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preguntas de estudio relacionadas.
Capítulo 25
Mayo 28 -
Hechos 25 |
25:1
Llegado, pues, Festo a la provincia, subió de Cesarea a Jerusalén
tres días después.
2 Y los principales
sacerdotes y los más influyentes de los judíos se presentaron ante
él contra Pablo, y le rogaron,
3 pidiendo contra él, como
gracia, que le hiciese traer a Jerusalén; preparando ellos una
celada para matarle en el camino.
4 Pero Festo respondió que
Pablo estaba custodiado en Cesarea, adonde él mismo partiría en
breve.
5 Los que de vosotros
puedan, dijo, desciendan conmigo, y si hay algún crimen en este
hombre, acúsenle.
6 Y deteniéndose entre
ellos no más de ocho o diez días, venido a Cesarea, al siguiente
día se sentó en el tribunal, y mandó que fuese traído Pablo.
7 Cuando éste llegó, lo
rodearon los judíos que habían venido de Jerusalén, presentando
contra él muchas y graves acusaciones, las cuales no podían probar;
8 alegando Pablo en su
defensa: Ni contra la ley de los judíos, ni contra el templo, ni
contra César he pecado en nada.
9 Pero Festo, queriendo
congraciarse con los judíos, respondiendo a Pablo dijo: ¿Quieres
subir a Jerusalén, y allá ser juzgado de estas cosas delante de mí?
10 Pablo dijo: Ante el
tribunal de César estoy, donde debo ser juzgado. A los judíos no
les he hecho ningún agravio, como tú sabes muy bien.
11 Porque si algún agravio,
o cosa alguna digna de muerte he hecho, no rehúso morir; pero si
nada hay de las cosas de que éstos me acusan, nadie puede
entregarme a ellos. A César apelo.
12 Entonces Festo,
habiendo hablado con el consejo, respondió: A César has apelado; a
César irás.
13 Pasados algunos días, el
rey Agripa y Berenice vinieron a Cesarea para saludar a Festo.
14 Y como estuvieron allí
muchos días, Festo expuso al rey la causa de Pablo, diciendo: Un
hombre ha sido dejado preso por Félix,
15 respecto al cual,
cuando fui a Jerusalén, se me presentaron los principales
sacerdotes y los ancianos de los judíos, pidiendo condenación
contra él.
16 A éstos respondí que no
es costumbre de los romanos entregar alguno a la muerte antes que
el acusado tenga delante a sus acusadores, y pueda defenderse de
la acusación.
17 Así que, habiendo
venido ellos juntos acá, sin ninguna dilación, al día siguiente,
sentado en el tribunal, mandé traer al hombre.
18 Y estando presentes los
acusadores, ningún cargo presentaron de los que yo sospechaba,
19 sino que tenían contra
él ciertas cuestiones acerca de su religión, y de un cierto Jesús,
ya muerto, el que Pablo afirmaba estar vivo.
20 Yo, dudando en cuestión
semejante, le pregunté si quería ir a Jerusalén y allá ser juzgado
de estas cosas.
21 Mas como Pablo apeló
para que se le reservase para el conocimiento de Augusto, mandé
que le custodiasen hasta que le enviara yo a César.
22 Entonces Agripa dijo a
Festo: Yo también quisiera oír a ese hombre. Y él le dijo: Mañana
le oirás.
23 Al otro día, viniendo
Agripa y Berenice con mucha pompa, y entrando en la audiencia con
los tribunos y principales hombres de la ciudad, por mandato de
Festo fue traído Pablo.
24 Entonces Festo dijo:
Rey Agripa, y todos los varones que estáis aquí juntos con
nosotros, aquí tenéis a este hombre, respecto del cual toda la
multitud de los judíos me ha demandado en Jerusalén y aquí, dando
voces que no debe vivir más.
25 Pero yo, hallando que
ninguna cosa digna de muerte ha hecho, y como él mismo apeló a
Augusto, he determinado enviarle a él.
26 Como no tengo cosa
cierta que escribir a mi señor, le he traído ante vosotros, y
mayormente ante ti, oh rey Agripa, para que después de examinarle,
tenga yo qué escribir.
27 Porque me parece fuera
de razón enviar un preso, y no informar de los cargos que haya en
su contra.
|
1. ¿Porqué querían los judios que mandaran a Pablo a Jerusalén?
(3)
2. ¿Cómo respondió Pablo cuando Festo le preguntó si quería ir a
Jerusalén a ser juzgado? (9-10)
3. ¿A quién apeló Pablo? (11-12)
4. ¿Quién vino a Cesarea a saludar a Festo? (13)
5. ¿Qué fue lo que Agripa acordó hacer? (22)
6. ¿Porqué quería Festo que Agripa examinara a Pablo? (23-27)
Preguntas de Discusión del Capítulo 25
-
¿Cómo se maneja usted cuando es falsamente
acusado?
-
¿Porqué cree ested que Pablo apeló al Cesar?
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Capítulo 26
Mayo 29 -
Hechos 26 |
26:1
Entonces Agripa dijo a Pablo: Se te permite hablar por ti mismo.
Pablo entonces, extendiendo la mano, comenzó así su defensa:
2 Me tengo por dichoso, oh
rey Agripa, de que haya de defenderme hoy delante de ti de todas
las cosas de que soy acusado por los judíos.
3
Mayoormente porque tú
conoces todas las costumbres y cuestiones que hay entre los judíos;
por lo cual te ruego que me oigas con paciencia.
4 Mi vida, pues, desde mi
juventud, la cual desde el principio pasé en mi nación, en
Jerusalén, la conocen todos los judíos;
5 los cuales también saben
que yo desde el principio, si quieren testificarlo, conforme a la
más rigurosa secta de nuestra religión, viví fariseo.
6 Y ahora, por la
esperanza de la promesa que hizo Dios a nuestros padres soy
llamado a juicio;
7 promesa cuyo
cumplimiento esperan que han de alcanzar nuestras doce tribus,
sirviendo constantemente a Dios de día y de noche. Por esta
esperanza, oh rey Agripa, soy acusado por los judíos.
8 !!Qué! ¿Se juzga entre
vosotros cosa increíble que Dios resucite a los muertos?
9 Yo ciertamente había creído
mi deber hacer muchas cosas contra el nombre de Jesús de Nazaret;
10 lo cual también hice en
Jerusalén. Yo encerré en cárceles a muchos de los santos, habiendo
recibido poderes de los principales sacerdotes; y cuando los
mataron, yo di mi voto.
11 Y muchas veces,
castigándolos en todas las sinagogas, los forcé a blasfemar; y
enfurecido sobremanera contra ellos, los perseguí hasta en las
ciudades extranjeras.
12 Ocupado en esto, iba yo a
Damasco con poderes y en comisión de los principales sacerdotes,
13 cuando a mediodía, oh
rey, yendo por el camino, vi una luz del cielo que sobrepasaba el
resplandor del sol, la cual me rodeó a mí y a los que iban conmigo.
14 Y habiendo caído todos
nosotros en tierra, oí una voz que me hablaba, y decía en lengua
hebrea: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar
coces contra el aguijón.
15 Yo entonces dije: ¿Quién
eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues.
16 Pero levántate, y ponte
sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte
por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas
en que me apareceré a ti,
17 librándote de tu
pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envío,
18 para que abras sus ojos,
para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad
de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí,
perdón de pecados y herencia entre los santificados.
19 Por lo cual, oh rey Agripa,
no fui rebelde a la visión celestial,
20 sino que anuncié
primeramente a los que están en Damasco,
y Jerusalén,
y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, que se
arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de
arrepentimiento.
21 Por causa de esto los
judíos, prendiéndome en el templo, intentaron matarme.
22 Pero habiendo obtenido
auxilio de Dios, persevero hasta el día de hoy, dando testimonio a
pequeños y a grandes, no diciendo nada fuera de las cosas que los
profetas y Moisés dijeron que habían de suceder:
23 Que el Cristo había de
padecer, y ser el primero de la resurrección de los muertos, para
anunciar luz al pueblo y a los gentiles.
24 Diciendo él estas cosas en
su defensa, Festo a gran voz dijo: Estás loco, Pablo; las muchas
letras te vuelven loco.
25 Mas él dijo: No estoy
loco, excelentísimo Festo, sino que hablo palabras de verdad y de
cordura.
26 Pues el rey sabe estas
cosas, delante de quien también hablo con toda confianza. Porque
no pienso que ignora nada de esto; pues no se ha hecho esto en
algún rincón.
27 ¿Crees, oh rey Agripa,
a los profetas? Yo sé que crees.
28 Entonces Agripa dijo a
Pablo: Por poco me persuades a ser cristiano.
29 Y Pablo dijo: !!Quisiera
Dios que por poco o por mucho, no solamente tú, sino también todos
los que hoy me oyen, fueseis hechos tales cual yo soy, excepto
estas cadenas!
30 Cuando había dicho
estas cosas, se levantó el rey, y el gobernador, y Berenice, y los
que se habían sentado con ellos;
31 y cuando se retiraron
aparte, hablaban entre sí, diciendo: Ninguna cosa digna ni de
muerte ni de prisión ha hecho este hombre.
32 Y Agripa dijo a Festo:
Podía este hombre ser puesto en libertad, si no hubiera apelado a
César.
|
1. ¿Qué le permitió Agripa hacer a Pablo? (1)
2. ¿Porqué decía Pablo que estaba siendo juzgado? (6-6)
3. ¿Cuál fue la mayor parte del mensaje de Pablo? (4-18)
4. ¿De qué no fue Pablo desobediente? (19)
5. ¿A quién le testificó Pablo? (20-22)
6. ¿De qué testificó él? (23)
7. ¿Qué le dijo Festo a Pablo en alta voz? (24)
8. ¿Cómo respondió Pablo a esta acusación? (25-26)
9. ¿Qué pregunta le hizo Pablo a Agripa? (27)
10. ¿Cómo contestó Agripa? (28)
11. ¿Qué fue lo que Festo y Agripa concluyerón? (31-32)
Preguntas de Discusión del Capítulo 26
-
¿Porqué Pablo daba su testimonio personal
frecuentemente?
-
¿Ha obedicido la visión celestial que Dios le ha dado a
usted?
-
¿Cuál es la diferencia entre “casi persuadido” y “totalmente
persuadido”?
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Capítulo 27
Hechos 27 |
27:1
Cuando se decidió que habíamos de navegar para Italia, entregaron
a Pablo y a algunos otros presos a un centurión llamado Julio, de
la compañía Augusta.
2 Y embarcándonos en una
nave adramitena que iba a tocar los puertos de Asia, zarpamos,
estando con nosotros Aristarco, macedonio de Tesalónica.
3 Al otro día llegamos a
Sidón; y Julio, tratando humanamente a Pablo, le permitió que
fuese a los amigos, para ser atendido por ellos.
4 Y haciéndonos a la vela
desde allí, navegamos a sotavento de Chipre, porque los vientos
eran contrarios.
5 Habiendo atravesado el
mar frente a Cilicia y Panfilia, arribamos a Mira, ciudad de Licia.
6 Y hallando allí el
centurión una nave alejandrina que zarpaba para Italia, nos
embarcó en ella.
7 Navegando muchos días
despacio, y llegando a duras penas frente a Gnido, porque nos
impedía el viento, navegamos a sotavento de Creta, frente a Salmón.
8 Y costeándola con
dificultad, llegamos a un lugar que llaman Buenos Puertos, cerca
del cual estaba la ciudad de Lasea.
9 Y habiendo pasado mucho
tiempo, y siendo ya peligrosa la navegación, por haber pasado ya
el ayuno, Pablo les amonestaba,
10 diciéndoles: Varones,
veo que la navegación va a ser con perjuicio y mucha pérdida, no
sólo del cargamento y de la nave, sino también de nuestras
personas.
11 Pero el centurión daba
más crédito al piloto y al patrón de la nave, que a lo que Pablo
decía.
12 Y siendo incómodo el
puerto para invernar, la mayoría acordó zarpar también de allí,
por si pudiesen arribar a Fenice, puerto de Creta que mira al
nordeste y sudeste, e invernar allí.
13 Y soplando una brisa del
sur, pareciéndoles que ya tenían lo que deseaban, levaron anclas e
iban costeando Creta.
14 Pero no mucho después
dio contra la nave un viento huracanado llamado Euroclidón.
15 Y siendo arrebatada la
nave, y no pudiendo poner proa al viento, nos abandonamos a él y
nos dejamos llevar.
16 Y habiendo corrido a
sotavento de una pequeña isla llamada Clauda, con dificultad
pudimos recoger el esquife.
17 Y una vez subido a
bordo, usaron de refuerzos para ceñir la nave; y teniendo temor de
dar en la Sirte, arriaron las velas y quedaron a la deriva.
18 Pero siendo combatidos
por una furiosa tempestad, al siguiente día empezaron a alijar,
19 y al tercer día con
nuestras propias manos arrojamos los aparejos de la nave.
20 Y no apareciendo ni sol
ni estrellas por muchos días, y acosados por una tempestad no
pequeña, ya habíamos perdido toda esperanza de salvarnos.
21 Entonces Pablo, como
hacía ya mucho que no comíamos, puesto en pie en medio de ellos,
dijo: Habría sido por cierto conveniente, oh varones, haberme oído,
y no zarpar de Creta tan sólo para recibir este perjuicio y
pérdida.
22 Pero ahora os exhorto a
tener buen ánimo, pues no habrá ninguna pérdida de vida entre
vosotros, sino solamente de la nave.
23 Porque esta noche ha
estado conmigo el ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo,
24 diciendo: Pablo, no
temas; es necesario que comparezcas ante César; y he aquí, Dios te
ha concedido todos los que navegan contigo.
25 Por tanto, oh varones,
tened buen ánimo; porque yo confío en Dios que será así como se me
ha dicho.
26 Con todo, es necesario
que demos en alguna isla.
27 Venida la decimacuarta
noche, y siendo llevados a través del mar Adriático, a la
medianoche los marineros sospecharon que estaban cerca de tierra;
28 y echando la sonda,
hallaron veinte brazas; y pasando un poco más adelante, volviendo
a echar la sonda, hallaron quince brazas.
29 Y temiendo dar en
escollos, echaron cuatro anclas por la popa, y ansiaban que se
hiciese de día.
30 Entonces los marineros
procuraron huir de la nave, y echando el esquife al mar,
aparentaban como que querían largar las anclas de proa.
31 Pero Pablo dijo al
centurión y a los soldados: Si éstos no permanecen en la nave,
vosotros no podéis salvaros.
32 Entonces los soldados
cortaron las amarras del esquife y lo dejaron perderse.
33 Cuando comenzó a
amanecer, Pablo exhortaba a todos que comiesen, diciendo: Este es
el decimocuarto día que veláis y permanecéis en ayunas, sin comer
nada.
34 Por tanto, os ruego que
comáis por vuestra salud; pues ni aun un cabello de la cabeza de
ninguno de vosotros perecerá.
35 Y habiendo dicho esto,
tomó el pan y dio gracias a Dios en presencia de todos, y
partiéndolo, comenzó a comer.
36 Entonces todos,
teniendo ya mejor ánimo, comieron también.
37 Y éramos todas las
personas en la nave doscientas setenta y seis.
38 Y ya satisfechos,
aligeraron la nave, echando el trigo al mar.
39 Cuando se hizo de día, no
reconocían la tierra, pero veían una ensenada que tenía playa, en
la cual acordaron varar, si pudiesen, la nave.
40 Cortando, pues, las
anclas, las dejaron en el mar, largando también las amarras del
timón; e izada al viento la vela de proa, enfilaron hacia la
playa.
41 Pero dando en un lugar
de dos aguas, hicieron encallar la nave; y la proa, hincada, quedó
inmóvil, y la popa se abría con la violencia del mar.
42 Entonces los soldados
acordaron matar a los presos, para que ninguno se fugase nadando.
43 Pero el centurión,
queriendo salvar a Pablo, les impidió este intento, y mandó que
los que pudiesen nadar se echasen los primeros, y saliesen a
tierra;
44 y los demás, parte en
tablas, parte en cosas de la nave. Y así aconteció que todos se
salvaron saliendo a tierra.
|
1. ¿Cuál fue la asignación que le dieron a Julio? (1)
2. ¿Qué libertad dio Julio a Pablo? (3)
3. ¿Qué advertencia dio Pablo sobre la travisía? (10)
4. ¿A quién creyó Julio en lugar de Pablo? (11)
5. ¿Porqué quisieron zarpar? (12)
6. ¿Qué condición les hizo suponer que estaba bien el continuar
con el viaje? (13)
7. ¿Qué era Euroclidón? (14-15)
8. ¿Qué emociones experimentó la tripulación? (17,20,29)
9. ¿Qué les dijo Pablo después de una larga abstinencia? (21-22,
25-26)
10. ¿Qué le dijo el ángel a Pablo? (24)
11. ¿Qué le dijo Pablo a los marineros que estaban a punto de
escapar del barco? (30-31)
12. ¿Porqué Pablo animó a la tripulación a comer después de
haber ayunado 14 días? (33-36)
13. ¿Cuántos estaban abordo? (37)
14. ¿Qué le pasó al barco? (39-41)
15. ¿Cuál era el plan de los soldados? (42)
16. ¿Porque el centurión no siguió este plan? (43)
17. ¿Cómo fue qué los que estaban abordo llegaron seguros a
tierra? (43-44)
Preguntas de Discusión del Capítulo 27
-
¿Cuándo debe usted creer al hombre de Dios en lugar que los
expertos?
-
¿Qué clase de naufragio es peor que uno físico? (Ver 1 Timoteo
1:19-20)
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Capítulo 28
Hechos 28 |
28:1
Estando ya a salvo, supimos que la isla se llamaba Malta.
2 Y los naturales nos
trataron con no poca humanidad; porque encendiendo un fuego, nos
recibieron a todos, a causa de la lluvia que caía, y del frío.
3 Entonces, habiendo
recogido Pablo algunas ramas secas, las echó al fuego; y una
víbora, huyendo del calor, se le prendió en la mano.
4 Cuando los naturales
vieron la víbora colgando de su mano, se decían unos a otros:
Ciertamente este hombre es homicida, a quien, escapado del mar, la
justicia no deja vivir.
5 Pero él, sacudiendo la
víbora en el fuego, ningún daño padeció.
6 Ellos estaban esperando
que él se hinchase, o cayese muerto de repente; mas habiendo
esperado mucho, y viendo que ningún mal le venía, cambiaron de
parecer y dijeron que era un dios.
7 En aquellos lugares
había propiedades del hombre principal de la isla, llamado Publio,
quien nos recibió y hospedó solícitamente tres días.
8 Y aconteció que el padre
de Publio estaba en cama, enfermo de fiebre y de disentería; y
entró Pablo a verle, y después de haber orado, le impuso las manos,
y le sanó.
9 Hecho esto, también los
otros que en la isla tenían enfermedades, venían, y eran sanados;
10 los cuales también nos
honraron con muchas atenciones; y cuando zarpamos, nos cargaron de
las cosas necesarias.
11 Pasados tres meses, nos
hicimos a la vela en una nave alejandrina que había invernado en
la isla, la cual tenía por enseña a Cástor y Pólux.
12 Y llegados a Siracusa,
estuvimos allí tres días.
13 De allí, costeando
alrededor, llegamos a Regio; y otro día después, soplando el
viento sur, llegamos al segundo día a Puteoli,
14 donde habiendo hallado
hermanos, nos rogaron que nos quedásemos con ellos siete días; y
luego fuimos a Roma,
15 de donde, oyendo de
nosotros los hermanos, salieron a recibirnos hasta el Foro de Apio
y las Tres Tabernas; y al verlos, Pablo dio gracias a Dios y cobró
aliento.
16 Cuando llegamos a Roma,
el centurión entregó los presos al prefecto militar, pero a Pablo
se le permitió vivir aparte, con un soldado que le custodiase.
17 Aconteció que tres días
después, Pablo convocó a los principales de los judíos, a los
cuales, luego que estuvieron reunidos, les dijo: Yo, varones
hermanos, no habiendo hecho nada contra el pueblo, ni contra las
costumbres de nuestros padres, he sido entregado preso desde
Jerusalén en manos de los romanos;
18 los cuales, habiéndome
examinado, me querían soltar, por no haber en mí ninguna causa de
muerte.
19 Pero oponiéndose los
judíos, me vi obligado a apelar a César;
no porque tenga de qué acusar a mi nación.
20 Así que por esta causa
os he llamado para veros y hablaros; porque por la esperanza de
Israel estoy sujeto con esta cadena.
21 Entonces ellos le
dijeron: Nosotros ni hemos recibido de Judea cartas acerca de ti,
ni ha venido alguno de los hermanos que haya denunciado o hablado
algún mal de ti.
22 Pero querríamos oír de
ti lo que piensas; porque de esta secta nos es notorio que en
todas partes se habla contra ella.
23 Y habiéndole señalado
un día, vinieron a él muchos a la posada, a los cuales les
declaraba y les testificaba el reino de Dios desde la mañana hasta
la tarde, persuadiéndoles acerca de Jesús, tanto por la ley de
Moisés como por los profetas.
24 Y algunos asentían a lo
que se decía, pero otros no creían.
25 Y como no estuviesen de
acuerdo entre sí, al retirarse, les dijo Pablo esta palabra: Bien
habló el Espíritu Santo por medio del profeta Isaías a nuestros
padres, diciendo:
26 Ve a este pueblo, y diles:
De oído oiréis, y no entenderéis;
Y viendo veréis, y no percibiréis;
27 Porque el corazón de este
pueblo se ha engrosado,
Y con los oídos oyeron pesadamente,
Y sus ojos han cerrado,
Para que no vean con los ojos,
Y oigan con los oídos,
Y entiendan de corazón,
Y se conviertan,
Y yo los sane.
28 Sabed, pues, que a los
gentiles es enviada esta salvación de Dios; y ellos oirán.
29 Y cuando hubo dicho
esto, los judíos se fueron, teniendo gran discusión entre sí.
30 Y Pablo permaneció dos
años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él
venían,
31 predicando el reino de
Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin
impedimento.
|
1. ¿En qué isla ellos naufragarón? (1)
2. ¿Qué pasó cuando Pablo tiró ramas al fuego? (3)
3. ¿Cómo fue que la gente cambió de parecer cuando vieron que
Pablo no sufrió ningún daño? (4-6)
4. ¿Quién en particular fue sanadó en esta isla? (7-10)
5. ¿Cuándo Pablo llegó a Roma cómo se le permitió vivir? (16)
6. ¿A quién llamó Pablo para que lo vieran? (17)
7. ¿Qué les dijo que era la razón por la cual estaba atado? (20)
8. ¿Qué habían oído de Pablo y de sus creencias? (21-22)
9. ¿Cuál fue su reacción cuando él habló de Jesús? (23-24)
10. ¿Qué profecia dijo Pablo que ellos cumplieron? (25-27)
11. ¿Cuánto tiempo vivió Pablo en su propia casa rentada? (30)
12. ¿Cómo termina el libro de los Hechos? (31)
Preguntas de Discusión del Capítulo 28
-
¿Los lideres de la iglesia deberían suponer que la gente espere en
ellos?
-
¿Cómo es que este capítulo contiene el cumplimiento de Marcos
16:17-18?
-
¿Ya que el libro no termina con un amén, significa que todavía
estamos escribiendo el libro de los Hechos?
Cuestionario de Hechos Capitulos
25-28
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