Preguntas de estudio en Armonía de los Evangelios Parte Ocho
©2001 by Arlo E. Moehlenpah

Los siguientes números corresponden a los números de secciones en La Armonía de los Evangelios;  por A. T. Robertson, Harper & Row, Publicadores,Nueva York, 1950 y El Cristo de los Evangelios; por J. W. Shepard, Wm. B. Erdmans Compañía de Publicaciones, Grand Rapids, MI, 1968. Favor de clic al número de la sección para obtener las preguntas del estudio de la sección.  

PARTE -  UNO   DOS   TRES   CUATRO   CINCO    SEIS    SEITE   OCHO   NUEVE   DIEZ   ONCE   DOCE  TRES

 

Para leer o escuchar la porción biblica en la computadora presíone en donde dice "here."  Cuando aparezca el cuadro que diga, "search by passage" escriba allí el nombre del libro de la biblia y el capítulo.  Por  ejemplo: (Lu 2).  Despues presíone en donde dice, "go". En la página que salga seleccione Español y la versíon que desee usar.  Por ultimo, despues de leer o escuchar (LBLA) el pasaje biblico favor de contestar las preguntas del estudio.

 

PARTE OCHO: Su Ministerio posterior en Judea
 

  1. En el Templo en la fiesta de los tabernáculos - Jn 7:11-52

  2. La historia de la mujer adúltera - Jn 7:53-8:11

  3. Jesús, la luz del mundo - Jn 8:12-20

  4. Los Fariseos tratan de empedrarlo - Jn 8:21-59

  5. Contención sobre el ciego de nacimiento - Jn 9:1-41

  6. Discurso del buen pastor - Jn 10:1-21

  7. Misión y regreso de los setenta - Lu 10:1-24

  8. Parábola del buen samaritano - Lu 10:25-37

  9. Jesús visita a Martha y Maria - Lu 10:38-42

  10. Enseñanza de la oración y se requiere - Lu 11:1-13

  11. Acusaciones de la gente de Beelzebú – Lu 11:14-36

  12. Comiendo con un fariseo, Jesús Denuncia los interpretes de la ley- 11:37-54

  13. Con respecto a la hipocresía, - Lu 12:1-59

  14. Arrepentimiento.  Parábola de la higuera estéril -Lu 13:1-9

  15. Sana a la mujer lisiada en el día de reposos - Lu 13:10-21

  16. Fiesta de la Dedicación. Judíos tratan de tirarle piedras a Jesús - Jn 10:22-39

PARTE OCHO: Su Ministerio posterior en Judea

       

 

96.   En el Templo en la fiesta de los tabernáculos - Jn 7:11-52

Febrero 26  - Section 96.   En el Templo en la fiesta de los tabernáculos - Jn 7:11-52

Jn 7:11

Y le buscaban los judíos en la fiesta, y decían: ¿Dónde está aquél?

    12 Y había gran murmullo acerca de él entre la multitud, pues unos decían: Es bueno; pero otros decían: No, sino que engaña al pueblo.

    13 Pero ninguno hablaba abiertamente de él, por miedo a los judíos.

    14 Mas a la mitad de la fiesta subió Jesús al templo, y enseñaba.

    15 Y se maravillaban los judíos, diciendo: ¿Cómo sabe éste letras, sin haber estudiado?

    16 Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió.

    17 El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta.

    18 El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia.

    19 ¿No os dio Moisés la ley, y ninguno de vosotros cumple la ley? ¿Por qué procuráis matarme?

    20 Respondió la multitud y dijo: Demonio tienes; ¿quién procura matarte?

    21 Jesús respondió y les dijo: Una obra hice, y todos os maravilláis.

    22 Por cierto, Moisés os dio la circuncisión (no porque sea de Moisés, sino de los padres ; y en el día de reposo circuncidáis al hombre.

    23 Si recibe el hombre la circuncisión en el día de reposo, para que la ley de Moisés no sea quebrantada, ¿os enojáis conmigo porque en el día de reposo sané completamente a un hombre?  

    24 No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.

 25 Decían entonces unos de Jerusalén: ¿No es éste a quien buscan para matarle?

    26 Pues mirad, habla públicamente, y no le dicen nada. ¿Habrán reconocido en verdad los gobernantes que éste es el Cristo?

    27 Pero éste, sabemos de dónde es; mas cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde sea.

    28 Jesús entonces, enseñando en el templo, alzó la voz y dijo: A mí me conocéis, y sabéis de dónde soy; y no he venido de mí mismo, pero el que me envió es verdadero, a quien vosotros no conocéis.

    29 Pero yo le conozco, porque de él procedo, y él me envió.

    30 Entonces procuraban prenderle; pero ninguno le echó mano, porque aún no había llegado su hora.

    31 Y muchos de la multitud creyeron en él, y decían: El Cristo, cuando venga, ¿hará más señales que las que éste hace?

 32 Los fariseos oyeron a la gente que murmuraba de él estas cosas; y los principales sacerdotes y los fariseos enviaron alguaciles para que le prendiesen.

    33 Entonces Jesús dijo: Todavía un poco de tiempo estaré con vosotros, e iré al que me envió.

    34 Me buscaréis, y no me hallaréis; y a donde yo estaré, vosotros no podréis venir.

    35 Entonces los judíos dijeron entre sí: ¿Adónde se irá éste, que no le hallemos? ¿Se irá a los dispersos entre los griegos, y enseñará a los griegos?

    36 ¿Qué significa esto que dijo: Me buscaréis, y no me hallaréis; y a donde yo estaré, vosotros no podréis venir?

 37 En el último y gran día de la fiesta,  Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.

    38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.

    39 Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.

 40 Entonces algunos de la multitud, oyendo estas palabras, decían: Verdaderamente éste es el profeta.

    41 Otros decían: Este es el Cristo. Pero algunos decían: ¿De Galilea ha de venir el Cristo?

    42 ¿No dice la Escritura que del linaje de David, y de la aldea de Belén,  de donde era David, ha de venir el Cristo?

    43 Hubo entonces disensión entre la gente a causa de él.

    44 Y algunos de ellos querían prenderle; pero ninguno le echó mano.

 45 Los alguaciles vinieron a los principales sacerdotes y a los fariseos; y éstos les dijeron: ¿Por qué no le habéis traído?

    46 Los alguaciles respondieron: !!Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre!

    47 Entonces los fariseos les respondieron: ¿También vosotros habéis sido engañados?

    48 ¿Acaso ha creído en él alguno de los gobernantes, o de los fariseos?

    49 Mas esta gente que no sabe la ley, maldita es.

    50 Les dijo Nicodemo, el que vino a él de noche,  el cual era uno de ellos:

    51 ¿Juzga acaso nuestra ley a un hombre si primero no le oye, y sabe lo que ha hecho?

    52 Respondieron y le dijeron: ¿Eres tú también galileo? Escudriña y ve que de Galilea nunca se ha levantado profeta.

 

        96.1     ¿Cual escritura indica que aquellos que están determinados encontraran la verdad? (17)

        96.2     ¿Por qué la gente no recibieron el Espíritu Santo mientras que Jesús estaba en el mundo? (39)

 

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97.   La historia de la mujer adúltera - Jn 7:53-8:11

Febrero 27  - La historia de la mujer adúltera - Jn 7:53-8:11

Jn 7:53 Cada uno se fue a su casa;
8:1

y Jesús se fue al monte de los Olivos.

    2 Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba.

    3 Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio,

    4 le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio.

    5 Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres.  Tú, pues, ¿qué dices?

    6 Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo.

    7 Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.

    8 E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra.

    9 Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio.

    10 Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?

    11 Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.

        97.1     ¿Cuando fue que Jesús escribió algo? (6,8)

        97.2     ¿Qué orden le dio Jesús a la mujer adultera? (11)

 

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98.   Jesús, la luz del mundo - Jn 8:12-20

Feb. 27 Cont'd  - Jesús, la luz del mundo - Jn 8:12-20

Jn 8:12

Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo;  el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

    13 Entonces los fariseos le dijeron: Tú das testimonio acerca de ti mismo; tu testimonio no es verdadero.  

    14 Respondió Jesús y les dijo: Aunque yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo, ni a dónde voy.

    15 Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie.

    16 Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo, sino yo y el que me envió, el Padre.

    17 Y en vuestra ley está escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero.

    18 Yo soy el que doy testimonio de mí mismo, y el Padre que me envió da testimonio de mí.

    19 Ellos le dijeron: ¿Dónde está tu Padre? Respondió Jesús: Ni a mí me conocéis, ni a mi Padre; si a mí me conocieseis, también a mi Padre conoceríais.

    20 Estas palabras habló Jesús en el lugar de las ofrendas, enseñando en el templo; y nadie le prendió, porque aún no había llegado su hora.

        98.1     ¿Quien dijo Jesús que conocían si lo conocían a él? (19)

 

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99.   Los Fariseos tratan de empedrarlo - Jn 8:21-59

Febrero 28  - Los Fariseos tratan de empedrarlo - Jn 8:21-59

Jn 8:21

Otra vez les dijo Jesús: Yo me voy, y me buscaréis, pero en vuestro pecado moriréis; a donde yo voy, vosotros no podéis venir.

    22 Decían entonces los judíos: ¿Acaso se matará a sí mismo, que dice: A donde yo voy, vosotros no podéis venir?

    23 Y les dijo: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo.

    24 Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis.

    25 Entonces le dijeron: ¿Tú quién eres? Entonces Jesús les dijo: Lo que desde el principio os he dicho.

    26 Muchas cosas tengo que decir y juzgar de vosotros; pero el que me envió es verdadero; y yo, lo que he oído de él, esto hablo al mundo.

    27 Pero no entendieron que les hablaba del Padre.

    28 Les dijo, pues, Jesús: Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que yo soy, y que nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo.

    29 Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada.

    30 Hablando él estas cosas, muchos creyeron en él.

 31 Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;

    32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

    33 Le respondieron: Linaje de Abraham somos,  y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres?

    34 Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado.

    35 Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre.

    36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.

    37 Sé que sois descendientes de Abraham; pero procuráis matarme, porque mi palabra no halla cabida en vosotros.

    38 Yo hablo lo que he visto cerca del Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído cerca de vuestro padre.

 39 Respondieron y le dijeron: Nuestro padre es Abraham. Jesús les dijo: Si fueseis hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais.

    40 Pero ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he hablado la verdad, la cual he oído de Dios; no hizo esto Abraham.

    41 Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Entonces le dijeron: Nosotros no somos nacidos de fornicación; un padre tenemos, que es Dios.

    42 Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió.

    43 ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra.

    44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.

    45 Y a mí, porque digo la verdad, no me creéis.

    46 ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?

    47 El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios.

 48 Respondieron entonces los judíos, y le dijeron: ¿No decimos bien nosotros, que tú eres samaritano, y que tienes demonio?

    49 Respondió Jesús: Yo no tengo demonio, antes honro a mi Padre; y vosotros me deshonráis.

    50 Pero yo no busco mi gloria; hay quien la busca, y juzga.

    51 De cierto, de cierto os digo, que el que guarda mi palabra, nunca verá muerte.

    52 Entonces los judíos le dijeron: Ahora conocemos que tienes demonio. Abraham murió, y los profetas; y tú dices: El que guarda mi palabra, nunca sufrirá muerte.

    53 ¿Eres tú acaso mayor que nuestro padre Abraham, el cual murió? !!Y los profetas murieron! ¿Quién te haces a ti mismo?

    54 Respondió Jesús: Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria nada es; mi Padre es el que me glorifica, el que vosotros decís que es vuestro Dios.

    55 Pero vosotros no le conocéis; mas yo le conozco, y si dijere que no le conozco, sería mentiroso como vosotros; pero le conozco, y guardo su palabra.

    56 Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó.

    57 Entonces le dijeron los judíos: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham?

    58 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy.

    59 Tomaron entonces piedras para arrojárselas; pero Jesús se escondió y salió del templo; y atravesando por en medio de ellos, se fue.

        99.1     ¿Jesús dio que murieran en su pecado si no creían en que? (24)

        99.2     ¿Qué dijo Jesús sobre la libertad? (32,36)

        99.3     ¿Jesús dijo que él fue antes cual personaje en el Antiguo Testamento? (58)

        99.4     ¿En qué se vació Jesús en decir, "sois de vuestro padre el diablo " y no del Abraham o Dios? (38,42,44)

 

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100.   Contención sobre el ciego de nacimiento - Jn 9:1-41

Marzo 1 - Contención sobre el ciego de nacimiento - Jn 9:1-41   

Jn 9:1

Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento.

    2 Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego?

    3 Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él.

    4 Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar.

    5 Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo.  

    6 Dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego,

    7 y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo.

    8 Entonces los vecinos, y los que antes le habían visto que era ciego, decían: ¿No es éste el que se sentaba y mendigaba?

    9 Unos decían: El es; y otros: A él se parece. El decía: Yo soy.

    10 Y le dijeron: ¿Cómo te fueron abiertos los ojos?

    11 Respondió él y dijo: Aquel hombre que se llama Jesús hizo lodo, me untó los ojos, y me dijo: Ve al Siloé, y lávate; y fui, y me lavé, y recibí la vista.

    12 Entonces le dijeron: ¿Dónde está él? El dijo: No sé.

 13 Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego.

    14 Y era día de reposo cuando Jesús había hecho el lodo, y le había abierto los ojos.

    15 Volvieron, pues, a preguntarle también los fariseos cómo había recibido la vista. El les dijo: Me puso lodo sobre los ojos, y me lavé, y veo.

    16 Entonces algunos de los fariseos decían: Ese hombre no procede de Dios, porque no guarda el día de reposo. Otros decían: ¿Cómo puede un hombre pecador hacer estas señales? Y había disensión entre ellos.

    17 Entonces volvieron a decirle al ciego: ¿Qué dices tú del que te abrió los ojos? Y él dijo: Que es profeta.

    18 Pero los judíos no creían que él había sido ciego, y que había recibido la vista, hasta que llamaron a los padres del que había recibido la vista,

    19 y les preguntaron, diciendo: ¿Es éste vuestro hijo, el que vosotros decís que nació ciego? ¿Cómo, pues, ve ahora?

    20 Sus padres respondieron y les dijeron: Sabemos que éste es nuestro hijo, y que nació ciego;

    21 pero cómo vea ahora, no lo sabemos; o quién le haya abierto los ojos, nosotros tampoco lo sabemos; edad tiene, preguntadle a él; él hablará por sí mismo.

    22 Esto dijeron sus padres, porque tenían miedo de los judíos, por cuanto los judíos ya habían acordado que si alguno confesase que Jesús era el Mesías, fuera expulsado de la sinagoga.

    23 Por eso dijeron sus padres: Edad tiene, preguntadle a él.

    24 Entonces volvieron a llamar al hombre que había sido ciego, y le dijeron: Da gloria a Dios; nosotros sabemos que ese hombre es pecador.

    25 Entonces él respondió y dijo: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo.

    26 Le volvieron a decir: ¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?

    27 El les respondió: Ya os lo he dicho, y no habéis querido oír; ¿por qué lo queréis oír otra vez? ¿Queréis también vosotros haceros sus discípulos?

    28 Y le injuriaron, y dijeron: Tú eres su discípulo; pero nosotros, discípulos de Moisés somos.

    29 Nosotros sabemos que Dios ha hablado a Moisés; pero respecto a ése, no sabemos de dónde sea.

    30 Respondió el hombre, y les dijo: Pues esto es lo maravilloso, que vosotros no sepáis de dónde sea, y a mí me abrió los ojos.

    31 Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye.

    32 Desde el principio no se ha oído decir que alguno abriese los ojos a uno que nació ciego.

    33 Si éste no viniera de Dios, nada podría hacer.

    34 Respondieron y le dijeron: Tú naciste del todo en pecado, ¿y nos enseñas a nosotros? Y le expulsaron.

 35 Oyó Jesús que le habían expulsado; y hallándole, le dijo: ¿Crees tú en el Hijo de Dios?

    36 Respondió él y dijo: ¿Quién es, Señor, para que crea en él?

    37 Le dijo Jesús: Pues le has visto, y el que habla contigo, él es.

    38 Y él dijo: Creo, Señor; y le adoró.

    39 Dijo Jesús: Para juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven, vean, y los que ven, sean cegados.

    40 Entonces algunos de los fariseos que estaban con él, al oír esto, le dijeron: ¿Acaso nosotros somos también ciegos?

    41 Jesús les respondió: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; mas ahora, porque decís: Vemos, vuestro pecado permanece.

 

            100.1        ¿Cómo son relacionados el pecado y la enfermedad? (2-3)

            100.2        ¿Cómo fue el ciego sanado? (6-7)

            100.3        ¿Cuales eran responses de las varias gentes por las sanciones? (8-9,16,18,20-21)

            100.4        ¿Qué enseña que el ciego tuvo una experiencia envés de una teoría? (25)

            100.5        ¿Cómo puede ser ciego comparado con el pecado? (Samson, II Cor. 4:4, Eph. 4:18, Rev. 3:17, Rom 11:25)

 

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101.     Discurso del buen pastor - Jn 10:1-21

Marzo 2 - Discurso del buen pastor - Jn 10:1-21

Jn 10:1

De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador.

    2 Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es.

    3 A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca.

    4 Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.

    5 Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.

    6 Esta alegoría les dijo Jesús; pero ellos no entendieron qué era lo que les decía.

 7 Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas.

    8 Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas.

    9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.

    10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

    11 Yo soy el buen pastor;  el buen pastor su vida da por las ovejas.

    12 Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa.

    13 Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas.

    14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,

    15 así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre;  y pongo mi vida por las ovejas.

    16 También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.

    17 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar.

    18 Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.

    19 Volvió a haber disensión entre los judíos por estas palabras.

    20 Muchos de ellos decían: Demonio tiene, y está fuera de sí; ¿por qué le oís?

    21 Decían otros: Estas palabras no son de endemoniado. ¿Puede acaso el demonio abrir los ojos de los ciegos?

            101.1        ¿Cómo las ovejas reconocen al pastor? (4)

            101.2        ¿Que dos cosas en esta sección dijo Jesús  "que el era"? (7,11)

            101.3        ¿En esta sección, a que dijo Jesús que venia hacer? (10)

            101.4        ¿Qué acciones enseñan la diferencia entre un buen pastor y un asalariado? (11-13)

            101.5        ¿Que quiere decir con "tengo otras ovejas que no son de este redil "? (16)

 

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102.     Misión y regreso de los setenta - Lu 10:1-24

Marzo 3 - Misión y regreso de los setenta - Lu 10:1-24   

Lu 10:1

Después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir.

    2 Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.  

    3 Id; he aquí yo os envío como corderos en medio de lobos.  

    4 No llevéis bolsa, ni alforja, ni calzado; y a nadie saludéis por el camino.

    5 En cualquier casa donde entréis, primeramente decid: Paz sea a esta casa.

    6 Y si hubiere allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; y si no, se volverá a vosotros.

    7 Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den; porque el obrero es digno de su salario.  No os paséis de casa en casa.

    8 En cualquier ciudad donde entréis, y os reciban, comed lo que os pongan delante;

    9 y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios.

    10 Mas en cualquier ciudad donde entréis, y no os reciban, saliendo por sus calles, decid:

    11 Aun el polvo de vuestra ciudad, que se ha pegado a nuestros pies, lo sacudimos contra vosotros.  Pero esto sabed, que el reino de Dios se ha acercado a vosotros.  

    12 Y os digo que en aquel día será más tolerable el castigo para Sodoma, que para aquella ciudad.

 13 !!Ay de ti, Corazín! !!Ay de ti, Betsaida! que si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que sentadas en cilicio y ceniza, se habrían arrepentido.

    14 Por tanto, en el juicio será más tolerable el castigo para Tiro y Sidón, que para vosotras.

    15 Y tú, Capernaum, que hasta los cielos eres levantada, hasta el Hades serás abatida.  

    16 El que a vosotros oye, a mí me oye;  y el que a vosotros desecha, a mí me desecha; y el que me desecha a mí, desecha al que me envió.

 17 Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre.

    18 Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.

    19 He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones,  y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.

    20 Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.

 21 En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó.

    22 Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre;  y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo,  y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.

    23 Y volviéndose a los discípulos, les dijo aparte: Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis;

    24 porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.

            102.1   ¿Por qué Jesús mando a los setenta en pares de dos? (1)

            102.2   ¿Cuando regresaron los setenta de que se regocijaban? (17)

            102.3   ¿De qué dijo Jesús que se regocijaban? (20)

 

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103.     Parábola del buen samaritano - Lu 10:25-37

Marzo 4 - Parábola del buen samaritano - Lu 10:25-37

Lu 10:25

Y he aquí un intérprete de la ley se levantó y dijo, para probarle: Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna?

    26 Él le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?

    27 Aquél, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.  

    28 Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás.  

    29 Pero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?

    30 Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto.

    31 Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo.

    32 Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo.

    33 Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia;

    34 y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él.

    35 Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese.

    36 ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones?

    37 Él dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.

 

            103.1        ¿Qué pregunta se hizo para la parábola del buen samaritano? (29)

            103.2        ¿Qué pueden representar las varias gentes en esta parábola? (30-35)

 

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104.     Jesús visita a Martha y Maria - Lu 10:38-42

Marzo 4 Cont'd - Jesús visita a Martha y Maria - Lu 10:38-42

Lu 10:38

Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa.

    39 Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra.

    40 Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude.

    41 Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas.

    42 Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.

 

            104.1        ¿Cómo diferenciaron las dos características de las dos hermanas? (39-42)

 

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105.     Enseñanza de la oración y se requiere - Lu 11:1-13

Marzo 4 Cont'd - Enseñanza de la oración y se requiere - Lu 11:1-13

Lu 11:1

Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos.

    2 Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

    3 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.

    4 Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal.

    5 Les dijo también: ¿Quién de vosotros que tenga un amigo, va a él a medianoche y le dice: Amigo, préstame tres panes,

    6 porque un amigo mío ha venido a mí de viaje, y no tengo qué ponerle delante;

    7 y aquél, respondiendo desde adentro, le dice: No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis niños están conmigo en cama; no puedo levantarme, y dártelos?

    8 Os digo, que aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo por su importunidad se levantará y le dará todo lo que necesite.

    9 Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.

    10 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.

    11 ¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente?

    12 ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión?

    13 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?    

            105.1        ¿Qué le pidieron los discípulos a Jesús que les enseñe? (1)

            105.2        ¿Qué paso para que preguntaran la esa pregunta? (1)

            105.3        ¿Cual es el punto en la historia del amigo que pregunto por pan a la media noche? (5-8)

            105.4        ¿Cómo enseño Jesús que Dios nunca quiso que fuera difícil recibir el Espíritu Santo? (11-13)

 

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106.  Acusaciones de la gente de Beelzebú – Lu 11:14-36

Marzo 5 - Acusaciones de la gente de Beelzebú – Lu 11:14-36

Lu 11:14

Estaba Jesús echando fuera un demonio, que era mudo; y aconteció que salido el demonio, el mudo habló; y la gente se maravilló.

    15 Pero algunos de ellos decían: Por Beelzebú, príncipe de los demonios, echa fuera los demonios.  

    16 Otros, para tentarle, le pedían señal del cielo.  

    17 Mas él, conociendo los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado; y una casa dividida contra sí misma, cae.

    18 Y si también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo permanecerá su reino? ya que decís que por Beelzebú echo yo fuera los demonios.

    19 Pues si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿vuestros hijos por quién los echan? Por tanto, ellos serán vuestros jueces.

    20 Mas si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios, ciertamente el reino de Dios ha llegado a vosotros.

    21 Cuando el hombre fuerte armado guarda su palacio, en paz está lo que posee.

    22 Pero cuando viene otro más fuerte que él y le vence, le quita todas sus armas en que confiaba, y reparte el botín.

    23 El que no es conmigo, contra mí es;  y el que conmigo no recoge, desparrama.

 24 Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo; y no hallándolo, dice: Volveré a mi casa de donde salí.

    25 Y cuando llega, la halla barrida y adornada.

    26 Entonces va, y toma otros siete espíritus peores que él; y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero.

 27 Mientras él decía estas cosas, una mujer de entre la multitud levantó la voz y le dijo: Bienaventurado el vientre que te trajo, y los senos que mamaste.

    28 Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan.

 29 Y apiñándose las multitudes, comenzó a decir: Esta generación es mala; demanda señal,  pero señal no le será dada, sino la señal de Jonás.

    30 Porque así como Jonás fue señal a los ninivitas,  también lo será el Hijo del Hombre a esta generación.

    31 La reina del Sur se levantará en el juicio con los hombres de esta generación, y los condenará; porque ella vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y he aquí más que Salomón en este lugar.

    32 Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque a la predicación de Jonás se arrepintieron  y he aquí más que Jonás en este lugar.

 33 Nadie pone en oculto la luz encendida, ni debajo del almud, sino en el candelero,  para que los que entran vean la luz.

    34 La lámpara del cuerpo es el ojo; cuando tu ojo es bueno, también todo tu cuerpo está lleno de luz; pero cuando tu ojo es maligno, también tu cuerpo está en tinieblas.

    35 Mira pues, no suceda que la luz que en ti hay, sea tinieblas.

    36 Así que, si todo tu cuerpo está lleno de luz, no teniendo parte alguna de tinieblas, será todo luminoso, como cuando una lámpara te alumbra con su resplandor.

            106.1        ¿Quien dijo Jesús que iban hacer bendecidos? (28)

            106.2        ¿Quien dijo Jesús iba a levantarse para juzgar esa generación? (31-32)

 

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107.     Comiendo con un fariseo, Jesús Denuncia los interpretes de la ley- Lu 11:37-54

Marzo 5 Cont'd - Comiendo con un fariseo, Jesús Denuncia los interpretes de la ley- Lu 11:37-54

Lu 11:37

Luego que hubo hablado, le rogó un fariseo que comiese con él; y entrando Jesús en la casa, se sentó a la mesa.

    38 El fariseo, cuando lo vio, se extrañó de que no se hubiese lavado antes de comer.

    39 Pero el Señor le dijo: Ahora bien, vosotros los fariseos limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de rapacidad y de maldad.

    40 Necios, ¿el que hizo lo de fuera, no hizo también lo de adentro?

    41 Pero dad limosna de lo que tenéis, y entonces todo os será limpio.

    42 Mas !!ay de vosotros, fariseos! que diezmáis la menta, y la ruda, y toda hortaliza,  y pasáis por alto la justicia y el amor de Dios. Esto os era necesario hacer, sin dejar aquello.

    43 !!Ay de vosotros, fariseos! que amáis las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas.

    44 !!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! que sois como sepulcros que no se ven, y los hombres que andan encima no lo saben.

    45 Respondiendo uno de los intérpretes de la ley, le dijo: Maestro, cuando dices esto, también nos afrentas a nosotros.

    46 Y él dijo: !!Ay de vosotros también, intérpretes de la ley! porque cargáis a los hombres con cargas que no pueden llevar, pero vosotros ni aun con un dedo las tocáis.

    47 !!Ay de vosotros, que edificáis los sepulcros de los profetas a quienes mataron vuestros padres!

    48 De modo que sois testigos y consentidores de los hechos de vuestros padres; porque a la verdad ellos los mataron, y vosotros edificáis sus sepulcros.

    49 Por eso la sabiduría de Dios también dijo: Les enviaré profetas y apóstoles; y de ellos, a unos matarán y a otros perseguirán,

    50 para que se demande de esta generación la sangre de todos los profetas que se ha derramado desde la fundación del mundo,

    51 desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que murió entre el altar y el templo; sí, os digo que será demandada de esta generación.

    52 !!Ay de vosotros, intérpretes de la ley! porque habéis quitado la llave de la ciencia; vosotros mismos no entrasteis, y a los que entraban se lo impedisteis.

    53 Diciéndoles él estas cosas, los escribas y los fariseos comenzaron a estrecharle en gran manera, y a provocarle a que hablase de muchas cosas;

    54 acechándole, y procurando cazar alguna palabra de su boca para acusarle.

            107.1        ¿Qué tres cosas Jesús pronuncio desgracia sobre los fariseos? (42-44)

            107.2        ¿Qué tres cosas Jesús pronuncio desgracia sobre los abogados? (46,47,52)

 

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108.     Con respecto a la hipocresía, - Lu 12:1-59

Marzo 6 - Con respecto a la hipocresía, - Lu 12:1-59

Lu 12:1

En esto, juntándose por millares la multitud, tanto que unos a otros se atropellaban, comenzó a decir a sus discípulos, primeramente: Guardaos de la levadura de los fariseos,  que es la hipocresía.

    2 Porque nada hay encubierto, que no haya de descubrirse; ni oculto, que no haya de saberse.  

    3 Por tanto, todo lo que habéis dicho en tinieblas, a la luz se oirá; y lo que habéis hablado al oído en los aposentos, se proclamará en las azoteas.

 4 Mas os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer.

    5 Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed.

    6 ¿No se venden cinco pajarillos por dos cuartos? Con todo, ni uno de ellos está olvidado delante de Dios.

    7 Pues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; más valéis vosotros que muchos pajarillos.

 8 Os digo que todo aquel que me confesare delante de los hombres, también el Hijo del Hombre le confesará delante de los ángeles de Dios;

    9 mas el que me negare delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios.

    10 A todo aquel que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que blasfemare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado.  

    11 Cuando os trajeren a las sinagogas, y ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis por cómo o qué habréis de responder, o qué habréis de decir;

    12 porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que debáis decir.

 13 Le dijo uno de la multitud: Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia.

    14 Mas él le dijo: Hombre, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor?

    15 Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.

    16 También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho.

    17 Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos?

    18 Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes;

    19 y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate.

    20 Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?

    21 Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.

 22 Dijo luego a sus discípulos: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis.

    23 La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido.

    24 Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen despensa, ni granero, y Dios los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que las aves?

    25 ¿Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura un codo?

    26 Pues si no podéis ni aun lo que es menos, ¿por qué os afanáis por lo demás?

    27 Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan, ni hilan; mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos.

    28 Y si así viste Dios la hierba que hoy está en el campo, y mañana es echada al horno, ¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fe?

    29 Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud.

    30 Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas.

    31 Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas.

 32 No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.

    33 Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye.

    34 Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.

            108.1        ¿Qué dijo Jesús que era levadura de los Fariseos? (1)

            108.2        ¿Qué dijo Jesús sobre posesiones materiales? (15)

            108.3        ¿Qué le dijo el hombre rico a su alma? (19)

            108.4        ¿Qué le dijo Dios al hombre rico? (20)

 

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Marzo 7 - Con respecto a la hipocresía, Cont'd -  - Lu 12:1-59

Lu 12:35

35 Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas encendidas;

    36 y vosotros sed semejantes a hombres que aguardan a que su señor regrese de las bodas, para que cuando llegue y llame, le abran en seguida.

    37 Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles.

    38 Y aunque venga a la segunda vigilia, y aunque venga a la tercera vigilia, si los hallare así, bienaventurados son aquellos siervos.

    39 Pero sabed esto, que si supiese el padre de familia a qué hora el ladrón había de venir, velaría ciertamente, y no dejaría minar su casa.

    40 Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá.

 41 Entonces Pedro le dijo: Señor, ¿dices esta parábola a nosotros, o también a todos?

    42 Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración?

    43 Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así.

    44 En verdad os digo que le pondrá sobre todos sus bienes.

    45 Mas si aquel siervo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; y comenzare a golpear a los criados y a las criadas, y a comer y beber y embriagarse,

    46 vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, y le castigará duramente, y le pondrá con los infieles.

    47 Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes.

    48 Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá.

 49 Fuego vine a echar en la tierra; ¿y qué quiero, si ya se ha encendido?

    50 De un bautismo tengo que ser bautizado;  y !!cómo me angustio hasta que se cumpla!

    51 ¿Pensáis que he venido para dar paz en la tierra? Os digo: No, sino disensión.

    52 Porque de aquí en adelante, cinco en una familia estarán divididos, tres contra dos, y dos contra tres.

    53 Estará dividido el padre contra el hijo, y el hijo contra el padre; la madre contra la hija, y la hija contra la madre; la suegra contra su nuera, y la nuera contra su suegra.  

 54 Decía también a la multitud: Cuando veis la nube que sale del poniente, luego decís: Agua viene; y así sucede.

    55 Y cuando sopla el viento del sur, decís: Hará calor; y lo hace.

    56 !!Hipócritas! Sabéis distinguir el aspecto del cielo y de la tierra; ¿y cómo no distinguís este tiempo?

 57 ¿Y por qué no juzgáis por vosotros mismos lo que es justo?

    58 Cuando vayas al magistrado con tu adversario, procura en el camino arreglarte con él, no sea que te arrastre al juez, y el juez te entregue al alguacil, y el alguacil te meta en la cárcel.

    59 Te digo que no saldrás de allí, hasta que hayas pagado aun la última blanca.

 

            108.5        ¿Cuales siervos dijo Jesús que iban hacer bendecidos? (37,43)

            108.6        ¿Qué es requerido a uno que es dado mucho? (48)

 

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109.     Arrepentimiento.  Parábola de la higuera estéril -Lu 13:1-9

Marzo  8 - Arrepentimiento.  Parábola de la higuera estéril -Lu 13:1-9

Lu 13:1

En este mismo tiempo estaban allí algunos que le contaban acerca de los galileos cuya sangre Pilato había mezclado con los sacrificios de ellos.

    2 Respondiendo Jesús, les dijo: ¿Pensáis que estos galileos, porque padecieron tales cosas, eran más pecadores que todos los galileos?

    3 Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.

    4 O aquellos dieciocho sobre los cuales cayó la torre en Siloé, y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que todos los hombres que habitan en Jerusalén?

    5 Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.

 6 Dijo también esta parábola: Tenía un hombre una higuera plantada en su viña, y vino a buscar fruto en ella, y no lo halló.

    7 Y dijo al viñador: He aquí, hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo; córtala; ¿para qué inutiliza también la tierra?

    8 Él entonces, respondiendo, le dijo: Señor, déjala todavía este año, hasta que yo cave alrededor de ella, y la abone.

    9 Y si diere fruto, bien; y si no, la cortarás después.

            109.1        ¿Cuales son las dos ilustraciones que enseñan que debemos arrepentirnos? (1,4)

            109.2        ¿Qué deseaba el hombre con la higuera? (8-9)

 

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110.     Sana a la mujer lisiada en el día de reposos - Lu 13:10-21

Marzo 8 Cont'd - Sana a la mujer lisiada en el día de reposos - Lu 13:10-21

Lu 13:10

Enseñaba Jesús en una sinagoga en el día de reposo;

    11 y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar.

    12 Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad.

    13 Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios.

    14 Pero el principal de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiese sanado en el día de reposo, dijo a la gente: Seis días hay en que se debe trabajar; en éstos, pues, venid y sed sanados, y no en día de reposo. 

    15 Entonces el Señor le respondió y dijo: Hipócrita, cada uno de vosotros ¿no desata en el día de reposo su buey o su asno del pesebre y lo lleva a beber?

    16 Y a esta hija de Abraham, que Satanás había atado dieciocho años, ¿no se le debía desatar de esta ligadura en el día de reposo?

    17 Al decir él estas cosas, se avergonzaban todos sus adversarios; pero todo el pueblo se regocijaba por todas las cosas gloriosas hechas por él.

 18 Y dijo: ¿A qué es semejante el reino de Dios, y con qué lo compararé?

    19 Es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su huerto; y creció, y se hizo árbol grande, y las aves del cielo anidaron en sus ramas.

 20 Y volvió a decir: ¿A qué compararé el reino de Dios?

    21 Es semejante a la levadura, que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo hubo fermentado.

            110.1        ¿Qué causo que la mujer fuera encorvada por 18 años? (11)

            110.2        ¿Cómo enseño Jesús que el principal del sinagoga que lo criticaba era un hipócrita? (15-16)

 

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111.     Fiesta de la Dedicación. Judíos tratan de tirarle piedras a Jesús - Jn 10:22-39

Marzo 9 - Fiesta de la Dedicación. Judíos tratan de tirarle piedras a Jesús - Jn 10:22-39

Jn 10:22

Celebrábase en Jerusalén la fiesta de la dedicación. Era invierno,

    23 y Jesús andaba en el templo por el pórtico de Salomón.

    24 Y le rodearon los judíos y le dijeron: ¿Hasta cuándo nos turbarás el alma? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente.

    25 Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí;

    26 pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho.

    27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,

    28 y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.

    29 Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.

    30 Yo y el Padre uno somos.

    31 Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle.

    32 Jesús les respondió: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre; ¿por cuál de ellas me apedreáis?

    33 Le respondieron los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia;  porque tú, siendo hombre, te haces Dios.

    34 Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois ?

    35 Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada),

    36 ¿al que el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy?

    37 Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis.

    38 Mas si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que conozcáis y creáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre.

    39 Procuraron otra vez prenderle, pero él se escapó de sus manos.

            111.1        ¿Qué seguridad tenemos si caminamos con? (29)

            111.2        ¿Por qué los judíos querían tirarle piedras a Jesús? (33)

            111.3        ¿Donde estaba el Padre según a Jesús? (38)

 

Concurso en las secciones 96-111 en  Armonía de los Evangelios

 

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PARTE -  UNO   DOS   TRES    CUATRO    CINCO    SEIS    SEITE   OCHO   NUEVE   DIEZ   ONCE   DOCE    TRES

 


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