Preguntas de estudio del Libro de
2 Cr ©2001 by Arlo E. Moehlenpah |
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2 Cr
Este libro es una secuela
de 1 Crónicas y es también un complemento a 1 y 2 Reyes. El elemento
espiritual en la historia es más enfatizado en Crónicas que en Reyes,
incluyendo reformas en virtud de Asa , Josafat , Joás , Ezequías y Josías.
1:1
Salomón hijo de David fue afirmado en su reino, y Jehová su
Dios estaba con él, y lo engrandeció sobremanera.
2 Y convocó Salomón a todo Israel,
a jefes de millares y de centenas, a jueces, y a todos los
príncipes de todo Israel, jefes de familias.
3 Y fue Salomón, y con él toda
esta asamblea, al lugar alto que había en Gabaón; porque allí
estaba el tabernáculo de reunión de Dios, que Moisés siervo de
Jehová había hecho en el desierto.
4 Pero David había traído el arca
de Dios de Quiriat-jearim al lugar que él le había preparado;
porque él le había levantado una tienda en Jerusalén.
5 Asimismo el altar de bronce que
había hecho Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, estaba allí
delante del tabernáculo de Jehová, al cual fue a consultar
Salomón con aquella asamblea.
6 Subió, pues, Salomón allá
delante de Jehová, al altar de bronce que estaba en el
tabernáculo de reunión, y ofreció sobre él mil holocaustos.
7 Y aquella noche apareció Dios a
Salomón y le dijo: Pídeme lo que quieras que yo te dé.
8 Y Salomón dijo a Dios: Tú has
tenido con David mi padre gran misericordia, y a mí me has
puesto por rey en lugar suyo.
9 Confírmese pues, ahora, oh
Jehová Dios, tu palabra dada a David mi padre; porque tú me
has puesto por rey sobre un pueblo numeroso como el polvo de
la tierra.
10 Dame ahora sabiduría y ciencia,
para presentarme delante de este pueblo; porque ¿quién podrá
gobernar a este tu pueblo tan grande?
11 Y dijo Dios a Salomón: Por
cuanto hubo esto en tu corazón, y no pediste riquezas, bienes
o gloria, ni la vida de los que te quieren mal, ni pediste
muchos días, sino que has pedido para ti sabiduría y ciencia
para gobernar a mi pueblo, sobre el cual te he puesto por rey,
12 sabiduría y ciencia te son
dadas; y también te daré riquezas, bienes y gloria, como nunca
tuvieron los reyes que han sido antes de ti, ni tendrán los
que vengan después de ti.
13 Y desde el lugar alto que
estaba en Gabaón, delante del tabernáculo de reunión, volvió
Salomón a Jerusalén, y reinó sobre Israel.
14 Y
juntó Salomón carros y gente de a caballo; y tuvo mil
cuatrocientos carros y doce mil jinetes, los cuales puso en
las ciudades de los carros y con el rey en Jerusalén.
15 Y acumuló el rey plata y oro en
Jerusalén como piedras, y cedro como cabrahigos de la Sefela
en abundancia.
16 Y los mercaderes del rey
compraban por contrato caballos y lienzos finos de Egipto para
Salomón.
17 Y subían y compraban en Egipto
un carro por seiscientas piezas de plata, y un caballo por
ciento cincuenta; y así compraban por medio de ellos para
todos los reyes de los heteos, y para los reyes de Siria.
1 . ¿Qué pidio
Salomón cuando el Señor se le apareció en la noche? (7-10)
2 . ¿Qué dijo el Señor a Salomón?
(11-12)
3
. ¿De dónde saco Salomón muchos de sus caballos y carros? (14-17)
2:1
Determinó, pues, Salomón edificar casa al nombre de Jehová, y
casa para su reino.
2 Y designó Salomón setenta mil
hombres que llevasen cargas, y ochenta mil hombres que
cortasen en los montes, y tres mil seiscientos que los
vigilasen.
3 Y envió a decir Salomón a Hiram
rey de Tiro: Haz conmigo como hiciste con David mi padre,
enviándole cedros para que edificara para sí casa en que
morase.
4 He aquí, yo tengo que edificar
casa al nombre de Jehová mi Dios, para consagrársela, para
quemar incienso aromático delante de él, y para la colocación
continua de los panes de la proposición, y para holocaustos a
mañana y tarde, en los días de reposo, nuevas lunas, y
festividades de Jehová nuestro Dios; lo cual ha de ser
perpetuo en Israel.
5 Y la casa que tengo que edificar,
ha de ser grande; porque el Dios nuestro es grande sobre todos
los dioses.
6 Mas ¿quién será capaz de
edificarle casa, siendo que los cielos y los cielos de los
cielos no pueden contenerlo? ¿Quién, pues, soy yo, para que le
edifique casa, sino tan sólo para quemar incienso delante de
él?
7 Envíame, pues, ahora un hombre
hábil que sepa trabajar en oro, en plata, en bronce, en hierro,
en púrpura, en grana y en azul, y que sepa esculpir con los
maestros que están conmigo en Judá y en Jerusalén, los cuales
dispuso mi padre.
8 Envíame también madera del
Líbano: cedro, ciprés y sándalo; porque yo sé que tus siervos
saben cortar madera en el Líbano; y he aquí, mis siervos irán
con los tuyos,
9 para que me preparen mucha
madera, porque la casa que tengo que edificar ha de ser grande
y portentosa.
10 Y he aquí, para los
trabajadores tus siervos, cortadores de madera, he dado veinte
mil coros de trigo en grano, veinte mil coros de cebada,
veinte mil batos de vino, y veinte mil batos de aceite.
11 Entonces Hiram rey de Tiro
respondió por escrito que envió a Salomón: Porque Jehová amó a
su pueblo, te ha puesto por rey sobre ellos.
12 Además decía Hiram: Bendito sea
Jehová el Dios de Israel, que hizo los cielos y la tierra, y
que dio al rey David un hijo sabio, entendido, cuerdo y
prudente, que edifique casa a Jehová, y casa para su reino.
13 Yo, pues, te he enviado un
hombre hábil y entendido, Hiram-abi,
14 hijo de una mujer de las hijas
de Dan, mas su padre fue de Tiro; el cual sabe trabajar en oro,
plata, bronce y hierro, en piedra y en madera, en púrpura y en
azul, en lino y en carmesí; asimismo sabe esculpir toda clase
de figuras, y sacar toda forma de diseño que se le pida, con
tus hombres peritos, y con los de mi señor David tu padre.
15 Ahora, pues, envíe mi señor a
sus siervos el trigo y cebada, y aceite y vino, que ha dicho;
16 y nosotros cortaremos en el
Líbano la madera que necesites, y te la traeremos en balsas
por el mar hasta Jope, y tú la harás llevar hasta Jerusalén.
17 Y contó Salomón todos los
hombres extranjeros que había en la tierra de Israel, después
de haberlos ya contado David su padre, y fueron hallados
ciento cincuenta y tres mil seiscientos.
18 Y señaló de ellos setenta mil
para llevar cargas, y ochenta mil canteros en la montaña, y
tres mil seiscientos por capataces para hacer trabajar al
pueblo.
1 . ¿Qué determino Salomón hacer? (
1 )
2 . ¿Qué solicito Salomón de Hiram, rey
de Tiro? ( 3-10 )
3 . ¿A quién no puso Salomón a ser
portadores de cargas? (17-18)
3:1
Comenzó Salomón a edificar la casa de Jehová en Jerusalén, en
el monte Moriah, que había sido mostrado a David su padre, en
el lugar que David había preparado en la era de Ornán jebuseo.
2 Y comenzó a edificar en el mes
segundo, a los dos días del mes, en el cuarto año de su
reinado.
3 Estas son las medidas que dio
Salomón a los cimientos de la casa de Dios. La primera, la
longitud, de sesenta codos, y la anchura de veinte codos.
4 El pórtico que estaba al frente
del edificio era de veinte codos de largo, igual al ancho de
la casa, y su altura de ciento veinte codos; y lo cubrió por
dentro de oro puro.
5 Y techó el cuerpo mayor del
edificio con madera de ciprés, la cual cubrió de oro fino, e
hizo realzar en ella palmeras y cadenas.
6 Cubrió también la casa de
piedras preciosas para ornamento; y el oro era oro de Parvaim.
7 Así que cubrió la casa, sus
vigas, sus umbrales, sus paredes y sus puertas, con oro; y
esculpió querubines en las paredes.
8 Hizo asimismo el lugar santísimo,
cuya longitud era de veinte codos según el ancho del frente de
la casa, y su anchura de veinte codos; y lo cubrió de oro fino
que ascendía a seiscientos talentos.
9 Y el peso de los clavos era de
uno hasta cincuenta siclos de oro. Cubrió también de oro los
aposentos.
10 Y dentro del lugar santísimo
hizo dos querubines de madera, los cuales fueron cubiertos de
oro.
11 La longitud de las alas de los
querubines era de veinte codos; porque una ala era de cinco
codos, la cual llegaba hasta la pared de la casa, y la otra de
cinco codos, la cual tocaba el ala del otro querubín.
12 De la misma manera una ala del
otro querubín era de cinco codos, la cual llegaba hasta la
pared de la casa, y la otra era de cinco codos, que tocaba el
ala del otro querubín.
13 Estos querubines tenían las
alas extendidas por veinte codos, y estaban en pie con los
rostros hacia la casa.
14 Hizo también el velo de azul,
púrpura, carmesí y lino, e hizo realzar querubines en él.
15 Delante
de la casa hizo dos columnas de treinta y cinco codos de
altura cada una, con sus capiteles encima, de cinco codos.
16 Hizo asimismo cadenas en el
santuario, y las puso sobre los capiteles de las columnas; e
hizo cien granadas, las cuales puso en las cadenas.
17 Y colocó las columnas delante
del templo, una a la mano derecha, y otra a la izquierda; y a
la de la mano derecha llamó Jaquín, y a la de la izquierda,
Boaz.
1 .
¿
Dónde edificó Salomón el templo? ( 1-2 )
2 . ¿Cuáles fueron las dimensiones del
templo? ( 3 )
3
. ¿Cuáles fueron las dimensiones del lugar santísimo? ( 8 )
4:1
Hizo además un altar de bronce de veinte codos de longitud,
veinte codos de anchura, y diez codos de altura.
2 También hizo un mar de
fundición, el cual tenía diez codos de un borde al otro,
enteramente redondo; su altura era de cinco codos, y un cordón
de treinta codos de largo lo ceñía alrededor.
3 Y debajo del mar había
figuras de calabazas que lo circundaban, diez en cada codo
alrededor; eran dos hileras de calabazas fundidas juntamente
con el mar.
4 Estaba asentado sobre
doce bueyes, tres de los cuales miraban al norte, tres al
occidente, tres al sur, y tres al oriente; y el mar descansaba
sobre ellos, y las ancas de ellos estaban hacia adentro.
5 Y tenía de grueso un
palmo menor, y el borde tenía la forma del borde de un cáliz,
o de una flor de lis. Y le cabían tres mil batos.
6 Hizo también diez
fuentes, y puso cinco a la derecha y cinco a la izquierda,
para lavar y limpiar en ellas lo que se ofrecía en holocausto;
pero el mar era para que los sacerdotes se lavaran en él.
7 Hizo asimismo diez
candeleros de oro según su forma, los cuales puso en el templo,
cinco a la derecha y cinco a la izquierda.
8 Además hizo diez mesas
y las puso en el templo, cinco a la derecha y cinco a la
izquierda; igualmente hizo cien tazones de oro.
9 También hizo el atrio
de los sacerdotes, y el gran atrio, y las portadas del atrio,
y cubrió de bronce las puertas de ellas.
10 Y colocó el mar al
lado derecho, hacia el sureste de la casa.
11 Hiram también hizo
calderos, y palas, y tazones; y acabó Hiram la obra que hacía
al rey Salomón para la casa de Dios.
12 Dos columnas, y los
cordones, los capiteles sobre las cabezas de las dos columnas,
y dos redes para cubrir las dos esferas de los capiteles que
estaban encima de las columnas;
13 cuatrocientas
granadas en las dos redes, dos hileras de granadas en cada
red, para que cubriesen las dos esferas de los capiteles que
estaban encima de las columnas.
14 Hizo también las
basas, sobre las cuales colocó las fuentes;
15 un mar, y los doce
bueyes debajo de él;
16 y calderos, palas y
garfios; de bronce muy fino hizo todos sus enseres Hiram-abi
al rey Salomón para la casa de Jehová.
17 Los fundió el rey en
los llanos del Jordán, en tierra arcillosa, entre Sucot y
Seredata.
18 Y Salomón hizo todos
estos enseres en número tan grande, que no pudo saberse el
peso del bronce.
19 Así hizo Salomón
todos los utensilios para la casa de Dios, y el altar de oro,
y las mesas sobre las cuales se ponían los panes de la
proposición;
20 asimismo los
candeleros y sus lámparas, de oro puro, para que las
encendiesen delante del lugar santísimo conforme a la
ordenanza.
21 Las flores,
lamparillas y tenazas se hicieron de oro, de oro finísimo;
22 también las
despabiladeras, los lebrillos, las cucharas y los incensarios
eran de oro puro. Y de oro también la entrada de la casa, sus
puertas interiores para el lugar santísimo, y las puertas de
la casa del templo.
1 . ¿Cuánto bronce fue utilizado
para los diferentes artículos? ( 18 )
2 . ¿Cuáles fueron algunos artículos
hechos de oro? ( 7-8,19-22 )
5:1
Acabada toda la obra que hizo Salomón para la casa de Jehová,
metió Salomón las cosas que David su padre había dedicado; y
puso la plata, y el oro, y todos los utensilios, en los
tesoros de la casa de Dios. 2 Entonces
Salomón reunió en Jerusalén a los ancianos de Israel y a todos
los príncipes de las tribus, los jefes de las familias de los
hijos de Israel, para que trajesen el arca del pacto de Jehová
de la ciudad de David, que es Sion.
3 Y se congregaron con
el rey todos los varones de Israel, para la fiesta solemne del
mes séptimo.
4 Vinieron, pues, todos
los ancianos de Israel, y los levitas tomaron el arca;
5 y llevaron el arca, y
el tabernáculo de reunión, y todos los utensilios del
santuario que estaban en el tabernáculo; los sacerdotes y los
levitas los llevaron.
6 Y el rey Salomón, y
toda la congregación de Israel que se había reunido con él
delante del arca, sacrificaron ovejas y bueyes, que por ser
tantos no se pudieron contar ni numerar.
7 Y los sacerdotes
metieron el arca del pacto de Jehová en su lugar, en el
santuario de la casa, en el lugar santísimo, bajo las alas de
los querubines;
8 pues los querubines
extendían las alas sobre el lugar del arca, y los querubines
cubrían por encima así el arca como sus barras.
9 E hicieron salir las
barras, de modo que se viesen las cabezas de las barras del
arca delante del lugar santísimo, mas no se veían desde fuera;
y allí están hasta hoy.
10 En el arca no había
más que las dos tablas que Moisés había puesto en Horeb, con
las cuales Jehová había hecho pacto con los hijos de Israel,
cuando salieron de Egipto.
11 Y cuando los
sacerdotes salieron del santuario (porque todos los sacerdotes
que se hallaron habían sido santificados, y no guardaban sus
turnos;
12 y los levitas
cantores, todos los de Asaf, los de Hemán y los de Jedutún,
juntamente con sus hijos y sus hermanos, vestidos de lino fino,
estaban con címbalos y salterios y arpas al oriente del altar;
y con ellos ciento veinte sacerdotes que tocaban trompetas),
13 cuando sonaban, pues,
las trompetas, y cantaban todos a una, para alabar y dar
gracias a Jehová, y a medida que alzaban la voz con trompetas
y címbalos y otros instrumentos de música, y alababan a Jehová,
diciendo: Porque él es bueno, porque su misericordia es para
siempre; entonces la casa se llenó de una nube, la casa de
Jehová.
14 Y no podían los
sacerdotes estar allí para ministrar, por causa de la nube;
porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Dios.
1 . ¿Cuántas
ovejas y bueyes se sacrificaron? ( 6 )
2 . ¿Qué había en el arca? ( 10 )
3 . ¿Cuántos sacerdotes tocaron las
trompetas? ( 12 )
4 . ¿Cuántos sonidos hicieron los
trompetistas y cantantes? ( 13 )
5 .
¿Que
llenó la casa del Señor? (13-14)
pregunta de discusión
1 . Compare la dedicación
del templo con el Día de Pentecostés ( 12-14 , Hechos 2:1-4 )
6:1
Entonces dijo Salomón: Jehová ha dicho que él habitaría en la
oscuridad.
2 Yo, pues, he edificado
una casa de morada para ti, y una habitación en que mores para
siempre.
3 Y volviendo el rey su
rostro, bendijo a toda la congregación de Israel; y toda la
congregación de Israel estaba en pie.
4 Y él dijo: Bendito sea
Jehová Dios de Israel, quien con su mano ha cumplido lo que
prometió con su boca a David mi padre, diciendo:
5 Desde el día que saqué
a mi pueblo de la tierra de Egipto, ninguna ciudad he elegido
de todas las tribus de Israel para edificar casa donde
estuviese mi nombre, ni he escogido varón que fuese príncipe
sobre mi pueblo Israel.
6 Mas a Jerusalén he
elegido para que en ella esté mi nombre, y a David he elegido
para que esté sobre mi pueblo Israel.
7 Y David mi padre tuvo
en su corazón edificar casa al nombre de Jehová Dios de
Israel.
8 Mas Jehová dijo a
David mi padre: Respecto a haber tenido en tu corazón deseo de
edificar casa a mi nombre, bien has hecho en haber tenido esto
en tu corazón.
9 Pero tú no edificarás
la casa, sino tu hijo que saldrá de tus lomos, él edificará
casa a mi nombre.
10 Y Jehová ha cumplido
su palabra que había dicho, pues me levanté yo en lugar de
David mi padre, y me he sentado en el trono de Israel, como
Jehová había dicho, y he edificado casa al nombre de Jehová
Dios de Israel.
11 Y en ella he puesto
el arca, en la cual está el pacto de Jehová que celebró con
los hijos de Israel.
12 Se puso luego
Salomón delante del altar de Jehová, en presencia de toda la
congregación de Israel, y extendió sus manos.
13 Porque Salomón había
hecho un estrado de bronce de cinco codos de largo, de cinco
codos de ancho y de altura de tres codos, y lo había puesto en
medio del atrio; y se puso sobre él, se arrodilló delante de
toda la congregación de Israel, y extendió sus manos al cielo,
y dijo:
14 Jehová Dios de
Israel, no hay Dios semejante a ti en el cielo ni en la tierra,
que guardas el pacto y la misericordia con tus siervos que
caminan delante de ti de todo su corazón;
15 que has guardado a
tu siervo David mi padre lo que le prometiste; tú lo dijiste
con tu boca, y con tu mano lo has cumplido, como se ve en este
día.
16 Ahora, pues, Jehová
Dios de Israel, cumple a tu siervo David mi padre lo que le
has prometido, diciendo: No faltará de ti varón delante de mí,
que se siente en el trono de Israel, con tal que tus hijos
guarden su camino, andando en mi ley, como tú has andado
delante de mí.
17 Ahora, pues, oh
Jehová Dios de Israel, cúmplase tu palabra que dijiste a tu
siervo David.
18 Mas ¿es verdad que
Dios habitará con el hombre en la tierra? He aquí, los cielos
y los cielos de los cielos no te pueden contener; ¿cuánto
menos esta casa que he edificado?
19 Mas tú mirarás a la
oración de tu siervo, y a su ruego, oh Jehová Dios mío, para
oír el clamor y la oración con que tu siervo ora delante de ti.
20 Que tus ojos estén
abiertos sobre esta casa de día y de noche, sobre el lugar del
cual dijiste: Mi nombre estará allí; que oigas la oración con
que tu siervo ora en este lugar.
21 Asimismo que oigas
el ruego de tu siervo, y de tu pueblo Israel, cuando en este
lugar hicieren oración, que tú oirás desde los cielos, desde
el lugar de tu morada; que oigas y perdones.
22 Si alguno pecare
contra su prójimo, y se le exigiere juramento, y viniere a
jurar ante tu altar en esta casa,
23 tú oirás desde los
cielos, y actuarás, y juzgarás a tus siervos, dando la paga al
impío, haciendo recaer su proceder sobre su cabeza, y
justificando al justo al darle conforme a su justicia.
24 Si tu pueblo Israel
fuere derrotado delante del enemigo por haber prevaricado
contra ti, y se convirtiere, y confesare tu nombre, y rogare
delante de ti en esta casa,
25 tú oirás desde los
cielos, y perdonarás el pecado de tu pueblo Israel, y les
harás volver a la tierra que diste a ellos y a sus padres.
26 Si los cielos se
cerraren y no hubiere lluvias, por haber pecado contra ti, si
oraren a ti hacia este lugar, y confesaren tu nombre, y se
convirtieren de sus pecados, cuando los afligieres,
27 tú los oirás en los
cielos, y perdonarás el pecado de tus siervos y de tu pueblo
Israel, y les enseñarás el buen camino para que anden en él, y
darás lluvia sobre tu tierra, que diste por heredad a tu
pueblo.
28 Si hubiere hambre en
la tierra, o si hubiere pestilencia, si hubiere tizoncillo o
añublo, langosta o pulgón; o si los sitiaren sus enemigos en
la tierra en donde moren; cualquiera plaga o enfermedad que
sea;
29 toda oración y todo
ruego que hiciere cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel,
cualquiera que conociere su llaga y su dolor en su corazón, si
extendiere sus manos hacia esta casa,
30 tú oirás desde los
cielos, desde el lugar de tu morada, y perdonarás, y darás a
cada uno conforme a sus caminos, habiendo conocido su corazón;
porque sólo tú conoces el corazón de los hijos de los hombres;
31 para que te teman y
anden en tus caminos, todos los días que vivieren sobre la faz
de la tierra que tú diste a nuestros padres.
32 Y también al
extranjero que no fuere de tu pueblo Israel, que hubiere
venido de lejanas tierras a causa de tu gran nombre y de tu
mano poderosa, y de tu brazo extendido, si viniere y orare
hacia esta casa,
33 tú oirás desde los
cielos, desde el lugar de tu morada, y harás conforme a todas
las cosas por las cuales hubiere clamado a ti el extranjero;
para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre, y
te teman así como tu pueblo Israel, y sepan que tu nombre es
invocado sobre esta casa que yo he edificado.
34 Si tu pueblo saliere
a la guerra contra sus enemigos por el camino que tú les
enviares, y oraren a ti hacia esta ciudad que tú elegiste,
hacia la casa que he edificado a tu nombre,
35 tú oirás desde los
cielos su oración y su ruego, y ampararás su causa.
36 Si pecaren contra ti
(pues no hay hombre que no peque), y te enojares contra ellos,
y los entregares delante de sus enemigos, para que los que los
tomaren los lleven cautivos a tierra de enemigos, lejos o
cerca,
37 y ellos volvieren en
sí en la tierra donde fueren llevados cautivos; si se
convirtieren, y oraren a ti en la tierra de su cautividad, y
dijeren: Pecamos, hemos hecho inicuamente, impíamente hemos
hecho;
38 si se convirtieren a
ti de todo su corazón y de toda su alma en la tierra de su
cautividad, donde los hubieren llevado cautivos, y oraren
hacia la tierra que tú diste a sus padres, hacia la ciudad que
tú elegiste, y hacia la casa que he edificado a tu nombre;
39 tú oirás desde los
cielos, desde el lugar de tu morada, su oración y su ruego, y
ampararás su causa, y perdonarás a tu pueblo que pecó contra
ti.
40 Ahora, pues, oh Dios
mío, te ruego que estén abiertos tus ojos y atentos tus oídos
a la oración en este lugar.
41 Oh Jehová Dios,
levántate ahora para habitar en tu reposo, tú y el arca de tu
poder; oh Jehová Dios, sean vestidos de salvación tus
sacerdotes, y tus santos se regocijen en tu bondad.
42 Jehová Dios, no
rechaces a tu ungido; acuérdate de tus misericordias para con
David tu siervo.
1 . ¿Qué le dijo el Señor a David
con respecto a su deseo de construir una casa para Dios? ( 8 )
2 .
¿Qué
no puede contener a Dios? ( 18 )
3 . ¿Con qué frecuencia desea Salomón
que
los ojos de Dios
esten en la casa de Dios? ( 20 )
4 . ¿Qué frase se repite a menudo en
este capítulo? ( 23,25,27,30,33,35,39 )
5 . ¿Quién conoce los corazones de los
hombres? ( 30 )
6 . ¿Quién no ha pecado? ( 36 )
7:1
Cuando Salomón acabó de orar, descendió fuego de los cielos, y
consumió el holocausto y las víctimas; y la gloria de Jehová
llenó la casa.
2 Y no podían entrar los
sacerdotes en la casa de Jehová, porque la gloria de Jehová
había llenado la casa de Jehová.
3 Cuando vieron todos
los hijos de Israel descender el fuego y la gloria de Jehová
sobre la casa, se postraron sobre sus rostros en el pavimento
y adoraron, y alabaron a Jehová, diciendo: Porque él es bueno,
y su misericordia es para siempre.
4 Entonces el rey y todo
el pueblo sacrificaron víctimas delante de Jehová.
5 Y ofreció el rey
Salomón en sacrificio veintidós mil bueyes, y ciento veinte
mil ovejas; y así dedicaron la casa de Dios el rey y todo el
pueblo.
6 Y los sacerdotes
desempeñaban su ministerio; también los levitas, con los
instrumentos de música de Jehová, los cuales había hecho el
rey David para alabar a Jehová porque su misericordia es para
siempre, cuando David alababa por medio de ellos. Asimismo los
sacerdotes tocaban trompetas delante de ellos, y todo Israel
estaba en pie.
7 También Salomón
consagró la parte central del atrio que estaba delante de la
casa de Jehová, por cuanto había ofrecido allí los holocaustos,
y la grosura de las ofrendas de paz; porque en el altar de
bronce que Salomón había hecho no podían caber los holocaustos,
las ofrendas y las grosuras.
8 Entonces hizo Salomón
fiesta siete días, y con él todo Israel, una gran congregación,
desde la entrada de Hamat hasta el arroyo de Egipto.
9 Al octavo día hicieron
solemne asamblea, porque habían hecho la dedicación del altar
en siete días, y habían celebrado la fiesta solemne por siete
días.
10 Y a los veintitrés
días del mes séptimo envió al pueblo a sus hogares, alegres y
gozosos de corazón por los beneficios que Jehová había hecho a
David y a Salomón, y a su pueblo Israel. 11 Terminó,
pues, Salomón la casa de Jehová, y la casa del rey; y todo lo
que Salomón se propuso hacer en la casa de Jehová, y en su
propia casa, fue prosperado.
12 Y apareció Jehová a
Salomón de noche, y le dijo: Yo he oído tu oración, y he
elegido para mí este lugar por casa de sacrificio.
13 Si yo cerrare los
cielos para que no haya lluvia, y si mandare a la langosta que
consuma la tierra, o si enviare pestilencia a mi pueblo;
14 si se humillare mi
pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y
buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos;
entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y
sanaré su tierra.
15 Ahora estarán
abiertos mis ojos y atentos mis oídos a la oración en este
lugar;
16 porque ahora he
elegido y santificado esta casa, para que esté en ella mi
nombre para siempre; y mis ojos y mi corazón estarán ahí para
siempre.
17 Y si tú anduvieres
delante de mí como anduvo David tu padre, e hicieres todas las
cosas que yo te he mandado, y guardares mis estatutos y mis
decretos,
18 yo confirmaré el
trono de tu reino, como pacté con David tu padre, diciendo: No
te faltará varón que gobierne en Israel.
19 Mas si vosotros os
volviereis, y dejareis mis estatutos y mandamientos que he
puesto delante de vosotros, y fuereis y sirviereis a dioses
ajenos, y los adorareis,
20 yo os arrancaré de
mi tierra que os he dado; y esta casa que he santificado a mi
nombre, yo la arrojaré de mi presencia, y la pondré por burla
y escarnio de todos los pueblos.
21 Y esta casa que es
tan excelsa, será espanto a todo el que pasare, y dirá: ¿Por
qué ha hecho así Jehová a esta tierra y a esta casa?
22 Y se responderá: Por
cuanto dejaron a Jehová Dios de sus padres, que los sacó de la
tierra de Egipto, y han abrazado a dioses ajenos, y los
adoraron y sirvieron; por eso él ha traído todo este mal sobre
ellos.
1 . ¿Qué sucedió cuando
Salomón terminó su oración? ( 1-3 )
2 . ¿Cuántos animales fueron sacrificados
en la dedicación a Dios? (4-5)
3 . ¿Qué
pidio
Dios de su pueblo antes de que Él
oyese
desde los cielos? ( 14 )
4 . ¿Qué le prometió Dios a Salomón si
iba a guardar sus mandamientos? (17-18)
5 . ¿Qué le prometió a
Salomón si desobedecía sus mandamientos? (19-22 )
8:1
Después de veinte años, durante los cuales Salomón había
edificado la casa de Jehová y su propia casa,
2 reedificó Salomón las
ciudades que Hiram le había dado, y estableció en ellas a los
hijos de Israel.
3 Después vino Salomón a
Hamat de Soba, y la tomó.
4 Y edificó a Tadmor en
el desierto, y todas las ciudades de aprovisionamiento que
edificó en Hamat.
5 Asimismo reedificó a
Bet-horón la de arriba y a Bet-horón la de abajo, ciudades
fortificadas, con muros, puertas y barras;
6 y a Baalat, y a todas
las ciudades de provisiones que Salomón tenía; también todas
las ciudades de los carros y las de la gente de a caballo, y
todo lo que Salomón quiso edificar en Jerusalén, en el Líbano,
y en toda la tierra de su dominio.
7 Y a todo el pueblo que
había quedado de los heteos, amorreos, ferezeos, heveos y
jebuseos, que no eran de Israel,
8 los hijos de los que
habían quedado en la tierra después de ellos, a los cuales los
hijos de Israel no destruyeron del todo, hizo Salomón
tributarios hasta hoy.
9 Pero de los hijos de
Israel no puso Salomón siervos en su obra; porque eran hombres
de guerra, y sus oficiales y sus capitanes, y comandantes de
sus carros, y su gente de a caballo.
10 Y tenía Salomón
doscientos cincuenta gobernadores principales, los cuales
mandaban sobre aquella gente.
11 Y pasó Salomón a la
hija de Faraón, de la ciudad de David a la casa que él había
edificado para ella; porque dijo: Mi mujer no morará en la
casa de David rey de Israel, porque aquellas habitaciones
donde ha entrado el arca de Jehová, son sagradas.
12 Entonces ofreció
Salomón holocaustos a Jehová sobre el altar de Jehová que él
había edificado delante del pórtico,
13 para que ofreciesen
cada cosa en su día, conforme al mandamiento de Moisés, en los
días de reposo, en las nuevas lunas, y en las fiestas solemnes
tres veces en el año, esto es, en la fiesta de los panes sin
levadura, en la fiesta de las semanas y en la fiesta de los
tabernáculos.
14 Y constituyó los
turnos de los sacerdotes en sus oficios, conforme a lo
ordenado por David su padre, y los levitas en sus cargos, para
que alabasen y ministrasen delante de los sacerdotes, cada
cosa en su día; asimismo los porteros por su orden a cada
puerta; porque así lo había mandado David, varón de Dios.
15 Y no se apartaron
del mandamiento del rey, en cuanto a los sacerdotes y los
levitas, y los tesoros, y todo negocio;
16 porque toda la obra
de Salomón estaba preparada desde el día en que se pusieron
los cimientos de la casa de Jehová hasta que fue terminada,
hasta que la casa de Jehová fue acabada totalmente.
17 Entonces Salomón fue
a Ezión-geber y a Elot, a la costa del mar en la tierra de
Edom.
18 Porque Hiram le
había enviado naves por mano de sus siervos, y marineros
diestros en el mar, los cuales fueron con los siervos de
Salomón a Ofir, y tomaron de allá cuatrocientos cincuenta
talentos de oro, y los trajeron al rey Salomón.
1 .¿Que
edificó Salomón en Jerusalén y en el Líbano? ( 6 )
2 . ¿Por qué no quería
Salomón que la
hija de Faraón
viviera
en la casa de David? ( 11 )
3 . ¿Cómo los siervos de Salomón trajeron
oro de Ofir? (17-18)
9:1
Oyendo la reina de Sabá la fama de Salomón, vino a Jerusalén
con un séquito muy grande, con camellos cargados de especias
aromáticas, oro en abundancia, y piedras preciosas, para
probar a Salomón con preguntas difíciles. Y luego que vino a
Salomón, habló con él todo lo que en su corazón tenía.
2 Pero
Salomón le respondió a todas sus preguntas, y nada hubo que
Salomón no le contestase.
3 Y
viendo la reina de Sabá la sabiduría de Salomón, y la casa que
había edificado,
4 y
las viandas de su mesa, las habitaciones de sus oficiales, el
estado de sus criados y los vestidos de ellos, sus
maestresalas y sus vestidos, y la escalinata por donde subía a
la casa de Jehová, se quedó asombrada.
5 Y
dijo al rey: Verdad es lo que había oído en mi tierra acerca
de tus cosas y de tu sabiduría;
6 pero
yo no creía las palabras de ellos, hasta que he venido, y mis
ojos han visto; y he aquí que ni aun la mitad de la grandeza
de tu sabiduría me había sido dicha; porque tú superas la fama
que yo había oído.
7 Bienaventurados
tus hombres, y dichosos estos siervos tuyos que están siempre
delante de ti, y oyen tu sabiduría.
8 Bendito
sea Jehová tu Dios, el cual se ha agradado de ti para ponerte
sobre su trono como rey para Jehová tu Dios; por cuanto tu
Dios amó a Israel para afirmarlo perpetuamente, por eso te ha
puesto por rey sobre ellos, para que hagas juicio y justicia.
9 Y
dio al rey ciento veinte talentos de oro, y gran cantidad de
especias aromáticas, y piedras preciosas; nunca hubo tales
especias aromáticas como las que dio la reina de Sabá al rey
Salomón.
10 También
los siervos de Hiram y los siervos de Salomón, que habían
traído el oro de Ofir, trajeron madera de sándalo, y piedras
preciosas.
11 Y
de la madera de sándalo el rey hizo gradas en la casa de
Jehová y en las casas reales, y arpas y salterios para los
cantores; nunca en la tierra de Judá se había visto madera
semejante.
12 Y
el rey Salomón dio a la reina de Sabá todo lo que ella quiso y
le pidió, más de lo que ella había traído al rey. Después ella
se volvió y se fue a su tierra con sus siervos.
13 El
peso del oro que venía a Salomón cada año, era seiscientos
sesenta y seis talentos de oro,
14 sin
lo que traían los mercaderes y negociantes; también todos los
reyes de Arabia y los gobernadores de la tierra traían oro y
plata a Salomón.
15 Hizo
también el rey Salomón doscientos paveses de oro batido, cada
uno de los cuales tenía seiscientos siclos de oro labrado;
16 asimismo
trescientos escudos de oro batido, teniendo cada escudo
trescientos siclos de oro; y los puso el rey en la casa del
bosque del Líbano.
17 Hizo
además el rey un gran trono de marfil, y lo cubrió de oro puro.
18 El
trono tenía seis gradas, y un estrado de oro fijado al trono,
y brazos a uno y otro lado del asiento, y dos leones que
estaban junto a los brazos.
19 Había
también allí doce leones sobre las seis gradas, a uno y otro
lado. Jamás fue hecho trono semejante en reino alguno.
20 Toda
la vajilla del rey Salomón era de oro, y toda la vajilla de la
casa del bosque del Líbano, de oro puro. En los días de
Salomón la plata no era apreciada.
21 Porque
la flota del rey iba a Tarsis con los siervos de Hiram, y cada
tres años solían venir las naves de Tarsis, y traían oro,
plata, marfil, monos y pavos reales.
22 Y
excedió el rey Salomón a todos los reyes de la tierra en
riqueza y en sabiduría.
23 Y
todos los reyes de la tierra procuraban ver el rostro de
Salomón, para oír la sabiduría que Dios le había dado.
24 Cada
uno de éstos traía su presente, alhajas de plata, alhajas de
oro, vestidos, armas, perfumes, caballos y mulos, todos los
años.
25 Tuvo
también Salomón cuatro mil caballerizas para sus caballos y
carros, y doce mil jinetes, los cuales puso en las ciudades de
los carros, y con el rey en Jerusalén.
26 Y
tuvo dominio sobre todos los reyes desde el Eufrates hasta la
tierra de los filisteos, y hasta la frontera de Egipto.
27 Y
acumuló el rey plata en Jerusalén como piedras, y cedros como
los cabrahigos de la Sefela en abundancia.
28 Traían
también caballos para Salomón, de Egipto y de todos los países.
29 Los
demás hechos de Salomón, primeros y postreros, ¿no están todos
escritos en los libros del profeta Natán, en la profecía de
Ahías silonita, y en la profecía del vidente Iddo contra
Jeroboam hijo de Nabat?
30 Reinó
Salomón en Jerusalén sobre todo Israel cuarenta años.
31 Y
durmió Salomón con sus padres, y lo sepultaron en la ciudad de
David su padre; y reinó en su lugar Roboam su hijo.
1 . ¿Cómo
intento
la reina de Sabá probar a Salomón? ( 1-2 )
2 . ¿Qué dijo la reina de Sabá cuando
escuchó la sabiduría de Salomón y vio su reino? ( 3-8 )
3 . ¿De qué material
hizo
Salomón escudos? ( 16 )
4 . ¿De qué material
hizo
Salomón su trono? ( 17 )
5 . ¿Por qué no se hacieron
las cosas de plata? ( 20,27 )
6 . ¿Cómo
fueron las
riquezas de la sabiduría de Salomón en
comparación con la de otros reyes? (22-23 )
7 . ¿Cuánto tiempo duró el
reinado de Salomón? ( 30 )
10:1
Roboam fue a Siquem, porque en Siquem se había reunido todo
Israel para hacerlo rey.
2 Y
cuando lo oyó Jeroboam hijo de Nabat, el cual estaba en Egipto,
adonde había huido a causa del rey Salomón, volvió de Egipto.
3 Y
enviaron y le llamaron. Vino, pues, Jeroboam, y todo Israel, y
hablaron a Roboam, diciendo:
4 Tu
padre agravó nuestro yugo; ahora alivia algo de la dura
servidumbre y del pesado yugo con que tu padre nos apremió, y
te serviremos.
5 Y
él les dijo: Volved a mí de aquí a tres días. Y el pueblo se
fue.
6 Entonces
el rey Roboam tomó consejo con los ancianos que habían estado
delante de Salomón su padre cuando vivía, y les dijo: ¿Cómo
aconsejáis vosotros que responda a este pueblo?
7 Y
ellos le contestaron diciendo: Si te condujeres humanamente
con este pueblo, y les agradares, y les hablares buenas
palabras, ellos te servirán siempre.
8 Mas
él, dejando el consejo que le dieron los ancianos, tomó
consejo con los jóvenes que se habían criado con él, y que
estaban a su servicio.
9 Y
les dijo: ¿Qué aconsejáis vosotros que respondamos a este
pueblo, que me ha hablado, diciendo: Alivia algo del yugo que
tu padre puso sobre nosotros?
10 Entonces
los jóvenes que se habían criado con él, le contestaron: Así
dirás al pueblo que te ha hablado diciendo: Tu padre agravó
nuestro yugo, mas tú disminuye nuestra carga. Así les dirás:
Mi dedo más pequeño es más grueso que los lomos de mi padre.
11 Así
que, si mi padre os cargó de yugo pesado, yo añadiré a vuestro
yugo; mi padre os castigó con azotes, y yo con escorpiones.
12 Vino,
pues, Jeroboam con todo el pueblo a Roboam al tercer día,
según el rey les había mandado diciendo: Volved a mí de aquí a
tres días.
13 Y
el rey les respondió ásperamente; pues dejó el rey Roboam el
consejo de los ancianos,
14 y
les habló conforme al consejo de los jóvenes, diciendo: Mi
padre hizo pesado vuestro yugo, pero yo añadiré a vuestro yugo;
mi padre os castigó con azotes, mas yo con escorpiones.
15 Y
no escuchó el rey al pueblo; porque la causa era de Dios, para
que Jehová cumpliera la palabra que había hablado por Ahías
silonita a Jeroboam hijo de Nabat.
16 Y
viendo todo Israel que el rey no les había oído, respondió el
pueblo al rey, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros con
David? No tenemos herencia en el hijo de Isaí. !!Israel, cada
uno a sus tiendas! !!David, mira ahora por tu casa! Así se fue
todo Israel a sus tiendas.
17 Mas
reinó Roboam sobre los hijos de Israel que habitaban en las
ciudades de Judá.
18 Envió
luego el rey Roboam a Adoram, que tenía cargo de los tributos;
pero le apedrearon los hijos de Israel, y murió. Entonces se
apresuró el rey Roboam, y subiendo en su carro huyó a
Jerusalén.
19 Así
se apartó Israel de la casa de David hasta hoy.
1 . ¿Qué solicito
Jeroboam de Roboam? ( 1-5 )
2 .
¿Cuyos
consejos siguió Roboam? ( 6-14)
3 .
¿Cuya
profecía se cumplió , como resultado de las acciones de Roboam? (15-17)
4 . ¿Qué hicieron los israelitas a
Adoniram , que estaba a cargo del trabajo de Roboam? (18-19)
11:1
Cuando vino Roboam a Jerusalén, reunió de la casa de Judá y de
Benjamín a ciento ochenta mil hombres escogidos de guerra,
para pelear contra Israel y hacer volver el reino a Roboam.
2 Mas
vino palabra de Jehová a Semaías varón de Dios, diciendo:
3 Habla
a Roboam hijo de Salomón, rey de Judá, y a todos los
israelitas en Judá y Benjamín, diciéndoles:
4 Así
ha dicho Jehová: No subáis, ni peleéis contra vuestros
hermanos; vuélvase cada uno a su casa, porque yo he hecho esto.
Y ellos oyeron la palabra de Jehová y se volvieron, y no
fueron contra Jeroboam.
5 Y
habitó Roboam en Jerusalén, y edificó ciudades para fortificar
a Judá.
6 Edificó
Belén, Etam, Tecoa,
7 Bet-sur,
Soco, Adulam,
8 Gat,
Maresa, Zif,
9 Adoraim,
Laquis, Azeca,
10 Zora,
Ajalón y Hebrón, que eran ciudades fortificadas de Judá y
Benjamín.
11 Reforzó
también las fortalezas, y puso en ellas capitanes, y
provisiones, vino y aceite;
12 y
en todas las ciudades puso escudos y lanzas. Las fortificó,
pues, en gran manera; y Judá y Benjamín le estaban sujetos.
13 Y
los sacerdotes y levitas que estaban en todo Israel, se
juntaron a él desde todos los lugares donde vivían.
14 Porque
los levitas dejaban sus ejidos y sus posesiones, y venían a
Judá y a Jerusalén; pues Jeroboam y sus hijos los excluyeron
del ministerio de Jehová.
15 Y
él designó sus propios sacerdotes para los lugares altos, y
para los demonios, y para los becerros que él había hecho.
16 Tras
aquellos acudieron también de todas las tribus de Israel los
que habían puesto su corazón en buscar a Jehová Dios de
Israel; y vinieron a Jerusalén para ofrecer sacrificios a
Jehová, el Dios de sus padres.
17 Así
fortalecieron el reino de Judá, y confirmaron a Roboam hijo de
Salomón, por tres años; porque tres años anduvieron en el
camino de David y de Salomón.
18 Y
tomó Roboam por mujer a Mahalat hija de Jerimot, hijo de David
y de Abihail hija de Eliab, hijo de Isaí,
19 la
cual le dio a luz estos hijos: Jeús, Semarías y Zaham.
20 Después
de ella tomó a Maaca hija de Absalón, la cual le dio a luz
Abías, Atai, Ziza y Selomit.
21 Pero
Roboam amó a Maaca hija de Absalón sobre todas sus mujeres y
concubinas; porque tomó dieciocho mujeres y sesenta concubinas,
y engendró veintiocho hijos y sesenta hijas.
22 Y
puso Roboam a Abías hijo de Maaca por jefe y príncipe de sus
hermanos, porque quería hacerle rey.
23 Obró
sagazmente, y esparció a todos sus hijos por todas las tierras
de Judá y de Benjamín, y por todas las ciudades fortificadas,
y les dio provisiones en abundancia, y muchas mujeres.
1 . ¿Qué dijo
Semaías a Roboam que
hiciera? ( 1-4 )
2 . ¿Por qué los sacerdotes y levitas
van
todos a Judá y Jerusalén? ( 13-17)
3 . ¿A quién Roboam nombro
como principe en
jefe? (
20-23)
12:1
Cuando Roboam había consolidado el reino, dejó la ley de
Jehová, y todo Israel con él.
2 Y
por cuanto se habían rebelado contra Jehová, en el quinto año
del rey Roboam subió Sisac rey de Egipto contra Jerusalén,
3 con
mil doscientos carros, y con sesenta mil hombres de a caballo;
mas el pueblo que venía con él de Egipto, esto es, de libios,
suquienos y etíopes, no tenía número.
4 Y
tomó las ciudades fortificadas de Judá, y llegó hasta
Jerusalén.
5 Entonces
vino el profeta Semaías a Roboam y a los príncipes de Judá,
que estaban reunidos en Jerusalén por causa de Sisac, y les
dijo: Así ha dicho Jehová: Vosotros me habéis dejado, y yo
también os he dejado en manos de Sisac.
6 Y
los príncipes de Israel y el rey se humillaron, y dijeron:
Justo es Jehová.
7 Y
cuando Jehová vio que se habían humillado, vino palabra de
Jehová a Semaías, diciendo: Se han humillado; no los destruiré;
antes los salvaré en breve, y no se derramará mi ira contra
Jerusalén por mano de Sisac.
8 Pero
serán sus siervos, para que sepan lo que es servirme a mí, y
qué es servir a los reinos de las naciones.
9 Subió,
pues, Sisac rey de Egipto a Jerusalén, y tomó los tesoros de
la casa de Jehová, y los tesoros de la casa del rey; todo lo
llevó, y tomó los escudos de oro que Salomón había hecho.
10 Y
en lugar de ellos hizo el rey Roboam escudos de bronce, y los
entregó a los jefes de la guardia, los cuales custodiaban la
entrada de la casa del rey.
11 Cuando
el rey iba a la casa de Jehová, venían los de la guardia y los
llevaban, y después los volvían a la cámara de la guardia.
12 Y
cuando él se humilló, la ira de Jehová se apartó de él, para
no destruirlo del todo; y también en Judá las cosas fueron
bien.
13 Fortalecido,
pues, Roboam, reinó en Jerusalén; y era Roboam de cuarenta y
un años cuando comenzó a reinar, y diecisiete años reinó en
Jerusalén, ciudad que escogió Jehová de todas las tribus de
Israel para poner en ella su nombre. Y el nombre de la madre
de Roboam fue Naama amonita.
14 E
hizo lo malo, porque no dispuso su corazón para buscar a
Jehová.
15 Las
cosas de Roboam, primeras y postreras, ¿no están escritas en
los libros del profeta Semaías y del vidente Iddo, en el
registro de las familias? Y entre Roboam y Jeroboam hubo
guerra constante.
16 Y
durmió Roboam con sus padres, y fue sepultado en la ciudad de
David; y reinó en su lugar Abías su hijo.
1 . ¿Por qué el Señor
permite
a
Sisac rey de Egipto atacar a Jerusalén? (
1-4 )
2 . ¿Por qué no fue Jerusalén destruida
en este momento? ( 5-8,12 )
3 . ¿Qué hizo Roboam para reemplazar los
escudos de oro que Sisac había tomado? (9-11)
4 . ¿Por qué Roboam hizo
el mal? ( 14 )
Answers to
2 Chronicles Study Questions only in English
13:1
A los dieciocho años del rey Jeroboam, reinó Abías sobre Judá,
2 y
reinó tres años en Jerusalén. El nombre de su madre fue
Micaías hija de Uriel de Gabaa.
Y hubo guerra entre Abías y
Jeroboam.
3 Entonces
Abías ordenó batalla con un ejército de cuatrocientos mil
hombres de guerra, valerosos y escogidos; y Jeroboam ordenó
batalla contra él con ochocientos mil hombres escogidos,
fuertes y valerosos.
4 Y
se levantó Abías sobre el monte de Zemaraim, que está en los
montes de Efraín, y dijo: Oídme, Jeroboam y todo Israel.
5 ¿No
sabéis vosotros que Jehová Dios de Israel dio el reino a David
sobre Israel para siempre, a él y a sus hijos, bajo pacto de
sal?
6 Pero
Jeroboam hijo de Nabat, siervo de Salomón hijo de David, se
levantó y rebeló contra su señor.
7 Y
se juntaron con él hombres vanos y perversos, y pudieron más
que Roboam hijo de Salomón, porque Roboam era joven y
pusilánime, y no se defendió de ellos.
8 Y
ahora vosotros tratáis de resistir al reino de Jehová en mano
de los hijos de David, porque sois muchos, y tenéis con
vosotros los becerros de oro que Jeroboam os hizo por dioses.
9 ¿No
habéis arrojado vosotros a los sacerdotes de Jehová, a los
hijos de Aarón y a los levitas, y os habéis designado
sacerdotes a la manera de los pueblos de otras tierras, para
que cualquiera venga a consagrarse con un becerro y siete
carneros, y así sea sacerdote de los que no son dioses?
10 Mas
en cuanto a nosotros, Jehová es nuestro Dios, y no le hemos
dejado; y los sacerdotes que ministran delante de Jehová son
los hijos de Aarón, y los que están en la obra son levitas,
11 los
cuales queman para Jehová los holocaustos cada mañana y cada
tarde, y el incienso aromático; y ponen los panes sobre la
mesa limpia, y el candelero de oro con sus lámparas para que
ardan cada tarde; porque nosotros guardamos la ordenanza de
Jehová nuestro Dios, mas vosotros le habéis dejado.
12 Y
he aquí Dios está con nosotros por jefe, y sus sacerdotes con
las trompetas del júbilo para que suenen contra vosotros. Oh
hijos de Israel, no peleéis contra Jehová el Dios de vuestros
padres, porque no prosperaréis.
13 Pero
Jeroboam hizo tender una emboscada para venir a ellos por la
espalda; y estando así delante de ellos, la emboscada estaba a
espaldas de Judá.
14 Y
cuando miró Judá, he aquí que tenía batalla por delante y a
las espaldas; por lo que clamaron a Jehová, y los sacerdotes
tocaron las trompetas.
15 Entonces
los de Judá gritaron con fuerza; y así que ellos alzaron el
grito, Dios desbarató a Jeroboam y a todo Israel delante de
Abías y de Judá;
16 y
huyeron los hijos de Israel delante de Judá, y Dios los
entregó en sus manos.
17 Y
Abías y su gente hicieron en ellos una gran matanza, y cayeron
heridos de Israel quinientos mil hombres escogidos.
18 Así
fueron humillados los hijos de Israel en aquel tiempo, y los
hijos de Judá prevalecieron, porque se apoyaban en Jehová el
Dios de sus padres.
19 Y
siguió Abías a Jeroboam, y le tomó algunas ciudades, a Bet-el
con sus aldeas, a Jesana con sus aldeas, y a Efraín con sus
aldeas.
20 Y
nunca más tuvo Jeroboam poder en los días de Abías; y Jehová
lo hirió, y murió.
21 Pero
Abías se hizo más poderoso. Tomó catorce mujeres, y engendró
veintidós hijos y dieciséis hijas.
22 Los
demás hechos de Abías, sus caminos y sus dichos, están
escritos en la historia de Iddo profeta.
1 . ¿Cuántos soldados
participaron en la batalla entre Abías y Jeroboam? (2-3)
2 . ¿Por qué Dios derroto
a Jeroboam y
a
todo Israel delante de Abías y de Judá? (13-18)
14:1
Durmió Abías con sus padres, y fue sepultado en la ciudad de
David; y reinó en su lugar su hijo Asa, en cuyos días tuvo
sosiego el país por diez años.
2 E
hizo Asa lo bueno y lo recto ante los ojos de Jehová su Dios.
3 Porque
quitó los altares del culto extraño, y los lugares altos;
quebró las imágenes, y destruyó los símbolos de Asera;
4 y
mandó a Judá que buscase a Jehová el Dios de sus padres, y
pusiese por obra la ley y sus mandamientos.
5 Quitó
asimismo de todas las ciudades de Judá los lugares altos y las
imágenes; y estuvo el reino en paz bajo su reinado.
6 Y
edificó ciudades fortificadas en Judá, por cuanto había paz en
la tierra, y no había guerra contra él en aquellos tiempos;
porque Jehová le había dado paz.
7 Dijo,
por tanto, a Judá: Edifiquemos estas ciudades, y cerquémoslas
de muros con torres, puertas y barras, ya que la tierra es
nuestra; porque hemos buscado a Jehová nuestro Dios; le hemos
buscado, y él nos ha dado paz por todas partes. Edificaron,
pues, y fueron prosperados.
8 Tuvo
también Asa ejército que traía escudos y lanzas: de Judá
trescientos mil, y de Benjamín doscientos ochenta mil que
traían escudos y entesaban arcos, todos hombres diestros.
9 Y
salió contra ellos Zera etíope con un ejército de un millón de
hombres y trescientos carros; y vino hasta Maresa.
10 Entonces
salió Asa contra él, y ordenaron la batalla en el valle de
Sefata junto a Maresa.
11 Y
clamó Asa a Jehová su Dios, y dijo: !!Oh Jehová, para ti no
hay diferencia alguna en dar ayuda al poderoso o al que no
tiene fuerzas! Ayúdanos, oh Jehová Dios nuestro, porque en ti
nos apoyamos, y en tu nombre venimos contra este ejército. Oh
Jehová, tú eres nuestro Dios; no prevalezca contra ti el
hombre.
12 Y
Jehová deshizo a los etíopes delante de Asa y delante de Judá;
y huyeron los etíopes.
13 Y
Asa, y el pueblo que con él estaba, los persiguieron hasta
Gerar; y cayeron los etíopes hasta no quedar en ellos aliento,
porque fueron deshechos delante de Jehová y de su ejército. Y
les tomaron muy grande botín.
14 Atacaron
también todas las ciudades alrededor de Gerar, porque el
terror de Jehová cayó sobre ellas; y saquearon todas las
ciudades, porque había en ellas gran botín.
15 Asimismo
atacaron las cabañas de los que tenían ganado, y se llevaron
muchas ovejas y camellos, y volvieron a Jerusalén.
1 . ¿Cómo Dios veía
a Asa? ( 2-7)
2 . ¿Cuál era la oración
de Asa antes de luchar contra los etíopes? ( 11 )
15:1
Vino el Espíritu de Dios sobre Azarías hijo de Obed,
2 y
salió al encuentro de Asa, y le dijo: Oídme, Asa y todo Judá y
Benjamín: Jehová estará con vosotros, si vosotros estuviereis
con él; y si le buscareis, será hallado de vosotros; mas si le
dejareis, él también os dejará.
3 Muchos
días ha estado Israel sin verdadero Dios y sin sacerdote que
enseñara, y sin ley;
4 pero
cuando en su tribulación se convirtieron a Jehová Dios de
Israel, y le buscaron, él fue hallado de ellos.
5 En
aquellos tiempos no hubo paz, ni para el que entraba ni para
el que salía, sino muchas aflicciones sobre todos los
habitantes de las tierras.
6 Y
una gente destruía a otra, y una ciudad a otra ciudad; porque
Dios los turbó con toda clase de calamidades.
7 Pero
esforzaos vosotros, y no desfallezcan vuestras manos, pues hay
recompensa para vuestra obra.
8 Cuando
oyó Asa las palabras y la profecía del profeta Azarías hijo de
Obed, cobró ánimo, y quitó los ídolos abominables de toda la
tierra de Judá y de Benjamín, y de las ciudades que él había
tomado en la parte montañosa de Efraín; y reparó el altar de
Jehová que estaba delante del pórtico de Jehová.
9 Después
reunió a todo Judá y Benjamín, y con ellos los forasteros de
Efraín, de Manasés y de Simeón; porque muchos de Israel se
habían pasado a él, viendo que Jehová su Dios estaba con él.
10 Se
reunieron, pues, en Jerusalén, en el mes tercero del año
decimoquinto del reinado de Asa.
11 Y
en aquel mismo día sacrificaron para Jehová, del botín que
habían traído, setecientos bueyes y siete mil ovejas.
12 Entonces
prometieron solemnemente que buscarían a Jehová el Dios de sus
padres, de todo su corazón y de toda su alma;
13 y
que cualquiera que no buscase a Jehová el Dios de Israel,
muriese, grande o pequeño, hombre o mujer.
14 Y
juraron a Jehová con gran voz y júbilo, al son de trompetas y
de bocinas.
15 Todos
los de Judá se alegraron de este juramento; porque de todo su
corazón lo juraban, y de toda su voluntad lo buscaban, y fue
hallado de ellos; y Jehová les dio paz por todas partes.
16 Y
aun a Maaca madre del rey Asa, él mismo la depuso de su
dignidad, porque había hecho una imagen de Asera; y Asa
destruyó la imagen, y la desmenuzó, y la quemó junto al
torrente de Cedrón.
17 Con
todo esto, los lugares altos no eran quitados de Israel,
aunque el corazón de Asa fue perfecto en todos sus días.
18 Y
trajo a la casa de Dios lo que su padre había dedicado, y lo
que él había consagrado, plata, oro y utensilios.
19 Y
no hubo más guerra hasta los treinta y cinco años del reinado
de Asa.
1 . ¿Qué profetizó Azarías? ( 1-7 )
2 . ¿Cómo Asa responde a esta profecía?
( 8 )
3 . ¿Qué se hizo
a
aquellos que no buscan al Señor? ( 13 )
4 . ¿Por qué Asa
removio a
Macá de su puesto? ( 16 )
16:1
En el año treinta y seis del reinado de Asa, subió Baasa rey
de Israel contra Judá, y fortificó a Ramá, para no dejar salir
ni entrar a ninguno al rey Asa, rey de Judá.
2 Entonces
sacó Asa la plata y el oro de los tesoros de la casa de Jehová
y de la casa real, y envió a Ben-adad rey de Siria, que estaba
en Damasco, diciendo:
3 Haya
alianza entre tú y yo, como la hubo entre tu padre y mi padre;
he aquí yo te he enviado plata y oro, para que vengas y
deshagas la alianza que tienes con Baasa rey de Israel, a fin
de que se retire de mí.
4 Y
consintió Ben-adad con el rey Asa, y envió los capitanes de
sus ejércitos contra las ciudades de Israel; y conquistaron
Ijón, Dan, Abel-maim y las ciudades de aprovisionamiento de
Neftalí.
5 Oyendo
esto Baasa, cesó de edificar a Ramá, y abandonó su obra.
6 Entonces
el rey Asa tomó a todo Judá, y se llevaron de Ramá la piedra y
la madera con que Baasa edificaba, y con ellas edificó a Geba
y a Mizpa.
7 En
aquel tiempo vino el vidente Hanani a Asa rey de Judá, y le
dijo: Por cuanto te has apoyado en el rey de Siria, y no te
apoyaste en Jehová tu Dios, por eso el ejército del rey de
Siria ha escapado de tus manos.
8 Los
etíopes y los libios, ¿no eran un ejército numerosísimo, con
carros y mucha gente de a caballo? Con todo, porque te
apoyaste en Jehová, él los entregó en tus manos.
9 Porque
los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su
poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con él.
Locamente has hecho en esto; porque de aquí en adelante habrá
más guerra contra ti.
10 Entonces
se enojó Asa contra el vidente y lo echó en la cárcel, porque
se encolerizó grandemente a causa de esto. Y oprimió Asa en
aquel tiempo a algunos del pueblo.
11 Mas
he aquí los hechos de Asa, primeros y postreros, están
escritos en el libro de los reyes de Judá y de Israel.
12 En
el año treinta y nueve de su reinado, Asa enfermó gravemente
de los pies, y en su enfermedad no buscó a Jehová, sino a los
médicos.
13 Y
durmió Asa con sus padres, y murió en el año cuarenta y uno de
su reinado.
14 Y
lo sepultaron en los sepulcros que él había hecho para sí en
la ciudad de David; y lo pusieron en un ataúd, el cual
llenaron de perfumes y diversas especias aromáticas,
preparadas por expertos perfumistas; e hicieron un gran fuego
en su honor.
1 . ¿Por qué dio
Asa la plata y el oro
a
Ben-adad rey de Siria? ( 1-6 )
2 . ¿Qué le dijo el vidente Hanani a Asa? (7-9)
3 . ¿Cómo Asa reacciona a las palabras de
Hanani? ( 10 )
4 . ¿Cómo murió Asa?
(11-14)
17:1
Reinó en su lugar Josafat su hijo, el cual se hizo fuerte
contra Israel.
2 Puso
ejércitos en todas las ciudades fortificadas de Judá, y colocó
gente de guarnición en tierra de Judá, y asimismo en las
ciudades de Efraín que su padre Asa había tomado.
3 Y
Jehová estuvo con Josafat, porque anduvo en los primeros
caminos de David su padre, y no buscó a los baales,
4 sino
que buscó al Dios de su padre, y anduvo en sus mandamientos, y
no según las obras de Israel.
5 Jehová,
por tanto, confirmó el reino en su mano, y todo Judá dio a
Josafat presentes; y tuvo riquezas y gloria en abundancia.
6 Y
se animó su corazón en los caminos de Jehová, y quitó los
lugares altos y las imágenes de Asera de en medio de Judá.
7 Al
tercer año de su reinado envió sus príncipes Ben-hail, Abdías,
Zacarías, Natanael y Micaías, para que enseñasen en las
ciudades de Judá;
8 y
con ellos a los levitas Semaías, Netanías, Zebadías, Asael,
Semiramot, Jonatán, Adonías, Tobías y Tobadonías; y con ellos
a los sacerdotes Elisama y Joram.
9 Y
enseñaron en Judá, teniendo consigo el libro de la ley de
Jehová, y recorrieron todas las ciudades de Judá enseñando al
pueblo.
10 Y
cayó el pavor de Jehová sobre todos los reinos de las tierras
que estaban alrededor de Judá, y no osaron hacer guerra contra
Josafat.
11 Y
traían de los filisteos presentes a Josafat, y tributos de
plata. Los árabes también le trajeron ganados, siete mil
setecientos carneros y siete mil setecientos machos cabríos.
12 Iba,
pues, Josafat engrandeciéndose mucho; y edificó en Judá
fortalezas y ciudades de aprovisionamiento.
13 Tuvo
muchas provisiones en las ciudades de Judá, y hombres de
guerra muy valientes en Jerusalén.
14 Y
este es el número de ellos según sus casas paternas: de los
jefes de los millares de Judá, el general Adnas, y con él
trescientos mil hombres muy esforzados.
15 Después
de él, el jefe Johanán, y con él doscientos ochenta mil.
16 Tras
éste, Amasías hijo de Zicri, el cual se había ofrecido
voluntariamente a Jehová, y con él doscientos mil hombres
valientes.
17 De
Benjamín, Eliada, hombre muy valeroso, y con él doscientos mil
armados de arco y escudo.
18 Tras
éste, Jozabad, y con él ciento ochenta mil dispuestos para la
guerra.
19 Estos
eran siervos del rey, sin los que el rey había puesto en las
ciudades fortificadas en todo Judá.
1 . ¿Por qué
estuvo
el SEÑOR con Jehosphat? ( 1-6 )
2 . ¿Por qué envio
Jeshosphat funcionarios y levitas a todas las ciudades de Judá? (7-9)
18:1
Tenía, pues, Josafat riquezas y gloria en abundancia; y
contrajo parentesco con Acab.
2 Y
después de algunos años descendió a Samaria para visitar a
Acab; por lo que Acab mató muchas ovejas y bueyes para él y
para la gente que con él venía, y le persuadió que fuese con
él contra Ramot de Galaad.
3 Y
dijo Acab rey de Israel a Josafat rey de Judá: ¿Quieres venir
conmigo contra Ramot de Galaad? Y él respondió: Yo soy como tú,
y mi pueblo como tu pueblo; iremos contigo a la guerra.
4 Además
dijo Josafat al rey de Israel: Te ruego que consultes hoy la
palabra de Jehová.
5 Entonces
el rey de Israel reunió a cuatrocientos profetas, y les
preguntó: ¿Iremos a la guerra contra Ramot de Galaad, o me
estaré quieto? Y ellos dijeron: Sube, porque Dios los
entregará en mano del rey.
6 Pero
Josafat dijo: ¿Hay aún aquí algún profeta de Jehová, para que
por medio de él preguntemos?
7 El
rey de Israel respondió a Josafat: Aún hay aquí un hombre por
el cual podemos preguntar a Jehová; mas yo le aborrezco,
porque nunca me profetiza cosa buena, sino siempre mal. Este
es Micaías hijo de Imla. Y respondió Josafat: No hable así el
rey.
8 Entonces
el rey de Israel llamó a un oficial, y le dijo: Haz venir
luego a Micaías hijo de Imla.
9 Y
el rey de Israel y Josafat rey de Judá estaban sentados cada
uno en su trono, vestidos con sus ropas reales, en la plaza
junto a la entrada de la puerta de Samaria, y todos los
profetas profetizaban delante de ellos.
10 Y
Sedequías hijo de Quenaana se había hecho cuernos de hierro, y
decía: Así ha dicho Jehová: Con estos acornearás a los sirios
hasta destruirlos por completo.
11 De
esta manera profetizaban también todos los profetas, diciendo:
Sube contra Ramot de Galaad, y serás prosperado; porque Jehová
la entregará en mano del rey.
12 Y
el mensajero que había ido a llamar a Micaías, le habló
diciendo: He aquí las palabras de los profetas a una voz
anuncian al rey cosas buenas; yo, pues, te ruego que tu
palabra sea como la de uno de ellos, que hables bien.
13 Dijo
Micaías: Vive Jehová, que lo que mi Dios me dijere, eso
hablaré. Y vino al rey.
14 Y
el rey le dijo: Micaías, ¿iremos a pelear contra Ramot de
Galaad, o me estaré quieto? El respondió: Subid, y seréis
prosperados, pues serán entregados en vuestras manos.
15 El
rey le dijo: ¿Hasta cuántas veces te conjuraré por el nombre
de Jehová que no me hables sino la verdad?
16 Entonces
Micaías dijo: He visto a todo Israel derramado por los montes
como ovejas sin pastor; y dijo Jehová: Estos no tienen señor;
vuélvase cada uno en paz a su casa.
17 Y
el rey de Israel dijo a Josafat: ¿No te había yo dicho que no
me profetizaría bien, sino mal?
18 Entonces
él dijo: Oíd, pues, palabra de Jehová: Yo he visto a Jehová
sentado en su trono, y todo el ejército de los cielos estaba a
su mano derecha y a su izquierda.
19 Y
Jehová preguntó: ¿Quién inducirá a Acab rey de Israel, para
que suba y caiga en Ramot de Galaad? Y uno decía así, y otro
decía de otra manera.
20 Entonces
salió un espíritu que se puso delante de Jehová y dijo: Yo le
induciré. Y Jehová le dijo: ¿De qué modo?
21 Y
él dijo: Saldré y seré espíritu de mentira en la boca de todos
sus profetas. Y Jehová dijo: Tú le inducirás, y lo lograrás;
anda y hazlo así.
22 Y
ahora, he aquí Jehová ha puesto espíritu de mentira en la boca
de estos tus profetas; pues Jehová ha hablado el mal contra ti.
23 Entonces
Sedequías hijo de Quenaana se le acercó y golpeó a Micaías en
la mejilla, y dijo: ¿Por qué camino se fue de mí el Espíritu
de Jehová para hablarte a ti?
24 Y
Micaías respondió: He aquí tú lo verás aquel día, cuando
entres de cámara en cámara para esconderte.
25 Entonces
el rey de Israel dijo: Tomad a Micaías, y llevadlo a Amón
gobernador de la ciudad, y a Joás hijo del rey,
26 y
decidles: El rey ha dicho así: Poned a éste en la cárcel, y
sustentadle con pan de aflicción y agua de angustia, hasta que
yo vuelva en paz.
27 Y
Micaías dijo: Si tú volvieres en paz, Jehová no ha hablado por
mí. Dijo además: Oíd, pueblos todos.
28 Subieron,
pues, el rey de Israel, y Josafat rey de Judá, a Ramot de
Galaad.
29 Y
dijo el rey de Israel a Josafat: Yo me disfrazaré para entrar
en la batalla, pero tú vístete tus ropas reales. Y se disfrazó
el rey de Israel, y entró en la batalla.
30 Había
el rey de Siria mandado a los capitanes de los carros que
tenía consigo, diciendo: No peleéis con chico ni con grande,
sino sólo con el rey de Israel.
31 Cuando
los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron: Este es
el rey de Israel. Y lo rodearon para pelear; mas Josafat clamó,
y Jehová lo ayudó, y los apartó Dios de él;
32 pues
viendo los capitanes de los carros que no era el rey de
Israel, desistieron de acosarle.
33 Mas
disparando uno el arco a la ventura, hirió al rey de Israel
entre las junturas y el coselete. El entonces dijo al cochero:
Vuelve las riendas, y sácame del campo, porque estoy mal
herido.
34 Y
arreció la batalla aquel día, por lo que estuvo el rey de
Israel en pie en el carro enfrente de los sirios hasta la
tarde; y murió al ponerse el sol.
1 . ¿Qué
pidio
Acab a
Josafat? ( 1-3 )
2 . ¿Qué
quizo
Jehosphat hacer primero? ( 4 )
3 . ¿Qué hicieron cuatrocientos profetas
de Acab? ( 5,9-11 )
4 . ¿Por qué odiaba
Acab a
Miqueas? ( 6-8 )
5 . ¿Qué profetizó Miqueas? ( 12-24 )
6 . ¿Qué
hizo
Acab a Miqueas? (25-27)
7 . ¿Cómo murió Acab? (
28-34 )
19:1
Josafat rey de Judá volvió en paz a su casa en Jerusalén.
2 Y
le salió al encuentro el vidente Jehú hijo de Hanani, y dijo
al rey Josafat: ¿Al impío das ayuda, y amas a los que
aborrecen a Jehová? Pues ha salido de la presencia de Jehová
ira contra ti por esto.
3 Pero
se han hallado en ti buenas cosas, por cuanto has quitado de
la tierra las imágenes de Asera, y has dispuesto tu corazón
para buscar a Dios.
4 Habitó,
pues, Josafat en Jerusalén; pero daba vuelta y salía al
pueblo, desde Beerseba hasta el monte de Efraín, y los
conducía a Jehová el Dios de sus padres.
5 Y
puso jueces en todas las ciudades fortificadas de Judá, por
todos los lugares.
6 Y
dijo a los jueces: Mirad lo que hacéis; porque no juzgáis en
lugar de hombre, sino en lugar de Jehová, el cual está con
vosotros cuando juzgáis.
7 Sea,
pues, con vosotros el temor de Jehová; mirad lo que hacéis,
porque con Jehová nuestro Dios no hay injusticia, ni acepción
de personas, ni admisión de cohecho.
8 Puso
también Josafat en Jerusalén a algunos de los levitas y
sacerdotes, y de los padres de familias de Israel, para el
juicio de Jehová y para las causas. Y volvieron a Jerusalén.
9 Y
les mandó diciendo: Procederéis asimismo con temor de Jehová,
con verdad, y con corazón íntegro.
10 En
cualquier causa que viniere a vosotros de vuestros hermanos
que habitan en las ciudades, en causas de sangre, entre ley y
precepto, estatutos y decretos, les amonestaréis que no pequen
contra Jehová, para que no venga ira sobre vosotros y sobre
vuestros hermanos. Haciendo así, no pecaréis.
11 Y
he aquí, el sacerdote Amarías será el que os presida en todo
asunto de Jehová, y Zebadías hijo de Ismael, príncipe de la
casa de Judá, en todos los negocios del rey; también los
levitas serán oficiales en presencia de vosotros. Esforzaos,
pues, para hacerlo, y Jehová estará con el bueno.
1 . ¿Por qué fue la ira de
Dios sobre Jehosphat? ( 1-2 )
2 . ¿Cuáles fueron algunas cosas buenas
que Josafat hizo? ( 3-11 )
20:1
Pasadas estas cosas, aconteció que los hijos de Moab y de Amón,
y con ellos otros de los amonitas, vinieron contra Josafat a
la guerra.
2 Y
acudieron algunos y dieron aviso a Josafat, diciendo: Contra
ti viene una gran multitud del otro lado del mar, y de Siria;
y he aquí están en Hazezon-tamar, que es En-gadi.
3 Entonces
él tuvo temor; y Josafat humilló su rostro para consultar a
Jehová, e hizo pregonar ayuno a todo Judá.
4 Y
se reunieron los de Judá para pedir socorro a Jehová; y
también de todas las ciudades de Judá vinieron a pedir ayuda a
Jehová.
5 Entonces
Josafat se puso en pie en la asamblea de Judá y de Jerusalén,
en la casa de Jehová, delante del atrio nuevo;
6 y
dijo: Jehová Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en los
cielos, y tienes dominio sobre todos los reinos de las
naciones? ¿No está en tu mano tal fuerza y poder, que no hay
quien te resista?
7 Dios
nuestro, ¿no echaste tú los moradores de esta tierra delante
de tu pueblo Israel, y la diste a la descendencia de Abraham
tu amigo para siempre?
8 Y
ellos han habitado en ella, y te han edificado en ella
santuario a tu nombre, diciendo:
9 Si
mal viniere sobre nosotros, o espada de castigo, o pestilencia,
o hambre, nos presentaremos delante de esta casa, y delante de
ti (porque tu nombre está en esta casa), y a causa de nuestras
tribulaciones clamaremos a ti, y tú nos oirás y salvarás.
10 Ahora,
pues, he aquí los hijos de Amón y de Moab, y los del monte de
Seir, a cuya tierra no quisiste que pasase Israel cuando venía
de la tierra de Egipto, sino que se apartase de ellos, y no
los destruyese;
11 he
aquí ellos nos dan el pago viniendo a arrojarnos de la heredad
que tú nos diste en posesión.
12 !!Oh
Dios nuestro! ¿no los juzgarás tú? Porque en nosotros no hay
fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros;
no sabemos qué hacer, y a ti volvemos nuestros ojos.
13 Y
todo Judá estaba en pie delante de Jehová, con sus niños y sus
mujeres y sus hijos.
14 Y
estaba allí Jahaziel hijo de Zacarías, hijo de Benaía, hijo de
Jeiel, hijo de Matanías, levita de los hijos de Asaf, sobre el
cual vino el Espíritu de Jehová en medio de la reunión;
15 y
dijo: Oíd, Judá todo, y vosotros moradores de Jerusalén, y tú,
rey Josafat. Jehová os dice así: No temáis ni os amedrentéis
delante de esta multitud tan grande, porque no es vuestra la
guerra, sino de Dios.
16 Mañana
descenderéis contra ellos; he aquí que ellos subirán por la
cuesta de Sis, y los hallaréis junto al arroyo, antes del
desierto de Jeruel.
17 No
habrá para qué peleéis vosotros en este caso; paraos, estad
quietos, y ved la salvación de Jehová con vosotros. Oh Judá y
Jerusalén, no temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos,
porque Jehová estará con vosotros.
18 Entonces
Josafat se inclinó rostro a tierra, y asimismo todo Judá y los
moradores de Jerusalén se postraron delante de Jehová, y
adoraron a Jehová.
19 Y
se levantaron los levitas de los hijos de Coat y de los hijos
de Coré, para alabar a Jehová el Dios de Israel con fuerte y
alta voz.
20 Y
cuando se levantaron por la mañana, salieron al desierto de
Tecoa. Y mientras ellos salían, Josafat, estando en pie, dijo:
Oídme, Judá y moradores de Jerusalén. Creed en Jehová vuestro
Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis
prosperados.
21 Y
habido consejo con el pueblo, puso a algunos que cantasen y
alabasen a Jehová, vestidos de ornamentos sagrados, mientras
salía la gente armada, y que dijesen: Glorificad a Jehová,
porque su misericordia es para siempre.
22 Y
cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso
contra los hijos de Amón, de Moab y del monte de Seir, las
emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se
mataron los unos a los otros.
23 Porque
los hijos de Amón y Moab se levantaron contra los del monte de
Seir para matarlos y destruirlos; y cuando hubieron acabado
con los del monte de Seir, cada cual ayudó a la destrucción de
su compañero.
24 Y
luego que vino Judá a la torre del desierto, miraron hacia la
multitud, y he aquí yacían ellos en tierra muertos, pues
ninguno había escapado.
25 Viniendo
entonces Josafat y su pueblo a despojarlos, hallaron entre los
cadáveres muchas riquezas, así vestidos como alhajas preciosas,
que tomaron para sí, tantos, que no los podían llevar; tres
días estuvieron recogiendo el botín, porque era mucho.
26 Y
al cuarto día se juntaron en el valle de Beraca; porque allí
bendijeron a Jehová, y por esto llamaron el nombre de aquel
paraje el valle de Beraca, hasta hoy.
27 Y
todo Judá y los de Jerusalén, y Josafat a la cabeza de ellos,
volvieron para regresar a Jerusalén gozosos, porque Jehová les
había dado gozo librándolos de sus enemigos.
28 Y
vinieron a Jerusalén con salterios, arpas y trompetas, a la
casa de Jehová.
29 Y
el pavor de Dios cayó sobre todos los reinos de aquella tierra,
cuando oyeron que Jehová había peleado contra los enemigos de
Israel.
30 Y
el reino de Josafat tuvo paz, porque su Dios le dio paz por
todas partes.
31 Así
reinó Josafat sobré Judá; de treinta y cinco años era cuando
comenzó a reinar, y reinó veinticinco años en Jerusalén. El
nombre de su madre fue Azuba, hija de Silhi.
32 Y
anduvo en el camino de Asa su padre, sin apartarse de él,
haciendo lo recto ante los ojos de Jehová.
33 Con
todo eso, los lugares altos no fueron quitados; pues el pueblo
aún no había enderezado su corazón al Dios de sus padres.
34 Los
demás hechos de Josafat, primeros y postreros, he aquí están
escritos en las palabras de Jehú hijo de Hanani, del cual se
hace mención en el libro de los reyes de Israel.
35 Pasadas
estas cosas, Josafat rey de Judá trabó amistad con Ocozías rey
de Israel, el cual era dado a la impiedad,
36 e
hizo con él compañía para construir naves que fuesen a Tarsis;
y construyeron las naves en Ezión-geber.
37 Entonces Eliezer
hijo de Dodava, de Maresa, profetizó contra Josafat, diciendo:
Por cuanto has hecho compañía con Ocozías, Jehová destruirá
tus obras. Y las naves se rompieron, y no pudieron ir a Tarsis.
1 . ¿Qué hizo Jehosphat
cuando los moabitas y amonitas vinieron contra él? ( 1-13 )
2 . ¿Qué hizo el Espíritu de Jehová
decir a
Jahaziel con respecto a la batalla? (14-17)
3 .¿
Con qué
alabaron los levitas al Señor?
(18-19)
4 . ¿Qué sucedió cuando los que iban
delante del ejército comenzaron a entonar cantos de alabanza? ( 20-23)
5 . ¿Cuánto tiempo le tomó a los hombres
de Josafat llevarse el botín? (24-26)
6 . ¿Por qué el Señor destruye las naves
que Jehosphat hizo?
( 35-37 )
Reinado de
Joram de Judá
21:1
Durmió Josafat con sus padres, y lo sepultaron con sus padres
en la ciudad de David. Y reinó en su lugar Joram su hijo,
2 quien
tuvo por hermanos, hijos de Josafat, a Azarías, Jehiel,
Zacarías, Azarías, Micael, y Sefatías. Todos estos fueron
hijos de Josafat rey de Judá.
3 Y
su padre les había dado muchos regalos de oro y de plata, y
cosas preciosas, y ciudades fortificadas en Judá; pero había
dado el reino a Joram, porque él era el primogénito.
4 Fue
elevado, pues, Joram al reino de su padre; y luego que se hizo
fuerte, mató a espada a todos sus hermanos, y también a
algunos de los príncipes de Israel.
5 Cuando
comenzó a reinar era de treinta y dos años, y reinó ocho años
en Jerusalén.
6 Y
anduvo en el camino de los reyes de Israel, como hizo la casa
de Acab; porque tenía por mujer a la hija de Acab, e hizo lo
malo ante los ojos de Jehová.
7 Mas
Jehová no quiso destruir la casa de David, a causa del pacto
que había hecho con David, y porque le había dicho que le
daría lámpara a él y a sus hijos perpetuamente.
8 En
los días de éste se rebeló Edom contra el dominio de Judá, y
pusieron rey sobre sí.
9 Entonces
pasó Joram con sus príncipes, y todos sus carros; y se levantó
de noche, y derrotó a los edomitas que le habían sitiado, y a
todos los comandantes de sus carros.
10 No
obstante, Edom se libertó del dominio de Judá, hasta hoy.
También en el mismo tiempo Libna se libertó de su dominio, por
cuanto él había dejado a Jehová el Dios de sus padres.
11 Además
de esto, hizo lugares altos en los montes de Judá, e hizo que
los moradores de Jerusalén fornicasen tras ellos, y a ello
impelió a Judá.
12 Y
le llegó una carta del profeta Elías, que decía: Jehová el
Dios de David tu padre ha dicho así: Por cuanto no has andado
en los caminos de Josafat tu padre, ni en los caminos de Asa
rey de Judá,
13 sino
que has andado en el camino de los reyes de Israel, y has
hecho que fornicase Judá y los moradores de Jerusalén, como
fornicó la casa de Acab; y además has dado muerte a tus
hermanos, a la familia de tu padre, los cuales eran mejores
que tú;
14 he
aquí Jehová herirá a tu pueblo de una gran plaga, y a tus
hijos y a tus mujeres, y a todo cuanto tienes;
15 y
a ti con muchas enfermedades, con enfermedad de tus intestinos,
hasta que se te salgan a causa de tu persistente enfermedad.
16 Entonces
Jehová despertó contra Joram la ira de los filisteos y de los
árabes que estaban junto a los etíopes;
17 y
subieron contra Judá, e invadieron la tierra, y tomaron todos
los bienes que hallaron en la casa del rey, y a sus hijos y a
sus mujeres; y no le quedó más hijo sino solamente Joacaz el
menor de sus hijos.
18 Después
de todo esto, Jehová lo hirió con una enfermedad incurable en
los intestinos.
19 Y
aconteció que al pasar muchos días, al fin, al cabo de dos
años, los intestinos se le salieron por la enfermedad,
muriendo así de enfermedad muy penosa. Y no encendieron fuego
en su honor, como lo habían hecho con sus padres.
20 Cuando comenzó a
reinar era de treinta y dos años, y reinó en Jerusalén ocho
años; y murió sin que lo desearan más. Y lo sepultaron en la
ciudad de David, pero no en los sepulcros de los reyes.
1 . ¿Qué hizo Joram a sus
hermanos? ( 4 )
2 . ¿Por qué el Señor no destruyo la casa
de David? ( 5-7)
3 . ¿Por qué fue la revuelta de Libna
contra Joram? ( 10 )
4 .
¿Quién
profetizó cómo Joram iba a morir? ( 12-20)
22:1
Los habitantes de Jerusalén hicieron rey en lugar de Joram a
Ocozías su hijo menor; porque una banda armada que había
venido con los árabes al campamento, había matado a todos los
mayores, por lo cual reinó Ocozías, hijo de Joram rey de Judá.
2 Cuando
Ocozías comenzó a reinar era de cuarenta y dos años, y reinó
un año en Jerusalén. El nombre de su madre fue Atalía, hija de
Omri.
3 También
él anduvo en los caminos de la casa de Acab, pues su madre le
aconsejaba a que actuase impíamente.
4 Hizo,
pues, lo malo ante los ojos de Jehová, como la casa de Acab;
porque después de la muerte de su padre, ellos le aconsejaron
para su perdición.
5 Y
él anduvo en los consejos de ellos, y fue a la guerra con
Joram hijo de Acab, rey de Israel, contra Hazael rey de Siria,
a Ramot de Galaad, donde los sirios hirieron a Joram.
6 Y
volvió para curarse en Jezreel de las heridas que le habían
hecho en Ramot, peleando contra Hazael rey de Siria. Y
descendió Ocozías hijo de Joram, rey de Judá, para visitar a
Joram hijo de Acab en Jezreel, porque allí estaba enfermo.
7 Pero
esto venía de Dios, para que Ocozías fuese destruido viniendo
a Joram; porque habiendo venido, salió con Joram contra Jehú
hijo de Nimsi, al cual Jehová había ungido para que
exterminara la familia de Acab.
8 Y
haciendo juicio Jehú contra la casa de Acab, halló a los
príncipes de Judá, y a los hijos de los hermanos de Ocozías,
que servían a Ocozías, y los mató.
9 Y
buscando a Ocozías, el cual se había escondido en Samaria, lo
hallaron y lo trajeron a Jehú, y le mataron; y le dieron
sepultura, porque dijeron: Es hijo de Josafat, quien de todo
su corazón buscó a Jehová. Y la casa de Ocozías no tenía
fuerzas para poder retener el reino.
10 Entonces
Atalía madre de Ocozías, viendo que su hijo era muerto, se
levantó y exterminó toda la descendencia real de la casa de
Judá.
11 Pero
Josabet, hija del rey, tomó a Joás hijo de Ocozías, y
escondiéndolo de entre los demás hijos del rey, a los cuales
mataban, le guardó a él y a su ama en uno de los aposentos.
Así lo escondió Josabet, hija del rey Joram, mujer del
sacerdote Joiada (porque ella era hermana de Ocozías), de
delante de Atalía, y no lo mataron.
12 Y
estuvo con ellos escondido en la casa de Dios seis años. Entre
tanto, Atalía reinaba en el país.
1 .
¿Quién
animó a
Ocozías a hacer el mal? ( 1-4 )
2 .
¿Qué
provocó la caída de Ocozías? ( 5-7)
3 . ¿Quién mato a Ocozías? (8-9)
4 . ¿Qué hizo Atalía , madre de Ocozías?
( 10 )
5 . ¿Cuánto tiempo fue
Joás escondido en el templo de Dios , mientras Atalía reinaba ? (11-12)
23:1
En el séptimo año se animó Joiada, y tomó consigo en alianza a
los jefes de centenas Azarías hijo de Jeroham, Ismael hijo de
Johanán, Azarías hijo de Obed, Maasías hijo de Adaía, y
Elisafat hijo de Zicri,
2 los
cuales recorrieron el país de Judá, y reunieron a los levitas
de todas las ciudades de Judá y a los príncipes de las
familias de Israel, y vinieron a Jerusalén.
3 Y
toda la multitud hizo pacto con el rey en la casa de Dios. Y
Joiada les dijo: He aquí el hijo del rey, el cual reinará,
como Jehová ha dicho respecto a los hijos de David.
4 Ahora
haced esto: una tercera parte de vosotros, los que entran el
día de reposo, estarán de porteros con los sacerdotes y los
levitas.
5 Otra
tercera parte, a la casa del rey; y la otra tercera parte, a
la puerta del Cimiento; y todo el pueblo estará en los patios
de la casa de Jehová.
6 Y
ninguno entre en la casa de Jehová, sino los sacerdotes y
levitas que ministran; éstos entrarán, porque están
consagrados; y todo el pueblo hará guardia delante de Jehová.
7 Y
los levitas rodearán al rey por todas partes, y cada uno
tendrá sus armas en la mano; cualquiera que entre en la casa,
que muera; y estaréis con el rey cuando entre y cuando salga.
8 Y
los levitas y todo Judá lo hicieron todo como lo había mandado
el sacerdote Joiada; y tomó cada jefe a los suyos, los que
entraban el día de reposo, y los que salían el día de reposo;
porque el sacerdote Joiada no dio licencia a las compañías.
9 Dio
también el sacerdote Joiada a los jefes de centenas las lanzas,
los paveses y los escudos que habían sido del rey David, y que
estaban en la casa de Dios;
10 y
puso en orden a todo el pueblo, teniendo cada uno su espada en
la mano, desde el rincón derecho del templo hasta el izquierdo,
hacia el altar y la casa, alrededor del rey por todas partes.
11 Entonces
sacaron al hijo del rey, y le pusieron la corona y el
testimonio, y lo proclamaron rey; y Joiada y sus hijos lo
ungieron, diciendo luego: !!Viva el rey!
12 Cuando
Atalía oyó el estruendo de la gente que corría, y de los que
aclamaban al rey, vino al pueblo a la casa de Jehová;
13 y
mirando, vio al rey que estaba junto a su columna a la entrada,
y los príncipes y los trompeteros junto al rey, y que todo el
pueblo de la tierra mostraba alegría, y sonaba bocinas, y los
cantores con instrumentos de música dirigían la alabanza.
Entonces Atalía rasgó sus vestidos, y dijo: !!Traición! !!Traición!
14 Pero
el sacerdote Joiada mandó que salieran los jefes de centenas
del ejército, y les dijo: Sacadla fuera del recinto, y al que
la siguiere, matadlo a filo de espada; porque el sacerdote
había mandado que no la matasen en la casa de Jehová.
15 Ellos,
pues, le echaron mano, y luego que ella hubo pasado la entrada
de la puerta de los caballos de la casa del rey, allí la
mataron.
16 Y
Joiada hizo pacto entre sí y todo el pueblo y el rey, que
serían pueblo de Jehová.
17 Después
de esto entró todo el pueblo en el templo de Baal, y lo
derribaron, y también sus altares; e hicieron pedazos sus
imágenes, y mataron delante de los altares a Matán, sacerdote
de Baal.
18 Luego
ordenó Joiada los oficios en la casa de Jehová, bajo la mano
de los sacerdotes y levitas, según David los había distribuido
en la casa de Jehová, para ofrecer a Jehová los holocaustos,
como está escrito en la ley de Moisés, con gozo y con cánticos,
conforme a la disposición de David.
19 Puso
también porteros a las puertas de la casa de Jehová, para que
por ninguna vía entrase ningún inmundo.
20 Llamó
después a los jefes de centenas, y a los principales, a los
que gobernaban el pueblo y a todo el pueblo de la tierra, para
conducir al rey desde la casa de Jehová; y cuando llegaron a
la mitad de la puerta mayor de la casa del rey, sentaron al
rey sobre el trono del reino.
21 Y se regocijó todo
el pueblo del país; y la ciudad estuvo tranquila, después que
mataron a Atalía a filo de espada.
1 . ¿Quién arregló instalar a Joas como
rey? (1-11 )
2 . ¿Cuál fue la reacción de Atalía
cuando Joás fue instalado como rey? (12-13)
3 . ¿Dónde mataron a Atalía? (14-15)
4 . ¿Qué hicieron a el templo de Baal, y
el sacerdote de Baal? ( 16 )
24:1
De siete años era Joás cuando comenzó a reinar, y cuarenta
años reinó en Jerusalén. El nombre de su madre fue Sibia, de
Beerseba.
2 E hizo Joás lo recto ante los
ojos de Jehová todos los días de Joiada el sacerdote.
3 Y Joiada tomó para él dos
mujeres; y engendró hijos e hijas.
4 Después de esto, aconteció que
Joás decidió restaurar la casa de Jehová.
5 Y reunió a los sacerdotes y los
levitas, y les dijo: Salid por las ciudades de Judá, y recoged
dinero de todo Israel, para que cada año sea reparada la casa
de vuestro Dios; y vosotros poned diligencia en el asunto.
Pero los levitas no pusieron diligencia.
6 Por lo cual el rey llamó al sumo
sacerdote Joiada y le dijo: ¿Por qué no has procurado que los
levitas traigan de Judá y de Jerusalén la ofrenda que Moisés
siervo de Jehová impuso a la congregación de Israel para el
tabernáculo del testimonio?
7 Porque la impía Atalía y sus
hijos habían destruido la casa de Dios, y además habían
gastado en los ídolos todas las cosas consagradas de la casa
de Jehová.
8 Mandó, pues, el rey que hiciesen
un arca, la cual pusieron fuera, a la puerta de la casa de
Jehová;
9 e hicieron pregonar en Judá y en
Jerusalén, que trajesen a Jehová la ofrenda que Moisés siervo
de Dios había impuesto a Israel en el desierto.
10 Y todos los jefes y todo el
pueblo se gozaron, y trajeron ofrendas, y las echaron en el
arca hasta llenarla.
11 Y cuando venía el tiempo para
llevar el arca al secretario del rey por mano de los levitas,
cuando veían que había mucho dinero, venía el escriba del rey,
y el que estaba puesto por el sumo sacerdote, y llevaban el
arca, y la vaciaban, y la volvían a su lugar. Así lo hacían de
día en día, y recogían mucho dinero,
12 y el rey y Joiada lo daban a
los que hacían el trabajo del servicio de la casa de Jehová; y
tomaban canteros y carpinteros que reparasen la casa de Jehová,
y artífices en hierro y bronce para componer la casa.
13 Hacían, pues, los artesanos la
obra, y por sus manos la obra fue restaurada, y restituyeron
la casa de Dios a su antigua condición, y la consolidaron.
14 Y cuando terminaron, trajeron
al rey y a Joiada lo que quedaba del dinero, e hicieron de él
utensilios para la casa de Jehová, utensilios para el servicio,
morteros, cucharas, vasos de oro y de plata. Y sacrificaban
holocaustos continuamente en la casa de Jehová todos los días
de Joiada.
15 Mas Joiada envejeció, y murió
lleno de días; de ciento treinta años era cuando murió.
16 Y lo sepultaron en la ciudad de
David con los reyes, por cuanto había hecho bien con Israel, y
para con Dios, y con su casa.
17 Muerto Joiada, vinieron los
príncipes de Judá y ofrecieron obediencia al rey; y el rey los
oyó.
18 Y desampararon la casa de
Jehová el Dios de sus padres, y sirvieron a los símbolos de
Asera y a las imágenes esculpidas. Entonces la ira de Dios
vino sobre Judá y Jerusalén por este su pecado.
19 Y les envió profetas para que
los volviesen a Jehová, los cuales les amonestaron; mas ellos
no los escucharon.
20 Entonces el Espíritu de Dios
vino sobre Zacarías hijo del sacerdote Joiada; y puesto en
pie, donde estaba más alto que el pueblo, les dijo: Así ha
dicho Dios: ¿Por qué quebrantáis los mandamientos de Jehová?
No os vendrá bien por ello; porque por haber dejado a Jehová,
él también os abandonará.
21 Pero ellos hicieron
conspiración contra él, y por mandato del rey lo apedrearon
hasta matarlo, en el patio de la casa de Jehová.
22 Así el rey Joás no se acordó de
la misericordia que Joiada padre de Zacarías había hecho con
él, antes mató a su hijo, quien dijo al morir: Jehová lo vea y
lo demande.
23 A la vuelta del año subió
contra él el ejército de Siria; y vinieron a Judá y a
Jerusalén, y destruyeron en el pueblo a todos los principales
de él, y enviaron todo el botín al rey a Damasco.
24 Porque aunque el ejército de
Siria había venido con poca gente, Jehová entregó en sus manos
un ejército muy numeroso, por cuanto habían dejado a Jehová el
Dios de sus padres. Así ejecutaron juicios contra Joás.
25 Y cuando se fueron los sirios,
lo dejaron agobiado por sus dolencias; y conspiraron contra él
sus siervos a causa de la sangre de los hijos de Joiada el
sacerdote, y lo hirieron en su cama, y murió. Y lo sepultaron
en la ciudad de David, pero no en los sepulcros de los reyes.
26 Los que conspiraron contra él
fueron Zabad hijo de Simeat amonita, y Jozabad hijo de Simrit
moabita.
27 En cuanto a los hijos de Joás,
y la multiplicación que hizo de las rentas, y la restauración
de la casa de Jehová, he aquí está escrito en la historia del
libro de los reyes. Y reinó en su lugar Amasías su hijo.
1 . ¿Cuánto tiempo hizo
Joás lo recto ante los ojos de Jehová? ( 1-2,14-16 )
2 . ¿Qué fue hecho y colocado fuera del
templo para recoger el dinero para reparar el templo? ( 8-13 )
3 . ¿Qué hicieron Joás y los príncipes de
Judá después de la muerte de Joiada? (17-18)
4 . ¿Qué hizo Joás con el hijo de Joiada
que profetizó contra él? (19-22 )
5 . ¿Quién invadió Judá? (23-24 )
6 . ¿Qué hicieron los
siervos de Joás con él? (25-27)
Answers to
2 Chronicles Study Questions only in English
25:1
De veinticinco años era Amasías cuando comenzó a reinar, y
veintinueve años reinó en Jerusalén; el nombre de su madre fue
Joadán, de Jerusalén.
2 Hizo
él lo recto ante los ojos de Jehová, aunque no de perfecto
corazón.
3 Y
luego que fue confirmado en el reino, mató a los siervos que
habían matado al rey su padre.
4 Pero
no mató a los hijos de ellos, según lo que está escrito en la
ley, en el libro de Moisés, donde Jehová mandó diciendo: No
morirán los padres por los hijos, ni los hijos por los padres;
mas cada uno morirá por su pecado.
5 Reunió
luego Amasías a Judá, y con arreglo a las familias les puso
jefes de millares y de centenas sobre todo Judá y Benjamín.
Después puso en lista a todos los de veinte años arriba, y
fueron hallados trescientos mil escogidos para salir a la
guerra, que tenían lanza y escudo.
6 Y
de Israel tomó a sueldo por cien talentos de plata, a cien mil
hombres valientes.
7 Mas
un varón de Dios vino a él y le dijo: Rey, no vaya contigo el
ejército de Israel; porque Jehová no está con Israel, ni con
todos los hijos de Efraín.
8 Pero
si vas así, si lo haces, y te esfuerzas para pelear, Dios te
hará caer delante de los enemigos; porque en Dios está el
poder, o para ayudar, o para derribar.
9 Y
Amasías dijo al varón de Dios: ¿Qué, pues, se hará de los cien
talentos que he dado al ejército de Israel? Y el varón de Dios
respondió: Jehová puede darte mucho más que esto.
10 Entonces
Amasías apartó el ejército de la gente que había venido a él
de Efraín, para que se fuesen a sus casas; y ellos se enojaron
grandemente contra Judá, y volvieron a sus casas encolerizados.
11 Esforzándose
entonces Amasías, sacó a su pueblo, y vino al Valle de la Sal,
y mató de los hijos de Seir diez mil.
12 Y
los hijos de Judá tomaron vivos a otros diez mil, los cuales
llevaron a la cumbre de un peñasco, y de allí los despeñaron,
y todos se hicieron pedazos.
13 Mas
los del ejército que Amasías había despedido, para que no
fuesen con él a la guerra, invadieron las ciudades de Judá,
desde Samaria hasta Bet-horón, y mataron a tres mil de ellos,
y tomaron gran despojo.
14 Volviendo
luego Amasías de la matanza de los edomitas, trajo también
consigo los dioses de los hijos de Seir, y los puso ante sí
por dioses, y los adoró, y les quemó incienso.
15 Por
esto se encendió la ira de Jehová contra Amasías, y envió a él
un profeta, que le dijo: ¿Por qué has buscado los dioses de
otra nación, que no libraron a su pueblo de tus manos?
16 Y
hablándole el profeta estas cosas, él le respondió: ¿Te han
puesto a ti por consejero del rey? Déjate de eso. ¿Por qué
quieres que te maten? Y cuando terminó de hablar, el profeta
dijo luego: Yo sé que Dios ha decretado destruirte, porque has
hecho esto, y no obedeciste mi consejo.
17 Y
Amasías rey de Judá, después de tomar consejo, envió a decir a
Joás hijo de Joacaz, hijo de Jehú, rey de Israel: Ven, y
veámonos cara a cara.
18 Entonces
Joás rey de Israel envió a decir a Amasías rey de Judá: El
cardo que estaba en el Líbano envió al cedro que estaba en el
Líbano, diciendo: Da tu hija a mi hijo por mujer. Y he aquí
que las fieras que estaban en el Líbano pasaron, y hollaron el
cardo.
19 Tú
dices: He aquí he derrotado a Edom; y tu corazón se enaltece
para gloriarte. Quédate ahora en tu casa. ¿Para qué provocas
un mal en que puedas caer tú y Judá contigo?
20 Mas
Amasías no quiso oír; porque era la voluntad de Dios, que los
quería entregar en manos de sus enemigos, por cuanto habían
buscado los dioses de Edom.
21 Subió,
pues, Joás rey de Israel, y se vieron cara a cara él y Amasías
rey de Judá en la batalla de Bet-semes, la cual es de Judá.
22 Pero
cayó Judá delante de Israel, y huyó cada uno a su casa.
23 Y
Joás rey de Israel apresó en Bet-semes a Amasías rey de Judá,
hijo de Joás, hijo de Joacaz, y lo llevó a Jerusalén; y
derribó el muro de Jerusalén desde la puerta de Efraín hasta
la puerta del ángulo, un tramo de cuatrocientos codos.
24 Asimismo
tomó todo el oro y la plata, y todos los utensilios que se
hallaron en la casa de Dios en casa de Obed-edom, y los
tesoros de la casa del rey, y los hijos de los nobles; después
volvió a Samaria.
25 Y
vivió Amasías hijo de Joás, rey de Judá, quince años después
de la muerte de Joás hijo de Joacaz, rey de Israel.
26 Los
demás hechos de Amasías, primeros y postreros, ¿no están
escritos en el libro de los reyes de Judá y de Israel?
27 Desde
el tiempo en que Amasías se apartó de Jehová, empezaron a
conspirar contra él en Jerusalén; y habiendo él huido a Laquis,
enviaron tras él a Laquis, y allá lo mataron;
28 y
lo trajeron en caballos, y lo sepultaron con sus padres en la
ciudad de Judá.
1 . ¿Qué faltaba en las
acciones de Amasías en relación con el Señor? ( 1-2 )
2 . ¿Por qué dijo el hombre de Dios que
las tropas de Israel no debían unirse a Judá? ( 6-10)
3 . ¿Qué hizo Amasías con los dioses de
Seir? (14-16)
4 . ¿Qué sucedió cuando Amasías atacó a
Israel? ( 17-24 )
5 . ¿Cómo murió Amasías? (
25-28 )
26:1
Entonces todo el pueblo de Judá tomó a Uzías, el cual tenía
dieciséis años de edad, y lo pusieron por rey en lugar de
Amasías su padre.
2 Uzías
edificó a Elot, y la restituyó a Judá después que el rey
Amasías durmió con sus padres.
3 De
dieciséis años era Uzías cuando comenzó a reinar, y cincuenta
y dos años reinó en Jerusalén. El nombre de su madre fue
Jecolías, de Jerusalén.
4 E
hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las
cosas que había hecho Amasías su padre.
5 Y
persistió en buscar a Dios en los días de Zacarías, entendido
en visiones de Dios; y en estos días en que buscó a Jehová, él
le prosperó.
6 Y
salió y peleó contra los filisteos, y rompió el muro de Gat, y
el muro de Jabnia, y el muro de Asdod; y edificó ciudades en
Asdod, y en la tierra de los filisteos.
7 Dios
le dio ayuda contra los filisteos, y contra los árabes que
habitaban en Gur-baal, y contra los amonitas.
8 Y
dieron los amonitas presentes a Uzías, y se divulgó su fama
hasta la frontera de Egipto; porque se había hecho altamente
poderoso.
9 Edificó
también Uzías torres en Jerusalén, junto a la puerta del
ángulo, y junto a la puerta del valle, y junto a las esquinas;
y las fortificó.
10 Asimismo
edificó torres en el desierto, y abrió muchas cisternas;
porque tuvo muchos ganados, así en la Sefela como en las vegas,
y viñas y labranzas, así en los montes como en los llanos
fértiles; porque era amigo de la agricultura.
11 Tuvo
también Uzías un ejército de guerreros, los cuales salían a la
guerra en divisiones, de acuerdo con la lista hecha por mano
de Jeiel escriba, y de Maasías gobernador, y de Hananías, uno
de los jefes del rey.
12 Todo
el número de los jefes de familia, valientes y esforzados, era
dos mil seiscientos.
13 Y
bajo la mano de éstos estaba el ejército de guerra, de
trescientos siete mil quinientos guerreros poderosos y fuertes,
para ayudar al rey contra los enemigos.
14 Y
Uzías preparó para todo el ejército escudos, lanzas, yelmos,
coseletes, arcos, y hondas para tirar piedras.
15 E
hizo en Jerusalén máquinas inventadas por ingenieros, para que
estuviesen en las torres y en los baluartes, para arrojar
saetas y grandes piedras. Y su fama se extendió lejos, porque
fue ayudado maravillosamente, hasta hacerse poderoso.
16 Mas
cuando ya era fuerte, su corazón se enalteció para su ruina;
porque se rebeló contra Jehová su Dios, entrando en el templo
de Jehová para quemar incienso en el altar del incienso.
17 Y
entró tras él el sacerdote Azarías, y con él ochenta
sacerdotes de Jehová, varones valientes.
18 Y
se pusieron contra el rey Uzías, y le dijeron: No te
corresponde a ti, oh Uzías, el quemar incienso a Jehová, sino
a los sacerdotes hijos de Aarón, que son consagrados para
quemarlo. Sal del santuario, porque has prevaricado, y no te
será para gloria delante de Jehová Dios.
19 Entonces
Uzías, teniendo en la mano un incensario para ofrecer incienso,
se llenó de ira; y en su ira contra los sacerdotes, la lepra
le brotó en la frente, delante de los sacerdotes en la casa de
Jehová, junto al altar del incienso.
20 Y
le miró el sumo sacerdote Azarías, y todos los sacerdotes, y
he aquí la lepra estaba en su frente; y le hicieron salir
apresuradamente de aquel lugar; y él también se dio prisa a
salir, porque Jehová lo había herido.
21 Así
el rey Uzías fue leproso hasta el día de su muerte, y habitó
leproso en una casa apartada, por lo cual fue excluido de la
casa de Jehová; y Jotam su hijo tuvo cargo de la casa real,
gobernando al pueblo de la tierra.
22 Los
demás hechos de Uzías, primeros y postreros, fueron escritos
por el profeta Isaías, hijo de Amoz.
23 Y
durmió Uzías con sus padres, y lo sepultaron con sus padres en
el campo de los sepulcros reales; porque dijeron: Leproso es.
Y reinó Jotam su hijo en lugar suyo.
1 . ¿Cuando le dio Dios a
Ozías éxito? (3-5)
2 . ¿Qué inventaron los hombres hábiles
para Uzías? ( 15 )
3. ¿Qué llevó a la caída de Uzías? ( 16 )
4 . ¿Qué dijeron los sacerdotes a Uzías
que no hiciera? (17-18)
5 . ¿Con qué enfermedad el Señor hirio a
Uzías cuando estaba enojado? (19-21)
6 . ¿Quién escribió acerca
de otros acontecimientos del reinado de Uzías? (22-23 )
27:1
De veinticinco años era Jotam cuando comenzó a reinar, y
dieciséis años reinó en Jerusalén. El nombre de su madre fue
Jerusa, hija de Sadoc.
2 E
hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las
cosas que había hecho Uzías su padre, salvo que no entró en el
santuario de Jehová. Pero el pueblo continuaba corrompiéndose.
3 Edificó
él la puerta mayor de la casa de Jehová, y sobre el muro de la
fortaleza edificó mucho.
4 Además
edificó ciudades en las montañas de Judá, y construyó
fortalezas y torres en los bosques.
5 También
tuvo él guerra con el rey de los hijos de Amón, a los cuales
venció; y le dieron los hijos de Amón en aquel año cien
talentos de plata, diez mil coros de trigo, y diez mil de
cebada. Esto le dieron los hijos de Amón, y lo mismo en el
segundo año y en el tercero.
6 Así
que Jotam se hizo fuerte, porque preparó sus caminos delante
de Jehová su Dios.
7 Los
demás hechos de Jotam, y todas sus guerras, y sus caminos, he
aquí están escritos en el libro de los reyes de Israel y de
Judá.
8 Cuando
comenzó a reinar era de veinticinco años, y dieciséis reinó en
Jerusalén.
9 Y
durmió Jotam con sus padres, y lo sepultaron en la ciudad de
David; y reinó en su lugar Acaz su hijo.
1 . ¿Cómo fue Jotam
diferente de su padre Uzías? ( 1-2 )
2 . ¿Cómo se convirtio
Jotam en poderoso? ( 6 )
28:1
De veinte años era Acaz cuando comenzó a reinar, y dieciséis
años reinó en Jerusalén; mas no hizo lo recto ante los ojos de
Jehová, como David su padre.
2 Antes anduvo en los caminos de los reyes de Israel, y
además hizo imágenes fundidas a los baales.
3 Quemó también incienso en el valle de los hijos de
Hinom, e hizo pasar a sus hijos por fuego, conforme a las
abominaciones de las naciones que Jehová había arrojado de la
presencia de los hijos de Israel.
4 Asimismo sacrificó y quemó incienso en los lugares
altos, en los collados, y debajo de todo árbol frondoso.
5 Por lo cual Jehová su Dios lo entregó en manos del rey
de los sirios, los cuales lo derrotaron, y le tomaron gran
número de prisioneros que llevaron a Damasco. Fue también
entregado en manos del rey de Israel, el cual lo batió con
gran mortandad.
6 Porque Peka hijo de Remalías mató en Judá en un día
ciento veinte mil hombres valientes, por cuanto habían dejado
a Jehová el Dios de sus padres.
7 Asimismo Zicri, hombre poderoso de Efraín, mató a
Maasías hijo del rey, a Azricam su mayordomo, y a Elcana,
segundo después del rey.
8 También los hijos de Israel tomaron cautivos de sus
hermanos a doscientos mil, mujeres, muchachos y muchachas,
además de haber tomado de ellos mucho botín que llevaron a
Samaria.
9 Había entonces allí un profeta de Jehová que se
llamaba Obed, el cual salió delante del ejército cuando
entraba en Samaria, y les dijo: He aquí, Jehová el Dios de
vuestros padres, por el enojo contra Judá, los ha entregado en
vuestras manos; y vosotros los habéis matado con ira que ha
llegado hasta el cielo.
10 Y ahora habéis determinado sujetar a vosotros a Judá
y a Jerusalén como siervos y siervas; mas ¿no habéis pecado
vosotros contra Jehová vuestro Dios?
11 Oídme, pues, ahora, y devolved a los cautivos que
habéis tomado de vuestros hermanos; porque Jehová está airado
contra vosotros.
12 Entonces se levantaron algunos varones de los
principales de los hijos de Efraín, Azarías hijo de Johanán,
Berequías hijo de Mesilemot, Ezequías hijo de Salum, y Amasa
hijo de Hadlai, contra los que venían de la guerra.
13 Y les dijeron: No traigáis aquí a los cautivos,
porque el pecado contra Jehová estará sobre nosotros. Vosotros
tratáis de añadir sobre nuestros pecados y sobre nuestras
culpas, siendo muy grande nuestro delito, y el ardor de la ira
contra Israel.
14 Entonces el ejército dejó los cautivos y el botín
delante de los príncipes y de toda la multitud.
15 Y se levantaron los varones nombrados, y tomaron a
los cautivos, y del despojo vistieron a los que de ellos
estaban desnudos; los vistieron, los calzaron, y les dieron de
comer y de beber, los ungieron, y condujeron en asnos a todos
los débiles, y los llevaron hasta Jericó, ciudad de las
palmeras, cerca de sus hermanos; y ellos volvieron a Samaria.
16 En aquel tiempo envió a pedir el rey Acaz a los reyes
de Asiria que le ayudasen.
17 Porque también los edomitas habían venido y atacado a
los de Judá, y habían llevado cautivos.
18 Asimismo los filisteos se habían extendido por las
ciudades de la Sefela y del Neguev de Judá, y habían tomado
Bet-semes, Ajalón, Gederot, Soco con sus aldeas, Timna también
con sus aldeas, y Gimzo con sus aldeas; y habitaban en ellas.
19 Porque Jehová había humillado a Judá por causa de
Acaz rey de Israel, por cuanto él había actuado
desenfrenadamente en Judá, y había prevaricado gravemente
contra Jehová.
20 También vino contra él Tiglat-pileser rey de los
asirios, quien lo redujo a estrechez, y no lo fortaleció.
21 No obstante que despojó Acaz la casa de Jehová, y la
casa real, y las de los príncipes, para dar al rey de los
asirios, éste no le ayudó.
22 Además el rey Acaz en el tiempo que aquél le apuraba,
añadió mayor pecado contra Jehová;
23 porque ofreció sacrificios a los dioses de Damasco
que le habían derrotado, y dijo: Pues que los dioses de los
reyes de Siria les ayudan, yo también ofreceré sacrificios a
ellos para que me ayuden; bien que fueron éstos su ruina, y la
de todo Israel.
24 Además de eso recogió Acaz los utensilios de la casa
de Dios, y los quebró, y cerró las puertas de la casa de
Jehová, y se hizo altares en Jerusalén en todos los rincones.
25 Hizo también lugares altos en todas las ciudades de
Judá, para quemar incienso a los dioses ajenos, provocando así
a ira a Jehová el Dios de sus padres.
26 Los demás de sus hechos, y todos sus caminos,
primeros y postreros, he aquí están escritos en el libro de
los reyes de Judá y de Israel.
27 Y durmió Acaz con sus padres, y lo sepultaron en la
ciudad de Jerusalén, pero no lo metieron en los sepulcros de
los reyes de Israel; y reinó en su lugar Ezequías su hijo.
1 . ¿Por qué el Señor
permite que Acaz sea derrotado por el rey de Siria? ( 1-5 )
2 . ¿Qué hicieron los israelitas a Judá?
(5-8)
3 . ¿Quién dijo al ejército de Israel que
no hiciesé volver la cautividad de Judá? (9-13)
4 . ¿Qué hizo Acaz en su
tiempo de angustia? ( 22-25 )
29:1
Comenzó a reinar Ezequías siendo de veinticinco años, y reinó
veintinueve años en Jerusalén. El nombre de su madre fue Abías,
hija de Zacarías.
2 E hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a
todas las cosas que había hecho David su padre.
3 En el primer año de
su reinado, en el mes primero, abrió las puertas de la casa de
Jehová, y las reparó.
4 E hizo venir a los sacerdotes y levitas, y los reunió
en la plaza oriental.
5 Y les dijo: !!Oídme, levitas! Santificaos ahora, y
santificad la casa de Jehová el Dios de vuestros padres, y
sacad del santuario la inmundicia.
6 Porque nuestros padres se han rebelado, y han hecho lo
malo ante los ojos de Jehová nuestro Dios; porque le dejaron,
y apartaron sus rostros del tabernáculo de Jehová, y le
volvieron las espaldas.
7 Y aun cerraron las puertas del pórtico, y apagaron las
lámparas; no quemaron incienso, ni sacrificaron holocausto en
el santuario al Dios de Israel.
8 Por tanto, la ira de Jehová ha venido sobre Judá y
Jerusalén, y los ha entregado a turbación, a execración y a
escarnio, como veis vosotros con vuestros ojos.
9 Y he aquí nuestros padres han caído a espada, y
nuestros hijos, nuestras hijas y nuestras mujeres fueron
llevados cautivos por esto.
10 Ahora, pues, yo he determinado hacer pacto con Jehová
el Dios de Israel, para que aparte de nosotros el ardor de su
ira.
11 Hijos míos, no os engañéis ahora, porque Jehová os ha
escogido a vosotros para que estéis delante de él y le sirváis,
y seáis sus ministros, y le queméis incienso.
12 Entonces se levantaron los levitas Mahat hijo de
Amasai y Joel hijo de Azarías, de los hijos de Coat; de los
hijos de Merari, Cis hijo de Abdi y Azarías hijo de Jehalelel;
de los hijos de Gersón, Joa hijo de Zima y Edén hijo de Joa;
13 de los hijos de Elizafán, Simri y Jeiel; de los hijos
de Asaf, Zacarías y Matanías;
14 de los hijos de Hemán, Jehiel y Simei; y de los hijos
de Jedutún, Semaías y Uziel.
15 Estos reunieron a sus hermanos, y se santificaron, y
entraron, conforme al mandamiento del rey y las palabras de
Jehová, para limpiar la casa de Jehová.
16 Y entrando los sacerdotes dentro de la casa de Jehová
para limpiarla, sacaron toda la inmundicia que hallaron en el
templo de Jehová, al atrio de la casa de Jehová; y de allí los
levitas la llevaron fuera al torrente de Cedrón.
17 Comenzaron a santificarse el día primero del mes
primero, y a los ocho del mismo mes vinieron al pórtico de
Jehová; y santificaron la casa de Jehová en ocho días, y en el
día dieciséis del mes primero terminaron.
18 Entonces vinieron al rey Ezequías y le dijeron: Ya
hemos limpiado toda la casa de Jehová, el altar del holocausto,
y todos sus instrumentos, y la mesa de la proposición con
todos sus utensilios.
19 Asimismo hemos preparado y santificado todos los
utensilios que en su infidelidad había desechado el rey Acaz,
cuando reinaba; y he aquí están delante del altar de Jehová.
20 Y levantándose de mañana, el rey Ezequías reunió los
principales de la ciudad, y subió a la casa de Jehová.
21 Y presentaron siete novillos, siete carneros, siete
corderos y siete machos cabríos para expiación por el reino,
por el santuario y por Judá. Y dijo a los sacerdotes hijos de
Aarón que los ofreciesen sobre el altar de Jehová.
22 Mataron, pues, los novillos, y los sacerdotes
recibieron la sangre, y la esparcieron sobre el altar; mataron
luego los carneros, y esparcieron la sangre sobre el altar;
asimismo mataron los corderos, y esparcieron la sangre sobre
el altar.
23 Después hicieron acercar delante del rey y de la
multitud los machos cabríos para la expiación, y pusieron
sobre ellos sus manos;
24 y los sacerdotes los mataron, e hicieron ofrenda de
expiación con la sangre de ellos sobre el altar, para
reconciliar a todo Israel; porque por todo Israel mandó el rey
hacer el holocausto y la expiación.
25 Puso también levitas en la casa de Jehová con
címbalos, salterios y arpas, conforme al mandamiento de David,
de Gad vidente del rey, y del profeta Natán, porque aquel
mandamiento procedía de Jehová por medio de sus profetas.
26 Y los levitas estaban con los instrumentos de David,
y los sacerdotes con trompetas.
27 Entonces mandó Ezequías sacrificar el holocausto en
el altar; y cuando comenzó el holocausto, comenzó también el
cántico de Jehová, con las trompetas y los instrumentos de
David rey de Israel.
28 Y toda la multitud adoraba, y los cantores cantaban,
y los trompeteros sonaban las trompetas; todo esto duró hasta
consumirse el holocausto.
29 Y cuando acabaron de ofrecer, se inclinó el rey, y
todos los que con él estaban, y adoraron.
30 Entonces el rey Ezequías y los príncipes dijeron a
los levitas que alabasen a Jehová con las palabras de David y
de Asaf vidente; y ellos alabaron con gran alegría, y se
inclinaron y adoraron.
31 Y respondiendo Ezequías, dijo: Vosotros os habéis
consagrado ahora a Jehová; acercaos, pues, y presentad
sacrificios y alabanzas en la casa de Jehová. Y la multitud
presentó sacrificios y alabanzas; y todos los generosos de
corazón trajeron holocaustos.
32 Y fue el número de los holocaustos que trajo la
congregación, setenta bueyes, cien carneros y doscientos
corderos, todo para el holocausto de Jehová.
33 Y las ofrendas fueron seiscientos bueyes y tres mil
ovejas.
34 Mas los sacerdotes eran pocos, y no bastaban para
desollar los holocaustos; y así sus hermanos los levitas les
ayudaron hasta que acabaron la obra, y hasta que los demás
sacerdotes se santificaron; porque los levitas fueron más
rectos de corazón para santificarse que los sacerdotes.
35 Así, pues, hubo abundancia de holocaustos, con
grosura de las ofrendas de paz, y libaciones para cada
holocausto. Y quedó restablecido el servicio de la casa de
Jehová.
36 Y se alegró Ezequías con todo el pueblo, de que Dios
hubiese preparado el pueblo; porque la cosa fue hecha
rápidamente.
1 . ¿Qué hizo Ezequías en
el primer mes de su reinado? ( 1-5 )
2 . ¿Qué descubrio Ezequías en cuanto a
la razón por la que Judá había caído? ( 6-10)
3 . ¿Qué hicieron los sacerdotes y
levitas del templo? ( 16 )
4 . ¿Qué hicieron los sacerdotes y
levitas traer de vuelta al templo? (18-19)
5 . ¿Por qué Ezequías y
todo el pueblo se alegro? (25-36 )
30:1
Envió después Ezequías por todo Israel y Judá, y escribió
cartas a Efraín y a Manasés, para que viniesen a Jerusalén a
la casa de Jehová para celebrar la pascua a Jehová Dios de
Israel.
2 Y el rey había tomado consejo con sus príncipes, y con
toda la congregación en Jerusalén, para celebrar la pascua en
el mes segundo;
3 porque entonces no la podían celebrar, por cuanto no
había suficientes sacerdotes santificados, ni el pueblo se
había reunido en Jerusalén.
4 Esto agradó al rey y a toda la multitud.
5 Y determinaron hacer pasar pregón por todo Israel,
desde Beerseba hasta Dan, para que viniesen a celebrar la
pascua a Jehová Dios de Israel, en Jerusalén; porque en mucho
tiempo no la habían celebrado al modo que está escrito.
6 Fueron, pues, correos con cartas de mano del rey y de
sus príncipes por todo Israel y Judá, como el rey lo había
mandado, y decían: Hijos de Israel, volveos a Jehová el Dios
de Abraham, de Isaac y de Israel, y él se volverá al remanente
que ha quedado de la mano de los reyes de Asiria.
7 No seáis como vuestros padres y como vuestros hermanos,
que se rebelaron contra Jehová el Dios de sus padres, y él los
entregó a desolación, como vosotros veis.
8 No endurezcáis, pues, ahora vuestra cerviz como
vuestros padres; someteos a Jehová, y venid a su santuario, el
cual él ha santificado para siempre; y servid a Jehová vuestro
Dios, y el ardor de su ira se apartará de vosotros.
9 Porque si os volviereis a Jehová, vuestros hermanos y
vuestros hijos hallarán misericordia delante de los que los
tienen cautivos, y volverán a esta tierra; porque Jehová
vuestro Dios es clemente y misericordioso, y no apartará de
vosotros su rostro, si vosotros os volviereis a él.
10 Pasaron, pues, los correos de ciudad en ciudad por la
tierra de Efraín y Manasés, hasta Zabulón; mas se reían y
burlaban de ellos.
11 Con todo eso, algunos hombres de Aser, de Manasés y
de Zabulón se humillaron, y vinieron a Jerusalén.
12 En Judá también estuvo la mano de Dios para darles un
solo corazón para cumplir el mensaje del rey y de los
príncipes, conforme a la palabra de Jehová.
13 Y se reunió en Jerusalén mucha gente para celebrar la
fiesta solemne de los panes sin levadura en el mes segundo,
una vasta reunión.
14 Y levantándose, quitaron los altares que había en
Jerusalén; quitaron también todos los altares de incienso, y
los echaron al torrente de Cedrón.
15 Entonces sacrificaron la pascua, a los catorce días
del mes segundo; y los sacerdotes y los levitas llenos de
verg:uenza se santificaron, y trajeron los holocaustos a la
casa de Jehová.
16 Y tomaron su lugar en los turnos de costumbre,
conforme a la ley de Moisés varón de Dios; y los sacerdotes
esparcían la sangre que recibían de manos de los levitas.
17 Porque había muchos en la congregación que no estaban
santificados, y por eso los levitas sacrificaban la pascua por
todos los que no se habían purificado, para santificarlos a
Jehová.
18 Porque una gran multitud del pueblo de Efraín y
Manasés, y de Isacar y Zabulón, no se habían purificado, y
comieron la pascua no conforme a lo que está escrito. Mas
Ezequías oró por ellos, diciendo: Jehová, que es bueno, sea
propicio a todo aquel que ha preparado su corazón para buscar
a Dios,
19 a Jehová el Dios de sus padres, aunque no esté
purificado según los ritos de purificación del santuario.
20 Y oyó Jehová a Ezequías, y sanó al pueblo.
21 Así los hijos de Israel que estaban en Jerusalén
celebraron la fiesta solemne de los panes sin levadura por
siete días con grande gozo; y glorificaban a Jehová todos los
días los levitas y los sacerdotes, cantando con instrumentos
resonantes a Jehová.
22 Y habló Ezequías al corazón de todos los levitas que
tenían buena inteligencia en el servicio de Jehová. Y comieron
de lo sacrificado en la fiesta solemne por siete días,
ofreciendo sacrificios de paz, y dando gracias a Jehová el
Dios de sus padres.
23 Y toda aquella asamblea determinó que celebrasen la
fiesta por otros siete días; y la celebraron otros siete días
con alegría.
24 Porque Ezequías rey de Judá había dado a la asamblea
mil novillos y siete mil ovejas; y también los príncipes
dieron al pueblo mil novillos y diez mil ovejas; y muchos
sacerdotes ya se habían santificado.
25 Se alegró, pues, toda la congregación de Judá, como
también los sacerdotes y levitas, y toda la multitud que había
venido de Israel; asimismo los forasteros que habían venido de
la tierra de Israel, y los que habitaban en Judá.
26 Hubo entonces gran regocijo en Jerusalén; porque
desde los días de Salomón hijo de David rey de Israel, no
había habido cosa semejante en Jerusalén.
27 Después los sacerdotes y levitas, puestos en pie,
bendijeron al pueblo; y la voz de ellos fue oída, y su oración
llegó a la habitación de su santuario, al cielo.
1 . ¿Qué invito Ezequías a
todo Judá e Israel, a celebrar en Jerusalén? ( 1-9 )
2 . ¿Qué oró Ezequías respecto a aquellos
que no se habían purificado a sí mismos? (18-20)
3 . ¿Cuánto tiempo había
pasado desde que Jerusalén tenía tal celebración? ( 26 )
31:1
Hechas todas estas cosas, todos los de Israel que habían
estado allí salieron por las ciudades de Judá, y quebraron las
estatuas y destruyeron las imágenes de Asera, y derribaron los
lugares altos y los altares por todo Judá y Benjamín, y
también en Efraín y Manasés, hasta acabarlo todo. Después se
volvieron todos los hijos de Israel a sus ciudades, cada uno a
su posesión.
2 Y arregló Ezequías la
distribución de los sacerdotes y de los levitas conforme a sus
turnos, cada uno según su oficio; los sacerdotes y los levitas
para ofrecer el holocausto y las ofrendas de paz, para que
ministrasen, para que diesen gracias y alabasen dentro de las
puertas de los atrios de Jehová.
3 El rey contribuyó de su propia hacienda para los
holocaustos a mañana y tarde, y para los holocaustos de los
días de reposo, nuevas lunas y fiestas solemnes, como está
escrito en la ley de Jehová.
4 Mandó también al pueblo que habitaba en Jerusalén, que
diese la porción correspondiente a los sacerdotes y levitas,
para que ellos se dedicasen a la ley de Jehová.
5 Y cuando este edicto fue divulgado, los hijos de
Israel dieron muchas primicias de grano, vino, aceite, miel, y
de todos los frutos de la tierra; trajeron asimismo en
abundancia los diezmos de todas las cosas.
6 También los hijos de Israel y de Judá, que habitaban
en las ciudades de Judá, dieron del mismo modo los diezmos de
las vacas y de las ovejas; y trajeron los diezmos de lo
santificado, de las cosas que habían prometido a Jehová su
Dios, y los depositaron en montones.
7 En el mes tercero comenzaron a formar aquellos
montones, y terminaron en el mes séptimo.
8 Cuando Ezequías y los príncipes vinieron y vieron los
montones, bendijeron a Jehová, y a su pueblo Israel.
9 Y preguntó Ezequías a los sacerdotes y a los levitas
acerca de esos montones.
10 Y el sumo sacerdote Azarías, de la casa de Sadoc, le
contestó: Desde que comenzaron a traer las ofrendas a la casa
de Jehová, hemos comido y nos hemos saciado, y nos ha sobrado
mucho, porque Jehová ha bendecido a su pueblo; y ha quedado
esta abundancia de provisiones.
11 Entonces mandó Ezequías que preparasen cámaras en la
casa de Jehová; y las prepararon.
12 Y en ellas depositaron las primicias y los diezmos y
las cosas consagradas, fielmente; y dieron cargo de ello al
levita Conanías, el principal, y Simei su hermano fue el
segundo.
13 Y Jehiel, Azazías, Nahat, Asael, Jerimot, Jozabad,
Eliel, Ismaquías, Mahat y Benaía, fueron los mayordomos al
servicio de Conanías y de Simei su hermano, por mandamiento
del rey Ezequías y de Azarías, príncipe de la casa de Dios.
14 Y el levita Coré hijo de Imna, guarda de la puerta
oriental, tenía cargo de las ofrendas voluntarias para Dios, y
de la distribución de las ofrendas dedicadas a Jehová, y de
las cosas santísimas.
15 Y a su servicio estaban Edén, Miniamín, Jesúa,
Semaías, Amarías y Secanías, en las ciudades de los sacerdotes,
para dar con fidelidad a sus hermanos sus porciones conforme a
sus grupos, así al mayor como al menor;
16 a los varones anotados por sus linajes, de tres años
arriba, a todos los que entraban en la casa de Jehová para
desempeñar su ministerio según sus oficios y grupos.
17 También a los que eran contados entre los sacerdotes
según sus casas paternas; y a los levitas de edad de veinte
años arriba, conforme a sus oficios y grupos.
18 Eran inscritos con todos sus niños, sus mujeres, sus
hijos e hijas, toda la multitud; porque con fidelidad se
consagraban a las cosas santas.
19 Del mismo modo para los hijos de Aarón, sacerdotes,
que estaban en los ejidos de sus ciudades, por todas las
ciudades, los varones nombrados tenían cargo de dar sus
porciones a todos los varones de entre los sacerdotes, y a
todo el linaje de los levitas.
20 De esta manera hizo Ezequías en todo Judá; y ejecutó
lo bueno, recto y verdadero delante de Jehová su Dios.
21 En todo cuanto emprendió en el servicio de la casa de
Dios, de acuerdo con la ley y los mandamientos, buscó a su
Dios, lo hizo de todo corazón, y fue prosperado.
1 . ¿Qué pidio Ezequías a la gente? (4-8)
2 . ¿Qué preparo Ezequías en el templo de
Jehová? (9-13)
3 . ¿Quién era el encargado de distribuir
los aportes? ( 14 )
32:1
Después de estas cosas y de esta fidelidad, vino Senaquerib
rey de los asirios e invadió a Judá, y acampó contra las
ciudades fortificadas, con la intención de conquistarlas.
2 Viendo, pues, Ezequías la venida de Senaquerib, y su
intención de combatir a Jerusalén,
3 tuvo consejo con sus príncipes y con sus hombres
valientes, para cegar las fuentes de agua que estaban fuera de
la ciudad; y ellos le apoyaron.
4 Entonces se reunió mucho pueblo, y cegaron todas las
fuentes, y el arroyo que corría a través del territorio,
diciendo: ¿Por qué han de hallar los reyes de Asiria muchas
aguas cuando vengan?
5 Después con ánimo resuelto edificó Ezequías todos los
muros caídos, e hizo alzar las torres, y otro muro por fuera;
fortificó además a Milo en la ciudad de David, y también hizo
muchas espadas y escudos.
6 Y puso capitanes de guerra sobre el pueblo, y los hizo
reunir en la plaza de la puerta de la ciudad, y habló al
corazón de ellos, diciendo:
7 Esforzaos y animaos; no temáis, ni tengáis miedo del
rey de Asiria, ni de toda la multitud que con él viene; porque
más hay con nosotros que con él.
8 Con él está el brazo de carne, mas con nosotros está
Jehová nuestro Dios para ayudarnos y pelear nuestras batallas.
Y el pueblo tuvo confianza en las palabras de Ezequías rey de
Judá.
9 Después de esto, Senaquerib rey de los asirios,
mientras sitiaba a Laquis con todas sus fuerzas, envió sus
siervos a Jerusalén para decir a Ezequías rey de Judá, y a
todos los de Judá que estaban en Jerusalén:
10 Así ha dicho Senaquerib rey de los asirios: ¿En quién
confiáis vosotros, al resistir el sitio en Jerusalén?
11 ¿No os engaña Ezequías para entregaros a muerte, a
hambre y a sed, al decir: Jehová nuestro Dios nos librará de
la mano del rey de Asiria?
12 ¿No es Ezequías el mismo que ha quitado sus lugares
altos y sus altares, y ha dicho a Judá y a Jerusalén: Delante
de este solo altar adoraréis, y sobre él quemaréis incienso?
13 ¿No habéis sabido lo que yo y mis padres hemos hecho
a todos los pueblos de la tierra? ¿Pudieron los dioses de las
naciones de esas tierras librar su tierra de mi mano?
14 ¿Qué dios hubo de entre todos los dioses de aquellas
naciones que destruyeron mis padres, que pudiese salvar a su
pueblo de mis manos? ¿Cómo podrá vuestro Dios libraros de mi
mano?
15 Ahora, pues, no os engañe Ezequías, ni os persuada de
ese modo, ni le creáis; que si ningún dios de todas aquellas
naciones y reinos pudo librar a su pueblo de mis manos, y de
las manos de mis padres, ¿cuánto menos vuestro Dios os podrá
librar de mi mano?
16 Y otras cosas más hablaron sus siervos contra Jehová
Dios, y contra su siervo Ezequías.
17 Además de esto escribió cartas en que blasfemaba
contra Jehová el Dios de Israel, y hablaba contra él, diciendo:
Como los dioses de las naciones de los países no pudieron
librar a su pueblo de mis manos, tampoco el Dios de Ezequías
librará al suyo de mis manos.
18 Y clamaron a gran voz en judaico al pueblo de
Jerusalén que estaba sobre los muros, para espantarles y
atemorizarles, a fin de poder tomar la ciudad.
19 Y hablaron contra el Dios de Jerusalén, como contra
los dioses de los pueblos de la tierra, que son obra de manos
de hombres.
20 Mas el rey Ezequías
y el profeta Isaías hijo de Amoz oraron por esto, y clamaron
al cielo.
21 Y Jehová envió un ángel, el cual destruyó a todo
valiente y esforzado, y a los jefes y capitanes en el
campamento del rey de Asiria. Este se volvió, por tanto,
avergonzado a su tierra; y entrando en el templo de su dios,
allí lo mataron a espada sus propios hijos.
22 Así salvó Jehová a Ezequías y a los moradores de
Jerusalén de las manos de Senaquerib rey de Asiria, y de las
manos de todos; y les dio reposo por todos lados.
23 Y muchos trajeron a Jerusalén ofrenda a Jehová, y
ricos presentes a Ezequías rey de Judá; y fue muy engrandecido
delante de todas las naciones después de esto.
24 En aquel tiempo
Ezequías enfermó de muerte; y oró a Jehová, quien le respondió,
y le dio una señal.
25 Mas Ezequías no correspondió al bien que le había
sido hecho, sino que se enalteció su corazón, y vino la ira
contra él, y contra Judá y Jerusalén.
26 Pero Ezequías, después de haberse enaltecido su
corazón, se humilló, él y los moradores de Jerusalén; y no
vino sobre ellos la ira de Jehová en los días de Ezequías.
27 Y tuvo Ezequías
riquezas y gloria, muchas en gran manera; y adquirió tesoros
de plata y oro, piedras preciosas, perfumes, escudos, y toda
clase de joyas deseables.
28 Asimismo hizo depósitos para las rentas del grano,
del vino y del aceite, establos para toda clase de bestias, y
apriscos para los ganados.
29 Adquirió también ciudades, y hatos de ovejas y de
vacas en gran abundancia; porque Dios le había dado muchas
riquezas.
30 Este Ezequías cubrió los manantiales de Gihón la de
arriba, y condujo el agua hacia el occidente de la ciudad de
David. Y fue prosperado Ezequías en todo lo que hizo.
31 Mas en lo referente a los mensajeros de los príncipes
de Babilonia, que enviaron a él para saber del prodigio que
había acontecido en el país, Dios lo dejó, para probarle, para
hacer conocer todo lo que estaba en su corazón.
32 Los demás hechos de
Ezequías, y sus misericordias, he aquí todos están escritos en
la profecía del profeta Isaías hijo de Amoz, en el libro de
los reyes de Judá y de Israel.
33 Y durmió Ezequías con sus padres, y lo sepultaron en
el lugar más prominente de los sepulcros de los hijos de
David, honrándole en su muerte todo Judá y toda Jerusalén; y
reinó en su lugar Manasés su hijo.
1 . ¿Por qué Ezequías
bloqueo las fuentes y el arroyo que fluía a través de la tierra? ( 1-4 )
2 . ¿Quién estaba con Judá para ayudar a
combatir sus batallas? ( 8 )
3 . ¿Quién envió mensajeros a Judá
diciéndoles que no confiaran en lo que Ezequías dijo? ( 9-19)
4 . ¿Qué envio el Señor en
respuesta a la oración de Ezequías e Isaías? (20-22)
33:1
De doce años era Manasés cuando comenzó a reinar, y cincuenta
y cinco años reinó en Jerusalén.
2 Pero hizo lo malo ante los ojos de Jehová, conforme a
las abominaciones de las naciones que Jehová había echado de
delante de los hijos de Israel.
3 Porque él reedificó los lugares altos que Ezequías su
padre había derribado, y levantó altares a los baales, e hizo
imágenes de Asera, y adoró a todo el ejército de los cielos, y
les rindió culto.
4 Edificó también altares en la casa de Jehová, de la
cual había dicho Jehová: En Jerusalén estará mi nombre
perpetuamente.
5 Edificó asimismo altares a todo el ejército de los
cielos en los dos atrios de la casa de Jehová.
6 Y pasó sus hijos por fuego en el valle del hijo de
Hinom; y observaba los tiempos, miraba en ag:ueros, era dado a
adivinaciones, y consultaba a adivinos y encantadores; se
excedió en hacer lo malo ante los ojos de Jehová, hasta
encender su ira.
7 Además de esto puso una imagen fundida que hizo, en la
casa de Dios, de la cual había dicho Dios a David y a Salomón
su hijo: En esta casa y en Jerusalén, la cual yo elegí sobre
todas las tribus de Israel, pondré mi nombre para siempre;
8 y nunca más quitaré el pie de Israel de la tierra que
yo entregué a vuestros padres, a condición de que guarden y
hagan todas las cosas que yo les he mandado, toda la ley, los
estatutos y los preceptos, por medio de Moisés.
9 Manasés, pues, hizo extraviarse a Judá y a los
moradores de Jerusalén, para hacer más mal que las naciones
que Jehová destruyó delante de los hijos de Israel.
10 Y habló Jehová a Manasés y a su pueblo, mas ellos no
escucharon;
11 por lo cual Jehová trajo contra ellos los generales
del ejército del rey de los asirios, los cuales aprisionaron
con grillos a Manasés, y atado con cadenas lo llevaron a
Babilonia.
12 Mas luego que fue puesto en angustias, oró a Jehová
su Dios, humillado grandemente en la presencia del Dios de sus
padres.
13 Y habiendo orado a él, fue atendido; pues Dios oyó su
oración y lo restauró a Jerusalén, a su reino. Entonces
reconoció Manasés que Jehová era Dios.
14 Después de esto edificó el muro exterior de la ciudad
de David, al occidente de Gihón, en el valle, a la entrada de
la puerta del Pescado, y amuralló Ofel, y elevó el muro muy
alto; y puso capitanes de ejército en todas las ciudades
fortificadas de Judá.
15 Asimismo quitó los dioses ajenos, y el ídolo de la
casa de Jehová, y todos los altares que había edificado en el
monte de la casa de Jehová y en Jerusalén, y los echó fuera de
la ciudad.
16 Reparó luego el altar de Jehová, y sacrificó sobre él
sacrificios de ofrendas de paz y de alabanza; y mandó a Judá
que sirviesen a Jehová Dios de Israel.
17 Pero el pueblo aún sacrificaba en los lugares altos,
aunque lo hacía para Jehová su Dios.
18 Los demás hechos de Manasés, y su oración a su Dios,
y las palabras de los videntes que le hablaron en nombre de
Jehová el Dios de Israel, he aquí todo está escrito en las
actas de los reyes de Israel.
19 Su oración también, y cómo fue oído, todos sus
pecados, y su prevaricación, los sitios donde edificó lugares
altos y erigió imágenes de Asera e ídolos, antes que se
humillase, he aquí estas cosas están escritas en las palabras
de los videntes.
20 Y durmió Manasés con sus padres, y lo sepultaron en
su casa; y reinó en su lugar Amón su hijo.
21 De veintidós años
era Amón cuando comenzó a reinar, y dos años reinó en
Jerusalén.
22 E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, como había
hecho Manasés su padre; porque ofreció sacrificios y sirvió a
todos los ídolos que su padre Manasés había hecho.
23 Pero nunca se humilló delante de Jehová, como se
humilló Manasés su padre; antes bien aumentó el pecado.
24 Y conspiraron contra él sus siervos, y lo mataron en
su casa.
25 Mas el pueblo de la tierra mató a todos los que
habían conspirado contra el rey Amón; y el pueblo de la tierra
puso por rey en su lugar a Josías su hijo.
1 . ¿Cómo lidero Manasés a
Judá? ( 1-9 )
2 . ¿Qué hicieron los capitanes del rey
de Asiria a Manasés? (10-11)
3 . ¿Qué hizo Manasés en su angustia?
(12-13)
4 . ¿Qué hizo Manasés deshacerse de?
(14-16)
5 . ¿Cómo era Amon diferente de su padre
Manasés? ( 21-23 )
6 . ¿Cómo murió Amon? ( 24
)
34:1
De ocho años era Josías cuando comenzó a reinar, y treinta y
un años reinó en Jerusalén.
2 Este hizo lo recto ante los ojos de Jehová, y anduvo
en los caminos de David su padre, sin apartarse a la derecha
ni a la izquierda.
3 A los ocho años de su
reinado, siendo aún muchacho, comenzó a buscar al Dios de
David su padre; y a los doce años comenzó a limpiar a Judá y a
Jerusalén de los lugares altos, imágenes de Asera, esculturas,
e imágenes fundidas.
4 Y derribaron delante de él los altares de los baales,
e hizo pedazos las imágenes del sol, que estaban puestas
encima; despedazó también las imágenes de Asera, las
esculturas y estatuas fundidas, y las desmenuzó, y esparció el
polvo sobre los sepulcros de los que les habían ofrecido
sacrificios.
5 Quemó además los huesos de los sacerdotes sobre sus
altares, y limpió a Judá y a Jerusalén.
6 Lo mismo hizo en las ciudades de Manasés, Efraín,
Simeón y hasta Neftalí, y en los lugares asolados alrededor.
7 Y cuando hubo derribado los altares y las imágenes de
Asera, y quebrado y desmenuzado las esculturas, y destruido
todos los ídolos por toda la tierra de Israel, volvió a
Jerusalén.
8 A los dieciocho años
de su reinado, después de haber limpiado la tierra y la casa,
envió a Safán hijo de Azalía, a Maasías gobernador de la
ciudad, y a Joa hijo de Joacaz, canciller, para que reparasen
la casa de Jehová su Dios.
9 Vinieron éstos al sumo sacerdote Hilcías, y dieron el
dinero que había sido traído a la casa de Jehová, que los
levitas que guardaban la puerta habían recogido de mano de
Manasés y de Efraín y de todo el remanente de Israel, de todo
Judá y Benjamín, y de los habitantes de Jerusalén.
10 Y lo entregaron en mano de los que hacían la obra,
que eran mayordomos en la casa de Jehová, los cuales lo daban
a los que hacían la obra y trabajaban en la casa de Jehová,
para reparar y restaurar el templo.
11 Daban asimismo a los carpinteros y canteros para que
comprasen piedra de cantería, y madera para los armazones y
para la entabladura de los edificios que habían destruido los
reyes de Judá.
12 Y estos hombres procedían con fidelidad en la obra; y
eran sus mayordomos Jahat y Abdías, levitas de los hijos de
Merari, y Zacarías y Mesulam de los hijos de Coat, para que
activasen la obra; y de los levitas, todos los entendidos en
instrumentos de música.
13 También velaban sobre los cargadores, y eran
mayordomos de los que se ocupaban en cualquier clase de obra;
y de los levitas había escribas, gobernadores y porteros.
14 Y al sacar el dinero que había sido traído a la casa
de Jehová, el sacerdote Hilcías halló el libro de la ley de
Jehová dada por medio de Moisés.
15 Y dando cuenta Hilcías, dijo al escriba Safán: Yo he
hallado el libro de la ley en la casa de Jehová. Y dio Hilcías
el libro a Safán.
16 Y Safán lo llevó al rey, y le contó el asunto,
diciendo: Tus siervos han cumplido todo lo que les fue
encomendado.
17 Han reunido el dinero que se halló en la casa de
Jehová, y lo han entregado en mano de los encargados, y en
mano de los que hacen la obra.
18 Además de esto, declaró el escriba Safán al rey,
diciendo: El sacerdote Hilcías me dio un libro. Y leyó Safán
en él delante del rey.
19 Luego que el rey oyó las palabras de la ley, rasgó
sus vestidos;
20 y mandó a Hilcías y a Ahicam hijo de Safán, y a Abdón
hijo de Micaía, y a Safán escriba, y a Asaías siervo del rey,
diciendo:
21 Andad, consultad a Jehová por mí y por el remanente
de Israel y de Judá acerca de las palabras del libro que se ha
hallado; porque grande es la ira de Jehová que ha caído sobre
nosotros, por cuanto nuestros padres no guardaron la palabra
de Jehová, para hacer conforme a todo lo que está escrito en
este libro.
22 Entonces Hilcías y los del rey fueron a Hulda
profetisa, mujer de Salum hijo de Ticva, hijo de Harhas,
guarda de las vestiduras, la cual moraba en Jerusalén en el
segundo barrio, y le dijeron las palabras antes dichas.
23 Y ella respondió: Jehová Dios de Israel ha dicho así:
Decid al varón que os ha enviado a mí, que así ha dicho Jehová:
24 He aquí yo traigo mal sobre este lugar, y sobre los
moradores de él, todas las maldiciones que están escritas en
el libro que leyeron delante del rey de Judá;
25 por cuanto me han dejado, y han ofrecido sacrificios
a dioses ajenos, provocándome a ira con todas las obras de sus
manos; por tanto, se derramará mi ira sobre este lugar, y no
se apagará.
26 Mas al rey de Judá, que os ha enviado a consultar a
Jehová, así le diréis: Jehová el Dios de Israel ha dicho así:
Por cuanto oíste las palabras del libro,
27 y tu corazón se conmovió, y te humillaste delante de
Dios al oír sus palabras sobre este lugar y sobre sus
moradores, y te humillaste delante de mí, y rasgaste tus
vestidos y lloraste en mi presencia, yo también te he oído,
dice Jehová.
28 He aquí que yo te recogeré con tus padres, y serás
recogido en tu sepulcro en paz, y tus ojos no verán todo el
mal que yo traigo sobre este lugar y sobre los moradores de él.
Y ellos refirieron al rey la respuesta.
29 Entonces el rey envió y reunió a todos los ancianos
de Judá y de Jerusalén.
30 Y subió el rey a la casa de Jehová, y con él todos
los varones de Judá, y los moradores de Jerusalén, los
sacerdotes, los levitas y todo el pueblo, desde el mayor hasta
el más pequeño; y leyó a oídos de ellos todas las palabras del
libro del pacto que había sido hallado en la casa de Jehová.
31 Y estando el rey en pie en su sitio, hizo delante de
Jehová pacto de caminar en pos de Jehová y de guardar sus
mandamientos, sus testimonios y sus estatutos, con todo su
corazón y con toda su alma, poniendo por obra las palabras del
pacto que estaban escritas en aquel libro.
32 E hizo que se obligaran a ello todos los que estaban
en Jerusalén y en Benjamín; y los moradores de Jerusalén
hicieron conforme al pacto de Dios, del Dios de sus padres.
33 Y quitó Josías todas las abominaciones de toda la
tierra de los hijos de Israel, e hizo que todos los que se
hallaban en Israel sirviesen a Jehová su Dios. No se apartaron
de en pos de Jehová el Dios de sus padres, todo el tiempo que
él vivió.
1 . ¿Cuántos años tenía
Josías cuando comenzó a reinar como rey de Judá? ( 1 )
2 . ¿Qué hizo Josías comenzado la obra,
en el octavo año de su reinado? (2-3)
3 . ¿Qué hizo Josías en el duodécimo año
de su reinado? ( 3-7)
4 . ¿Qué hizo Josías se puede hacer en el
año dieciocho de su reinado? ( 8-13 )
5 . ¿Qué encontro el sacerdote Hilcías en
el templo? (14-18)
6 . ¿Cuál fue la reacción de Josías
cuando escuchó las palabras de la ley? (19-21)
7 . ¿Qué dijo la profetisa Hulda? ( 22-28
)
8 . ¿Qué causo Josías que
cada uno en Jerusalén y en Benjamín hiciesen? ( 29-33 )
35:1
Josías celebró la pascua a Jehová en Jerusalén, y sacrificaron
la pascua a los catorce días del mes primero.
2 Puso también a los sacerdotes en sus oficios, y los
confirmó en el ministerio de la casa de Jehová.
3 Y dijo a los levitas que enseñaban a todo Israel, y
que estaban dedicados a Jehová: Poned el arca santa en la casa
que edificó Salomón hijo de David, rey de Israel, para que no
la carguéis más sobre los hombros. Ahora servid a Jehová
vuestro Dios, y a su pueblo Israel.
4 Preparaos según las familias de vuestros padres, por
vuestros turnos, como lo ordenaron David rey de Israel y
Salomón su hijo.
5 Estad en el santuario según la distribución de las
familias de vuestros hermanos los hijos del pueblo, y según la
distribución de la familia de los levitas.
6 Sacrificad luego la pascua; y después de santificaros,
preparad a vuestros hermanos para que hagan conforme a la
palabra de Jehová dada por medio de Moisés.
7 Y dio el rey Josías a los del pueblo ovejas, corderos
y cabritos de los rebaños, en número de treinta mil, y tres
mil bueyes, todo para la pascua, para todos los que se
hallaron presentes; esto de la hacienda del rey.
8 También sus príncipes dieron con liberalidad al pueblo
y a los sacerdotes y levitas. Hilcías, Zacarías y Jehiel,
oficiales de la casa de Dios, dieron a los sacerdotes, para
celebrar la pascua, dos mil seiscientas ovejas y trescientos
bueyes.
9 Asimismo Conanías, y Semaías y Natanael sus hermanos,
y Hasabías, Jeiel y Josabad, jefes de los levitas, dieron a
los levitas, para los sacrificios de la pascua, cinco mil
ovejas y quinientos bueyes.
10 Preparado así el servicio, los sacerdotes se
colocaron en sus puestos, y asimismo los levitas en sus turnos,
conforme al mandamiento del rey.
11 Y sacrificaron la pascua; y esparcían los sacerdotes
la sangre recibida de mano de los levitas, y los levitas
desollaban las víctimas.
12 Tomaron luego del holocausto, para dar conforme a los
repartimientos de las familias del pueblo, a fin de que
ofreciesen a Jehová según está escrito en el libro de Moisés;
y asimismo tomaron de los bueyes.
13 Y asaron la pascua al fuego conforme a la ordenanza;
mas lo que había sido santificado lo cocieron en ollas, en
calderos y sartenes, y lo repartieron rápidamente a todo el
pueblo.
14 Después prepararon para ellos mismos y para los
sacerdotes; porque los sacerdotes, hijos de Aarón, estuvieron
ocupados hasta la noche en el sacrificio de los holocaustos y
de las grosuras; por tanto, los levitas prepararon para ellos
mismos y para los sacerdotes hijos de Aarón.
15 Asimismo los cantores hijos de Asaf estaban en su
puesto, conforme al mandamiento de David, de Asaf y de Hemán,
y de Jedutún vidente del rey; también los porteros estaban a
cada puerta; y no era necesario que se apartasen de su
ministerio, porque sus hermanos los levitas preparaban para
ellos.
16 Así fue preparado todo el servicio de Jehová en aquel
día, para celebrar la pascua y para sacrificar los holocaustos
sobre el altar de Jehová, conforme al mandamiento del rey
Josías.
17 Y los hijos de Israel que estaban allí celebraron la
pascua en aquel tiempo, y la fiesta solemne de los panes sin
levadura por siete días.
18 Nunca fue celebrada una pascua como esta en Israel
desde los días de Samuel el profeta; ni ningún rey de Israel
celebró pascua tal como la que celebró el rey Josías, con los
sacerdotes y levitas, y todo Judá e Israel, los que se
hallaron allí, juntamente con los moradores de Jerusalén.
19 Esta pascua fue celebrada en el año dieciocho del rey
Josías.
20 Después de todas
estas cosas, luego de haber reparado Josías la casa de Jehová,
Necao rey de Egipto subió para hacer guerra en Carquemis junto
al Eufrates; y salió Josías contra él.
21 Y Necao le envió mensajeros, diciendo: ¿Qué tengo yo
contigo, rey de Judá? Yo no vengo contra ti hoy, sino contra
la casa que me hace guerra; y Dios me ha dicho que me apresure.
Deja de oponerte a Dios, quien está conmigo, no sea que él te
destruya.
22 Mas Josías no se retiró, sino que se disfrazó para
darle batalla, y no atendió a las palabras de Necao, que eran
de boca de Dios; y vino a darle batalla en el campo de Meguido.
23 Y los flecheros tiraron contra el rey Josías.
Entonces dijo el rey a sus siervos: Quitadme de aquí, porque
estoy gravemente herido.
24 Entonces sus siervos lo sacaron de aquel carro, y lo
pusieron en un segundo carro que tenía, y lo llevaron a
Jerusalén, donde murió; y lo sepultaron en los sepulcros de
sus padres. Y todo Judá y Jerusalén hicieron duelo por Josías.
25 Y Jeremías endechó en memoria de Josías. Todos los
cantores y cantoras recitan esas lamentaciones sobre Josías
hasta hoy; y las tomaron por norma para endechar en Israel,
las cuales están escritas en el libro de Lamentos.
26 Los demás hechos de Josías, y sus obras piadosas
conforme a lo que está escrito en la ley de Jehová,
27 y sus hechos, primeros y postreros, he aquí están
escritos en el libro de los reyes de Israel y de Judá.
1 . ¿Qué se celebró en el año dieciocho
del reinado de Josías? (1-19)
2 . ¿Qué llevó a la muerte de Josías? (
20-27 )
Reinado y
destronamiento de Joacaz
36:1
Entonces el pueblo de la tierra tomó a Joacaz hijo de Josías,
y lo hizo rey en lugar de su padre en Jerusalén.
2 De veintitrés años era Joacaz cuando comenzó a reinar,
y tres meses reinó en Jerusalén.
3 Y el rey de Egipto lo quitó de Jerusalén, y condenó la
tierra a pagar cien talentos de plata y uno de oro.
4 Y estableció el rey de Egipto a Eliaquim hermano de
Joacaz por rey sobre Judá y Jerusalén, y le mudó el nombre en
Joacim; y a Joacaz su hermano tomó Necao, y lo llevó a Egipto.
5 Cuando comenzó a
reinar Joacim era de veinticinco años, y reinó once años en
Jerusalén; e hizo lo malo ante los ojos de Jehová su Dios.
6 Y subió contra él Nabucodonosor rey de Babilonia, y lo
llevó a Babilonia atado con cadenas.
7 También llevó Nabucodonosor a Babilonia de los
utensilios de la casa de Jehová, y los puso en su templo en
Babilonia.
8 Los demás hechos de Joacim, y las abominaciones que
hizo, y lo que en él se halló, está escrito en el libro de los
reyes de Israel y de Judá; y reinó en su lugar Joaquín su hijo.
9 De ocho años era
Joaquín cuando comenzó a reinar, y reinó tres meses y diez
días en Jerusalén; e hizo lo malo ante los ojos de Jehová.
10 A la vuelta del año el rey Nabucodonosor envió y lo
hizo llevar a Babilonia, juntamente con los objetos preciosos
de la casa de Jehová, y constituyó a Sedequías su hermano por
rey sobre Judá y Jerusalén.
11 De veintiún años
era Sedequías cuando comenzó a reinar, y once años reinó en
Jerusalén.
12 E hizo lo malo ante los ojos de Jehová su Dios, y no
se humilló delante del profeta Jeremías, que le hablaba de
parte de Jehová.
13 Se rebeló asimismo contra Nabucodonosor, al cual
había jurado por Dios; y endureció su cerviz, y obstinó su
corazón para no volverse a Jehová el Dios de Israel.
14 También todos los principales sacerdotes, y el
pueblo, aumentaron la iniquidad, siguiendo todas las
abominaciones de las naciones, y contaminando la casa de
Jehová, la cual él había santificado en Jerusalén.
15 Y Jehová el Dios de sus padres envió constantemente
palabra a ellos por medio de sus mensajeros, porque él tenía
misericordia de su pueblo y de su habitación.
16 Mas ellos hacían escarnio de los mensajeros de Dios,
y menospreciaban sus palabras, burlándose de sus profetas,
hasta que subió la ira de Jehová contra su pueblo, y no hubo
ya remedio.
17 Por lo cual trajo
contra ellos al rey de los caldeos, que mató a espada a sus
jóvenes en la casa de su santuario, sin perdonar joven ni
doncella, anciano ni decrépito; todos los entregó en sus manos.
18 Asimismo todos los utensilios de la casa de Dios,
grandes y chicos, los tesoros de la casa de Jehová, y los
tesoros de la casa del rey y de sus príncipes, todo lo llevó a
Babilonia.
19 Y quemaron la casa de Dios, y rompieron el muro de
Jerusalén, y consumieron a fuego todos sus palacios, y
destruyeron todos sus objetos deseables.
20 Los que escaparon de la espada fueron llevados
cautivos a Babilonia, y fueron siervos de él y de sus hijos,
hasta que vino el reino de los persas;
21 para que se cumpliese la palabra de Jehová por boca
de Jeremías, hasta que la tierra hubo gozado de reposo; porque
todo el tiempo de su asolamiento reposó, hasta que los setenta
años fueron cumplidos.
22 Mas al primer año
de Ciro rey de los persas, para que se cumpliese la palabra de
Jehová por boca de Jeremías, Jehová despertó el espíritu de
Ciro rey de los persas, el cual hizo pregonar de palabra y
también por escrito, por todo su reino, diciendo:
23 Así dice Ciro, rey de los persas: Jehová, el Dios de
los cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra; y él me
ha mandado que le edifique casa en Jerusalén, que está en Judá.
Quien haya entre vosotros de todo su pueblo, sea Jehová su
Dios con él, y suba.
1 . ¿Qué hizo el rey de
Egipto a Joacaz? ( 1-4 )
2 . ¿A quién hizo el rey de Egipto reinar
sobre Judá? (4-5)
3 . ¿Quién sometió a Joacim y tomó
utensilios del templo? ( 6-8 )
4 . ¿Qué hizo Nabucodonosor a Joaquín?
(9-10)
5 . ¿A quién hizo Nabucodonosor rey de
Judá? (10-11)
6 .¿ Ante cuál profeta Sedequías rehusó a
humillarse a sí mismo? ( 12 )
7 . ¿Contra quién se hizo Sedequías
rebelde? ( 13 )
8 . ¿Por qué el Señor seguía enviando
mensajeros a Judá? (15-16)
9 . ¿Qué hizo Nabucodonosor a las
estructuras en Jerusalén? (17-19)
10 . ¿Cuánto tiempo los llevados a
Babilonia permanecieron como siervos? (20-21)
11 . ¿Quién hizo una proclamación para
reconstruir el templo de Jerusalén? (22-23 )
Answers to
2
Chronicles Study Questions only in English
Quiz on Chapters 21-36
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