
Desde el menor hasta el mayor de ellos.
12 Porque seré propicio a sus
injusticias,
Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades.
m
13 Al decir: Nuevo pacto,
ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se
envejece, está próximo a desaparecer.
|
1.
¿Dónde está localizado nuestro Sumo
Sacerdote? (1-2)
2.
¿Quién sirvió como una sombra de cosas
celestiales? (4-5)
3.
¿Qué es lo mejor sobre el ministerio de
Jesús? (6)
4.
¿Qué no hubiera sido necesario por si
el primer pactoo había sido sin defecto? (7)
5.
¿Dónde está escrito el nuevo pacto?
(8-10)
6.
¿Qué nunca más recordará Dios? (12)
7.
¿Qué hizo el nuevo pacto al primero ?
(13)
Cuestionario de Hebreos Capitulos
1-8
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Hebreos
9:1-10 |
9:1 Ahora bien, aun el primer pacto tenía ordenanzas de culto y un
santuario terrenal.
2 Porque el tabernáculo
estaba dispuesto así: en la primera parte, llamada el Lugar Santo,
estaban el candelabro,
la mesa y los panes de la proposición.
3 Tras el segundo velo
estaba la parte del tabernáculo llamada el Lugar Santísimo,
4 el cual tenía un
incensario de oro
y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes,
en la que estaba una urna de oro que contenía el maná,
la vara de Aarón que reverdeció,
y las tablas del pacto;
5 y sobre ella los
querubines de gloria que cubrían el propiciatorio;
de las cuales cosas no se puede ahora hablar en detalle.
6 Y así dispuestas estas
cosas, en la primera parte del tabernáculo entran los sacerdotes
continuamente para cumplir los oficios del culto;
7 pero en la segunda parte,
sólo el sumo sacerdote una vez al año, no sin sangre, la cual
ofrece por sí mismo y por los pecados de ignorancia del pueblo;
8 dando el Espíritu Santo
a entender con esto que aún no se había manifestado el camino al
Lugar Santísimo, entre tanto que la primera parte del tabernáculo
estuviese en pie.
9 Lo cual es símbolo para
el tiempo presente, según el cual se presentan ofrendas y
sacrificios que no pueden hacer perfecto, en cuanto a la
conciencia, al que practica ese culto,
10 ya que consiste sólo de
comidas y bebidas, de diversas abluciones, y ordenanzas acerca de
la carne, impuestas hasta el tiempo de reformar las cosas.
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