Preguntas de estudio del Libro de Salmos 51-75

©2013-2016 by Arlo E. Moehlenpah

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Después de leer cada capítulo, por favor responda las preguntas de estudio relacionadas.

 

Salmo 51 

51:1  Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia;
Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.

Lávame más y más de mi maldad,
Y límpiame de mi pecado.

Porque yo reconozco mis rebeliones,
Y mi pecado está siempre delante de mí.

Contra ti, contra ti solo he pecado,
Y he hecho lo malo delante de tus ojos;
Para que seas reconocido justo en tu palabra,
Y tenido por puro en tu juicio.

He aquí, en maldad he sido formado,
Y en pecado me concibió mi madre.

He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo,
Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.

Purifícame con hisopo, y seré limpio;
Lávame, y seré más blanco que la nieve.

Hazme oír gozo y alegría,
Y se recrearán los huesos que has abatido.

Esconde tu rostro de mis pecados,
Y borra todas mis maldades.

10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
Y renueva un espíritu recto dentro de mí.

11 No me eches de delante de ti,
Y no quites de mí tu santo Espíritu.

12 Vuélveme el gozo de tu salvación,
Y espíritu noble me sustente.

13 Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos,
Y los pecadores se convertirán a ti.

14 Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación;
Cantará mi lengua tu justicia.

15 Señor, abre mis labios,
Y publicará mi boca tu alabanza.

16 Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría;
No quieres holocausto.

17 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado;
Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.

18 Haz bien con tu benevolencia a Sion;
Edifica los muros de Jerusalén.

19 Entonces te agradarán los sacrificios de justicia,
El holocausto u ofrenda del todo quemada;
Entonces ofrecerán becerros sobre tu altar.


1. ¿De qué quería ser limpió David? (1-2)

2. ¿Qué reconoció David? (3)

3. ¿David reconoció que había pecado contra quién? (4)

4. ¿Cómo reconoció David su naturaleza pecaminosa? (5)

5. ¿Qué deseaba David dentro de sí? (10-12)

6. ¿Qué deseaba hacer David después de su restauración? (13)

7. ¿Cuáles son los sacrificios que Dios no despreciará? (17)

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Salmo 52  

Futilidad de la jactancia del malo

Al músico principal. Masquil de David, cuando vino Doeg edomita y dio cuenta a Saúl diciéndole: David ha venido a casa de Ahimelec.

52:1  ¿Por qué te jactas de maldad, oh poderoso?
La misericordia de Dios es continua.

Agravios maquina tu lengua;
Como navaja afilada hace engaño.

Amaste el mal más que el bien,
La mentira más que la verdad. Selah

Has amado toda suerte de palabras perniciosas,
Engañosa lengua.

Por tanto, Dios te destruirá para siempre;
Te asolará y te arrancará de tu morada,
Y te desarraigará de la tierra de los vivientes. Selah

Verán los justos, y temerán;
Se reirán de él, diciendo:

He aquí el hombre que no puso a Dios por su fortaleza,
Sino que confió en la multitud de sus riquezas,
Y se mantuvo en su maldad.

Pero yo estoy como olivo verde en la casa de Dios;
En la misericordia de Dios confío eternamente y para siempre.

Te alabaré para siempre, porque lo has hecho así;
Y esperaré en tu nombre, porque es bueno, delante de tus santos.


1. ¿A quién destruirá Dios para siempre? (1-7)

2. ¿Con qué se compara el salmista? (8-9)

 

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Salmo 53 

Insensatez y maldad de los hombres

(Sal. 14.1-7)

Al músico principal; sobre Mahalat. Masquil de David.

53:1  Dice el necio en su corazón: No hay Dios.
    Se han corrompido, e hicieron abominable maldad;
    No hay quien haga bien.

Dios desde los cielos miró sobre los hijos de los hombres,
Para ver si había algún entendido
Que buscara a Dios.

Cada uno se había vuelto atrás; todos se habían corrompido;
No hay quien haga lo bueno, no hay ni aun uno.

¿No tienen conocimiento todos los que hacen iniquidad,
Que devoran a mi pueblo como si comiesen pan,
Y a Dios no invocan?

Allí se sobresaltaron de pavor donde no había miedo,
Porque Dios ha esparcido los huesos del que puso asedio contra ti;
Los avergonzaste, porque Dios los desechó.

!!Oh, si saliera de Sion la salvación de Israel!
Cuando Dios hiciere volver de la cautividad a su pueblo,
Se gozará Jacob, y se alegrará Israel.


1. ¿Qué dice el necio en su corazón? (1)

2. ¿Quién hace bien? (1-6)

3. Cuando Dios hiciere volver de la cautividad a su pueblo ¿qué hará Jacob? (6)

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Salmo 54 

Plegaria pidiendo protección contra los enemigos

Al músico principal; en Neginot. Masquil de David, cuando vinieron los zifeos y dijeron a Saúl: ¿No está David escondido en nuestra tierra?

54:1  Oh Dios, sálvame por tu nombre,
Y con tu poder defiéndeme.

Oh Dios, oye mi oración;
Escucha las razones de mi boca.

Porque extraños se han levantado contra mí,
Y hombres violentos buscan mi vida;
No han puesto a Dios delante de sí. Selah

He aquí, Dios es el que me ayuda;
El Señor está con los que sostienen mi vida.

El devolverá el mal a mis enemigos;
Córtalos por tu verdad.

Voluntariamente sacrificaré a ti;
Alabaré tu nombre, oh Jehová, porque es bueno.

Porque él me ha librado de toda angustia,
Y mis ojos han visto la ruina de mis enemigos.


1. ¿Quién es mi ayuda? (4)

2. ¿De qué nos ha librado Dios? (7)

 

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Salmo 55 

Plegaria pidiendo la destrucción de enemigos traicioneros

Al músico principal; en Neginot. Masquil de David.

55:1  Escucha, oh Dios, mi oración,
    Y no te escondas de mi súplica.

Está atento, y respóndeme;
Clamo en mi oración, y me conmuevo,

A causa de la voz del enemigo,
Por la opresión del impío;
Porque sobre mí echaron iniquidad,
Y con furor me persiguen.

Mi corazón está dolorido dentro de mí,
Y terrores de muerte sobre mí han caído.

Temor y temblor vinieron sobre mí,
Y terror me ha cubierto.

Y dije: !!Quién me diese alas como de paloma!
Volaría yo, y descansaría.

Ciertamente huiría lejos;
Moraría en el desierto. Selah

Me apresuraría a escapar
Del viento borrascoso, de la tempestad.

Destrúyelos, oh Señor; confunde la lengua de ellos;
Porque he visto violencia y rencilla en la ciudad.

10 Día y noche la rodean sobre sus muros,
E iniquidad y trabajo hay en medio de ella.

11 Maldad hay en medio de ella,
Y el fraude y el engaño no se apartan de sus plazas.

12 Porque no me afrentó un enemigo,
Lo cual habría soportado;
Ni se alzó contra mí el que me aborrecía,
Porque me hubiera ocultado de él;

13 Sino tú, hombre, al parecer íntimo mío,
Mi guía, y mi familiar;

14 Que juntos comunicábamos dulcemente los secretos,
Y andábamos en amistad en la casa de Dios.

15 Que la muerte les sorprenda;
Desciendan vivos al Seol,
Porque hay maldades en sus moradas, en medio de ellos.

16 En cuanto a mí, a Dios clamaré;
Y Jehová me salvará.

17 Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré,
Y él oirá mi voz.

18 El redimirá en paz mi alma de la guerra contra mí,
Aunque contra mí haya muchos.

19 Dios oirá, y los quebrantará luego,
El que permanece desde la antig:uedad;
Por cuanto no cambian,
Ni temen a Dios. Selah

20 Extendió el inicuo sus manos contra los que estaban en paz con él;
Violó su pacto.

21 Los dichos de su boca son más blandos que mantequilla,
Pero guerra hay en su corazón;
Suaviza sus palabras más que el aceite,
Mas ellas son espadas desnudas.

22 Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará;
No dejará para siempre caído al justo.

23 Mas tú, oh Dios, harás descender aquéllos al pozo de perdición.
Los hombres sanguinarios y engañadores no llegarán a la mitad de sus días;
Pero yo en ti confiaré.


1. ¿Por qué el salmista quería tener alas como de paloma? (6)

2. ¿Cuándo pensaba orar el salmista? (17)

3. ¿Sobre quién debe de echar su carga? (22)

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Salmo 56 

Oración de confianza

Al músico principal; sobre La paloma silenciosa en paraje muy distante. Mictam de David, cuando los filisteos le prendieron en Gat.

56:1  Ten misericordia de mí, oh Dios, porque me devoraría el hombre;
Me oprime combatiéndome cada día.

Todo el día mis enemigos me pisotean;
Porque muchos son los que pelean contra mí con soberbia.

En el día que temo,
Yo en ti confío.

En Dios alabaré su palabra;
En Dios he confiado; no temeré;
¿Qué puede hacerme el hombre?

Todos los días ellos pervierten mi causa;
Contra mí son todos sus pensamientos para mal.

Se reúnen, se esconden,
Miran atentamente mis pasos,
Como quienes acechan a mi alma.

Pésalos según su iniquidad, oh Dios,
Y derriba en tu furor a los pueblos.

Mis huidas tú has contado;
Pon mis lágrimas en tu redoma;
¿No están ellas en tu libro?

Serán luego vueltos atrás mis enemigos, el día en que yo clamare;
Esto sé, que Dios está por mí.

10 En Dios alabaré su palabra;
En Jehová su palabra alabaré.

11 En Dios he confiado; no temeré;
¿Qué puede hacerme el hombre?

12 Sobre mí, oh Dios, están tus votos;
Te tributaré alabanzas.

13 Porque has librado mi alma de la muerte,
Y mis pies de caída,
Para que ande delante de Dios
En la luz de los que viven.


1. ¿Qué temía el salmista? (1-13)

2. ¿Qué resultado esperaba el salmista al clamarle a Dios? (9)

 

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Salmo 57 

Plegaria pidiendo ser librado de los perseguidores

(Sal. 108.1-5)

Al músico principal; sobre No destruyas. Mictam de David, cuando huyó de delante de Saúl a la cueva.

57:1  Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí;
Porque en ti ha confiado mi alma,
Y en la sombra de tus alas me ampararé
Hasta que pasen los quebrantos.

Clamaré al Dios Altísimo,
Al Dios que me favorece.

El enviará desde los cielos, y me salvará
De la infamia del que me acosa; Selah
Dios enviará su misericordia y su verdad.

Mi vida está entre leones;
Estoy echado entre hijos de hombres que vomitan llamas;
Sus dientes son lanzas y saetas,
Y su lengua espada aguda.

Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios;
Sobre toda la tierra sea tu gloria.

Red han armado a mis pasos;
Se ha abatido mi alma;
Hoyo han cavado delante de mí;
En medio de él han caído ellos mismos. Selah

Pronto está mi corazón, oh Dios, mi corazón está dispuesto;
Cantaré, y trovaré salmos.

Despierta, alma mía; despierta, salterio y arpa;
Me levantaré de mañana.

Te alabaré entre los pueblos, oh Señor;
Cantaré de ti entre las naciones.

10 Porque grande es hasta los cielos tu misericordia,
Y hasta las nubes tu verdad.

11 Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios;
Sobre toda la tierra sea tu gloria.


1. ¿Cómo quería el salmista que Dios le tratara? (1)

2. ¿Qué dijo el salmista acerca de su corazón? (7)

3. ¿Cuán alto quería exaltar a Dios? (11)

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Salmo 58 

Plegaria pidiendo el castigo de los malos

Al músico principal; sobre No destruyas. Mictam de David.

58:1  Oh congregación, ¿pronunciáis en verdad justicia?
    ¿Juzgáis rectamente, hijos de los hombres?

Antes en el corazón maquináis iniquidades;
Hacéis pesar la violencia de vuestras manos en la tierra.

Se apartaron los impíos desde la matriz;
Se descarriaron hablando mentira desde que nacieron.

Veneno tienen como veneno de serpiente;
Son como el áspid sordo que cierra su oído,

Que no oye la voz de los que encantan,
Por más hábil que el encantador sea.

Oh Dios, quiebra sus dientes en sus bocas;
Quiebra, oh Jehová, las muelas de los leoncillos.

Sean disipados como aguas que corren;
Cuando disparen sus saetas, sean hechas pedazos.

Pasen ellos como el caracol que se deslíe;
Como el que nace muerto, no vean el sol.

Antes que vuestras ollas sientan la llama de los espinos,
Así vivos, así airados, los arrebatará él con tempestad.

10 Se alegrará el justo cuando viere la venganza;
Sus pies lavará en la sangre del impío.

11 Entonces dirá el hombre: Ciertamente hay galardón para el justo;
Ciertamente hay Dios que juzga en la tierra.


1. ¿Cuán pronto se descarrían los impíos? (3)

2. ¿Para quién hay un galardón? (11)

 

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Salmo 59 

Oración pidiendo ser librado de los enemigos

Al músico principal; sobre No destruyas. Mictam de David, cuando envió Saúl, y vigilaron la casa para matarlo.

59:1  Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío;
Ponme a salvo de los que se levantan contra mí.

Líbrame de los que cometen iniquidad,
Y sálvame de hombres sanguinarios.

Porque he aquí están acechando mi vida;
Se han juntado contra mí poderosos.
No por falta mía, ni pecado mío, oh Jehová;

Sin delito mío corren y se aperciben.
Despierta para venir a mi encuentro, y mira.

Y tú, Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel,
Despierta para castigar a todas las naciones;
No tengas misericordia de todos los que se rebelan con iniquidad. Selah

Volverán a la tarde, ladrarán como perros,
Y rodearán la ciudad.

He aquí proferirán con su boca;
Espadas hay en sus labios,
Porque dicen: ¿Quién oye?

Mas tú, Jehová, te reirás de ellos;
Te burlarás de todas las naciones.

A causa del poder del enemigo esperaré en ti,
Porque Dios es mi defensa.

10 El Dios de mi misericordia irá delante de mí;
Dios hará que vea en mis enemigos mi deseo.

11 No los mates, para que mi pueblo no olvide;
Dispérsalos con tu poder, y abátelos,
Oh Jehová, escudo nuestro.

12 Por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios,
Sean ellos presos en su soberbia,
Y por la maldición y mentira que profieren.

13 Acábalos con furor, acábalos, para que no sean;
Y sépase que Dios gobierna en Jacob
Hasta los fines de la tierra. Selah

14 Vuelvan, pues, a la tarde, y ladren como perros,
Y rodeen la ciudad.

15 Anden ellos errantes para hallar qué comer;
Y si no se sacian, pasen la noche quejándose.

16 Pero yo cantaré de tu poder,
Y alabaré de mañana tu misericordia;
Porque has sido mi amparo
Y refugio en el día de mi angustia.

17 Fortaleza mía, a ti cantaré;
Porque eres, oh Dios, mi refugio, el Dios de mi misericordia.


1. ¿De quién deseaba el salmista liberación? (1-2)

2. ¿Quién era la defensa para el salmista? (1-17)

Answers to Study Questions only in English

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Salmo 60 

Plegaria pidiendo ayuda contra el enemigo

(Sal. 108.6-13)

Al músico principal; sobre Lirios. Testimonio. Mictam de David, para enseñar, cuando tuvo guerra contra Aram-Naharaim y contra Aram de Soba, y volvió Joab, y destrozó a doce mil de Edom en el valle de la Sal.

60:1  Oh Dios, tú nos has desechado, nos quebrantaste;
Te has airado; !!vuélvete a nosotros!

Hiciste temblar la tierra, la has hendido;
Sana sus roturas, porque titubea.

Has hecho ver a tu pueblo cosas duras;
Nos hiciste beber vino de aturdimiento.

Has dado a los que te temen bandera
Que alcen por causa de la verdad. Selah

Para que se libren tus amados,
Salva con tu diestra, y óyeme.

Dios ha dicho en su santuario: Yo me alegraré;
Repartiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot.

Mío es Galaad, y mío es Manasés;
Y Efraín es la fortaleza de mi cabeza;
Judá es mi legislador.

Moab, vasija para lavarme;
Sobre Edom echaré mi calzado;
Me regocijaré sobre Filistea.

¿Quién me llevará a la ciudad fortificada?
¿Quién me llevará hasta Edom?

10 ¿No serás tú, oh Dios, que nos habías desechado,
Y no salías, oh Dios, con nuestros ejércitos?

11 Danos socorro contra el enemigo,
Porque vana es la ayuda de los hombres.

12 En Dios haremos proezas,
Y él hollará a nuestros enemigos.


1. ¿A quiénes fue dado una bandera? (4)

2. ¿Qué cosa es vana? (11)

3. ¿Qué cosas podemos hacer en Dios? (12)

 

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Salmo 61 . 

Confianza en la protección de Dios

Al músico principal; sobre Neginot. Salmo de David.

61:1  Oye, oh Dios, mi clamor;
    A mi oración atiende.

Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmayare.
Llévame a la roca que es más alta que yo,

Porque tú has sido mi refugio,
Y torre fuerte delante del enemigo.

Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre;
Estaré seguro bajo la cubierta de tus alas. Selah

Porque tú, oh Dios, has oído mis votos;
Me has dado la heredad de los que temen tu nombre.

Días sobre días añadirás al rey;
Sus años serán como generación y generación.

Estará para siempre delante de Dios;
Prepara misericordia y verdad para que lo conserven.

Así cantaré tu nombre para siempre,
Pagando mis votos cada día.


1. ¿Dónde quería ser llevado el salmista cuándo su corazón desmayaba? (2)

 

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Salmo 62  

Dios, el único refugio

Al músico principal; a Jedutún. Salmo de David.

62:1  En Dios solamente está acallada mi alma;
    De él viene mi salvación.

El solamente es mi roca y mi salvación;
Es mi refugio, no resbalaré mucho.

¿Hasta cuándo maquinaréis contra un hombre,
Tratando todos vosotros de aplastarle
Como pared desplomada y como cerca derribada?

Solamente consultan para arrojarle de su grandeza.
Aman la mentira;
Con su boca bendicen, pero maldicen en su corazón. Selah

Alma mía, en Dios solamente reposa,
Porque de él es mi esperanza.

El solamente es mi roca y mi salvación.
Es mi refugio, no resbalaré.

En Dios está mi salvación y mi gloria;
En Dios está mi roca fuerte, y mi refugio.

Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos;
Derramad delante de él vuestro corazón;
Dios es nuestro refugio. Selah

Por cierto, vanidad son los hijos de los hombres, mentira los hijos de varón;
Pesándolos a todos igualmente en la balanza,
Serán menos que nada.

10 No confiéis en la violencia,
Ni en la rapiña; no os envanezcáis;
Si se aumentan las riquezas, no pongáis el corazón en ellas.

11 Una vez habló Dios;
Dos veces he oído esto:
Que de Dios es el poder,

12 Y tuya, oh Señor, es la misericordia;
Porque tú pagas a cada uno conforme a su obra.


1. ¿Cuál versículo se repite dos veces en este salmo? (1-12)

2. ¿Qué debemos hacer en todo tiempo? (8)

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Salmo 63 

Dios, satisfacción del alma

Salmo de David, cuando estaba en el desierto de Judá.

63:1  Dios, Dios mío eres tú;
    De madrugada te buscaré;
    Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela,
    En tierra seca y árida donde no hay aguas,

Para ver tu poder y tu gloria,
Así como te he mirado en el santuario.

Porque mejor es tu misericordia que la vida;
Mis labios te alabarán.

Así te bendeciré en mi vida;
En tu nombre alzaré mis manos.

Como de meollo y de grosura será saciada mi alma,
Y con labios de júbilo te alabará mi boca,

Cuando me acuerde de ti en mi lecho,
Cuando medite en ti en las vigilias de la noche.

Porque has sido mi socorro,
Y así en la sombra de tus alas me regocijaré.

Está mi alma apegada a ti;
Tu diestra me ha sostenido.

Pero los que para destrucción buscaron mi alma
Caerán en los sitios bajos de la tierra.

10 Los destruirán a filo de espada;
Serán porción de los chacales.

11 Pero el rey se alegrará en Dios;
Será alabado cualquiera que jura por él;
Porque la boca de los que hablan mentira será cerrada.


1. ¿Cuándo debemos buscarle a Dios? (1)

2. ¿Qué cosa es mejor que la vida? (3)

 

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Salmo 64 

Plegaria pidiendo protección contra enemigos ocultos

Al músico principal. Salmo de David.

64:1  Escucha, oh Dios, la voz de mi queja;
    Guarda mi vida del temor del enemigo.

Escóndeme del consejo secreto de los malignos,
De la conspiración de los que hacen iniquidad,

Que afilan como espada su lengua;
Lanzan cual saeta suya, palabra amarga,

Para asaetear a escondidas al íntegro;
De repente lo asaetean, y no temen.

Obstinados en su inicuo designio,
Tratan de esconder los lazos,
Y dicen: ¿Quién los ha de ver?

Inquieren iniquidades, hacen una investigación exacta;
Y el íntimo pensamiento de cada uno de ellos, así como su corazón, es profundo.

Mas Dios los herirá con saeta;
De repente serán sus plagas.

Sus propias lenguas los harán caer;
Se espantarán todos los que los vean.

Entonces temerán todos los hombres,
Y anunciarán la obra de Dios,
Y entenderán sus hechos.

10 Se alegrará el justo en Jehová, y confiará en él;
Y se gloriarán todos los rectos de corazón.


1. ¿De qué quería esconderse el salmista? (2)

2. ¿Qué hará el justo? (10)

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Salmo 65  

La generosidad de Dios en la naturaleza

Al músico principal. Salmo. Cántico de David.

65:1  Tuya es la alabanza en Sion, oh Dios,
    Y a ti se pagarán los votos.

Tú oyes la oración;
A ti vendrá toda carne.

Las iniquidades prevalecen contra mí;
Mas nuestras rebeliones tú las perdonarás.

Bienaventurado el que tú escogieres y atrajeres a ti,
Para que habite en tus atrios;
Seremos saciados del bien de tu casa,
De tu santo templo.

Con tremendas cosas nos responderás tú en justicia,
Oh Dios de nuestra salvación,
Esperanza de todos los términos de la tierra,
Y de los más remotos confines del mar.

Tú, el que afirma los montes con su poder,
Ceñido de valentía;

El que sosiega el estruendo de los mares, el estruendo de sus ondas,
Y el alboroto de las naciones.

Por tanto, los habitantes de los fines de la tierra temen de tus maravillas.
Tú haces alegrar las salidas de la mañana y de la tarde.

Visitas la tierra, y la riegas;
En gran manera la enriqueces;
Con el río de Dios, lleno de aguas,
Preparas el grano de ellos, cuando así la dispones.

10 Haces que se empapen sus surcos,
Haces descender sus canales;
La ablandas con lluvias,
Bendices sus renuevos.

11 Tú coronas el año con tus bienes,
Y tus nubes destilan grosura.

12 Destilan sobre los pastizales del desierto,
Y los collados se ciñen de alegría.

13 Se visten de manadas los llanos,
Y los valles se cubren de grano;
Dan voces de júbilo, y aun cantan.


1. ¿Quién orará? (2)

2. ¿Con qué corona Dios el año? (11)

 

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Salmo 66 

Alabanza por los hechos poderosos de Dios

Al músico principal. Cántico. Salmo.

66:1  Aclamad a Dios con alegría, toda la tierra.

Cantad la gloria de su nombre;
Poned gloria en su alabanza.

Decid a Dios: !!Cuán asombrosas son tus obras!
Por la grandeza de tu poder se someterán a ti tus enemigos.

Toda la tierra te adorará,
Y cantará a ti;
Cantarán a tu nombre. Selah

Venid, y ved las obras de Dios,
Temible en hechos sobre los hijos de los hombres.

Volvió el mar en seco;
Por el río pasaron a pie;
Allí en él nos alegramos.

El señorea con su poder para siempre;
Sus ojos atalayan sobre las naciones;
Los rebeldes no serán enaltecidos. Selah

Bendecid, pueblos, a nuestro Dios,
Y haced oír la voz de su alabanza.

El es quien preservó la vida a nuestra alma,
Y no permitió que nuestros pies resbalasen.

10 Porque tú nos probaste, oh Dios;
Nos ensayaste como se afina la plata.

11 Nos metiste en la red;
Pusiste sobre nuestros lomos pesada carga.

12 Hiciste cabalgar hombres sobre nuestra cabeza;
Pasamos por el fuego y por el agua,
Y nos sacaste a abundancia.

13 Entraré en tu casa con holocaustos;
Te pagaré mis votos,

14 Que pronunciaron mis labios
Y habló mi boca, cuando estaba angustiado.

15 Holocaustos de animales engordados te ofreceré,
Con sahumerio de carneros;
Te ofreceré en sacrificio bueyes y machos cabríos. Selah

16 Venid, oíd todos los que teméis a Dios,
Y contaré lo que ha hecho a mi alma.

17 A él clamé con mi boca,
Y fue exaltado con mi lengua.

18 Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad,
El Señor no me habría escuchado.

19 Mas ciertamente me escuchó Dios;
Atendió a la voz de mi súplica.

20 Bendito sea Dios,
Que no echó de sí mi oración, ni de mí su misericordia.


1. ¿Qué debe de hacer toda la tierra? (4)

2. ¿Cómo nos ha probado y ensayado Dios? (10)

3. ¿Cuándo no nos oye Dios? (18)

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Salmo 67 

Exhortación a las naciones, para que alaben a Dios

Al músico principal; en Neginot. Salmo. Cántico.

67:1  Dios tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga;
    Haga resplandecer su rostro sobre nosotros; Selah

Para que sea conocido en la tierra tu camino,
En todas las naciones tu salvación.

Te alaben los pueblos, oh Dios;
Todos los pueblos te alaben.

Alégrense y gócense las naciones,
Porque juzgarás los pueblos con equidad,
Y pastorearás las naciones en la tierra. Selah

Te alaben los pueblos, oh Dios;
Todos los pueblos te alaben.

La tierra dará su fruto;
Nos bendecirá Dios, el Dios nuestro.

Bendíganos Dios,
Y témanlo todos los términos de la tierra.


1. ¿Cuál versículo se repite en este salmo? (1-7)

2. ¿Dónde quería el salmista que el camino de Dios fuera conocido? (2)

 

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Salmo 68 

El Dios del Sinaí y del santuario

Al músico principal. Salmo de David. Cántico.

68:1  Levántese Dios, sean esparcidos sus enemigos,
    Y huyan de su presencia los que le aborrecen.

Como es lanzado el humo, los lanzarás;
Como se derrite la cera delante del fuego,
Así perecerán los impíos delante de Dios.

Mas los justos se alegrarán; se gozarán delante de Dios,
Y saltarán de alegría.

Cantad a Dios, cantad salmos a su nombre;
Exaltad al que cabalga sobre los cielos.
JAH es su nombre; alegraos delante de él.

Padre de huérfanos y defensor de viudas
Es Dios en su santa morada.

Dios hace habitar en familia a los desamparados;
Saca a los cautivos a prosperidad;
Mas los rebeldes habitan en tierra seca.

Oh Dios, cuando tú saliste delante de tu pueblo,
Cuando anduviste por el desierto, Selah

La tierra tembló;
También destilaron los cielos ante la presencia de Dios;
Aquel Sinaí tembló delante de Dios, del Dios de Israel.

Abundante lluvia esparciste, oh Dios;
A tu heredad exhausta tú la reanimaste.

10 Los que son de tu grey han morado en ella;
Por tu bondad, oh Dios, has provisto al pobre.

11 El Señor daba palabra;
Había grande multitud de las que llevaban buenas nuevas.

12 Huyeron, huyeron reyes de ejércitos,
Y las que se quedaban en casa repartían los despojos.

13 Bien que fuisteis echados entre los tiestos,
Seréis como alas de paloma cubiertas de plata,
Y sus plumas con amarillez de oro.

14 Cuando esparció el Omnipotente los reyes allí,
Fue como si hubiese nevado en el monte Salmón.

15 Monte de Dios es el monte de Basán;
Monte alto el de Basán.

16 ¿Por qué observáis, oh montes altos,
Al monte que deseó Dios para su morada?
Ciertamente Jehová habitará en él para siempre.

17 Los carros de Dios se cuentan por veintenas de millares de millares;
El Señor viene del Sinaí a su santuario.

18 Subiste a lo alto, cautivaste la cautividad,
Tomaste dones para los hombres,
Y también para los rebeldes, para que habite entre ellos JAH Dios.

19 Bendito el Señor; cada día nos colma de beneficios
El Dios de nuestra salvación. Selah

20 Dios, nuestro Dios ha de salvarnos,
Y de Jehová el Señor es el librar de la muerte.

21 Ciertamente Dios herirá la cabeza de sus enemigos,
La testa cabelluda del que camina en sus pecados.

22 El Señor dijo: De Basán te haré volver;
Te haré volver de las profundidades del mar;

23 Porque tu pie se enrojecerá de sangre de tus enemigos,
Y de ella la lengua de tus perros.

24 Vieron tus caminos, oh Dios;
Los caminos de mi Dios, de mi Rey, en el santuario.

25 Los cantores iban delante, los músicos detrás;
En medio las doncellas con panderos.

26 Bendecid a Dios en las congregaciones;
Al Señor, vosotros de la estirpe de Israel.

27 Allí estaba el joven Benjamín, señoreador de ellos,
Los príncipes de Judá en su congregación,
Los príncipes de Zabulón, los príncipes de Neftalí.

28 Tu Dios ha ordenado tu fuerza;
Confirma, oh Dios, lo que has hecho para nosotros.

29 Por razón de tu templo en Jerusalén
Los reyes te ofrecerán dones.

30 Reprime la reunión de gentes armadas,
La multitud de toros con los becerros de los pueblos,
Hasta que todos se sometan con sus piezas de plata;
Esparce a los pueblos que se complacen en la guerra.

31 Vendrán príncipes de Egipto;
Etiopía se apresurará a extender sus manos hacia Dios.

32 Reinos de la tierra, cantad a Dios,
Cantad al Señor; Selah

33 Al que cabalga sobre los cielos de los cielos, que son desde la antig:uedad;
He aquí dará su voz, poderosa voz.

34 Atribuid poder a Dios;
Sobre Israel es su magnificencia,
Y su poder está en los cielos.

35 Temible eres, oh Dios, desde tus santuarios;
El Dios de Israel, él da fuerza y vigor a su pueblo.
Bendito sea Dios.


1. ¿Que se levante quién? (1)

2. ¿Dónde viven los rebeldes? (6)

3. ¿Quién proclamó la palabra que dio el Señor? (11)

4. ¿Qué hace Jehová diariamente para nosotros? (19)

5. ¿Qué le da el Señor Dios de Israel a su pueblo? (35)

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Salmo 69 

Un grito de angustia

Al músico principal; sobre Lirios. Salmo de David.

69:1  Sálvame, oh Dios,
    Porque las aguas han entrado hasta el alma.

Estoy hundido en cieno profundo, donde no puedo hacer pie;
He venido a abismos de aguas, y la corriente me ha anegado.

Cansado estoy de llamar; mi garganta se ha enronquecido;
Han desfallecido mis ojos esperando a mi Dios.

Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza los que me aborrecen sin causa;
Se han hecho poderosos mis enemigos, los que me destruyen sin tener por qué.
¿Y he de pagar lo que no robé?

Dios, tú conoces mi insensatez,
Y mis pecados no te son ocultos.

No sean avergonzados por causa mía los que en ti confían, oh Señor Jehová de los ejércitos;
No sean confundidos por mí los que te buscan, oh Dios de Israel.

Porque por amor de ti he sufrido afrenta;
Confusión ha cubierto mi rostro.

Extraño he sido para mis hermanos,
Y desconocido para los hijos de mi madre.

Porque me consumió el celo de tu casa;
Y los denuestos de los que te vituperaban cayeron sobre mí.

10 Lloré afligiendo con ayuno mi alma,
Y esto me ha sido por afrenta.

11 Puse además cilicio por mi vestido,
Y vine a serles por proverbio.

12 Hablaban contra mí los que se sentaban a la puerta,
Y me zaherían en sus canciones los bebedores.

13 Pero yo a ti oraba, oh Jehová, al tiempo de tu buena voluntad;
Oh Dios, por la abundancia de tu misericordia,
Por la verdad de tu salvación, escúchame.

14 Sácame del lodo, y no sea yo sumergido;
Sea yo libertado de los que me aborrecen, y de lo profundo de las aguas.

15 No me anegue la corriente de las aguas,
Ni me trague el abismo,
Ni el pozo cierre sobre mí su boca.

16 Respóndeme, Jehová, porque benigna es tu misericordia;
Mírame conforme a la multitud de tus piedades.

17 No escondas de tu siervo tu rostro,
Porque estoy angustiado; apresúrate, óyeme.

18 Acércate a mi alma, redímela;
Líbrame a causa de mis enemigos.

19 Tú sabes mi afrenta, mi confusión y mi oprobio;
Delante de ti están todos mis adversarios.

20 El escarnio ha quebrantado mi corazón, y estoy acongojado.
Esperé quien se compadeciese de mí, y no lo hubo;
Y consoladores, y ninguno hallé.

21 Me pusieron además hiel por comida,
Y en mi sed me dieron a beber vinagre.

22 Sea su convite delante de ellos por lazo,
Y lo que es para bien, por tropiezo.

23 Sean oscurecidos sus ojos para que no vean,
Y haz temblar continuamente sus lomos.

24 Derrama sobre ellos tu ira,
Y el furor de tu enojo los alcance.

25 Sea su palacio asolado;
En sus tiendas no haya morador.

26 Porque persiguieron al que tú heriste,
Y cuentan del dolor de los que tú llagaste.

27 Pon maldad sobre su maldad,
Y no entren en tu justicia.

28 Sean raídos del libro de los vivientes,
Y no sean escritos entre los justos.

29 Mas a mí, afligido y miserable,
Tu salvación, oh Dios, me ponga en alto.

30 Alabaré yo el nombre de Dios con cántico,
Lo exaltaré con alabanza.

31 Y agradará a Jehová más que sacrificio de buey,
O becerro que tiene cuernos y pezuñas;

32 Lo verán los oprimidos, y se gozarán.
Buscad a Dios, y vivirá vuestro corazón,

33 Porque Jehová oye a los menesterosos,
Y no menosprecia a sus prisioneros.

34 Alábenle los cielos y la tierra,
Los mares, y todo lo que se mueve en ellos.

35 Porque Dios salvará a Sion, y reedificará las ciudades de Judá;
Y habitarán allí, y la poseerán.

36 La descendencia de sus siervos la heredará,
Y los que aman su nombre habitarán en ella.


1. ¿Qué cosa profetizado en este salmo cumplió Jesús? (1-36)

2. ¿Qué cosas no se esconden de Dios? (5)

 

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Salmo 70  

Súplica por la liberación

(Sal. 40.13-17)

Al músico principal. Salmo de David, para conmemorar.

70:1  Oh Dios, acude a librarme;
    Apresúrate, oh Dios, a socorrerme.

Sean avergonzados y confundidos
Los que buscan mi vida;
Sean vueltos atrás y avergonzados
Los que mi mal desean.

Sean vueltos atrás, en pago de su afrenta hecha,
Los que dicen: !!Ah! !!Ah!

Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan,
Y digan siempre los que aman tu salvación:
Engrandecido sea Dios.

Yo estoy afligido y menesteroso;
Apresúrate a mí, oh Dios.
Ayuda mía y mi libertador eres tú;
Oh Jehová, no te detengas.


1. ¿Qué dirán continuamente los que aman la salvación de Dios? (4)

Answers to Study Questions

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Salmo 71   

Oración de un anciano

71:1  En ti, oh Jehová, me he refugiado;
    No sea yo avergonzado jamás.

Socórreme y líbrame en tu justicia;
Inclina tu oído y sálvame.

Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente.
Tú has dado mandamiento para salvarme,
Porque tú eres mi roca y mi fortaleza.

Dios mío, líbrame de la mano del impío,
De la mano del perverso y violento.

Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza,
Seguridad mía desde mi juventud.

En ti he sido sustentado desde el vientre;
De las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó;
De ti será siempre mi alabanza.

Como prodigio he sido a muchos,
Y tú mi refugio fuerte.

Sea llena mi boca de tu alabanza,
De tu gloria todo el día.

No me deseches en el tiempo de la vejez;
Cuando mi fuerza se acabare, no me desampares.

10 Porque mis enemigos hablan de mí,
Y los que acechan mi alma consultaron juntamente,

11 Diciendo: Dios lo ha desamparado;
Perseguidle y tomadle, porque no hay quien le libre.

12 Oh Dios, no te alejes de mí;
Dios mío, acude pronto en mi socorro.

13 Sean avergonzados, perezcan los adversarios de mi alma;
Sean cubiertos de verg:uenza y de confusión los que mi mal buscan.

14 Mas yo esperaré siempre,
Y te alabaré más y más.

15 Mi boca publicará tu justicia
Y tus hechos de salvación todo el día,
Aunque no sé su número.

16 Vendré a los hechos poderosos de Jehová el Señor;
Haré memoria de tu justicia, de la tuya sola.

17 Oh Dios, me enseñaste desde mi juventud,
Y hasta ahora he manifestado tus maravillas.

18 Aun en la vejez y las canas, oh Dios, no me desampares,
Hasta que anuncie tu poder a la posteridad,
Y tu potencia a todos los que han de venir,

19 Y tu justicia, oh Dios, hasta lo excelso.
Tú has hecho grandes cosas;
Oh Dios, ¿quién como tú?

20 Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males,
Volverás a darme vida,
Y de nuevo me levantarás de los abismos de la tierra.

21 Aumentarás mi grandeza,
Y volverás a consolarme.

22 Asimismo yo te alabaré con instrumento de salterio,
Oh Dios mío; tu verdad cantaré a ti en el arpa,
Oh Santo de Israel.

23 Mis labios se alegrarán cuando cante a ti,
Y mi alma, la cual redimiste.

24 Mi lengua hablará también de tu justicia todo el día;
Por cuanto han sido avergonzados, porque han sido confundidos los que mi mal procuraban.


1. ¿Cómo miraba a Dios el salmista? (1-24)

2. ¿Qué deseaba hacer el salmista en su vejez? (18)

 

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Salmo 72  

El reino de un rey justo

Para Salomón.

72:1  Oh Dios, da tus juicios al rey,
    Y tu justicia al hijo del rey.

El juzgará a tu pueblo con justicia,
Y a tus afligidos con juicio.

Los montes llevarán paz al pueblo,
Y los collados justicia.

Juzgará a los afligidos del pueblo,
Salvará a los hijos del menesteroso,
Y aplastará al opresor.

Te temerán mientras duren el sol
Y la luna, de generación en generación.

Descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada;
Como el rocío que destila sobre la tierra.

Florecerá en sus días justicia,
Y muchedumbre de paz, hasta que no haya luna.

Dominará de mar a mar,
Y desde el río hasta los confines de la tierra.

Ante él se postrarán los moradores del desierto,
Y sus enemigos lamerán el polvo.

10 Los reyes de Tarsis y de las costas traerán presentes;
Los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán dones.

11 Todos los reyes se postrarán delante de él;
Todas las naciones le servirán.

12 Porque él librará al menesteroso que clamare,
Y al afligido que no tuviere quien le socorra.

13 Tendrá misericordia del pobre y del menesteroso,
Y salvará la vida de los pobres.

14 De engaño y de violencia redimirá sus almas,
Y la sangre de ellos será preciosa ante sus ojos.

15 Vivirá, y se le dará del oro de Sabá,
Y se orará por él continuamente;
Todo el día se le bendecirá.

16 Será echado un puñado de grano en la tierra, en las cumbres de los montes;
Su fruto hará ruido como el Líbano,
Y los de la ciudad florecerán como la hierba de la tierra.

17 Será su nombre para siempre,
Se perpetuará su nombre mientras dure el sol.
Benditas serán en él todas las naciones;
Lo llamarán bienaventurado.

18 Bendito Jehová Dios, el Dios de Israel,
El único que hace maravillas.

19 Bendito su nombre glorioso para siempre,
Y toda la tierra sea llena de su gloria.
Amén y Amén.

20 Aquí terminan las oraciones de David, hijo de Isaí. 


1. ¿Qué categoría de gente en particular se beneficiarían a las manos del hijo del rey? (1-20)

2. ¿Quién es el único que hace maravillas? (18-19)

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ms LIBRO III

Salmo 73 

El destino de los malos

Salmo de Asaf.

73:1  Ciertamente es bueno Dios para con Israel,
    Para con los limpios de corazón.

En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies;
Por poco resbalaron mis pasos.

Porque tuve envidia de los arrogantes,
Viendo la prosperidad de los impíos.

Porque no tienen congojas por su muerte,
Pues su vigor está entero.

No pasan trabajos como los otros mortales,
Ni son azotados como los demás hombres.

Por tanto, la soberbia los corona;
Se cubren de vestido de violencia.

Los ojos se les saltan de gordura;
Logran con creces los antojos del corazón.

Se mofan y hablan con maldad de hacer violencia;
Hablan con altanería.

Ponen su boca contra el cielo,
Y su lengua pasea la tierra.

10 Por eso Dios hará volver a su pueblo aquí,
Y aguas en abundancia serán extraídas para ellos.

11 Y dicen: ¿Cómo sabe Dios?
¿Y hay conocimiento en el Altísimo?

12 He aquí estos impíos,
Sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas.

13 Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón,
Y lavado mis manos en inocencia;

14 Pues he sido azotado todo el día,
Y castigado todas las mañanas.

15 Si dijera yo: Hablaré como ellos,
He aquí, a la generación de tus hijos engañaría.

16 Cuando pensé para saber esto,
Fue duro trabajo para mí,

17 Hasta que entrando en el santuario de Dios,
Comprendí el fin de ellos.

18 Ciertamente los has puesto en deslizaderos;
En asolamientos los harás caer.

19 !!Cómo han sido asolados de repente!
Perecieron, se consumieron de terrores.

20 Como sueño del que despierta,
Así, Señor, cuando despertares, menospreciarás su apariencia.

21 Se llenó de amargura mi alma,
Y en mi corazón sentía punzadas.

22 Tan torpe era yo, que no entendía;
Era como una bestia delante de ti.

23 Con todo, yo siempre estuve contigo;
Me tomaste de la mano derecha.

24 Me has guiado según tu consejo,
Y después me recibirás en gloria.

25 ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti?
Y fuera de ti nada deseo en la tierra.

26 Mi carne y mi corazón desfallecen;
Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.

27 Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán;
Tú destruirás a todo aquel que de ti se aparta.

28 Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien;
He puesto en Jehová el Señor mi esperanza,
Para contar todas tus obras.


1. ¿Por qué razón casi se deslizaron los pies del salmista? (3-5)

2. ¿Qué le hizo al salmista volver  al pensamiento correcto? (17)

3. ¿A quién deseaba el salmista? (25)

 

 

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Salmo 74 .  

Apelación a Dios en contra del enemigo

Masquil de Asaf.

74:1 ¿Por qué, oh Dios, nos has desechado para siempre?
    ¿Por qué se ha encendido tu furor contra las ovejas de tu prado?

Acuérdate de tu congregación, la que adquiriste desde tiempos antiguos,
La que redimiste para hacerla la tribu de tu herencia;
Este monte de Sion, donde has habitado.

Dirige tus pasos a los asolamientos eternos,
A todo el mal que el enemigo ha hecho en el santuario.

Tus enemigos vociferan en medio de tus asambleas;
Han puesto sus divisas por señales.

Se parecen a los que levantan
El hacha en medio de tupido bosque.

Y ahora con hachas y martillos
Han quebrado todas sus entalladuras.

Han puesto a fuego tu santuario,
Han profanado el tabernáculo de tu nombre, echándolo a tierra.

Dijeron en su corazón: Destruyámoslos de una vez;
Han quemado todas las sinagogas de Dios en la tierra.

No vemos ya nuestras señales;
No hay más profeta,
Ni entre nosotros hay quien sepa hasta cuándo.

10 ¿Hasta cuándo, oh Dios, nos afrentará el angustiador?
¿Ha de blasfemar el enemigo perpetuamente tu nombre?

11 ¿Por qué retraes tu mano?
¿Por qué escondes tu diestra en tu seno?

12 Pero Dios es mi rey desde tiempo antiguo;
El que obra salvación en medio de la tierra.

13 Dividiste el mar con tu poder;
Quebrantaste cabezas de monstruos en las aguas.

14 Magullaste las cabezas del leviatán,
Y lo diste por comida a los moradores del desierto.

15 Abriste la fuente y el río;
Secaste ríos impetuosos.

16 Tuyo es el día, tuya también es la noche;
Tú estableciste la luna y el sol.

17 Tú fijaste todos los términos de la tierra;
El verano y el invierno tú los formaste.

18 Acuérdate de esto: que el enemigo ha afrentado a Jehová,
Y pueblo insensato ha blasfemado tu nombre.

19 No entregues a las fieras el alma de tu tórtola,
Y no olvides para siempre la congregación de tus afligidos.

20 Mira al pacto,
Porque los lugares tenebrosos de la tierra están llenos de habitaciones de violencia.

21 No vuelva avergonzado el abatido;
El afligido y el menesteroso alabarán tu nombre.

22 Levántate, oh Dios, aboga tu causa;
Acuérdate de cómo el insensato te injuria cada día.

23 No olvides las voces de tus enemigos;
El alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.


1. ¿Qué quería el salmista que Dios recordara? (1-23)

2. ¿Qué cosas le pertenecen a Dios? (16-17)

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Salmo 75 

Dios abate al malo y exalta al justo

Al músico principal; sobre No destruyas. Salmo de Asaf.

Cántico.

75  Gracias te damos, oh Dios, gracias te damos,
Pues cercano está tu nombre;
Los hombres cuentan tus maravillas.

Al tiempo que señalaré
Yo juzgaré rectamente.

Se arruinaban la tierra y sus moradores;
Yo sostengo sus columnas. Selah

Dije a los insensatos: No os infatuéis;
Y a los impíos: No os enorgullezcáis;

No hagáis alarde de vuestro poder;
No habléis con cerviz erguida.

Porque ni de oriente ni de occidente,
Ni del desierto viene el enaltecimiento.

Mas Dios es el juez;
A éste humilla, y a aquél enaltece.

Porque el cáliz está en la mano de Jehová, y el vino está fermentado,
Lleno de mistura; y él derrama del mismo;
Hasta el fondo lo apurarán, y lo beberán todos los impíos de la tierra.

Pero yo siempre anunciaré
Y cantaré alabanzas al Dios de Jacob.

10 Quebrantaré todo el poderío de los pecadores,
Pero el poder del justo será exaltado.

 

1. ¿De dónde viene la enaltecimiento? (6-7)

 

Gracias a Tom Bogle por traducir.

 

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