Los siguientes números corresponden
a los números de secciones en La Armonía de los Evangelios;
por A. T. Robertson, Harper & Row, Publicadores,Nueva York, 1950 y
El Cristo de los Evangelios; por J. W. Shepard, Wm. B. Erdmans
Compañía de Publicaciones, Grand Rapids, MI, 1968. Favor de clic al
número de la sección para obtener las preguntas del estudio de la
sección.
PARTE -
UNO
DOS
TRES
CUATRO
CINCO SEIS
SEITE
OCHO
NUEVE
DIEZ
ONCE
DOCE
TRES
Para leer
o escuchar
la porción biblica en la computadora presíone en donde dice "here."
Cuando aparezca el cuadro que diga, "search by passage" escriba
allí el nombre del libro de la biblia y el capítulo. Por ejemplo: (Lu
2). Despues presíone en donde dice, "go". En la página que salga seleccione
Español y
la versíon que desee usar. Por ultimo, despues de leer
o escuchar
(LBLA)
el pasaje biblico favor de contestar las preguntas del estudio.
PARTE
SEIS
- El
Ministerio Galileo - Parte
3
-
Jesús Calma
la tempestad - Mt 8:18-27 Mr 4:35-41 Lu 8:22-25
-
Jesús sana a
los endemoniados - Mt 8:28-34 9:1 Mr 5:1-20 Lu 8:26-39
-
Hija de Jairo, La
mujer enferma - Mt 9:18-26 Mr 5:21-43 Lu 8:40-56
-
Sana a los ciegos
y mudo - Mt 9:27-34
-
Rechazan a
Jesús' en Nazaret
- Mt 13:54-58 Mr 6:1-6 Lu 4:16-31
-
Misión de los
doce - Mt 9:35-38 10:1,5-42 11:1 Mr 6:6-13 Lu 9:1-6
-
Herodes
supuesto que Jesús era Juan - Mt 14:1-12 Mr 6:14-29 Lu 9:7-9
-
Alimentación
de los cinco mil - Mt 14:13-21 Mr 6:30-44 Lu 9:10-17 Jn 6:1-14
-
Manda a los
discípulos en la barca – Mt 14:22-23 Mr 6:45-46 Jn 6:14-15
-
Jesús anda
sobre el mar - Mt 14:24-33 Mr 6:47-52 Jn 6:16-21
-
Recepción en
Genesaret - Mt 14:34-36 Mr 6:53-56
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PARTE
SEIS
- El
Ministerio Galileo - Parte
3
65. Jesús Calma la tempestad - Mt 8:18-27 Mr 4:35-41 Lu 8:22-25
Febrero 4 -
Jesús Calma la tempestad - Mt 8:18-27
Mr 4:35-41 Lu 8:22-25 |
Mateo 8:18
Viéndose Jesús rodeado de mucha gente, mandó pasar al otro lado.
19 Y vino un escriba y le
dijo: Maestro, te seguiré adondequiera que vayas.
20 Jesús le dijo: Las
zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo
del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza.
21 Otro de sus discípulos
le dijo: Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre.
22 Jesús le dijo: Sígueme;
deja que los muertos entierren a sus muertos.
23 Y entrando él en la barca,
sus discípulos le siguieron.
24 Y he aquí que se
levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la
barca; pero él dormía.
25 Y vinieron sus
discípulos y le despertaron, diciendo: !!Señor, sálvanos, que
perecemos!
26 El les dijo: ¿Por qué
teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a
los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza.
27 Y los hombres se
maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y
el mar le obedecen?
|
Marcos 4:35
Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado.
36 Y despidiendo a la
multitud, le tomaron como estaba, en la barca; y había también con
él otras barcas.
37 Pero se levantó una
gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal
manera que ya se anegaba.
38 Y él estaba en la popa,
durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron:
Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?
39 Y levantándose,
reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el
viento, y se hizo grande bonanza.
40 Y les dijo: ¿Por qué
estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe?
41 Entonces temieron con
gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es éste, que aun el
viento y el mar le obedecen?
|
Lucas 8:22
Aconteció un día, que
entró en una barca con sus discípulos, y les dijo: Pasemos al otro
lado del lago. Y partieron.
23 Pero mientras navegaban, él se
durmió. Y se desencadenó una tempestad de viento en el lago; y se
anegaban y peligraban.
24 Y vinieron a él y le
despertaron, diciendo: !!Maestro, Maestro, que perecemos!
Despertando él, reprendió al viento y a las olas; y cesaron, y se
hizo bonanza.
25 Y les dijo: ¿Dónde está
vuestra fe? Y atemorizados, se maravillaban, y se decían unos a
otros: ¿Quién es éste, que aun a los vientos y a las aguas manda,
y le obedecen?
|
65.1 ¿Qué enseña la humildad de Jesús? (Mt 8:24)
65.2 ¿Qué enseña la divinidad de Jesús?
(Mt 8:26)
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66. Jesús sana a los endemoniados - Mt 8:28-34 9:1 Mr 5:1-20 Lu 8:26-39
Febrero 5 -
Jesús sana a los endemoniados - Mt 8:28-34
Mr 5:1-20 Lu 8:26-39 |
Mateo 8:28
Cuando llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos,
vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los
sepulcros, feroces en gran manera, tanto que nadie podía pasar por
aquel camino.
29 Y clamaron diciendo:
¿Qué tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá
para atormentarnos antes de tiempo?
30 Estaba paciendo lejos
de ellos un hato de muchos cerdos.
31 Y los demonios le
rogaron diciendo: Si nos echas fuera, permítenos ir a aquel hato
de cerdos.
32 El les dijo: Id. Y
ellos salieron, y se fueron a aquel hato de cerdos; y he aquí,
todo el hato de cerdos se precipitó en el mar por un despeñadero,
y perecieron en las aguas.
33 Y los que los
apacentaban huyeron, y viniendo a la ciudad, contaron todas las
cosas, y lo que había pasado con los endemoniados.
34 Y toda la ciudad salió
al encuentro de Jesús; y cuando le vieron, le rogaron que se fuera
de sus contornos.
|
Marcos 5:1
Vinieron al otro lado del mar, a la región de los gadarenos.
2 Y cuando salió él de la
barca, en seguida vino a su encuentro, de los sepulcros, un hombre
con un espíritu inmundo,
3 que tenía su morada en
los sepulcros, y nadie podía atarle, ni aun con cadenas.
4 Porque muchas veces
había sido atado con grillos y cadenas, mas las cadenas habían
sido hechas pedazos por él, y desmenuzados los grillos; y nadie le
podía dominar.
5 Y siempre, de día y de
noche, andaba dando voces en los montes y en los sepulcros, e
hiriéndose con piedras.
6 Cuando vio, pues, a
Jesús de lejos, corrió, y se arrodilló ante él.
7 Y clamando a gran voz,
dijo: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te
conjuro por Dios que no me atormentes.
8 Porque le decía: Sal de
este hombre, espíritu inmundo.
9 Y le preguntó: ¿Cómo te
llamas? Y respondió diciendo: Legión me llamo; porque somos
muchos.
10 Y le rogaba mucho que
no los enviase fuera de aquella región.
11 Estaba allí cerca del
monte un gran hato de cerdos paciendo.
12 Y le rogaron todos los
demonios, diciendo: Envíanos a los cerdos para que entremos en
ellos.
13 Y luego Jesús les dio
permiso. Y saliendo aquellos espíritus inmundos, entraron en los
cerdos, los cuales eran como dos mil; y el hato se precipitó en el
mar por un despeñadero, y en el mar se ahogaron.
14 Y los que apacentaban
los cerdos huyeron, y dieron aviso en la ciudad y en los campos. Y
salieron a ver qué era aquello que había sucedido.
15 Vienen a Jesús, y ven
al que había sido atormentado del demonio, y que había tenido la
legión, sentado, vestido y en su juicio cabal; y tuvieron miedo.
16 Y les contaron los que
lo habían visto, cómo le había acontecido al que había tenido el
demonio, y lo de los cerdos.
17 Y comenzaron a rogarle
que se fuera de sus contornos.
18 Al entrar él en la
barca, el que había estado endemoniado le rogaba que le dejase
estar con él.
19 Mas Jesús no se lo
permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y
cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha
tenido misericordia de ti.
20 Y se fue, y comenzó a
publicar en Decápolis cuán grandes cosas había hecho Jesús con él;
y todos se maravillaban.
|
Lucas 8:26
Y arribaron a la tierra
de los gadarenos, que está en la ribera opuesta a Galilea.
27 Al llegar él a tierra, vino a
su encuentro un hombre de la ciudad, endemoniado desde hacía mucho
tiempo; y no vestía ropa, ni moraba en casa, sino en los
sepulcros.
28 Este, al ver a Jesús, lanzó un
gran grito, y postrándose a sus pies exclamó a gran voz: ¿Qué
tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me
atormentes.
29 (Porque mandaba al espíritu
inmundo que saliese del hombre, pues hacía mucho tiempo que se
había apoderado de él; y le ataban con cadenas y grillos, pero
rompiendo las cadenas, era impelido por el demonio a los
desiertos.)
30 Y le preguntó Jesús, diciendo:
¿Cómo te llamas? Y él dijo: Legión. Porque muchos demonios habían
entrado en él.
31 Y le rogaban que no los
mandase ir al abismo.
32 Había allí un hato de muchos
cerdos que pacían en el monte; y le rogaron que los dejase entrar
en ellos; y les dio permiso.
33 Y los demonios, salidos del
hombre, entraron en los cerdos; y el hato se precipitó por un
despeñadero al lago, y se ahogó.
34 Y los que apacentaban los
cerdos, cuando vieron lo que había acontecido, huyeron, y yendo
dieron aviso en la ciudad y por los campos.
35 Y salieron a ver lo que había
sucedido; y vinieron a Jesús, y hallaron al hombre de quien habían
salido los demonios, sentado a los pies de Jesús, vestido, y en su
cabal juicio; y tuvieron miedo.
36 Y los que lo habían visto, les
contaron cómo había sido salvado el endemoniado.
37 Entonces toda la multitud de
la región alrededor de los gadarenos le rogó que se marchase de
ellos, pues tenían gran temor. Y Jesús, entrando en la barca, se
volvió.
38 Y el hombre de quien habían
salido los demonios le rogaba que le dejase estar con él; pero
Jesús le despidió, diciendo:
39 Vuélvete a tu casa, y cuenta
cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo. Y él se fue, publicando
por toda la ciudad cuán grandes cosas había hecho Jesús con él.
|
66.1 Describe al demonio antes su encuentro con Jesús.
(Mt 8:28,
Mr 5:2-4, Lu 8:27)
66:2 Describir
él después de su
encuentro con Jesús.
(35)
66:3 ¿Qué pasó con
la legión de
demonios en
él?
(32-33)
66:4 ¿Qué hizo
la gente de los
gadarenos
pedirle a Jesús que
haga?
(37)
66:5 ¿Qué hizo el
ex-endemoniado
quieres hacer?
(38)
66:6 ¿Qué hizo Jesús
le
dijo que hicieran?
(38-39)
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67. Hija de Jairo, La mujer enferma - Mt 9:18-26 Mr
5:21-43 Lu 8:40-56
Febrero 6 -
Hija de Jairo, La mujer enferma
- Mt 9:18-26 Mr 5:21-43 Lu
8:40-56 |
Mateo 9:18
Mientras él les decía estas cosas, vino un hombre principal y se
postró ante él, diciendo: Mi hija acaba de morir; mas ven y pon tu
mano sobre ella, y vivirá.
19 Y se levantó Jesús, y
le siguió con sus discípulos.
20 Y he aquí una mujer
enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por
detrás y tocó el borde de su manto;
21 porque decía dentro de
sí: Si tocare solamente su manto, seré salva.
22 Pero Jesús, volviéndose
y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la
mujer fue salva desde aquella hora.
23 Al entrar Jesús en la
casa del principal, viendo a los que tocaban flautas, y la gente
que hacía alboroto,
24 les dijo: Apartaos,
porque la niña no está muerta, sino duerme. Y se burlaban de él.
25 Pero cuando la gente
había sido echada fuera, entró, y tomó de la mano a la niña, y
ella se levantó.
26 Y se difundió la fama
de esto por toda aquella tierra.
|
Marcos 5:21
Pasando otra vez Jesús en una barca a la otra orilla, se reunió
alrededor de él una gran multitud; y él estaba junto al mar.
22 Y vino uno de los
principales de la sinagoga, llamado Jairo; y luego que le vio, se
postró a sus pies,
23 y le rogaba mucho,
diciendo: Mi hija está agonizando; ven y pon las manos sobre ella
para que sea salva, y vivirá.
24 Fue, pues, con él; y le
seguía una gran multitud, y le apretaban.
25 Pero una mujer que
desde hacía doce años padecía de flujo de sangre,
26 y había sufrido mucho
de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada había
aprovechado, antes le iba peor,
27 cuando oyó hablar de
Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto.
28 Porque decía: Si tocare
tan solamente su manto, seré salva.
29 Y en seguida la fuente
de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de
aquel azote.
30 Luego Jesús, conociendo
en sí mismo el poder que había salido de él, volviéndose a la
multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos?
31 Sus discípulos le
dijeron: Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha
tocado?
32 Pero él miraba
alrededor para ver quién había hecho esto.
33 Entonces la mujer,
temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho,
vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad.
34 Y él le dijo: Hija, tu
fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote.
35 Mientras él aún
hablaba, vinieron de casa del principal de la sinagoga, diciendo:
Tu hija ha muerto; ¿para qué molestas más al Maestro?
36 Pero Jesús, luego que
oyó lo que se decía, dijo al principal de la sinagoga: No temas,
cree solamente.
37 Y no permitió que le
siguiese nadie sino Pedro, Jacobo, y Juan hermano de Jacobo.
38 Y vino a casa del
principal de la sinagoga, y vio el alboroto y a los que lloraban y
lamentaban mucho.
39 Y entrando, les dijo:
¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no está muerta, sino
duerme.
40 Y se burlaban de él.
Mas él, echando fuera a todos, tomó al padre y a la madre de la
niña, y a los que estaban con él, y entró donde estaba la niña.
41 Y tomando la mano de la
niña, le dijo: Talita cumi; que traducido es: Niña, a ti te digo,
levántate.
42 Y luego la niña se
levantó y andaba, pues tenía doce años. Y se espantaron
grandemente.
43 Pero él les mandó mucho
que nadie lo supiese, y dijo que se le diese de comer.
|
Lucas 8:40
Cuando volvió Jesús, le
recibió la multitud con gozo; porque todos le esperaban.
41 Entonces vino un varón llamado
Jairo, que era principal de la sinagoga, y postrándose a los pies
de Jesús, le rogaba que entrase en su casa;
42 porque tenía una hija única,
como de doce años, que se estaba muriendo.
Y mientras iba, la
multitud le oprimía.
43 Pero una mujer que padecía de
flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en
médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada,
44 se le acercó por detrás y tocó
el borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo de su
sangre.
45 Entonces Jesús dijo: ¿Quién es
el que me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que con él
estaban: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién
es el que me ha tocado?
46 Pero Jesús dijo: Alguien me ha
tocado; porque yo he conocido que ha salido poder de mí.
47 Entonces, cuando la mujer vio
que no había quedado oculta, vino temblando, y postrándose a sus
pies, le declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había
tocado, y cómo al instante había sido sanada.
48 Y él le dijo: Hija, tu fe te
ha salvado; ve en paz.
49 Estaba hablando aún, cuando
vino uno de casa del principal de la sinagoga a decirle: Tu hija
ha muerto; no molestes más al Maestro.
50 Oyéndolo Jesús, le respondió:
No temas; cree solamente, y será salva.
51 Entrando en la casa, no dejó
entrar a nadie consigo, sino a Pedro, a Jacobo, a Juan, y al padre
y a la madre de la niña.
52 Y lloraban todos y hacían
lamentación por ella. Pero él dijo: No lloréis; no está muerta,
sino que duerme.
53 Y se burlaban de él, sabiendo
que estaba muerta.
54 Mas él, tomándola de la mano,
clamó diciendo: Muchacha, levántate.
55 Entonces su espíritu volvió, e
inmediatamente se levantó; y él mandó que se le diese de comer.
56 Y sus padres estaban atónitos;
pero Jesús les mandó que a nadie dijesen lo que había sucedido.
|
67.1 Describe la condición de la mujer con el problema de sangre. (Mr
5:25-26)
67.2 ¿Qué se dijo a ella misma? (Mt 9:21)
67.3 ¿Quines eran los discípulos del circulo adentro y qué eventos ellos
observaron que los otros no? (Mr 5:37,Mt 17:1-8,Mr 14:32-33)
67.4 ¿Por qué tuvo Jesús que sacar a la gente de la casa de Jairo? (Mr
5:40)
67.5 Da cada ejemplo que Jesús levanto la gente de la muerte, enseña que
ellos escucharon la voz de Jesús. (Mr 5:41-42, Lu 7:11-17, Jn
11:41-44)
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68. Sana
a los ciegos y mudo - Mt 9:27-34
Febrero 7 -
Sana a
los ciegos y mudo - Mt 9:27-34 |
27
Pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos, dando voces y
diciendo: !!Ten misericordia de nosotros, Hijo de David!
28 Y llegado a la casa,
vinieron a él los ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo
hacer esto? Ellos dijeron: Sí, Señor.
29 Entonces les tocó los
ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho.
30 Y los ojos de ellos
fueron abiertos. Y Jesús les encargó rigurosamente, diciendo:
Mirad que nadie lo sepa.
31 Pero salidos ellos,
divulgaron la fama de él por toda aquella tierra.
32 Mientras salían ellos, he
aquí, le trajeron un mudo, endemoniado.
33 Y echado fuera el
demonio, el mudo habló; y la gente se maravillaba, y decía: Nunca
se ha visto cosa semejante en Israel.
34 Pero los fariseos
decían: Por el príncipe de los demonios echa fuera los demonios.
|
68.1 ¿Cuál
pregunta hizo Jesús a los ciegos para fortalecer su fe? (28)
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69. Rechazan a Jesús’ en Nazaret - Mt 13:54-58 Mr 6:1-6
Feb. 7
Continuado -
Rechazan a Jesús’ en Nazaret - Mt 13:54-58
Mr 6:1-6 |
Mateo 13:54
Y venido a su tierra, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de tal
manera que se maravillaban, y decían: ¿De dónde tiene éste esta
sabiduría y estos milagros?
55 ¿No es éste el hijo del
carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José,
Simón y Judas?
56 ¿No están todas sus
hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene éste todas estas cosas?
57 Y se escandalizaban de él.
Pero Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su propia
tierra y en su casa.
58 Y no hizo allí muchos
milagros, a causa de la incredulidad de ellos.
|
6:1
Salió Jesús de allí y vino a su tierra, y le seguían sus
discípulos.
2 Y llegado el día de
reposo,[a]
comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos, oyéndole, se
admiraban, y decían: ¿De dónde tiene éste estas cosas? ¿Y qué
sabiduría es esta que le es dada, y estos milagros que por sus
manos son hechos?
3 ¿No es éste el
carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y
de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas? Y se
escandalizaban de él.
4 Mas Jesús les decía: No
hay profeta sin honra sino en su propia tierra,
y entre sus parientes, y en su casa.
5 Y no pudo hacer allí
ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo
sobre ellos las manos.
6 Y estaba asombrado de la
incredulidad de ellos. Y recorría las aldeas de alrededor,
enseñando.
|
69.1 ¿Cuáles otros hijos tuvo Maria después que Jesús nació? (Mr
6:3)
69.2 ¿Qué limito su trabajo a Jesús' en su propio país?
(Mt 13:58)
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70. Misión de los doce - Mt 9:35-38 10:1,5-42 11:1 Mr 6:6-13 Lu 9:1-6
Febrero 8 -
Misión de los doce
-
Mt 9:35-10:15 Mr 6:6-11 Lu 9:1-5 |
Mateo 9:35
Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las
sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando
toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
36 Y al ver las
multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y
dispersas como ovejas que no tienen pastor.
37 Entonces dijo a sus
discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos.
38 Rogad, pues, al Señor
de la mies, que envíe obreros a su mies.
|
10:1 Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio
autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y
para sanar toda enfermedad y toda dolencia.
5
A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo: Por
camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no
entréis,
6 sino id antes a las
ovejas perdidas de la casa de Israel.
7 Y yendo, predicad,
diciendo: El reino de los cielos se ha acercado.
8 Sanad enfermos, limpiad
leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia
recibisteis, dad de gracia.
9 No os proveáis de oro,
ni plata, ni cobre en vuestros cintos;
10 ni de alforja para el
camino, ni de dos túnicas, ni de calzado, ni de bordón; porque el
obrero es digno de su alimento.
11 Mas en cualquier ciudad
o aldea donde entréis, informaos quién en ella sea digno, y posad
allí hasta que salgáis.
12 Y al entrar en la casa,
saludadla.
13 Y si la casa fuere
digna, vuestra paz vendrá sobre ella; mas si no fuere digna,
vuestra paz se volverá a vosotros.
14 Y si alguno no os
recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o
ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies.
15 De cierto os digo que
en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra
de Sodoma y de Gomorra,
que para aquella ciudad.
|
Marcos 6:6
Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos. Y recorría las
aldeas de alrededor, enseñando.
7 Después llamó a los doce, y
comenzó a enviarlos de dos en dos; y les dio autoridad sobre los
espíritus inmundos.
8 Y les mandó
que no llevasen nada para el camino, sino solamente bordón; ni
alforja, ni pan, ni dinero en el cinto,
9 sino que calzasen sandalias,
y no vistiesen dos túnicas.
10 Y les dijo: Dondequiera que
entréis en una casa, posad en ella hasta que salgáis de aquel lugar.
11 Y si en algún lugar no os
recibieren ni os oyeren, salid de allí, y sacudid el polvo que está
debajo de vuestros pies, para testimonio a ellos.
De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el
castigo para los de Sodoma y Gomorra, que para aquella ciudad.
12 Y saliendo, predicaban que
los hombres se arrepintiesen.
13 Y echaban fuera muchos
demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos, y los sanaban. |
Lucas 9:1
Habiendo reunido a sus
doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los
demonios, y para sanar enfermedades.
2 Y los envió a predicar el reino
de Dios, y a sanar a los enfermos.
3 Y les dijo: No
toméis nada para el camino, ni bordón, ni alforja, ni pan, ni
dinero; ni llevéis dos túnicas.
4 Y en cualquier casa donde
entréis, quedad allí, y de allí salid.
5 Y dondequiera que no os
recibieren, salid de aquella ciudad, y sacudid el polvo de
vuestros pies en testimonio contra ellos.
6 Y saliendo, pasaban por todas
las aldeas, anunciando el evangelio y sanando por todas partes.
|
70.1 ¿Cual era el
ministerio de Jesús en Mateo 9:35?
70.2 ¿Por qué fue movido Jesús con compasión de la multitud? (Mt
9:36)
70.3 ¿Cual fue la petición en oración del Señor? (Mt 9:38)
70.4 Describe la misión de los doce cuando los mando fuera? (Mt
10:1)
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Febrero 9 -
Misión de los doce continuado Mt
10:16-11:1 Mr 6:12-13 Lu 9:6 |
Mateo 10:16
He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos;
sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas.
17 Y guardaos de los
hombres, porque os entregarán a los concilios, y en sus sinagogas
os azotarán;
18 y aun ante gobernadores
y reyes seréis llevados por causa de mí, para testimonio a ellos y
a los gentiles.
19 Mas cuando os entreguen,
no os preocupéis por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora
os será dado lo que habéis de hablar.
20 Porque no sois vosotros
los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en
vosotros.
21 El hermano entregará a
la muerte al hermano, y el padre al hijo; y los hijos se
levantarán contra los padres, y los harán morir.
22 Y seréis aborrecidos de
todos por causa de mi nombre;
mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
23 Cuando os persigan en
esta ciudad, huid a la otra; porque de cierto os digo, que no
acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel, antes que
venga el Hijo del Hombre.
24 El discípulo no es más
que su maestro,
ni el siervo más que su señor.
25 Bástale al discípulo
ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al padre de
familia llamaron Beelzebú
¿cuánto más a los de su casa?
26 Así que, no los temáis;
porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni
oculto, que no haya de saberse.
27 Lo que os digo en
tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo
desde las azoteas.
28 Y no temáis a los que
matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a
aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.
29 ¿No se venden dos
pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra
sin vuestro Padre.
30 Pues aun vuestros
cabellos están todos contados.
31 Así que, no temáis; más
valéis vosotros que muchos pajarillos.
32 A cualquiera, pues, que
me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré
delante de mi Padre que está en los cielos.
33 Y a cualquiera que me
niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi
Padre que está en los cielos.
34 No penséis que he venido
para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino
espada.
35 Porque he venido para
poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su
madre, y a la nuera contra su suegra;
36 y los enemigos del
hombre serán los de su casa.
37 El que ama a padre o
madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija
más que a mí, no es digno de mí;
38 y el que no toma su
cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.
39 El que halla su vida,
la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.
40 El que a vosotros recibe,
a mí me recibe;
y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.
41 El que recibe a un
profeta por cuanto es profeta, recompensa de profeta recibirá; y
el que recibe a un justo por cuanto es justo, recompensa de justo
recibirá.
42 Y cualquiera que dé a
uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto
es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa.
|
Mateo 11:1 Cuando Jesús terminó de
dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y a
predicar en las ciudades de ellos.
. |
Marcos 6:12 Y saliendo, predicaban que los hombres se
arrepintiesen.
13 Y echaban fuera muchos demonios, y
ungían con aceite a muchos enfermos, y los sanaban. |
Lucas 9:6
Y saliendo, pasaban
por todas las aldeas, anunciando el evangelio y sanando por todas partes.
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70.5 ¿Qué dijo Jesús sobre a quien temer? (Mt 10:28)
70.6 ¿De donde vienen los enemigos del hombre? (Mt 10:35-36)
70.7 ¿Qué acto chico dijo Jesús seria recompensado? (Mt 10:42)
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71. Herodes supuso que Jesús fue Juan - Mt 14:1-12 Mr 6:14-29 Lu 9:7-9
Febrero 10 -
Herodes supuso que Jesús fue Juan - Mt 14:1-12
Mr 6:14-29 Lu 9:7-9 |
Mateo 14:1
En aquel tiempo Herodes el tetrarca oyó la fama de Jesús,
2 y dijo a sus criados:
Este es Juan el Bautista; ha resucitado de los muertos, y por eso
actúan en él estos poderes.
3 Porque Herodes había
prendido a Juan, y le había encadenado y metido en la cárcel, por
causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano;
4 porque Juan le decía: No
te es lícito tenerla.
5 Y Herodes quería
matarle, pero temía al pueblo; porque tenían a Juan por profeta.
6 Pero cuando se celebraba
el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó en medio, y
agradó a Herodes,
7 por lo cual éste le
prometió con juramento darle todo lo que pidiese.
8 Ella, instruida primero
por su madre, dijo: Dame aquí en un plato la cabeza de Juan el
Bautista.
9 Entonces el rey se
entristeció; pero a causa del juramento, y de los que estaban con
él a la mesa, mandó que se la diesen,
10 y ordenó decapitar a
Juan en la cárcel.
11 Y fue traída su cabeza
en un plato, y dada a la muchacha; y ella la presentó a su madre.
12 Entonces llegaron sus
discípulos, y tomaron el cuerpo y lo enterraron; y fueron y dieron
las nuevas a Jesús.
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Marcos 6:14
Oyó el rey Herodes la fama de Jesús, porque su nombre se había
hecho notorio; y dijo: Juan el Bautista ha resucitado de los
muertos, y por eso actúan en él estos poderes.
15 Otros decían: Es Elías.
Y otros decían: Es un profeta, o alguno de los profetas.
16 Al oír esto Herodes,
dijo: Este es Juan, el que yo decapité, que ha resucitado de los
muertos.
17 Porque el mismo Herodes
había enviado y prendido a Juan, y le había encadenado en la
cárcel por causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano; pues la
había tomado por mujer.
18 Porque Juan decía a
Herodes: No te es lícito tener la mujer de tu hermano.
19 Pero Herodías le
acechaba, y deseaba matarle, y no podía;
20 porque Herodes temía a
Juan, sabiendo que era varón justo y santo, y le guardaba a salvo;
y oyéndole, se quedaba muy perplejo, pero le escuchaba de buena
gana.
21 Pero venido un día
oportuno, en que Herodes, en la fiesta de su cumpleaños, daba una
cena a sus príncipes y tribunos y a los principales de Galilea,
22 entrando la hija de
Herodías, danzó, y agradó a Herodes y a los que estaban con él a
la mesa; y el rey dijo a la muchacha: Pídeme lo que quieras, y yo
te lo daré.
23 Y le juró: Todo lo que
me pidas te daré, hasta la mitad de mi reino.
24 Saliendo ella, dijo a
su madre: ¿Qué pediré? Y ella le dijo: La cabeza de Juan el
Bautista.
25 Entonces ella entró
prontamente al rey, y pidió diciendo: Quiero que ahora mismo me
des en un plato la cabeza de Juan el Bautista.
26 Y el rey se entristeció
mucho; pero a causa del juramento, y de los que estaban con él a
la mesa, no quiso desecharla.
27 Y en seguida el rey,
enviando a uno de la guardia, mandó que fuese traída la cabeza de
Juan.
28 El guarda fue, le
decapitó en la cárcel, y trajo su cabeza en un plato y la dio a la
muchacha, y la muchacha la dio a su madre.
29 Cuando oyeron esto sus
discípulos, vinieron y tomaron su cuerpo, y lo pusieron en un
sepulcro.
|
Lucas 9:7
Herodes el tetrarca oyó
de todas las cosas que hacía Jesús; y estaba perplejo, porque
decían algunos: Juan ha resucitado de los muertos;
8 otros: Elías ha aparecido; y
otros: Algún profeta de los antiguos ha resucitado.
9 Y dijo Herodes: A Juan yo le
hice decapitar; ¿quién, pues, es éste, de quien oigo tales cosas?
Y procuraba verle.
|
71.1 ¿Quien pensó
Herodes que Jesús era? (Mr 6:14-16)
71.2 ¿Por qué mataron a Juan?
(Mr 6:18-29)
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72. Alimentación de los cinco mil - Mt 14:13-21 Mr 6:30-44 Lu 9:10-17 Jn
6:1-14
Febrero 11 -
Alimentación de los cinco mil - Mt 14:13-21
Mr 6:30-44 Lu 9:10-17 Jn
6:1-13 |
Mateo 14:13
Oyéndolo Jesús, se apartó de allí en una barca a un lugar desierto
y apartado; y cuando la gente lo oyó, le siguió a pie desde las
ciudades.
14 Y saliendo Jesús, vio
una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de
ellos estaban enfermos.
15 Cuando anochecía, se
acercaron a él sus discípulos, diciendo: El lugar es desierto, y
la hora ya pasada; despide a la multitud, para que vayan por las
aldeas y compren de comer.
16 Jesús les dijo: No
tienen necesidad de irse; dadles vosotros de comer.
17 Y ellos dijeron: No
tenemos aquí sino cinco panes y dos peces.
18 El les dijo: Traédmelos
acá.
19 Entonces mandó a la
gente recostarse sobre la hierba; y tomando los cinco panes y los
dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió y dio
los panes a los discípulos, y los discípulos a la multitud.
20 Y comieron todos, y se
saciaron; y recogieron lo que sobró de los pedazos, doce cestas
llenas.
21 Y los que comieron
fueron como cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.
|
Marcos 6:30
Entonces los apóstoles se juntaron con Jesús, y le contaron todo
lo que habían hecho, y lo que habían enseñado.
31 El les dijo: Venid
vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque
eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aun tenían
tiempo para comer.
32 Y se fueron solos en
una barca a un lugar desierto.
33 Pero muchos los vieron
ir, y le reconocieron; y muchos fueron allá a pie desde las
ciudades, y llegaron antes que ellos, y se juntaron a él.
34 Y salió Jesús y vio una
gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas
que no tenían pastor;
y comenzó a enseñarles muchas cosas.
35 Cuando ya era muy
avanzada la hora, sus discípulos se acercaron a él, diciendo: El
lugar es desierto, y la hora ya muy avanzada.
36 Despídelos para que
vayan a los campos y aldeas de alrededor, y compren pan, pues no
tienen qué comer.
37 Respondiendo él, les
dijo: Dadles vosotros de comer. Ellos le dijeron: ¿Que vayamos y
compremos pan por doscientos denarios, y les demos de comer?
38 El les dijo: ¿Cuántos
panes tenéis? Id y vedlo. Y al saberlo, dijeron: Cinco, y dos
peces.
39 Y les mandó que
hiciesen recostar a todos por grupos sobre la hierba verde.
40 Y se recostaron por
grupos, de ciento en ciento, y de cincuenta en cincuenta.
41 Entonces tomó los cinco
panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y
partió los panes, y dio a sus discípulos para que los pusiesen
delante; y repartió los dos peces entre todos.
42 Y comieron todos, y se
saciaron.
43 Y recogieron de los
pedazos doce cestas llenas, y de lo que sobró de los peces.
44 Y los que comieron eran
cinco mil hombres.
|
Lucas 9:10
Vueltos los apóstoles,
le contaron todo lo que habían hecho. Y tomándolos, se retiró
aparte, a un lugar desierto de la ciudad llamada Betsaida.
11 Y cuando la gente lo supo, le
siguió; y él les recibió, y les hablaba del reino de Dios, y
sanaba a los que necesitaban ser curados.
12 Pero el día comenzaba a
declinar; y acercándose los doce, le dijeron: Despide a la gente,
para que vayan a las aldeas y campos de alrededor, y se alojen y
encuentren alimentos; porque aquí estamos en lugar desierto.
13 Él les dijo: Dadles vosotros
de comer. Y dijeron ellos: No tenemos más que cinco panes y dos
pescados, a no ser que vayamos nosotros a comprar alimentos para
toda esta multitud.
14 Y eran como cinco mil hombres.
Entonces dijo a sus discípulos: Hacedlos sentar en grupos, de
cincuenta en cincuenta.
15 Así lo hicieron, haciéndolos
sentar a todos.
16 Y tomando los cinco panes y
los dos pescados, levantando los ojos al cielo, los bendijo, y los
partió, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante de la
gente.
17 Y comieron todos, y se
saciaron; y recogieron lo que les sobró, doce cestas de pedazos.
|
Juan 6:1
Después de esto, Jesús
fue al otro lado del mar de Galilea, el de Tiberias.
2 Y le seguía gran multitud,
porque veían las señales que hacía en los enfermos.
3 Entonces subió Jesús a un
monte, y se sentó allí con sus discípulos.
4 Y estaba cerca la pascua, la
fiesta de los judíos.
5 Cuando alzó Jesús los ojos, y
vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde
compraremos pan para que coman éstos?
6 Pero esto decía para probarle;
porque él sabía lo que había de hacer.
7 Felipe le respondió: Doscientos
denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un
poco.
8 Uno de sus discípulos, Andrés,
hermano de Simón Pedro, le dijo:
9 Aquí está un muchacho, que
tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto
para tantos?
10 Entonces Jesús dijo: Haced
recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se
recostaron como en número de cinco mil varones.
11 Y tomó Jesús aquellos panes, y
habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los
discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los
peces, cuanto querían.
12 Y cuando se hubieron saciado,
dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que
no se pierda nada.
13 Recogieron, pues, y llenaron
doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron
a los que habían comido.
|
72.1 ¿Cómo creas
que Jesús' se siente sobre las vacaciones? (Mr 6:31)
72.2 ¿Cuanto más o menos pensó Felipe que costaría darles de comer
a la multitud? (Jn 6:7)
72.3 ¿Quien dio para darles de comer a los 5000? (Jn 6:9)
72.4 ¿Cuanto podía comer cada persona? (Mr 6:42)
72.5 ¿Qué se hizo con las sobras? (Mr 6:43)
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73. Manda a los discípulos en la barca
– Mt 14:22-23
Mr 6:45-46 Jn 6:14-15
Febrero 12 -
Manda a los discípulos en la barca
Mt 14:22-23 Mr 6:45-46 Jn
6:14-15 |
Mateo 14:22
En seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir
delante de él a la otra ribera, entre tanto que él despedía a la
multitud.
23 Despedida la multitud,
subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí
solo.
|
Marcos 6:45
En seguida hizo a sus
discípulos entrar en la barca e ir delante de él a Betsaida, en la
otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud.
46 Y después que los hubo
despedido, se fue al monte a orar;
|
Juan 6:14
Aquellos hombres entonces,
viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es
el profeta que había de venir al mundo.
15 Pero entendiendo Jesús que iban a
venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte
él solo. |
73.1
¿A donde fue Jesús a orar?
(Mt 14:23)
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74.
Jesús anda sobre el mar - Mt 14:24-33 Mr 6:47-52 Jn 6:16-21
Febrero 12 Continuado -
Jesús
anda sobre el mar - Mt 14:24-33
Mr 6:47-52 Jn 6:16-21 |
Mateo 14:24
Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque
el viento era contrario.
25 Mas a la cuarta vigilia de
la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar.
26 Y los discípulos, viéndole
andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: !!Un fantasma! Y dieron
voces de miedo.
27 Pero en seguida Jesús les
habló, diciendo: !!Tened ánimo; yo soy, no temáis!
28 Entonces le respondió
Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las
aguas.
29 Y él dijo: Ven. Y
descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a
Jesús.
30 Pero al ver el fuerte
viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo:
!!Señor, sálvame!
31 Al momento Jesús,
extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: !!Hombre de poca fe! ¿Por
qué dudaste?
32 Y cuando ellos subieron en
la barca, se calmó el viento.
33 Entonces los que estaban en
la barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de
Dios. |
Marcos 6:47
y al venir la noche, la
barca estaba en medio del mar, y él solo en tierra.
48 Y viéndoles remar con gran fatiga,
porque el viento les era contrario, cerca de la cuarta vigilia de la
noche vino a ellos andando sobre el mar, y quería adelantárseles.
49 Viéndole ellos andar sobre el mar,
pensaron que era un fantasma, y gritaron;
50 porque todos le veían, y se
turbaron. Pero en seguida habló con ellos, y les dijo: !!Tened ánimo;
yo soy, no temáis!
51 Y subió a ellos en la barca, y se
calmó el viento; y ellos se asombraron en gran manera, y se
maravillaban.
52 Porque aún no habían entendido lo
de los panes, por cuanto estaban endurecidos sus corazones. |
Juan 6:16
Al anochecer,
descendieron sus discípulos al mar,
17 y entrando en una barca, iban
cruzando el mar hacia Capernaum. Estaba ya oscuro, y Jesús no
había venido a ellos.
18 Y se levantaba el mar con un
gran viento que soplaba.
19 Cuando habían remado como
veinticinco o treinta estadios, vieron a Jesús que andaba sobre el
mar y se acercaba a la barca; y tuvieron miedo.
20 Mas él les dijo: Yo soy; no
temáis.
21 Ellos entonces con gusto le
recibieron en la barca, la cual llegó en seguida a la tierra
adonde iban.
|
74.1 ¿Cuando Jesús caminó
sobre las aguas como sabemos que no estaba caminando en ielo?
(Mt 14:24)
74.2 ¿Cual oración Jesús contestó en esta sección?
(Mt 14:30)
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75. Recepción en Genesaret - Mt 14:34-36 Mr
6:53-56
Febrero 12 Continuado -
Recepción en Genesaret - Mt 14:34-36
Mr 6:53-56 |
Mateo 14:34
Y terminada la travesía, vinieron a tierra de Genesaret.
35 Cuando le conocieron
los hombres de aquel lugar, enviaron noticia por toda aquella
tierra alrededor, y trajeron a él todos los enfermos;
36 y le rogaban que les
dejase tocar solamente el borde de su manto; y todos los que lo
tocaron, quedaron sanos.
|
Marcos 6:53
Terminada la travesía,
vinieron a tierra de Genesaret, y arribaron a la orilla.
54 Y saliendo ellos de la barca,
en seguida la gente le conoció.
55 Y recorriendo toda la tierra
de alrededor, comenzaron a traer de todas partes enfermos en
lechos, a donde oían que estaba.
56 Y dondequiera que entraba, en
aldeas, ciudades o campos, ponían en las calles a los que estaban
enfermos, y le rogaban que les dejase tocar siquiera el borde de
su manto; y todos los que le tocaban quedaban sanos.
|
75.1
¿Quien fue echo completo?
(Mt 14:36)
Concurso en las secciones 65-75 en
Armonía de los Evangelios
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Horario de la
Lecture del NT
Guía de Estudio
PARTE -
UNO
DOS
TRES
CUATRO
CINCO SEIS
SEITE
OCHO
NUEVE
DIEZ
ONCE
DOCE
TRES