Los siguientes números corresponden
a los números de secciones en La Armonía de los Evangelios;
por
A. T. Robertson, Harper & Row, Publicadores,Nueva York, 1950 y
El Cristo de los Evangelios; por J. W. Shepard,
Wm. B. Erdmans
Compañía de Publicaciones, Grand Rapids, MI, 1968. Favor de clic al
número de la sección
para obtener las preguntas del estudio de la
sección.
PARTE -
UNO
DOS
TRES CUATRO
CINCO
SEIS
SEITE
OCHO
NUEVE
DIEZ
ONCE
DOCE
TRES
Para leer
o escuchar
la porción biblica en la computadora presíone en donde dice "here."
Cuando aparezca el cuadro que diga, "search by passage" escriba
allí el nombre del libro de la biblia y el capítulo. Por ejemplo: (Lu
2). Despues presíone en donde dice, "go". En la página que salga seleccione
Español y
la versíon que desee usar. Por ultimo, despues de leer
o escuchar
(LBLA)
el pasaje biblico favor de contestar las preguntas del estudio.
PARTE CUATRO:
El Ministerio Galileo
- Parte 1
-
Cuenta general de las enseñanzas de Jesús - Mt 4:17 Mr 1:14-15 Lu 4:14,
-
Sanidad al hijo de un noble - Jn 4:46-54
-
Primer
rechazo en Nazaret
-
Lu
4:16-31
-
Residencia temporaria de Jesús' en Capernaum - Mt 4:13-16
-
Jesús
llamo cuatro pescadores - Mt 4:18-22 Mr 1:16-20 Lu 5:1-11
-
Sanidad
del hombre con espíritu demonio inmundo - Mr 1:21-28 Lu 4:31-37
-
Jesús
sana a la suegra de Pedro - Mt 8:14-17 Mr 1:29-34 Lu 4:38-41
-
Jesús’ recorre
Galilea predicando - Mt 4:23-25 Mr 1:35-39 Lu 4:42-44
-
Jesús sana a un
leproso - Mt 8:2-4 Mr 1:40-45 Lu 5:12-16
-
Jesús sana a un
paralitico en Capernaum - Mt 9:1-8 Mr 2:1-12 Lu 5:17-26
-
Llamamiento
de Mateo - Mt 9:9-13 Mr 2:13-17 Lu 5:27-32
-
Jesús Defiende a los que no ayunan - Mt 9:14-17 Mr 2:18-22 Lu 5:33-39
-
Jesús sana en el día
de reposo y defiende su echo - Jn 5:1-47
-
Los discípulos
recogen espigas en el día de reposo - Mt 12:1-8 Mr 2:23-28 Lu
6:1-5
-
Jesús sana al hombre
de la mano seca en el día de reposo - Mt 12:9-14 Mr 3:1-6 Lu
6:6-11
Volver arriba
PARTE
CUATRO:
El Ministerio Galileo
- Parte 1
36. Llegada a Galilea -
Jn 4:43-45
Enero
14 cont'd -
Llegada a Galilea -
Jn 4:43-45
|
Jn 5:43 Dos días después, salió de
allí y fue a Galilea.
44 Porque Jesús mismo dio
testimonio de que el profeta no tiene honra en su propia tierra.
45 Cuando vino a Galilea,
los galileos le recibieron, habiendo visto todas las cosas que
había hecho en Jerusalén, en la fiesta;
porque también ellos habían ido a la fiesta.
|
36.1 Discute "el profeta no tiene honra en su propia tierra
". (44)
Volver arriba
37. Cuenta general de las enseñanzas de Jesús -
Mt 4:17 Mr 1:14-15 Lu 4:14
Enero 15 -
Cuenta general de las enseñanzas de Jesús -
Mt 4:17 Mr 1:14-15 Lu 4:14
|
Mt 4:17
Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos,
porque el reino de los cielos se ha acercado.
|
Mr 1:14
Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea
predicando el evangelio del reino de Dios,
15 diciendo: El tiempo se ha
cumplido, y el reino de Dios
se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.
|
Lu 4:14 Jesús volvió en el poder del Espíritu a
Galilea, y se difundió su fama por toda la tierra de alrededor.
15 Y enseñaba en las sinagogas de
ellos, y era glorificado por todos.
|
Volver arriba
38. Sanidad al hijo de un noble -
Jn 4:46-54
Enero 15 cont'd - Sanidad al hijo de un noble -
Jn 4:46-54
|
Jn 4:46 Vino, pues, Jesús otra vez a Caná de
Galilea, donde había convertido el agua en vino. Y había en Capernaum
un oficial del rey, cuyo hijo estaba enfermo.
47 Este, cuando oyó que Jesús había
llegado de Judea a Galilea, vino a él y le rogó que descendiese y
sanase a su hijo, que estaba a punto de morir.
48 Entonces Jesús le dijo: Si no
viereis señales y prodigios, no creeréis.
49 El oficial del rey le dijo: Señor,
desciende antes que mi hijo muera.
50 Jesús le dijo: Ve, tu hijo vive. Y
el hombre creyó la palabra que Jesús le dijo, y se fue.
51 Cuando ya él descendía, sus
siervos salieron a recibirle, y le dieron nuevas, diciendo: Tu hijo
vive.
52 Entonces él les preguntó a qué
hora había comenzado a estar mejor. Y le dijeron: Ayer a las siete le
dejó la fiebre.
53 El padre entonces entendió que
aquella era la hora en que Jesús le había dicho: Tu hijo vive; y creyó
él con toda su casa.
54 Esta segunda señal hizo Jesús,
cuando fue de Judea a Galilea. |
38.1 ¿Qué fue requerido del hombre noble para que su hijo fuera
sanado?
(50)
Volver arriba
39. Primer rechazo en Nazaret
- Lu 4:16-31
Enero 15 cont'd - Primer rechazo en Nazaret
- Lu 4:16-31
|
Lu 4:16
Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de
reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó
a leer.
17 Y se le dio el libro del
profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde
estaba escrito:
18 El Espíritu del Señor está
sobre mí,
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos;
19 A predicar el año agradable
del Señor.
20 Y enrollando el libro, lo dio
al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga
estaban fijos en él.
21 Y comenzó a decirles: Hoy se
ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.
22 Y todos daban buen testimonio
de él, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían
de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de José?
23 Él les dijo: Sin duda me
diréis este refrán: Médico, cúrate a ti mismo; de tantas cosas que
hemos oído que se han hecho en Capernaum, haz también aquí en tu
tierra.
24 Y añadió: De cierto os digo,
que ningún profeta es acepto en su propia tierra.
25 Y en verdad os digo que muchas
viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue
cerrado por tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en toda
la tierra;
26 pero a ninguna de ellas fue
enviado Elías, sino a una mujer viuda en Sarepta de Sidón.
27 Y muchos leprosos había en
Israel en tiempo del profeta Eliseo; pero ninguno de ellos fue
limpiado, sino Naamán el sirio.
28 Al oír estas cosas, todos en
la sinagoga se llenaron de ira;
29 y levantándose, le echaron
fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre
el cual estaba edificada la ciudad de ellos, para despeñarle.
30 Mas él pasó por en medio de
ellos, y se fue.
31 Descendió Jesús a Capernaum, ciudad de Galilea; y les
enseñaba en los días de reposo. |
39.1 ¿Qué fue lo que Jesús anunció del propósito de su
ministerio? (18-19)
39.2 ¿Cuál fue el significado de la viuda que fue mandado a Elija
y el leproso para ser limpio en los
días de Elías?
(24-26)
39.3 ¿Cómo trataron los judíos de matar a Jesús?
(29)
Volver arriba
40. Residencia
temporaria de Jesús' en Capernaum
- Mt 4:13-16
Enero 15 cont'd -
Residencia temporaria de Jesús' en Capernaum
- Mt 4:13-16 |
Mt 4:13
y dejando a Nazaret, vino y habitó en Capernaum, ciudad
marítima, en la región de Zabulón y de Neftalí,
14 para que se cumpliese lo dicho por
el profeta Isaías, cuando dijo:
15
Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí,
Camino del mar, al otro lado del Jordán,
Galilea de los gentiles;
16
El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz;
Y a los asentados en región de sombra de muerte,
Luz les resplandeció. |
40.1 ¿Qué se le profesito a la gente, cuales estaban en la
oscuridad, miraran?
(16)
Volver arriba
41. Jesús llama cuatro pescadores -
Mt 4:18-22 Mr 1:16-20 Lu 5:1-11
Enero 16 -
Jesús llama cuatro pescadores -
Mt 4:18-22 Mr 1:16-20 Lu 5:1-11
|
Mt 4:18
Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos
hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la
red en el mar; porque eran pescadores.
19 Y les dijo: Venid en pos de mí, y
os haré pescadores de hombres.
20 Ellos entonces, dejando al
instante las redes, le siguieron.
21 Pasando de allí, vio a otros dos
hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con
Zebedeo su padre, que remendaban sus redes; y los llamó.
22 Y ellos, dejando al instante la
barca y a su padre, le siguieron.
|
Mr 1:16
Andando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés
su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores.
17 Y les dijo Jesús: Venid en pos
de mí, y haré que seáis pescadores de hombres.
18 Y dejando luego sus redes, le
siguieron.
19 Pasando de allí un poco más
adelante, vio a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan su hermano,
también ellos en la barca, que remendaban las redes.
20 Y luego los llamó; y dejando a
su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, le siguieron.
|
Lu 5:1
Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret,
el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios.
2 Y vio dos barcas que estaban
cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido
de ellas, lavaban sus redes.
3 Y entrando en una de aquellas
barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un
poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud.
4 Cuando terminó de hablar, dijo
a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar.
5 Respondiendo Simón, le dijo:
Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos
pescado; mas en tu palabra echaré la red.
6 Y habiéndolo hecho, encerraron
gran cantidad de peces, y su red se rompía.
7 Entonces hicieron señas a los
compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a
ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que
se hundían.
8 Viendo esto Simón Pedro, cayó
de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque
soy hombre pecador.
9 Porque por la pesca que habían
hecho, el temor se había apoderado de él, y de todos los que
estaban con él,
10 y asimismo de Jacobo y Juan,
hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a
Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres.
11 Y cuando trajeron a tierra las
barcas, dejándolo todo, le siguieron.
|
41.1 ¿Cuántos de los doce eran pescadores?
(Jn
21:2-3)
41.2 ¿Qué les dijo Jesús los iba hacer si lo seguían?
(Mt 4:19)
41.3 ¿Qué enseña desgaño de Pedro Simón que siguió con
obediencia? (Lu 5:4-5)
41.4 ¿Qué dejaron Pedro, Andrés, Jacobo y Juan para seguir a Jesús?
(Mt 4:20,22, Lu
5:11)
Volver arriba
42. Sanidad del hombre con espíritu demonio inmundo -
Mr 1:21-28 Lu 4:31-37
Enero 16 cont'd -
Sanidad del hombre con espíritu demonio inmundo -
Mr 1:21-28 Lu 4:31-37
|
Mr 1:21 Y entraron en Capernaum; y los días de
reposo, entrando en la sinagoga, enseñaba.
22 Y se admiraban de su doctrina;
porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los
escribas.
23 Pero había en la sinagoga de
ellos un hombre con espíritu inmundo, que dio voces,
24 diciendo: !!Ah! ¿qué tienes
con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé
quién eres, el Santo de Dios.
25 Pero Jesús le reprendió,
diciendo: !!Cállate, y sal de él!
26 Y el espíritu inmundo,
sacudiéndole con violencia, y clamando a gran voz, salió de él.
27 Y todos se asombraron, de tal
manera que discutían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva
doctrina es esta, que con autoridad manda aun a los espíritus
inmundos, y le obedecen?
28 Y muy pronto se difundió su
fama por toda la provincia alrededor de Galilea.
|
Lu 4:31
Descendió
Jesús a Capernaum, ciudad de Galilea; y les enseñaba en los días
de reposo.
32 Y se admiraban de su doctrina,
porque su palabra era con autoridad.
33 Estaba en la sinagoga un
hombre que tenía un espíritu de demonio inmundo, el cual exclamó a
gran voz,
34 diciendo: Déjanos; ¿qué tienes
con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Yo te
conozco quién eres, el Santo de Dios.
35 Y Jesús le reprendió,
diciendo: Cállate, y sal de él. Entonces el demonio, derribándole
en medio de ellos, salió de él, y no le hizo daño alguno.
36 Y estaban todos maravillados,
y hablaban unos a otros, diciendo: ¿Qué palabra es esta, que con
autoridad y poder manda a los espíritus inmundos, y salen?
37 Y su fama se difundía por
todos los lugares de los contornos.
|
42.1 ¿Cómo las enseñanzas de Jesús diferencian de las enseñanzas
se los escribes? (Mr
1:22)
42.2 ¿Qué dijo el espíritu sucio de Jesús?
(Mr 1:24)
Volver arriba
43. Jesús sana a la suegra de Pedro
- Mt 8:14-17 Mr 1:29-34 Lu 4:38-41
Enero 17 -
Jesús sana a la suegra de Pedro
- Mt 8:14-17 Mr 1:29-34 Lu 4:38-41
|
Mt 8:14
Vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de
éste postrada en cama, con fiebre.
15 Y tocó su mano, y la fiebre la
dejó; y ella se levantó, y les servía.
16 Y cuando llegó la noche,
trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a
los demonios, y sanó a todos los enfermos;
17 para que se cumpliese lo dicho
por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras
enfermedades, y llevó nuestras dolencias.
|
Mr 1:29
Al salir de la sinagoga, vinieron a casa de Simón y
Andrés, con Jacobo y Juan.
30 Y la suegra de Simón estaba
acostada con fiebre; y en seguida le hablaron de ella.
31 Entonces él se acercó, y la
tomó de la mano y la levantó; e inmediatamente le dejó la fiebre,
y ella les servía.
32
Cuando llegó la noche, luego que el sol se puso, le trajeron todos
los que tenían enfermedades, y a los endemoniados;
33 y toda la ciudad se agolpó a
la puerta.
34 Y sanó a muchos que estaban
enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y
no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían.
|
Lu 4:38
Entonces Jesús se levantó y salió de la sinagoga, y
entró en casa de Simón. La suegra de Simón tenía una gran fiebre;
y le rogaron por ella.
39 E inclinándose hacia ella,
reprendió a la fiebre; y la fiebre la dejó, y levantándose ella al
instante, les servía.
40
Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas
enfermedades los traían a él; y él, poniendo las manos sobre cada
uno de ellos, los sanaba.
41 También salían demonios de
muchos, dando voces y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Pero él
los reprendía y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el
Cristo.
|
43.1 ¿Qué fue a doble milagro de la sanidad de la suegra de Pedro?
(Lu 4:39)
Volver arriba
44. Jesús’ recorre Galilea predicando - Mt 4:23-25 Mr 1:35-39 Lu
4:42-44
Enero 17 cont'd - Jesús’ recorre Galilea predicando - Mt 4:23-25 Mr 1:35-39 Lu
4:42-44
|
Mt 4:23 Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando
en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y
sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
24 Y se difundió su fama por toda
Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por
diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y
paralíticos; y los sanó.
25 Y le siguió mucha gente de
Galilea, de Decápolis, de Jerusalén, de Judea y del otro lado del
Jordán. |
Mr 1:35
Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió
y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.
36 Y le buscó Simón, y los que
con él estaban;
37 y hallándole, le dijeron:
Todos te buscan.
38 El les dijo: Vamos a los
lugares vecinos, para que predique también allí; porque para esto
he venido.
39 Y predicaba en las sinagogas
de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios.
|
Lu 4:42
Cuando ya era de día, salió y se fue a un lugar
desierto; y la gente le buscaba, y llegando a donde estaba, le
detenían para que no se fuera de ellos.
43 Pero él les dijo: Es necesario
que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de
Dios; porque para esto he sido enviado.
44 Y predicaba en las sinagogas
de Galilea.
|
44.1 ¿En esta sección, a que hora del día oró Jesús?
(Mr 1:35)
44.2 ¿En qué frase enseña la carga misionera de Jesús?
(Mr 1:38)
44.3 ¿Qué clase de enfermedades sanó Jesús?
(Mt 4:24)
Volver arriba
45. Jesús
sana a un leproso - Mt 8:2-4 Mr 1:40-45 Lu 5:12-16
Enero 17 cont'd - Jesús
sana a un leproso - Mt 8:2-4 Mr 1:40-45 Lu 5:12-16 |
Mt 8:2 Y he aquí vino un leproso y se postró ante él,
diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.
3 Jesús extendió la mano y le tocó,
diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció.
4 Entonces Jesús le dijo: Mira, no lo
digas a nadie; sino ve, muéstrate al sacerdote, y presenta la ofrenda
que ordenó Moisés, para testimonio a ellos. |
Mr 1:40Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la
rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme.
41 Y Jesús, teniendo misericordia
de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio.
42 Y así que él hubo hablado, al
instante la lepra se fue de aquél, y quedó limpio.
43 Entonces le encargó
rigurosamente, y le despidió luego,
44 y le dijo: Mira, no digas a
nadie nada, sino ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu
purificación lo que Moisés mandó, para testimonio a ellos.
45 Pero ido él, comenzó a
publicarlo mucho y a divulgar el hecho, de manera que ya Jesús no
podía entrar abiertamente en la ciudad, sino que se quedaba fuera
en los lugares desiertos; y venían a él de todas partes.
|
Lu 5:12
Sucedió que estando él en una de las ciudades, se
presentó un hombre lleno de lepra, el cual, viendo a Jesús, se
postró con el rostro en tierra y le rogó, diciendo: Señor, si
quieres, puedes limpiarme.
13 Entonces, extendiendo él la
mano, le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante la lepra
se fue de él.
14 Y él le mandó que no lo dijese
a nadie; sino ve, le dijo, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu
purificación, según mandó Moisés, para testimonio a ellos.
15 Pero su fama se extendía más y
más; y se reunía mucha gente para oírle, y para que les sanase de
sus enfermedades.
16 Mas él se apartaba a lugares
desiertos, y oraba.
|
45.1 ¿Cuál era la oración que pidió el leproso?
(Mt 8:2)
45.2 ¿Cuál era la respuesta de Jesús?
(Mt 8:3)
45.3 ¿Después que fue sanado de leprosa quien era el hombre?
(Mt 8:4)
Volver arriba
46. Jesús sana a un paralítico en Capernaum - Mt 9:1-8 Mr 2:1-12
Lu 5:17-26
Enero 18 -
Jesús sana a un paralítico en Capernaum - Mt 9:1-8 Mr 2:1-12
Lu 5:17-26
|
Mt 9:1 Entonces, entrando Jesús en la barca, pasó al
otro lado y vino a su ciudad.
2 Y sucedió que le trajeron un
paralítico, tendido sobre una cama; y al ver Jesús la fe de ellos,
dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son
perdonados.
3 Entonces algunos de los
escribas decían dentro de sí: Este blasfema.
4 Y conociendo Jesús los
pensamientos de ellos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros
corazones?
5 Porque, ¿qué es más fácil,
decir: Los pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda?
6 Pues para que sepáis que el
Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados
(dice entonces al paralítico): Levántate, toma tu cama, y vete a
tu casa.
7 Entonces él se levantó y se fue
a su casa.
8 Y la gente, al verlo, se
maravilló y glorificó a Dios, que había dado tal potestad a los
hombres.
|
Mr 2:1
Entró Jesús otra vez en Capernaum después de algunos
días; y se oyó que estaba en casa.
2 E inmediatamente se juntaron
muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les
predicaba la palabra.
3 Entonces vinieron a él unos
trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro.
4 Y como no podían acercarse a él
a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y
haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el
paralítico.
5 Al ver Jesús la fe de ellos,
dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.
6 Estaban allí sentados algunos
de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones:
7 ¿Por qué habla éste así?
Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?
8 Y conociendo luego Jesús en su
espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les
dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones?
9 ¿Qué es más fácil, decir al
paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate,
toma tu lecho y anda?
10 Pues para que sepáis que el
Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados
(dijo al paralítico):
11 A ti te digo: Levántate, toma
tu lecho, y vete a tu casa.
12 Entonces él se levantó en
seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que
todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos
visto tal cosa.
|
Lu 5:17
Aconteció un día, que él estaba enseñando, y estaban
sentados los fariseos y doctores de la ley, los cuales habían
venido de todas las aldeas de Galilea, y de Judea y Jerusalén; y
el poder del Señor estaba con él para sanar.
18 Y sucedió que unos hombres que
traían en un lecho a un hombre que estaba paralítico, procuraban
llevarle adentro y ponerle delante de él.
19 Pero no hallando cómo hacerlo
a causa de la multitud, subieron encima de la casa, y por el
tejado le bajaron con el lecho, poniéndole en medio, delante de
Jesús.
20 Al ver él la fe de ellos, le
dijo: Hombre, tus pecados te son perdonados.
21 Entonces los escribas y los
fariseos comenzaron a cavilar, diciendo: ¿Quién es éste que habla
blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?
22 Jesús entonces, conociendo los
pensamientos de ellos, respondiendo les dijo: ¿Qué caviláis en
vuestros corazones?
23 ¿Qué es más fácil, decir: Tus
pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda?
24 Pues para que sepáis que el
Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados
(dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y
vete a tu casa.
25 Al instante, levantándose en
presencia de ellos, y tomando el lecho en que estaba acostado, se
fue a su casa, glorificando a Dios.
26 Y todos, sobrecogidos de
asombro, glorificaban a Dios; y llenos de temor, decían: Hoy hemos
visto maravillas.
|
46.1 ¿Cómo Jesús vio la fe de los cuatro?
(Mr 2:4-5)
46.2 ¿Qué fue lo primero que Jesús le dijo al hombre enfermo de
leprosa? (Mr 2:5)
46.3 ¿Cómo enseño Jesús que él era Dios?
(Mr 2:10-11)
46.4 ¿Qué fue requerido del hombre para poder obtener su sanidad?
(Mr 2:11-12)
Volver arriba
47. Llamamiento de Mateo - Mt 9:9-13 Mr 2:13-17 Lu 5:27-32
Enero 19 -
Llamamiento de Mateo - Mt 9:9-13 Mr 2:13-17 Lu 5:27-32
|
Mt 9:9 Pasando Jesús de allí, vio a un hombre
llamado Mateo, que estaba sentado al banco de los tributos
públicos, y le dijo: Sígueme. Y se levantó y le siguió.
10 Y aconteció que estando él
sentado a la mesa en la casa, he aquí que muchos publicanos y
pecadores, que habían venido, se sentaron juntamente a la mesa con
Jesús y sus discípulos.
11 Cuando vieron esto los
fariseos, dijeron a los discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro
con los publicanos y pecadores?
12 Al oír esto Jesús, les dijo:
Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos.
13 Id, pues, y aprended lo que
significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he
venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.
|
Mr 2:13 Después volvió a salir al mar; y toda la
gente venía a él, y les enseñaba.
14 Y al pasar, vio a Leví hijo de
Alfeo, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo:
Sígueme. Y levantándose, le siguió.
15 Aconteció que estando Jesús a
la mesa en casa de él, muchos publicanos y pecadores estaban
también a la mesa juntamente con Jesús y sus discípulos; porque
había muchos que le habían seguido.
16 Y los escribas y los fariseos,
viéndole comer con los publicanos y con los pecadores, dijeron a
los discípulos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con los
publicanos y pecadores?
17 Al oír esto Jesús, les dijo:
Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he
venido a llamar a justos, sino a pecadores.
|
Lu 5:27
Después de estas cosas salió, y vio a un publicano
llamado Leví, sentado al banco de los tributos públicos, y le
dijo: Sígueme.
28 Y dejándolo todo, se levantó y
le siguió.
29 Y Leví le hizo gran banquete
en su casa; y había mucha compañía de publicanos y de otros que
estaban a la mesa con ellos.
30 Y los escribas y los fariseos
murmuraban contra los discípulos, diciendo: ¿Por qué coméis y
bebéis con publicanos y pecadores?
31 Respondiendo Jesús, les dijo:
Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los
enfermos.
32 No he venido a llamar a
justos, sino a pecadores al arrepentimiento.
|
47.1 ¿Cómo llamaban a Mateo también?
(Mt 9:9, Mr 2:14)
47.2 ¿Cuál era su posición?
(Mr 2:14)
47.3 ¿Qué ilustración huso Jesús para mostrar que el bebería
comer con los pecadores?
(Mr 2:17)
Volver arriba
48. Jesús
Defiende a los que no ayunan - Mt 9:14-17 Mr 2:18-22 Lu 5:33-39
Enero 19 continuado -
Jesús
Defiende a los que no ayunan - Mt 9:14-17 Mr 2:18-22 Lu 5:33-39
|
Mt 9:14
Entonces vinieron a él los discípulos de Juan, diciendo: ¿Por qué
nosotros y los fariseos ayunamos muchas veces, y tus discípulos no
ayunan?
15 Jesús les dijo: ¿Acaso pueden
los que están de bodas tener luto entre tanto que el esposo está
con ellos? Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado, y
entonces ayunarán.
16 Nadie pone remiendo de paño
nuevo en vestido viejo; porque tal remiendo tira del vestido, y se
hace peor la rotura.
17 Ni echan vino nuevo en odres
viejos; de otra manera los odres se rompen, y el vino se derrama,
y los odres se pierden; pero echan el vino nuevo en odres nuevos,
y lo uno y lo otro se conservan juntamente.
|
Mr 2:18
Y los discípulos de Juan y los de los fariseos ayunaban;
y vinieron, y le dijeron: ¿Por qué los discípulos de Juan y los de
los fariseos ayunan, y tus discípulos no ayunan?
19 Jesús les dijo: ¿Acaso pueden
los que están de bodas ayunar mientras está con ellos el esposo?
Entre tanto que tienen consigo al esposo, no pueden ayunar.
20 Pero vendrán días cuando el
esposo les será quitado, y entonces en aquellos días ayunarán.
21 Nadie pone remiendo de paño
nuevo en vestido viejo; de otra manera, el mismo remiendo nuevo
tira de lo viejo, y se hace peor la rotura.
22 Y nadie echa vino nuevo en
odres viejos; de otra manera, el vino nuevo rompe los odres, y el
vino se derrama, y los odres se pierden; pero el vino nuevo en
odres nuevos se ha de echar.
|
Lu 5:33
Entonces ellos le dijeron: ¿Por qué los discípulos de Juan ayunan
muchas veces y hacen oraciones, y asimismo los de los fariseos,
pero los tuyos comen y beben?
34 Él les dijo: ¿Podéis acaso
hacer que los que están de bodas ayunen, entre tanto que el esposo
está con ellos?
35 Mas vendrán días cuando el
esposo les será quitado; entonces, en aquellos días ayunarán.
36 Les dijo también una parábola:
Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo y lo pone en un vestido
viejo; pues si lo hace, no solamente rompe el nuevo, sino que el
remiendo sacado de él no armoniza con el viejo.
37 Y nadie echa vino nuevo en
odres viejos; de otra manera, el vino nuevo romperá los odres y se
derramará, y los odres se perderán.
38 Mas el vino nuevo en odres
nuevos se ha de echar; y lo uno y lo otro se conservan.
39 Y ninguno que beba del añejo,
quiere luego el nuevo; porque dice: El añejo es mejor.
|
48.1 ¿Qué enseño Jesús sobre el ayuno en esta sección?
(Mr
2:20)
48.2 ¿Qué enseño Jesús sobre el remiendo y los odres?
(Lu
5:36)
Volver arriba
49. Jesús sana en el día de reposo y defiende su echo - Jn 5:1-47
Enero 20 - Jesús sana en el día de reposo y defiende su echo -
Jn 5:1-29 |
Jn 5:1
Después de estas
cosas había una fiesta de los judíos, y subió Jesús a
Jerusalén.
2 Y hay en Jerusalén, cerca
de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo
Betesda, el cual tiene cinco pórticos.
3 En éstos yacía una multitud
de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que esperaban el
movimiento del agua.
4 Porque un ángel descendía
de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que
primero descendía al estanque después del movimiento del agua,
quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese.
5 Y había allí un hombre que
hacía treinta y ocho años que estaba enfermo.
6 Cuando Jesús lo vio
acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo:
¿Quieres ser sano?
7 Señor, le respondió el
enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita
el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que
yo.
8 Jesús le dijo: Levántate,
toma tu lecho, y anda.
9 Y al instante aquel hombre
fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo
aquel día.
10 Entonces los judíos
dijeron a aquel que había sido sanado: Es día de reposo; no te
es lícito llevar tu lecho.
11 El les respondió: El que
me sanó, él mismo me dijo: Toma tu lecho y anda.
12 Entonces le preguntaron:
¿Quién es el que te dijo: Toma tu lecho y anda?
13 Y el que había sido sanado
no sabía quién fuese, porque Jesús se había apartado de la
gente que estaba en aquel lugar.
14 Después le halló Jesús en
el templo, y le dijo: Mira, has sido sanado; no peques más,
para que no te venga alguna cosa peor.
15 El hombre se fue, y dio
aviso a los judíos, que Jesús era el que le había sanado.
16 Y por esta causa los
judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle, porque hacía
estas cosas en el día de reposo.
17 Y Jesús les respondió: Mi
Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo.
18 Por esto los judíos aun
más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de
reposo,
sino que también decía que Dios era su propio Padre,
haciéndose igual a Dios.
19
Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os
digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve
hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo
hace el Hijo igualmente.
20 Porque el Padre ama al
Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores
obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os
maravilléis.
21 Porque como el Padre
levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a
los que quiere da vida.
22 Porque el Padre a nadie
juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo,
23 para que todos honren al
Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra
al Padre que le envió.
24 De cierto, de cierto os
digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene
vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de
muerte a vida.
25 De cierto, de cierto os
digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la
voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán.
26 Porque como el Padre tiene
vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en
sí mismo;
27 y también le dio autoridad
de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre.
28 No os maravilléis de esto;
porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros
oirán su voz;
29 y los que hicieron lo
bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo
malo, a resurrección de condenación.
|
49.1 ¿Qué se le pidió al hombre enfermo por 38 años para poder
recibir su sanidad? (8)
49.2. ¿Por qué los judíos buscaban matarlos a un mas?
(18)
Volver arriba
Enero 21 -
Jesús sana en el día de reposo y defiende su echo -
continuado
- Jn 5:30-47 |
Jn 5:30No puedo yo hacer nada
por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque
no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del
Padre.
31 Si yo doy testimonio acerca de
mí mismo, mi testimonio no es verdadero.
32 Otro es el que da testimonio
acerca de mí, y sé que el testimonio que da de mí es verdadero.
33 Vosotros enviasteis mensajeros
a Juan, y él dio testimonio de la verdad.
34 Pero yo no recibo testimonio
de hombre alguno; mas digo esto, para que vosotros seáis salvos.
35 El era antorcha que ardía y
alumbraba; y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su
luz.
36 Mas yo tengo mayor testimonio
que el de Juan; porque las obras que el Padre me dio para que
cumpliese, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que
el Padre me ha enviado.
37 También el Padre que me envió
ha dado testimonio de mí. Nunca habéis oído su voz, ni
habéis visto su aspecto,
38 ni tenéis su palabra morando
en vosotros; porque a quien él envió, vosotros no creéis.
39 Escudriñad las Escrituras;
porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y
ellas son las que dan testimonio de mí;
40 y no queréis venir a mí para
que tengáis vida.
41 Gloria de los hombres no
recibo.
42 Mas yo os conozco, que no
tenéis amor de Dios en vosotros.
43 Yo he venido en nombre de mi
Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a ése
recibiréis.
44 ¿Cómo podéis vosotros creer,
pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria
que viene del Dios único?
45 No penséis que yo voy a
acusaros delante del Padre; hay quien os acusa, Moisés, en quien
tenéis vuestra esperanza.
46 Porque si creyeseis a Moisés,
me creeríais a mí, porque de mí escribió él.
47 Pero si no creéis a sus
escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras?
|
49.3 Nombra cuatro testigos de Jesús en esta sección.
(33,36-37,39,46)
49.4 ¿En qué nombre vino Jesús?
(43)
49.5 ¿Quién dijo Jesús que escribió de él y era necesario
creerle?
(46-47)
Volver arriba
50. Los discípulos recogen espigas en el día de reposo - Mt
12:1-8 Mr 2:23-28 Lu 6:1-5
Enero 22 -
Los discípulos recogen espigas en el día de reposo - Mt
12:1-8 Mr 2:23-28 Lu 6:1-5
|
Mt 12:1
En aquel tiempo iba
Jesús por los sembrados en un día de reposo; y sus discípulos
tuvieron hambre, y comenzaron a arrancar espiga s y a
comer.
2 Viéndolo los fariseos, le
dijeron: He aquí tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en
el día de reposo.
3 Pero él les dijo: ¿No habéis
leído lo que hizo David, cuando él y los que con él estaban
tuvieron hambre;
4 cómo entró en la casa de Dios,
y comió los panes de la proposición, que no les era
lícito comer ni a él ni a los que con él estaban, sino solamente a
los sacerdotes?
5 ¿O no habéis leído en la ley,
cómo en el día de reposo
los sacerdotes en el templo profanan el día de reposo,
y son sin culpa?
6 Pues os digo que uno mayor que
el templo está aquí.
7 Y si supieseis qué significa:
Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a
los inocentes;
8 porque el Hijo del Hombre es
Señor del día de reposo.
|
Mr 2:23
Aconteció que al pasar
él por los sembrados un día de reposo, sus discípulos, andando,
comenzaron a arrancar espigas.
24 Entonces los fariseos le
dijeron: Mira, ¿por qué hacen en el día de reposo
lo que no es lícito?
25 Pero él les dijo: ¿Nunca
leísteis lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y sintió hambre,
él y los que con él estaban;
26 cómo entró en la casa de Dios,
siendo Abiatar sumo sacerdote, y comió los panes de la
proposición, de los cuales no es lícito comer sino a los
sacerdotes, y aun dio a los que con él estaban?
27 También les dijo: El día de
reposo
fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día
de reposo.
28 Por tanto, el Hijo del Hombre
es Señor aun del día de reposo.
|
Lu 6:1
Aconteció en un día de
reposo, que pasando Jesús por los sembrados, sus discípulos
arrancaban espigas y comían, restregándolas con las
manos.
2 Y algunos de los fariseos les
dijeron: ¿Por qué hacéis lo que no es lícito hacer en los días de
reposo?
3 Respondiendo Jesús, les dijo:
¿Ni aun esto habéis leído, lo que hizo David cuando tuvo hambre
él, y los que con él estaban;
4 cómo entró en la casa de Dios,
y tomó los panes de la proposición, de los cuales no es lícito
comer sino sólo a los sacerdotes, y comió, y dio
también a los que estaban con él?
5 Y les decía: El Hijo del Hombre
es Señor aun del día de reposo.
|
50.1 ¿Cuáles eran los cinco principales que Jesús dio sobre el día
de reposo en su defensa de la manera que él y sus discípulos se
comportaron?
(Mt 12:1-3,6,7,
Mr 2:27,28)
Volver arriba
51. Jesús sana al hombre de la mano seca en el día de reposo - Mt
12:9-14 Mr 3:1-6 Lu 6:6-11
Enero 22 continuado -
Jesús sana al hombre de la mano seca en el día de reposo - Mt
12:9-14 Mr 3:1-6 Lu 6:6-11
|
Mt 12:9
Pasando de allí, vino a
la sinagoga de ellos.
10 Y he aquí había allí uno que
tenía seca una mano; y preguntaron a Jesús, para poder acusarle:
¿Es lícito sanar en el día de reposo?
11 El les dijo: ¿Qué hombre habrá
de vosotros, que tenga una oveja, y si ésta cayere en un hoyo en
día de reposo,
no le eche mano, y la levante?
12 Pues ¿cuánto más vale un
hombre que una oveja? Por consiguiente, es lícito hacer el bien en
los días de reposo.
13 Entonces dijo a aquel hombre:
Extiende tu mano. Y él la extendió, y le fue restaurada sana como
la otra.
14 Y salidos los fariseos,
tuvieron consejo contra Jesús para destruirle.
|
Mr 3 :1
Otra vez entró Jesús en
la sinagoga; y había allí un hombre que tenía seca una mano.
2 Y le acechaban para ver si en
el día de reposo le sanaría, a fin de poder acusarle.
3 Entonces dijo al hombre que
tenía la mano seca: Levántate y ponte en medio.
4 Y les dijo: ¿Es lícito en los
días de reposo
hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla? Pero ellos
callaban.
5 Entonces, mirándolos alrededor
con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al
hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue
restaurada sana.
6 Y salidos los fariseos, tomaron
consejo con los herodianos contra él para destruirle.
|
Lu 6:6Aconteció también en
otro día de reposo, que él entró en la sinagoga y enseñaba; y
estaba allí un hombre que tenía seca la mano derecha.
7 Y le acechaban los escribas y
los fariseos, para ver si en el día de reposo
lo sanaría, a fin de hallar de qué acusarle.
8 Mas él conocía los pensamientos
de ellos; y dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate, y
ponte en medio. Y él, levantándose, se puso en pie.
9 Entonces Jesús les dijo: Os
preguntaré una cosa: ¿Es lícito en día de reposo
hacer bien, o hacer mal? ¿salvar la vida, o quitarla?
10 Y mirándolos a todos
alrededor, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él lo hizo así, y
su mano fue restaurada.
11 Y ellos se llenaron de furor,
y hablaban entre sí qué podrían hacer contra Jesús.
|
51.1 ¿Cómo se compara el valor del hombre con el valor de una
oveja?
(Mt
12:12)
51.2 ¿Qué sabia Jesús de sus acusadores?
(Lu
6:8)
51.3 ¿Qué tres cosas ordeno Jesús al hombre con la mano seca?
(Mt
12:13, Lu
6:8)
Concurso en las secciones 24-51 en
Armonía de los
Evangelios
Volver arriba
Lecture de Continue
Horario de la
Lecture del NT
Guía de Estudio
PARTE -
UNO
DOS
TRES CUATRO
CINCO
SEIS
SEITE
OCHO
NUEVE
DIEZ
ONCE
DOCE
TRES