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Capítulo
22
Santidad de las ofrendas
Levítico 22:1
Habló Jehová a Moisés, diciendo:
2 Di a Aarón y a sus hijos que se
abstengan de las cosas santas que los hijos de Israel me han dedicado,
y no profanen mi santo nombre. Yo Jehová.
3 Diles: Todo varón de toda vuestra
descendencia en vuestras generaciones, que se acercare a las cosas
sagradas que los hijos de Israel consagran a Jehová, teniendo
inmundicia sobre sí, será cortado de mi presencia. Yo Jehová.
4 Cualquier varón de la descendencia de
Aarón que fuere leproso, o padeciere flujo, no comerá de las cosas
sagradas hasta que esté limpio. El que tocare cualquiera cosa de
cadáveres, o el varón que hubiere tenido derramamiento de semen,
5 o el varón que hubiere tocado cualquier
reptil por el cual será inmundo, u hombre por el cual venga a ser
inmundo, conforme a cualquiera inmundicia suya;
6 la persona que lo tocare será inmunda
hasta la noche, y no comerá de las cosas sagradas antes que haya
lavado su cuerpo con agua.
7 Cuando el sol se pusiere, será limpio; y
después podrá comer las cosas sagradas, porque su alimento es.
8 Mortecino ni despedazado por fiera no
comerá, contaminándose en ello. Yo Jehová.
9 Guarden, pues, mi ordenanza, para que no
lleven pecado por ello, no sea que así mueran cuando la profanen. Yo
Jehová que los santifico.
10 Ningún extraño comerá cosa sagrada; el
huésped del sacerdote, y el jornalero, no comerán cosa sagrada.
11 Mas cuando el sacerdote comprare algún
esclavo por dinero, éste podrá comer de ella, así como también el
nacido en su casa podrá comer de su alimento.
12 La hija del sacerdote, si se casare con
varón extraño, no comerá de la ofrenda de las cosas sagradas.
13 Pero si la hija del sacerdote fuere
viuda o repudiada, y no tuviere prole y se hubiere vuelto a la casa de
su padre, como en su juventud, podrá comer del alimento de su padre;
pero ningún extraño coma de él.
14 Y el que por yerro comiere cosa sagrada,
añadirá a ella una quinta parte, y la dará al sacerdote con la cosa
sagrada.
15 No profanarán, pues, las cosas santas
de los hijos de Israel, las cuales apartan para Jehová;
16 pues les harían llevar la iniquidad del
pecado, comiendo las cosas santas de ellos; porque yo Jehová soy el
que los santifico.
17 También habló Jehová a Moisés, diciendo:
18 Habla a Aarón y a sus hijos, y a todos
los hijos de Israel, y diles: Cualquier varón de la casa de Israel, o
de los extranjeros en Israel, que ofreciere su ofrenda en pago de sus
votos, o como ofrendas voluntarias ofrecidas en holocausto a Jehová,
19 para que sea aceptado, ofreceréis macho
sin defecto de entre el ganado vacuno, de entre los corderos, o de
entre las cabras.
20 Ninguna cosa en que haya defecto
ofreceréis, porque no será acepto por vosotros.
21 Asimismo, cuando alguno ofreciere
sacrificio en ofrenda de paz a Jehová para cumplir un voto, o como
ofrenda voluntaria, sea de vacas o de ovejas, para que sea aceptado
será sin defecto.
22 Ciego, perniquebrado, mutilado,
verrugoso, sarnoso o roñoso, no ofreceréis éstos a Jehová, ni de ellos
pondréis ofrenda encendida sobre el altar de Jehová.
23 Buey o carnero que tenga de más o de
menos, podrás ofrecer por ofrenda voluntaria; pero en pago de voto no
será acepto.
24 No ofreceréis a Jehová animal con
testículos heridos o magullados, rasgados o cortados, ni en vuestra
tierra lo ofreceréis.
25 Ni de mano de extranjeros tomarás estos
animales para ofrecerlos como el pan de vuestro Dios, porque su
corrupción está en ellos; hay en ellos defecto, no se os aceptarán.
26 Y habló Jehová a Moisés, diciendo:
27 El becerro o el cordero o la cabra,
cuando naciere, siete días estará mamando de su madre; mas desde el
octavo día en adelante será acepto para ofrenda de sacrificio
encendido a Jehová.
28 Y sea vaca u oveja, no degollaréis en
un mismo día a ella y a su hijo.
29 Y cuando ofreciereis sacrificio de
acción de gracias a Jehová, lo sacrificaréis de manera que sea
aceptable.
30 En el mismo día se comerá; no dejaréis
de él para otro día. Yo Jehová.
31 Guardad, pues, mis mandamientos, y
cumplidlos. Yo Jehová.
32 Y no profanéis mi santo nombre, para
que yo sea santificado en medio de los hijos de Israel. Yo Jehová que
os santifico,
33 que os saqué de la tierra de Egipto,
para ser vuestro Dios. Yo Jehová. |
1. ¿Qué ellos eran no
comer? (8)
2. ¿A quiénes no se
les permitía comer de las cosas sagradas? (10-13)
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Capítulo
23
Las fiestas solemnes
(Nm. 28.16 - 29.40)
Levítico 23:1 Habló
Jehová a Moisés, diciendo:
2 Habla a los hijos de Israel y diles: Las
fiestas solemnes de Jehová, las cuales proclamaréis como santas
convocaciones, serán estas:
3 Seis días se trabajará, mas el séptimo
día será de reposo, santa convocación; ningún trabajo haréis; día de
reposo es de Jehová en dondequiera que habitéis.
4 Estas son las fiestas solemnes de Jehová,
las convocaciones santas, a las cuales convocaréis en sus tiempos:
5 En el mes primero, a los catorce del mes,
entre las dos tardes, pascua es de Jehová.
6 Y a los quince días de este mes es la
fiesta solemne de los panes sin levadura a Jehová; siete días comeréis
panes sin levadura.
7 El primer día tendréis santa convocación;
ningún trabajo de siervos haréis.
8 Y ofreceréis a Jehová siete días ofrenda
encendida; el séptimo día será santa convocación; ningún trabajo de
siervo haréis.
9 Y habló Jehová a Moisés, diciendo:
10 Habla a los hijos de Israel y diles:
Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, y seguéis su mies,
traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos
de vuestra siega.
11 Y el sacerdote mecerá la gavilla
delante de Jehová, para que seáis aceptos; el día siguiente del día de
reposo la mecerá.
12 Y el día que ofrezcáis la gavilla,
ofreceréis un cordero de un año, sin defecto, en holocausto a Jehová.
13 Su ofrenda será dos décimas de efa de
flor de harina amasada con aceite, ofrenda encendida a Jehová en olor
gratísimo; y su libación será de vino, la cuarta parte de un hin.
14 No comeréis pan, ni grano tostado, ni
espiga fresca, hasta este mismo día, hasta que hayáis ofrecido la
ofrenda de vuestro Dios; estatuto perpetuo es por vuestras edades en
dondequiera que habitéis.
15 Y contaréis desde el día que sigue al
día de reposo, desde el día en que ofrecisteis la gavilla de la
ofrenda mecida; siete semanas cumplidas serán.
16 Hasta el día siguiente del séptimo día
de reposo contaréis cincuenta días; entonces ofreceréis el nuevo grano
a Jehová.
17 De vuestras habitaciones traeréis dos
panes para ofrenda mecida, que serán de dos décimas de efa de flor de
harina, cocidos con levadura, como primicias para Jehová.
18 Y ofreceréis con el pan siete corderos
de un año, sin defecto, un becerro de la vacada, y dos carneros; serán
holocausto a Jehová, con su ofrenda y sus libaciones, ofrenda
encendida de olor grato para Jehová.
19 Ofreceréis además un macho cabrío por
expiación, y dos corderos de un año en sacrificio de ofrenda de paz.
20 Y el sacerdote los presentará como
ofrenda mecida delante de Jehová, con el pan de las primicias y los
dos corderos; serán cosa sagrada a Jehová para el sacerdote.
21 Y convocaréis en este mismo día santa
convocación; ningún trabajo de siervos haréis; estatuto perpetuo en
dondequiera que habitéis por vuestras generaciones.
22 Cuando segareis la mies de vuestra
tierra, no segaréis hasta el último rincón de ella, ni espigarás tu
siega; para el pobre y para el extranjero la dejarás. Yo Jehová
vuestro Dios.
23 Y habló Jehová a Moisés, diciendo:
24 Habla a los hijos de Israel y diles: En
el mes séptimo, al primero del mes tendréis día de reposo, una
conmemoración al son de trompetas, y una santa convocación.
25 Ningún trabajo de siervos haréis; y
ofreceréis ofrenda encendida a Jehová.
26 También habló Jehová a Moisés, diciendo:
27 A los diez días de este mes séptimo
será el día de expiación; tendréis santa convocación, y afligiréis
vuestras almas, y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová.
28 Ningún trabajo haréis en este día;
porque es día de expiación, para reconciliaros delante de Jehová
vuestro Dios.
29 Porque toda persona que no se afligiere
en este mismo día, será cortada de su pueblo.
30 Y cualquiera persona que hiciere
trabajo alguno en este día, yo destruiré a la tal persona de entre su
pueblo.
31 Ningún trabajo haréis; estatuto
perpetuo es por vuestras generaciones en dondequiera que habitéis.
32 Día de reposo será a vosotros, y
afligiréis vuestras almas, comenzando a los nueve días del mes en la
tarde; de tarde a tarde guardaréis vuestro reposo.
33 Y habló Jehová a Moisés, diciendo:
34 Habla a los hijos de Israel y diles: A
los quince días de este mes séptimo será la fiesta solemne de los
tabernáculos a Jehová por siete días.
35 El primer día habrá santa convocación;
ningún trabajo de siervos haréis.
36 Siete días ofreceréis ofrenda encendida
a Jehová; el octavo día tendréis santa convocación, y ofreceréis
ofrenda encendida a Jehová; es fiesta, ningún trabajo de siervos
haréis.
37 Estas son las fiestas solemnes de
Jehová, a las que convocaréis santas reuniones, para ofrecer ofrenda
encendida a Jehová, holocausto y ofrenda, sacrificio y libaciones,
cada cosa en su tiempo,
38 además de los días de reposo de Jehová,
de vuestros dones, de todos vuestros votos, y de todas vuestras
ofrendas voluntarias que acostumbráis dar a Jehová.
39 Pero a los quince días del mes séptimo,
cuando hayáis recogido el fruto de la tierra, haréis fiesta a Jehová
por siete días; el primer día será de reposo, y el octavo día será
también día de reposo.
40 Y tomaréis el primer día ramas con
fruto de árbol hermoso, ramas de palmeras, ramas de árboles frondosos,
y sauces de los arroyos, y os regocijaréis delante de Jehová vuestro
Dios por siete días.
41 Y le haréis fiesta a Jehová por siete
días cada año; será estatuto perpetuo por vuestras generaciones; en el
mes séptimo la haréis.
42 En tabernáculos habitaréis siete días;
todo natural de Israel habitará en tabernáculos,
43 para que sepan vuestros descendientes
que en tabernáculos hice yo habitar a los hijos de Israel cuando los
saqué de la tierra de Egipto. Yo Jehová vuestro Dios.
44 Así habló Moisés a los hijos de Israel
sobre las fiestas solemnes de Jehová. |
1. ¿Qué fueron algunas de
las fiestas solemnes que habían de convocarse durante el año? (4-44)
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Capítulo
24
Aceite para las lámparas
(Ex. 27.20-21)
Levítico
24:1 Habló Jehová a Moisés, diciendo:
2 Manda a los hijos de Israel que te
traigan para el alumbrado aceite puro de olivas machacadas, para hacer
arder las lámparas continuamente.
3 Fuera del velo del testimonio, en el
tabernáculo de reunión, las dispondrá Aarón desde la tarde hasta la
mañana delante de Jehová; es estatuto perpetuo por vuestras
generaciones.
4 Sobre el candelero limpio pondrá siempre
en orden las lámparas delante de Jehová.
El pan
de la proposición
5 Y tomarás
flor de harina, y cocerás de ella doce tortas; cada torta será de dos
décimas de efa.
6 Y las pondrás en dos hileras, seis en
cada hilera, sobre la mesa limpia delante de Jehová.
7 Pondrás también sobre cada hilera
incienso puro, y será para el pan como perfume, ofrenda encendida a
Jehová.
8 Cada día de reposo lo pondrá
continuamente en orden delante de Jehová, en nombre de los hijos de
Israel, como pacto perpetuo.
9 Y será de Aarón y de sus hijos, los
cuales lo comerán en lugar santo; porque es cosa muy santa para él, de
las ofrendas encendidas a Jehová, por derecho perpetuo.
Castigo del blasfemo
10 En aquel
tiempo el hijo de una mujer israelita, el cual era hijo de un egipcio,
salió entre los hijos de Israel; y el hijo de la israelita y un hombre
de Israel riñeron en el campamento.
11 Y el hijo de la mujer israelita
blasfemó el Nombre, y maldijo; entonces lo llevaron a Moisés. Y su
madre se llamaba Selomit, hija de Dibri, de la tribu de Dan.
12 Y lo pusieron en la cárcel, hasta que
les fuese declarado por palabra de Jehová.
13 Y Jehová habló a Moisés, diciendo:
14 Saca al blasfemo fuera del campamento,
y todos los que le oyeron pongan sus manos sobre la cabeza de él, y
apedréelo toda la congregación.
15 Y a los hijos de Israel hablarás,
diciendo: Cualquiera que maldijere a su Dios, llevará su iniquidad.
16 Y el que blasfemare el nombre de Jehová,
ha de ser muerto; toda la congregación lo apedreará; así el extranjero
como el natural, si blasfemare el Nombre, que muera.
17 Asimismo el hombre que hiere de muerte
a cualquiera persona, que sufra la muerte.
18 El que hiere a algún animal ha de
restituirlo, animal por animal.
19 Y el que causare lesión en su prójimo,
según hizo, así le sea hecho:
20 rotura por rotura, ojo por ojo, diente
por diente; según la lesión que haya hecho a otro, tal se hará a él.
21 El que hiere algún animal ha de
restituirlo; mas el que hiere de muerte a un hombre, que muera.
22 Un mismo estatuto tendréis para el
extranjero, como para el natural; porque yo soy Jehová vuestro Dios.
23 Y habló Moisés a los hijos de Israel, y
ellos sacaron del campamento al blasfemo y lo apedrearon. Y los hijos
de Israel hicieron según Jehová había mandado a Moisés. |
1. ¿Por cuánto tiempo
habían de arder las lámparas? (1-4)
2. ¿Qué pasó con el hombre que blasfemó
el Nombre del Señor? (10-16)
3. ¿Había alguna
diferencia en a ley para los extranjeros? (17-22)
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Capítulo
25
El año de reposo de
la tierra y el año del jubileo
Levítico 25:1
Jehová habló a Moisés en el monte de Sinaí, diciendo:
2 Habla a los hijos de Israel y diles:
Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, la tierra guardará
reposo para Jehová.
3 Seis años sembrarás tu tierra, y seis
años podarás tu viña y recogerás sus frutos.
4 Pero el séptimo año la tierra tendrá
descanso, reposo para Jehová; no sembrarás tu tierra, ni podarás tu
viña.
5 Lo que de suyo naciere en tu tierra
segada, no lo segarás, y las uvas de tu viñedo no vendimiarás; año de
reposo será para la tierra.
6 Mas el descanso de la tierra te dará
para comer a ti, a tu siervo, a tu sierva, a tu criado, y a tu
extranjero que morare contigo;
7 y a tu animal, y a la bestia que hubiere
en tu tierra, será todo el fruto de ella para comer.
8 Y contarás siete semanas de años, siete
veces siete años, de modo que los días de las siete semanas de años
vendrán a serte cuarenta y nueve años.
9 Entonces harás tocar fuertemente la
trompeta en el mes séptimo a los diez días del mes; el día de la
expiación haréis tocar la trompeta por toda vuestra tierra.
10 Y santificaréis el año cincuenta, y
pregonaréis libertad en la tierra a todos sus moradores; ese año os
será de jubileo, y volveréis cada uno a vuestra posesión, y cada cual
volverá a su familia.
11 El año cincuenta os será jubileo; no
sembraréis, ni segaréis lo que naciere de suyo en la tierra, ni
vendimiaréis sus viñedos,
12 porque es jubileo; santo será a
vosotros; el producto de la tierra comeréis.
13 En este año de jubileo volveréis cada
uno a vuestra posesión.
14 Y cuando vendiereis algo a vuestro
prójimo, o comprareis de mano de vuestro prójimo, no engañe ninguno a
su hermano.
15 Conforme al número de los años después
del jubileo comprarás de tu prójimo; conforme al número de los años de
los frutos te venderá él a ti.
16 Cuanto mayor fuere el número de los
años, aumentarás el precio, y cuanto menor fuere el número,
disminuirás el precio; porque según el número de las cosechas te
venderá él.
17 Y no engañe ninguno a su prójimo, sino
temed a vuestro Dios; porque yo soy Jehová vuestro Dios.
18 Ejecutad, pues, mis estatutos y guardad
mis ordenanzas, y ponedlos por obra, y habitaréis en la tierra seguros;
19 y la tierra dará su fruto, y comeréis
hasta saciaros, y habitaréis en ella con seguridad.
20 Y si dijereis: ¿Qué comeremos el
séptimo año? He aquí no hemos de sembrar, ni hemos de recoger nuestros
frutos;
21 entonces yo os enviaré mi bendición el
sexto año, y ella hará que haya fruto por tres años.
22 Y sembraréis el año octavo, y comeréis
del fruto añejo; hasta el año noveno, hasta que venga su fruto,
comeréis del añejo.
23 La tierra no se venderá a perpetuidad,
porque la tierra mía es; pues vosotros forasteros y extranjeros sois
para conmigo.
24 Por tanto, en toda la tierra de vuestra
posesión otorgaréis rescate a la tierra.
25 Cuando tu hermano empobreciere, y
vendiere algo de su posesión, entonces su pariente más próximo vendrá
y rescatará lo que su hermano hubiere vendido.
26 Y cuando el hombre no tuviere
rescatador, y consiguiere lo suficiente para el rescate,
27 entonces contará los años desde que
vendió, y pagará lo que quedare al varón a quien vendió, y volverá a
su posesión.
28 Mas si no consiguiere lo suficiente
para que se la devuelvan, lo que vendió estará en poder del que lo
compró hasta el año del jubileo; y al jubileo saldrá, y él volverá a
su posesión.
29 El varón que vendiere casa de
habitación en ciudad amurallada, tendrá facultad de redimirla hasta el
término de un año desde la venta; un año será el término de poderse
redimir.
30 Y si no fuere rescatada dentro de un
año entero, la casa que estuviere en la ciudad amurallada quedará para
siempre en poder de aquel que la compró, y para sus descendientes; no
saldrá en el jubileo.
31 Mas las casas de las aldeas que no
tienen muro alrededor serán estimadas como los terrenos del campo;
podrán ser rescatadas, y saldrán en el jubileo.
32 Pero en cuanto a las ciudades de los
levitas, éstos podrán rescatar en cualquier tiempo las casas en las
ciudades de su posesión.
33 Y el que comprare de los levitas saldrá
de la casa vendida, o de la ciudad de su posesión, en el jubileo, por
cuanto las casas de las ciudades de los levitas son la posesión de
ellos entre los hijos de Israel.
34 Mas la tierra del ejido de sus ciudades
no se venderá, porque es perpetua posesión de ellos.
35 Y cuando tu hermano empobreciere y se
acogiere a ti, tú lo ampararás; como forastero y extranjero vivirá
contigo.
36 No tomarás de él usura ni ganancia,
sino tendrás temor de tu Dios, y tu hermano vivirá contigo.
37 No le darás tu dinero a usura, ni tus
víveres a ganancia.
38 Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de
la tierra de Egipto, para daros la tierra de Canaán, para ser vuestro
Dios.
39 Y cuando tu hermano empobreciere,
estando contigo, y se vendiere a ti, no le harás servir como esclavo.
40 Como criado, como extranjero estará
contigo; hasta el año del jubileo te servirá.
41 Entonces saldrá libre de tu casa; él y
sus hijos consigo, y volverá a su familia, y a la posesión de sus
padres se restituirá.
42 Porque son mis siervos, los cuales
saqué yo de la tierra de Egipto; no serán vendidos a manera de
esclavos.
43 No te enseñorearás de él con dureza,
sino tendrás temor de tu Dios.
44 Así tu esclavo como tu esclava que
tuvieres, serán de las gentes que están en vuestro alrededor; de ellos
podréis comprar esclavos y esclavas.
45 También podréis comprar de los hijos de
los forasteros que viven entre vosotros, y de las familias de ellos
nacidos en vuestra tierra, que están con vosotros, los cuales podréis
tener por posesión.
46 Y los podréis dejar en herencia para
vuestros hijos después de vosotros, como posesión hereditaria; para
siempre os serviréis de ellos; pero en vuestros hermanos los hijos de
Israel no os enseñorearéis cada uno sobre su hermano con dureza.
47 Si el forastero o el extranjero que
está contigo se enriqueciere, y tu hermano que está junto a él
empobreciere, y se vendiere al forastero o extranjero que está contigo,
o a alguno de la familia del extranjero;
48 después que se hubiere vendido, podrá
ser rescatado; uno de sus hermanos lo rescatará.
49 O su tío o el hijo de su tío lo
rescatará, o un pariente cercano de su familia lo rescatará; o si sus
medios alcanzaren, él mismo se rescatará.
50 Hará la cuenta con el que lo compró,
desde el año que se vendió a él hasta el año del jubileo; y ha de
apreciarse el precio de su venta conforme al número de los años, y se
contará el tiempo que estuvo con él conforme al tiempo de un criado
asalariado.
51 Si aún fueren muchos años, conforme a
ellos devolverá para su rescate, del dinero por el cual se vendió.
52 Y si quedare poco tiempo hasta el año
del jubileo, entonces hará un cálculo con él, y devolverá su rescate
conforme a sus años.
53 Como con el tomado a salario anualmente
hará con él; no se enseñoreará en él con rigor delante de tus ojos.
54 Y si no se rescatare en esos años, en
el año del jubileo saldrá, él y sus hijos con él.
55 Porque mis siervos son los hijos de
Israel; son siervos míos, a los cuales saqué de la tierra de Egipto.
Yo Jehová vuestro Dios. |
1. ¿Qué ocurrió cada
séptimo año? (1-7)
2. ¿Qué ocurría cada 50 años? (8-17)
3. ¿Cómo debía tratarle un
israelita cuando compraba a un escalvo israelita? (35-43)
4. ¿Quién podía
redimirle a otro israelita que se hubiera vendido como esclavo? (47-52)
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Capítulo
26
Bendiciones de la obediencia
(Dt. 7.12-24; 28.1-14)
Levítico 26:1
No haréis para vosotros ídolos, ni escultura, ni os levantaréis
estatua, ni pondréis en vuestra tierra piedra pintada para inclinaros
a ella; porque yo soy Jehová vuestro Dios.
2 Guardad mis días de reposo, y tened en
reverencia mi santuario. Yo Jehová.
3 Si anduviereis en mis decretos y
guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra,
4 yo daré vuestra lluvia en su tiempo, y
la tierra rendirá sus productos, y el árbol del campo dará su fruto.
5 Vuestra trilla alcanzará a la vendimia,
y la vendimia alcanzará a la sementera, y comeréis vuestro pan hasta
saciaros, y habitaréis seguros en vuestra tierra.
6 Y yo daré paz en la tierra, y dormiréis,
y no habrá quien os espante; y haré quitar de vuestra tierra las malas
bestias, y la espada no pasará por vuestro país.
7 Y perseguiréis a vuestros enemigos, y
caerán a espada delante de vosotros.
8 Cinco de vosotros perseguirán a ciento,
y ciento de vosotros perseguirán a diez mil, y vuestros enemigos
caerán a filo de espada delante de vosotros.
9 Porque yo me volveré a vosotros, y os
haré crecer, y os multiplicaré, y afirmaré mi pacto con vosotros.
10 Comeréis lo añejo de mucho tiempo, y
pondréis fuera lo añejo para guardar lo nuevo.
11 Y pondré mi morada en medio de vosotros,
y mi alma no os abominará;
12 y andaré entre vosotros, y yo seré
vuestro Dios, y vosotros seréis mi pueblo.
13 Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de
la tierra de Egipto, para que no fueseis sus siervos, y rompí las
coyundas de vuestro yugo, y os he hecho andar con el rostro erguido.
Consecuencias de la desobediencia
(Dt. 28.15-68)
14 Pero si no
me oyereis, ni hiciereis todos estos mis mandamientos,
15 y si desdeñareis mis decretos, y
vuestra alma menospreciare mis estatutos, no ejecutando todos mis
mandamientos, e invalidando mi pacto,
16 yo también haré con vosotros esto:
enviaré sobre vosotros terror, extenuación y calentura, que consuman
los ojos y atormenten el alma; y sembraréis en vano vuestra semilla,
porque vuestros enemigos la comerán.
17 Pondré mi rostro contra vosotros, y
seréis heridos delante de vuestros enemigos; y los que os aborrecen se
enseñorearán de vosotros, y huiréis sin que haya quien os persiga.
18 Y si aun con estas cosas no me oyereis,
yo volveré a castigaros siete veces más por vuestros pecados.
19 Y quebrantaré la soberbia de vuestro
orgullo, y haré vuestro cielo como hierro, y vuestra tierra como
bronce.
20 Vuestra fuerza se consumirá en vano,
porque vuestra tierra no dará su producto, y los árboles de la tierra
no darán su fruto.
21 Si anduviereis conmigo en oposición, y
no me quisiereis oír, yo añadiré sobre vosotros siete veces más plagas
según vuestros pecados.
22 Enviaré también contra vosotros bestias
fieras que os arrebaten vuestros hijos, y destruyan vuestro ganado, y
os reduzcan en número, y vuestros caminos sean desiertos.
23 Y si con estas cosas no fuereis
corregidos, sino que anduviereis conmigo en oposición,
24 yo también procederé en contra de
vosotros, y os heriré aún siete veces por vuestros pecados.
25 Traeré sobre vosotros espada vengadora,
en vindicación del pacto; y si buscareis refugio en vuestras ciudades,
yo enviaré pestilencia entre vosotros, y seréis entregados en mano del
enemigo.
26 Cuando yo os quebrante el sustento del
pan, cocerán diez mujeres vuestro pan en un horno, y os devolverán
vuestro pan por peso; y comeréis, y no os saciaréis.
27 Si aun con esto no me oyereis, sino que
procediereis conmigo en oposición,
28 yo procederé en contra de vosotros con
ira, y os castigaré aún siete veces por vuestros pecados.
29 Y comeréis la carne de vuestros hijos,
y comeréis la carne de vuestras hijas.
30 Destruiré vuestros lugares altos, y
derribaré vuestras imágenes, y pondré vuestros cuerpos muertos sobre
los cuerpos muertos de vuestros ídolos, y mi alma os abominará.
31 Haré desiertas vuestras ciudades, y
asolaré vuestros santuarios, y no oleré la fragancia de vuestro suave
perfume.
32 Asolaré también la tierra, y se
pasmarán por ello vuestros enemigos que en ella moren;
33 y a vosotros os esparciré entre las
naciones, y desenvainaré espada en pos de vosotros; y vuestra tierra
estará asolada, y desiertas vuestras ciudades.
34 Entonces la tierra gozará sus días de
reposo, todos los días que esté asolada, mientras vosotros estéis en
la tierra de vuestros enemigos; la tierra descansará entonces y gozará
sus días de reposo.
35 Todo el tiempo que esté asolada,
descansará por lo que no reposó en los días de reposo cuando
habitabais en ella.
36 Y a los que queden de vosotros
infundiré en sus corazones tal cobardía, en la tierra de sus enemigos,
que el sonido de una hoja que se mueva los perseguirá, y huirán como
ante la espada, y caerán sin que nadie los persiga.
37 Tropezarán los unos con los otros como
si huyeran ante la espada, aunque nadie los persiga; y no podréis
resistir delante de vuestros enemigos.
38 Y pereceréis entre las naciones, y la
tierra de vuestros enemigos os consumirá.
39 Y los que queden de vosotros decaerán
en las tierras de vuestros enemigos por su iniquidad; y por la
iniquidad de sus padres decaerán con ellos.
40 Y confesarán su iniquidad, y la
iniquidad de sus padres, por su prevaricación con que prevaricaron
contra mí; y también porque anduvieron conmigo en oposición,
41 yo también habré andado en contra de
ellos, y los habré hecho entrar en la tierra de sus enemigos; y
entonces se humillará su corazón incircunciso, y reconocerán su pecado.
42 Entonces yo me acordaré de mi pacto con
Jacob, y asimismo de mi pacto con Isaac, y también de mi pacto con
Abraham me acordaré, y haré memoria de la tierra.
43 Pero la tierra será abandonada por
ellos, y gozará sus días de reposo, estando desierta a causa de ellos;
y entonces se someterán al castigo de sus iniquidades; por cuanto
menospreciaron mis ordenanzas, y su alma tuvo fastidio de mis
estatutos.
44 Y aun con todo esto, estando ellos en
tierra de sus enemigos, yo no los desecharé, ni los abominaré para
consumirlos, invalidando mi pacto con ellos; porque yo Jehová soy su
Dios.
45 Antes me acordaré de ellos por el pacto
antiguo, cuando los saqué de la tierra de Egipto a los ojos de las
naciones, para ser su Dios. Yo Jehová.
46 Estos son los estatutos, ordenanzas y
leyes que estableció Jehová entre sí y los hijos de Israel en el monte
de Sinaí por mano de Moisés. |
1. ¿Qué beneficios
resultarían si ellos guardaran los mandamientos de Dios? (3-13)
2. ¿Qué problemas resultarían si no
guardaran los mandamientos de Dios? (14-38)
3. ¿Qué pasaría si en la
tierra de sus enemigos ellos confesaran sus iniquidades? (39-46)
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Capítulo
27
Cosas consagradas a
Dios
Levítico 27:1
Habló Jehová a Moisés, diciendo:
2 Habla a los hijos de Israel y diles:
Cuando alguno hiciere especial voto a Jehová, según la estimación de
las personas que se hayan de redimir, lo estimarás así:
3 En cuanto al varón de veinte años
hasta sesenta, lo estimarás en cincuenta siclos de plata, según el
siclo del santuario.
4 Y si fuere mujer, la estimarás en
treinta siclos.
5 Y si fuere de cinco años hasta veinte,
al varón lo estimarás en veinte siclos, y a la mujer en diez siclos.
6 Y si fuere de un mes hasta cinco años,
entonces estimarás al varón en cinco siclos de plata, y a la mujer
en tres siclos de plata.
7 Mas si fuere de sesenta años o más, al
varón lo estimarás en quince siclos, y a la mujer en diez siclos.
8 Pero si fuere muy pobre para pagar tu
estimación, entonces será llevado ante el sacerdote, quien fijará el
precio; conforme a la posibilidad del que hizo el voto, le fijará
precio el sacerdote.
9 Y si fuere animal de los que se ofrece
ofrenda a Jehová, todo lo que de los tales se diere a Jehová será
santo.
10 No será cambiado ni trocado, bueno
por malo, ni malo por bueno; y si se permutare un animal por otro,
él y el dado en cambio de él serán sagrados.
11 Si fuere algún animal inmundo, de que
no se ofrece ofrenda a Jehová, entonces el animal será puesto
delante del sacerdote,
12 y el sacerdote lo valorará, sea bueno
o sea malo; conforme a la estimación del sacerdote, así será.
13 Y si lo quisiere rescatar, añadirá
sobre tu valuación la quinta parte.
14 Cuando alguno dedicare su casa
consagrándola a Jehová, la valorará el sacerdote, sea buena o sea
mala; según la valorare el sacerdote, así quedará.
15 Mas si el que dedicó su casa deseare
rescatarla, añadirá a tu valuación la quinta parte del valor de ella,
y será suya.
16 Si alguno dedicare de la tierra de su
posesión a Jehová, tu estimación será conforme a su siembra; un
homer de siembra de cebada se valorará en cincuenta siclos de plata.
17 Y si dedicare su tierra desde el año
del jubileo, conforme a tu estimación quedará.
18 Mas si después del jubileo dedicare
su tierra, entonces el sacerdote hará la cuenta del dinero conforme
a los años que quedaren hasta el año del jubileo, y se rebajará de
tu estimación.
19 Y si el que dedicó la tierra quisiere
redimirla, añadirá a tu estimación la quinta parte del precio de
ella, y se le quedará para él.
20 Mas si él no rescatare la tierra, y
la tierra se vendiere a otro, no la rescatará más;
21 sino que cuando saliere en el jubileo,
la tierra será santa para Jehová, como tierra consagrada; la
posesión de ella será del sacerdote.
22 Y si dedicare alguno a Jehová la
tierra que él compró, que no era de la tierra de su herencia,
23 entonces el sacerdote calculará con
él la suma de tu estimación hasta el año del jubileo, y aquel día
dará tu precio señalado, cosa consagrada a Jehová.
24 En el año del jubileo, volverá la
tierra a aquél de quien él la compró, cuya es la herencia de la
tierra.
25 Y todo lo que valorares será conforme
al siclo del santuario; el siclo tiene veinte geras.
26 Pero el primogénito de los animales,
que por la primogenitura es de Jehová, nadie lo dedicará; sea buey u
oveja, de Jehová es.
27 Mas si fuere de los animales inmundos,
lo rescatarán conforme a tu estimación, y añadirán sobre ella la
quinta parte de su precio; y si no lo rescataren, se venderá
conforme a tu estimación.
28 Pero no se venderá ni se rescatará
ninguna cosa consagrada, que alguno hubiere dedicado a Jehová; de
todo lo que tuviere, de hombres y animales, y de las tierras de su
posesión, todo lo consagrado será cosa santísima para Jehová.
29 Ninguna persona separada como anatema
podrá ser rescatada; indefectiblemente ha de ser muerta.
30 Y el diezmo de la tierra, así de la
simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es;
es cosa dedicada a Jehová.
31 Y si alguno quisiere rescatar algo
del diezmo, añadirá la quinta parte de su precio por ello.
32 Y todo diezmo de vacas o de ovejas,
de todo lo que pasa bajo la vara, el diezmo será consagrado a Jehová.
33 No mirará si es bueno o malo, ni lo
cambiará; y si lo cambiare, tanto él como el que se dio en cambio
serán cosas sagradas; no podrán ser rescatados.
34 Estos son los mandamientos que ordenó
Jehová a Moisés para los hijos de Israel, en el monte de Sinaí.
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1. ¿Qué se le añadía a la
valuación de algo dedicado a Jehová para su redención? (13-31)
Gracias a Tom Bogle por traducir.
Answers to Leviticus
Study Questions
Cuestionario de
Levitico Capitulo 15-27
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