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preguntas de estudio relacionadas.
Salmos
The book of Psalms
is the longest book in the Bible with 150 “Songs.” The Psalms cover many
subjects but it has been called the “Book of Praises” because almost every
psalm contains some praise and worship to God. Many of the psalms were
sung.
Salmos 26
Declaración
de integridad
Salmo de David.
26:1 Júzgame, oh Jehová,
porque yo en mi integridad he andado;
He
confiado asimismo en Jehová sin titubear.
2 Escudríñame, oh Jehová, y
pruébame;
Examina mis íntimos pensamientos
y mi corazón.
3 Porque tu misericordia está
delante de mis ojos,
Y ando en tu verdad.
4 No me he sentado con hombres
hipócritas,
Ni entré con los que andan
simuladamente.
5 Aborrecí la reunión de los
malignos,
Y con los impíos nunca me senté.
6 Lavaré en inocencia mis manos,
Y así andaré alrededor de tu
altar, oh Jehová,
7 Para exclamar con voz de
acción de gracias,
Y para contar todas tus
maravillas.
8 Jehová, la habitación de tu
casa he amado,
Y el lugar de la morada de tu
gloria.
9 No arrebates con los pecadores
mi alma,
Ni mi vida con hombres
sanguinarios,
10 En cuyas manos está el mal,
Y su diestra está llena de
sobornos.
11 Mas yo andaré en mi
integridad;
Redímeme, y ten misericordia de
mí.
12 Mi pie ha estado en rectitud;
En las congregaciones bendeciré
a Jehová.
|
1.
¿Cómo pensaba andar el salmista?
(1,11-12)
2.
¿Qué cosa
amaba el salmista? (8)
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Salmo 27
Jehová es mi
luz y mi salvación
Salmo de David.
27:1 Jehová es mi luz y mi
salvación; ¿de quién temeré?
Jehová
es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?
2 Cuando se juntaron contra mí
los malignos, mis angustiadores y mis enemigos,
Para comer mis carnes, ellos
tropezaron y cayeron.
3 Aunque un ejército acampe
contra mí,
No temerá mi corazón;
Aunque contra mí se levante
guerra,
Yo estaré confiado.
4 Una cosa he demandado a Jehová,
ésta buscaré;
Que esté yo en la casa de Jehová
todos los días de mi vida,
Para contemplar la hermosura de
Jehová, y para inquirir en su templo.
5 Porque él me esconderá en su
tabernáculo en el día del mal;
Me ocultará en lo reservado de su
morada;
Sobre una roca me pondrá en alto.
6 Luego levantará mi cabeza
sobre mis enemigos que me rodean,
Y yo sacrificaré en su
tabernáculo sacrificios de júbilo;
Cantaré y entonaré alabanzas a
Jehová.
7 Oye, oh Jehová, mi voz con que
a ti clamo;
Ten misericordia de mí, y
respóndeme.
8 Mi corazón ha dicho de ti:
Buscad mi rostro.
Tu rostro buscaré, oh Jehová;
9 No escondas tu rostro de mí.
No apartes con ira a tu siervo;
Mi ayuda has sido.
No me dejes ni me desampares,
Dios de mi salvación.
10 Aunque mi padre y mi madre me
dejaran,
Con todo, Jehová me recogerá.
11 Enséñame, oh Jehová, tu
camino,
Y guíame por senda de rectitud
A causa de mis enemigos.
12 No me entregues a la voluntad
de mis enemigos;
Porque se han levantado contra
mí testigos falsos, y los que respiran crueldad.
13 Hubiera yo desmayado, si no
creyese que veré la bondad de Jehová
En la tierra de los vivientes.
14 Aguarda a Jehová;
Esfuérzate, y aliéntese tu
corazón;
Sí, espera a Jehová.
|
1.
¿Por qué no
tenía miedo el salmista aunque un ejército acampara contra él?
(1-3)
2.
¿Qué deseaba
el salmista?
(4-5)
3.
¿Cuándo el
Señor le dijo que bucara su rostro, cómo respondió el salmista? (8)
4.
¿Aunque su
padre y su madre le abandonaren, en quién hallaría el salmista amparo?
(10)
5.
¿Por qué
debemos esperar en el Señor? (14)
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Salmo
28
Plegaria
pidiendo ayuda, y alabanza por la respuesta
Salmo de David.
28:1 A ti clamaré, oh
Jehová.
Roca
mía, no te desentiendas de mí,
Para
que no sea yo, dejándome tú,
Semejante
a los que descienden al sepulcro.
2 Oye la voz de mis ruegos
cuando clamo a ti,
Cuando alzo mis manos hacia tu
santo templo.
3 No me arrebates juntamente con
los malos,
Y con los que hacen iniquidad,
Los cuales hablan paz con sus
prójimos,
Pero la maldad está en su corazón.
4 Dales conforme a su obra, y
conforme a la perversidad de sus hechos;
Dales su merecido conforme a la
obra de sus manos.
5 Por cuanto no atendieron a los
hechos de Jehová,
Ni a la obra de sus manos,
El los derribará, y no los
edificará.
6 Bendito sea Jehová,
Que oyó la voz de mis ruegos.
7 Jehová es mi fortaleza y mi
escudo;
En él confió mi corazón, y fui
ayudado,
Por lo que se gozó mi corazón,
Y con mi cántico le alabaré.
8 Jehová es la fortaleza de su
pueblo,
Y el refugio salvador de su
ungido.
9 Salva a tu pueblo, y bendice a
tu heredad;
Y pastoréales y susténtales para
siempre.
|
1.
¿Por
qué quería el salmista que el Señor les castigara a los impíos?
(3-5)
2.
¿Por qué se
gozó el corazón de salmista? (7)
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Salmo 29
Poder y
gloria de Jehová
Salmo de David.
29:1 Tributad a Jehová, oh
hijos de los poderosos,
Dad
a Jehová la gloria y el poder.
2 Dad a Jehová la gloria debida
a su nombre;
Adorad a Jehová en la hermosura
de la santidad.
3 Voz de Jehová sobre las aguas;
Truena el Dios de gloria,
Jehová sobre las muchas aguas.
4 Voz de Jehová con potencia;
Voz de Jehová con gloria.
5 Voz de Jehová que quebranta
los cedros;
Quebrantó Jehová los cedros del
Líbano.
6 Los hizo saltar como becerros;
Al Líbano y al Sirión como hijos
de búfalos.
7 Voz de Jehová que derrama
llamas de fuego;
8 Voz de Jehová que hace temblar
el desierto;
Hace temblar Jehová el desierto
de Cades.
9 Voz de Jehová que desgaja las
encinas,
Y desnuda los bosques;
En su templo todo proclama su
gloria.
10 Jehová preside en el diluvio,
Y se sienta Jehová como rey para
siempre.
11 Jehová dará poder a su
pueblo;
Jehová bendecirá a su pueblo con
paz.
|
1.
¿Qué debemos
darle al Señor?
(1-2)
2.
¿Cómo debemos
adorarle al Señor?
(2)
3.
¿Qué cosa es
potente y lleno de majestad?
(3-9)
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Salmo
30
Acción de
gracias por haber sido librado de la muerte
Salmo cantado en la dedicación de
la Casa.
Salmo de David.
30:1 Te glorificaré, oh
Jehová, porque me has exaltado,
Y
no permitiste que mis enemigos se alegraran de mí.
2 Jehová Dios mío,
A ti clamé, y me sanaste.
3 Oh Jehová, hiciste subir mi
alma del Seol;
Me diste vida, para que no
descendiese a la sepultura.
4 Cantad a Jehová, vosotros sus
santos,
Y celebrad la memoria de su
santidad.
5 Porque un momento será su ira,
Pero su favor dura toda la vida.
Por la noche durará el lloro,
Y a la mañana vendrá la alegría.
6 En mi prosperidad dije yo:
No seré jamás conmovido,
7 Porque tú, Jehová, con tu
favor me afirmaste como monte fuerte.
Escondiste tu rostro, fui turbado.
8 A ti, oh Jehová, clamaré,
Y al Señor suplicaré.
9 ¿Qué provecho hay en mi muerte
cuando descienda a la sepultura?
¿Te alabará el polvo? ¿Anunciará
tu verdad?
10 Oye, oh Jehová, y ten
misericordia de mí;
Jehová, sé tú mi ayudador.
11 Has cambiado mi lamento en
baile;
Desataste mi cilicio, y me
ceñiste de alegría.
12 Por tanto, a ti cantaré,
gloria mía, y no estaré callado.
Jehová Dios mío, te alabaré para
siempre.
|
1.
¿Qué pasó
cuando el salmista clamó a Jehová?
(2)
2.
¿Por qué cosa
debemos dar gracias?
(4)
3.
¿Aunque el
llanto puede durar toda la noche, qué cosa viene en la mañana?
(5)
4.
¿Cuánto
tiempo iba a seguir dando gracias el salmista?
(12)
Answers to Study Questions
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Salmo
31
Declaración
de confianza
Al músico principal. Salmo de David
31:1 En ti, oh Jehová, he
confiado; no sea yo confundido jamás;
Líbrame
en tu justicia.
2 Inclina a mí tu oído, líbrame
pronto;
Sé tú mi roca fuerte, y fortaleza
para salvarme.
3 Porque tú eres mi roca y mi
castillo;
Por tu nombre me guiarás y me
encaminarás.
4 Sácame de la red que han
escondido para mí,
Pues tú eres mi refugio.
5 En tu mano encomiendo mi
espíritu;
Tú me has redimido, oh Jehová,
Dios de verdad.
6 Aborrezco a los que esperan en
vanidades ilusorias;
Mas yo en Jehová he esperado.
7 Me gozaré y alegraré en tu
misericordia,
Porque has visto mi aflicción;
Has conocido mi alma en las
angustias.
8 No me entregaste en mano del
enemigo;
Pusiste mis pies en lugar
espacioso.
9 Ten misericordia de mí, oh
Jehová, porque estoy en angustia;
Se han consumido de tristeza mis
ojos, mi alma también y mi cuerpo.
10 Porque mi vida se va gastando
de dolor, y mis años de suspirar;
Se agotan mis fuerzas a causa de
mi iniquidad, y mis huesos se han consumido.
11 De todos mis enemigos soy
objeto de oprobio,
Y de mis vecinos mucho más, y el
horror de mis conocidos;
Los que me ven fuera huyen de mí.
12 He sido olvidado de su
corazón como un muerto;
He venido a ser como un vaso
quebrado.
13 Porque oigo la calumnia de
muchos;
El miedo me asalta por todas
partes,
Mientras consultan juntos contra
mí
E idean quitarme la vida.
14 Mas yo en ti confío, oh
Jehová;
Digo: Tú eres mi Dios.
15 En tu mano están mis tiempos;
Líbrame de la mano de mis
enemigos y de mis perseguidores.
16 Haz resplandecer tu rostro
sobre tu siervo;
Sálvame por tu misericordia.
17 No sea yo avergonzado, oh
Jehová, ya que te he invocado;
Sean avergonzados los impíos,
estén mudos en el Seol.
18 Enmudezcan los labios
mentirosos,
Que hablan contra el justo cosas
duras
Con soberbia y menosprecio.
19 !!Cuán grande es tu bondad,
que has guardado para los que te temen,
Que has mostrado a los que
esperan en ti, delante de los hijos de los hombres!
20 En lo secreto de tu presencia
los esconderás de la conspiración del hombre;
Los pondrás en un tabernáculo a
cubierto de contención de lenguas.
21 Bendito sea Jehová,
Porque ha hecho maravillosa su
misericordia para conmigo en ciudad fortificada.
22 Decía yo en mi premura:
Cortado soy de delante de tus ojos;
Pero tú oíste la voz de mis
ruegos cuando a ti clamaba.
23 Amad a Jehová, todos vosotros
sus santos;
A los fieles guarda Jehová,
Y paga abundantemente al que
procede con soberbia.
24 Esforzaos todos vosotros los
que esperáis en Jehová,
Y tome aliento vuestro corazón.
|
1.
¿Qué palabras dijo Jesús
justo antes de morir? (5, Luke
23:46)
2.
¿Qué decía el salmista que
estaban en las manos de Dios? (15)
3.
¿Con qué
exhortaciones termina este salmo? (23-24)
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Salmo 32
La dicha del
perdón
Salmo de David. Masquil.
32:1
Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y
cubierto su pecado.
2 Bienaventurado el hombre a
quien Jehová no culpa de iniquidad,
Y en cuyo espíritu no hay engaño.
3 Mientras callé, se
envejecieron mis huesos
En mi gemir todo el día.
4 Porque de día y de noche se
agravó sobre mí tu mano;
Se volvió mi verdor en sequedades
de verano. Selah
5 Mi pecado te declaré, y no
encubrí mi iniquidad.
Dije: Confesaré mis
transgresiones a Jehová;
Y tú perdonaste la maldad de mi
pecado. Selah
6 Por esto orará a ti todo santo
en el tiempo en que puedas ser hallado;
Ciertamente en la inundación de
muchas aguas no llegarán éstas a él.
7 Tú eres mi refugio; me
guardarás de la angustia;
Con cánticos de liberación me
rodearás. Selah
8 Te haré entender, y te
enseñaré el camino en que debes andar;
Sobre ti fijaré mis ojos.
9 No seáis como el caballo, o
como el mulo, sin entendimiento,
Que han de ser sujetados con
cabestro y con freno,
Porque si no, no se acercan a ti.
10 Muchos dolores habrá para el
impío;
Mas al que espera en Jehová, le
rodea la misericordia.
11 Alegraos en Jehová y gozaos,
justos;
Y cantad con júbilo todos
vosotros los rectos de corazón.
|
1.
¿Quién es bienaventurado?
(1-2)
2.
¿Qué resulta cuándo no se
confiesan los pecados? (3-4)
3.
¿Cómo trataba el salmista
sus pecados? (5)
4.
¿Cómo le iba a guiar Dios?
(8)
5.
¿Como cuáles animales no
debemos actuar?
(9)
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Salmo 33
Alabanzas al
Creador y Preservador
33:1 Alegraos, oh justos,
en Jehová;
En
los íntegros es hermosa la alabanza.
2 Aclamad a Jehová con arpa;
Cantadle con salterio y
decacordio.
3 Cantadle cántico nuevo;
Hacedlo bien, tañendo con júbilo.
4 Porque recta es la palabra de
Jehová,
Y toda su obra es hecha con
fidelidad.
5 El ama justicia y juicio;
De la misericordia de Jehová está
llena la tierra.
6 Por la palabra de Jehová
fueron hechos los cielos,
Y todo el ejército de ellos por
el aliento de su boca.
7 El junta como montón las aguas
del mar;
El pone en depósitos los abismos.
8 Tema a Jehová toda la tierra;
Teman delante de él todos los
habitantes del mundo.
9 Porque él dijo, y fue hecho;
El mandó, y existió.
10 Jehová hace nulo el consejo
de las naciones,
Y frustra las maquinaciones de
los pueblos.
11 El consejo de Jehová
permanecerá para siempre;
Los pensamientos de su corazón
por todas las generaciones.
12 Bienaventurada la nación cuyo
Dios es Jehová,
El pueblo que él escogió como
heredad para sí.
13 Desde los cielos miró Jehová;
Vio a todos los hijos de los
hombres;
14 Desde el lugar de su morada
miró
Sobre todos los moradores de la
tierra.
15 El formó el corazón de todos
ellos;
Atento está a todas sus obras.
16 El rey no se salva por la
multitud del ejército,
Ni escapa el valiente por la
mucha fuerza.
17 Vano para salvarse es el
caballo;
La grandeza de su fuerza a nadie
podrá librar.
18 He aquí el ojo de Jehová
sobre los que le temen,
Sobre los que esperan en su
misericordia,
19 Para librar sus almas de la
muerte,
Y para darles vida en tiempo de
hambre.
20 Nuestra alma espera a Jehová;
Nuestra ayuda y nuestro escudo
es él.
21 Por tanto, en él se alegrará
nuestro corazón,
Porque en su santo nombre hemos
confiado.
22 Sea tu misericordia, oh
Jehová, sobre nosotros,
Según esperamos en ti.
|
1.
¿Cómo se debe cantarle al
Señor? (1)
2.
¿Cómo se deben tocar los
instrumentos a Jehová? (2-3)
3.
¿Cómo es la palabra del
Señor? (4)
4.
¿Cómo fueron heacho los
cielos? (6-9)
5.
¿Qué consejo permanecerá?
(10-11)
6.
¿Cuál nación es
bienaventurada? (12-17)
7.
¿Sobre
quiénes está el ojo del Señor? (18-22)
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Salmo 34
La protección divina
Salmo de David, cuando mudó su
semblante delante de
Abimelec, y él
lo echó, y se fue.
34:1 Bendeciré a Jehová en
todo tiempo;
Su alabanza estará de continuo en
mi boca.
2 En Jehová se gloriará mi alma;
Lo oirán los mansos, y se
alegrarán.
3 Engrandeced a Jehová conmigo,
Y exaltemos a una su nombre.
4 Busqué a Jehová, y él me oyó,
Y me libró de todos mis temores.
5 Los que miraron a él fueron
alumbrados,
Y sus rostros no fueron
avergonzados.
6 Este pobre clamó, y le oyó
Jehová,
Y lo libró de todas sus angustias.
7 El ángel de Jehová acampa
alrededor de los que le temen,
Y los defiende.
8 Gustad, y ved que es bueno
Jehová;
Dichoso el hombre que confía en
él.
9 Temed a Jehová, vosotros sus
santos,
Pues nada falta a los que le
temen.
10 Los leoncillos necesitan, y
tienen hambre;
Pero los que buscan a Jehová no
tendrán falta de ningún bien.
11 Venid, hijos, oídme;
El temor de Jehová os enseñaré.
12 ¿Quién es el hombre que desea
vida,
Que desea muchos días para ver
el bien?
13 Guarda tu lengua del mal,
Y tus labios de hablar engaño.
14 Apártate del mal, y haz el
bien;
Busca la paz, y síguela.
15 Los ojos de Jehová están
sobre los justos,
Y atentos sus oídos al clamor de
ellos.
16 La ira de Jehová contra los
que hacen mal,
Para cortar de la tierra la
memoria de ellos.
17 Claman los justos, y Jehová
oye,
Y los libra de todas sus
angustias.
18 Cercano está Jehová a los
quebrantados de corazón;
Y salva a los contritos de
espíritu.
19 Muchas son las aflicciones
del justo,
Pero de todas ellas le librará
Jehová.
20 El guarda todos sus huesos;
Ni uno de ellos será quebrantado.
21 Matará al malo la maldad,
Y los que aborrecen al justo
serán condenados.
22 Jehová redime el alma de sus
siervos,
Y no serán condenados cuantos en
él confían.
|
1.
¿Cuándo debemos bendecirle
al Señor? (1)
2.
¿Quién encampa alrededor de
los que temen al Señor? (7)
3.
¿Qué debemos gustar? (8)
4.
¿De qué debemos guardar
nuestra lengua? (13)
5.
¿A quién está
cercano Jehová? (18)
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Salmo 35
Plegaria
pidiendo ser librado de los enemigos
Salmo de David.
35:1 Disputa, oh Jehová,
con los que contra mí contienden;
Pelea
contra los que me combaten.
2 Echa mano al escudo y al pavés,
Y levántate en mi ayuda.
3 Saca la lanza, cierra contra
mis perseguidores;
Di a mi alma: Yo soy tu salvación.
4 Sean avergonzados y
confundidos los que buscan mi vida;
Sean vueltos atrás y avergonzados
los que mi mal intentan.
5 Sean como el tamo delante del
viento,
Y el ángel de Jehová los acose.
6 Sea su camino tenebroso y
resbaladizo,
Y el ángel de Jehová los persiga.
7 Porque sin causa escondieron
para mí su red en un hoyo;
Sin causa cavaron hoyo para mi
alma.
8 Véngale el quebrantamiento sin
que lo sepa,
Y la red que él escondió lo
prenda;
Con quebrantamiento caiga en ella.
9 Entonces mi alma se alegrará
en Jehová;
Se regocijará en su salvación.
10 Todos mis huesos dirán:
Jehová, ¿quién como tú,
Que libras al afligido del más
fuerte que él,
Y al pobre y menesteroso del que
le despoja?
11 Se levantan testigos malvados;
De lo que no sé me preguntan;
12 Me devuelven mal por bien,
Para afligir a mi alma.
13 Pero yo, cuando ellos
enfermaron, me vestí de cilicio;
Afligí con ayuno mi alma,
Y mi oración se volvía a mi seno.
14 Como por mi compañero, como
por mi hermano andaba;
Como el que trae luto por madre,
enlutado me humillaba.
15 Pero ellos se alegraron en mi
adversidad, y se juntaron;
Se juntaron contra mí gentes
despreciables, y yo no lo entendía;
Me despedazaban sin descanso;
16 Como lisonjeros,
escarnecedores y truhanes,
Crujieron contra mí sus dientes.
17 Señor, ¿hasta cuándo verás
esto?
Rescata mi alma de sus
destrucciones, mi vida de los leones.
18 Te confesaré en grande
congregación;
Te alabaré entre numeroso
pueblo.
19 No se alegren de mí los que
sin causa son mis enemigos,
Ni los que me aborrecen sin
causa guiñen el ojo.
20 Porque no hablan paz;
Y contra los mansos de la tierra
piensan palabras engañosas.
21 Ensancharon contra mí su boca;
Dijeron: !!Ea, ea, nuestros ojos
lo han visto!
22 Tú lo has visto, oh Jehová;
no calles;
Señor, no te alejes de mí.
23 Muévete y despierta para
hacerme justicia,
Dios mío y Señor mío, para
defender mi causa.
24 Júzgame conforme a tu
justicia, Jehová Dios mío,
Y no se alegren de mí.
25 No digan en su corazón: !!Ea,
alma nuestra!
No digan: !!Le hemos devorado!
26 Sean avergonzados y
confundidos a una los que de mi mal se alegran;
Vístanse de verg:uenza y de
confusión los que se engrandecen contra mí.
27 Canten y alégrense los que
están a favor de mi justa causa,
Y digan siempre: Sea exaltado
Jehová,
Que ama la paz de su siervo.
28 Y mi lengua hablará de tu justicia
Y de tu alabanza todo el día.
|
1.
¿Qué quería el salmista para
los que contendían contra él?
(1-8)
2.
¿Cómo quería
ser juzgado? (24)
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Salmo 36
La
misericordia de Dios
Al músico principal. Salmo de
David, siervo de Jehová.
36:1 La iniquidad del impío
me dice al corazón:
No
hay temor de Dios delante de sus ojos.
2 Se lisonjea, por tanto, en sus
propios ojos,
De que su iniquidad no será
hallada y aborrecida.
3 Las palabras de su boca son
iniquidad y fraude;
Ha dejado de ser cuerdo y de
hacer el bien.
4 Medita maldad sobre su cama;
Está en camino no bueno,
El mal no aborrece.
5 Jehová, hasta los cielos llega
tu misericordia,
Y tu fidelidad alcanza hasta las
nubes.
6 Tu justicia es como los montes
de Dios,
Tus juicios, abismo grande.
Oh Jehová, al hombre y al animal
conservas.
7 !!Cuán preciosa, oh Dios, es
tu misericordia!
Por eso los hijos de los hombres
se amparan bajo la sombra de tus alas.
8 Serán completamente saciados
de la grosura de tu casa,
Y tú los abrevarás del torrente
de tus delicias.
9 Porque contigo está el
manantial de la vida;
En tu luz veremos la luz.
10 Extiende tu misericordia a
los que te conocen,
Y tu justicia a los rectos de
corazón.
11 No venga pie de soberbia
contra mí,
Y mano de impíos no me mueva.
12 Allí cayeron los hacedores de
iniquidad;
Fueron derribados, y no podrán
levantarse.
|
1.
¿Cómo es la grandeza de la misericordia, la fidelidad, la
justicia y los juicios de Dios? (5-6)
2.
¿Con
quién es la fuente de vida? (9)
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Salmo 37
El camino de
los malos
Salmo de David.
37:1 No te impacientes a
causa de los malignos,
Ni
tengas envidia de los que hacen iniquidad.
2 Porque como hierba serán
pronto cortados,
Y como la hierba verde se secarán.
3 Confía en Jehová, y haz el
bien;
Y habitarás en la tierra, y te
apacentarás de la verdad.
4 Deléitate asimismo en Jehová,
Y él te concederá las peticiones
de tu corazón.
5 Encomienda a Jehová tu camino,
Y confía en él; y él hará.
6 Exhibirá tu justicia como la
luz,
Y tu derecho como el mediodía.
7 Guarda silencio ante Jehová, y
espera en él.
No te alteres con motivo del que
prospera en su camino,
Por el hombre que hace maldades.
8 Deja la ira, y desecha el
enojo;
No te excites en manera alguna a
hacer lo malo.
9 Porque los malignos serán
destruidos,
Pero los que esperan en Jehová,
ellos heredarán la tierra.
10 Pues de aquí a poco no
existirá el malo;
Observarás su lugar, y no estará
allí.
11 Pero los mansos heredarán la
tierra,
Y se recrearán con abundancia de
paz.
12 Maquina el impío contra el
justo,
Y cruje contra él sus dientes;
13 El Señor se reirá de él;
Porque ve que viene su día.
14 Los impíos desenvainan espada
y entesan su arco,
Para derribar al pobre y al
menesteroso,
Para matar a los de recto
proceder.
15 Su espada entrará en su mismo
corazón,
Y su arco será quebrado.
16 Mejor es lo poco del justo,
Que las riquezas de muchos
pecadores.
17 Porque los brazos de los
impíos serán quebrados;
Mas el que sostiene a los justos
es Jehová.
18 Conoce Jehová los días de los
perfectos,
Y la heredad de ellos será para
siempre.
19 No serán avergonzados en el
mal tiempo,
Y en los días de hambre serán
saciados.
20 Mas los impíos perecerán,
Y los enemigos de Jehová como la
grasa de los carneros
Serán consumidos; se disiparán
como el humo.
21 El impío toma prestado, y no
paga;
Mas el justo tiene misericordia,
y da.
22 Porque los benditos de él
heredarán la tierra;
Y los malditos de él serán
destruidos.
23 Por Jehová son ordenados los
pasos del hombre,
Y él aprueba su camino.
24 Cuando el hombre cayere, no
quedará postrado,
Porque Jehová sostiene su mano.
25 Joven fui, y he envejecido,
Y no he visto justo desamparado,
Ni su descendencia que mendigue
pan.
26 En todo tiempo tiene
misericordia, y presta;
Y su descendencia es para
bendición.
27 Apártate del mal, y haz el
bien,
Y vivirás para siempre.
28 Porque Jehová ama la rectitud,
Y no desampara a sus santos.
Para siempre serán guardados;
Mas la descendencia de los
impíos será destruida.
29 Los justos heredarán la
tierra,
Y vivirán para siempre sobre
ella.
30 La boca del justo habla
sabiduría,
Y su lengua habla justicia.
31 La ley de su Dios está en su
corazón;
Por tanto, sus pies no
resbalarán.
32 Acecha el impío al justo,
Y procura matarlo.
33 Jehová no lo dejará en sus
manos,
Ni lo condenará cuando le
juzgaren.
34 Espera en Jehová, y guarda su
camino,
Y él te exaltará para heredar la
tierra;
Cuando sean destruidos los
pecadores, lo verás.
35 Vi yo al impío sumamente
enaltecido,
Y que se extendía como laurel
verde.
36 Pero él pasó, y he aquí ya no
estaba;
Lo busqué, y no fue hallado.
37 Considera al íntegro, y mira
al justo;
Porque hay un final dichoso para
el hombre de paz.
38 Mas los transgresores serán
todos a una destruidos;
La posteridad de los impíos será
extinguida.
39 Pero la salvación de los
justos es de Jehová,
Y él es su fortaleza en el
tiempo de la angustia.
40 Jehová los ayudará y los
librará;
Los libertará de los impíos, y
los salvará,
Por cuanto en él esperaron.
|
1.
¿Por qué no
debemos afligirnos por causa de los que hacen iniquidad?
(1-2,8)
2.
¿Por qué debemos deléitarnos
en el Señor? (4-5)
3.
¿Qué frase en este salmo
cita Jesús en "las bienaventuranzas"?
(11, Matthew 5:5)
4.
¿Quién toma prestado pero no
paga? (21)
5.
¿Los pasos de
quién son orendados por Jehová? (23)
6. ¿Qué
no ha visto jamás el salmista? (25)
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Salmo 38
Oración de un
penitente
Salmo de David, para recordar.
38:1 Jehová, no me
reprendas en tu furor,
Ni
me castigues en tu ira.
2 Porque tus saetas cayeron
sobre mí,
Y sobre mí ha descendido tu mano.
3 Nada hay sano en mi carne, a
causa de tu ira;
Ni hay paz en mis huesos,
Nada hay
sano en mi carne, a causa de tu ira;
Ni hay paz en mis huesos, a causa
de mi pecado.
4 Porque mis iniquidades se han
agravado sobre mi cabeza;
Como carga pesada se han agravado
sobre mí.
5 Hieden y supuran mis llagas,
A causa de mi locura.
6 Estoy encorvado, estoy
humillado en gran manera,
Ando enlutado todo el día.
7 Porque mis lomos están llenos
de ardor,
Y nada hay sano en mi carne.
8 Estoy debilitado y molido en
gran manera;
Gimo a causa de la conmoción de
mi corazón.
9 Señor, delante de ti están
todos mis deseos,
Y mi suspiro no te es oculto.
10 Mi corazón está acongojado,
me ha dejado mi vigor,
Y aun la luz de mis ojos me
falta ya.
11 Mis amigos y mis compañeros
se mantienen lejos de mi plaga,
Y mis cercanos se han alejado.
12 Los que buscan mi vida arman
lazos,
Y los que procuran mi mal hablan
iniquidades,
Y meditan fraudes todo el día.
13 Mas yo, como si fuera sordo,
no oigo;
Y soy como mudo que no abre la
boca.
14 Soy, pues, como un hombre que
no oye,
Y en cuya boca no hay
reprensiones.
15 Porque en ti, oh Jehová, he
esperado;
Tú responderás, Jehová Dios mío.
16 Dije: No se alegren de mí;
Cuando mi pie resbale, no se
engrandezcan sobre mí.
17 Pero yo estoy a punto de caer,
Y mi dolor está delante de mí
continuamente.
18 Por tanto, confesaré mi
maldad,
Y me contristaré por mi pecado.
19 Porque mis enemigos están
vivos y fuertes,
Y se han aumentado los que me
aborrecen sin causa.
20 Los que pagan mal por bien
Me son contrarios, por seguir yo
lo bueno.
21 No me desampares, oh Jehová;
Dios mío, no te alejes de mí.
22 Apresúrate a ayudarme,
Oh Señor, mi salvación.
|
1.
¿En qué
resultaba la necedad del salmista? (5-7)
2. ¿Qué
hizo en cuanto a su iniquidad? (18)
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Salmo 39
El carácter
transitorio de la vida
Al músico principal; a Jedutún.
Salmo de David.
39:1 Yo dije: Atenderé a
mis caminos,
Para
no pecar con mi lengua;
Guardaré
mi boca con freno,
En
tanto que el impío esté delante de mí.
2 Enmudecí con silencio, me
callé aun respecto de lo bueno;
Y se agravó mi dolor.
3 Se enardeció mi corazón dentro
de mí;
En mi meditación se encendió
fuego,
Y así proferí con mi lengua:
4 Hazme saber, Jehová, mi fin,
Y cuánta sea la medida de mis
días;
Sepa yo cuán frágil soy.
5 He aquí, diste a mis días
término corto,
Y mi edad es como nada delante de
ti;
Ciertamente es completa vanidad
todo hombre que vive. Selah
6 Ciertamente como una sombra es
el hombre;
Ciertamente en vano se afana;
Amontona riquezas, y no sabe
quién las recogerá.
7 Y ahora, Señor, ¿qué esperaré?
Mi esperanza está en ti.
8 Líbrame de todas mis
transgresiones;
No me pongas por escarnio del
insensato.
9 Enmudecí, no abrí mi boca,
Porque tú lo hiciste.
10 Quita de sobre mí tu plaga;
Estoy consumido bajo los golpes
de tu mano.
11 Con castigos por el pecado
corriges al hombre,
Y deshaces como polilla lo más
estimado de él;
Ciertamente vanidad es todo
hombre. Selah
12 Oye mi oración, oh Jehová, y
escucha mi clamor.
No calles ante mis lágrimas;
Porque forastero soy para ti,
Y advenedizo, como todos mis
padres.
13 Déjame, y tomaré fuerzas,
Antes que vaya y perezca.
|
1.
¿De qué manera quería el
salmista evitar el pecado? (1)
2.
¿A qué se
comparaba el salmista sus días? (5)
Cuestionario de Salmos 1-39
Gracias a Julio Cesar
Clavijo Sierra por traducir.
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Salmo 40
Alabanza por
la liberación divina
(Sal. 70.1-5)
Al músico principal. Salmo de
David.
40:1 Pacientemente esperé a
Jehová,
Y
se inclinó a mí, y oyó mi clamor.
2 Y me hizo sacar del pozo de la
desesperación, del lodo cenagoso;
Puso mis pies sobre peña, y
enderezó mis pasos.
3 Puso luego en mi boca cántico
nuevo, alabanza a nuestro Dios.
Verán esto muchos, y temerán,
Y confiarán en Jehová.
4 Bienaventurado el hombre que
puso en Jehová su confianza,
Y no mira a los soberbios, ni a
los que se desvían tras la mentira.
5 Has aumentado, oh Jehová Dios
mío, tus maravillas;
Y tus pensamientos para con
nosotros,
No es posible contarlos ante ti.
Si yo anunciare y hablare de
ellos,
No pueden ser enumerados.
6 Sacrificio y ofrenda no te
agrada;
Has abierto mis oídos;
Holocausto y expiación no has
demandado.
7 Entonces dije: He aquí, vengo;
En el rollo del libro está
escrito de mí;
8 El hacer tu voluntad, Dios mío,
me ha agradado,
Y tu ley está en medio de mi
corazón.
9 He anunciado justicia en
grande congregación;
He aquí, no refrené mis labios,
Jehová, tú lo sabes.
10 No encubrí tu justicia dentro
de mi corazón;
He publicado tu fidelidad y tu
salvación;
No oculté tu misericordia y tu
verdad en grande asamblea.
11 Jehová, no retengas de mí tus
misericordias;
Tu misericordia y tu verdad me
guarden siempre.
12 Porque me han rodeado males
sin número;
Me han alcanzado mis maldades, y
no puedo levantar la vista.
Se han aumentado más que los
cabellos de mi cabeza, y mi corazón me falla.
13 Quieras, oh Jehová, librarme;
Jehová, apresúrate a socorrerme.
14 Sean avergonzados y
confundidos a una
Los que buscan mi vida para
destruirla.
Vuelvan atrás y averg:uéncense
Los que mi mal desean;
15 Sean asolados en pago de su
afrenta
Los que me dicen: !!Ea, ea!
16 Gócense y alégrense en ti
todos los que te buscan,
Y digan siempre los que aman tu
salvación:
Jehová sea enaltecido.
17 Aunque afligido yo y
necesitado,
Jehová pensará en mí.
Mi ayuda y mi libertador eres tú;
Dios mío, no te tardes.
|
1.
¿De qué fue
sacado el salmista? (2)
2. ¿Qué cosas no le
agradaba al Señor? (6, Hebrews
10:5-9)
3.
¿Qué deseaba hacer el
salmista? (8)
4.
¿Qué esperaba
el salmista que le guardara? (11)
Answers to Study Questions
only in English
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Salmo 41
Oración
pidiendo salud
Al músico principal. Salmo de
David.
41:1 Bienaventurado el que
piensa en el pobre;
En
el día malo lo librará Jehová.
2 Jehová lo guardará, y le dará
vida;
Será bienaventurado en la tierra,
Y no lo entregarás a la voluntad
de sus enemigos.
3 Jehová lo sustentará sobre el
lecho del dolor;
Mullirás toda su cama en su
enfermedad
Jehová lo
sustentará sobre el lecho del dolor;
Mullirás toda su cama en su
enfermedad.
4 Yo dije: Jehová, ten
misericordia de mí;
Sana mi alma, porque contra ti
he pecado.
5 Mis enemigos dicen mal de mí,
preguntando:
¿Cuándo morirá, y perecerá su
nombre?
6 Y si vienen a verme, hablan
mentira;
Su corazón recoge para sí
iniquidad,
Y al salir fuera la divulgan.
7 Reunidos murmuran contra mí
todos los que me aborrecen;
Contra mí piensan mal, diciendo
de mí:
8 Cosa pestilencial se ha
apoderado de él;
Y el que cayó en cama no
volverá a levantarse.
9 Aun el hombre de mi paz, en
quien yo confiaba, el que de mi pan comía,
Alzó contra mí el calcañar.
10 Mas tú, Jehová, ten
misericordia de mí, y hazme levantar,
Y les daré el pago.
11 En esto conoceré que te he
agradado,
Que mi enemigo no se huelgue
de mí.
12 En cuanto a mí, en mi
integridad me has sustentado,
Y me has hecho estar delante
de ti para siempre.
13 Bendito sea Jehová, el Dios
de Israel,
Por los siglos de los siglos.
Amén y Amén.
|
1.
¿Quién es bienaventurado?
(1)
2.
¿Qué profecía hace el
salmista sobre la traición de Jesús?
(9, John 13:8)
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LIBRO II
Salmo 42
Mi alma tiene
sed de Dios
Al músico principal. Masquil de los
hijos de Coré.
42:1 Como el ciervo brama
por las corrientes de las aguas,
Así
clama por ti, oh Dios, el alma mía.
2 Mi alma tiene sed de Dios, del
Dios vivo;
¿Cuándo vendré, y me presentaré
delante de Dios?
3 Fueron mis lágrimas mi pan de
día y de noche,
Mientras me dicen todos los días:
¿Dónde está tu Dios?
4 Me acuerdo de estas cosas, y
derramo mi alma dentro de mí;
De cómo yo fui con la multitud, y
la conduje hasta la casa de Dios,
Entre voces de alegría y de
alabanza del pueblo en fiesta.
5 ¿Por qué te abates, oh alma
mía,
Y te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de
alabarle,
Salvación mía y Dios mío.
6 Dios mío, mi alma está abatida
en mí;
Me acordaré, por tanto, de ti
desde la tierra del Jordán,
Y de los hermonitas, desde el
monte de Mizar.
7 Un abismo llama a otro a la
voz de tus cascadas;
Todas tus ondas y tus olas han
pasado sobre mí.
8 Pero de día mandará Jehová su
misericordia,
Y de noche su cántico estará
conmigo,
Y mi oración al Dios de mi vida.
9 Diré a Dios: Roca mía, ¿por
qué te has olvidado de mí?
¿Por qué andaré yo enlutado por
la opresión del enemigo?
10 Como quien hiere mis huesos,
mis enemigos me afrentan,
Diciéndome cada día: ¿Dónde está
tu Dios?
11 ¿Por qué te abates, oh alma
mía,
Y por qué te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de
alabarle,
Salvación mía y Dios mío.
|
1. ¿Cómo teniá el salmista
sed por Dios? (1-2)
2. ¿Cuál es la respuesta
para el alma abatido? (1-11)
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Salmo
43
Plegaria
pidiendo vindicación y liberación
43:1 Júzgame, oh Dios, y
defiende mi causa;
Líbrame
de gente impía, y del hombre engañoso e inicuo.
2 Pues que tú eres el Dios de mi
fortaleza, ¿por qué me has desechado?
¿Por qué andaré enlutado por la
opresión del enemigo?
3 Envía tu luz y tu verdad;
éstas me guiarán;
Me conducirán a tu santo monte,
Y a tus moradas.
4 Entraré al altar de Dios,
Al Dios de mi alegría y de mi
gozo;
Y te alabaré con arpa, oh Dios,
Dios mío.
5 ¿Por qué te abates, oh alma
mía,
Y por qué te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de
alabarle,
Salvación mía y Dios mío.
|
1.¿De
quiénes quería ser librado el salmista?
(1)
2.
¿Con qué quería ser guiado
el salmista?
(3)
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Salmo
44
Liberaciones
pasadas y pruebas presentes
Al músico principal. Masquil de los
hijos de Coré.
44:1 Oh Dios, con nuestros
oídos hemos oído, nuestros padres nos han contado,
La
obra que hiciste en sus días, en los tiempos antiguos.
2 Tú con tu mano echaste las
naciones, y los plantaste a ellos;
Afligiste a los pueblos, y los
arrojaste.
3 Porque no se apoderaron de la
tierra por su espada,
Ni su brazo los libró;
Sino tu diestra, y tu brazo, y la
luz de tu rostro,
Porque te complaciste en ellos.
4 Tú, oh Dios, eres mi rey;
Manda salvación a Jacob.
5 Por medio de ti sacudiremos a
nuestros enemigos;
En tu nombre hollaremos a
nuestros adversarios.
6 Porque no confiaré en mi arco,
Ni mi espada me salvará;
7 Pues tú nos has guardado de
nuestros enemigos,
Y has avergonzado a los que nos
aborrecían.
8 En Dios nos gloriaremos todo
el tiempo,
Y para siempre alabaremos tu
nombre. Selah
9 Pero nos has desechado, y nos
has hecho avergonzar;
Y no sales con nuestros ejércitos.
10 Nos hiciste retroceder
delante del enemigo,
Y nos saquean para sí los que
nos aborrecen.
11 Nos entregas como ovejas al
matadero,
Y nos has esparcido entre las
naciones.
12 Has vendido a tu pueblo de
balde;
No exigiste ningún precio.
13 Nos pones por afrenta de
nuestros vecinos,
Por escarnio y por burla de los
que nos rodean.
14 Nos pusiste por proverbio
entre las naciones;
Todos al vernos menean la cabeza.
15 Cada día mi verg:uenza está
delante de mí,
Y la confusión de mi rostro me
cubre,
16 Por la voz del que me
vitupera y deshonra,
Por razón del enemigo y del
vengativo.
17 Todo esto nos ha venido, y no
nos hemos olvidado de ti,
Y no hemos faltado a tu pacto.
18 No se ha vuelto atrás nuestro
corazón,
Ni se han apartado de tus
caminos nuestros pasos,
19 Para que nos quebrantases en
el lugar de chacales,
Y nos cubrieses con sombra de
muerte.
20 Si nos hubiésemos olvidado
del nombre de nuestro Dios,
O alzado nuestras manos a dios
ajeno,
21 ¿No demandaría Dios esto?
Porque él conoce los secretos
del corazón.
22 Pero por causa de ti nos
matan cada día;
Somos contados como ovejas para
el matadero.
23 Despierta; ¿por qué duermes,
Señor?
Despierta, no te alejes para
siempre.
24 ¿Por qué escondes tu rostro,
Y te olvidas de nuestra
aflicción, y de la opresión nuestra?
25 Porque nuestra alma está
agobiada hasta el polvo,
Y nuestro cuerpo está postrado
hasta la tierra.
26 Levántate para ayudarnos,
Y redímenos por causa de tu
misericordia.
|
1. En el pasado ¿cómo
ganaron la victoria sobre las naciones los israelitas? (1-7)
2. ¿En quién nos gloriamos?
(8)
3. ¿Cómo era su condición
cuando fue escrito este salmo? (9-26)
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Salmo
45
Cántico de las bodas del rey
Al músico principal; sobre Lirios.
Masquil de los hijos de Coré. Canción de amores.
45:1 Rebosa mi corazón
palabra buena;
Dirijo al rey mi canto;
Mi lengua es pluma de escribiente
muy ligero.
2 Eres el más hermoso de los
hijos de los hombres;
La gracia se derramó en tus
labios;
Por tanto, Dios te ha bendecido
para siempre.
3 Ciñe tu espada sobre el muslo,
oh valiente,
Con tu gloria y con tu majestad.
4 En tu gloria sé prosperado;
Cabalga sobre palabra de verdad,
de humildad y de justicia,
Y tu diestra te enseñará cosas
terribles.
5 Tus saetas agudas,
Con que caerán pueblos debajo de
ti,
Penetrarán en el corazón de los
enemigos del rey.
6 Tu trono, oh Dios, es eterno y
para siempre;
Cetro de justicia es el cetro de
tu reino.
7 Has amado la justicia y
aborrecido la maldad;
Por tanto, te ungió Dios, el Dios
tuyo,
Con óleo de alegría más que a tus
compañeros.
8 Mirra, áloe y casia exhalan
todos tus vestidos;
Desde palacios de marfil te
recrean.
9 Hijas de reyes están entre tus
ilustres;
Está la reina a tu diestra con
oro de Ofir.
10 Oye, hija, y mira, e inclina
tu oído;
Olvida tu pueblo, y la casa de
tu padre;
11 Y deseará el rey tu hermosura;
E inclínate a él, porque él es
tu señor.
12 Y las hijas de Tiro vendrán
con presentes;
Implorarán tu favor los ricos
del pueblo.
13 Toda gloriosa es la hija del
rey en su morada;
De brocado de oro es su vestido.
14 Con vestidos bordados será
llevada al rey;
Vírgenes irán en pos de ella,
Compañeras suyas serán traídas a
ti.
15 Serán traídas con alegría y
gozo;
Entrarán en el palacio del rey.
16 En lugar de tus padres serán
tus hijos,
A quienes harás príncipes en
toda la tierra.
17 Haré perpetua la memoria de
tu nombre en todas las generaciones,
Por lo cual te alabarán los
pueblos eternamente y para siempre.
|
1. ¿Qué dijo el salmista
acerca de su lengua? (1)
2. ¿Qué profecía fue dado
acerca del trono de Jesús? (1-17)
3. ¿Cuándo deseaba el
salmista hacer memoria del nombre del rey? (17)
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Salmo 46
Dios es
nuestro amparo y fortaleza
Al músico principal; de los hijos
de Coré. Salmo sobre Alamot.
46:1 Dios es nuestro amparo
y fortaleza,
Nuestro
pronto auxilio en las tribulaciones.
2 Por tanto, no temeremos,
aunque la tierra sea removida,
Y se traspasen los montes al
corazón del mar;
3 Aunque bramen y se turben sus
aguas,
Y tiemblen los montes a causa de
su braveza. Selah
4 Del río sus corrientes alegran
la ciudad de Dios,
El santuario de las moradas del
Altísimo.
5 Dios está en medio de ella; no
será conmovida.
Dios la ayudará al clarear la
mañana.
6 Bramaron las naciones,
titubearon los reinos;
Dio él su voz, se derritió la
tierra.
7 Jehová de los ejércitos está
con nosotros;
Nuestro refugio es el Dios de
Jacob. Selah
8 Venid, ved las obras de Jehová,
Que ha puesto asolamientos en la
tierra.
9 Que hace cesar las guerras
hasta los fines de la tierra.
Que quiebra el arco, corta la
lanza,
Y quema los carros en el fuego.
10 Estad quietos, y conoced que
yo soy Dios;
Seré exaltado entre las naciones;
enaltecido seré en la tierra.
11 Jehová de los ejércitos está
con nosotros;
Nuestro refugio es el Dios de
Jacob. Selah
|
1. ¿Dónde cree usted que
está Dios en medio de las tribulaciones? (1)
2. ¿Quién está con
nosotros como nuestro refugio? (1-11)
3. ¿Quién pone fin a las
guerras? (9)
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Salmo 47
Dios, el Rey
de toda la tierra
Al músico principal. Salmo de los
hijos de Coré.
47:1 Pueblos todos, batid
las manos;
Aclamad
a Dios con voz de júbilo.
2 Porque Jehová el Altísimo es
temible;
Rey grande sobre toda la tierra.
3 El someterá a los pueblos
debajo de nosotros,
Y a las naciones debajo de
nuestros pies.
4 El nos elegirá nuestras
heredades;
La hermosura de Jacob, al cual
amó. Selah
5 Subió Dios con júbilo,
Jehová con sonido de trompeta.
6 Cantad a Dios, cantad;
Cantad a nuestro Rey, cantad;
7 Porque Dios es el Rey de toda
la tierra;
Cantad con inteligencia.
8 Reinó Dios sobre las naciones;
Se sentó Dios sobre su santo
trono.
9 Los príncipes de los pueblos
se reunieron
Como pueblo del Dios de Abraham;
10 Porque de Dios son los
escudos de la tierra;
El es muy exaltado.
|
1. ¿Cómo son algunas de
las maneras audibles de hacerle alabanza al Señor? (1-9)
2. ¿Quién reina sobre las
naciones? (8)
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Salmo
48
Hermosura y
gloria de Sion
Cántico. Salmo de los hijos de Coré.
48:1 Grande es Jehová, y
digno de ser en gran manera alabado
En
la ciudad de nuestro Dios, en su monte santo.
2 Hermosa provincia, el gozo de
toda la tierra,
Es el monte de Sion, a los lados
del norte,
La ciudad del gran Rey.
3 En sus palacios Dios es
conocido por refugio.
4 Porque he aquí los reyes de la
tierra se reunieron;
Pasaron todos.
5 Y viéndola ellos así, se
maravillaron,
Se turbaron, se apresuraron a
huir.
6 Les tomó allí temblor;
Dolor como de mujer que da a luz.
7 Con viento solano
Quiebras tú las naves de Tarsis.
8 Como lo oímos, así lo hemos
visto
En la ciudad de Jehová de los
ejércitos, en la ciudad de nuestro Dios;
La afirmará Dios para siempre.
Selah
9 Nos acordamos de tu
misericordia, oh Dios,
En medio de tu templo.
10 Conforme a tu nombre, oh Dios,
Así es tu loor hasta los fines
de la tierra;
De justicia está llena tu
diestra.
11 Se alegrará el monte de Sion;
Se gozarán las hijas de Judá
Por tus juicios.
12 Andad alrededor de Sion, y
rodeadla;
Contad sus torres.
13 Considerad atentamente su
antemuro,
Mirad sus palacios;
Para que lo contéis a la
generación venidera.
14 Porque este Dios es Dios
nuestro eternamente y para siempre;
El nos guiará aun más allá de la
muerte.
|
1. ¿Quién es grande y
digno en gran manera de ser alabado? (1)
2. ¿Qué cosas de Sion
debemos contarle a la siguiente generación? (12-13)
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Salmo
49
La insensatez
de confiar en las riquezas
Al músico principal. Salmo de los
hijos de Coré.
49:1 Oíd esto, pueblos
todos;
Escuchad,
habitantes todos del mundo,
2 Así los plebeyos como los
nobles,
El rico y el pobre juntamente.
3 Mi boca hablará sabiduría,
Y el pensamiento de mi corazón
inteligencia.
4 Inclinaré al proverbio mi oído;
Declararé con el arpa mi enigma.
5 ¿Por qué he de temer en los
días de adversidad,
Cuando la iniquidad de mis
opresores me rodeare?
6 Los que confían en sus bienes,
Y de la muchedumbre de sus
riquezas se jactan,
7 Ninguno de ellos podrá en
manera alguna redimir al hermano,
Ni dar a Dios su rescate
8 (Porque la redención de su
vida es de gran precio,
Y no se logrará jamás),
9 Para que viva en adelante para
siempre,
Y nunca vea corrupción.
10 Pues verá que aun los sabios
mueren;
Que perecen del mismo modo que
el insensato y el necio,
Y dejan a otros sus riquezas.
11 Su íntimo pensamiento es que
sus casas serán eternas,
Y sus habitaciones para
generación y generación;
Dan sus nombres a sus tierras.
12 Mas el hombre no permanecerá
en honra;
Es semejante a las bestias que
perecen.
13 Este su camino es locura;
Con todo, sus descendientes se
complacen en el dicho de ellos. Selah
14 Como a rebaños que son
conducidos al Seol,
La muerte los pastoreará,
Y los rectos se enseñorearán de
ellos por la mañana;
Se consumirá su buen parecer, y
el Seol será su morada.
15 Pero Dios redimirá mi vida
del poder del Seol,
Porque él me tomará consigo.
Selah
16 No temas cuando se enriquece
alguno,
Cuando aumenta la gloria de su
casa;
17 Porque cuando muera no
llevará nada,
Ni descenderá tras él su gloria.
18 Aunque mientras viva, llame
dichosa a su alma,
Y sea loado cuando prospere,
19 Entrará en la generación de
sus padres,
Y nunca más verá la luz.
20 El hombre que está en honra y
no entiende,
Semejante es a las bestias que
perecen.
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1.
¿Qué cosa no puede hacer
ninguno? (7-8)
2.
¿Quién puede redimir la
vida? (15)
3.
¿Qué puede llevar el hombre
consigo cuando muera? (17)
4.
¿Que tiene en
común el hombre con una bestia? (12,14,20)
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Salmo
50
Dios juzgará
al mundo
Salmo de Asaf.
50:1 El Dios de dioses,
Jehová, ha hablado, y convocado la tierra,
Desde
el nacimiento del sol hasta donde se pone.
2 De Sion, perfección de
hermosura,
Dios ha resplandecido.
3 Vendrá nuestro Dios, y no
callará;
Fuego consumirá delante de él,
Y tempestad poderosa le rodeará.
4 Convocará a los cielos de
arriba,
Y a la tierra, para juzgar a su
pueblo.
5 Juntadme mis santos,
Los que hicieron conmigo pacto
con sacrificio.
6 Y los cielos declararán su
justicia,
Porque Dios es el juez. Selah
7 Oye, pueblo mío, y hablaré;
Escucha, Israel, y testificaré
contra ti:
Yo soy Dios, el Dios tuyo.
8 No te reprenderé por tus
sacrificios,
Ni por tus holocaustos, que están
continuamente delante de mí.
9 No tomaré de tu casa becerros,
Ni machos cabríos de tus apriscos.
10 Porque mía es toda bestia del
bosque,
Y los millares de animales en
los collados.
11 Conozco a todas las aves de
los montes,
Y todo lo que se mueve en los
campos me pertenece.
12 Si yo tuviese hambre, no te
lo diría a ti;
Porque mío es el mundo y su
plenitud.
13 ¿He de comer yo carne de
toros,
O de beber sangre de machos
cabríos?
14 Sacrifica a Dios alabanza,
Y paga tus votos al Altísimo;
15 E invócame en el día de la
angustia;
Te libraré, y tú me honrarás.
16 Pero al malo dijo Dios:
¿Qué tienes tú que hablar de mis
leyes,
Y que tomar mi pacto en tu boca?
17 Pues tú aborreces la
corrección,
Y echas a tu espalda mis
palabras.
18 Si veías al ladrón, tú
corrías con él,
Y con los adúlteros era tu parte.
19 Tu boca metías en mal,
Y tu lengua componía engaño.
20 Tomabas asiento, y hablabas
contra tu hermano;
Contra el hijo de tu madre
ponías infamia.
21 Estas cosas hiciste, y yo he
callado;
Pensabas que de cierto sería yo
como tú;
Pero te reprenderé, y las pondré
delante de tus ojos.
22 Entended ahora esto, los que
os olvidáis de Dios,
No sea que os despedace, y no
haya quien os libre.
23 El que sacrifica alabanza me
honrará;
Y al que ordenare su camino,
Le mostraré la salvación de Dios.
Arrepentimiento, y plegaria
pidiendo purificación
Al músico principal. Salmo de
David, cuando después que se
llegó a Betsabé, vino a él Natán
el profeta. |
1.
¿Qué cosas le pertenecen a Dios? (10-12)
2. ¿Quién
glorifica a Dios? (23)
Gracias a Tom Bogle por traducir.
Answers to Study Questions only in English
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